Influencia de los ejercicios físicos en los adolescentes con espondilitis anquilosante |
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Facultad de Cultura Física de Cienfuegos (Cuba) |
Aliuska Suárez Calderón |
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Resumen En la presente investigación se pone de manifiesto la influencia de los ejercicios físicos en los adolescentes con Espondilitis Anquilosante (EA). La EA es un proceso reumático inflamatorio, de carácter crónico que afecta principalmente a las articulaciones vertebrales, a las sacroilíacas y al esqueleto axial. Puede afectar a toda la columna y a las articulaciones periféricas, ocasionando dolor en las articulaciones, rigidez vertebral, pérdida de movilidad y deformidad articular progresiva. Es por ello que es preciso determinar la influencia de los ejercicios físicos. Se utilizó diferentes para la búsqueda de las informaciones (analítico-sintético, revisión bibliográfica y revisión de documentos oficiales); se pudo constatar que el organismo de los adolescente con EA tienen lugar múltiples transformaciones, fisiológicas, morfológicas, bioquímicas y funcionales. En particular se fortalece el aparato óseo, se hacen más fuertes y elásticos los ligamentos y tendones, aumenta la masa muscular, mejora la elasticidad de los músculos y se eleva ligeramente su tono. Palabras clave: Espondilitis anquilosante (EA). Ejercicios físicos.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 177, Febrero de 2013. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
En Cuba en los últimos años los estudios realizados no arrojan datos exactos de la cantidad de adolescentes con espondilitis anquilosante, las bibliografías revisadas han arrojado que la provincia de Villa Clara es una de la de mayor prevalencia de dicha enfermedad, siendo el municipio de Sagua la Grande el que reporta más casos de espondilitis anquilosante.
Varios autores (Taurog y Meter, 2002; Baños y Balsa, 1992; Manual Merck, 2003) recomiendan que el tratamiento de la espondilitis anquilosante, deba estar dirigido a la prevención de la deformidad, retraso o corrección y a las necesidades psicosociales y de rehabilitación. Así como, para conseguir una postura y movilidad articular adecuadas son fundamentales los ejercicios diarios.
Los ejercicios físicos intensifican el metabolismo, contribuyen al desarrollo correcto del sistema nervioso central y del aparato locomotor, así como de los sistemas cardiovasculares, respiratorio y demás sistemas. Los ejercicios con carácter sistemáticos amplían considerablemente las posibilidades funcionales de todos los sistemas de éste e incrementan su capacidad de trabajo.
También sugieren otras medidas de soporte (entrenamiento postural, ejercicios terapéuticos) para potenciar los grupos musculares que se oponen a la dirección de las deformidades potenciales (fortalecimiento de los extensores más que de los flexores).
El objetivo del tratamiento para la espondilitis anquilosante juvenil consiste en disminuir el dolor y la rigidez, prevenir las deformidades y ayudar a los pacientes a mantener un estilo de vida normal y lo más activo posible.
A los adolescentes que se le diagnostica la espondilitis anquilosante son remitido a las Salas de Rehabilitación para realizar un grupo de ejercicios compensadores de los dolores musculares y articulares (Quimioterapia) presentados por ellos en ese momento, una vez compensados los dolores se remiten al Área de Cultura Física Terapéutica y Profiláctica. Teniendo en cuenta los anterior planteado a la tarea de se puede determinar la influencia de los ejercicios físicos en los adolescentes con EA.
Desarrollo
La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad muy antigua, los primeros indicios encontrados fueron lesiones típicas en una momia egipcia que vivió hace más de 8000 años. Pero no es hasta 1691 que el irlandés Bernard Connor describe “un tronco de esqueleto humano, donde las vértebras, las costillas, el sacro y los ilíacos, que naturalmente son distintos y separados, no forman más que un solo hueso continuo e inseparable, diagnosticando por primera vez algunas de las secuelas de la enfermedad”.
Cada autor consultado define el concepto espondilitis anquilosante de diferentes formas según sus puntos de vistas y tal vez la experiencia de su trabajo, según ellos la espondilitis anquilosante es:
Según lo planteado en la Revista Cubana Medicina v.46 n.1 Ciudad de la Habana enero-marzo (2007) la espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad reumática crónica progresiva que afecta primariamente el esqueleto axial. Los procesos inflamatorios en las articulaciones de la columna vertebral que caracterizan esta enfermedad pueden conllevar su anquilosis y la invalidez del individuo.
Al respecto Taurog, (2002) plantea que la espondilitis anquilosante es un proceso inflamatorio de causa desconocida que ataca principalmente el esqueleto axial, pero también puede afectar a las articulaciones periféricas y a las articulaciones extra-articulares. Esta enfermedad suele comenzar a los decenios segundos y terceros de la vida. Su prevalencia es aproximadamente tres veces mayor en los hombres que en las mujeres. Se le considera como el prototipo de las espondiloartropatías.
Los autores Gijón y Balsa, (1992) son del criterio que la espondilitis anquilosante es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones sacroilíacas y las uniones entre los ligamentos y las vértebras, con calcificación secundaria y la consiguiente pérdida de la movilidad de la columna.
En el sitio http://www.espondilitis.eu, la espondilitis anquilosante es una enfermedad reumática dolorosa y progresiva que afecta principalmente a la columna vertebral. También puede afectar otras articulaciones, tendones y ligamentos de distintas áreas como los ojos y el corazón.
Al respecto en el sitio http://ser.es/ArchivosDESCARGABLES/Folletos/10.pdf la espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral, las cuales tienden a soldarse entre sí, provocando una limitación de la movilidad (de ahí el término anquilosante, que proviene del griego ankylos y significa soldadura, fusión). Como resultado final se produce una pérdida de flexibilidad de la columna, quedándose rígida y fusionada.
Al respecto en el sitio http://www.update-software.com/abstractsES/AB002822-ES.htm se plantea que la espondilitis anquilosante es un tipo de artritis que afecta más habitualmente a las articulaciones y a los ligamentos de la columna y produce resultados en grado variable de dolor, rigidez y discapacidad. La fisioterapia es un tratamiento importante para mantener o mejorar el movimiento en la columna, mejorar el estado físico y reducir el dolor.
En los documentos revisados del sitio http://www.angelfire.com/ri/reuma/EAJ.html, se pudo apreciar que la espondilitis anquilosante (EA) es un tipo particular de artritis que afecta especialmente a las articulaciones de la columna vertebral y a las sacroilíacas, que unen la pelvis (el hueso de la cadera) a la columna. Esta enfermedad frecuentemente afecta a otras articulaciones, como las rodillas, los tobillos, los dedos de los pies, las caderas y la caja torácica. Cuando comienza antes de los diecisiete años de edad se llama espondilitis anquilosante Infanto-Juvenil (EAJ).
En este sentido Ferreiro asume como espondilitis anquilosante (EA), también denominada espondilitis anquilopoyética, a un proceso reumático inflamatorio, de curso crónico, que afecta fundamentalmente a las articulaciones situadas en la columna vertebral y a las que unen la columna a la pelvis (sacroilíacas). Algo más de la tercera parte de los enfermos sufrirá inflamación de otras articulaciones (pequeñas articulaciones del pie, tobillos, rodillas, caderas, etc.), casi siempre en las extremidades inferiores.
Estos autores consultados en las diferentes literaturas difieren en que la espondilitis anquilosante:
Se caracterizan por ser seronegativa, sin presencia de factor reumatoideo, distinguiéndose así de la artritis reumatoidea.
Se compaña de manifestaciones extraarticulares, como inflamación en los ojos o en las válvulas del corazón.
Es un tipo de artritis que afecta a la columna vertebral y a los sitios donde los músculos, los tendones y los ligamentos se adhieren al hueso.
Se presenta como enfermedad aislada la mayoría de las veces, aunque, en algunos casos puede asociarse a una enfermedad de la piel llamada psoriasis o a enfermedades inflamatorias del intestino.
Es un tipo particular de artritis que afecta especialmente a las articulaciones de la columna vertebral y a las sacroilíacas.
Según el criterio de las diferentes teorías revisadas se asume el concepto reflejado a continuación como definición operacional en este trabajo:
La espondilitis anquilosante es un proceso reumático inflamatorio, de carácter crónico que afecta principalmente a las articulaciones vertebrales, a las sacroilíacas y al esqueleto axial. Puede afectar a toda la columna y a las articulaciones periféricas, ocasionando dolor en las articulaciones, rigidez vertebral, pérdida de movilidad y deformidad articular progresiva.
Influencia del ejercicio físico en el organismo
A la luz de los datos citados acerca de los mecanismos fisiológicos de la regulación de las funciones en el organismo, se hace comprensible la acción terapéutica de los ejercicios físicos. Esta se manifiesta en forma de cuatro mecanismos básicos: de acción tonificante, de acción trófica, de formación de las compensaciones y de normalización de las funciones.
La disminución de todas las funciones del organismo reduce la capacidad de trabajo, por lo que la ejecución de cualquier esfuerzo muscular ocasiona una rápida fatiga. Para acelerar la recuperación, en este período de la enfermedad, es necesario estimular la intensidad con la que transcurren los procesos en el organismo. El medio biológicamente más adecuado son los ejercicios físicos.
Los ejercicios físicos son un potente estimulador del metabolismo que al aplicarse sistemáticamente, aumentan las reservas energéticas y ejercen un efecto positivo sobre la estructura de los órganos y tejidos (por ejemplo, ocasionan la hipertrofia de los músculos, con lo cual contribuyen a la creación de mejores condiciones para el desarrollo de la futura actividad muscular.
Según lo planteado por Consell (1994) “El ejercicio físico aumenta la necesidad de absorber oxigeno y eliminar anhídrido carbónico. Para ello necesita que aumente la profundidad de la inspiración, con el ejercicio se incrementa más la necesidad de intercambio gaseoso, aumentando la frecuencia respiratoria. Al aumentar la ventilación se eleva el gasto cardíaco por lo que se incrementa la circulación en los capilares pulmonares”.
Según Ujtomski el ejercicio aumenta la masa y el desarrollo de los órganos.
Durante la realización de ejercicios físicos, en el organismo del hombre tienen lugar múltiples transformaciones, fisiológicas, morfológicas, bioquímicas y funcionales. En particular se fortalece el aparato óseo (Lesgaft, 1888; Ivanistski, 1940; Kanachenkov, 1953), se hacen mas fuertes y elásticos los ligamentos y tendones (Ivanistski, 1940), aumenta la masa muscular, mejora la elasticidad de los músculos y se eleva ligeramente su tono (Fanagorskaia, 1955).
Según Palladina y sus colaboradores (1953), Tavasthern (1939), Iakovlev y otros mostraron que la actividad muscular sistemática produce una positiva modificación de la composición química de los tejidos musculares, un aumento de la cantidad de sustancias energéticas y una elevación de los sistemas fermentativos.
Al respecto (Herckshimar, 1933) plantea que bajo la influencia del ejercicio físico se fortalece y perfecciona funcionalmente el sistema cardio-vascular. Ha quedado establecido que como resultado del ejercicio físico las dimensiones del corazón aumenta a cuenta de una cierta hipertrofia de los músculos del mismo y de un pequeño crecimiento de las cavidades mientras conserva sus capacidades contráctiles.
Según Popov, entre los medios de la Cultura Física los ejercicios físicos son los que se emplean con mayor frecuencia en la Cultura Física Terapéutica. Esto se debe a la significación biológica que tiene el trabajo muscular en la vida del hombre. “Toda la infinita variedad de las manifestaciones externas de la actividad del cerebro se reduce finalmente solo a un fenómeno: el movimiento muscular” Sechenov citado por Popov.
La Cultura Física Terapéutica disminuye la influencia desfavorable de la actividad motora obligatoriamente disminuida, previene las complicaciones, intensifica las reacciones de defensa del organismo durante la enfermedad y contribuye al desarrollo de los mecanismos compensadores.
Teniendo en cuenta lo anteriormente planteado por diversos autores y lo referido por Trinchet, queda demostrado que los ejercicios físicos provocan diversas transformaciones en el organismo, las cuales propician un mejoramiento en la calidad de vida de los pacientes afectados por alguna patología, provocando la disminución del consumo de medicamento y los daños que estos pueden causar por su excesivo consumo.
Según la autora García Rizo, la importancia terapéutica de los ejercicios físicos en las afecciones del sistema cardiovascular está condicionada, ante todo, por un acción tonificante que contribuye al incremento del nivel de desarrollo de todos los procesos fisiológicos y a al formación de las compensaciones, o sea, la adaptación del organismo al funcionamiento en condiciones patológicas.
Plantea que por su naturaleza fisiológica toda la actividad del organismo humano es refleja. Precisamente es la regulación refleja la que garantiza la adaptación del organismo a las variables condiciones del medio interno y externo, ocasionando la correspondiente reestructuración de las funciones de los diferentes órganos y sistemas.
Existen algunos aspectos fisiológicos del ejercicio físico que dan lugar a diferentes clasificaciones. Una en dependencia del gasto energético y la otra en dependencia del movimiento, entre otras.
Durante las clases de Cultura Física Terapéutica y en particular en los casos de afecciones del sistema cardiovascular se forma un nuevo estereotipo dinámico que elimina o debilita de manera creativa el estereotipo patológico, los ejercicios físicos ejercen una acción terapéutica y profiláctica en las afecciones del sistema cardiovascular, pues mejora la contracción del miocardio, normaliza el tono vascular, perfeccionan la regulación y también contribuyen a la utilización de los factores auxiliares de compensación y factores auxiliares de la circulación sanguínea.
Como lo han planteado los autores anteriores, con la práctica diaria de los ejercicios físicos ocurren diversos cambos fisiológicos en todo el organismo, existiendo cambios funcionales que intervienen de forma positiva en los órganos y sistemas, entre los que pueden citarse:
En los pulmones se mejora el intercambio gaseoso (disminuyendo el espacio muerto, tráquea, bronquios, alvéolos que no funcionan) poniéndolos a funcionar. Aumenta también la capacidad vital y disminuye el volumen residual.
En los músculos mejora el tono, aumenta su masa, mejora la revascularización, la capacidad física permitiendo soportar mayor grado de fatiga y disminuyendo el tiempo de recuperación con mayores cargas físicas.
A nivel cardiovascular disminuye la frecuencia cardiaca, aumenta el volumen sistólico, el volumen gasto cardíaco, el volumen sanguíneo; así como la hemoglobina y hematíes, por tanto aumentan las posibilidades de transporte de oxígeno. Elimina depósitos de grasa, el lactato aumenta menos, estabiliza la tensión arterial sistólica y diastólica, disminuye el volumen de oxígeno del miocardio y disminuye la resistencia periférica total.
Conclusiones
El ejercicio aumenta la movilidad y mejora la capacidad funcional, que los pacientes con espondilitis anquilosante deben realizar ejercicios físicos arreglados y ejercicios respiratorios orientados a fortalecer la espalda, para conseguir una postura y movilidad articular correcta y para evitar la rigidez y la pérdida de movilidad de la columna vertebral.
La influencia fisiológica de los ejercicios físicos descrita en la literatura justifica el empleo de los mismos para el tratamiento de las lesiones asociadas en la espondilitis anquilosante.
Bibliografías
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Álvarez, Rodrigo. (1986). Trabajo de Cirugía y Traumatología. La Habana. Editorial Pueblo y Educación.
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Dagfinrud, H. Kvien, T.K. Hagen, K.B. Intervenciones de fisioterapia para la espondilitis anquilosante (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, número 3, 2006. Oxford, Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2006 Issue 3. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).
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Ferreiro Gravié, R. y col. (1982) Anatomía y fisiología del desarrollo e higiene escolar. Ciudad de la Habana. Editorial Pueblo y Educación.
La Espondilitis Anquilosante Juvenil http://www.healthsystem.virginia.edu/UVAHealth/peds_arthritis_sp/juvank.m. Consultado 3/10/2008
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