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Ordenación taxonómica de las actividades
físico-deportivas en el medio natural

 

*Doctor Europeo en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Licenciado como número 1 de la promoción en CC. de la Actividad Física

y del Deporte, Universidad Politécnica de Madrid

Licenciado en CC. Empresariales. Licenciado en Derecho

Diplomado en Fisioterapia. Profesor de la Universidad de Valladolid

**Doctora con Mención Europea en CC. De la Actividad Física y del Deporte

Máster en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Profesora de la Universidad Complutense de Madrid

Campeona de España de baloncesto

***Licenciada como número 1 de la promoción en CC. de la Actividad Física

y del Deporte. Universidad Alfonso X el Sabio

Antonio Monroy Antón*

amonroy111@hotmail.com

Gema Sáez Rodríguez**

gema.saez@edu.ucm.es

Bárbara Rodríguez Rodríguez***

barbara.rodriguezrodriguez@gmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Las actividades físico-deportivas en la naturaleza son una de las áreas en las que el sector más ha crecido en los últimos años y en las que mejores expectativas hay para el futuro, a consecuencia de los cambios en el estilo de vida, la mayor cultura del deporte al aire libre y el incremento del deporte-salud, ligado indisolublemente al medio natural. La clasificación de las actividades físico-deportivas en este medio natural se puede realizar atendiendo a muy diversos criterios. Sin embargo, en este artículo se comprobará que la gran diversidad de las actividades que se pueden llevar a cabo en la naturaleza hace complicado que cualquier clasificación pueda realmente tener una utilidad práctica. Además, la continua evolución de esta materia, en la que año tras año surgen actividades nuevas, complica aún más la posibilidad de conseguirlo.

          Palabras clave: Naturaleza. Deporte. Clasificación. Aire libre.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 176, Enero de 2013. http://www.efdeportes.com/

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I.     Introducción

    La clasificación de las actividades físico-deportivas en el medio natural se puede realizar atendiendo a muy diversos criterios. Estos criterios han ido variando desde las más tradicionales clasificaciones, en función del medio donde se realizasen, o en función de la zona donde se llevasen a cabo, a otras más modernas que se verán a continuación.

    En realidad, las clasificaciones que se podrían establecer serían casi infinitas, por lo que en el presente trabajo se expondrán, en primer lugar, las clasificaciones habituales, siguiendo lo que ha sido la tipología más extendida popularmente durante el siglo pasado, y en segundo lugar algunas -no todas- de las clasificaciones de autores relevantes que, por su novedad o por su originalidad, se ha pensado que es conveniente reflejar en un apartado distinto.

II.     Clasificaciones tradicionales de las A.F.D.M.N.

A.     Según el medio en que se realicen1

    Lógicamente, las A.F.D.M.N. pueden ser de tres tipos según este criterio:

  • de aire: como el parapente, paracaidismo...

  • de tierra: como el senderismo, la escalada, el esquí, etc.

  • de agua: como el submarinismo, la natación, el remo y otras muchas.

    Algunas actividades no encajarían por completo en ninguno de esos apartados, debiendo formar parte de varios de ellos. Así, por ejemplo, el triatlón sería un deporte que, por lo general, se desarrolla en el medio natural sin pertenecer en exclusiva a ninguno de los medios. Del mismo modo, se podrían plantear dudas respecto de actividades como el descenso de barrancos, etc.

B.     Según las características temporales

    Existen algunas actividades que se pueden realizar en un espacio de tiempo relativamente breve, y que no requieren abandonar la zona habitual de residencia (como puedan ser la marcha o el jogging, entre otras muchas) y otras que, por el contrario, necesitan casi siempre un desplazamiento de varios días (como las competiciones de multiaventura, el esquí o el submarinismo, para la mayoría de las personas).

C.     Según el material necesario

    Con este criterio, deberíamos dividir las A.F.D.M.N. en:

  • actividades de bajo coste: aquellas que requieren de un material mínimo o relativamente barato, como pueden ser los juegos para niños al aire libre, el jogging o las excursiones al campo

  • actividades de coste medio o alto: las que requieren un equipo especializado o de coste relativamente alto, como el esquí, el parapente o el submarinismo.

D.     Según las características cognitivo-motrices

    Habría que distinguir entre actividades:

  • de aprendizaje fácil: el excursionismo, el jogging, la acampada

  • de aprendizaje difícil: la espeleología, el descenso de barrancos, el surf, el esquí.

E.     Según los recursos humanos necesarios

    Existen actividades que no requieren de personal alguno más que el propio participante, como el citado jogging o los paseos, mientras que otras, por lo general, hacen imprescindible (o al menos altamente recomendable) la presencia o bien de varios compañeros, o bien de uno o varios responsables de la actividad, como la escalada, el submarinismo o la simple acampada.

F.     Según la regulación

    Existirían, en función de este criterio, las actividades siguientes:

  • regladas: todas aquellas que impliquen una competición, como los deportes de competición (esquí, vela, etc.) o incluso las mismas practicadas sin competir pero siguiendo unas ciertas normas de seguridad imprescindibles, y también las que estén legisladas oportunamente, como las acampadas y el vivac en cierto modo

  • no regladas: las que pueden desarrollarse sin atenerse, en principio, más que a las reglas de la buena conducta y del sentido común, tales como la marcha campestre o los juegos infantiles.

G.     Según la frecuencia2

    Se podría hablar de actividades habituales (realizadas bastantes veces o practicadas asiduamente) y ocasionales (realizadas por primera vez o practicadas con muy poca frecuencia).

H.     Según su importancia2

    En función de este criterio, existirían actividades que se podrían denominar como fundamentales (es decir, que constituyen la base de todas las demás, como por ejemplo la acampada y las excursiones) y otras que serían meramente complementarias (a su vez, recreativas, de supervivencia, científicas, etc.).

III.     Otras clasificaciones de las A.F.D.M.N.

    Además de las clasificaciones antes mencionadas, existen otras que resultan de interés. Por ejemplo, Canales y Perich4 señalan que existen actividades en el medio natural:

  • de difícil accesibilidad: las que llevan implícitas algún componente como tecnología, buena condición física o similar, sirviendo como ejemplos el barranquismo, la espeleología, las carreras de orientación, la bicicleta de todo terreno (en su versión de competición), los deportes aéreos, etc.

  • de fácil accesibilidad: aquéllas en las que, o bien la tecnología no es tan necesaria para llevarlas a la práctica, o bien no es necesaria una gran forma física, como el excursionismo, los paseos por el campo, las acampadas, las rutas eco-turísticas (observación de la flora y fauna, ...), la pesca, ...

    Como se puede observar, esta clasificación resulta ser una mezcla de las tradicionales que tomaban como criterios el material necesario y las características cognitivo-motrices del aprendizaje.

    Según estos autores, algunas actividades pueden fácilmente pasar de ser de difícil accesibilidad a fácil accesibilidad. El ejemplo que citan es el del esquí, del que señalan que, tradicionalmente, ha sido un deporte ligado a un cierto status socioeconómico, y que sin embargo, con el aumento del tiempo libre en la población, así como el crecimiento en la calidad de vida en general, ha visto posibilitado el acercamiento a otros segmentos poblacionales, como lo demuestran los más de un millón de aficionados que visitaron las estaciones de esquí aragonesas en 1994.

    Castanyer y Camerino5 ofrecen una clasificación dividida, a su vez, en tres criterios:

  1. Actividades con materiales o sin ellos

  2. Actividades en solitario o en grupo

  3. Actividades según el medio6: terrestres (orientación, excursionismo, cicloturismo, escalada), acuáticas (surf, rafting, submarinismo, piragüismo...), en medios resbaladizos (trineos, esquí, patines) y aéreas (paracaidismo, puenting, etc.).

    Atendiendo a su finalidad, Acuña7 expuso en su momento una clasificación muy detallada en la que distinguía cuatro tipos de actividades:

  1. Promocionales: las que conllevan una alta participación y/o asistencia a la actividad o convocatoria, tales como excursiones, marchas por el campo, carreras campo a través, etc.

  2. Libres: las que implican un uso de los recursos naturales y artificiales próximos, facilitando espacios, medios materiales y conocimiento para su desarrollo, como los denominados “circuitos-vita”, los rocódromos, los senderos de equitación, etc.

  3. Programadas: aquellas que requieren la participación inicial de un mediador o animador y se desarrollan de forma organizada y con cierta continuidad (acampadas, orientación, natación, remo, vela, escalada, paracaidismo...).

  4. De investigación y formación: las que tienen relación interdisciplinar con otras materias, también organizadas y con un mediador al igual que las anteriores, como excursiones de estudio de la flora, fauna o topografía, etc.

    Funollet8 establece una muy completa clasificación desde una perspectiva sistémica que mezcla tres elementos: el practicante, el material y el espacio de práctica. Asimismo, establece una serie de determinantes de las actividades físico-deportivas en el medio natural, como son la trayectoria, el plano, el elemento, el contacto y el desplazamiento o, desde un plano didáctico, la energía, la acción y el ecosistema, que sirven para elaborar una clasificación propia más específica que las anteriores.

    Por último, la clasificación de Contreras, Contreras y Román9 se centra en la época del año donde se deben desarrollar preferentemente las actividades en el medio natural, una clasificación poco habitual. Así, distinguen entre:

  • actividades para entorno seco (otoño): rally fotográfico (fotografía de las especies animales y vegetales de la zona), observación del medio, plantación de árboles, orientación

  • actividades para alta montaña (invierno): esquí, escalada, alpinismo, realización de esculturas en la nieve, deslizamientos en la nieve (trineos, etc.), juegos en la nieve (lanzamiento de bolas), actividades de supervivencia en la nieve, esquí de fondo

  • actividades para bosque/pradera (primavera)10: observación de hojas, plantas, minerales y rocas, excursionismo, marchas campestres, rutas ecológicas (diferenciando los distintos tipos de plantas, buscando setas e incluso construyendo nidos para pájaros), juegos al aire libre, orientación

  • actividades para playa (verano): natación, juegos en la arena, fútbol-playa, voley-playa, carreras en la playa, paseos...

IV.     Conclusión

    Tras estudiar la bibliografía existente relativa a las actividades en la naturaleza, y las opiniones de los distintos autores que sobre ello han escrito, lo primero que llama la atención es que la mayoría de ellos evitan, aparentemente, establecer una taxonomía de este tipo de actividades.

    Los motivos pueden ser, a nuestro juicio, tres:

  • en primer lugar, la gran diversidad de las actividades que se pueden llevar a cabo en el medio natural hace que la clasificación sea demasiado extensa como para que pueda realmente tener una utilidad práctica

  • en segundo lugar, algunas actividades pueden cambiar de uno a otro sector de la clasificación, o incluso pueden ser susceptibles de englobarse en varios de ellos (es el caso de las clasificaciones por época del año, o según el número de personas que sean necesarias, pudiendo muchas actividades estar incluidas en varios epígrafes de ellas), lo que tampoco resulta de utilidad

  • en tercero y último, la continua evolución de esta materia, en la que año tras año surgen actividades nuevas (no hay más que comparar las actividades actuales como el puenting y otras, inexistentes hace años, o el mencionado caso del esquí, que ha pasado de ser una actividad elitista a una actividad común para el español medio).

    Todos estos motivos hacen que las clasificaciones recogidas, y otras muchas que sin duda existen (si bien son similares a ellas) puedan ser medianamente útiles a efectos didácticos, pero que dejen mucho que desear en la realidad por lo que respecta a su utilidad práctica.

Notas

  1. Varias de estas clasificaciones se pueden encontrar en Guillén, R., Lapetra, S. y Casterad, J. Actividades en la naturaleza. Barcelona, Inde, 2000. Asimismo, en Granero, A.: “Una aproximación conceptual y taxonómica a las actividades físicas en el medio natural”, Lecturas, educación física y deportes, n. 107, 2007, disponible en http://www.efdeportes.com/efd107/aproximacion-conceptual-y-taxonomica-a-las-actividades-fisicas-en-el-medio-natural.htm, fecha de consulta 15 de noviembre de 2012.

  2. Ostos Torres, I. “Tipos, clasificaciones y recursos de las actividades en el medio natural”, Revista digital innovación y experiencias educativas, n. 23, 2009.

  3. Arroyo Domínguez, M. D.: “Las actividades físicas en el medio natural como recuro educativo”, Revista de la educación en Extremadura, págs. 170-179, 1989.

  4. Canales, I. y Perich, M.J.: “Las emociones en la práctica de las actividades físicas en la naturaleza”, en revista digital efdeportes.com, en http://www.efdeportes.com/efd23/emocnat.htm, fecha de acceso 22 de diciembre de 2006.

  5. Castanyer, M. y Camerino, O.: Mil ejercicios y juegos de recreación, Paidotribo, 2002.

  6. Estos autores introducen una ligera variación en la taxonomía tradicional de deportes de tierra, agua y aire, por lo que resulta de interés recogerla aquí.

  7. Acuña Delgado, A. (1991). Manual didáctico de actividades en la naturaleza. Sevilla: Wanceulen.

  8. Funollet, F. “Propuesta de clasificación de las actividades deportivas en el medio natural”, Apunts, Educación Física y Deportes, 41, págs. 124-129, 1995.

  9. Contreras, J. Contreras, A. y Román, C.: “Las actividades en el medio natural. Una propuesta interdisciplinar para educación primaria”, en revista digital efdeportes.com, en http://www.efdeportes.com/efd85/medion.htm, fecha de acceso 22 de diciembre de 2006.

  10. Los autores señalan que estas actividades pueden realizarse en cualquier época del año, pero resulta más conveniente hacerlo en primavera para ver el “renacer” de la naturaleza frente a la tristeza de la caída de la hoja en otoño.

Bibliografía

  • Acuña Delgado, A. (1991). Manual didáctico de actividades en la naturaleza. Sevilla: Wanceulen.

  • Arroyo Domínguez, M. D.: “Las actividades físicas en el medio natural como recuro educativo”, Revista de la educación en Extremadura, págs. 170-179, 1989.

  • Canales, I. y Perich, M.J. “Las emociones en la práctica de las actividades físicas en la naturaleza”. Lecturas, educación física y deportes, n. 23, 2000. http://www.efdeportes.com/efd23/emocnat.htm

  • Castanyer, M. y Camerino, O. Mil ejercicios y juegos de recreación. Paidotribo, 2002.

  • Contreras, J. Contreras, A. y Román, C. “Las actividades en el medio natural. Una propuesta interdisciplinar para educación primaria”. Lecturas, educación física y deportes, n. 85, 2005. http://www.efdeportes.com/efd85/medion.htm

  • Funollet, F. “Propuesta de clasificación de las actividades deportivas en el medio natural”. Apunts, Educación Física y Deportes, 41, págs. 124-129, 1995.

  • Granero, A.: “Una aproximación conceptual y taxonómica a las actividades físicas en el medio natural”. Lecturas, educación física y deportes, n. 107, 2007. http://www.efdeportes.com/efd107/aproximacion-conceptual-y-taxonomica-a-las-actividades-fisicas-en-el-medio-natural.htm

  • Guillén, R., Lapetra, S. y Casterad, J. Actividades en la naturaleza. Barcelona, Inde, 2000.

  • Ostos Torres, I. “Tipos, clasificaciones y recursos de las actividades en el medio natural”. Revista digital innovación y experiencias educativas, n. 23, 2009.

  • Pinos Quilez, M. Actividades Físico Deportivas en la naturaleza, Gymnos Editorial, Madrid, 1997.

  • Rivas, J.M. Intervención educativa desde la naturaleza, Ed. CCS, Madrid, 1999.

  • Santos Pastor, M.L. Las actividades en el medio natural en la educación física escolar. Wanceulen Editorial, Sevilla, 2002.

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