Lecturas: Educación Física y Deportes
http://www.efdeportes.com/ · revista digital

La Psicología del Deporte en el próximo Milenio
Dr. Francisco García Ucha (Cuba)
Jefe del Departamento de Psicología del Deporte
Instituto de Medicina del Deporte - La Habana
ucha@inder.get.cma.net

Ponencia presentada en el Congreso de Psicología de la Actividad Física y del Deporte,
San Luis de Potosí, México, octubre de 1999.


Durante los años 80 muchos especialistas se dedicaron a plantear cuales serían las perspectivas de la Psicología del Deporte en la década del 90. De ellos J. Duda, en 1982, E. Ruemmele, en 1987, W. B. Strean, y G. C. Roberts., así como G. Schilling y R. Singer en 1992 y 1993 y otros autores, que nos llevarían a una lista casi interminable, trataron el tema, colocando en evidencia la preocupación por el futuro de esta especialidad de las Ciencias Psicológicas.

Para algunos los años 90 representarían un avance totalmente decisivo de la Psicología del Deporte, la cual debería crecer en:

Estos cambios progresivos se entronizarían con una gran aceleración, contando para ello, según R. Singer, (1989), con el poderoso potencial que brindan los psicólogos del deporte, ya que pertenecen a un campo novedoso dentro de la Psicología donde la exploración y el descubrimiento constituirían una fuerte motivación para la germinación de nuevos conocimientos y su aplicación.

Francisco García Ucha, Marcelo Roffé y Carlos Moran Dosta Este desarrollo acelerado tendría un impacto considerable sobre la amplitud y calidad de las investigaciones, programas de formación académica y servicios aplicados al deporte.

En muchos sentidos la década del 90 cumplió con esas expectativas.

Se celebraron una cantidad extraordinaria de eventos científicos dedicados a la Psicología del Deporte y con un creciente numero de participantes. Por ejemplo, la XII Conferencia de la Asociación para el Avance y la Aplicación de la Psicología del Deporte celebrada en San Diego California, en setiembre de 1997, donde participaron 661 delegados de 150 países. Fue un Congreso de alto nivel científico, con trabajos originales y que permitió observar como los psicólogos del deporte unen las aplicaciones de la Psicología al deporte, y se introducen en el campo de practica de entrenamiento y competencia, realizando un reconocimiento absoluto a la necesidad del trabajo en el terreno en la que tanto énfasis hicieron los psicólogos de los antiguos países socialistas y en occidente R. Martens (1987).

Por otra parte, en estos momentos un número considerable de Universidades tiene programas para obtener el grado de Doctor en Psicología del Deporte, Maestrías y cursos de Post Grado. Tanto en países desarrollado como en vías de desarrollo, aun cuando estos programas de formación pueden en algunos casos no responder de forma puntual a los requerimientos de los servicios que deben brindar los psicólogos.

Hay una creciente ola de publicaciones tanto en libros como revistas dentro de la especialidad, además llevada a grados superlativos desde el punto de vista tecnológico gracias a las fabulosas bondades de Internet.

Durante la década los psicólogos del deporte fundaron organizaciones y federaciones no solo en los países donde estas ya habían proliferado sino hasta en los países más lejanos y atrasados económica y socialmente.

En la actualidad en los países desarrollados existe un numero creciente de deportistas y entrenadores que emplean a los psicólogos del deporte para auxiliarse en mejorar su actuación en las competencias y entrenamientos, se solicita con cierta urgencia dirigir y controlar el estrés y ansiedad de manera efectiva, mejorar la concentración y motivación, incrementar la autoconfianza y lograr una adecuada comunicación entre los deportistas y estos con los entrenadores.

Tres décadas atrás muchos deportistas en países desarrollados no brindaban atención a la Psicología del Deporte, bien no era lo suficientemente comprendida o no tenía credibilidad para ellos; hoy existe una mayor comprensión de los programas de entrenamiento psicológico, tomándose este como un eslabón esencial de la preparación deportiva.

Lo que produjo el cambio más importante y que dio lugar a esta toma de conciencia por parte de entrenadores y deportistas se relaciona con que hace 10 años se viene desarrollando una mayor integración entre los especialistas del deporte y los psicólogos, así como la aparición de un lenguaje común que facilita la comprensión entre los psicólogos y los deportista y entrenadores. Se estructuró una definición de las principales herramientas empleadas por los psicólogos en las intervenciones psicológicas y se mostró su aplicación práctica.

A principio de los años 90 las solicitudes de servicios psicológicos aumento significativamente cuando los entrenadores y deportistas podían reclamar para qué deseaban los servicios un psicólogo.

Los deportistas de elite y entrenadores no tienen generalmente una comprensión exacta de las bases teóricas de la Psicología del Deporte pero ellos están familiarizados con la aplicación específica al deporte, tales como la visualización, la relajación y el empleo de otras intervenciones.

Para muchos los Juegos Olímpicos de 1984 en Los Angeles sirven como punto de referencia para hablar de una introducción relevante de la Psicología del Deporte en el Movimiento Olímpico. El empleo de la Psicología del Deporte por la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Alemania Democrática, EE.UU. y otros países se puso de manifiesto.

El Comité Olímpico de EE.UU. incluyó una fuerte delegación de psicólogos dentro de su representación a la competencia.

Se clarificó que la Psicología del Deporte podía contribuir a asegurar los rendimientos deportivos. Una revisión de la literatura sobre rendimiento máximo indica que los deportistas exitosos tienden a tener altos grados de autoconfianza, están mas orientados en su foco de concentración en la tarea deportiva, tienen una menor tendencia a distraerse y poseen una gran habilidad para dominar su ansiedad. Se caracterizan como personas con un pensamiento positivo sobre su ejecución, determinación y compromiso comparados con los deportistas que tienen bajos rendimientos. Poseen habilidades de percepción superiores. Estas características psicológicas en dependencia de ciertos atributos de la personalidad del deportista pueden desarrollarse por medio del entrenamiento psicológico apropiado.

En Latinoamérica, también un numero mayor de psicólogos se dedican a la practica de la Psicología del Deporte, en muchos casos lejos del campo deportivo; atendiendo a los deportistas en un consultorio. A veces hasta en contra de su propia voluntad.

En este sentido se reconoce la necesidad del trabajo de campo pero éste no es lo suficientemente remunerado como para abandonar a los clientes que se encuentran en el consultorio.

Además se avanzó en aspectos relacionados con las normas éticas que debe regir el trabajo de los psicólogos en el deporte.

Al referirnos de esta forma a la Psicología del Deporte en los años 90 se trata de brindar un escenario mediante el cual podamos tomar la perspectiva del próximo milenio, a comenzar dentro de unas pocas semanas.

En este sentido es necesario señalar que los logros de la Psicología del Deporte no pueden explicarse exclusivamente por la propia actividad de los psicólogos o de sus organizaciones, sino además y de forma determinante por el desarrollo actual del deporte en todas sus manifestaciones y en el contexto social, económico, cultural, político y hasta por factores de orden geográfico, lo que nos lleva directamente a la necesidad de una visión ecológica de la Psicología del Deporte.

Una gran cantidad de problemas coloca en crisis el deporte en el mundo actual, y de manera especial en América Latina.

La violencia en los escenarios deportivos, el profesionalismo, los estímulos monetarios extraordinarios que aparecen en algunos eventos deportivos, y de los cuales no escapa el deporte juvenil, el campeonismo, nuevas versiones del doping, el robo de los talentos deportivos de nuestros pueblos para que representen a las superpotencias, el debilitamiento de los valores esenciales del deporte, etc.

Estos problemas reclaman a las Ciencias Sociales y a la Psicología del Deporte, entre ellas, reforzar el fin básico de la actividad deportiva. La formación integral del hombre.

En Cuba, también de manera particular la Psicología del Deporte tiene amplias tareas que acometer. Frente al bloqueo económico y las dificultades para asegurar todas las posibilidades necesarias para el desarrollo del Deporte.

Los psicólogos trabajan para garantizar las potencialidades psicológica que los requerimientos deportivos conllevan para nuestros deportistas, además realizar las tareas necesarias para asegurar nuestras reservas deportivas y apoyar de manera decisiva la selección e identificación de los talentos deportivos.

La Psicología del Deporte en Cuba emerge en el empeño por el desarrollo y consolidación del movimiento deportivo cubano como una fuerza mas que contribuye a asegurar el proceso pedagógico y educativo del deportistas y sus resultados en entrenamiento y competencia.

No es mi intensión que al propalar estas ideas se entienda que tienen como propósito que otros nos imiten. Los cubanos somos amantes del pensamiento libre y creemos que cada sociedad debe elaborar de forma creativa las diversas variantes de solución a sus problemas y su desarrollo.

Hoy el mundo enfrenta un proceso de Globalización en lo económico, cultural, político y también, en el Deporte, lo que determinara la calidad futura de esta actividad y de las ciencias vinculadas a ellas.

El neoliberalismo económico esta más que presente en el deporte y con efectos negativos. Por ejemplo. En fútbol, ya no interesa el perfeccionamiento de la preparación deportiva, el deportista vende su talento. Si las cosas salen mal queda fuera y se busca a otro que sea capaz de satisfacer las necesidades de los directivos, del club o de la organización. Lo importante es que el deportista "pueda lograrlo" y no "como podemos hacer que lo logre".

Al respecto un colega plantea: "Después de varias temporadas en relación con el fútbol regional he ido, poco a poco, reforzando una idea que tenía en la cabeza desde hace años: la ignorancia mezclada con el dinero es una bomba. En muchas ocasiones los conocimientos con los que trabajas se escapan de la comprensión del entrenador o de los directivos. Esto no es nada nuevo. Puede ocurrir en otros deportes (como así ocurre), como es natural que ocurra. Pero en ningún deporte existe una tendencia igual a solucionar los problemas por la fuerza bruta: con más medios, más dinero, más jugadores, otro entrenador, otros directivos, otros árbitros, etc. Supongo que en otros países será otro deporte el que funcione de esta forma, el que tenga más dinero".

Ante esta circunstancia qué importancia podrá tener la preparación mental del deportista?.

A principios de este año, exactamente en el mes de abril pude realizar una gira por tres países latinoamericanos en los que compartir con un buen numero de psicólogos del deporte, en sus organizaciones, universidades, centros de alto rendimiento deportivo y clubes deportivos.

Obtuve una visión de la situación en que se encontraba en estos países el desarrollo de la Psicología del Deporte e incluso posteriormente a esta gira, me comuniqué con un grupo de psicólogos del deporte, planteando las vivencias recogidas durante el viaje y propiciando el análisis, discusión y enriquecimiento de estas por estos especialistas. Los puntos básicos se referían a:

  1. Cada día hay un numero mayor de psicólogos interesados en la Psicología del Deporte, e incluso mostrando un mayor deseo de formarse desde el punto de vista académico en esta especialidad.

  2. El problema más agudo en el campo de la Psicología del Deporte parece residir en la inserción del psicólogo en los equipos deportivos, las relaciones con deportistas y entrenadores y para ello la necesidad de un encuadre adecuado de la tarea.

  3. Muchos psicólogos, por diversas razones, no trabajan vinculados directamente a la actividad del deportista, lo que limita sus posibilidades para la preparación mental.

  4. Los entrenadores están muy interesados en encontrar respuestas a los problemas psicológicos que se presentan en la actividad deportiva y en ocasiones las soluciones de los psicólogos se alejan de dicho interés para centrarse en aspectos relativos mas bien a la psicología clínica o la psicometría.

  5. Los entrenadores que muestran una valoración más positiva por la psicología son entrenadores del deporte infantil o de adolescentes.

Inmediatamente recibí respuestas de psicólogos del deporte de otros países Latinoamericanos que reportaban las mismas impresiones que las obtenidas por mí.

Siguiendo esta línea de pensamiento acerca de las insuficiencias de la Psicología del Deporte en Latinoamérica, unos días después tuve que escribir un articulo. "Apuntes para la Historia de la Psicología del Deporte" y allí realicé unas reflexiones además de las antes señaladas basadas en una experiencia de más de 9 años como profesor en la capacitación de psicólogos del deporte.

A nuestro modo de ver una de ellas está relacionada con los inconvenientes que en ocasiones aparecen entre los psicólogos clínicos vinculados a la Psicología del Deporte. Es notorio que muchos asumen tareas en el área del deporte aun sin tener una formación adecuada en Psicología del Deporte, y de ello se derivan ciertas dificultades:

  1. El psicólogo clínico trata de llevar al deportista las experiencias que acumuló en su especialidad sin comprender que las reacciones psicopatológicas de los deportistas no son en lo absoluto comparables con las de sus pacientes.

  2. El espacio fundamental en que se mueven es el relacionado con la Clínica, por lo que no pueden ver con facilidad aspectos de la tarea del psicólogo que son asumibles y significativas en esta área. Por ejemplo, el aseguramiento de las capacidades cognitivas para el perfeccionamiento de las acciones técnicas y tácticas, las respuestas psicológicas a las cargas, etc.

  3. No logran con facilidad comprender e incluso actuar en el trabajo de campo, es decir en los lugares de entrenamiento y competencia.

Por ejemplo, el psicólogo clínico atiende sus pacientes en el intervalo de una hora de sesión de terapia, en su gabinete, al terminar la misma sesión debe pasar otro paciente con problemas diferentes. Al sustituir el paciente o cliente a otro puede abandonar por un lapso de tiempo el encuadre y pasar a una situación no operativa. Su labor culmina al terminar la consulta.

En el deporte el psicólogo puede pasar horas y horas, y aún varios días con los deportistas (no pacientes pero si clientes) y durante todo ese período es necesario mantener el encuadre de la tarea, controlar las expectativas acerca de su labor y su credibilidad.

De manera que aún cuando el psicólogo clínico tiene grandes posibilidades para el estudio diagnostico y la comprensión del caso individual no puede abarcar en toda su complejidad los numerosos factores psicológico que están implicados en la actividad deportiva. Hasta tanto no alcancen una formación académica adecuada.

Un colega me plantea: "Una cosa que siempre me ha sonado es ¿los deportistas sienten que nuestra labor responde a sus necesidades? Yo pienso que sí, nuestra labor responde a sus necesidades, pero a veces esto queda desconectado. El psicólogo explica a los deportistas los efectos de niveles elevados de estrés, la conveniencia de mantener un nivel elevado del mismo, pero no lo lleva a que pueda hacer su transferencia a su experiencia deportiva concreta y a aplicar distintas técnicas en el campo mismo o escenario deportivo. Esto veo que pasa en mi país con algunas intervenciones. Es necesario más retroalimentación sobre nuestro trabajo, que el deportista perciba las diferencias de trabajar con un psicólogo del deporte y que nosotros sepamos si vamos o no por buen camino".

Por otra parte, en ocasiones, lamentablemente psicólogos que fracasan dentro de la clínica u otra especialidad, debido a que no poseen la excelencia requerida en cuanto a sus conocimientos ni las habilidades personales que exige la profesión de psicólogo, pretenden encontrar en la Psicología del Deporte un área donde puedan llegar a tener éxito y no se percatan de que se encuentran precisamente en un área que tiene una extraordinaria complejidad ya que el deporte posee valores propios como subcultura, que hace muy difícil encontrar un encuadre adecuado a la misma sino se tienen experiencias o conocimientos previos en este campo y que tiene profundos requerimientos a la personalidad del psicólogo.

Todo ésto demanda de un profesional de alta pericia y capacidad para saber sostener la dirección y regulación de su actuación.

Al respecto me planteaba un psicólogo: "Yo tengo una sólida formación psicoanalítica, pero es muy poco lo que aplico con los nadadores y futbolistas juveniles con los que trabajo hace años, en una institución reconocida del Deporte. Se trata de otro sujeto, otro discurso otro campo, otro encuadre, por ende otra metodología de acción muy basada en la observación, la toma de tests, intervenciones cognitivas y sistémicas en el aquí y ahora. Por eso debemos diferenciar claramente el campo clínico del deportológico. Cuando a mí me preguntan si hago diván con los deportistas... respondo: 'sí, para las visualizaciones...'"

Otro colega me decía: "Con lo difícil que es asentarse en este campo, lo que más molesta es encontrar deportistas o entrenadores que te cuentan su experiencia con un psicólogo mediocre o malo. El deporte es un medio muy exigente. Esto condiciona al psicólogo a tener que actualizarse, mejorar, aprender de cada intervención, cada día, porque no se pueden desaprovechar las pocas oportunidades que hay (de momento)".

El grado de toma de conciencia de estos aspectos por los psicólogos y quienes dirigen sus organizaciones como de las universidades va a permitir que se haga un énfasis cada vez mayor en la formación académica de los psicólogos y que a la vez ésta se corresponda con los problemas que debe enfrentar en su actividad profesional sea esta aplicada o teórica.


sigue F


  www.efdeportes.com/
www.efdeportes.com · FreeFind
   
revista digital · Año 4 · Nº 17 | Buenos Aires, diciembre 1999