La competencia comunicativa en el contexto de la Cultura Física | |||
*Licenciada en Español y Literatura. Profesora Auxiliar Máster en Ciencias de la Educación Profesora de Comunicación y Lenguaje en Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deporte Manuel Fajardo Rivero. Facultad Villa Clara **Licenciada en Español y Literatura. Profesora Auxiliar Máster en Actividad Física en la Comunidad Profesora de Comunicación y Lenguaje en Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deporte Manuel Fajardo Rivero. Facultad Villa Clara |
MSc. Lina Rosa Rodríguez Artiles* MSc. Olga Silvia García Limonte** (Cuba) |
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Resumen En el artículo se presentan algunas consideraciones en torno a la significatividad de la lectura, como una de las cuatro habilidades comunicativas que favorecen la competencia en el uso adecuado de la lengua materna, del estudiante egresado de la carrera Licenciatura en Cultura Física. Se aborda la necesidad de dar un tratamiento desde todas las Disciplinas del Plan de Estudios al desarrollo de la habilidad Leer, y así alcanzar los objetivos propuestos en la formación del profesional del deporte, en la esfera cognitiva y volitiva, es decir, interactuar con diferentes tipos de lecturas para adquirir conocimientos y desarrollar su espiritualidad. Se valoran además algunas consideraciones sobre el tema tratado y se ofrecen pautas que deben ser asumidas por todos los docentes para el trabajo con esta habilidad. Palabras clave: Habilidad. Competencia comunicativa. Interdisciplinariedad.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 177, Febrero de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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La habilidad Leer: una necesidad para la formación integral del egresado de Cultura Física
Leer es ampliar las referencias que tenemos del mundo, entrar en contacto con el prodigio de la creación intelectual, con el trabajo de otros seres humanos. En la actualidad, y ante las irrenunciables aspiraciones y perspectivas de nuestro desarrollo social, debemos rescatar la dimensión ética del conocimiento frente a los embates de la globalización. La lectura, como pilar esencial de la formación cultural, puede contribuir a la batalla por preservar nuestros valores. La necesidad de leer requiere inducir y estimular por diversas vías, en consideración a su profunda trascendencia y a la huella que deja en la inteligencia y en el conocimiento espiritual de los individuos en su calificación profesional y en su conciencia.
En el contexto de la Licenciatura en Cultura Física, se desarrolla esta habilidad mediante el cumplimiento de la Estrategia Curricular de Idiomas como eje transversal que debe atravesar el proceso de enseñanza aprendizaje de todas las Disciplinas del mapa curricular. Para ello es necesario dotar al profesor de disímiles herramientas para que sepa favorecer la competencia lectora del alumno.
Debemos llevar al docente al componente de la lectura a través de tres aspectos fundamentales: como fortalecimiento espiritual, como desarrolladora del intelecto, y como una vía de perfeccionamiento del idioma. Coincidimos con la crítica literaria (Mirta Aguirre) cuando plantea: “Si de lo que se lee no depende lo que se piensa ni lo que se hace, tampoco puede negarse la influencia ejercida en esto por la Literatura”. De esta forma se reconoce el efecto que causa la lectura en la formación de nociones, sentimientos y de la espiritualidad del individuo. Poner al alumno en contacto con textos de la literatura nacional o universal los hace crecer en su identidad nacional y conocerse mejor como individuos.
En el ámbito del deporte generalmente se realizan lecturas relacionadas con esta esfera por las motivaciones que tiene el receptor, influenciadas por el placer de conocer informaciones centradas mayoritariamente en cifras, marcas, averages, récords, pero debemos ampliar el horizonte cultural del graduado poniéndolo en contacto con obras que enriquezcan su acervo cultural.
Desarrollo
En la formación del profesional de la Cultura Física se quiere un egresado formado integralmente, capaz de desempeñarse de forma eficaz en todas las esferas de actuación y desde sus conocimientos pedagógicos, según exige su perfil ocupacional, para ello debe saber interactuar con diversas literaturas y adquirir competencias, todo ello puede encontrarlo en una lectura desarrolladora y debidamente guiada.
“Un texto quiere que alguien lo ayude a funcionar” (Eco, 1987:76) pues es una arista de la lectura que el docente en la Universidad del Deporte debe tener presente siempre, porque la lectura desarrolla el intelecto del hombre, cuando este es capaz de interactuar con el texto a través de inferencias y presuposiciones. Un texto no es algo acabado, sino que se va expresando mediante las diferentes lecturas que de él se hagan.
A la hora de desarrollar el componente lectoral no podemos olvidar su interacción con el perfeccionamiento del idioma. “La lectura frecuente no solo contribuye sino que constituye el modo más idóneo, el ejercicio ideal que culmina en un creativo y rico dominio de la lengua” (Maggi, 1996: 23). Coincidimos plenamente con esta afirmación porque la lectura permite el contacto vivo con las estructuras del idioma, incita a hacer un uso original de ellas, así como aumenta el vocabulario y la corrección ortográfica.
Todas estas consideraciones refuerzan la fundamentación de trabajar esta área lingüística, de darle un espacio en el proceso docente educativo, mediante profesores capaces de hacerla crecer en toda su potencialidad. En aras de eliminar las carencias que en el uso de la lengua materna tienen los estudiantes, la lectura es una vía de solución de estas dificultades.
Para el desarrollo de la personalidad del alumno la lectura posibilita penetrar en mundos que son representativos de la realidad, permite apropiarse de conocimientos artísticos, científicos y conocer verdades de la naturaleza humana. La importancia de la lectura se destaca desde varias aristas fundamentales: “como fuente de conocimiento, fortalecimiento espiritual, desarrollo del intelecto, perfeccionamiento comunicativo y como fuente para proporcionar deleite y placer” (González, 1999).
La fuerza perlocucionaria de la lectura produce consecuencias y efectos sobre pensamientos y acciones del lector proporcionando un carácter liberador capaz de humanizar toda acción. Desde el punto de vista intelectual activa los procesos mentales y perfecciona todo acto comunicativo. Constituye además fuente de placer, deleite y recreo porque da la posibilidad de vivir otras vidas, de sentir la necesidad del arte y de favorecer las relaciones entre los hombres mediante la creación artística.
El docente como guía en el proceso de lectura tiene que conocer las condiciones de motivación para trabajar pedagógicamente en la incentivación de hábitos de lectura, para ello debe conocer la competencia lectoral del alumno, las particularidades del desarrollo de su personalidad, debe lograr involucrar a los estudiantes con los textos, concebir las actividades de acuerdo con los efectos motivacionales del alumno, hacer uso de la creatividad y emplear la comunicación persuasiva para crear un ambiente favorable en el acto de leer.
La realidad de hoy nos obliga a la formación de docentes creativos, pues son factores claves en este proceso, que puedan interactuar con los centros de información científicos técnicos y saberla aprovechar como fuente de conocimiento y recreación estética. Este debe saber guiar al alumno, promover su gusto por la lectura desde la clase o cualquier otra actividad, fortalecer su participación activa y creadora.
“De lo que se trata es de incidir para direccionar y activar el comportamiento de los alumnos, ya que a partir del conocimiento de sus necesidades se pueden orientar hacia una mejor comprensión lectora. Las necesidades superiores del hombre son las cognitivas, las de contacto emocional y las de sentido de la vida, a partir de estas necesidades el hombre se plantea metas y objetivos esenciales”. Por ello es necesario incentivar el hábito de lectura mediante la influencia de múltiples factores: familia, bibliotecas, escuela, editoriales y medios de comunicación masiva; y el profesor debe despertar curiosidad intelectual, proscribir la imposición de opiniones, crear un clima de distensión, propiciar la interpretación, estimular las acciones independientes para lograr éxitos en el proceso de la lectura.
La lectura tiene un carácter interdisciplinar; es la base del aprendizaje y de la cultura general integral, por lo que podemos decir que en cierta forma todos los docentes son profesores de lengua. En ella juega un papel primordial la comprensión lectora. Partiendo del criterio de que: “La comprensión se define como el proceso por el cual el lector construye el significado interactuando con el texto”, se afirma que se aprende verdaderamente cuando se comprende, esto no es exclusivo de una asignatura, es un componente esencial del aprendizaje de todas las materias, pues constituye una habilidad que reviste vital significación porque gran parte de la información que el alumno recibe esta contenida en los textos escritos.
El proceso de la lectura y la comprensión de la misma tributan a todas las disciplinas, es un proceso básico en la enseñanza y el aprendizaje del alumno, pues de ella depende la adquisición de conocimientos en todas las materias y la activación de procesos mentales al descifrar los códigos contenidos en los libros de texto. Sin embargo la realidad demuestra que en ocasiones el estudiante lee sin comprender, lo cual favorece que su aprendizaje sea repetitivo y memorístico, de ahí lo relevante que resulta el trabajo estratégico con esta habilidad.
Tomando en consideración el criterio de Daniel Cassany: “Aprender a leer, leer para aprender y aprender a aprender con la lectura” afirmamos que el trabajo con la comprensión lectora debe estudiarse en varias direcciones, a partir del papel activo que posee el sujeto interpretante, o sea, se relaciona comprensión con conocimiento, de lo que se infiere que se comprende mejor un texto en la medida que se tengan conocimientos sobre él. Para que el lector pueda comprender un texto es necesario que construya el conocimiento a partir de su experiencia personal y que establezca relaciones significativas que permanezcan en su mente lo cual permite la aplicación de estas a nuevas situaciones de la vida
Si leer es construir el significado global del texto debemos hacer referencia a qué entendemos por texto y su relación con la comprensión. Una de las categorías introducidas por la lingüística del texto es el propio concepto de texto. Según Marina Parra: “El texto es la unidad fundamental de la comunicación verbal humana; como tal, es un hecho sociológico, un encuentro semiótico mediante el cual se intercambian los significados que constituyen el sistema social”. Por tanto, el texto cobra valor en la cultura, y es el conducto primordial a través del cual se realiza su transmisión. Es un potencial de significado social.
Dentro de los elementos que contribuyen a la comprensión de un texto es necesario reconocer que este no tiene solo un significado, sino tantas verdades como lectores tengan. Esto permite las diferentes interpretaciones que el mismo pueda ofrecer. En consecuencia, la representación mental del significado depende no solo de lo que el autor dice, sino de las características del texto y del lector.
Carriedo estima que: “Las características del lector están dadas por la motivación, el propósito o finalidad de la lectura, las características individuales del sujeto, los conocimientos previos y estrategias de comprensión y autocontrol, mientras que las del texto se determinan por el contexto, la situación y la tipología textual”.
Haciendo referencia a lo planteado por este autor, la motivación incluye los componentes cognitivos y afectivos que determinan intereses en la ejecución de la lectura. Cuando el lector se enfrenta al texto lo hace con un propósito determinado, por lo que en el proceso el alumno debe ser correctamente orientado hacia los objetivos que se persiguen con la lectura. Debe tener en cuenta además los diferentes contextos del sistema social en que está insertado el alumno, los cuales influyen sobre él en lo afectivo, en lo motivacional, en lo cognitivo y en lo conductual. Esto lo lleva a la necesidad de diagnosticar las necesidades individuales del estudiante y lo obliga a dar un tratamiento personalizado empleando estrategias variadas para cada caso en particular. El diagnóstico de la zona de desarrollo próximo posibilita una instrucción diferenciada que tiene en cuenta la selección y adecuación de los textos.
Los conocimientos previos en el proceso de la comprensión lectora dependen en primer lugar de la cultura general del estudiante, de la experiencia adquirida durante su vida, la sensibilidad, y es mediante el aprendizaje y el intercambio comunicativo que asimila las vivencias acumuladas y construye su cultura. Esta le permite actuar en la sociedad, en dependencia de ella puede comprender mejor un texto en particular y el mundo exterior en general.
Por otra parte ante la presencia de un mismo texto hay que saber qué tipo de conocimiento es necesario activar en dependencia de la finalidad de la lectura. Asimismo, se puede trabajar un texto semejante en diferentes grupos y los resultados serán diferentes, por supuesto atendiendo a la diversidad educativa.
La competencia lingüística es importante en todo proceso de comprensión pues el alumno debe dominar todo lo que se refiere al sistema de la lengua: nivel fónico, nivel léxico, nivel morfológico, nivel sintáctico, para interactuar con el texto, así también debe dominar la tipología textual para hacer eficaz luego en su construcción.
Finalmente para la mejor comprensión lectora el alumno debe poseer estrategias cognitivas necesarias para su interpretación. Un lector estratégico piensa y reflexiona mientras lee, está consciente de las acciones u operaciones mentales que realiza, para qué y por qué las hace y es capaz de buscar solución para remediar las barreras que le impidan comprender.
Tomando como referente que se denomina como estrategia de comprensión lectora a: “aquellos procedimientos o herramientas que se emplean con el objetivo de construir el significado de un texto” (García, 2005: 117), podemos significar que dentro de ella hay que tener presente los siguientes preceptos:
Activación de los conocimientos previos.
Identificación de la estructura del texto.
Representación jerárquica de las ideas.
Empleo del contexto.
Realización de inferencias.
Predicción o anticipación en el proceso de la lectura.
Relectura de los textos.
Identificación de palabras claves.
Resumen de ideas esenciales.
Elaboración de esquemas.
Esta estrategia se emplea para aprender a aprender y corrobora que si no hay comprensión no hay aprendizaje.
Conclusiones
El carácter instrumental de la enseñanza de la lengua implica comprender en diferentes situaciones comunicativas y apreciar a la lectura como un proceso de reflexión que tiene diferentes etapas, es decir, un antes, un durante y un después, por lo que su aprendizaje no se limita a la adquisición del código escrito y exige la formación de un lector en la clase y fuera de ella de modo interdisciplinar.
Las diferentes disciplinas que conforman el Plan de Estudios de la Licenciatura en Cultura Física están llamadas a conformar desde un accionar común estrategias de aprendizajes, que favorezcan el desarrollo de esta habilidad comunicativa, pues todas emplean el idioma Español como eje vertebrador para enseñar sus contenidos.
El nuevo modelo pedagógico exige profesionales cultos, competentes, especializados en el lenguaje deportivo, pero a la vez capacitados para enfrentar una literatura variada, especializada o no, por lo que el reto es formar un alumno que sepa interactuar en su esfera cognitiva con el significado del texto, pero desde la esfera volitiva desarrolle su espiritualidad para ser mejores profesionales de la Cultura Física.
Bibliografía
AGUIRRE, M. "Verdad y Fantasía en la Literatura para niños". MINED, La Habana, 1973.
CARRIEDO, N. "¿Cómo enseñar a comprender un texto?". Editorial UAM, México, 1993.
CASSANY, D: "Enseñar lengua": Editorial. GRAO, España, 1994.
ECO, H. "Lector en Fábula". La Habana, 1987.
GARCÍA, C. "La enseñanza de la comprensión lectora: un problema interdisciplinario".
GRASS, E: "Textos y abordajes". Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 2002.
MAGGI, B. "Aprender una Lengua: Elegir la Literatura". MINED Nº 89, La Habana, 1996.
MAÑALICH, R. et al. "Didáctica de las Humanidades". Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 2005.
PARRA, M: "¿Cómo se produce un texto escrito?". Editorial Magisterio, Bogotá, 1996.
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