Sistemas para trabajar la capacidad de atención en el pádel
	Licenciado en Ciencias del Deporte. Estudiante Máster en Investigación y Docencia en Ciencias de la Actividad Física y la Salud	Alberto Ruiz Ariza alberto_ruyz@hotmail.com (España)
	Resumen           En la actualidad no suele entrenarse específicamente la atención en jugadores profesionales y amateur de casi ningún deporte. Esta capacidad puede ser determinante a la hora de salir victorioso o no en la competición debido a detalles que pueden decantar la balanza en el resultado final de un partido, en este caso, de pádel. Basándonos en una amplia revisión bibliográfica y en la experiencia previa, detallamos los diferentes sistemas atencionales que existen, y cómo podemos trabajar para mejorarlos en el pádel con diferentes técnicas psicomotrices.           Palabras clave: Atención. Concentración. Pádel. Entrenamiento psicológico. Psicología. Rendimiento deportivo.
	EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 177, Febrero de 2013. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    En el deporte, y en nuestro caso en el pádel, hay que tener claro cuándo debemos fijar la atención en un estímulo concreto y cuándo no. La capacidad de atención, es una habilidad psicológica muy importante en este deporte, ya que puede ser fundamental y decisiva en puntos clave, y suele ser la gran olvidada dentro del entrenamiento psicológico del deportista.

    Tras leer a varios autores (Williams, 1991; Pérez, Cruz y Roca, 1995; Cruz, 1997; Cox, 2009; Weinberg y Gould, 2010), llegamos a la conclusión de que la atención es: ”La capacidad que tiene una persona, en este caso un deportista, para controlar y enfocar la actividad del cuerpo hacia un objetivo determinado sin distraerse, focalizando la concentración en este”.

    En lo que respecta a esta capacidad, tenemos que tener presentes dos aspectos:

• El proceso de selección (para evitar que nuestra atención se vaya a señales molestas o irrelevantes que puedan bajar el rendimiento).

• La intensidad (energía invertida en ese foco atencional innecesario que limita la atención en el juego en sí).

2.     Modalidades atencionales

    Según Weinberg y Gould (2010), la concentración es la capacidad de mantener el foco de atención en las señales relevantes del entorno. Cuando el entorno cambia, el foco debe cambiar con rapidez sin pensar en el pasado o el futuro ya que puede dar lugar a señales irrelevantes que a menudo conducen a errores.

    Se ha descubierto que hay varios tipos de focos atencionales apropiados para cada deporte. Nideffer y Segal, en Weinberg y Gould (2010), ven el foco atencional en dos dimensiones: amplitud (amplio y estrecho) y dirección (externa e interna):

• Foco atencional amplio: atender simultáneamente a varios focos de atención. Sobre todo para los deportes colectivos. Ejemplo: Un jugador de fútbol que avanza con el balón controlado hacia el campo contrario.

• Foco atencional estrecho: Una o dos fuentes de atención. Ejemplo: Cuando un receptor en un partido de Pádel se prepara para restar un saque.

• Foco atencional externo: El foco de atención está fuera de mí. Ejemplo: Pelota que le llega al que resta.

• Foco atencional interno: El foco atencional está dentro de mí, en los sentimientos o pensamientos. Ejemplo: Cuando un jugador de pádel tiene planeada su estrategia.

    Además, podemos ver la importancia de la combinación entre ellos (Figura 1):

Figura 1. Combinación entre amplitud y dirección

3.     Entrenamiento de las modalidades para mejorar en el pádel

    En el deporte en general, cuando aprendemos a conducir un balón, botar una pelota, etc., sin tener que estar mirándolos, el jugador se vuelve más eficiente y puede centrar su atención en los demás jugadores y en las señales más relevantes para la ejecución de un juego exitoso (Weinberg y Guold, 2010). Cuando ocurre esto, podemos decir que hemos mejorado y avanzado en un deporte.

    Para mejorar la atención y la concentración en un deporte como el pádel, además de la confianza, la motivación, etc., se puede usar el autodiálogo (positivo, instruccional y negativo). El positivo por ejemplo es decirnos a nosotros mismos “puedo hacerlo”, “vamos hay que llegar a esa bola”. El instruccional ayuda a centrarse en los aspectos técnicos para mejorar la ejecución, por ejemplo, al hacer una volea en pádel, decirse a sí mismo “pala de atrás hacia adelante”. Por su parte el negativo es contraproducente y no veo adecuado usarlo.

    Además se puede detener el pensamiento para concentrarse brevemente en el pensamiento no deseado y usar un disparador como chasquear los dedos, para limpiar la mente. También se puede cambiar el autodiálogo negativo cuando aparezca por positivo (Figura 2).

Figura 2. Autodiálogo negativo vs positivo

    También se pueden usar simulaciones en la práctica, mediante la simulación del entrenamiento recrearemos los condiciones reales de la competición en el día a día. Para ello hay que vestirse con la misma equipación de la competición, se preparan igual, se alimentan igual, etc., en definitiva, hay que llevar la misma rutina que en la competición. Si vamos a jugar un partido de pádel a las 4 de la tarde con calor, lo mejor será entrenar con calor para adaptarnos y al contrario, si es con frío.

    Usando palabras clave que son una forma de autodiálogo, pueden ser emocionales (“no aflojes”, “llega a esa”) o instruccionales (“pala más rígida”, “golpea de arriba abajo”).

    Usar el pensamiento sin juzgar, ni asignarle un valor positivo o negativo a lo que se hace y menos generalizar negativamente. Por ejemplo, “Siempre fallo el revés”, esto puede hacernos perder la concentración y el ritmo. Afectando a la toma de decisiones.

    Además podemos establecer rutinas para aumentar la posibilidad de que los jugadores no se distraigan por factores internos o externos antes o durante el partido. Por ejemplo realizar siempre el mismo desplazamiento en los cambios de campo, hacer la misma rutina de hidratación y alimentación en los descansos o tener entrenada una rutina de saque.

    Por otro lado, se puede practicar el control visual para que los ojos estén pendientes de la pelota y de los movimientos de los contrarios, así como la coordinación con el compañero. Hay que evitar fijar la mirada en los aficionados, y otra señal irrelevante para el juego.

    Otra técnica podría ser, monitorizarse a uno mismo para analizarnos y ver como ha sido nuestra ejecución y así poder mejorar. Con esta monitorización, el sujeto está más atento y realiza mejor las acciones de juego.

    En general, dominar las habilidades técnicas del Pádel, nos hace centrarnos en otras señales como el movimiento de los contrarios y el lugar más acertado para lanzar la pelota.

4.     Técnicas para mejorar la atención fuera de la pista

    Además de las técnicas detalladas anteriormente, que para mí son las más adecuadas para mejorar la atención ya que se entrena mediante la práctica y vivencia directa del jugador, existen otras técnicas para mejorarla fuera de la pista (figura 3).

Figura 3. Técnicas para mejorar la atención fuera de la pista

Bibliografía

• Apuntes del Tema 10 de la asignatura de Análisis Comportamental del Rendimiento Deportivo de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. “Atención, Eficacia y automatización motora en el deporte” (2011) Granada.

• Cox, R. H. (2009). Psicología del deporte: conceptos y sus aplicaciones. Madrid: Panamericana.

• Cruz, J. (1997). Psicología del deporte. Madrid: Síntesis.

• Pérez, G., Cruz, J. y Roca, J. (1995). Psicología y Deporte. Madrid: Alianza.

• Weinberg, R. S. y Gould, D. (2010). Fundamentos de Psicología del Deporte y del Ejercicio Físico. Madrid: Panamericana.

• Williams, J. M. (1991). Psicología Aplicada al Deporte. Madrid: Biblioteca Nueva.

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