Evaluación del campo visual en jugadores de béisbol categoría 11-12 años del municipio Boyeros, Provincia La Habana |
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Universidad de la Ciencias Informáticas (Cuba) |
MsC. Raúl Scull González |
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Resumen En los deportes de cooperación-oposición específicamente el Béisbol, la percepción visual juega un importante papel en el rendimiento de los jugadores. Se presentan acciones muy rápidas, donde el jugador debe tomar decisiones precisas a modo de brindar una respuesta correcta. Las habilidades visuales cumplen un rol esencial y de suma importancia, puesto que con su entrenamiento y mejora, posibilita una mejor eficacia de las acciones motrices. El presente trabajo tiene como objetivo, evaluar la habilidad Campo visual de los jugadores de Béisbol categoría 11-12 años del municipio Boyeros de la Provincia La Habana. Se le realizó el examen a 10 jugadores. Se efectúa examen psicofísico que incluye: Agudeza visual, Visión de color, Campo visual por confrontación y Motilidad ocular. Se continúa con el examen físico neuro-oftalmológico, valorando anejos, segmento anterior y los medios. Finalmente se pasa al examen del campo visual a través de la campimetría. Los resultados evidencian que los 10 jugadores examinados poseen el campo visual normal. Palabras clave: Percepción visual. Habilidades visuales. Campo visual.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 177, Febrero de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
(Castro, F. 2009)“Hay que revolucionar los métodos de preparación y desarrollo de nuestros atletas. Nos hemos dormido sobre los laureles y estamos pagando ahora las consecuencias”.
Por estos planteamientos expresados por Fidel, nos asaltó la duda sobre la posibilidad que pudiera brindar la inclusión en la preparación de los practicantes de Béisbol, al comienzo de la adolescencia, de tareas psicopedagógicas que permitiesen mejorar la calidad de lo percibido y con ello su transferencia al rendimiento deportivo, y así de esta manera, ubicar el entrenamiento de las habilidades visuales dentro de la preparación psicológica del pequeño beisbolista.
El llamado pasatiempo nacional en Cuba requiere de una respuesta socialmente aceptada en cuanto a investigaciones se refiere, con enfoques metodológicos y de aplicación práctica que satisfaga las exigencias de las competiciones actuales.
Se hace lógico que debemos partir de la percepción, como un componente psicológico que permite el vínculo con el tema a tratar.
La percepción es uno de los procesos psicológicos más importante del ser humano ya que le permite extraer información del medio y poder relacionarse mejor con el contexto en el que se encuentra (Palmi, 2007). Se define como aquella que permite identificar y adquirir información del medio para integrarla con el conocimiento existente (Marteniuk, 1976). Para Gallahue y Ozmun (2006), significa saber o interpretar información, agregando que es un proceso mediante el cual se organiza la información que se recibe junto con la información almacenada, obteniendo como resultado un patrón de respuesta modificada.
Por ser la percepción un componente incluido dentro de los procesos cognitivos, caracterizamos al adolescente en esta área, tomando como referencia lo expuesto por Eriksson (1974) el cual denomina como un período entre la infancia y la adultez, enmarcando que las percepciones mejoran en toda su dimensión y el sistema visual concluye su madurez biológica y nerviosa.
Estudios realizados por Malho (1969), Abernethy (1996), entre otros, mencionados por Antúnez (2010), precisan que en el procesamiento de la información, bajo el modelo tradicional para los deportes colectivos, la percepción se presenta como la fase inicial.
Somos conscientes que mediante los sentidos percibimos el mundo que nos rodea, el cerebro procesa la información procedente del entorno y es por ello que coincidimos con Plou (1994) cuando expone que el primer nivel de la acción deportiva es la percepción y que es la percepción visual la preponderante en el hombre, lo que hace plenamente justificado hablar de la importancia de las habilidades visuales en el rendimiento deportivo.
Según los argumentos expuestos por diferentes autores, nos permite asumir lo expresado por Beaus y Galves (2000) cuando exponen que la percepción visual es la facultad de reconocer y discriminar los estímulos visuales y de interpretarlos asociándolos con experiencias anteriores.
Trabajos relacionados con el componente perceptivo visual en el deporte, indican que existen ciertas habilidades visuales, que por sus funciones, se hace necesario su entrenamiento y mucho más en la actualidad, donde los cambios en las competiciones en general y el desarrollo de la tecnología de avanzada, necesariamente obligan a la búsqueda de nuevas formas de preparación. Las habilidades visuales al decir de Plou (1994) son todas las capacidades o atributos visuales que están implicados en la práctica eficaz de un deporte y cuya perdida o deterioro influirá negativamente en el rendimiento deportivo.
A esto podemos agregarle que en el Béisbol las situaciones son cambiantes, existiendo momentos en que la pelota alcanza altas velocidades o los jugadores se desplazan rápidamente en el aspecto ofensivo, lo cual crea dificultades para realizar las acciones exactas y tomar decisiones precisas, de ahí, la necesidad de dedicarle una atención particular al entrenamiento de las habilidades visuales que se presentan con mayor predominio en este deporte, máxime si se trata de practicantes al comienzo de la adolescencia.
Estudios factoriales de percepción visual-espacial mencionados por Cratty (1982) indican que los seres humanos evidencian ciertos atributos cuando observan y reaccionan a diversos problemas especiales: la habilidad para estructurar la situación y sintetizar información compleja, la habilidad para seleccionar un objeto u objetos fuera del espacio con el cual tratar de alguna manera, la habilidad para hacer juicios rápidamente y la habilidad para hacer variados juicios a evidenciar. La integración de estos atributos permite ejecutar las acciones motrices con mayor eficacia.
Particularmente entendemos que este es la etapa de darle curso al entrenamiento visual como bien plantea Cratty (1982), porque el entrenamiento de las tareas para mejorar la percepción se han encontrado más influyentes en el rendimiento durante las etapas iniciales del aprendizaje, que durante las etapas posteriores de adquirir una nueva tarea perceptual-motor.
A partir de la búsqueda en la literatura especializada referente a la Psicología del Deporte dirigida particularmente al Béisbol, se manifiesta en gran medida la carencia de los fundamentos metodológicos que permitan adentrarse objetivamente en el proceso de tratamiento científico-práctico al problema del entrenamiento de las habilidades visuales de los beisbolistas, por cuanto la gran mayoría de los autores presentan en lo fundamental, recomendaciones teóricas generales con limitaciones en el orden de su aplicación y su planeación conveniente.
Luego del análisis al Programa de Preparación del Deportista en Cuba, en la categoría 11-12 años, se detecta que no se enfatiza el carácter integrador que tiene el desarrollo de las habilidades perceptivo-visuales en el aspecto defensivo, que propicie una mayor eficacia de las acciones motrices en el juego, no encontrando el autor de esta trabajo las vías que permitan orientar a los entrenadores hacia el desarrollo de esta premisa para un mayor rendimiento de los noveles deportistas.
Realmente existe poca evidencia en cuanto a trabajos relacionados con las habilidades visuales en el Béisbol que hayan sido abordados en nuestro país, por lo que debemos suplir esta carencia con bibliografía expuestas por investigadores en otros deportes de cooperación-oposición.
Desde hace varias décadas se han desarrollado estudios sobre las posibilidades de entrenamiento de diversas habilidades visuales para mejorar el rendimiento deportivo en deportes de cooperación-oposición como:
Voleibol: Pittera y Rivas (1980).
Baloncesto: Quevedo y Solé (1990).
Béisbol: Cratty (1982).
Fútbol: McLeod (1991) y Fradua (1993).
Tenis: Albernethy (2002).
Algunos investigadores como Lee y Harrison (1973), observaron que tras un programa de entrenamiento visual se producía una mejora significativa en el rendimiento de los bateadores del equipo de Béisbol de los Kansas City Royals (Loran, D. y C. Mc Ewen, 1995).
La selección de la habilidad campo visual para su evaluación en practicantes de Béisbol categoría 11-12 años, no ha sido arbitraria, todo lo contrario, responde a las posibilidades que le brinda el entrenamiento perceptivo-visual en la mejora del rendimiento deportivo, particularmente el aspecto defensivo, permite reforzar la formación en esta etapa de iniciación y a la necesidad de sensibilizar tanto a estos como a los entrenadores,
Para Guyton (1992), el campo visual es el espacio visible en un momento dado sin tener que mover el ojo. La investigadora Carpio (2006) lo define como la porción del espacio en la que se ven los objetos simultáneamente, mientras la mirada está fija en un punto.
En este sentido, coincidimos con la mayoría de los autores cuando lo señalan como la porción del espacio que es capaz de captar el ojo inmóvil en un momento dado, con la mirada fija y dirigida al frente. Es muy útil para descubrir, localizar y dar seguimiento.
En un apartado Medvedev (1969), precisa que muchos de los errores que se cometen en los deportes no se deben exclusivamente a cuestiones de tipo técnico o táctico, sino a defectos en la recepción de la información acerca del entorno donde se desarrolla la actividad.
Es significativo contar con un buen campo visual en el Béisbol porque al no contar con un buen número de indicadores o indicaciones cuando se observa el objeto móvil o los corredores y hasta los propios compañeros, la formación de juicios y el movimiento de las bolas se hacen extremadamente difíciles.
La definición empleada por Torre y Arteaga (2000), permite dividir el campo visual en dos tipos: campo visual central y campo visual periférico. El central es el espacio visual recogido por la mácula, donde se encuentra la fóvea y corresponde con el punto de mayor agudeza visual y cromática. El periférico es espacio visual recogido por la retina excepto la mácula y su función es localizar rápidamente todo aquello que esté o entre en el campo visual.
El examen del campo visual es un método para medir el alcance completo de la visión de un individuo, ya sea la visión central o periférica. Estas pruebas están asignadas a los campos visuales de cada ojo por separado. Es una exploración subjetiva, que requieren que el paciente entienda las instrucciones, cooperar plenamente y completar toda la prueba con el fin de proporcionar información útil.
Cuando evaluamos el campo visual, no solo se remite a las alteraciones de la retina, sino todo el trayecto de la vía óptica, desde el nervio óptico, hasta la corteza cerebral o visual, que es donde culmina el acto de la visión. Permite valorar el estado de sensibilidad de la retina, observar la extensión, localización e importancia de una lesión y suministrar un argumento en la elección de la terapéutica y apreciar sus resultados.
Es más frecuente para detectar cualquier signo de daño por glaucoma en el nervio óptico. Además, las pruebas del campo visual son útiles para la detección de enfermedades de la retina central o periférica, condiciones tales como la ptosis palpebral o caída, enfermedades del nervio óptico y enfermedades que afectan las vías visuales en el cerebro. Las vías visuales llevan la información desde el ojo hasta la corteza visual occipital o en el cerebro, donde esta información es procesada.
Materiales y metodología
Los 10 jugadores seleccionados para esta investigación, forman parte del equipo de Béisbol categoría 11-12 años del municipio Boyeros participantes en la última competencia provincial efectuada al inicio del año 2012 y cumplen los siguientes requisitos:
9 jugadores nacidos en el año 2001.
1 jugador nacido en el año 2002.
Años de experiencia en la práctica del Béisbol
4 jugadores con 6 años de experiencia.
6 jugadores con 5 años de experiencia.
Participación en campeonatos provinciales de Béisbol
8 jugadores en 4 campeonatos.
2 jugadores en 3 campeonatos.
Todos los participantes en este trabajo fueron informados con anterioridad a la fase de evaluación, exponiéndole los objetivos que se perseguían, la disposición para acceder a las pruebas, así como el conocimiento y aprobación previa por parte de los padres.
Para acceder a la medición del campo visual, previa consulta con el neuro-oftalmólogo, se hace necesario combinar con otras pruebas y observaciones para que los resultados de la campimetría no interfieran en su comportamiento.
La historia clínica neuro-oftalmológica nos brinda datos generales del sujeto como los antecedentes patológicos personales y familiares, con el objetivo de determinar enfermedades patológicas sistémicas (glaucoma, alergias, diabetes, cataratas, degeneración macular).
Posteriormente se efectúa el examen psicofísico que permite valorar algunas habilidades que pueden interferir en este estudio.
Agudeza visual: capacidad de detección y reconocimiento de las imágenes en detalle (reconoce el tamaño, la forma y el color de un objeto). Se utiliza la cartilla de Amsler, la cual permite detectar cualquier alteración en la zona central de la retina. Le pedirán que lea letras al azar que se vuelven más pequeñas línea por línea a medida que sus ojos se van desplazando hacia abajo en la tabla. Se puede utilizar lentes si existe alguna alteración.
Visión de color: determina si tiene algún defecto en los colores verde, rojo o si es acrómata. Permite la detección de alteraciones congénitas o adquiridas de la visión del color y la aptitud en la discriminación de los colores. Se utiliza el test de Ishihara (láminas pseudocromáticas).
Campo visual por confrontación: porción del espacio que es capaz de captar el ojo inmóvil. La prueba explora el campo visual de forma grotesca o somera. Brinda información sobre cualquier alteración a nivel cerebral, en caso de sospecha se envía a la campimetría.
Motilidad ocular: permite explorar el espacio visual en todas las direcciones y el seguimiento de los objetos. El examen se realiza por observación directa del examinador presentando un objeto a una distancia de 33 cm. Revisa los músculos oculares pidiéndole que mire en diferentes direcciones a un objeto pequeño. Se comprueba si existe alguna afección del nervio que enerva al músculo
A continuación se presenta el examen físico neuro-oftalmológico.
Se comienza con las estructuras que protegen al ojo denominadas anejos. Se observa si existen alteraciones en el párpado superior e inferior y en las pestañas.
El segmento anterior incluye la córnea, si existe opacidad en la misma o alguna lesión, la dinámica pupilar con el pupliómetro, si hay achicamiento o engrandecimiento de la pupila
Finalmente se exploran los medios para determinar si existe opacidad o cualquier alteración. Le permite al médico ver la retina, el fondo (parte posterior del ojo), los vasos retinianos y el área del nervio óptico. Se utiliza el oftalmoscopio directo (Neitz) o indirecto (Topcon).
En el examen del polo posterior también se puede utilizar la lámpara de hendidura o biomicroscopio y la retinografía posibilita adquirir una foto del polo posterior.
A partir de estos precedentes se pasa al examen del campo visual.
El equipo utilizado es la Pantalla tangente, que consiste en un cuadrado de 1 ó 2 m por lado, de terciopelo o fieltro gris oscuro que absorbe la luz. Posee una varilla (portaestímulos) de 75 a 90 cm de largo, en la cual se colocan los estímulos. Este se moverá en forma de zigzag desde la periferia al centro o de lo no visto a lo visto.
Se le indica al paciente sentarse frente al equipo a 1 ó 2 m de la pantalla, con la barbilla y la frente correctamente sobre la mentonera y los ojos a la altura del punto de fijación Se realiza el examen de forma monocular.
Los materiales utilizados en estas pruebas fueron los siguientes: cartilla de Amsler, test de Ishihara (láminas pseudocromáticas), pupliómetro, oftalmoscopio directo (Neitz) o indirecto (Topcon), lámpara de hendidura o biomicroscopio, pantalla tangente, portaestímulos y planilla de datos.
Resultados y discusión
De los 10 jugadores evaluados, 2 jugadores presentan mancha ciega disminuida en ojo izquierdo y ojo derecho respectivamente, lo cual no es una impedimenta en los resultados de la evaluación del campo visual y se presenta normal para todos los participantes en el examen.
Esto se puede apreciar en los siguientes resultados de la amplitud del campo visual:
Superior: 50°
Inferior: 70°
Nasal: 60°
Temporal: 100°
Conclusiones
Los resultados del examen realizado a los 10 jugadores de Béisbol de la categoría 11-12 años del municipio Boyeros, nos muestran que poseen un campo visual normal.
Con los resultados alcanzados en la evaluación del campo visual, nos brinda la posibilidad de implementar tareas psicopedagógicas para el mejoramiento de esta habilidad que permita su transferencia al rendimiento deportivo, específicamente en el aspecto defensivo.
Bibliografía
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