El deporte del idioma y el idioma del deporte
en el humor gráfico de Quino

Jesús Castañón Rodríguez (España)
Universidad de Valladolid. Editor de Idioma y deporte
info@idiomaydeporte.com

     Resumen
Este artículo reflexiona sobre el juego de idioma e imágenes, realizado por Joaquín Salvador Lavado 'Quino', en su producción humorística de tema deportivo. Describe su composición en secuencias cinematográficas y sus recursos lingüísticos para provocar la sonrisa: exageraciones, situaciones fantásticas, descontextualización de frases de otros ámbitos idiomáticos, combinación de relaciones absurdas y lógicas y ridiculización de tópicos periodísticos. Incluye referencias sobre tiras donde aparecen formas profesionales y de juego infantil de ajedrez, bolos, esgrima, fútbol y tenis de mesa. Comenta juegos gráficos que Quino emplea para reflejar el lenguaje deportivo de los medios de comunicación para crear relatos emocionados.
     Palabras clave: Ciencias del deporte. Lenguaje y jerga. Humor y sátira. Tiras cómicas.

Lecturas: Educación Física y Deportes | http://www.efdeportes.com/
revista digital | Buenos Aires | Año 5 - Nº 18 - Febrero 2000


     El siglo XX ha sido la centuria del desarrollo del deporte moderno, un fenómeno social capaz de atraer la atención con numerosas técnicas. Entre ellas ha destacado el humorismo gráfico, entendido como expresión externa del humor hecha mediante códigos especiales de comunicación, con una especial calidad en Argentina.

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     Uno de sus más destacados representantes ha sido Joaquín Salvador Lavado, 'Quino', autor cuyas tiras para Iberoamérica se han editado en Argentina, México y España y cuya trayectoria ha estado vinculada a los semanarios argentinos Leoplán, Primera Plana, Revista Viva, Rico Tipo y Siete Días Ilustrados, así como a los diarios argentinos Clarín y El Mundo y al español El País.

     Quino ha producido textos creativos perdurables que mezclan lo verbal y lo icónico para provocar la reflexión sobre ideas atemporales de libertad y análisis críticos de la realidad expresados mediante composiciones en secuencias cinematográficas para soñar en imágenes y mediante recursos lingüísticos basados en generar exageraciones, descontextualizar frases de los lenguajes político, comercial y de las costumbres sociales, combinar relaciones absurdas y lógicas con sorpresa final; crear situaciones de fantasía y ridiculizar tópicos del lenguaje periodístico.


I. El deporte del idioma
    La producción deportiva de Quino comprende cinco disciplinas deportivas (ajedrez, bolos, esgrima, fútbol y tenis de mesa) que toman una forma distinta según formen parte del deporte profesional o de juegos infantiles.


1.1. El deporte profesional
    El deporte profesional que refleja Quino concentra su interés en esgrima y fútbol.


Esgrima
    El primero es presentado como un ámbito para situaciones insólitas de final inesperado al combinar relaciones lógicas y absurdas: un esgrimista pide una pausa a su contrincante para rascarse la espalda con el florete; otro, posa con un trofeo tras vencer a su rival al calvarle el florete en el corazón; y un tercero decide suicidarse clavando el florete en un enchufe.


Fútbol
    El fútbol se convierte en ámbito para combinar relaciones lógicas y absurdas en una fotografía de un futbolista en cuclillas sobre un balón, que es observada por un pollo que deduce que de él saldrá un bebé futbolista.

     Sobre todo, el balompié sirve de inspiración para reflejar la exageración de las pasiones y reflejar unos excesos que alcanzan a Dios, hinchas de los equipos, árbitros y familiares de jugadores. La pasión divina es recreada en una situación de fantasía, en la que Dios sigue a su equipo favorito en un partido televisado e interviene para que el delantero rival marre, con una extraña trayectoria del balón, el penalti pitado en contra de su equipo.

     El fervor de las hinchadas ha llevado a exageraciones sobre sus actuaciones fuera y dentro del estadio. Las primeras dan lugar a viñetas sobre los exaltados sentimientos a partir de resultados: un seguidor mirón se pierde un gol de su equipo, tras abandonar el fútbol televisado para observar cómo se desnuda su vecina; un hincha airado contra un colegiado por no haber visto una mano, y al que cree que está sobornado, aplica esta disparatada lógica a un guardia que le ha puesto una multa de tráfico por estar estacionado debajo de una señal de prohibido aparcar; un aficionado enfadado por la derrota de su equipo, en su exceso de pasión y amargura, no se da cuenta de que acaba de ser engañado por su mujer en su propia casa; un espectador de fútbol televisado pega un golpe al receptor, por aparecer en pantalla una bailarina que asemeja el gesto técnico del portero al atenazar un balón, y grita indignado: "¡¡Otra vez la maldita interferencia del maldito canal cultural!". También se registran viñetas para el fútbol de la vida: un espectador, tras ver un partido, sale de casa y musita enfadado que la vida diaria no se parece al fútbol, pero en esta encuentra demasiadas analogías con gente que corre tras el dinero, agarra por la camisa a la novia para que no se marche, pone zancadillas a los demás, patea a otras personas...

     Las actuaciones dentro de la cancha crean situaciones de fantasía como la del balón que entra llorando en la portería con pequeños botes, mientras la grada de hinchas sopla con todas su fuerzas hacia la pelota para que no lo consiga ante la atenta mirada de delanteros, defensores y portero.

     La exageraciones sobre las emociones de los árbitros hacen referencia a un sueño en imágenes: la salida a la calle chándal, los saludos simpáticos de dos señores, la joven que se enamora de él, el bebé que le mesa la mejilla, el cura que le da la bendición y el reconocimiento general de un público que aplaude a su paso. Al despertarse, se desvanece la ovación, sale de casa en chándal y se le ve en un estadio entre los gritos y protestas de jugadores y público.

     Finalmente, la pasión de los familiares de jugadores es abarcada en una viñeta donde una madre emocionada, que ve a su hijo formando parte de una barrera en una falta mientras se protege las parte nobles en un lanzamiento de falta, comenta entre lágrimas: "¡La misma postura que en la ecografía, que no nos dejaba saber si era nena o qué!".


1.2. Mafalda y los juegos deportivos infantiles
    La presencia de deportes en los juegos infantiles se registra en las tiras de Mafalda, personaje de ficción que fue elegido en noviembre de 1999 por la Revista Viva como una de las mujeres argentinas más influyentes del siglo XX junto a Norma Aleandro, Hebe de Bonafini, Alicia Moreau de Justo, Marta Pelloni, Eva Perón o Gabriela Sabatini.

     Tomó su nombre de la película Dar la cara, vivió de 1964 a 1973 en las páginas de los semanarios Leoplán, Primera Plana, Siete Días Ilustrados y el diario El Mundo y su relación con el deporte se basa en los juegos que practica con el resto de los niños de su pandilla: ajedrez, bolos, fútbol y tenis de mesa.


Ajedrez
    El mayor número de viñetas se dedica al ajedrez en Mafalda 1, 5 y 6, y acoge formas de descontextualización y combinación de relaciones absurdas y lógicas. La primera se aplica a elementos del lenguaje político y de las costumbres sociales. La descontextualización política aparece en las partidas que enfrentan a Mafalda y Felipe: un jaque al rey, gritado con entusiasmo, al que Mafalda responde con dignidad y seriedad "El rey ha muerto ¡Viva el rey!"; una discusión ideológica sobre el orden que deben seguir los peones, la reina y el rey en el tablero; y una interpretación sobre los movimientos del rey y de los peones que desemboca en una analogía sobre cómo solventar las desigualdades sociales. La descontextulización de costumbres se presenta en la acusación de sexy y descocada a la figura de la reina por moverse para todos lados en una partida con Felipe y en el jaque mate a la partida del juego y de la vida del vecindario en una partida con Susanita donde se comentan sus dificultades y desgracias.

Mafalda - Quino

     La combinación de elementos absurdos y lógicos aparece en las partidas que mantienen Mafalda, Felipe, Manolito y Miguelito: el asombro de Manolito ante la movilidad de las fichas, le lleva a preguntar por el sitio dónde les colocan las pilas; el padre de Mafalda que recuerda los tiempos en que era invencible, mientras juegan los niños; el comentario sobre el éxito de una fumigación contra hormigas mientras una de ellas se lleva un peón del tablero; y el grito de Miguelito relativo a cómo hace el tiempo para doblar las esquinas en los relojes cuadrados.


Fútbol
    El fútbol es el juego infantil más constante en la producción de Quino al registrarse en Mafalda 3, 4, 5, 6 y 7. Es presentado como el ámbito ideal para las exageraciones durante la celebración de partidos de metegol en algún solar donde botes vacíos y ladrillos hacen de postes de las porterías. A veces tienen en común a Manolito como protagonista: un despeje entusiasmado que, como una aceituna en un palillo, encaja en el sable de una estatua de un general; su ojo amoratado, tras haber animado a sus compañeros a jugar fuerte por ser el Moshe Dayan de los guardavallas; y el mensaje publicitario "¿lentejas 'in'? Almacén Don Manolo", escrito en el balón tras detenerlo al vuelo. Otras exageraciones reflejan la violencia asociada al deporte: Mafalda muestra su indignación con un quiosquero que se niega a venderle una revista con figuritas de animales por tener contenidos violentos, y sin embargo tener en el expositor revistas que muestran asesinos, actos de represión racial, un boxeador en pleno combate y un jugador de fútbol que amenaza a un árbitro. Y alguna otra está relacionada con la imaginación sin freno de los niños, como en el caso de Felipe cuando, camino del colegio va repitiendo la lección de ciencias sobre las monocotiledóneas, hasta que pierde la concentración al emocionarse y creerse un genial futbolista por colar de una patada una piedra en el agujero de una valla.

Mafalda - Quino

     Además, el balompié también se muestra como ámbito para descontextualizar frases del lenguaje deportivo y de las costumbres sociales. Es el caso de Manolito, que comenta con Mafalda la 'visión de gol' de su madre y cómo no se pudo escapar de un cachete suyo cuando intentaba escabullirse en un momento que tenía las manos ocupadas, o del tortazo que le arrea Susanita, tras sufrir una entrada, al grito de "¿a una madre?".


Bolos
    El tercer juego infantil en importancia es el de los bolos, practicado por la pandilla de niños en la calle y en la sala de estar en Mafalda 3. Da origen a situaciones absurdas como los fallidos lanzamientos de Manolito, que le llevan a gritar su condición de torpe ante el aplauso del resto, y a justificar la rotura de un jarrón descontextualizando un tópico del lenguaje comercial: la fatiga de los materiales.

Mafalda - Quino


Tenis de mesa
    Finalmente, el tenis de mesa es destacado por sus consecuencias para el diario personal de Mafalda en Mafalda 0. Escribe en una hoja suelta sobre sus sentimientos tras una derrota por 20 a 9 con Felipe y al encajarla en el resto del diario comenta: "Único diario íntimo con suplemento deportivo".


II. El idioma del deporte
    Además del deporte del idioma, un asunto recurrente en el humorismo gráfico argentino ha sido la reflexión sobre las formas de hablar de jugadores, entrenadores y locutores deportivos. Caloi, Fontanarrosa, Garaycochea, Mordillo y tantos otros genios del humor han hecho del idioma del deporte un juego de ingenio para situaciones insólitas y disparatadas, para metáforas delirantes y para exageraciones.

     Quino se fija en los relatos encendidos de encuentros entre aficionados, como en el caso de aquel señor que narra una jugada a otro hombre con sombrero, con tal entusiasmo que el delantero sale del regate, dribla al portero y lanza un potente chut... que le quita el sombrero de un puntapié.

     La pasión de los medios de comunicación da lugar a viñetas para la prensa escrita en Mafalda 7 y 9, donde descontextualiza otras áreas de lenguaje para aplicarlas al deporte: su padre le pide la sección de deportes del diario y le lleva la sección de internacional tras leer el titular "Nuevos choques entre árabes e israelíes". En el caso de la radio también se produce esta descontextualización: Mafalda responde "¿Quejarnos?", a la frase "Una vez más nuestros micrófonos llevan a todo el país la emoción de nuestro más popular deporte" con la que el locutor da paso al a una transimisión futbolística. Y también se convierte en espacio para la exageración en una viñeta donde el locutor hace que la cabeza de un anciano sordo, que engancha el audímetro a la radio para oír mejor la transmisión del partido, estalle tras el canto emocionado de un gol.


III. Epílogo
    En resumen, Quino despliega un juego de elasticidad de idioma y fantasía de imágenes en cinco disciplinas deportivas para recrear situaciones insólitas, criticar la exageración de las pasiones y retratar las emociones del deporte profesional, así como para generar situaciones fantásticas y descontextualizar expresiones lingüísticas de la retórica política, de las costumbres sociales y del lenguaje comercial en los juegos infantiles. Además crea juegos gráficos sobre el lenguaje deportivo de los medios de comunicación para retratar los relatos encendidos y la emoción con la que el pueblo argentino sigue esa campana sonora de "pasión, locura, impulso, arrebato, ira, estruendo, llanto, risa, fiesta" con que definió Diego Lucero al fútbol.


Ilustraciones


Referencias bibliográficas


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