Potencia anaeróbica máxima en futbolistas de categorías menores del Distrito Capital |
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*Profesora Instructora Instituto Pedagógico de Maracay, Maracay, Aragua **Profesor Agregado Instituto Pedagógico de Caracas, Caracas (Venezuela) |
Maira José Vallenilla* Pedro Felipe Gamardo** |
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Resumen El objetivo de esta investigación fue evaluar la potencia anaeróbica del tren inferior de los futbolistas de categorías menores del Distrito Capital con relación a la posición de juego. El trabajo se desarrolló bajo una modalidad de investigación de campo. Los 58 sujetos de estudio participaron voluntariamente, con edades entre 13 y 19 años pertenecientes a diversos clubes deportivos de Caracas. Las pruebas utilizadas fueron test de saltabilidad de Abalakov y el test de Wingate de 30 segundos. El procesamiento estadístico se desarrolló con estadígrafo descriptivo, Anova y coeficiente de correlación de Pearson, mediante el software SPSS versión 12.0. Los resultados obtenidos indican diferencias significativas (p < 0,05) en la altura de salto y el porcentaje de grasa con respecto a los grupos etarios y en el pliegue de pantorrilla y la potencia pico con respecto a la posición. En conclusión la potencia anaeróbica reportada por los jugadores, de acuerdo a la edad y a la posición de juego, no fue similar. Se recomienda evaluar integralmente a los atletas con el propósito de hacer un seguimiento en su estado de salud general y la evolución en la condición física en las distintas cualidades físicas y técnica necesarias para la especialidad deportiva. Palabras clave: Fútbol. Saltabilidad. Potencia pico. Test de Wingate. Test Abalakov.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 175, Diciembre de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El auge creciente de la competitividad en el fútbol ha llevado a la constante investigación de todos los factores que intervienen para lograr el éxito, por ejemplo, sistemas de entrenamiento, nutrición, tipo de balón, el diseño del calzado y atuendos apropiados, el césped y ambiente de juego. Las características físicas del jugador y la posición de juego se han relacionado con el fin de conocer cómo influye en el rendimiento; esta consideración se ha extendido a las escuelas que forman jugadores de menor edad y experiencia de juego. En este sentido, conocer esta influencia derivada del juego permite establecer las orientaciones que debe contener la programación del entrenamiento en cuanto a edad y rendimiento físico de características anaeróbicas.
En el campo de juego los jugadores se distribuyen atendiendo a las siguientes funciones tácticas: guardameta, defensa, centrocampista y delantero. Estas funciones hacen que las características energéticas que poseen los futbolistas sean diferenciadas como lo plantea Bansgbo (1991): el portero debe poseer potencia anaeróbica alactácida superior al resto de los jugadores, esto le permite realizar acciones explosivas como saltos verticales y horizontales y carreras cortas de dos a tres metros a máxima intensidad. Los defensas y delanteros tienen similitud en los requerimientos energéticos, con predominio de la potencia anaeróbica lactácida, cubren distancias entre 20 a 30 metros con gran velocidad y de alta intensidad; los mediocampistas destacan por su potencia aeróbica superior, que les permiten realizar la transición de la defensa a la zona de ataque cubriendo distancias más largas con respecto al resto de los jugadores.
En este sentido, las acciones que describen la vía energética anaeróbica en el fútbol están enfocadas en los sprint, los pases, los dribles, los saltos y el chute de balón. Para Juárez, López, de Antonio y Navarro (2009) son acciones de alta intensidad, de gran potencia y explosividad. Así mismo, Bansgbo (1991) reportó que la distancia media cubierta durante los partidos de la competencia fue 10,8 kilómetros y la diferencia media entre los partidos individuales fue de 0,92 kilómetros; los centrocampistas cubrieron un 10 porciento mayor de distancia (11,4 km) que los defensores y delanteros. Por tal razones el fútbol clasifica como una especialidad deportiva mixta, intermitente y acíclica (Urzua, Von Oetenger y Cancino, 2009).
Entre los métodos indirectos notorios para evaluar el rendimiento energético del deportista están las pruebas de campo y laboratorio (Chamari, Hachana, Ahmed, Galy, Sghaïer, Chatard, Hue y Wisloff, 2004). Consisten en la realización de una acción motriz estandarizada (Vandewalle, Péres y Monod, 1987), que puede ser ejecutada por cualquier persona en un tiempo determinado, que permite interpretar el rendimiento muscular, Alegre, Lara, Elvira, y Aguado (2009), en algún momento del periodo de entrenamiento. Entre los test de corta y mediana duración figuran Abalakov y Wingate.
El primero consiste en un salto vertical para lograr la máxima altura de despegue. El segundo consiste en la realización de un esfuerzo cíclico máximo sobre un cicloergómetro, es una prueba de gran aceptación para evaluar el rendimiento por su versatilidad respectos a otros test (Sands, McNeal, Ochi, Urbanek, Jemni y Stone, 2004). Siendo la potencia, una cualidad física importante en el desarrollo del juego del fútbol, la resultante entre la fuerza empleada y el tiempo de ejecución (Billat, 2002). En un sentido físico la potencia (P) está definida por MacDugall, Wenger y Green (2000) como “el ritmo temporal (t) al que se realiza el trabajo mecánico (W), por lo tanto P = W/t.” (p. 38).
El interés por conocer el rendimiento físico de estos jugadores, en términos de la potencia anaeróbica, orientó la estructuración de esta investigación, con el propósito de crear una base de datos que coadyuve en el proceso de selección de los jugadores, conocer la evolución del entrenamiento y que sirva de marco referencial para el control del entrenamiento.
Por lo antes descrito se plantea la siguiente interrogante de investigación: ¿Cuáles son las diferencias o semejanzas del rendimiento anaeróbico de futbolistas categorías menores del Distrito Capital de acuerdo con la edad y la posición dentro del campo de juego?
Objetivo de la investigación
Evaluar la potencia anaeróbica del tren inferior de los futbolistas del Distrito Capital con relación a la edad y a la posición que ocupan en el campo de juego.
Objetivos específicos
Determinar la potencia anaeróbica del tren inferior de los futbolistas de la categorías menores del Distrito Capital mediante el test de Wingate de 30 segundos y el test de saltabilidad Abalakov.
Establecer las diferencias de la potencia muscular anaeróbica del tren inferior por edad y posición de juego de los futbolistas de categorías menores del Distrito Capital.
Justificación del estudio
Tomando en consideración que el fútbol de campo es una especialidad deportiva en la que participa la totalidad de la estructura corporal, con diversidad de acciones motrices acíclicas, sobre el tren inferior recae la mayor contribución del desempeño dentro del juego. Por esta razón, el control del entrenamiento físico debe estar orientado hacia una evaluación que integre los sistemas anaeróbicos y aeróbico del futbolista.
Metodología
Diseño de la investigación
La modalidad de esta investigación corresponde a un estudio de campo, de acuerdo con el Manual de Trabajos de Grado de Especialización y Maestría y Tesis Doctorales (UPEL, 2006). El nivel de la investigación es considera comparativo, debido a que las variables de estudio fueron comparadas con varios grupos; etarios (de 13 a 19 años) y posición de juego (delantero, medio y defensa).
Población
La población estuvo conformada por todos los jugadores de fútbol, masculinos de categorías menores del Distrito Capital, que participarían en la liga distrital del años 2010.
Muestra
La muestra de estudio estuvo conformada por 58 futbolistas de categorías menores del Distrito Capital con edades comprendidas entres 13 y 19 años, con experiencia de juego no menor a 3 años.
Procedimiento para la recolección de los datos
El estudio se inició con una convocatoria a los entrenadores de los equipos que participaron con el propósito de informarles el objetivo de la investigación.
Una vez aprobado el proyecto por parte de los entrenadores, se solicitó por escrito autorización a padres y representantes para la participación sus representados en la investigación
El proceso de evaluaciones físicas en el siguiente orden:
Elaboración de la base de datos que contenía información relacionada con las características demográficas de todos los sujetos.
Inicio de las evaluaciones antropométricas en el siguiente orden: masa corporal la estatura de pie; pliegues, previamente se demarcaron los puntos de referencia anatómicos utilizando un lápiz demográfico, siguiendo el protocolo ISAK (2001). Para la consistencia del valor de la medición se hicieron dos mediciones de cada pliegue.
Se calculó el porcentaje de grasa corporal mediante la ecuación de Slaughter (1988). Los sujetos se citaron para el horario de la mañana y la toma de las mediciones se realizó con el mínimo de vestimenta posible. Se utilizó: calibrador de pliegues dérmicos marca Slimguide, cinta métrica flexible marca Sanny, estadiómetro fijo marca Sanny, lápiz dermográfico, balanza poliestatural.
Pruebas físicas
Test de Saltabilidad protocolo de Abalakov: el objetivo de la prueba fue alcanzar la máxima altura en un salto vertical con balanceo de los brazos. Se permitió 02 intentos a cada sujeto. El jugador se colocó en el centro de la alfombra, para activar el cronómetro, a la voz del evaluador “salta” realizaba los saltos desde la posición de pie, con flexión libre de rodillas y caderas, manteniendo el aterrizaje dentro de la alfombra.
El dispositivo empleado consistió en una alfombra de contacto marca Axon Jump, modelo T, conectada a un computador para procesar los datos obtenidos mediante el software Axón Jump versión 4.0. Para que los sujetos tuvieran conocimiento de la prueba se les dio una explicación y demostración con un monitor más avanzado, se les permitió ensayar con dos series de ochos saltos continuos de baja explosividad por cada jugador, en la siguiente serie de saltos se incrementó la explosividad.
Test Wingate de 30 segundos (1974): El objetivo del test fue evaluar el rendimiento muscular de media duración mediante un gesto motriz cíclico. Antes de la prueba se les informó a los sujetos sobre el objetivo de la prueba, la descripción y las condiciones en las que debe realizar el test. Con el valor de la masa corporal se calculó la resistencia individual, mediante la ecuación siguiente:
Antes de iniciar la prueba, los sujetos realizaron un acondicionamiento neuromuscular en el ergómetro Treadmill que consistió en: una marcha a 2 millas por hora durante 3 minutos, con incremento a 5 millas por hora durante dos minutos adicionales. Luego en el cicloergómetro Monark modelo 894Ea, pedalearon sin resistencia durante un minuto. Seguidamente, se aumentó la resistencia de frenado a una carga equivalente del 60 por ciento de la teórica real.
Una vez concluido el acondicionamiento neuromuscular se procedió a realizar el test ajustando la resistencia con la carga teórica real, se pidió a los sujetos que iniciara el pedaleo a la máxima frecuencia posible. Transcurrido tres segundos se liberó la resistencia y simultáneamente se registró el tiempo de duración del test (30 segundos) y la frecuencia de pedaleo en el software Monark Anaerobic Test 2.1 Ergomedic 894E.
Al finalizar la prueba se le preguntó a los sujetos a qué intensidad percibieron el esfuerzo de acuerdo a la escala de Borg (1982) y realizaron un periodo de recuperación activa de cinco minutos. Durante ese tiempo se monitoreó la frecuencia cardiaca hasta que los sujetos regresaron a valores de frecuencia cardíaca aproximada a los obtenidos durante el pre-esfuerzo (por debajo de 130 latidos por minutos).
La prueba registró resultados expresados en valores absolutos y relativos de: potencia pico, potencia media, potencia mínima e índice de fatiga. Se utilizó: Pulsómetro Polar 625S, Computadora portátil marca Dell y de escritorio marca IBM, tapiz de salto Axonjump modelo T Cicloergómetro Monark 894E, Treadmill Trackmaster modelo TMX425CP.
Planilla para registro de información demografía. Indicó los datos personales de los sujetos, junto con los datos recogidos en la evolución antropométrica y los test de potencia de tren inferior.
Técnica de análisis de datos
Los datos fueron procesados con estadística descriptiva, media, desviación estándar, valores máximos y mínimos, varianza; test de normalidad Kolmogorov–Smirnov Z; correlación r de Pearson y comparación múltiple ANOVA.
Resultados
El test de normalidad Kolmogorov-Smirnov permitió determinar la distribución normal de la muestra. Los hallazgos manifiestan que las variables evaluadas poseen a una distribución normal.
El cuadro 1 muestra los valores antropométricos de los jugadores.
Cuadro 1. Valores de la estatura para cada grupo de acuerdo con la edad
Se observa que la media de la estatura, la masa corporal se incrementan con la edad y se estabiliza hacia los 14 años. La media del índice de masa corporal permanece en niveles considerados normales para todas las edades.
Gráfico 1. Comparación en los valores de la altura alcanzada según la posición de juego
El gráfico 1 revela el comportamiento de los sujetos en el test de Abalakov según la posición de juego. Los delanteros poseen menos dispersión en la altura alcanzada; también el desempeño promedio es más elevado (43,72 cm) con respecto a los defensas y medios (39,77 cm y 42,35 cm) y presenta un caso atípico que supera los 60 cm del salto.
El grupo de defensas presenta mayor variabilidad en sus datos. Los jugadores medios, reflejan una asimetría negativa y los datos se concentras por encima de la media, esto es, tercer cuartil. Tomando en cuenta el límite inferior, se observa parte de los defensores muestran menor capacidad de salto respecto al resto de los grupos; también se reportan dos casos atípicos que se encuentran por debajo de 10 cm de ejecución.
En la potencia pico máxima alcanzada por los sujetos en el test de Wingate de 30 segundos se evidencia que con mayor los jugadores defensas presentaron mayor rendimiento promedio con 10,73 w.kg-1. De forma similar, los delanteros se ubicaron en el segundo cuartil.
Gráfico 2. Comparación en los valores de la potencia pico máxima relativa según la posición de juego
En jugadores medio se refleja mayor dispersión hacia el tercer cuartil y se evidencia dos casos atípicos, por debajo de 3 w.kg-1 y otro que supera los 14 w.kg-1. Los jugadores defensores y delanteros presentaron valores inferiores a 3 w.kg-1.
Las diferencias significativas del porcentaje de grasa se observó en el grupo de 19 años con grupos los de 14, 15 y 16 años. En el cuadro 2 se exponen los valores obtenidos en la comparación de media. La diferencia observada es atribuible al avance de la edad con el menor porcentaje de grasa; Guerrero y Sánchez (2009), Plata (2003) y Correa (2008) reportaron el mismo comportamiento.
En la altura de salto del test Abalakov se reportaron diferencias significativas en grupo de 13 años con los de 16, 17 y 19 años. Esto se debe a que los resultados obtenidos en la prueba del grupo etario menor, fue inferior a los del resto. MacDougall et al (2000) indica que los niños a medida que aumentan de tamaños van adquiriendo un rendimiento de fuerza superior por el desarrollo muscular que se genera producto de la maduración. Por esta razón, los grupos etarios de mayor edad manifestaron mayor potencia en el salto.
Cuadro 2. Valores de la significancia
El desempeño del test de Abalakov indicaron que los jugadores alcanzaron en promedio 41,41 cm, valor superior a los de Carbonel, Aparicio y Delgado (2008) con 37,31 cm, y similares a los mostrados por Ferrer y Barrios (2004) de 41,5 con futbolistas españoles.
Otros expertos, diferenciando a los jugadores por la edad, obtuvieron resultados superiores, Castillo (2005) en niños de 13 años reportó 36,78 cm; Rivera y Avella (1992) en tres grupos encontró que los jugadores de 14–15 años lograron 32,5 cm; los 16–17 años alcanzaron 34,6 cm; y el grupo de 18–19 años 38,2 cm.
En cuanto al test de Wingate los valores correspondientes promedio fueron: potencias pico (PP) 10,31 w/kg-1, potencia media (PM) 5,24 w/kg-1 e índice de fatiga (IF) 25,29 w/kg-1. Las diferencias significativas en la Potencia Pico se observaron entre los mediocampistas y delanteros, cuadro 3. Beneke, Hütle y Lethäuser (2007) evaluaron adolescentes y encontraron valores de PP superior (11,5 w/kg-1). Panorac, Matavulj, Rajkavaca y Kovacevíc (2007) con futbolistas de la Banja Luka, Republica de Srpska reportaron una PP inferior (9,75 w/kg-1).
Cuadro 3. Valores de significancia de la potencia pico por posición de juego
Al-Hazzaa et al (2001) no encontró diferencias significativas en la potencia pico, reportó que los valores más altos los obtuvieron jugadores de la posición central y defensas. Miller, Kieffer, Kemp y Torres (2011) con futbolistas de tercera división encontraron valores similares: PP 10,9 w/kg-1, PM 8,9 w/kg-1 e IF 35,9%. Es posible que la planificación del entrenamiento físico empleada no se fundamentara en las particularidades y necesidades individuales.
El cuadro 4 muestra los valores reportados de acuerdo con el r Pearson. Los resultados entre los componentes del test de Wingate denotan que la potencia pico y la potencia media se relacionaron estrechamente (P < 0,05). Estos dos componentes del test brindan información sobre el rendimiento individual de manera relativa que orienta el entrenamiento físico por jugador. Puede esperarse valores altos de la potencia promedio si la potencia pico genera valores altos. Miller et al (2011) halló alta correlación negativa entre la potencia pico y el índice de fatiga, se interpreta como una adaptación importante del organismo entrenado que se hace más eficiente para alcanzar altos valores de trabajo con baja producción de fatiga muscular.
Cuadro 4. Valores de la correlación obtenida por la prueba de producto momento de Pearson
El porcentaje de grasa mostró relación negativa con la edad, siendo positiva con el pliegue del tríceps (P < 0,05). En lo concerniente al porcentaje de grasa y la edad el mismo disminuyó en la medida que los sujetos eran mayores, este comportamiento implica aumento de la masa muscular conforme avanza el desarrollo biológico. Resultados similares reportaron Guerrero y Sánchez (2009); Plata (2003) encontró que el componente muscular y óseo era mayor con la edad y la estatura, mientras el porcentaje de grasa fue bajo.
En el caso de la relación del porcentaje de grasa y el pliegue de tríceps, se nota aumento en ambos valores, Correa (2008) afirma que los índices antropométricos brindan una referencia del estado nutricional individual; por ello, el pliegue de tríceps se puede considerar indicador útil para estimar el nivel nutricional de los sujetos. El pliegue de pantorrilla no mostró relación con el porcentaje de grasa, aunque ambos pliegues mostraron relación entre sí, pero no significativa.
La resistencia empleada en el cicloergómetro para el test de Wingate mostró relación positiva y moderada (P < 0,05) con la edad y la altura de salto. La primera consideración al respecto es que con a mayor edad mayor peso corporal y mayor estatura (la resistencia se determinó con R = Peso Kg * 0,075). El rendimiento de los jugadores es mayor en torno a la edad indicando que la maduración tiene importancia en las diferencias encontradas (Malina, Eisenmann, Cumming, Ribeiro y Aroso, 2003).
Conclusión
La potencia anaeróbica reportada por los jugadores de acuerdo a la edad y con la posición de juego no es similar. Se recomienda una evaluación integral con el propósito de hacer un seguimiento del estado de salud general y de la evolución física de las distintas cualidades físicas y técnica necesarias para la especialidad deportiva.
Referencias
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