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Influencia de la percepción de autoeficacia sobre los niveles 

habituales de realización de actividad física en adolescentes

 

Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Profesor Asociado de la Universidad de Zaragoza

Profesor del IES Martínez Vargas de Barbastro, Huesca

José Ramón Serra Puyal

jrserra@unizar.es

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Este estudio pretende describir las relaciones existentes entre la percepción de auto-eficacia y su relación con los niveles habituales de actividad física en una muestra representativa de adolescentes de la provincia de Huesca. La muestra la formaron 831 adolescentes (45,7% hombres y 54,3% mujeres) de una edad media de 13,8 años (DS 1,4). Mediante el uso de dos cuestionarios se evaluó los niveles de actividad física y la percepción de auto-eficacia. Encontramos relación entre la percepción de auto-eficacia y los niveles de actividad física habituales de los adolescentes.

          Palabras clave: Adolescente. Nivel actividad física. Percepción de auto-eficacia. Promoción del ejercicio.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 177, Febrero de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La auto-eficacia fue definida por Bandura (1986, p. 391) como “la capacidad para organizar y ejecutar los principios de las acciones requeridas para manejar situaciones eventuales o los juicios de cada individuo sobre sus capacidades, en base a los cuales organizará y ejecutará sus actos de modo que le permitan alcanzar el rendimiento deseado”, es decir, la creencia en las propias capacidades para ejecutar con éxito una tarea o conducta. La teoría de la auto-eficacia, propuesta por este autor, puede aplicarse a una gran variedad de conductas deportivas. Es necesario dejar claro que cuando se habla de habilidad física percibida no se hace referencia al nivel de habilidad real que tiene un individuo, sino a la creencia personal que tiene ese sujeto acerca de su habilidad, y que ambas pueden encontrarse más o menos cercanas (Andrade, Salguero, González-Boto & Márquez, 2005). Las personas con una baja auto-eficacia para el aprendizaje puede ser que eviten ciertas tareas. Los sujetos que se sienten más eficaces pueden dedicar mayores esfuerzos y persisten más tiempo que los que dudan de sus capacidades, especialmente cuando se enfrentan a dificultades. Según Schunk (1997) las personas obtienen información de su auto-eficacia a partir de su rendimiento, la observación de modelos, formas de persuasión social e incluso de indicios fisiológicos (ritmo cardíaco, sudoración). Pero sin duda, la ejecución real de la tarea ofrece la información más válida para ser evaluado ya que en general, los éxitos elevan la eficacia y los fracasos la disminuyen, aunque un fracaso ocasional (o éxito) después de muchos fracasos (o éxitos) no tiene el mismo efecto.

    Los adolescentes adquieren mucha información acerca de sus capacidades por el conocimiento de cómo se desenvuelven los demás. La similitud con otros es una clave importante para valorar la eficacia propia (Brown & Inouye, 1978; Schunk, 1987). Ver que otros que son parecidos tienen éxito eleva la eficacia del observador y lo motiva a intentar el cometido, porque cree que si otros lo han realizado, él también podrá. Los adolescentes que observan a sus amigos o compañeros no ser eficaces quizás piensen que carecen de la destreza para salir adelante y persistan de intentar la tarea.

Materiales y métodos

Muestra

    El universo de población está formado por todos los alumnos y alumnas que estudiaban educación secundaria obligatoria en la provincia de Huesca (España), compuesta por 5.389 alumnos en centros públicos y 1.863 alumnos de centros privados y concertados. El tamaño de la muestra se distribuyó en función del peso del estrato considerado. Se ha utilizado una selección de casos por muestreo estratificado, con un intervalo de confianza del 95%. Se trabajó con una precisión de error del 3%, con una muestra teórica de 759, pero que se sobredimensionó hasta 959 sujetos. Aplicados los criterios de inclusión (contestar a todos los cuestionarios, tratarse de un día habitual y que el entrevistador considerada correctas todas las respuestas) la muestra final quedó establecida en 831 sujetos (45,7% hombres y 54,3% mujeres) con una edad media de 13,8 años (DS 1,4).

Variables de estudio

    Las variables del estudio se agruparon en socio-demográficas (género, edad, tipo de centro y situación geográfica), relacionadas con los niveles de actividad física (gasto energético total en Kcal/kg/día –MET) y relacionadas con las influencias de la actividad física y la salud (percepción de auto-eficacia).

Instrumentos

    Para conocer los niveles de actividad física y el gasto energético se empleó una adaptación del “Four by one-day Physical Activity Questionaire” (Cale, 1993). El cuestionario contiene una lista de actividades divididas en periodos cronológicos para favorecer el recuerdo, asociadas a un gasto energético concreto (Ainsworth et al., 1993) . Este instrumento ha sido validado tanto en población inglesa (Cale, 1993) como en española (Soler, 2004). En nuestro trabajo se realizó un estudio de fiabilidad sobre el instrumento, obteniendo un valor de 0,75.

    La “percepción de auto-eficacia” fue medida con el “Cuestionario de influencias sobre la Actividad Física y la Salud”, adaptado del cuestionario de Bangdiwala et al. (1993) y Taylor et al. (1994). La pregunta se formuló de forma que fuese comprensible para todos los sujetos, pudiendo contestar 3 niveles de respuestas (alto, medio y bajo nivel de habilidad respecto al de sus compañeros).

    En el estudio de fiabilidad realizado mediante el Alpha de Cronbach, se obtuvieron valores comprendidos entre 0,6 y el 0,9 de correlación.

Estadística

    Una vez que los cuestionarios fueron filtrados según los criterios de validez (contestar a todos los cuestionarios, entender todas las cuestiones, tratarse de un día habitual y que el entrevistador considerada correctas todas las respuestas) se analizaron mediante el paquete estadístico SPSS 13.0. Entre los test estadísticos empleados para la estadística descriptiva destacamos las tablas de contingencia para las variables cualitativas, y para las variables cuantitativas, la media, la desviación estándar, error típico y el intervalo de confianza. Para el contraste de hipótesis se utilizó la Prueba de homogeneidad de varianzas con el estadístico de Levene y para las pruebas post hoc mediante las pruebas de Scheffé y Bonferroni.

Procedimiento

    Todos los centros contestaron el cuestionario de los niveles de actividad física y el gasto energético en la misma semana del año y con los mismos condicionantes para estandarizar las condiciones (presencia del profesor, sentados en su aula,…). En cada periodo se contestaron a dos cuestionarios distintos: uno sobre la jornada escolar y otro sobre un día del fin de semana. Para el periodo de invierno se eligió preguntar por el domingo y un día entre semana sin realización de clase de educación física y en el periodo de primavera se contestó a los que hacían referencia a la jornada del sábado y a un día escolar donde sí realizaron clase de educación física. Los alumnos debían ir contestando al ritmo que el entrevistador marcaba siguiendo las instrucciones proyectadas mediante un Power Point.

    El cuestionario de influencias sobre la Actividad Física y la Salud se suministró una sola vez al final de todo el proceso de recogida de datos.

    Para la realización de este estudio se recibió la aprobación por parte del Comité Ético de Investigación Clínica de Aragón, así como de la Dirección de cada uno de los dos Centros.

Resultados

    Cuando comparamos el nivel de actividad física según el grado de percepción de auto-eficacia, los resultados indican que cuanto mayor es el grado de auto-eficacia, mayor es el nivel de actividad física (39,99 METs frente a 37,48 METs). (Tabla 1)

Tabla 1. Gasto energético según la percepción de auto-eficacia (METs)

    Encontramos diferencias significativas entre los que se consideran mayor y menor percepción de auto-eficacia, y mayor e igual percepción de auto-eficacia. (Tabla 2)

Tabla 2. Significatividad según el nivel de auto-eficacia en el nivel de actividad física

 

Figura 1. Relación entre la percepción de auto-eficacia y el nivel de actividad física

    No encontramos ninguna diferencia significativa entre sujetos con diferentes niveles de percepción de auto-eficacia para las actividades ligeras. (Tabla 3)

Tabla 3. Significatividad según el nivel de auto-eficacia en las actividades ligeras

    El grado de percepción de auto-eficacia no resulta ser significativo en las actividades moderadas pero si en las actividades vigorosas. (Tabla 4 y 6) En ambas, las medias de gasto energético en METs se acrecientan al aumentar la percepción de auto-eficacia, lo que indica que en este tipo de actividades, los sujetos emplean más tiempo cuando creen ser más eficaces.

Tabla 4. Gasto energético de las actividades moderadas según la percepción de auto-eficacia (METs)

    Por el contrario no encontramos ninguna diferencia significativa entre sujetos con diferentes niveles de percepción de auto-eficacia para las actividades moderadas. (Tabla 5)

Tabla 5. Significatividad según el nivel de auto-eficacia en las actividades moderadas

 

Tabla 6. Gasto energético de las actividades vigorosas según la percepción de auto-eficacia (METs)

    Para las actividades vigorosas si encontramos diferencias significativas entre para todas las combinaciones de nivel de percepción de auto-eficacia. (Tabla 7)

Tabla 7. Significatividad según el nivel de auto-eficacia en las actividades vigorosas

    En la siguiente figura se observa como los sujetos con mayor percepción de auto-eficacia dedican más tiempo a las actividades vigorosas. (Figura 2)

Figura 2. Relación entre el gasto energético en METs dedicados a las

actividades vigorosas y su nivel de percepción de auto-eficacia

    En la siguiente tabla vemos como aquellos sujetos con mayor percepción de auto-eficacia tienen un mayor gasto de energía para las actividades deportivas (8,99 METs de los de mayor percepción frente a los 5,29 METs de los de menor percepción) obteniéndose diferencias significativas (p< 0,05). (Tabla 8)

Tabla 8. Gasto energético empleado en actividades deportivas, según su percepción de auto-eficacia (METs).

    Encontramos diferencias significativas entre los que se consideran con igual y menor percepción de auto-eficacia, mayor y menor percepción de auto-eficacia, y mayor e igual percepción de auto-eficacia. (Tabla 9)

Tabla 9. Significatividad según el nivel de auto-eficacia en las actividades deportivas

    Los alumnos con mayor gasto en METs son aquellos que mayor nivel de percepción de auto-eficacia presentan. (Figura 3)

Figura 3. Relación entre el gasto energético en METs dedicados

a las actividades deportivas y su nivel de percepción de auto-eficacia

Discusión

    El nivel de percepción de auto-eficacia es para muchos autores una de las influencias más poderosa y consistente en la realización de actividad física a cualquier edad (Sallis, Prochaska et al., 2000; Ntoumanis, 2001; Strauss et al., 2001; Norman et al., 2005; Miller, Ogletree & Welshimer, 2002; Trost et al., 2002; Broyles et al., 2003; De Boudeaudhuij, 2003; Gálvez, 2003; Neumark-Sztainer et al., 2003; Bois et al., 2005; Wright, Ding & Li, 2005; Veloso, 2006, Reigal & Videra, 2010). Otros autores también han asociado la percepción de auto-eficacia con estilos de vida físicamente activos (Nupponen, Piéron & Telama, 2005; Van der Horst et al., 2007), incluso hasta el punto de indicar que podría ser el más importante predictor de la actividad física (Wu & Pender, 2002). Otros autores como Welk & Schaben (2004) no van tan lejos y simplemente indican que la percepción de auto-eficacia puede ser un mediador relevante del comportamiento de los adolescentes en relación con la práctica de actividad física. Asimismo, en su modelo, Welk (1999) desarrolla una relación indirecta entre la práctica de la actividad física y la percepción de auto-eficacia. En un estudio llevado a cabo por Sallis, Hovell, Hofstetter & Barrington (1992) verificaron que los cambios positivos en la auto-eficacia ocurrían en la misma medida que los cambios en la actividad física, o sea, que la actividad física aumentaba de igual forma que aumentaba el nivel de auto-eficacia de los sujetos. Igualmente Mico, Orona & Piéron (2002) al concluir un estudio con adolescentes andorranos se preguntan si en esta edad crítica, el grado de participación en las actividades físicas no corresponde a una cierta falta de confianza en uno mismo o a un realismo mayor en la evaluación de sus destrezas deportivas. Para ello las clases de educación física pueden ser elemento fundamental como generador de éxito en las distintas habilidades motrices (Casimiro, 2000; Saunders, Motl, Dowda, Dishman & Pate, 2004, Hernández-Álvarez, Velázquez-Buendía, Martínez-Gorroño & Díaz del Cueto, 2010) a pesar de que podría darse la situación de que sujetos con una elevada percepción de competencia en una habilidad deportiva sientan una baja competencia en otro tipo de habilidad (Mota & Sallis, 2002). Esta posición se sitúa en los enfoques contemporáneos de las teorías motivacionales de metas de logro (Balaguer et al., 1997). Por el contrario, en la literatura encontramos correlaciones entre la auto-eficacia y el rendimiento deportivo que varían desde valores tan altos como 0,79 (Martin & Gill, 1991) a otros tan reducidos como 0,01 (McAuley, 1985). En ocasiones las correlaciones llegan a no ser directas (McCullagh, 1987). En cualquier caso, Moritz, Feltz, Fahrbach & Mack (2000), a través de meta-análisis, encontraron evidencias claras de una relación significativa entre la auto-eficacia y el nivel de ejecución, concluyendo en su trabajo que existe una relación causa-efecto entre la auto-eficacia y el nivel real de ejecución. En el contexto de las clases de educación física, esto significa que para promover una participación deportiva tanto escolar como extraescolar, es fundamental que el alumno obtenga un sentimiento de competencia en las actividades físicas. Pender, Bar-Or, Wilk & Mitchell (2002) proponen el trabajo sobre el aumento del nivel de auto-eficacia, como estrategia posible para incrementar la actividad física de las jóvenes adolescentes. Autores como Casimiro (1999) y Tercedor & Delgado (2000) destacan que las experiencias negativas en las clases de educación física, tales como el aburrimiento, la falta de elección, el sentimiento de incompetencia y rechazo por parte de los compañeros, influyen a la hora de tomar una decisión en relación con la práctica deportiva extraescolar. También señalan que las malas experiencias que argumentaban las chicas, están más asociadas a los aspectos de interrelación social que se producen en las clases de educación física, que a la actividad en sí misma. Esa relevancia ha originado recomendaciones específicas para que el profesorado cuide aquellos aspectos de su feedback, positivo y motivador, que pueden elevar la percepción de autoeficacia motriz y el sentimiento de una mayor satisfacción en la realización de actividad física (Hernández-Álvarez, Velázquez-Buendía, Martínez-Gorroño & Díaz del Cueto, 2010).

    Los sujetos que contestaron tener mayor nivel de auto-eficacia fueron los que mayor gasto energético medio registraron en los cuestionarios (1,64 METs más que los de percepción media de auto-eficacia y 2,51 METs más que los de baja percepción de auto-eficacia).

    Esta asociación entre la percepción de auto-eficacia y la realización de mayor actividad física también debería tenerse en cuenta en las diferencias entre los géneros, ya que son los chicos los que mayor nivel de auto-eficacia describen (Sallis, Prochaska et al., 2000; Gálvez, 2003; McAuley, Jerome, Márquez, Elavsky & Blissmer, 2003), sin olvidar que esta asociación también se cumple para el género femenino (Barr-Anderson et al., 2007, Candel, Olmedilla & Blas, 2008). En un estudio llevado a cabo con nadadores brasileños, Andrade et al. (2005) encontraron relaciones significativas entre la auto-eficacia y el género, la edad y el nivel competitivo, pero Gálvez (2003) no encontró esta asociación significativa entre el nivel de percepción de auto-eficacia y la edad en una muestra de adolescentes de la región de Murcia, al igual que Allison, Dwyer & Makin (1999) en una muestra de adolescentes canadienses.

    Numerosos autores han señalado que la percepción de auto-eficacia es uno de los principales factores que influyen en el nivel de satisfacción de los participantes hacia una actividad determinada (Gilroy, 1989; Theberge, 1991; Cockburn, 2000). Para Brettschneider & Naul (2004) existe una positiva y consistente asociación entre la percepción de auto-eficacia y la actividad física, al igual que encontramos en los sujetos de este estudio. También Van der Horst et al. (2007) en su revisión de estudios desde 1999 halló 13 investigaciones que encontraron una positiva asociación de la percepción de auto-eficacia con la actividad física.

Conclusión

    La percepción de auto-eficacia se ha revelado como un factor de influencia importante de los niveles globales de actividad física habitual para adolescentes de ambos géneros, destacando que a mayor percepción de auto-eficacia, se produce un mayor nivel de actividad física derivado especialmente de las actividades físico-deportivas.

Bibliografía

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