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Aspectos teóricos-metodológicos sobre la preparación básica
del escolar boxeador. Consideraciones necesarias para su
intervención desde el desarrollo de habilidades psicológicas

 

Facultad de Camagüey

Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

(Cuba)

MsC. Ernesto Godo Valera

Dr.C. Ángel Luis Gómez Cardoso

Dr.C. Hirbins Dopico Pérez

barny@enet.cu

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo expone aspectos importantes sobre la preparación básica del escolar boxeador que se inician en el alto rendimiento, para lo que se seleccionó una muestra de 12 escolares atletas de boxeo de la categoría 13-14 años de la EIDE Cerro Pelado de Camagüey. Empleando para este estudio la observación, la entrevista, el cuestionario, el test de sociabilidad entre otros, demostrando la necesidad de desarrollar habilidades psicológicas que garanticen el control emocional en el entrenamiento y en la competencia, lo que constituye un elemento indispensable como parte de la preparación psicológica de dichos escolares que se inician en este deporte.

          Palabras clave: Preparación básica del escolar boxeador. Habilidades psicológicas. Control emocional.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 175, Diciembre de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El Boxeo, al igual que otros deportes es un medio excelente para impulsar el desarrollo de la educación social. Entre las tareas de más importancia en el desarrollo de la educación social por la práctica de este deporte hay que señalar la contribución al desarrollo orgánico y funcional del hombre, encaminado al reforzamiento de la salud, el dominio de las acciones motoras, la educación de cualidades morales, volitivas y habilidades de interacción social.

    Es la enseñanza y el perfeccionamiento que se le imparten al boxeador de la ejecución de movimientos y acciones y que constituyen los elementos para efectuar los entrenamientos y librar los combates. La ejecución, según los fundamentos técnicos del boxeo, tiene una directa relación con la preparación física y la táctica, y se desempeña con las características de cada una de éstas. Se divide la preparación técnica en general y especial. La finalidad de la preparación técnica general es ampliar sistemáticamente la instrucción técnica general del púgil y sus conocimientos en la esfera de los fundamentos generales de la técnica de los ejercicios. También completar el arsenal de las destrezas y hábitos motores que le son útiles en la vida y en la actividad deportiva, (durante esta preparación se pueden usar elementos técnicos de otros deportes).

Desarrollo

    En la preparación del boxeador, se contempla la preparación física, técnica, táctica, así como la preparación teórica y psicológica. Jesús Domínguez y José Llano (1987: 117) plantean que “la preparación física general crea las bases para la preparación especial, ya que asegura el desarrollo múltiple de fuerza, velocidad, resistencia, flexibilidad y agilidad que son premisas necesarias para la enseñanza y el perfeccionamiento de los fundamentos técnicos y tácticos del boxeo, y aseguran que la preparación física especial es el proceso del desarrollo de cualidades físicas que corresponden a las necesidades específicas del boxeo. La preparación física especial se desarrolla durante el entrenamiento en el gimnasio con los medios y métodos específicos del boxeo, como son: la escuela del combate, los sparrings y aparatos especiales de entrenamientos”.

    En la fase de preparación técnica especial el boxeador asimila la técnica específica del boxeo, se aprenden las leyes de la mecánica de los movimientos y las acciones propias del boxeo con el objetivo de lograr la especialización en cada movimiento, la enseñanza y el perfeccionamiento de los fundamentos técnicos del boxeo, la parada de combate, los desplazamientos, golpes y defensas, así como el desarrollo de la exactitud, la rapidez y la coordinación en el golpe.

    Según Jesús Domínguez y José Llano (1987: 117) “…en la preparación táctica del boxeador se deben tener en cuenta los siguientes aspectos: asimilación de los fundamentos teóricos de la táctica deportiva, estudio delas posibilidades de los contrarios, asimilación de los recursos tácticos, de sus condiciones y variantes hasta llegar a dominarlos perfectamente, así como el desarrollo de razonamiento táctico, éste se basa en el aprovechamiento de los conocimientos y las experiencias correspondientes, en la capacidad de observar atentamente, de captar y apreciar rápidamente la decisión correcta, apoyándose en la percepción, la concentración de la atención y la imaginación creadora”. A lo anterior se le suma, entrenamientos, topes de confrontación y sparring en situaciones similares a las de competencia, es necesario analizar los distintos horarios, régimen de alimentación, y comportamiento del público, con el objetico de elevar la disposición de los boxeadores para el logro de resultados deportivos. Para el desarrollo de la preparación táctica de los pugilistas en las escuelas de iniciación deportiva además del entrenamiento se utilizan otros métodos y formas como son: conferencias, películas seminarios, lecturas individuales y otras formas de enseñanzas, llevados a la práctica por un personal altamente calificado.

    La preparación táctica especial se estructura dentro de las particularidades de cada deporte, sobre la base de condiciones especificas de una determinada competencia atendiendo a las características individuales, conocidas de cada contario se orienta el perfeccionamiento máximo de las destrezas, hábitos y capacidades tácticas que califican al boxeador. Esta preparación comienza tan pronto se reciba una información adecuada del tipo de competencia y de los posibles participantes, pero se acentúa y profundiza el trabajo táctico individual una vez efectuado el sorteo, pues es aquí que se conoce el primes contrario, al que hay que derrotar, y los otros posibles contrarios, aquí se estudia y se chequea al contrario, estilo de pelea, la ubicación o ranking, etc.

    Sobre esta información es que se desarrolla la preparación táctica especial, para los autores de este estudio la preparación táctica especial está muy relacionada con la autorregulación del individuo atleta, en esta se deben desarrollar una serie de habilidades encaminadas al logro de la adaptación al medio y al mantenimiento de las motivaciones de los boxeadores escolares.

    Para el boxeador como en otro deporte la preparación técnico-táctica “constituye el componente previo de la preparación del deportista, pues la perfeccionada ejecución de la misma determina en gran medida el resultado deportivo, el mismo autor señala que además de ser la que provee al atleta de posiciones, movimientos y acciones dentro de todo el sistema, es la esencia, la razón de ser de los deportes, su identidad y el núcleo integrador” (Ruiz, 2011: 16).

    Dentro de la preparación básica de boxeador la psicológica es un componente esencial para los atletas que se inician en este deporte, Rudik (1989: 404) la observa como: “el nivel de desarrollo del conjunto de cualidades y propiedades psíquicas del deportista de las que depende la realización perfecta y confiable de la actividad deportiva en las condiciones extremas de los entrenamientos y las competencias”. Por otra parte Sánchez (2005: 214) la define como “…creación, desarrollo y perfeccionamiento de los procesos y cualidades psíquicas del deportista que son necesarias para el éxito”.

    Al hablar de preparación psicológica del boxeador no se debe obviar las particularidades esenciales durante las cuales se realiza la actividad boxística y hacia las que el entrenador debe orientar y dirigir todo el proceso de preparación, como el desarrollo gradual y posteriormente el logro de un alto nivel de perfección de las funciones psíquicas más importantes para éstos atletas, esta se alcanza mediante el proceso del entrenamiento sistemático, relacionándolo como se explicó al principio mediante la preparación física, técnica y táctica de los boxeadores, con la utilización de los medios y métodos especiales de dicha preparación. 

    Esto demuestra que la preparación psicológica de los boxeadores exige para que sea efectiva, de la confección individualizada de una caracterización psicológica diferenciada, según la cual sea posible juzgar acerca de los indicadores de la forma deportiva y la dinámica de estos en el proceso de entrenamiento y en la competencia, con vista a desarrollar habilidades psicológicas.

    La preparación psicológica, como una dirección de la preparación del deportista, cobra cada vez mayor importancia y significación, si bien a nivel teórico esta idea es válida, es necesario definir cómo realizar la preparación psicológica en con el boxeador, cuáles son sus objetivos en términos de acciones concretas para que la integración no se convierta en un discurso formal y se materialice en la práctica psicológica.

    Una de las particularidades más importante del boxeo es que el atleta tiene que enfrentarse directamente a un adversario con el cual interactúa prácticamente cuerpo a cuerpo, de ahí que tenga que superar la fuerza física que le impone el contrario, sino también la táctica que el mismo utiliza, así como la técnica que realice en cada uno de los movimientos ofensivos y defensivos, y todo ello debe hacerlo bajo un clima de alta tensión emocional.

    Por otro lado el escolar atleta que se inicia en este deporte tiene la responsabilidad par intentar alcanzar la victoria, de sobreponerse a cualquiera de las barreras psicológicas que le impone la situación y específicamente el contrario. En el boxeo las acciones se realizan con gran rapidez y dinamismo, en períodos de tiempo y espacios delimitados, en su mayor parte por las reglas de competencia, con movimientos muy precisos y ajustados a las situaciones competitivas, en tal sentido los autores de este artículo manifiestan que las emociones en el momento de la toma de decisiones es un factor ineludible en los futuros resultados del boxeador.

    El boxeo es un deporte que precisa de habilidades específicas, una de ellas es el control de los impulsos, sustentado en el dominio de las emociones. Un boxeador sin autocontrol es un rival fácil para otro púgil que sepa sacarlos de paso, la ira, el miedo, no controlados hace perder las posibilidades de superar el reto. En este sentido Meraní (1976: 56) define a las emociones como “un estado complejo del organismo, que incluye cambios fisiológicos del más amplio carácter-respiración, pulso, secreción glandular y del lado mental, un estado de excitación o de perturbación señalado por fuertes sentimientos y en lo común, por un impulso hacia una forma definida de conducta. Si la emoción es intensa aparece perturbación de las funciones intelectuales y disociación”.

    Las emociones, definidas como reacciones físicas de moderada intensidad actúan a la vez sobre la conducta motora y van acompañadas, sobre todo, de fenómenos orgánicos, especialmente, de naturaleza neurovegetativa, estas asumen una función de dirección del comportamiento. En este sentido, González Rey y Mitjans (1989) indican “que la idea, reflexión o valoración de algo, se construye sobre la base de las emociones, como manifestación de los motivos” (García Ucha, 2004:11).

    Para los autores de este artículo el autoconocimiento y el dominio de las funciones psíquicas son necesarios para el entrenamiento y la competencia, estas exigen del escolar atleta de boxeo habilidades psicológicas que se expresan en la ejecución de las acciones específicamente en el control de las emociones de los atletas. Así mismo plantea que la intervención psicológica en los atletas escolares que se inician en el boxeo tiene un valor imprescindible pues coadyuva a la formación y desarrollo de las habilidades intrapersonales que servirán de base a la autoperfección en el orden físico, técnico y táctico, potenciando el desarrollo de su personalidad

    Hoy las escuelas deportivas de Cuba tienen dentro de sus profesionales un grupo de especialistas encargados del desarrollo de habilidades y competencias, propiciando la formación de concepciones, puntos de vista, valoraciones, actitudes, regulación de conductas y reflexiones que les permita obtener resultados positivos como atletas y como futuros hombres y mujeres de este país.

    En este sentido la intervención psicológica es un eslabón necesario a decir de Lorenzo (1994), “la intervención psicológica en la actividad deportiva adquiere determinadas particularidades, derivadas de las especificidades del deporte, representando un reto para el profesional la preparación psicológica en aras de contribuir a la excelencia. La intervención representa un conjunto de técnicas, provenientes de la psicología experimental, clínica y social, que permite mejorar los recursos de regulación del atleta entrenado al enfrentarse a las situaciones nuevas, inesperadas o vivenciadas como desbordantes en referencia al análisis que hace el propio sujeto de la situación y de sus expectativas de éxito o de fracaso”.

    Es importante destacar que la intervención psicológica tiene como finalidad recibir la información que permita definir los objetivos del cambio, identificar las condiciones que mantienen el comportamiento o propician su aparición, seleccionar o aplicar los medios más útiles para lograr las transformaciones deseadas y valorar los resultados alcanzados. Palmi (1991) destaca un modelo de intervención psicológica para diferentes demandas deportivas teniendo en cuenta sus experiencias personales y una visión panorámica de la psicología del deporte. Propone entonces: entrenador de habilidades psicológicas, asesor del entrenador, visión interdisciplinaria y evaluación objetiva.

    Se ha considerado que el estudio de estas clasificaciones contribuye a un mejor tratamiento teórico y práctico de esta problemática, porque se corresponde con las diferentes demandas que emanan de la práctica deportiva. Actualmente, la mayoría de los modelos de intervención incluyen técnicas relacionadas con metodologías comportamentales como: observación, reforzamiento, determinación de objetivos y técnicas propias de modelos cognitivos basadas en control de pensamientos, resolución de problemas y práctica imaginada.

    Los autores de este estudio coinciden con García (1988) en la necesidad de diseñar programas de intervención en las cuales las interacciones competitivas son más complejas, dado que en estos se interrelacionan dos importantes aspectos: los objetivos individuales y el del equipo para lograr mejorar la cohesión y el entrenamiento de estrategias competitivas. García Ucha (2004: 84) plantea que “las intervenciones psicológicas se definen como las acciones que desempeña el psicólogo, entrenador u otro especialista con el propósito de que el deportista adquiera y desarrolle habilidades psicológicas para enfrentar el estrés en el entrenamiento y la competencia, y además perfeccionar sus capacidades en el deporte, estas tienen como objetivo la mejora sistemática y planificadas de las capacidades psíquicas implicadas en los rendimientos”, así como:

  1. La reestructuración de las valoraciones y percepciones bajo cuya influencia el deportista no puede mantener un ajuste adecuado entre su potencial y las exigencias de la actividad y las condiciones de su realización.

  2. La estabilización del comportamiento en la competición.

  3. La optimización y activación de los procesos de recuperación psicológicas para poder movilizar sus recursos personales en las competencias y entrenamientos.

  4. La preparación para reorganizar sus recursos psicológicos y ampliar el abanico de posibilidades mediante el afrontamiento de situaciones nuevas e imprevistas.

    Según Cruz (1993: 23), “la intervención psicológica debe centrarse prioritariamente en el rendimiento deportivo o en cuestiones más relacionadas con el deportista como persona, tales como su desarrollo integral, su funcionamiento general o su ajuste emocional. Parece claro, que el rendimiento del deportista debe ser, en general, el principal objetivo del entrenador a partir del trabajo psicológico en el contexto del deporte de competición, pero no por ello se debe olvidar al atleta como persona, ayudándole a que aproveche su experiencia en un sentido más amplio que el del rendimiento, se enfrente saludablemente a los riesgos y problemas psicológicos que pueden derivarse de las exigencias permanentes del deporte de competición y, en definitiva, sea una persona equilibrada, satisfecha y feliz, sin que por ello desvíe su atención del objetivo principal de su cometido como deportista de alto rendimiento.”

    Las intervenciones psicológicas en la práctica deportiva abarcan, por lo menos tres métodos que acaparan un numero de técnicas, entre estos métodos está el acompañamiento psicológico, la orientación psicológica, Por último el método de entrenamiento psicológico, Martens (1987), manifiesta que este es el “entrenamiento de habilidades psicológicas y tiene como finalidad ayudar al deportista a mejorar su capacidad de rendimiento, a disfrutar de la participación en el deporte y desarrollar actividades que vayan más allá de la actividad física ayudándolos a disfrutar de la vida”. En otro momento García Ucha (1997: 94), plantea que este método está encaminado a “entrenar al deportista para la adquisición y desarrollo de habilidades psicológicas que facilitan un accionar más eficiente y que tienen como fin mejorar la capacidad de autorregulación”. En este sentido los autores de este artículo están de acuerdo con ambos estudiosos, pues se refieren al desarrollo de habilidades que forman el soporte psicológico de la autorregulación en diferentes situaciones del deportista.

    Teniendo en cuenta lo anterior Rudik (1990: 88) plantea que “toda actividad consta de acciones aisladas y las acciones están formadas por diferentes operaciones, si el hombre no domina las operaciones de trabajo que caracterizan el tipo dado de actividad, no puede realizarlas con éxito, para esto existen dos fases de dominio de las operaciones, las habilidades y los hábitos”.

    En tal sentido Rudik (1990: 88), plantea que “…la acción cuya base es la aplicación práctica de los conocimientos recibidos y que conduce al éxito en un tipo de actividad determinado se denomina habilidad”. Por otro lado Madeleine Salellas Brínguez (2003: 1), denomina habilidad a un “…sistema complejo de operaciones necesarias para la regulación de la actividad y que su formación consiste en lograr el domino de un sistema de operaciones por parte del individuo, instrumentación consciente dominada y estructuras psicológicas del pensamiento que permiten asimilar, conservar, utilizar y exponer los conocimientos. Se forman y desarrollan a través de las acciones mentales y se convierten en modos de actuación que dan solución a tareas teóricas y prácticas. El proceso de formación de habilidades consiste en apropiarse de la estructura del objeto a través de múltiples operaciones y convertirlo en un modo de actuar, en un método para el estudio del objeto”, concepto al que se afilia el autor de este estudio por considerarlo más abarcador desde el punto de vista de social

    Desde la mirada de esta estructura, la habilidad constituye el dominio de acciones y operaciones psíquicas y prácticas que en su dinámica permiten una regulación racional de la actividad. El análisis permite presentar las cuestiones de más actualidad en este problema, en el boxeo. En primer lugar, a que el desarrollo gradual y el logro de un alto nivel de perfección de las funciones psíquicas más importantes para este deporte se alcanza mediante el proceso del entrenamiento sistemático, relacionándolo con la preparación física, técnica y táctica de los boxeadores, con la utilización de los medios y métodos especiales de preparación psicológica. En la actividad se revela una dinámica entre la habilidad y el hábito con la esencial diferencia que este último es el resultado de la automatización de las operaciones y la habilidad resulta de la sistematización de las acciones subordinadas a un fin consciente. La formación de hábitos asociado estrechamente con la habilidad le permite al sujeto elevar la calidad de su actuación en la actividad al provocar una serie de modificaciones en el aspecto operacional expresadas en:

  • Rapidez en las acciones como resultado de la automatización de las operaciones.

  • La integración de las operaciones parciales, aisladas en un proceso único, que transcurre ininterrumpidamente de forma fluida que adquiere forma de un sistema complejo y total.

  • Desaparición de todos aquellos movimientos y operaciones innecesarios que hacen lenta u obstaculiza la ejecución, dejando solamente como componentes del hábito aquellas operaciones necesarias y realmente efectivas.

  • La posibilidad de realizar al unísono otras operaciones que han sido automatizada, dado que su control consciente puede alcanzar otros aspectos.

  • Disminución del esfuerzo al actuar, de la posibilidad de la aparición precoz de la fatiga y de la tensión que puede producir determinadas acciones.

    Los autores de este trabajo sugieren para el desarrollo de habilidades psicológicas a los escolares boxeadores de la categoría 13-14 años el entrenamiento psicológico pues se trata de formar y desarrollar habilidades intrapsicológicas con el fin de conformar un atleta más competente emocionalmente, así mismo sugieren para esto sesiones de trabajo compuesto por actividades psicoeducativas la cual tiene como propósitos que se convierta en experiencia de aprendizaje, se inscribe además en el nivel de intervención, partiendo que intervenir es mediar, es tomar parte de un asunto, es la utilización de técnicas, procedimientos, y estilos de abordajes, y coinciden con Calviño Valdés (2002: 152) al referirse a las experiencias de otros especialistas en relación con el proceso de intervención y sus beneficios, donde se constata:

  • Mejoramiento del estado emocional.

  • Levantamiento contextual de la autoestima.

  • Aumento de la autoconfiaza y la seguridad personal.

  • Desarrollo de la capacidad de objetividad en la evaluación y análisis de situaciones vitales.

  • Adecuación de las exigencias y expectativas en relación a sí mismo y a los demás.

  • Mejor tolerancia personal a la frustración, y los conflictos sobre todo interpersonales.

  • Mejoría de las condiciones personales para la toma de decisiones prudentes.

  • Esclarecimiento discriminación de situaciones cotidianas de vida.

  • Elaboración de respuestas adaptativas de mayor nivel.

  • Mayor ajuste y gratificación en las relaciones interpersonales.

  • Comunicación más eficiente.

    Las mismas sin lugar a dudas son componentes esenciales en la preparación básica del atleta, las sesiones de trabajo que proponen los autores se apoyan en los resultados obtenidos a través de las habilidades escucha, observación y comprensión, así mismo, establece una adecuada relación empática con los escolares atletas donde favorece la participación de los mismos.

    Como punto de partida para el entrenamiento psicológico, se toma la estructura de las sesiones de trabajo propuestas por Godo Valera en el (2009) en su tesis de opción al grado científico de Máster en Ciencias de la Educación, esta estructura permite incluir recursos psicoterapéuticos que no deben faltar en el proceso de intervención como son:

  • La relajación.

  • Biblioterapia.

  • Técnicas de participación.

  • Mensajes teóricos.

  • Video debates.

  • Consejería.

  • Imaginería.

    Además de los puntos de discusión, donde se propicia la escucha, la observación y la comprensión de los participantes. Todo esto para lograr una adecuada retroalimentación entre los atletas y el especialista, la amplificación del objetivo, dirigido al crecimiento personal y la experiencia de aprendizaje para los escolares atletas que se inician en el deporte de alto rendimiento, demandando de un modelo que propicie su protagonismo, donde el lugar del saber y el poder sea compartido por todos los integrantes del equipo, aceptando que estos poseen un saber, una experiencia útil y necesaria para la construcción de sus conocimientos.

Conclusiones

    La preparación básica del boxeador que se inicia en el deporte de alto rendimiento constituye un elemento indispensable en la preparación psicológica del deportista, así mismo el desarrollo de habilidades psicológicas conduce a la educación de superación de los diferentes obstáculos del deporte y de la vida en general, en un grado ascendente en su complejidad y con la elevación de la calificación del futuro deportista.

    Es imprescindible para su perfeccionamiento el conocimiento y la comprensión en el rendimiento en las diferentes etapas de la preparación básica, la selección y planificación correcta de acciones, medios y soluciones por parte de los entrenadores, la identificación y presentación adecuada de las exigencias en cada etapa, el conocimiento de los motivos para la práctica deportiva, así como el dominio y utilización de mecanismos de autorregulación por parte de deportistas y entrenadores, En este sentido la intervención psicológica desde el entrenamiento psicológico es imprescindible en el desarrollo de experiencias emocionales positivas favoreciendo el desarrollo de la armonía emocional en estos escolares de boxeo que se inician en el deporte de alto rendimiento.

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