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Modificaciones adaptativas en el sistema locomotor

 

Licenciada en Educación en la especialidad de Biología

Docente Asistente. Profesora de Morfología en el Departamento

Ciencias Biológicas. UCCFD ”Manuel Fajardo”

Lic. Lázara Robaina Cabrera

lazararc@uccfd.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Los contenidos de este texto pueden ser utilizados como material de estudio y apoyo, a los estudiantes que matriculan la modalidad semipresencial del curso por encuentros, con el objetivo de fortalecer los fundamentos científicos de la actuación del médico en el proceso de control del entrenamiento y sobre esa base, al más exacto pronóstico de los rendimientos del atleta, así como en su labor en la promoción y recuperación de la salud mediante la actividad física, deportivo-recreativa. El material que ofrecemos constituye una guía de trabajo de gran valor pedagógico para el residente, por cuanto permite encaminar el estudio de cada tema hacia aquellos aspectos que resultan esenciales para cumplir los objetivos trazados brindando asimismo referencias sobre la bibliografía que debe ser revisada para ello. Aborda cuestiones esenciales de las leyes de la Biología que explican los cambios morfofuncionales característicos del sujeto entrenado, valorando algunas modificaciones en el sistema locomotor y en otros órganos como respuesta adaptativa y compensatoria ante la ejercitación. Se introducen las bases de la Biomecánica, haciendo referencia a algunos de los métodos propios de las investigaciones en ambas disciplinas aplicadas al deporte y el ejercicio. Las consideraciones sobre equilibrio bípedo, función de sustentación, así como el trabajo y control del sistema locomotor para lograr la armonía del movimiento en el deporte, reciben la mayor atención en el entrenamiento y las recomendaciones metodológicas como elementos de la profilaxis de lesiones del sistema osteomioarticular.

          Palabras clave: Sistema locomotor. Cambio morfofuncionales. Sistema osteomioarticular.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 18 - Nº 180 - Mayo de 2013. http://www.efdeportes.com/

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    El principio biológico de la adaptación del organismo a la variabilidad medioambiental y en particular a las cargas físicas que debe asimilar el atleta durante el transcurso del entrenamiento, justifica el estudio de la Morfología Funcional. Conocer las modificaciones morfopatológicas que se originan ante la aplicación irracional de las cargas de entrenamiento provee al especialista de valiosa información para prevenir las lesiones por sobreuso, ejercer el más adecuado control médico-deportivo y evitar el sobreentrenamiento.

    La visión del hombre como un sistema físico complejo y de la estructura armónica de sus movimientos, regidos por el sistema nervioso, se proyecta en el campo de la Biomecánica con el estudio de la cinemática y la cinética articular y de las posiciones y movimientos durante la ejecución de los ejercicios físicos y las técnicas deportivas. Ello requiere conocer las causas mecánicas y biológicas del movimiento y las particularidades individuales de la motricidad, con lo que se explican las razones de muchos traumas deportivos y se proveen las bases para su profilaxis.

    Los análisis biomecánicos de la técnica del movimiento coadyuvan al logro de la maestría deportiva; a su vez, los métodos de investigación morfológicos y biomecánicos propician la valoración de la constitución física y de los indicadores de la motricidad de los deportistas según el sexo y la edad para evaluar el desarrollo alcanzado y obtener elementos objetivos aplicables a la selección de “talentos” en cada deporte y para ejercer el control biomédico del entrenamiento. Otras posibilidades de aplicación de estos métodos se encuentran en el ámbito de la promoción de salud y la prescripción de ejercicio como medio profiláctico y terapéutico.

Tejido óseo y huesos

    Adaptación estructural en dependencia del tipo de carga predominante: compresión, tracción y torsión.

  • Hipertrofia de trabajo (engrosamiento de la cortical compacta diafisiaria).

  • Reforzamiento de procesos óseos (apófisis, espinas, bordes, rugosidades) que son puntos de inserción de ligamentos y tendones musculares, formación de osteofitos.

  • Reorganización de la sustancia esponjosa ósea en las zonas de mayor carga en epífisis de huesos largos, cuerpos vertebrales, huesos del tarso y otros.

  • Ampliación de la superficie de soporte en los cuerpos vertebrales dorsales y lumbares.

  • Aumento de la densidad mineral ósea en huesos sometidos a altas cargas.

  • Equilibrio de los procesos de osteoclasia y regeneración: remodelado óseo: constante, dinámico y variable en dependencia de la actividad física.

Cartílago hialino articular y cartílago fibroso en discos intervertebrales y meniscos

  • Grosor del cartílago hialino aumenta ante ejercicios dinámicos para dar mayor capacidad de carga de compresión y amortiguación. Ante cargas estáticas, disminución de su grosor y del numero y tamaño de los condorcitos.

  • Activación de la síntesis de Colágenos y Proteoglicanos.

  • Modificación de la estructura fibrosa según dirección de cargas aplicadas en discos intervertebrales y meniscos.

Fascias y tendones musculares (transmisores de la fuerza muscular a las palancas ósea)

  • Hipertrofia de las fibras colágenas: aumenta grosor de los tendones.

  • Modificación de la ultra estructura de las fibras tendinosas a nivel de inserción periostio-hueso: aumenta la capacidad de sujeción y tracción.

Cápsulas articulares y ligamentos (estabilizadores articulares)

  • Modificación en la estructura fibrosa similar a lo señalado para los tendones.

  • Aumenta la capacidad elástica que favorece la amplitud de movimientos.

  • En general se amplía la capilarización en huesos y músculos, lo que provoca mejora en la nutrición del cartílago y aumento del flujo del líquido sinovial.

Musculatura estriada esquelética

  • Hipertrofia de la masa muscular (aumento del sarcoplasma, las miofibrillas y las moléculas de actina y miosina)

  • Incremento del número y tamaño de las mitocondrias en las fibras musculares

  • Ampliación de la vascularización del músculo

  • Elevación de la fuerza muscular que depende, en gran medida del área del corte transversal del músculo ( sección fisiológica muscular)

Variaciones morfológicas cardiorrespiratorias por el ejercicio

Corazón y circulación

  • Aumenta el peso del corazón.

  • Modificaciones en el grosor de las paredes de las cavidades ventriculares.

  • Elevación del volumen cardiaco.

  • Aumenta la capilarización y colateralización coronaria.

  • Mejora la elasticidad de los vasos coronarios.

  • Aumenta la capilarización periférica en los distintos órganos y tejidos corporales.

Tórax y órganos respiratorios

  • Modificaciones antropométricas: mayores diámetros antero-posterior y transversal del tórax.

  • Hipertrofia de la musculatura ventilatoria.

  • Mejores indicadores de capacidad vital.

  • Mayor capacidad vital relativa (en relación al peso corporal: más ml x kg).

  • Aumenta la superficie de intercambio gaseoso alveolar.

  • Mejora la capilarización pulmonar.

Cambios estructurales en glándulas endocrinas, otros órganos y tejidos

  • Hipertrofia de la hipófisis anterior, la corteza suprarrenal y la tiroides.

  • Aumento del volumen y el peso del hígado.

  • Incremento del tamaño del bazo.

  • En la sangre se eleva el número de hematíes, de Hb y el volumen circulante.

  • Modificación de la composición corporal: disminuye la adiposidad y se eleva la masa corporal activa o masa magra, así como el Índice de Masa Corporal Activa (Índice AKS: distribución de la masa magra respecto a la talla del individuo).

    Algunas de las modificaciones apuntadas son resultado de la experimentación en animales, no probadas aun en las personas. Sin dudas, queda amplio campo todavía a la investigación en las Ciencias Biomédicas para constatar el efecto de la ejercitación y el entrenamiento sobre el organismo. Esa es una de las actuales premisas para continuar ampliando los límites del rendimiento humano, aplicando esos nuevos conocimientos al Deporte Elite y también a la Actividad Física para la promoción de salud y en la prescripción del ejercicio con fines terapéuticos y la rehabilitación; en atención a los requerimientos de cada sexo y de las distintas etapas de la ontogenia, hasta la tercera edad, donde se ha demostrado la efectividad del ejercicio para elevar la calidad de vida.

    Las funciones mecánicas del hueso y el esqueleto son:

  • Protección de órganos internos.

  • Proveer de eslabones, pares y cadenas biocinemáticas.

  • Brindar puntos de inserción a los músculos.

  • Facilitar las acciones musculares y el movimiento corporal.

    Para cubrir esas funciones el hueso posee propiedades estructurales y mecánicas únicas. Se encuentra entre las más duras estructuras del cuerpo; es uno de los más dinámicos tejidos y de mayor intercambio metabólico, que permanece activo durante toda la vida; es altamente vascularizado y con excelente capacidad para la autorreparación (remodelado óseo), cambiando sus propiedades y configuración en respuesta a las demandas mecánicas que recibe. Esta respuesta ante la incidencia de fuerzas y momentos de fuerza, estará en relación con las propiedades mecánicas y las características geométricas del hueso, así como con la magnitud, la frecuencia y el modo de aplicación de las cargas. Así, la fractura ósea puede producirse a consecuencia de una carga única, que exceda la capacidad de soporte de carga del hueso, o debido a la aplicación repetida de cargas de baja magnitud, en la llamada fractura por fatiga (stress fractura) que se presenta, ya sea por pocas repeticiones de una alta carga o por muchas repeticiones de cargas relativamente normales.

    En cargas repetitivas, el proceso de fatiga ósea es producido no solo por la magnitud de las cargas y el número de repeticiones, sino también por la cantidad de aplicaciones de la carga en un tiempo dado (frecuencia). Debido a que el hueso es autorreparable, ocurrirá fractura si el proceso de remodelado es sobrepasado por el proceso de fatiga, es decir, cuando la carga es tan frecuente que supera el tiempo de remodelado necesario para la prevención de micro rupturas en el tejido. Las modificaciones en la estructura del hueso dadas por la edad y las diferencias sexuales traen aparejados cambios en su respuesta mecánica lo que requiere consideración al programar actividades físicas y deportivas para los distintos grupos poblacionales.

    La función mecánica del cartílago hialino articular en las relaciones diartrodiales es ampliar el área de distribución de las cargas y proveer una superficie de apoyo pulida, uniforme y resistente al desgaste por fricción, con posibilidad de autolubricación que opera bajo condiciones fisiológicas de carga. La sustancia lubricante tiene dos fuentes, la secreción sinovial y el propio tejido condral. La presencia de ese fluido tiene, además, efecto amortiguador de las cargas incidentes. Por todo ello, una lubricación insuficiente puede ser factor primario en la etiología de las condroartrosis, unido a la limitada capacidad de reparación de esta estructura, que por su capacidad mecánica puede soportar bien las cargas de compresión y cierta torsión, pero es deficiente ante las cargas sostenidas de rozamiento y deslizamiento. Por su parte, el cartílago fibroso, presente en articulaciones anfiartrósicas, como en los discos intervertebrales, posee haces de fibras colágenas de disposición entrecruzada que le confieren las propiedades mecánicas de un resorte que alterna energía potencial y energía cinética en respuesta a las cargas que recibe.

    Tendones y ligamentos están profusamente compuestos por fibras colágenas, cuya estabilidad mecánica les confiere su resistencia y flexibilidad características. En el tendón, la disposición de las fibras colágenas es prácticamente paralela, habilitándolo para resistir altas cargas unidireccionales, como las de los tiros musculares sobre el hueso, a través del tendón. La disposición no paralela de la colágena en los ligamentos les permite admitir tensiones fuertes en una dirección predominante y otras menores en distintas direcciones. Una característica biomecánica de los tendones y ligamentos es la visco-elasticidad, que varía según las cargas que reciban; estas estructuras incrementan su resistencia y rigidez con el aumento proporcional de las cargas.

    Al estudiar la biomecánica de las distintas articulaciones del esqueleto, como base para el análisis de la estructura del movimiento en el deporte, se hace referencia a la cinemática articular y a la cinética articular, donde “cinemática” se refiere a la descripción del movimiento articular sin considerar fuerzas ni masas, describe los rangos de movimiento en cada plano y eje articular con grados angulares. La “cinética” se refiere al estudio de las fuerzas y momentos de fuerza que actúan sobre la articulación e incluye tanto análisis estáticos como dinámicos:

    Un análisis estático describe las fuerzas y momentos actuantes sobre un cuerpo en equilibrio, que es el estado de un cuerpo en reposo relativo o en movimiento a velocidad constante; para considerar a un cuerpo en equilibrio, tanto la suma de las fuerzas como de los momentos de fuerza debe ser igual a cero. El análisis dinámico describe las fuerzas y momentos actuantes sobre un cuerpo en movimiento, ya sea éste de aceleración o desaceleración.

    En el análisis cinético se determina la magnitud de las fuerzas lineales y de los momentos (rotacionales) que actúan sobre la articulación y que son producidos por la tracción muscular, la resistencia de los tejidos y las fuerzas externas como gravedad/ peso corporal, entre otras, en cualquier situación, sea estática o dinámica, para identificar aquellas en que se provocan excesivas fuerzas que pueden modificar la técnica del movimiento o ser causa de lesiones.

Equilibrio bípedo y función de apoyo

    Los estudios de la estructura del movimiento del deportista y de las modificaciones morfofuncionales derivadas del efecto del entrenamiento tienen como premisa el reconocer al hombre como un sistema físico complejo, resultante del decursar evolutivo de la especie (filogenia) y del desarrollo individual (ontogenia). Las características de la sustentación y la locomoción humana responden a la constante influencia de la fuerza de gravedad conjuntamente con otras fuerzas externas y las fuerzas internas, esencialmente, la tracción muscular (HERNANDEZ CORVO, 1989).

    En relación con lo anterior, es imprescindible destacar la importancia del sistema nervioso como integrador y regulador del movimiento y en especial en el control espacial-postural, el equilibrio y la locomoción por lo que la Biomecánica estudia aspectos relativos a la conservación y variación de la posición del cuerpo, sus condiciones de estabilidad y las características de la postura.

    El enfrentamiento ambiental definitivo a partir del nacimiento, condiciona cambios gravitatorios y oscilatorios en el sistema corporal (cambios adaptativos sustentantes).

    La marcha bípeda, equilibrada y estable se alcanza después de complejos procesos en los que deben considerarse el desarrollo de la columna vertebral y de los miembros inferiores, como primordiales componentes de la función de apoyo. Una fase importante, previa al dominio de la marcha, en la ontogenia, es el gateo.

    Del gateo a la verticalidad humana, con la cuadrúpeda como tránsito a la verticalización, se describen cambios adaptativos vertebrales que determinarán la conformación de las curvaturas en el plano sagital, cifosis y lordosis, las que confieren a la columna vertebral mayor capacidad de carga ante la acción de la gravedad. Las formas de gateo, típico y atípico, facilitan el asentamiento de las curvaturas vertebrales.

    Serán motivo de estudio también las particularidades de los apoyos plantares; sus alteraciones generalmente quedan asociadas a las diferencias funcionales en las extremidades inferiores. Las formas de clasificación de las huellas o impresiones del apoyo plantar, pueden identificar las particularidades de cada pie o del conjunto de las extremidades inferiores. Las modificaciones en las formas del apoyo condicionan también cambios y alteraciones en las extremidades inferiores de un sujeto y en su eje vertebral.

    Es bueno señalar que las disimetrías no solo pueden ser analizadas o estimadas para las extremidades inferiores; también son aplicables a las extremidades superiores, evidentemente en una cuantía menor, pero pueden estar presentes. El estudio del alcance mano-digital suele demostrar este detalle.

    Todos estos enfoques morfo-biomecánicos responden al análisis de la Función de Apoyo.

    La Función de Apoyo sobrepasa los límites del simple apoyo de los pies, abarca todas las estructuras que sostienen y propulsan el sistema corporal humano en su conjunto, llegando a la consideración de las oscilaciones que describe el cuerpo cuando se encuentra en posición bípeda, y a la relación entre la masa corporal y la gravedad existente. Al mismo tiempo, estudia y conoce de los cambios adaptativos del aparato locomotor, en particular lo relativo a los pies y al mecanismo cupular que conforman sus estructuras.

    Aplicaciones de los estudios de la Función de Apoyo

  • Detección de Talentos Deportivos,

  • Medicina Deportiva,

  • Medicina Física y Rehabilitación,

  • Ortopedia y Traumatología pre y post cirugía,

  • Neurología y Neuropediatría

  • Programas y controles generales de actividades físicas

    La Función de Apoyo puede ser estudiada a través de:

  • Clínica observacional

  • Impresiones plantares

  • Valoraciones radiológicas

  • Estudios estabilográficos

  • Filmaciones de marcha

  • Electromiografía

    Entre los métodos de investigación para estudiar la función de apoyo, aplicando la observación, puede hacerse referencia a la Clínica Observacional, que permite analizar qué puede o ha podido modificar los contornos del soma o cuerpo de un sujeto; establecer las razones y derivar las posibles medidas que solucionen en todo o en parte la disfunción o presunta alteración funcional (Hernández Corvo, 2010), a partir de establecer cierto equilibrio o proporción entre los distintos segmentos corporales y considerar el centro de gravedad corporal total y de cada segmento, todo lo que se obtiene aplicando técnicas antropométricas y biomecánicas de medición que apoyan la observación; por ejemplo, se ha estudiado el peso relativo de cada segmento, con relación al peso corporal total, como se refleja en las tablas y el gráfico adjuntos publicados por Donskoi (1989).

    Evidentemente el peso del tronco y sus valores relativos en hombres y mujeres, representa el 43%; si sumamos el peso relativo de la cabeza, comprobamos que el peso total del segmento suma el 50%. Lo que representa que el bloque central del tronco junto con la cabeza equivale a más de la mitad del sistema.

    Con esta forma de entender las proporciones, se encuentran dos medidas que determinan las potencialidades generales de un sujeto. La estatura o talla total, que representará la primera de las potencialidades y la segunda, la altura de la columna vertebral o longitud funcional de la columna. Estas dos potencialidades mantendrán una relación dentro del conjunto de proporciones de los segmentos corporales. Si el 50% del peso corporal y aproximadamente ese mismo valor se corresponde con la longitud relativa del tronco y la cabeza (talla sentado), puede afirmarse que estas proporciones varían pendiendo del valor angular de las curvaturas vertebrales del sujeto, sobre todo, en las diferentes etapas de la vida. El centro de gravedad del cuerpo (CGC) representa el punto de aplicación de las resultantes de las fuerzas de gravedad de todos los segmentos. Este punto (CGC) durante la posición bípeda, erecta, está situado en la zona pélvica, por delante del sacro. Es imprescindible conocer la situación del CGC para la determinación de las condiciones mecánicas de equilibrio bajo la acción de la gravedad lo que varía en dependencia de diversos factores como son las dimensiones y constitución corporal, en especial el peso y la talla total y de cada segmento; el sexo, la edad y la influencia del entrenamiento. También se describen los centros de gravedad de cada segmento, que caracterizan la distribución relativa de las masas entre ellos, como se representa en el siguiente gráfico de DONSKOI (1988) y en el cuadro adjunto resumido por el propio autor.

    Otra posibilidad de estudiar la función de apoyo y sus modificaciones, además de la Clínica Observacional, se encuentra el análisis de las Impresiones plantares.

    Las impresiones plantares recogen la huella dejada por el pie durante su apoyo en una superficie (plantograma o podograma) y, a los efectos investigativos de la Morfología Funcional, reflejan las particularidades de las formas y hábitos del apoyo plantar y de la sustentación del sujeto; sus características individuales tienen relación con las actividades habituales y en particular con la práctica físico-deportiva. En su valoración se tienen en cuenta criterios de investigadores, como son

    “… Cualquier deficiencia o desalineamiento en un segmento del complejo postural produce disfunción o deformación en el pie…” (D’AMICO, citado por HERNANDEZ CORVO, 2010).

    “… Las alteraciones en la mecánica normal del pie resultan como influencias negativas en las funciones normales del tobillo, la rodilla, la cadera, incluso, de la columna vertebral…” (KATOH, citado por HERNANDEZ CORVO, 2010)

    Las impresiones plantares son fáciles de tomar y económicas.

  • No requieren tecnología sofisticada; no necesitan de personal altamente especializado.

  • Su evaluación refleja el carácter evolutivo partiendo de la adaptación funcional, según la metodología propuesta por Hernández Corvo (1989); asimismo señalan el carácter dinámico del pie.

    La técnica más frecuente para registrar la impresión plantar es por entintado de las plantas de los pies, donde los contornos quedan bien definidos y pueden apreciarse las zonas de mayor y menor presión durante el apoyo, como se aprecia en los siguientes gráficos, tomados de Hernández Corvo (2010)

Trazado en la impresión plantar

  1. Trazo inicial (TI)

  2. Línea inferior (2)

  3. Línea superior (2’)

  4. Línea 3, MF, define valor de X,

  5. Línea MF 2,

  6. Línea MF 3,

  7. Línea 6 perpendicular a 4, intercepta a 3,

  8. Línea 7 perpendicular a 5, intercepta a 4, define Ai (arco interno: espacio no entintado)

  9. Línea 8 perpendicular a 5, intercepta a 4, tangente con la impresión, define región Y,

  10. Línea 9 perpendicular a 2, intercepta a 5, tangente con la impresión; define T (ancho del talón.

    Las impresiones plantares reflejan las reacciones del pie ante las cargas debido a la sustentación, soporte de pesos y locomoción del individuo. Su huella plantar es parte de la función de apoyo. Su evaluación puede contribuir a la prevención, tratamiento y rehabilitación de lesiones y deformidades, así como a la selección de talentos y al control biomédico del deportista.

    Otra vertiente de las investigaciones morfo-biomecánicas en el Deporte se basan en análisis estabilográficos, a partir de la afirmación de que la verticalidad y las oscilaciones corporales son resultado de la adaptación evolutiva, pertenecen a la filogenia de los sistemas biológicos, lo que se refleja en el desarrollo individual. Toda esa línea de trabajo investigativo responde al término Estabilografía, que se refiere a:

  • El estudio integral de las condiciones de equilibrio, del dominio y control postural-espacial del sistema humano.

  • Forma parte de las metodologías para el estudio de la función de apoyo.

  • Trata el análisis del peso corporal, de su distribución y soporte, interactivamente con los integrantes del aparato locomotor.

  • Comprueba y analiza los resultados de programas de actividades físicas en general.

    Esta tecnología brinda informaciones que permiten valorar:

  • La evolución de las oscilaciones corporales ante la influencia gravitacional

  • El desarrollo del sistema vestibular

  • La conformación del mecanismo cupular del pie

  • La organización funcional de las extremidades inferiores

  • La consolidación progresiva de las articulaciones de la cadera y de la columna vertebral.

    Todo ello relacionado con la constitución física, la distribución del peso corporal, la edad, el sexo así como con hábitos de vida (sedentarismo o actividad físico-deportiva)

    Distribución teórica del peso corporal sobre cada pie, que varia individualmente, lo que se analiza a través de la estabilografía, mediante el registro de valoraciones de la distribución de cargas, presiones e impulsos, por vía computarizada, tanto en la posición de pie, relativamente estática, como durante la marcha y en situaciones propias de un deporte, o en condiciones patológicas.

    Cuando el cuerpo está en reposo, de pie sobre el apoyo, a fuerza de gravedad aplicada lo presiona hacia la superficie de apoyo. Esta acción del cuerpo sobre el apoyo se mide por el peso del cuerpo; por ello se define que el peso corporal estático es la medida de la acción del cuerpo en reposo sobre el apoyo. La fuerza de gravedad y el peso del cuerpo no son una misma fuerza: la fuerza de gravedad es una fuerza a distancia, mientras que el peso es una fuerza de contacto; así, en las fases de vuelo, en carreras y saltos, no hay peso. Ese es un ejemplo de imponderabilidad. (DONSKOI, 1988)

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