La Educación Física en niños de edad preescolar y su correspondiente evaluación sistemática |
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*Licenciada en Educación Preescolar, Profesora Asistente **Licenciada en Educación Preescolar y Especialista de postgrado en Docencia en Psicopedagogía. Profesora Asistente Universidad de Ciencias Pedagógicas “José de la Luz y Caballero” de Holguín (Cuba) |
Lic. Maryelis Rojas Hidalgo* Lic. Yomaida Fernández Rodríguez* Esp. Maura Victoria Velázquez Garnica** |
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Resumen La evaluación sistemática como una de las formas de evaluación en la Educación Preescolar, constituye una problemática a considerar en el territorio holguinero. Para realizar este proceso en el área de Educación Física, es indispensable el análisis y valoración del desarrollo físico que alcanza el niño, teniendo en cuenta sus particularidades en cada año de vida y el desarrollo motriz alcanzado por cada niño. Para la realización del estudio investigativo se emplearon los siguientes métodos teóricos: el análisis, síntesis, inducción y deducción; y de los métodos empíricos: encuesta, entrevista, la observación, análisis documental y resolución de problemas con experimentación sobre el terreno. El trabajo estuvo dirigido a elevar la preparación de los docentes, a través de recomendaciones metodológicas para la realización de la evaluación sistemática de manera integral y diferenciada del área de Educación Física en el tercer ciclo. Después de aplicada la propuesta se obtuvo como resultado la preparación del personal docente para planificar, organizar, ejecutar y controlar el proceso de evaluación sistemática en el área de Educación Física. Palabras clave: Evaluación. Educación Preescolar. Tercer ciclo. Educación Física. Evaluación sistemática.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 18 - Nº 180 - Mayo de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La educación como un fenómeno multilateral transcurre en todas las esferas de la vida social y por ello, se aspira a un sistema coherente de influencias para la formación del hombre, teniendo en cuenta las edades por las que transita, dentro de las que se le debe brindar especial atención a la etapa preescolar. La misma es considerada por varios autores como el período más significativo en la formación del individuo, al evidenciar que en ella se estructuran las bases fundamentales de las particularidades físicas y formaciones psicológicas de la personalidad, que en posteriores etapas se consolidan y perfeccionan.
El análisis anterior se debe a múltiples factores, uno de ellos es el hecho de que en estas edades las estructuras biofisiológicas y psicológicas están en pleno proceso de formación y maduración. Esta etapa favorece la estimulación a dichas estructuras y por lo tanto de las cualidades, procesos, funciones físicas y psíquicas que dependen de estas estructuras.
Es por ello que la Educación Preescolar tiene como fin lograr el máximo desarrollo integral posible de los niños y las niñas desde su concepción hasta los seis años, lo cual requiere de la elaboración de un sistema de influencias pedagógicas, dirigidas a las diferentes esferas de la personalidad, en correspondencia con las particularidades de esta edad, que debe garantizar su preparación óptima.
Para lograr el desarrollo integral, es necesario concebir un proceso educativo de calidad, teniendo en cuenta los componentes personales y no personales de este proceso. Dentro de los no personales, la evaluación constituye un valioso instrumento, al brindar la posibilidad de diseñar y reorientar el proceso, a partir de los resultados que se van obteniendo.
Desarrollo
Existen diferentes criterios acerca de la concepción de la evaluación. Uno de estos fue dado por Lobo (1999), la cual declara que la misma constituye un elemento y proceso fundamental en la práctica educativa. Propiamente es inseparable de esta práctica y forma una unidad con ella, al permitir en cada momento, recoger la información y realizar los juicios de valor necesarios para la orientación y toma de decisiones, respecto al proceso de enseñanza y aprendizaje.
Por otra parte, Castro (1999) considera que la evaluación es una, en la medida que refleja la unidad entre la instrucción y la educación en el proceso pedagógico; es decir, que a un proceso único corresponde una evaluación integradora también única. Es necesario evaluar conjuntamente los conocimientos, los hábitos, las habilidades y el nivel de desarrollo de la personalidad alcanzado por el estudiante.
Estos criterios se acercan con certeza a las concepciones de la evaluación en la Educación Preescolar; atendiendo a las características y particularidades de la edad y a sus fines: que en lo fundamental están dirigidos a estimular el máximo desarrollo potencial de estos niños.
Las indicaciones específicas para la aplicación de la Resolución Ministerial Nº 216/89 sobre la Evaluación Escolar, en la Educación Preescolar, definen la evaluación ‘’[…] como un instrumento que permite establecer en diferentes momentos del proceso docente-educativo, la calidad con que se cumplen los objetivos del programa de las diferentes áreas, y en dependencia de los resultados alcanzados, determinar los aspectos que son necesarios introducir para acercar cada vez mas los resultados a las exigencias que demanda el desarrollo de los niños’’.
Estos criterios contradicen las posiciones actuales acerca de la educación de los niños preescolares, teniendo en cuenta que la evaluación se debe analizar como un proceso integrador y no como resultado de un programa educativo.
Sainz de Vicuña (1999) considera la evaluación en educación infantil como global, continua y formativa, la cual se basa en la observación del niño de forma directa y sistemática; continua porque está íntimamente ligado al proceso de enseñanza aprendizaje, y se desarrolla sistemáticamente, al inicio del proceso, a lo largo de él y al final del mismo; es global porque recoge información sobre el desarrollo de todos los ámbitos de la vida y desarrollo infantil, así como de todos los aspectos que inciden en el proceso educativo; por último es formativa porque su utilidad principal es la de reorientar el proceso educativo y mejorarlo, para adecuarlo a las necesidades infantiles.
También Prieto (2002) distingue en su tesis el enfoque diferenciado y atención a las diferencias individuales al considerar además algunos factores que generan diversidad en el contexto educativo y aporta una concepción pedagógica, con enfoque diferenciado, para las actividades educativas.
Por otra parte, Escobar (2009) aporta sugerencias metodológicas para concebir la evaluación sistemática con carácter diferenciado en los niños del tercer ciclo del círculo infantil, esta autora reflexiona que no basta en conocer lo que el niño han aprendido, sino de la forma que llegó al resultado deseado.
La literatura científica y la diversidad de criterios respecto a la evaluación muestran la complejidad de esta categoría. Por lo que las autoras se han propuesto contextualizarla desde un área del desarrollo del tercer ciclo, que comprende los niños de tres a cuatro años de edad en el círculo infantil. Asumen la evaluación como un proceso, mediante el cual se emiten criterios valorativos por diferentes agentes educativos acerca del desarrollo que alcanza el niño de forma integral con un enfoque personológico; que debe ser global, continuo y formativo al sustentarse en la observación del niño de forma directa y sistemática.
Después del análisis teórico se hizo necesaria la aplicación de diferentes instrumentos en la práctica pedagógica, con el objetivo de constatar la materialización de este proceso y la revisión de evaluaciones sistemáticas de niños de diferentes edades, lo cual arrojó como regularidades las siguientes:
Los indicadores que existen no propician que el docente evidencie cómo el niño alcanza la habilidad, cómo aprende, lo cual denota que el proceso evaluativo actual no tiene un carácter diferenciado.
La esfera afectivo-motivacional-valoral del niño, se registra ocasionalmente, sin profundizar en sus particularidades individuales.
No se aprovechan las diferentes acciones, tareas, encomiendas, respuestas a preguntas que le hace el adulto en cualquier situación de la vida cotidiana, para evaluar el desarrollo de los niños, a partir de su diagnóstico.
El área de motricidad se evalúa en ocasiones de manera muy limitada, sin tener en cuenta las respuestas motrices de los niños a partir de las situaciones imaginarias o interrogantes realizadas por las educadoras o familia en los diferentes contextos en que se encuentran.
Insuficiente aprovechamiento de las potencialidades de la familia para estimular el desarrollo motor de los niños en estas edades.
El Programa de Educación Preescolar se compone por áreas del desarrollo y del conocimiento, donde se encuentra el área de Motricidad que se desarrolla en todos los años de vida.
El programa de Educación Física pertenece al área de Motricidad y se realiza con dos frecuencias semanales en cada año de vida; en el tercer ciclo que contempla el cuarto y quinto año de vida, este programa se caracteriza por la realización sistemática de acciones motrices variadas y combinadas, en el marco de una situación lúdica según el conocimiento que el niño posee de su cuerpo, del espacio y el tiempo.
En estas edades, con la participación de los pequeños en la Educación Física, se incorporan nuevas formas de ejecutar las acciones motrices, lo que favorece el desarrollo de la creatividad e independencia y se crean las condiciones necesarias para la realización de ejercicios por propia iniciativa en el ciclo que sucede.
A través de la actividad física, el niño enriquece su contacto con el mundo de los objetos, sus propiedades y relaciones; proporciona al pequeño alegría y satisfacción por la actividad motriz; contribuye a las relaciones con sus coetáneos; permite ponerse de acuerdo para desarrollar los juegos y desempeña un papel importante en la orientación espacial a partir de su cuerpo y puntos de referencia en la expresión de imágenes con movimientos corporales por estímulos musicales.
La Educación Física comprende diferentes tipos de actividades físicas:
La actividad programada.
La gimnasia matutina.
La actividad motriz o motora independiente.
La actividad físico-recreativa.
Después del análisis correspondiente a dicha área, las articulistas plantean como problemática la insuficiente concepción de la evaluación sistemática con carácter integrador y diferenciado en el área de Educación Física, que contribuya a elevar el nivel de desarrollo de los niños de edad preescolar. Por lo anterior expuesto, ellas consideran necesario la elaboración de recomendaciones metodológicas a través de interrogantes, para guiar a los docentes de la Educación Preescolar a realizar el proceso de evaluación sistemática de una manera diferenciada e integradora, en el área de Educación Física.
Para la realización del estudio investigativo se emplearon los siguientes métodos teóricos: el análisis, síntesis, inducción deducción, los cuales están presentes en la realización de todo el trabajo y permitieron realizar generalizaciones teóricas sobre la base de las inferencias particulares y generales obtenidas tanto de la experiencia teórica, práctica como experimental. De los métodos empíricos: encuesta, entrevista, la observación, trabajo con las fuentes y resolución de problemas con experimentación sobre el terreno. A continuación se explica algunos de estos últimos:
La encuesta: se realizó a las educadoras del tercer ciclo y familias para recoger información de los conocimientos que poseen acerca del proceso de evaluación sistemática en el área de Educación Física, con carácter integrador y diferenciado.
Entrevista: a los directivos del círculo infantil donde se efectuó el estudio para constatar el trabajo metodológico en función de la preparación de los docentes en los aspectos relacionados con la evaluación sistemática de manera integradora y diferenciada.
Análisis documental: permitió el estudio de libros, artículos, investigaciones, expedientes de los niños, así como, el Programa Educativo del tercer ciclo de la Educación Preescolar y documentos que de una forma u otra, contienen argumentos relacionados con los temas de la evaluación sistemática y Educación Física.
Resolución de problemas con experimentación sobre el terreno: se utilizó para la exploración y análisis de la factibilidad de la propuesta, el que permitió valorar los cambios ocurridos en el inicio y durante el desarrollo de toda la aplicación práctica de la experiencia.
Las autoras de este estudio consideran necesario que las docentes tomen como referencia las recomendaciones metodológicas que en forma de interrogante se proponen:
¿Se tienen en cuenta los objetivos generales y los logros del desarrollo de los niños del tercer ciclo en el área de Educación Física?
Para ello el educador debe conocer los objetivos generales del ciclo que responden al área de Educación Física:
Realizar movimientos donde se pongan de manifiesto la flexibilidad, la regulación, la adaptación, los cambios motrices, el equilibrio, la coordinación y la diferenciación.
Adoptar en todo momento una postura correcta.
Entre los logros a alcanzar se encuentran: carrera combinada con otros elementos; cuadrupedia por encima de bancos y tablas con movimientos coordinados; repta por el piso coordinadamente; camina por bancos con diferentes combinaciones y buena estabilidad; escala, captura pelotas con ambas manos y las lanza de diferentes formas y desde diferentes posiciones. En quinto año corre con cambio de dirección, realiza cambios consecutivos en diferentes direcciones y lanza pelotas capturándolas combinadamente.
Para la organización del proceso educativo en este ciclo, es necesario tener en cuenta el desarrollo del pequeño en relación con la motricidad fina, motricidad gruesa con etapas del habla y el lenguaje, teniendo en cuenta que el progreso de los niños depende del desarrollo individual de cada uno.
Entre las edades de 3 a 5 años, los niños realizan los movimientos con mayor orientación espacio-temporal y mejor desarrollo de las capacidades coordinativas, además de variadas acciones con su cuerpo de forma individual con y sin objetos, combinándolos en pequeños grupos. Logran organizar juegos y actividades motoras, vinculando las tareas motrices con diversas construcciones organizadas por ellos, lo cual contribuye a enriquecer sus movimientos por iniciativa propia.
¿Se prevé la preparación de la educadora así como las condiciones con que ella cuenta para la planificación de las actividades?:
La educadora debe dominar la esencia de las diferentes tipos de trabajo y para su selección tendrá en cuenta: la cantidad de niños, su desarrollo motor, los medios de enseñanza que tiene y su aprovechamiento para la realización de las diferentes acciones motrices y el área que tiene a su disposición.
Dicha educadora debe prever la formulación correcta de preguntas que posibiliten obtener la respuesta motriz de los niños, a partir de sus propias posibilidades.
¿Se tienen en cuenta las particularidades de cada niño para desarrollar su evaluación sistemática?
Resulta necesario el conocimiento de las características anatomofisiológicas de estas edades, así como las posibilidades físicas de cada niño. El proceso de evaluación no se debe enmarcar solamente en los momentos en que la educadora decide realizar una actividad de control, sino que tiene que darse siempre, en las acciones, tareas, encomiendas, respuestas motrices a sugerencias verbales del adulto y en cualquier situación de la vida cotidiana.
Estos conocimientos permitirán a la educadora brindar una atención individual y diferenciada a cada pequeño, a partir que lo que cada cual pueda hacer, teniendo en cuenta lo expresado con anterioridad.
¿El proceso de evaluación sistemática debe tener un enfoque cooperativo?
Par realizar el siguiente análisis se debe partir de las siguientes interrogantes:
¿Los padres tienen la posibilidad de conocer los documentos que muestran el desarrollo que van alcanzando sus hijos?
¿Se toman en cuenta los criterios de los padres con respecto a las acciones que realizan sus hijos?
¿Se ofrecen orientaciones a las familias para su participación en el desarrollo motriz de sus niños?
En este sentido se debe prever la participación activa de las familias posibilitando que la documentación pedagógica permita un intercambio constante entre los educadores y los miembros de la familia, creando oportunidades de intercambio entre ellos; por lo que los padres deben tener la posibilidad de conocer los registros que contienen las memorias de observaciones y comentarios en relación con el desarrollo que van alcanzando sus hijos
La educadora debe brindar ejemplos o crear variantes para explicar y sensibilizar a la familia con respecto a que todos los momentos de la vida familiar son propicios para el desarrollo motriz del pequeño, lo cual contribuye además a fomentar su alegría.
¿Se efectúa el proceso de evaluación de manera sistemática o continua realmente?
La evaluación sistemática, como su nombre lo indica, se debe realizar de manera continua, pues constituye imprescindible para el análisis y valoración del desarrollo que alcanza el niño, por lo que se debe aprovechar las diferentes actividades que se desarrollan en las instituciones, así como los diferentes contextos en que se encuentra el niño, ya sea con el personal docente o familia para materializar dicho proceso.
Evaluar en Educación Física, significa apreciar el desarrollo y las conductas motrices que alcanzan los niños en el desarrollo del proceso educativo, al constatar las habilidades que van desarrollando como consecuencia de la práctica motriz.
¿Se ejecuta el proceso de evaluación de manera integradora y diferenciada?
El proceso de evaluación sistemática debe tener un carácter integrador, al evidenciar de manera integral el avance que va alcanzando el niño en el desarrollo de las diferentes capacidades y habilidades físicas, para lo cual es necesario partir de las características anatomofisiológicas y psicológicas de los niños y cómo estas influyen en el propio proceso educativo, así como evaluar el desarrollo de los niños a partir de su diagnóstico.
Resulta necesario valorar cómo trabajaron los niños en las diferentes actividades, el resultado de las acciones y tareas encomendadas, qué dificultades afrontaron, nivel alcanzado, cómo utilizaron los medios de enseñanza, cómo contestaron a las preguntas, cómo el niño alcanza la habilidad, cómo aprende y qué respuestas motrices dieron.
¿Será necesario tener en cuenta para la evaluación de los niños la caracterización de la familia y la comunidad?
Es preciso partir de la caracterización de la familia y la comunidad para determinar las necesidades y potencialidades que estas tienen, y de qué manera influyen positiva o negativamente en el desarrollo motriz del niño.
Es necesario tener en cuenta la diversidad de los contextos socio – económicos y culturales, así como la importancia de la atención educativa a las poblaciones de niños entre 0 y 6 años, en especial a aquellos sectores más carentes; en estos casos hay que prever qué evaluar, qué orientar a los padres para favorecer el desarrollo motriz de los niños, es decir, las exigencias que vamos a tener con cada individualidad, no podemos obviar cada realidad y garantizar una estimulación que equilibre eficientemente los indicadores de cantidad y de calidad.
Para constatar los resultados en la aplicación de las sugerencias metodológicas se partió del diagnóstico inicial con la observación de los diferentes tipos de actividades físicas, con el objetivo de constatar cómo las educadoras evalúan los contenidos del área de Educación Física, y se determinaron las regularidades siguientes:
Resulta limitada la evaluación de las diferentes habilidades y capacidades motrices en los tipos de actividades físicas que se ejecutan en el área, a partir del diagnóstico de cada niño. Es insuficiente la vinculación de los contenidos del área de Educación Física con las formas organizativas del resto de las áreas del desarrollo, así como, el aprovechamiento de los materiales de la actividad independiente para estimular el desarrollo motriz de los niños y su registro en la evaluación sistemática.
Las autoras consideraron oportuno realizar encuestas a las educadoras y familias de los niños del tercer ciclo, las que mostraron escasos conocimientos acerca de la evaluación de los contenidos del área de Educación Física, al expresar que los educandos deben ser evaluados por las habilidades y capacidades que adquieren, sin tener en cuenta la forma en que cada niño desarrolla la habilidad motriz a partir de sus potencialidades y necesidades.
Para complementar la información anterior se aplicó una entrevista a los directivos del círculo infantil y se constató que se desarrolla un débil trabajo metodológico en la institución dado por las limitadas actividades metodológicas efectuadas para ofrecer solución a esta problemática.
A partir de las regularidades detectadas, se ejecutó un sistema de actividades de preparación a las educadoras para la implementación de las recomendaciones metodológicas, se partió de una reunión metodológica en la que se declararon las limitaciones detectadas, luego se desarrolló una actividad metodológica para explicar cómo evaluar los contenidos del área de Educación Física en el tercer ciclo, posteriormente se llevó a cabo un taller metodológico y se debatió acerca de cómo evaluar los contenidos en diferentes actividades del proceso educativo y se concluyó con una actividad demostrativa.
Al finalizar cada actividad se acopiaron las regularidades en un registro de experiencias, lo que permitió perfeccionar cada una de ellas en la práctica educativa y recoger la información que corrobora la aplicabilidad de la propuesta.
Conclusiones
La necesidad de contribuir al desarrollo motriz del niño, parte del conocimiento que deben tener las personas que le rodean acerca de las habilidades y capacidades motrices que deben adquirir en estas edades, y de las posibilidades que le brindan al niño para su estimulación; a partir del dominio de su diagnóstico, de la planificación de las actividades según su individualidad y del registro de evaluación sistemática que se realice.
La aplicación de las recomendaciones metodológicas elaboradas, orientan al personal docente de la Educación Preescolar en cuanto a: cómo proceder para planificar, organizar, ejecutar y /o controlar el proceso de evaluación en el área de Educación Física, para lograr una evaluación sistemática, con carácter integradora, diferenciada y que posibilite una correcta entrega pedagógica tanto por vía institucional como no institucional.
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