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El profesor guía en la Universidad desde un enfoque ético profesional

 

*Licenciada en Educación especialidad Educación Primaria. Profesora Asistente

Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey filial Nuevitas

Policlínico Universitario Francisco Peña Peña, Departamento Docente-Metodológico

Mamacú, Nuevitas, Camagüey

**Licenciada en Educación especialidad Historia y Filosofía. Profesora Auxiliar

Máster en Investigación Educativa. Universidad de Ciencias Médicas

de Camagüey. Departamento Docente-metodológico

***Licencia en Enfermería. Profesora Asistente. Máster en Atención Integral

a la Mujer. Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey filial Nuevitas

Policlínico Universitario Francisco Peña Peña, Departamento Docente-Metodológico

Mamacú, Nuevitas, Camagüey

****Licenciada en Psicología. Profesora Instructor, Universidad de Ciencias Médicas

de Camagüey filial Nuevitas. Policlínico Universitario Francisco Peña Peña

Departamento Docente-Metodológico, Nuevitas, Camagüey

Silvia de la Caridad Rodríguez Selpa*

Nancy Iraola Valdés**

Caridad Santana Serrano***

Yailin Noa Castillo****

silvia@iscmc.cmw.sld.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Se presenta un artículo relacionado con la ética del profesor guía en la Universidad en la que podemos ubicar la de Educación Física y Deportes, con el objetivo de analizar su enfoque ético profesional. Se utilizó el método histórico lógico en el estudio del tema. Se concluye que el análisis ético profesional del profesor guía, sin dudas, nos permite una mejor comprensión del mismo.

          Palabras clave: Profesor guía. Universidad. Etica profesional.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 18 - Nº 180 - Mayo de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Para organizar el trabajo educativo en Cuba existen disposiciones legales. En esta dirección el Ministerio de Educación Superior elaboró la Resolución Nº 210/20071 refiere: "La labor educativa en los Centros de Educación Superior constituye la principal prioridad en el proceso de formación y se desarrolla utilizando un enfoque integral."

    Se infiere, considerar la labor educativa en todas las Universidades con prioridad, adecuada a las circunstancias pedagógicas y de aprendizaje para conseguir la formación armónica y multifacética de los estudiantes, respetando sus características individuales y aprovechando tanto la vía curricular como la extracurricular.

    En el contexto de la Universidad actual en la que podemos ubicar la de Educación Física y Deportes, el profesor guía realiza el rol principal del trabajo educativo. Se vislumbra tener una visión clara de la situación planteada acerca de una configuración exhaustiva de esta labor en el que participan todos los actores con especial mediación de un educador que mediante posiciones éticas va a educar en un plano cualitativamente óptimo.

    La ética es la ciencia acerca del origen, esencia y leyes del desarrollo histórico de la moralidad, y en particular sobre los principios y normas de la moral, sobre las regularidades inherentes a su desarrollo y consolidación en la vida de la sociedad. Como estructura, podemos citar la ética profesional, en la que, sin dudas, el profesor guía como profesional tiene un encaje adecuado.

    ¿Cómo considerar la concepción del profesor guía de la Universidad desde una visión ético profesional? Para darle respuesta a esta pregunta nos proponemos analizar dicho enfoque.

Desarrollo

    Las transformaciones implementadas en el ámbito educativo de la Universidad implican profundos cambios en la concepción general del profesor guía como actor principal del proceso.

    Una posición ética profesional merece realizar un análisis de algunos elementos teóricos inherentes a un mínimo de definiciones.

    Lafaurié2 considera al profesor guía como el educador por excelencia, designado a la atención de un grupo o brigada, para atender las diferencias individuales en el proceso docente-educativo y la formación y consolidación de valores durante un largo período de su formación.

    Ajusta al guía como el profesor excepcional que deberá atender a un grupo de estudiantes a partir de la realidad de los propios estudiantes para formar y consolidar los valores.

    Socarrás3 lo define "como un profesional comprometido y con una alta conciencia de la significación social y personal de la tarea que realiza, con una alta preparación psicopedagógica, apto para guiar al estudiante a la autorrealización, brindándole atención especial de manera personalizada. Proyecta la más amplia y rica caracterización individual y colectiva del grupo, interviniendo sistemáticamente y dando seguimiento al proceso de crecimiento personal del estudiante, a través del trabajo educativo creativo y sustentado en los ideales avanzados de su tiempo. Ejerce un liderazgo inteligente, que deja libertad para la independencia cognoscitiva y el desarrollo del protagonismo estudiantil. Irradia ejemplo de modestia, sencillez e integridad personal que distingue el modo en que inserta a sus alumnos armónicamente en el colectivo estudiantil y en las actividades curriculares, extensionistas y sociopolíticas para contribuir a su formación integral."

    La autora define al profesor guía desde dimensiones más amplias con características propias, substanciales y con un alto nivel de compromiso social, que lo distingue de otros profesionales, inclusive de otros profesores.

    Si alcanzamos entender por ética profesional la disciplina o rama de la filosofía moral que se ocupa de analizar el conjunto de principios y valores morales sobresalientes para el comportamiento moral de los que practican una determinada profesión, sin fluctuaciones, podemos acertar una posición ética desde el punto de vista profesional entre las definiciones presentadas.

    La ética profesional se forma sobre la base de principios de la ética teórica y práctica, las obligaciones y funciones propias de la profesión y los intereses de clases.

    En el sentido amplio, hace alusión a las exigencias normativas específicas de la moral, relacionadas con las particularidades de las diferentes profesiones. Independientemente del carácter general de las exigencias morales, éstas se manifiestan de una forma determinada para las diferentes esferas del trabajo socialmente útil.

    En el sentido estrecho es el desempeño de un profesional determinado. Convenientemente, nos ocupa estudiar al profesor guía de la Universidad como profesional seleccionado dentro de un grupo o colectivo de profesores. Debemos tener presente que aunque la plataforma de las obligaciones concretas de los representantes de una u otra profesión en principio son las mismas exigencias de la moral laboral en una sociedad dada, existen además requerimientos particulares, propios y específicos de una moral profesional determinada.

    Conforme al nivel teórico la ética profesional, examina la esencia y las especificidades de la moral profesional, su lugar y papel en la vida social, lo actual de su contenido y las tendencias en su desarrollo. Al respecto pueden analizarse rasgos determinantes en la concepción del profesor guía:

  • Profesional con alto grado de compromiso social.

  • Preparación integral.

  • Inteligencia y competencia que lo conduzca a un excelente desempeño.

  • Ejemplo e integridad en todos los ámbitos de la vida social.

    Estos aspectos están relacionados con los conceptos del honor y del orgullo profesional de dicho tipo de trabajo.

    En una sociedad que aspire a desarrollar un trabajo profesional humanista, el concepto del honor profesional significa que todo trabajo realizado en aras del bienestar del hombre y de la sociedad, es en igual medida importante, y se convierte en un asunto de honor y dignidad.

    Acorde al nivel normativo, la ética profesional, se dirige al estudio y fundamentación de las recomendaciones prácticas de las normas morales concretas. Se reflexiona con carácter básico destacar algunas capacidades y cualidades inherentes al profesor guía que en definitiva en la práctica lo van a destacar en el claustro pedagógico en el cual se desarrolla.

Capacidades

  • La capacidad perceptiva, que le permite penetrar en el mundo interno de los alumnos. Lo hace capaz de captar cualquier alteración en los estudiantes y conocer sus causas para ofrecer ayuda oportuna y adecuada. Se estará en condiciones de dirigir exitosamente su grupo de alumnos, comprender y tener en cuenta sus intereses, satisfacer sus demandas y establecer con ellos una correcta relación que posibilite proyectar su desarrollo.

  • La capacidad comunicativa está muy vinculada a la anterior, y ayuda a establecer las mejores relaciones con sus alumnos y con los demás integrantes del colectivo pedagógico de año. Además, le permite ser capaz de entender y hacerse entender.

  • Conocer el colectivo que se le ha confiado en su integralidad y en cada uno de sus componentes, por lo que debe realizar un diagnóstico fino y certero en su grupo y saber utilizarlo como instrumento de trabajo.

  • Controlar y organizar hábilmente su actividad.

  • Tener capacidad creadora en el desarrollo de su profesión y la (s) disciplina (s) que imparte y para que repercuta favorablemente en su labor educativa y formativa en los estudiantes.

  • Poseer capacidad didáctica. Nos indica dominar la (s) asignatura (s) que imparte con rigor técnico y saber aplicar los principios psicológicos y pedagógicos relacionados con sus contenidos.

  • Desarrollar la actividad educativa en cualquier escenario donde esté presente de forma permanente y consciente.

Cualidades

  • Ejercer autoridad ante sus alumnos, pero no con imposición sino sobre la base del respeto mutuo, la evaluación acertada y la exigencia, combinada con justicia y benevolencia. También, debe gozar de prestigio ante sus alumnos y todo el colectivo de su centro, y ser optimista con respecto a la educación de los alumnos. Desde el comienzo de su trabajo ha de sentir la seguridad de que puede lograr con los estudiantes los resultados esperados, por difícil que sea la situación inicial y por complejas que sean las deficiencias que estos presentan en particular o del grupo, en general.4

  • Poseer sólidos conocimientos científicos y técnicos de la profesión que ejerce, así como pedagógicos y psicológicos, y mantenerse actualizado en correspondencia con los avances de las ciencias y las técnicas más modernas.

  • Manifestar una conducta ejemplar en lo que respecta a la disciplina laboral, ante los estudiantes, el colectivo de trabajadores de su centro docente o de servicio y zona de residencia.

  • Contribuir con sus conocimientos y dedicación al trabajo a elevar la calidad y eficiencia de la enseñanza y educación.

  • Estar consciente de la importancia que tiene su autopreparación constante para ejercer una mejor labor técnica y pedagógica.

  • Ser ejemplo de organización personal, lo que exige una planificación adecuada y autocontrol de su propio trabajo.

  • Ser capaz de ofrecer a los estudiantes constantes ejemplos de educación formal y moral, conducta social y de trabajo creador en beneficio de la sociedad.

  • Ha de caracterizarse por su perseverancia, sencillez, modestia, decisión oportuna, dominio de sí mismo y la firmeza en sus acciones.

  • Poseer una apariencia personal y hábitos higiénicos correctos ante los estudiantes, sus compañeros de trabajo y el centro docente o de servicio donde se desempeña.

  • Ser portador en todo momento de una adecuada conducta moral y educación formal en el centro docente o de servicio donde labora, y en la sociedad.

  • Dedicar el tiempo necesario a la preparación y desarrollo de las actividades docentes con la máxima calidad y eficiencia.

  • Utilizar el lenguaje de forma correcta, de manera clara, precisa y exacta, las ideas, los conocimientos y los sentimientos a través de la palabra, la mímica y los gestos, para influir positivamente en los estudiantes.

  • Amar a la profesión y a los educandos.

    Otro elemento importante es considerar dentro de las funciones de la moral profesional llevar en sí los rasgos de todo el aporte de la vida social y conservarlos, mantener las tradiciones morales aparecidas en una profesión determinada que evidencian la sucesión y herencia de las normas, así como realizar la unión y sucesión de los valores morales- profesionales, conservando los elementos progresistas de lo universal y clasista de las relaciones morales. Así la educación en valores es tarea de todo el colectivo pedagógico sin excepción, no obstante, la práctica ha demostrado la necesidad de que uno de ellos tenga la responsabilidad especial de atender de forma sistemática la marcha integral de la labor educativa, destacándose por tanto el papel del profesor guía y de las condiciones especiales que debe reunir como educador, encabezadas por sus convicciones ideológicas y profundo dominio de la labor pedagógica que realiza.

    Una de las funciones del profesor guía en la Universidad actual es jerarquizar el proceso de formación, desarrollo y consolidación de valores en su grupo de estudiantes, sobre la base de la caracterización y del diagnóstico.

    Los valores son potencialidades humanas que dignifican al individuo, que conscientemente asumidos elevan a la persona y su espiritualidad y lo hacen tornarse grande en el ámbito de la familia, de una profesión, de un colectivo o de la sociedad en su conjunto.

    A partir del análisis ético, los valores morales son componentes estructurales de la conciencia moral, al igual que las normas, los principios, los ideales, las cualidades morales, etc. y se han comprendido también como ideales que el hombre tiende a hacer realidad a lo largo de su experiencia moral propiamente dicha. Los valores regulan y orientan el comportamiento de los hombres a través de todo un conjunto de representaciones, estimaciones y principios.

    Al ser los valores morales una especie de referencia y guía en la orientación de la conducta del hombre desempeñan en este proceso un papel de vital importancia, pues adecuan la conciencia moral del hombre a las relaciones sociales establecidas en los marcos de la sociedad.

    Cuando intentamos realizar una clasificación de los valores morales nos estamos refiriendo al bien, a la justicia, al deber y la responsabilidad; al honor y la dignidad, a la vergüenza y a la felicidad; la honestidad, la honradez, la sinceridad, la modestia, la amistad, la bondad, la compasión, la esperanza, la generosidad, la humildad y la sencillez.

    Pueden ser concebidos como valores éticos también, aunque se trata de un tema muy discutido, el pudor, el coraje, la franqueza, la sensibilidad (aunque comparte vínculos con los valores estéticos), etc.

Conclusiones

    El trabajo educativo en la Educación Superior es un objetivo priorizado que se realiza de forma sistemática, planificada y organizada. El profesor guía con características excepcionales es el principal encaje de todo el sistema de influencia educativa. Al realizar un estudio partiendo de la perspectiva ética profesional, sin dudas, nos permite una mejor comprensión del mismo.

Referencias bibliográficas

  1. Ministerio de Educación Superior. Reglamento docente metodológico Resolución 210-2007. La Habana: MES; 2007. p. 14-6.

  2. Colectivo de autores. El trabajo educativo y la extensión universitaria en las Ciencias Médicas. Manual metodológico. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2009. p. 1-3

  3. Socarrás Sánchez, S. Manual del profesor guía para el perfeccionamiento del trabajo educativo. Rev Hum Med. 2011, Ago; 11(2): 345-359.

  4. Carreño de Celis, Ramón; Salgado González, Lourdes; Alonso Pardo, María Elina. Cualidades que deben reunir los profesores de la educación médica. Educ Med Super. 2008, Sep.

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