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Entrenamiento de la velocidad en fútbol sala: un enfoque
estructural desde las situaciones simuladoras preferenciales (SSP)

 

Licenciado en CC del Deporte, Maestría en fútbol

Máster en preparación física en fútbol RFEF. Entrenador de fútbol Nivel 1

Ex preparador físico fútbol sala 2ª división de Azulejos Ramos Talavera FS, Manzanares FS

Ex preparador físico fútbol 3ª división CD Toledo SAD, Torpedo 66, Tomelloso CF

Preparador físico de Massey Ferguson FS Valdepeñas 2ª División B

Ángel Aceña Rodríguez

acroan@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Un planteamiento del entrenamiento de la velocidad en el fútbol sala, como deporte colectivo que es, ofrecería una visión incompleta. La teoría general del entrenamiento nos ha aportado los principios generales, debemos mirar más allá. Y es que no puede concebirse de la misma forma la velocidad que requiere un jugador de fútbol sala con la que requiere un atleta de 100 metros… ni siquiera con la velocidad que demanda un jugador de fútbol. Tomando como premisa esta afirmación, se plantea una revisión de los aspectos teóricos referentes a la velocidad, pasando por las definiciones de velocidad individual hasta la velocidad colectiva o de juego, que es la que más nos interesa. Y para poder realizar un planteamiento metodológico lo más adecuado posible, nos basamos en el cognitivismo, tomando como referencia a la persona o deportista y todas las estructuras implicadas. Y las situaciones simuladoras preferenciales como medio para presentar las tareas.

          Palabras clave: Velocidad. Fútbol sala. Situaciones simuladoras preferenciales.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 176, Enero de 2013. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

     Cuando nos plateamos el desarrollo de los aspectos de rendimiento en un deporte, en este caso el fútbol sala, primero debemos plantearnos varias cuestiones de capital importancia: los factores de rendimiento en ese deporte (aspectos o estructuras condicionales, cognitivas, coordinativas, socioafectivas, emotivo-volitivas y creativo expresivas) (Seirulo 2002, citado por Arjol, 2004) , la dinámica de los esfuerzos en competición (los desplazamientos o carga externa y la variación de los parámetros fisiológicos o carga interna) y la lógica de las relaciones sociomotrices (comunicación- contracomunicación) (Parlebas, 1981, citado por Sampedro, 1999).

    Solo centrarnos en una sola estructura de rendimiento, como podría ser la condicional, nos llevaría a una visión incompleta del rendimiento en el deporte. Tradicionalmente, este ha sido el enfoque del entrenamiento de las capacidades condicionales, más adecuado desde mi punto de vista la estructura condicional (Seirulo, 2002). La teoría general del entrenamiento ha sido una base muy importante para el tratamiento de los aspectos más genéricos de las capacidades condicionales, pero sería un error quedarnos en esa visión, que en ciertos casos, puede ser algo reduccionista.

    Algo que se puede ver si tenemos en cuenta la gran cantidad de definiciones sobre la velocidad, definiciones que veremos más adelante. Y es que no puede concebirse de la misma forma la velocidad que requiere un jugador de fútbol sala con la que requiere un atleta de 100m…ni siquiera con la velocidad que demanda un jugador de fútbol. Los condicionamientos coordinativos, cognitivos y espaciales determinan las manifestaciones de la velocidad, así como la fase y los principios de juego (Bayer, 1969, citado por Sampedro, 2002).

    Llegados a este momento podemos hacernos las siguientes preguntas: ¿existe alguna manifestación de la velocidad en el fútbol sala donde el jugador no tenga ningún estimulo perceptivo o que no tenga que tomar ninguna decisión? ¿Existe en el fútbol sala alguna manifestación de velocidad que sea independiente del entorno, compañeros, adversarios?

    ¿De qué nos podría servir trabajar la velocidad para que un jugador nuestro ganara medio segundo en un desplazamiento rectilíneo de 40 metros? Es más, ¿cuántos desplazamientos rectilíneos y de 40 metros se realizan en el fútbol sala?

    ¿De qué sirve que un jugador nuestro llegue antes si luego toma la decisión equivocada?, o simplemente que llegue tarde porque ha percibido tarde el estímulo, a tomado una decisión errónea y por lo tanto la ejecución no ha tenido el resultado deseado.

    Todas estas preguntas son las que intentaré dar respuesta con el presente artículo, donde primero se hará una revisión de las aportaciones de diferentes autores y estudios, para después explicar una serie de tareas desde la metodología que utilizaremos como referencia.

2.     Diferentes definiciones sobre velocidad

    Muchas son las definiciones sobre la velocidad, aunque todas encierran un denominador común: rapidez en la ejecución de las acciones. No obstante, tal y como plantearemos en nuestro modelo, el aspecto perceptivo y de toma de decisión será esencial. Si bien es cierto que es necesario tener en cuenta los factores neuromusculares que inciden en el acto motor veloz, no hay que pasar por alto que estos sin los factores cognitivos, propios de los deportes de equipo, se quedan huérfanos.

    Por un lado, tenemos definiciones más centradas en el aspecto condicional, (figura 1).

Figura 1. Javier Jorge Vizuete. Apuntes Máster CEDE

    Por otro lado, tenemos las definiciones que se decantan por una concepción global de la velocidad, donde la percepción, toma de decisión y ejecución, son formas indisolubles, si nos queremos referir a velocidad si hablamos de deportes colectivos, como es el caso del fútbol sala. (Figura 2)

Figura 2. Javier Jorge Vizuete. Apuntes Máster CEDE

    Massafret (1998), Lago (2001) citado por Arjol (2004) proponen que la velocidad es proponer respuestas motrices rápidas y correctas (óptimas) a los diferentes estímulos y distintas necesidades que se suceden en el desarrollo del juego,

    Vales y Areces (2002), ciados por Arjol (2004) la definen como la capacidad de un equipo o jugador para resolver eficazmente y con un alto ritmo/cadencia de intervención, las tareas/ objetivos consustanciales a las distintas fases y subfases de juego.

    En este sentido, vemos que la velocidad no es una manifestación individual, sino que podemos encontrar una velocidad colectiva, directamente relacionada con el equipo.

    Martín Acero (1993, 1998), Lago (2002) citados por Arjol (2004), conciben dos tipos de episodios de lucha en los deportes de equipo: los de conflicto dual (dos equipos enfrentados) o los episodios de duelo (enfrentamientos diádicos y triádicos).

    Esta última es la que más se acerca a la realidad de los deportes colectivos, sobretodo en lo que se refiere a la estructuración de tareas de entrenamiento.

    Thadani (2008) establece lo que él llama “velocidad de pensamiento” como “viveza mental, consciencia, alerta…como primera fase del proceso y por lo tanto, clave en el mismo”. Esta podría ser una pequeña aproximación al aspecto más cognitivo de la velocidad.

    A su vez, Trujillo (2009), citando a Garganta (2005) habla de velocidad de juego “como desempeño de tareas de equipo, en cuanto a unidad colectiva, en las fases de juego que atraviesa”.

    No obstante, no solo es necesario poder discernir si se trata de una situación de conflicto dual o de episodio de duelo, sino quien es el poseedor del móvil y en qué fase del juego está cada equipo.

    Vales y Areces (2002) citado por Arjol (2004), presentan una primera aproximación de los que podría ser una velocidad de juego, tomando como referencia la fase de juego.

  • Velocidad colectiva ofensiva: la capacidad de un equipo para imponer un ritmo de juego elevado, manifestando rápidas circulaciones de balón y jugadores en la aproximación hacia loa portería adversaria.

  • Velocidad colectiva defensiva: la capacidad de un equipo de imponer un ritmo elevado, manifestando un fuerte acoso al rival, orientado a interrumpir rápidamente y sin ceder terreno la acción ofensiva de este.

    Martín Acero (1993), citado por Arjol (2004), toma como referencia las posibles conductas que los jugadores pueden desempeñar en cada una de las fases, teniendo en cuenta la posesión o no del balón.

  • Equipo en posesión de Móvil:

    1. Para el jugador con móvil

    2. Para el jugador sin móvil

    3. Para el colectivo

  • Equipo sin posesión del móvil

    1. Para el jugador

    2. Para el colectivo

    Teniendo en cuenta esto, se nos plantean varias dudas: ¿podríamos tener un equipo que tuviese una alta velocidad colectiva sin jugadores veloces a nivel individual? O por otro lado ¿necesariamente un equipo con jugadores veloces a nivel individual tiene que tener una alta velocidad colectiva?

    Para responder a esto, García Manso (1996) citado por Vizuete (2006) plantea, “la velocidad de equipo determinará la velocidad de juego por encima de la velocidad de cualquiera de sus jugadores, por tanto, las acciones de juego, casi nunca vendrán determinadas con la velocidad a la que se desplazan los jugadores, sino que normalmente se verá condicionada por la velocidad con la que se mueve la pelota”.

    Las manifestaciones de la velocidad individual en el jugador quedarían englobadas en la siguiente clasificación. (Figura 3)

Velocidad individual en el jugador

Figura 3: Javier Jorge Vizuete. Apuntes Máster CEDE.

    Portolés (2005), citando a Seirulo (1994) establece la siguiente clasificación de la velocidad individual del jugador y que a nuestro juicio es la más apropiada.

    En cuanto a la velocidad colectiva del equipo o velocidad de juego, la bibliografía no establece muchas referencias.

    Vales y Areces (2002), citado por Vizuete (2006), establecen que la velocidad colectiva o de juego como “la capacidad de un equipo para resolver de manera óptima las tareas/ objetivos consustanciales a las diferentes fases y subfases del juego”. (Figura 4)

La velocidad colectiva o de juego

Figura 4. Javier Jorge Vizuete. Apuntes Máster CEDE

    Nosotros, tomando como referencia a Vizuete y a Cervera, hemos optado por una clasificación de la velocidad en función de la fase de juego, subfase y momentos, estableciendo los subtipos de velocidad colectiva y sus manifestaciones. (Figura 5), lo que nos da como el resultado el modelo de velocidad colectiva propio y más acertado a nuestro parecer.

Figura 5. Velocidad colectiva de juego. Ángel Aceña 2013

3.     Los esfuerzos en el fútbol sala

    Antes de comenzar a describir las acciones, deberíamos dar una definición del deporte Fútbol Sala, en cuanto a su estructura, reglas, requerimientos físicos y fisiológicos y las relaciones con el oponente.

    Según un estudio de Hernández (1999) citado por Díaz Rincón y García Pellicer (2002), se registraron tiempos de intervención en situaciones de desplazamiento en partidos de División de Honor de de entre 55 y 67 minutos y de tiempos máximos de duración de un partido de 89 y 70 minutos, muy cercano a lo que dura un partido de Fútbol 11.

    Además los jugadores de campo recorrieron una media de 6 km, mientras que el portero de 3 km.

    Álvarez y col (2000) citado por Díaz Rincón y García Pellicer (2002), señalan en sus trabajos duraciones de juego total entre 75 y 85 minutos por partido.

    Según datos de Barbero (2002), se muestra que durante la competición las actividades en las que menos tiempo se consume son andar y carreras de alta intensidad. (Figura 6)

Figura 6. Barbero (2000)

    En cuanto a los porcentajes medios del tiempo total de intervención en diferentes categorías de desplazamientos, son los siguientes: (Figura 7)

Figura 7. Barbero (2000)

    Existe una gran diversidad en las acciones del jugador de Fútbol sala, en cuanto a las intensidades y tiempos de intervención (32,02% andando, 5,88% reposo, 2,03% sprint, 4,53% a velocidad alta, 14,15% velocidad media y 41,09% trotando) (Barbero, 2002).

    Los porcentajes son muy parecidos a los de los jugadores de Fútbol 11, aunque lo que difiere es la distancia total recorrida, ya que los últimos estudios sitúan la distancia recorrida por un futbolista es de 11 km (Martínez, 2004 citado por Masach, 2005). mientras en Fútbol Sala esta es de 7 km (Barbero, 2002).

    No obstante, la distancia total recorrida no es la más importante si no los sprint, que van a coincidir en los momentos claves y decisivos. La capacidad de aceleración en muy pocos metros es esencial y por lo tanto el trabajo de esta capacidad es esencial para conseguir el rendimiento óptimo en este deporte.

4.     Las Situaciones Simuladoras Preferenciales (SSP) como planteamiento metodológico

    Nuestro planteamiento se basa en que toda tarea que se establezca para la mejora de la velocidad en el fútbol sala, debe partir de una observación del equipo y del sujeto durante la competición (Arjol, 2004). Y no solo eso, debemos tener en cuenta, las modificaciones que ocurren dentro del jugador, ya que nuestra referencia será el deportista o la persona, desde un planteamiento cognitivista o de entrenamiento estructurado, considerando al deportista como “una estructura hipercompleja configurada por las interacciones y de las retroacciones que lo configuran. (Seirulo, 2002)

  • Estructura condicional

  • Estructura coordinativa

  • Estructura cognitiva

  • Estructura socioafectiva

  • Estructura emotivo- volitiva

  • Estructura creativo expresiva.

    Las características de las Situaciones Simuladoras Preferenciales (SSP) serán las siguientes (Arjol, 2004).

    Tomando como referencia a Arjol (2004) y Trujillo (2009), podemos tomar como referencia una serie de reglas básicas provocadoras que podemos utilizar para diseñar los ejercicios de velocidad, tanto individual del jugador como colectiva.

    Mesonero Valverde, Sáinz de Baranda Andújar (2006), citados por Trujillo (2009) establecen otros criterios, igual de acertados.

  • El número de pases previos al remate deben ser limitados (inferior a 4).

  • Superioridad numérica del equipo defensor.

    Podemos establecer las relaciones entre las reglas básicas provocadoras anteriormente mencionadas y su influencia en cada una de las estructuras que conforman el sujeto. (Adaptado de Arjol 2004, Seirulo, 2002)

Reglas provocadoras

Estructura implicada

Limitar el tiempo disponible para la finalización en función de los jugadores y el espacio

Jugar sin saques de banda ni esquina, facilitando el saque rápido de portero y las transiciones

Condicional

Suprimir los pases elevados

Coordinativa

Limitar el nº de pases antes de finalizar

Limitar el nº de toques en función de la zona del campo (campo propio o campo contrario)

Facilitar la recuperación de balón con medios que no sean el robo (tocar contrario)

Jugar sin saques de banda ni esquina, facilitando el saque rápido de portero y las transiciones

Cognitivo

Repeticiones por tiempo, valorando el nº de recuperaciones o interceptaciones por repetición por grupo, lo que permitirá al jugador y a los compañeros participar con gran intensidad en cada ejercicio.

Socio- afectivo

Registrar el tiempo que un equipo tarda en recuperar el balón

Castigar/ Penalizar los goles que se reciban con jugadores defensores en campo contrario

Emotivo- volitivo

Para todos los ejercicios deben estar presentes todos los aspectos relacionados con la finalización y consecución del gol.

Creativo- expresivas

 

    En cuanto a los niveles de aproximación a la competición (Massafret, Seirulo, 2002, citado por Arjol, 2004), serán los siguientes: general, dirigido, específico y competitivo. Y en cada uno de esos niveles se establecerán los criterios técnico tácticos propios.

5.     Ejemplo de SSP de velocidad individual y colectiva o de juego

    En este apartado, plantearemos 3 tareas, una situación simuladora preferencial de juego de velocidad individual, una situación simuladora preferencial de juego de velocidad colectiva en defensa y otra situación simuladora preferencial de juego de velocidad colectiva en ataque.

SSP específica de velocidad individual

 

SSP competitiva de velocidad colectiva de juego en ataque

 

SSP competitiva de velocidad colectiva de juego en defensa

6.     Conclusión

    Tal y como hemos visto, un planteamiento aislado en el tratamiento de la estructura condicional, es inapropiado, más si se trata un deporte donde el aspecto táctico es esencial, como el fútbol sala. De nada servirá invertir cientos de horas en mejorar los aspectos más neuromusculares de la velocidad si los aspectos más cognitivos, coordinativos, socioafectivos, emotivo volitivos, creativo expresivos se quedan en el olvido.

    Tal y como dice Seirulo (2006), haciendo un símil con el fútbol, “el jugador más rápido que he visto es Guardiola, porque el balón corre más que ninguna persona y él era el que hacía mover el balón más rápido que nadie”.

    Y compartiendo filosofía, la velocidad en los deportes de equipo, y desde un tratamiento cognitivo-estructural, no es una línea recta, sino una serie de situaciones que hay que resolver en el menor tiempo posible y con la mejor toma de decisiones.

    Ese es el planteamiento que debemos tener en cuenta, porque así podremos construir jugadores, a lo mejor no más veloces, pero si más rápidos.

Bibliografía

  • Apuntes del Máster de Preparación física en deportes colectivos. Inefc. Fundación FC Barcelona. Módulo entrenamiento de la Velocidad.

  • Apuntes del Máster en Preparación física en Fútbol, UCLM y RFEF. Módulo metodología del entrenamiento de la velocidad.

  • Arjol, J.L. (2004). Aproximación teórico- práctica al entrenamiento de la velocidad en el fútbol. Revista AB Fútbol. Enero 2004. Número 4.

  • Barbero Alvarez, J.C. (2002). Ponencia Características de la actividad Física del jugador de Fútbol sala y exigencias fisiológicas durante la competición. Curso de Orientaciones Innovadoras para el Rendimiento en Fútbol Sala. Talavera de la Reina (31 de mayo y 1 de junio de 2002). Junta de Comunidades de Castilla la Mancha.

  • Cervera, A. (2010). Modelo organizacional-estratégico de entrenamiento en fútbol. Mc Sports. Barcelona.

  • Díaz Rincón, J.A. Pellicer, J.J. (2002). Preparación Física en Alta competición. Federación Madrileña de Fútbol Sala. Madrid.

  • Sampedro, Javier (1999). Fundamentos de táctica deportiva. Editorial Gymnos.

  • Seirulo, F. (2006). Reflexiones sobre una línea de trabajo. Revista AB Fútbol. Enero 2006. Número 19.

  • Trujillo, F.J. (2009). Entrenamiento de la velocidad en el fútbol. Revista AB Fútbol. Marzo 2009

  • Thadani, S. (2008). Preparación física completa en Fútbol. Editorial Tutor.

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