Acciones para
motivar al adolescente obeso hacia el ejercicio |
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Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo Rivero” Santiago de Cuba (Cuba) |
MSc. Teresa Aglae Aguilera Diez MSc. Armando Ferrer Palasí MSc. Einar Alfredo Pérez Sánchez |
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Resumen La obesidad constituye una de las enfermedades que con mayor frecuencia aparecen en la población mundial, desencadenando otras que son mortales para la supervivencia como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus tipo 2, la arterioesclerosis, la enfermedad cerebro vascular, el hígado graso, las enfermedades de las vías biliares, la aparición de hernias abdominales, la marcada asociación con la insulina resistencia, las afectaciones sobre el sistema osteomioarticular, el cáncer y las alteraciones en la esfera psicológica. La obesidad es un fenómeno que está presente en todas las etapas de vida humana, por lo que debe ser controlada y combatida desde edades tempranas, es por eso, que los adolescentes obesos deben estar conscientes de que el ejercicio físico es la vía principal para mejorar en su calidad de vida. El presente trabajo brinda acciones con técnicas participativas donde están presentes los juegos menores de forma amena, variada y divertida, para motivar al adolescente obeso a incorporarse a la práctica del ejercicio físico de forma sistemática en el Combinado deportivo “Pepito Tey “de Santiago de Cuba, para lo cual se utilizaron métodos de investigación habituales que permitieron obtener importantes fundamentos teóricos, diagnosticar el problema y elaborar las acciones. Palabras clave: Adolescente obeso. Ejercicios físicos. Motivación.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 178, Marzo de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El exceso de consumo de alimentos ricos en grasa o densos en calorías, unido al hábito de poca actividad física, asociados a factores: hereditarios, neurológicos, culturales y sociales, pueden predisponer y condicionar en la persona un aumento de peso corporal a expensa de grasa de depósito. En las últimas tres décadas se ha producido un incremento importante de la cifra de personas obesas al punto de alcanzar magnitud de epidemia. Se estima el número total de obesos en más de 300 millones de personas, distribuidos a todo lo largo y ancho del planeta, con mayor frecuencia en países desarrollados y en un incremento en los países en vías de desarrollo y subdesarrollados.
En el tratamiento a las personas que presentan esta entidad multifactorial, los mejores resultados obtenidos se ponen de manifiesto en la modificación del estilo de vida, como son: los hábitos alimentarios, la incorporación a la actividad física y al ejercicio físico en su régimen de vida diario, el modo de enfrentamiento a los estresores, las horas dedicadas al sueño, la recreación física y los entretenimientos, entre otras actividades que conforman los elementos a tener presente en la calidad de vida.
Esta enfermedad es abordada en el ámbito internacional por diferentes autores como Díaz de los Reyes y García Álvarez (1985), Amzallag (2000) y Bonet (1998) los que existen puntos de coincidencia en relación a que los tratamientos más utilizados en esta patología son: quirúrgico, psicológico, dietético, farmacológico y ejercicio físico; muchas veces empleados de forma singular, al obviar generalmente la educación, sin tener en cuenta que el obeso no reconoce la existencia de conflictos y la necesidad de solucionarlos.
Es necesario implementar vías y alternativas en las actividades para comprender los procesos de desarrollo de los sujetos, desde donde serán capaces de identificar sus propios problemas y adoptar una postura activa en el desarrollo de su personalidad.
Los resultados de un estudio diagnóstico realizado con adolescentes obesos de 9 a 13 años en el Combinado Deportivo “Pepito Tey” del municipio Santiago de Cuba, permiten valorar como insuficiencias los siguientes aspectos:
Bajos índices de participación en las actividades físicas y deportivas debido a la desmotivación.
El Programa de Cultura Física Terapéutica para obesos presenta poca diversidad de ofertas para el trabajo con estas personas lo que provoca insatisfacción, descontento y dificulta la participación sistemática en las clases, las actividades programadas no gozan de gran aceptación por los usuarios,
Poco dominio del profesor de Educación Física del programa de Cultura Física Terapéutica para obesos e insuficiente aplicación de acciones, métodos y procedimientos para estimular la autoestima de los adolescentes obesos e incorporarlos a las actividades físicas.
En sentido general se evidencia que el trabajo con los obesos no es satisfactorio ni efectivo y estas insuficiencias inciden en que el objetivo principal de la actividad no sea alcanzable.
Por lo que este trabajo se ha desarrollado con el objetivo de elaborar acciones que contengan juegos menores para motivar al adolescente obeso entre 9 y 13 años hacia el ejercicio físico de forma sistemática en el Combinado Deportivo “Pepito Tey”, de Santiago de Cuba.
Desarrollo
Los Juegos menores se definen como una secuencia de acciones animadas y alegres que parte de una idea determinada de juego o de una tarea capaz de desarrollar y ejercitar las fuerzas físicas y espirituales de una manera estimulante y amena. Los juegos menores tienen por lo general, un carácter competitivo. Pero no tienen estipulaciones oficiales de competencias que fijen nacional o internacionalmente la duración del juego, el número de jugadores, las dimensiones de la cancha, la duración del juego, como sucede con los juegos deportivos. Más bien es posible modificar las reglas en el transcurso del juego de acuerdo a las condiciones o adaptarlas a determinados propósitos pedagógicos. Una característica esencial de los juegos menores consiste en el hecho de que no requieren mucho tiempo para su comienzo y que generalmente se pueden jugar y repetir según el gusto, después de haber dado unas pocas explicaciones.
Por lo general se consideran los juegos menores como un medio apropiado para la configuración alegre de las clases o para amenizar una hora de entretenimiento. En tales casos también se reconocen con plenitud sus valores pedagógicos y biológicos, pero no siempre se aprovechan de forma consciente.
Todo influencia educacional en los juegos, constituye una parte de la educación total de nuestra joven generación. Queremos ver crecer jóvenes dispuestos a utilizar las propiedades y los modos de conductas adquiridos en los juegos para la conducción de una sociedad justa, para una relación nueva y mejor entre los hombres, caracterizada por la sinceridad, la disposición a ayudar, por el trabajo común y una conducta desinteresada en provecho de todos.
Los juegos menores tienen gran valor para la constitución física y esto se mide por su influencia sobre el organismo humano desde el punto de vista anatómico-fisiológico y cinético. La gran variedad de formas de movimientos exigidas por los juegos surten un efecto favorable sobre el desarrollo del organismo en su conjunto, tanto sobre la musculatura y el esqueleto, sobre los órganos internos, sobre los órganos sensoriales, como también sobre la riqueza de los movimientos.
La ventaja principal de los juegos menores radica en el hecho que es posible someter a pruebas al cuerpo en su conjunto. Combinando inteligentemente los juegos se evitan el ejercicio unilateral de determinadas partes del organismo; se logra más bien una influencia equilibrada por regla general, de la constitución total. La musculatura robustecida también ejerce su influencia sobre el aparato pasivo de los movimientos y conduce a un aporte natural. Los tendones y ligamentos se recargan de las más diversas formas, acostumbrándose a exigencias mayores. Si la actividad de juego es continua, se puede renunciar en gran medida a ejercicios de extensión y distensión especiales. Las modificaciones casi inagotables de numerosos juegos menores garantizan recargos variables para los diferentes grupos de músculos.
Al considerar las diferentes clases de juegos, son los juegos de fuerza y de agilidad y una parte de los juegos de balón (especialmente los juegos de balón y de balonmano), los que forman preferentemente al tórax. Los juegos de carreras, en cambio, ejercen mayor influencia sobre la parte inferior del cuerpo, mientras que numerosos juegos de balón (ante todo los juegos de esquivamiento y los juegos deportivos menores), y en especial, los juegos campestres fortalecen el organismo en su conjunto.
Es oportuno señalar además las ventajas que reportan los juegos menores al abarcar la mayor parte de las formas fundamentales de movimientos, como correr, brincar, saltar, lanzar, atrapar, halar y empujar y se aplican en forma alternada. Los alumnos adquieren de esta manera una movilidad general, desarrollando agilidad y destreza. Se llega a combinaciones sencillas de movimientos en los que se establecen series de actividades con solución de continuidad (por ejemplo, recibir y lanzar). Además, los niños deben cumplir con la característica más importante de los juegos, frente a la clase de deporte con movimientos cíclicos, es decir, corresponde mediante reacciones rápidas a requerimientos de movimientos imprevistos y repentinos, causados por una situación de juego que se modifica permanentemente. Eso requiere decisiones rápidas, acciones inmediatas y una alta capacidad coordinadora.
Metodología para la enseñaza de los juegos:
Organización del juego: Selección del juego; se tiene en cuenta la edad del participante; la tendencia general del grupo para la selección del jefe de equipo; además se tiene en cuenta la formación del juego y las descripciones de los materiales.
Enseñaza del juego: Se declara los objetivos, se explica el modo de obtener la victoria. Se demuestra lo explicado y se invita a que se practique para la familiarización con el mismo.
Ejecución del juego: Se da comienzo hasta que la totalidad de los participantes hayan comprendido, hayan ocupado sus posiciones y estén atentos.
Aplicación del juego: Es el desarrollo del juego como tal. Es la oportunidad que sirve para atender a un grupo de modo especial.
Para la implementación de la propuesta de acciones se han precisado dos etapas en las que se combinan debates educativos, técnicas participativas, diferentes juegos menores dirigidos a objetivos específicos y ejercicios aerobios de bajos impactos incluyendo las caminatas.
Es necesario la selección adecuada de cada técnica, juego, ejercicio o tema de debate que deben hacer los profesores del combinado deportivo para desarrollar de forma correcta las fases de adaptación e intervención en los adolescentes obesos, estos deberán estar en correspondencia con el nivel de desarrollo de cada sujeto, con lo cual se debe lograr que los adolescentes obesos se sientan motivados, que puedan establecer una capacidad de trabajo que vaya en ascenso para elevar el nivel de asimilación de actividades físicas, teniendo como objetivo primordial disminuir el peso corporal. Los juegos menores deben responder a las necesidades de cada uno de los integrantes del grupo clase con vista a crear un motivo y satisfacerlo mediante la actividad.
Por el poco interés de los adolescentes obesos en participar en actividades físicas de altas intensidades como son las carreras, se incorporaron los juegos divididos en etapas algunos de los cuales que se describen seguidamente.
Objetivos de las acciones
Promover un desarrollo integral del adolescente obeso, donde se propicien relaciones favorables y estimulen estados motivacionales-afectivos positivos con sus compañeros
Desarrollar el autoconocimiento en el adolescente obeso con respecto a los recursos que se comprometen en su desarrollo.
Mejorar las capacidades físicas como la resistencia, fuerza y amplitud de movimientos.
Primera Etapa
Debate acerca de una dieta saludable.
Técnicas participativas “Mi comida favorita”.
Juegos menores para desarrollar “Habilidades y Equilibrio”.
Caminatas
Duración: 1 mes
Frecuencia: 4-5 veces por semana.
Segunda Etapa
Conferencia acerca de la calidad de vida.
Técnicas participativas “¿Cómo me gustaría ser?”
Juegos menores “Lanzamiento y Atrape”.
Ejercicios aerobios de bajos impactos.
Duración: 1 mes
Frecuencia: 4-5 veces por semana.
Frecuencia: 5-6 veces por semana.
Desarrollo de las etapas
Primera etapa
: Valorar el conocimiento que tienen estos adolescentes obesos sobre sí mismos, así como la importancia de una dieta sana.1. Debate acerca de una dieta saludable
Objetivo
Desarrollo
Responsable
Participan
2. Técnica participativa “Mi comida favorita”
Objetivo: Conocer los gustos y preferencias de estos adolescentes y saber si están acorde con una dieta sana y saludable.
Tiempo
Desarrollo
Responsable
Participan
3. Juegos menores (predeportivos) “Habilidades y Equilibrio”
Objetivo:
Realizar actividades amenas y sencillas para que el adolescente obeso se vaya
familiarizando con los movimientos básicos.
Juego
Nº 1 Número
de jugadores
:” Sendero
Estrecho”.
: 2 ó
varios pares.
Medios
Objetivo
Desarrollo
Juego Nº 2
Juego Nº 3
Juego Nº 4
Juego Nº 5
4. Caminatas
Objetivo: Que los estudiantes obesos realicen una caminata de mediana y larga distancia sin que lleguen a la fatiga y de esta forma ir desarrollando la resistencia general.
Desarrollo
Segunda Etapa
: 45 minutos1. Conferencia acerca de la calidad de vida.
Tiempo
Objetivo
Responsable
Participan
2. Técnica participativa “¿Cómo me gustaría ser?”
Tiempo: 45 minutos.
Objetivo
Desarrollo
Responsable
Participan
3. Juegos menores “Lanzamiento y Atrape”
Objetivo:
Realizar juegos amenos y sencillos pero que contengan un mayor grado de
esfuerzo físico, sin la necesidad de llegar a la fatiga, para mejorar la
fuerza de brazos.
Juego
Nº 1 Objetivo
: “Derribo de
bolo”.
:
Trabajar para mejorar la fuerza de brazos y propiciar mejores relaciones
personales entre los obesos y sus compañeros.
Desarrollo
Materiales
Tiempo
Responsable
Juego Nº 2
Juego Nº 3
Juego Nº 4
Juego Nº 5
Juego Nº 6
4. Ejercicios aerobios de bajo impacto
Objetivos: Ir desarrollando en el estudiante la resistencia general
Desarrollo
Conclusiones
En la exploración sobre el estado actual de la motivación en el adolescente obeso entre 9 y 13 años hacia la práctica de la actividad física se constató entre otras problemáticas la baja disposición hacia la ejecución de las actividades físicas y las insuficiencias que presenta el programa de Cultura Física Terapéutica en relación al aspecto motivacional con el adolescente obeso.
Las acciones propuestas para elevar la motivación de los adolescentes obesos en el combinado deportivo “Pepito Tey” no solo propician la participación en las actividades físicas de forma sistemática sino que también los dota de conocimientos necesarios sobre los beneficios de la actividad física.
La valoración parcial de las acciones propuestas revela que las mismas tienen aplicabilidad práctica en el adolescente obeso potenciando con ello la motivación hacia la realización de actividades físicas y a la vez permite elevar su autoestima y calidad de vida.
Bibliografía
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Díaz de los Reyes, S. y García Álvarez, A. (1985) La Cultura Física Terapéutica y su influencia en la obesidad. En: Grupo Nacional de Áreas Terapéuticas de la cultura física.
Dobler, Erika y Dobler, Hugo. Juegos Menores. Editorial Pueblo y Educación. La Habana.
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