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La investigación etnográfica en Educación Física

 

Licenciado en Educación Física

Diplomado en Profesorado de Educación General Básica

Licenciado en Psicología

Miguel Ignacio Salmerón Sánchez

salmeronmiguel@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          La metodología cualitativa rechaza la pretensión, frecuentemente racional, de cuantificar toda realidad y destaca, en cambio, la importancia del contexto, la función y el significado de los actos humanos. Este enfoque no reduce la explicación del comportamiento del hombre a la visión positivista de considerar los hechos sociales como cosas, sino que valora la importancia de la realidad tal y como es vivida por éste. Busca asimismo, propiciar una flexibilidad mental en el investigador que se inicia en el enfoque cualitativo-etnográfico, con el fin de prepararlo para trabajar creativamente en el mismo.

          Palabras clave: Investigación cualitativa. Etnografía educativa. Entrevista. Análisis de datos. Transferencia de datos.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 178, Marzo de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Históricamente la Educación Física se ha circunscrito en recuperar y apoyar su construcción de conocimientos en diseños metodológicos muy rígidos, cuantitativos, estadísticos y experimentales; sin hacer hincapié en la reflexión de los procesos educativos que se gestan desde los procesos más dinámicos, heurísticos y cualitativos. Por esto es relevante darse cuenta que dentro de las ciencias sociales se encuentra la Educación y por tanto la Educación Física.

    En años recientes se ha desarrollado una revolución en la metodología de las ciencias sociales que evidencia un renovado interés por la metodología cualitativa entre sociólogos, educadores, psicólogos y científicos sociales en general. Este interés lo han motivado los escasos resultados que la orientación cuantitativa ha tenido en áreas tan importantes como la educación y el desarrollo humanos.

    La metodología cualitativa rechaza la pretensión, frecuentemente racional, de cuantificar toda realidad y destaca, en cambio, la importancia del contexto, la función y el significado de los actos humanos. Este enfoque no reduce la explicación del comportamiento del hombre a la visión positivista de considerar los hechos sociales como cosas, sino que valora la importancia de la realidad tal y como es vivida por éste. Busca asimismo, propiciar una flexibilidad mental en el investigador que se inicia en el enfoque cualitativo-etnográfico., con el fin de prepararlo para trabajar creativamente en el mismo.

    En síntesis, el enfoque cualitativo rechaza la pretensión, en gran parte irracional, de cuantificar toda realidad humana, consciente de la frecuente irrelevancia de la cuantificación y de la importancia que tienen en cambio, el contexto, la función y el significado de los actos humanos.

    La metodología cualitativa no reduce la explicación del comportamiento humano a la visión positivista, que considera los hechos sociales como “cosas” que ejercen una influencia externa y causal sobre el hombre, sino que valora también, y sobre todo, la importancia de la realidad como es vivida y percibida por él: sus ideas, sentimientos y motivaciones.
La metodología cualitativa se distingue por las siguientes características: es descriptiva, inductiva, fenomenológica, holística, ecológica, estructural-sistémica, humanista, de diseño flexible, y destaca más la validez que la replicabilidad de los resultados de la investigación.

    No se trata, por consiguiente, del estudio de cualidades separadas o separables; se trata del estudio de un todo integrado que forma o constituye una unidad de análisis y que hace que algo sea lo que es: una persona, una entidad étnica, social empresarial, un producto determinado, etc.

    De esta manera, la investigación cualitativa trata de identificar la naturaleza profunda de las realidades, su estructura dinámica, aquella que da razón plena de su comportamiento y manifestaciones. De aquí, que lo cualitativo (que es el todo integrado) no se opone a lo cuantitativo (que es sólo un aspecto), sino que lo implica e integra, especialmente donde sea importante.

    A propósito, la investigación etnográfica no tiene, como primer plano, pretensiones universales y de alta generalización de los resultados, aunque no las excluye y camina en esa dirección; su fin próximo es estudiar, conocer y servir a una comunidad, institución o grupo particular, es decir, coincide, en este aspecto, con la investigación-acción; su fin remoto es llegar a descubrir y establecer teorías generales.

    En la elaboración de un proyecto de investigación cualitativa, así como en la evaluación de la investigación se deben contemplar la diferenciación y contrastación de conceptos que son abarcativos en cualquier tipo de abordaje epistemológico, sin embargo tiene claras diferencias de acuerdo al campo de conocimiento en que se este trabajando, algunos de estos conceptos son: enfoque o perspectiva mental, objetividad, subjetividad, complementariedad, confiabilidad, validez, replicabilidad, validez, generalización.

    Así mismo para diseñar una investigación de corte cualitativo se debe necesariamente contemplar los siguientes aspectos:

  1. El centro de interés y objetivos del estudio.

  2. La orientación epistemológica del investigador.

  3. El marco conceptual y teórico que sustenta la actividad de investigación.

  4. El diseño general que caracteriza el trabajo.

  5. El grupo que proveyó los datos y su situación.

  6. La experiencia y el rol del investigador.

  7. Los métodos usados en la recolección de los datos.

  8. Las estrategias de categorización, análisis e interpretación.

  9. La estructura teórica, conclusiones y aplicaciones generadas.

Contexto temático y justificación metodológica

    Existe una gran controversia en torno a cuáles son las características distintivas de la etnografía (Hammersley y Atkinson, 1994; Atkinson y Hammersley, 1994). Así, para Spradley (1979) lo fundamental es el registro del conocimiento cultural; Gumperz (1981) entiende que lo básico es la investigación detallada de patrones de interacción social; y para Lutz (1981) es el análisis holístico de las sociedades. En ocasiones la etnografía se define como esencialmente descriptiva, otras veces como una forma de registrar narrativas orales (Walker, 1981), y ocasionalmente se pone el énfasis en el desarrollo y verificación de teorías (Glaser y Strauss, 1967; Denzin, 1978).

    El uso y justificación de la etnografía está marcado por la diversidad antes que por el consenso. Más bien, hay que reconocer diferentes posiciones teóricas o epistemológicas, cada una de las cuales confirma una versión del trabajo etnográfico (Atkinson y Hammersley, 1994: 257).

    En un sentido similar se expresan Spindler y Spindler (1992: 63) cuando reconocen, en el caso concreto de la etnografía educativa, que "está viva y en buen estado, moviéndose enérgicamente en muchas direcciones. Se ha movido desde una posición donde se da por supuesta, a una posición donde tiende a dominar la disciplina para la que es una herramienta de investigación".

    Desde nuestra perspectiva, cuando nos referimos a la etnografía la entendemos como el método de investigación por el que se aprende el modo de vida de una unidad social concreta. A través de la etnografía se persigue la descripción o reconstrucción analítica de carácter interpretativo de la cultura, formas de vida y estructura social del grupo investigado. Pero también, bajo el concepto etnografía, nos referimos al producto del proceso de investigación: un escrito etnográfico o retrato del modo de vida de una unidad social.

    Una familia, una escuela, una clase, un claustro de profesores, son algunos ejemplos de unidades sociales educativas que pueden describirse etnográficamente. Sobre la base de la unidad social elegida Spradley (1980) clasifica la etnografía en un continuo que va desde la macro etnografía, cuya unidad de análisis es la sociedad compleja, hasta la micro etnografía, interesada por una situación social dada.

    La preocupación fundamental del etnógrafo es el estudio de la cultura en sí misma, es decir, delimitar en una unidad social particular cuáles son los componentes culturales y sus interrelaciones de modo que sea posible hacer afirmaciones explícitas acerca de ellos (García Jiménez, 1994). Cuando hacemos la etnografía de una determinada unidad social, estamos intentando construir un esquema teórico que recoja y responda lo más fielmente posible a las percepciones, acciones y normas de juicio de esa unidad social.

    Desde una dimensión práctica, Atkinson y Hammersley (1994: 248) conceptualizan la etnografía como una forma de investigación social que se caracteriza por los siguientes rasgos:

  1. Un fuerte énfasis en la exploración de la naturaleza de un fenómeno social concreto, antes que ponerse a comprobar hipótesis sobre el mismo;

  2. una tendencia a trabajar con datos no estructurados, es decir, datos que no han sido codificados hasta el punto de recoger datos a partir de un conjunto cerrado de categorías analíticas;

  3. se investiga un pequeño número de casos, quizás uno sólo, pero en profundidad;

  4. el análisis de datos que implica la interpretación de los significados y funciones de las actuaciones humanas, expresándolo a través de descripciones y explicaciones verbales, adquiriendo el análisis estadístico un plano secundario.

    Como requisitos de una buena etnografía educativa Spindler y Spindler (1992: 63-72) presentan una primera característica como es el requerimiento de la observación directa. No importa con qué instrumentos, sistema de codificación, aparato de registro o técnicas sean utilizadas, la primera obligación del etnógrafo es permanecer donde la acción tiene lugar y de tal forma que su presencia modifique lo menos posible tal acción.

    En segundo lugar, el etnógrafo debe pasar el tiempo suficiente en el escenario, aunque no existe una norma rígida que nos indique el tiempo de permanencia en el escenario.

    Lo importante aquí es la validez de la observación etnográfica, que se consigue permaneciendo durante el tiempo que permita al etnógrafo ver lo que sucede en repetidas ocasiones. Descubrimientos significativos se pueden conseguir tras dos semanas de observación, pero debemos permanecer en el campo mientras sigamos aprendiendo; en el momento en que la ocurrencia sucesiva no nos aporte nada nuevo, podemos alejarnos.

    Como tercera condición de una buena etnografía educativa encontramos la necesidad de contar con un gran volumen de datos registrados. El papel del observador en este sentido será fundamental, recogiendo todo tipo de información a través de notas de campos, o utilizando los recursos tecnológicos disponibles en la actualidad tales como grabaciones en audio y vídeo, películas, fotografías, etc. Además el etnógrafo debe ser un buen recopilador de artefactos, productos, documentos, o cualquier otra cosa u objeto que esté relacionado con el objeto de estudio.

    Una cuarta condición a tener en cuenta es el carácter evolutivo del estudio etnográfico.

    En un principio, el etnógrafo debe introducirse en el campo con un marco de referencia lo suficientemente amplio que le permita abarcar con una gran amplitud el fenómeno objeto de estudio. Al menos al comienzo de su trabajo el etnógrafo no debería trabajar con hipótesis específicas, sino con la mente totalmente abierta, atendiendo de esta forma a la mayor cantidad posible de relaciones.

    Como quinta condición nos encontramos con la utilización de instrumentos en el proceso de realizar una etnografía. Los registros de las observaciones y de las entrevistas son la base del trabajo etnográfico, pero pueden utilizarse otros instrumentos tales como cuestionarios. En cualquier caso, los instrumentos deben emplearse cuando el investigador conozca realmente lo que es importante descubrir, y cuando se hayan elaborado específicamente para un escenario concreto y el foco de indagación se juzgue como significante.

    La utilización de la cuantificación cuando sea necesaria se constituye en la sexta condición de una etnografía educativa. La cuantificación no es el punto de inicio, ni el objetivo último. Tanto la instrumentación como la cuantificación han de entenderse como procedimientos empleados para reforzar ciertos tipos de datos, interpretaciones o comprobación de hipótesis en distintos grupos.

Objeto de estudio

    Los primeros pasos del investigador son un intento constante por definir el objeto de estudio o, dicho de otra forma, cuál es su caso, cuál es el fenómeno, suceso, individuo, comunidad, rol u organización sobre el que, dentro de un contexto limitado, se va a centrar el estudio. En este sentido el investigador intentará, una veces en los primeros momentos de su estudio y otras a lo largo del mismo, determinar la naturaleza, el tamaño, la localización y dimensión temporal de su caso.

    Las características fundamentales de la investigación cualitativa es ver los acontecimientos, acciones y valores desde la perspectiva del investigador, desde este punto de vista nos planteamos para este trabajo los siguientes objetivos:

  • Determinar el proceso de formación docente ejecutado desde los ámbitos pedagógicos, comunitario y gestión en la Reforma Curricular.

  • Identificar las características del modelo de Formación Docente implantado en la Reforma y cómo éste ha repercutido en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Física.

  • Efectos de la reforma en el proceso de enseñanza-aprendizaje y evaluación en la enseñanza de la Educación Física en la Educación Secundaria Obligatoria.

Estrategia para el trabajo de campo

Diseño de investigación

    El diseño consta de tres momentos, los cuales interactúan a lo largo de todo el proceso de investigación o trabajo de campo, con el objetivo de ir configurando la estructura sociocultural, la que es tejida desde los mismos actores sujetos de investigación. (Murcia y Jaramillo, 2000).

Primer momento (preconfiguración)

    Se hace una aproximación a la realidad sociocultural desde la teoría formal, con el fin de focalizar el problema de investigación. Lo anterior se logra al establecer una pre-estructura sociocultural apoyados en las visiones inductiva y deductiva.

    Cómo se delimita la temática desde lo inductivo. Para delimitar y definir el área temática desde lo inductivo es necesario iniciar el acceso al escenario de investigación, es decir, comenzar los contactos con los diferentes sujetos involucrados en el fenómeno social, para posibilitar una negociación de relaciones, esto es la iniciación del trabajo de campo, teniendo en cuenta la mirada interna y externa de la realidad. Es como preparar el acceso al trabajo de campo desde una guía de observación inicial. Lo anterior se puede organizar a partir de una pequeña Guía de trabajo, que nos oriente sobre cómo hacer la búsqueda de los primeros datos de esa realidad que vamos a estudiar.

    Cómo delimitar el área desde lo deductivo. En todo el proceso de investigación debe existir una estrecha relación entre la teoría formal y teoría sustantiva por eso, las categorías que se logren encontrar en la primera aproximación a la realidad del fenómeno, deben consultarse en la teoría formal para ampliar el marco de reflexión y referencia en el proceso de comprensión.

Segundo momento (plan de configuración)

    A partir de las categorías y la primera estructura encontrada, se elabora una segunda guía que nos ayudará a buscar la estructura propiamente dicha de la realidad investigada en un proceso intenso de trabajo de campo. En ella se precisa el problema, las preguntas investigativas, los objetivos y los pasos del diseño metodológico propiamente dicho.

El trabajo de campo. Desentrañando la estructura

    Desarrollo de la guía de investigación (la fase más intensa del trabajo de campo). Una vez puesta en marcha esa guía o diseño de investigación, el esfuerzo se debe centrar en descubrir y comprender la estructura cultural del fenómeno que se esta investigando. El trabajo de campo propiamente dicho, inicia cuando se pone en marcha el diseño hasta aquí elaborado.

    Recolectada la información y lograda la saturación de los datos, se pasa al procesamiento, el cual, realmente, debe realizarse en todo el transcurso de la investigación, incluso mientras se recolectan los datos, pues ello permite reorientar, en muchas ocasiones el diseño o plan. En el procesamiento de la información, la codificación de los datos varía según las propuestas de investigación, la naturaleza de los datos y los recursos de que disponga el investigador. Esto implica que existen muchas maneras de guardar y consultar u organizar la información, lo importante es que se pueda tener el dato a la mano en el momento que se necesite, sin perder el contexto en el que se produjo el relato.

    Este procesamiento debe generar una estructura, multirrelacional que represente la realidad del fenómeno que estemos estudiando.

Tercer momento (reconfiguración)

    Es el momento en el cual se exponen los hallazgos, expresados en la estructura, a un análisis reflexivo a partir de la relación: elementos teóricos formales, interpretación del investigador y datos etnográficos; Lo anterior con el propósito de lograr una comprensión de la esencia de la estructura encontrada.

Documento de negociación inicial

Sr. Director del I.E.S. XX

Sr. Director:

    La investigación cualitativa de los efectos de la reforma en el proceso de enseñanza-aprendizaje y evaluación en la Educación Secundaria Obligatoria dentro de la clase de Educación Física, es un intento de acercamiento a los modos de entender y realizar la evaluación en este nivel educativo. Describir y comprender los distintos enfoques desde los que se está estructurando la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje es, a nuestro parecer, la vía adecuada para intentar mejorar dicha actividad. Sin duda, una de las que más preocupa al profesorado, y a la comunidad educativa en general, en relación con el desarrollo de la actual reforma del sistema educativo.

    De acuerdo con el diseño de nuestra investigación hemos seleccionado varios centros de la provincia. La selección ha intentado representar centros públicos, privados y concertados; centros situados en zonas rurales y centros localizados en las capitales de provincia; centros grandes y pequeños.

    Nuestra intención es la de acercamos a las opiniones y descripciones que profesores, alumnos y algún miembro del equipo directivo realizan acerca de los procesos de evaluación que tienen lugar en sus centros. Con este motivo, nos acercamos a centros como los que usted dirige para invitarles a participar en este trabajo permitiéndonos la entrada al centro y a las aulas para realizar observaciones del proceso de enseñanza-aprendizaje y completando algunos instrumentos de recogida de información: cuestionarios dirigidos a profesores y alumnos, y entrevistas a los profesores implicados.

    Esperamos que esta colaboración redunde en un mejor conocimiento sobre las perspectivas y realidades de la evaluación en la ESO y, por ende, en una optimización del proceso de enseñanza-aprendizaje.

    Vaya, por adelantado, nuestro sincero agradecimiento al centro y a los profesionales a los que representa.

    En ______________________________ a ________________ de ______________ de ____________ .

Fdo.

Director del Proyecto

Recursos metodológicos

    Durante el desarrollo de esta investigación se utilizaran las técnicas: Observación Participante, Entrevista Semi-Estructurada y Cuestionarios

    La observación participante facilita estudiar el comportamiento no verbal de los informantes y tener una relación más íntima e informal con los sujetos que se observan en su ambiente natural, y en relación con la entrevista permite hacer surgir actitudes y sentimientos que el entrevistado sería incapaz de expresar de una forma directa como lo define Pérez (2000) en cualquiera de nuestras relaciones actuamos y reaccionamos en función no sólo de nuestros objetivos personales, sino también de lo que nos dicen o hacen los demás, por lo tanto fue más cercana al diálogo.

    Entre los instrumentos se utilizaron: grabador, cámara fotográfica y cuadernos de campo, impresos y ordenador.

    Una de las técnicas de análisis de datos más características de la metodología es la “triangulación”. El principio básico consiste en recoger y analizar datos desde distintos ángulos para compararlos y contrastarlos entre sí, según Glaser y Strauss (citado por Goetz y Le Compte, 1998). La triangulación impide que se acepte fácilmente la validez de sus impresiones iniciales; amplía el ámbito, densidad y claridad de los constructos desarrollados en el curso de la investigación.

    Por lo tanto, se considera de suma importancia la utilización del procedimiento de la triangulación lo que permitió reinterpretar la situación de estudio, a la luz de evidencias provenientes de las fuentes obtenidas por la técnica de observación y entrevista. La triangulación como procedimiento de contraste contribuyó a lograr la credibilidad y validez del estudio entre los aspectos teóricos, los resultados de campo y la interpretación de ambos.

La observación directa

    Es una de las técnicas más utilizadas en la metodología cualitativa para el estudio de casos. Su definición varía en función del tipo de investigación, del investigador y de los objetivos que pretenda alcanzar. Puede ser realizada de modo no participante o participante.

a.     Observación no participante

    Trata de registrar de modo objetivo los hechos tal como acontecen. Ello requiere un cierto distanciamiento entre el investigador y el objeto investigado. Como categoría pura sólo se da cuando la interacción se observa mediante cámaras, grabadoras ocultas o falsos espejos. En ella el investigador reduce al mínimo su interacción con los sujetos y simplemente se limita a registrar los hechos. Requiere, por tanto, un registro completo y exacto de los datos, que se vería dificultado por el contacto o intercambio social con los sujetos observados.

b.     Observación participante

    En este caso el investigador se sumerge en el contexto objeto de estudio, formando parte del grupo, de los individuos y de la institución. Participa en el contexto en interacción constante e incluso identificándose con los sujetos pero al mismo tiempo guardando su propio rol de investigador.

    El objetivo de la observación directa, tanto en un caso como en otro, es articular los datos resultantes de un análisis objetivo y los que provienen de una aprehensión intersubjetiva con el fin de proporcionar una visión lo más completa posible de la realidad. Los sistemas para registrar y almacenar los datos observados -conductas, acontecimientos y procesos- a efectos de un análisis posterior pueden ser categoriales, descriptivos, narrativos y tecnológicos.

Las entrevistas

    En general se entiende por entrevista aquella situación que permite el transvase de información entre dos o más personas. Hay diversos tipos según sea el grado de estructuración, directividad y número de participantes.

1.     Según el grado de estructuración la entrevista puede ser estructurada o no estructurada

1.1.     Entrevista estructurada

    También se le denomina entrevista programada o entrevista formal.
Se trata, en cierto modo, de un cuestionario administrado de forma oral y a través de preguntas cerradas, que proporcionan al sujeto entrevistado alternativas de respuestas que debe seleccionar, ordenar o expresar sobre el grado de acuerdo o desacuerdo con las mismas. El investigador debe mantener en todo momento una postura neutral y no debe enjuiciar ni preguntas ni respuestas. Ello facilita el análisis de la información, ahorra tiempo y permite la comparación entre los sujetos investigados, pero por contra es poco flexible y, a veces, dificulta la comprensión de las respuestas.

    Como variantes de esta modalidad se señalan:

a.     Entrevista abierta: por medio de una relación de preguntas cuidadosamente elaboradas y planificadas se intenta conversar con el entrevistado en la misma secuencia y hacer preguntas con sus mismas palabras.
b.     Entrevista estructurada no presencial: permite alterar la secuencia de las preguntas según la dinámica de la entrevista

1.2.     Entrevista no estructurada

    También se le denomina entrevista informal, ya que en este caso el esquema de cuestiones a plantear y la secuencia de las mismas es abierto y flexible. Ello permite una mayor adaptación a las necesidades de la investigación y características de los sujetos, pero al mismo tiempo requiere un mayor esfuerzo en cuanto su preparación y posterior análisis.

2.     Según el grado de directividad la entrevista puede ser dirigida o no dirigida

2.1.     Entrevista dirigida

    Abarca un conjunto de cuestiones objeto de indagación que han de ser explorados. El entrevistador posee libertad para explorar, probar y plantear todo tipo de preguntas adaptándolas al ritmo del diálogo y al contexto interactivo del entrevistador-entrevistado. Requiere, no obstante, una gran capacidad y destreza del entrevistador quien ha de adaptarla al sujeto entrevistado.

2.2     Entrevista no dirigida

    Se le denomina también enfoque clínico y se fundamenta en la técnica de la terapia no directiva centrada en el cliente, técnica elaborada por Rogers. El investigador permite al individuo que se exprese libremente, sin establecer preguntas o sugerencias de contenido. La confianza en la persona entrevistada es total. El entrevistador escucha al entrevistado con la finalidad de comprenderle en su propio contexto. El investigador no formula ningún consejo o sugerencia, únicamente motiva al sujeto para que prosiga en su relato y proporcione informaciones acerca de los objetivos de la investigación.

    El uso de este método requiere el dominio de una serie de habilidades por parte del entrevistador, tales como saber escuchar, apoyos verbales, gestos, etc., que estimulen la espontaneidad del relato en el sujeto entrevistado.

3.     Según el número de participantes la entrevista puede ser individual o de grupo

3.1.     Entrevista individual

    En este caso la entrevista se aplica a una sola persona durante una sesión o varias.

3.2.     Entrevista en grupo

    El entrevistador reúne a un grupo de personas o a varios grupos para que las personas manifiesten públicamente sus percepciones, experiencias y vivencias. Las cuestiones abordadas suelen ser sobre temas consensuados previamente, se exponen de forma abierta y espontánea, y no se necesita alcanzar el consenso a favor o en contra de las mismas. La finalidad que se persigue es recoger datos en un contexto social donde los participantes pueden considerar sus propios puntos de vista a la luz de las opiniones de los otros. Las técnicas que precisa la entrevista en grupo no difieren de las que precisa la entrevista individual. El entrevistador debe ser flexible, objetivo, persuasivo, tener empatía y capacidad para escuchar.

    En cuanto a la estructuración y desarrollo de las entrevistas existen diversas fórmulas, todo depende de los fines, del marco teórico y del contexto de aplicación. Algunos de los pasos a tener en cuenta son los siguientes:

1.     La preparación o planificación de la entrevista

    En esta fase el investigador elabora las preguntas, clasifica los temas, los factores que pueden intervenir, etc. El contenido de la guía de la entrevista difiere según sea el tipo de información deseada, longitud de la misma o el grado de interacción entrevistador-entrevistado. En la entrevista estructurada o semiestructurada la guía se elabora previamente, mientras que en la entrevista no directiva se realiza a medida que se desarrolla. El tiempo de duración de la entrevista dependerá también del grado de interacción entre el entrevistador y el entrevistado.

2.     Permiso de los sujetos

    La realización de la entrevista requiere además la aceptación o consentimiento de los sujetos objeto de investigación. Previamente habrá que plantearles la finalidad de la investigación, el método a seguir, cómo serán empleados sus comentarios y la garantía del anonimato sobre la información recogida. Una relación sincera y bien definida facilitará la comunicación.

3.     Realización de la entrevista

    La puesta en práctica de la entrevista supone unas condiciones adecuadas para su desarrollo. Se ha de realizar en un lugar privado y confortable. El entrevistador debe cuidar su aspecto físico y tener a punto el material necesario para recoger la información. Se recomienda plantear preguntas breves y sencillas, hablar sólo lo necesario, dejar que el sujeto se exprese con libertad y controlar el ritmo de la conversación, saber escuchar y evitar juicios valorativos.

4.     El contexto etnográfico

    Por último, conviene tener en cuenta también el contexto etnográfico, es decir, las influencias de factores sociales, culturales, institucionales o lingüísticos del entrevistador y del entrevistado. El contexto etnográfico del entrevistado determina tanto lo que dice en sus respuestas como el sentido y significado de lo que dice; contexto que, en principio, no conoce el entrevistador.

    La relación establecida con el sujeto por medio de otras técnicas, como por ejemplo a través de la observación, facilitará la comprensión de ese contexto y la interacción en la entrevista obtendrá mejores resultados para el estudio.

Cuestionario

    No puede decirse que los cuestionarios sean una de las técnicas más representativas de la investigación cualitativa. Más bien, el empleo de los cuestionarios suele asociarse a enfoques y diseños de investigación típicamente cuantitativos. Varias son las razones de esta asociación entre los cuestionarios y la investigación cuantitativa: los cuestionarios se construyen para contrastar puntos de vista, no para explorarlos; favorecen el acercamiento a formas de conocimiento nomotético no ideográfico; su análisis se apoya en el uso de estadísticos que pretenden acercar los resultados en unos pocos elementos (muestra) a un punto de referencia más amplio y definitorio (población); en fin, suelen diseñarse y analizarse sin contar con otras perspectivas que aquélla que refleja el punto de vista del investigador, si el diseño y aplicación del cuestionario como técnica de recogida de datos responde a la categorización anterior, sus días entre los investigadores cualitativos están contados. No obstante, el cuestionario como técnica de recogida de datos puede prestar un importante servicio en la investigación cualitativa.

    El cuestionario se define como una forma de encuesta caracterizada por la ausencia del encuestador, por considerar que para recoger información sobre el problema objeto de estudio es suficiente una interacción impersonal con el encuestado. Así, escribirá unas preguntas, las acercará a aquellas personas que considera pueden proporcionarle información sobre el problema que está analizando y les pedirá que escriban sus respuestas.

    El cuestionario es una técnica de recogida de información que supone un interrogatorio en el que las preguntas establecidas de antemano se plantean siempre en el mismo orden y se formulan con los mismos términos. Esta técnica se realiza sobre la base de un formulario previamente preparado y estrictamente normalizado. Allí se anotan las respuestas, en unos casos de manera textual y en otros de forma codificada. Suelen contener entre cinco y veinticinco preguntas abiertas-cerradas.

    Esta modalidad de procedimiento de encuesta permite abordar los problemas desde una óptica exploratoria, no en profundidad. Si bien existe una amplia variedad de cuestionarios, con carácter general podemos decir que con ellos lo que se persigue es sondear opiniones, y no tratar cuestiones que exijan una profunda reflexión de los entrevistados.

    También se emplea cuando no se cuenta con mucho tiempo para entrevistar a varios sujetos y/o se desea obtener el mismo tipo de respuestas de cada uno de ellos, con vistas a determinar posibles relaciones entre las respuestas de unos y otros. Por otra parte, con este tipo de instrumentos se consigue minimizar los efectos del entrevistador, preguntando las mismas preguntas y de la misma forma a cada persona.

    La forma que adopta un cuestionario debe entenderse como una traducción o concreción de los supuestos, creencias o modelos de partida utilizados para explicar una determinada realidad. Es decir, las preguntas que figuran en este tipo de técnicas reflejan lo que se piensa acerca del problema que se está investigando, su esquema o marco conceptual. El tipo de respuestas que obtiene son explicables desde ese mismo esquema conceptual. Se solicitan para comprobar los supuestos previos mantenidos por quienes elaboran el cuestionario.

    Esta forma de encuesta está indicada cuando se pretende recoger información preguntando a un grupo numeroso de sujetos (al menos varias decenas de ellos), con un coste mínimo de tiempo y esfuerzo, manteniendo un formato común en las preguntas.

    Aunque a ella se asocian inconvenientes derivados de la formulación por adelantado de las cuestiones, sin posibilidad de explicación complementaria, y de la relación impersonal que se mantiene con los encuestados: al no producirse una relación tú a tú, entre quien solicita y aporta la información, no existe compromiso por parte de éste último.

    En lo que respecta al contenido, el encuestador debe reflexionar sobre el tipo de información que desea obtener de modo que las preguntas queden planteadas con la claridad suficiente para ser contestadas sin dificultades de interpretación por parte de los encuestados. En este sentido, para explorar las deficiencias e inconvenientes que puede presentar su contestación, se suelen realizar pruebas de campo bien mediante estudios piloto bien mediante ensayos más informales con sujetos de parecidas características a los que se utilizarán en el estudio.

Tratamiento teórico de los datos. Modelo de análisis

Aspectos básicos sobre el análisis de datos cualitativos

    El análisis constituye una de las tareas más atractivas dentro del proceso de investigación. Los datos recogidos por el investigador resultan insuficientes por sí mismos para arrojar luz acerca de los problemas o realidades estudiadas.

    Los datos recogidos en el campo constituyen las piezas de un puzzle que el analista se encarga de ir encajando utilizando la evidencia recogida para orientar la búsqueda de nuevas evidencia susceptibles de incorporarse a un esquema emergente de significados, que da cuenta de la realidad estudiada y que poco a poco va aproximando al investigador a la descripción y la comprensión de la misma. El análisis de los datos resulta ser la tarea más fecunda en el proceso de investigación, en que a medida de ésta, podemos acceder a los resultados y conclusiones, profundizando en el conocimiento de la realidad objeto de estudio.

    La naturaleza de los datos manejados en la investigación vendrá condicionada por las técnicas o instrumentos utilizados para recogerlos y por los presupuestos teóricos filosóficos o metodológicos según los cuales se desarrolla el proceso de investigación.

    Dado que en la investigación cualitativa se suelen utilizar la entrevista, la observación; las preguntas abiertas presentadas mediante cuestionarios, diarios, etc.: el tipo de datos recogidos suele venir expresado en forma de cadenas verbales y no mediante valores numéricos.

    Como ya hemos adelantado, la recogida de datos no es suficiente en si misma para alcanzar las conclusiones de un estudio. Los datos no son más que un material en bruto a partir del cual el investigador debe realizadas operaciones oportunas las que le lleven a estructurar el conjunto de información en un todo coherente y significativo.

    Definimos el análisis de datos corno un conjunto de manipulaciones, transformaciones, operaciones, reflexiones, comprobaciones que realizamos sobre los datos con el fin de extraer significado relevante en relación a un problema de investigación.

    Con este concepto, permanecemos dentro de la idea general de análisis como proceso aplicado a alguna realidad que nos permite discriminar sus componentes, describir las relaciones entre tales componentes y utilizar esa primera visión conceptual del todo para llevar a cabo síntesis más adecuadas (Bunge, 1985). En efecto, analizar nos supondrá examinar sistemáticamente un conjunto de elementos informativos para delimitar partes y descubrir las relaciones entre las mismas y las relaciones con el todo. En definitiva, todo análisis persigue alcanzar un mayor conocimiento de la realidad estudiada y, en la medida de lo posible, avanzar mediante su descripción y comprensión hacia la elaboración de modelos conceptuales explicativos.

    Las fases sugeridas por el propio concepto de análisis no siempre están presentes en las tareas desarrolladas por los analistas que se disponen a trabajar con datos cualitativos.

    A veces, el análisis es concebido como un proceso intuitivo, flexible, orientado a encontrar sentido a los datos sin que para ello sea necesario seguir un proceso de separación en elementos y reconstrucción del todo a partir de las relaciones entre los elementos.

    En este tipo de enfoques, frecuentemente de tendencia intuitivo-artística, son cruciales la experiencia del investigador y ciertas cualidades de creatividad, imaginación, ingenio, perspicacia o talento artístico.

    En el curso de un estudio cualitativo, el investigador recoge abundante información acerca de la realidad sobre la que centra su trabajo. Un primer tipo de tareas que deberá afrontar para el tratamiento de esa información consiste en la reducción de los datos, es decir, en la simplificación, el resumen, la selección de la información para hacerla abarcable y manejable.

    Entre las tareas de reducción de datos cualitativos, posiblemente las más representativas y al mismo tiempo las más habituales sean las de categorización y codificación. Incluso a veces se ha considerado que el análisis de datos cualitativos se caracteriza precisamente por apoyarse en este tipo de tareas. Las capacidades humanas resultan obviamente desbordadas cuando tratan de procesar grandes cantidades de datos, y se impone la necesidad de reducir la amplia información que contienen, diferenciando unidades e identificando los elementos de significado que soportan.

    No obstante, también podemos advertir tareas reductoras incluso antes de contar con los datos. Miles y Huberman (1994) consideran que puede darse una reducción de datos anticipada cuando focalizamos y delimitamos la recogida de datos, aspectos constituyentes de una forma de preanálisis que comporta descartar determinadas variables y relaciones y atender a otras. De alguna manera, los datos recogidos suponen un conjunto conscientemente reducido del universo de datos que podrían haberse obtenido. Cuando el investigador decide recoger determinados datos y no otros, cuando anota en su diario de campo sólo determinados sucesos que considera relevantes sin prestar atención a otros que tal vez pasan inadvertidas, se está dando una reducción consciente o inconsciente de los datos. Es decir, las tareas de reducción de datos forman parte incluso de las formas más básicas de análisis que comporta la propia elaboración de los datos.

    Generalmente, el análisis de datos cualitativos comporta la segmentación en elementos singulares, especialmente cuando los datos son de tipo textual. En el conjunto global de datos pueden diferenciarse segmentos o unidas que resultan relevantes y significativas. Recordemos el concepto de análisis, en el que precisamente una de las ideas es la de separación o descomposición de un todo en sus partes.

    Los criterios para dividir la información en unidades pueden ser muy diversos:

  • Criterios espaciales. De acuerdo con tales criterios, constituirían unidades las líneas del texto, los bloques de un determinado número de líneas, las páginas, etc. Se trata de una segmentación artificial, ajena al contenido de la información.

  • Criterios temporales. Al analizar trascripciones de entrevistas, podrían definirse los segmentos o unidades estableciendo una duración en minutos; los registros de observación pueden quedar segmentados igualmente por períodos temporales de minutos, horas o incluso días.

  • Criterios semánticos. Es más frecuente, y posiblemente más interesante que el uso de criterios físicos como los físicos, considerar unidades en función del tema abordado.

  • Criterios gramaticales. Usando este tipo de criterios, podríamos diferenciar como unidades básicas del texto las oraciones, los párrafos, lo cual elude en el momento de la separación el tener que realizar juicios acerca del contenido de cada unidad.

  • Criterios conversacionales. Las declaraciones o turnos de palabra, cuando intervienen diferentes sujetos en entrevistas o reuniones de grupos, constituirían otro punto de referencia para segmentar un conjunto de datos textuales.

  • Criterios sociales. Cada segmento diferenciado en el texto podría corresponderse con información relativa a sujetos que ocupan un mismo status o rol social, como por ejemplo, para el caso de un centro educativo: director, profesor, alumno, inspector,...

    Más de un tipo de criterios podrían combinarse a la hora de separar las unidades en un texto. De todos ellos, es sin duda el criterio temático el más extendido.

    La identificación y clasificación de elementos están estrechamente unidas a la síntesis. Cuando categorizamos estamos ubicando diferentes unidades de datos bajo un mismo tópico o concepto teórico. La categorización supone en sí misma una operación conceptual de síntesis, por cuanto permite reducir un número determinado de unidades a un solo concepto que las representa. En el análisis de datos, esta síntesis conceptual va aparejada a un agrupamiento físico de las unidades que forman parte de una misma categoría.

    Un importante grupo de actividades constituyentes de los procesos de análisis se dirige a la obtención de resultados y conclusiones, en relación a los objetivos particulares de cada investigación. Llegar a conclusiones implicaría, de acuerdo con las connotaciones semánticas del término análisis, ensamblar de nuevo los elementos diferenciados en el proceso analítico para reconstruir un todo estructurado y significativo.

    Bajo la denominación de conclusiones aparecen generalmente los resultados, los productos de la investigación y la interpretación que hacemos de los mismos.

    Los resultados de un estudio avanzarán en la explicación, comprensión y conocimiento de la realidad educativa y contribuirán a la teorización o intervención sobre la misma.

Evaluación del proceso: posible tranferibilidad de los datos

    La finalidad de la investigación cualitativa es comprender e interpretar la realidad tal y como es entendida por los sujetos participantes en los contextos estudiados, pero esta comprensión no interesa únicamente al investigador. Los resultados de la investigación han de ser compartidos, comunicados, según los casos, a los patrocinadores del estudio, a los propios participantes o, en la medida en que pretendamos contribuir al incremento del conocimiento científico acerca de un tipo de realidades, también al resto de la comunidad de investigadores. La elaboración de un informe permite conservar la investigación, registrarla en un formato que haga posible su recuperación en cualquier momento futuro y facilite su difusión y comunicación a las distintas audiencias interesadas.

    En el caso de la investigación cualitativa, los puntos a incluir en el informe se refieren igualmente al planteamiento del problema, a la metodología seguida y a los resultados alcanzados, aunque éstos no siguen un orden o un formato de presentación convencional. La construcción de un informe cualitativo no tiene tan claramente establecidos los puntos a abordar o el estilo que debe emplearse, sobre todo en la presentación de los resultados, que en este tipo de investigación suele constituir la parte más extensa y relevante del informe. La diversidad de enfoques dentro de la investigación cualitativa genera paralelamente una variedad de estilos a la hora de redactar el informe de investigación. Además, la propia concepción de la investigación cualitativa como un proceso abierto y flexible propicia esta variedad, y ha hecho que algunos autores se decanten decididamente por informes que posean un valor artístico (Woods, 1989), reforzando la idea de que el principal instrumento para la investigación cualitativa es el propio investigador.

    Los resultados y conclusiones del estudio suelen representar el aspecto más importante en el informe de investigación cualitativa, hasta el punto de que en algunos casos se ha llegado a identificar a éstos con el informe. Los resultados incluyen generalmente una descripción y/o interpretación de la escena o los casos estudiados, apoyando las afirmaciones que se realizan en citas extraídas de las entrevistas a los participantes, de los registros de observación, los diarios, documentos diversos, u otras fuentes de información. Junto a los resultados, un apartado final del informe puede incluir las conclusiones del estudio, en las que se sintetizan los resultados más importantes, indicando el modo en que se responde a los interrogantes planteados o las hipótesis de partida, la manera en que los fenómenos o procesos observados se explican desde determinados marcos teóricos, las coincidencias o discrepancias respecto a estudios similares, la forma en que los resultados del estudio contribuyen a incrementar el conocimiento sobre el tipo de realidades estudiadas, o las líneas de investigación sugeridas a partir de los hallazgos alcanzados. Cuando la investigación desarrollada se orienta a la resolución de problemas o la mejora de las situaciones, las conclusiones finales pueden ir seguidas de consecuencias, orientaciones, recomendaciones, o medidas que habrían de adoptarse.

Bibliografía

  • Blumer, H. (1982). El Interaccionismo Simbólico. Perspectiva y Método. Barcelona, España: HORA.

  • Goetz JP. Le Compte MD. Etnografía y diseño cualitativo en investigación educativa. Madrid: Morata, 1988.

  • Good P. La Escuela por dentro. La etnografía en la investigación educativa. Temas de Educación. Barcelona: Paidos, 1985.

  • Justo Arnal, Delio Del Rincón y Antonio Latorre. Investigación Educativa.

  • Pérez Serrano, G. (2000). Investigación Cualitativa. Retos e Interrogantes II. Técnicas y análisis de datos. 1ª Edición. Editorial La Muralla S. A. Madrid. España.

  • Rodríguez, G. Metodología de la Investigación Cualitativa. Ediciones Aljibe.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 178 | Buenos Aires, Marzo de 2013
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