Medidas para la prevención de lesiones deportivas | |||
Profesora Contratada Interina Facultad de Fisioterapia. Universidad de Vigo Dra. Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Diplomada en Fisioterapia |
Rocío Abalo Núñez (España) |
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Resumen El presente trabajo pone de manifiesto la importancia de realizar un buen trabajo de prevención de lesiones deportivas. Así, en una revisión de la bibliografía se muestran las recomendaciones de diferentes autores encaminadas a evitar y/o minimizar la aparición de las lesiones en los deportistas. Palabras clave: Lesiones. Prevención. Salud. Deporte.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 175, Diciembre de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Muchas publicaciones señalan que los beneficios de la salud proporcionados por la actividad física regular exceden el riesgo de una lesión asociada con los deportes, incluso para los deportistas de élite. En estudios realizados en Finlandia se observó que los ex-atletas de equipos nacionales en disciplinas de resistencia y en los deportes de equipo viven más que los no deportistas, principalmente porque tienen menor incidencia de cáncer, enfermedades pulmonares, cardíacas o vasculares. Aunque las ganancias en la salud con la práctica de actividad física se reflejan en el aumento de las expectativas de vida y en el menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de diabetes, no hay que pasar por alto la necesidad de reducir el riesgo de lesiones deportivas mediante programas de prevención (Bahr y Maehlum, 2007).
La prevención de las lesiones deportivas tiene que ser una prioridad para cualquier persona relacionada con el deporte, en particular para los entrenadores, preparadores físicos y personal médico.
La bibliografía publicada sobre lesiones deportivas es extensa, sin embargo, son necesarias investigaciones específicas sobre las nuevas disciplinas, para un mejor esclarecimiento de sus diversos aspectos, así como la importancia de investigar sobre lesiones en gente joven y determinar desde temprana edad causas de éstas e intentar minimizarlas (Krasnow, Mainwaring y Kerr, 1999; Caine, Caine y Lindner, 1996). De hecho se conocen mucho mejor los tratamientos que los factores de riesgo y su prevención, lo que explica por qué no disminuyen significativamente el número de lesiones durante la práctica deportiva (Jones, Cowan y Knapik, 1994).
Para evitar las lesiones deportivas se debería de elaborar un buen programa de prevención, pero para ello es necesario identificar los factores causantes. En principio, parece simple, en lesiones corrientes por ejemplo, en Gimnasia Aeróbica tras un salto, se produce un esguince del ligamento lateral externo, la causa parece ser el mal apoyo en la recepción, sin embargo, otros factores pueden haber sido la causa de la lesión: la edad, el calzado, la superficie, la existencia de lesiones anteriores, la elasticidad de los ligamentos, etc.
Según Pfeiffer y Magnus (2007) si se determina la relación estadística que hay entre los posibles factores de riesgo y las lesiones específicas, las organizaciones deportivas pueden desarrollar estrategias que reduzcan o eliminen el riesgo de padecer lesiones deportivas.
Medidas de prevención
Reström (1999) comenta que sería necesario que el mundo del deporte se centrara más en la prevención y en una asistencia correcta. La comprensión de los mecanismos de las lesiones y de los riesgos puede hacer posible una prevención más eficaz, aunque para ello es necesario el aval de nuevos estudios científicos que proporcionen más información sobre la prevención de lesiones y la asistencia médica deportiva.
Sería recomendable e incluso obligatoria la realización de algún tipo de revisión física previa (RFP) a la práctica deportiva ya fuese recreativa o competitiva. Un consorcio de organizaciones médicas profesionales, The American Academy of Family Physicians (1992), ha elaborado y publicado una serie de pautas generales para realizar un RFP. Los objetivos que se marcan son los siguientes:
Objetivos primarios
Detectar enfermedades que puedan limitar la participación.
Detectar enfermedades que puedan predisponer al deportista a sufrir lesiones.
Hallar los requisitos legales y de aseguración.
Objetivos secundarios
Determinar el nivel general de salud.
Aconsejar sobre temas relacionados con la salud.
Valorar la madurez de los deportistas.
Valorar el nivel de forma física y los resultados.
En esta RFP, se contemplan distintos requisitos: requisitos obligatorios (altura/peso, signos vitales, visión, revisión de la historia médica, exploración física: médica y ortopédica, valoración/conclusión) y requisitos opcionales (examen ortopédico, flexibilidad, composición corporal, fuerza, rapidez, agilidad, potencia, equilibrio, resistencia).
Dyment (1991) recomienda que todos los deportistas se sometan a una RFP cada dos años, con una revisión provisional antes de la temporada.
En cualquier deporte encontramos los siguientes componentes fundamentales: el sujeto, el medio en el que se realiza, los medios con los que se lleva a cabo y la finalidad pretendida. La falta de armonía de alguno de estos componentes condiciona el riesgo de cada deporte, que será mayor cuanto menos se cumplan las condiciones óptimas en cada uno de ellos.
El sujeto. Todo practicante debería de ser reconocido por un médico especialista en medicina deportiva, para constatar que no padece ninguna enfermedad orgánica ni sufre alguna alteración que le impida la práctica de deportiva. Debería de ser orientado a la modalidad deportiva que más se adecue a su biotipología y a sus cualidades.
El espacio debe ser lo más favorable para la práctica deportiva.
Los medios con los que se lleva a cabo deben de ser los más apropiados.
La finalidad: la satisfacción de la práctica o el triunfo personal y/o del equipo.
Peterson y Renström (1989) establece como aspectos a tener en cuanta en la prevención: el entrenamiento y la preparación para la competición, la preparación psicológica, equipos, reglamentos e higiene personal.
Unos años antes, Navés, Salvador y Puig (1986) establecen como principales pautas en la prevención de lesiones lo siguiente:
Conocer el deporte antes de practicarlo.
Conocer el reglamento.
Disminuir o parar el ejercicio en caso de malestar.
No medir las capacidades con un deportista superior.
Realizar muchos calentamientos y entrenamientos.
Ser prudente, no cobarde.
Utilizar el equipamiento necesario.
En la prevención de lesiones deportivas no sólo se centra en el deportista, sino que también en el entorno y las personas que lo rodean. De ahí se establecen como causas: las instalaciones deportivas, el material deportivo, aspectos referidos a la persona practicante (preparación física y nutrición), gesto técnico y el calentamiento (Guerrero y Pérez, 2000).
Barcala, García, Caamaño y Campanero (2005) establecen cuatro medidas para la prevención de lesiones:
Reconocimientos médicos exhaustivos.
Inspeccionar el terreno de juego.
Material y equipamientos apropiado y en buen estado.
Construcción de la sesión de trabajo respetando los principios fisiológicos y la biomecánica deportiva.
Ripoll (1999 citado en Alonso, López, Fernández y García Soidán, 2002) habla de unas condiciones de seguridad necesarias para toda práctica deportiva reglada:
Preventiva, tanto su apartado administrativo (existencia de seguro médico y licencia federativa) e informativo (normas de seguridad y estado del material).
Operativa, diseñando las pautas de actuación ante un accidente.
Dentro del apartado operativo de alguna manera se incluiría la aplicación de los primeros auxilios, tan necesarios y transcendentales para la posterior evolución y recuperación de los deportistas.
A pesar de que los deportes tienen patrones de lesión únicos, con diferentes causas y factores de riesgo para las lesiones más frecuentes, Bahr y Maehlum (2007) nos explican algunos principios generales de prevención de la lesión que se aplican a todos los deportes.
Entrada en calor y elongación. Comenzar con ejercicios generales de moderada intensidad, con el fin de aumentar la temperatura corporal y seguir con elongaciones para preparar a los músculos y a las articulaciones para un esfuerzo máximo.
Progresión adecuada del entrenamiento.
Equipo protector.
Juego limpio. Respeto por las reglas del deporte y el conocimiento de las sustancias de dopaje.
Exámenes físicos. Antes del comienzo de la temporada puede poner al descubierto potenciales problemas capaces de aumentar el riesgo de lesión en el deportista, como secuelas de lesiones previas, inestabilidad articular, trastornos generales o consideraciones biomecánicas (por ejemplo, defectos de alineación).
Hinrichs (1999) afirma que conociendo las causas de las lesiones provocadas por accidentes deportivos y las posibles sobrecargas de cada disciplina, en especial las relacionadas con alteraciones provocadas por el desarrollo corporal y con traumatismos que no se han curado, es posible evitar riesgos para la salud del deportista. Las medidas que se pueden adoptar pueden ser las siguientes: que el deportista adopte conductas que reduzcan las posibilidades de lesión, realizar entrenamientos en condiciones óptimas de seguridad, atender a las instrucciones del entrenador/a, un tratamiento médico en el momento oportuno y una revisión médica periódica constituyen factores para evitar graves lesiones.
Este mismo autor, establece como medidas preventivas generales, las siguientes:
Influencia psíquica
Las lesiones pueden dar lugar a cambios psíquicos y hacer que la lesión le sirva de excusa para justificar su fracaso deportivo e influya negativamente en sus entrenamientos y en el nivel de rendimiento en las competiciones.
Aptitud para el deporte
El deportista debe de cumplir unas premisas para poseer aptitudes para la práctica de ese deporte: el deportista debería de tener una constitución corporal necesaria para la disciplina deportiva que practica. El nivel de entrenamiento exigido debe de adaptarse a la edad del practicante. El deportista debe tener la columna vertebral y las articulaciones en condiciones óptimas para soportar la especialidad deportiva sin riesgo. Un reconocimiento médico bastaría para comenzar la práctica deportiva.
Nivel de entrenamiento
Con una preparación adecuada el deportista tendrá menor riesgo de sufrir alguna lesión.
Entrenamiento infantil
Tener en cuenta que tienen una capacidad de rendimiento inferior como consecuencia de su menor volumen corporal y un peso más reducido. El consumo de energía con relación a su rendimiento se halla en competencia con el necesario para su crecimiento. La carencia de experiencia motriz (coordinación) del niño da lugar a un mayor consumo de energía. Las fases de crecimiento de los huesos y los cartílagos sólo dejan margen a una limitada capacidad de esfuerzo. Tener presente el componente lúdico.
Preparación y regeneración
A través de un buen precalentamiento, gimnasia distensora y enfriamiento se reduce apreciablemente el riesgo de que se produzcan lesiones, pero además se eleva el nivel de rendimiento y se acentúa la motivación.
Alimentación
Una correcta alimentación e hidratación son premisas necesarias para soportar los esfuerzos de cualquier práctica deportiva.
Equipo protector
Está destinado para la prevención de las atloptías como consecuencia de los microtraumatismos. Una protección apropiada para las lesiones articulares la tenemos en los vendajes funcionales que contribuyen a estabilizar la articulación e impedir determinados movimientos, como por ejemplo, distensiones súbitas de las articulaciones digitales y del codo.
Indumentaria, calzado y superficie
Rasines (2000) en su tesis doctoral sobre la lucha canaria establece medidas preventivas relacionadas con:
La condición física: un calentamiento suficiente para alcanzar la temperatura muscular, flexibilidad y acondicionamiento cardiovascular.
El deportista: supervisión del entrenador, preparador físico, protecciones y aumentar el nivel de entrenamiento.
Las condiciones de entrenamiento: espacio, temperatura, humedad, suelo.
El sistema sanitario: examen físico en la pretemporada, cobertura médica, protocolos de emergencia y tratamientos médicos, estrictos criterios de retorno a la competición y una rápida y adecuada rehabilitación.
Como podemos observar en las medidas preventivas propuestas por diferentes autores, siempre está presenta la revisión médica que debe comenzar en los inicios de la práctica deportiva.
Así, la Federación Internacional de Medicina del Deporte, recogiendo posiciones de organismos internacionales como el American Collage of Sports Medicine, el Consejo de Europa y la Academia americana de Pediatría hizo pública en 1991 su posición basada en la necesidad de realizar un reconocimiento médico previo a todo niño que vaya a participar en un programa deportivo; el mantenimiento de una supervisión médica continua en todo programa deportivo con participación de niños; la asunción por parte del entrenador de un papel pedagógico; la diversificación de actividades a realizar rehuyendo de la especialización prematura; la necesidad de clasificar a los niños; con vistas a la competición, no por la edad cronológica sino por su madurez, tamaño corporal, destreza y sexo; la adecuación de las reglas y duración de las competiciones a la edad de los participantes y no iniciar antes del final de la maduración física actividades como la halterofilia o las carreras competitivas de gran fondo.
Buceta (1996) destaca que para prevenir las lesiones sería conveniente determinar las variables que puedan incrementar la vulnerabilidad de los deportistas a lesionarse y las medidas apropiadas para posteriormente neutralizarlas.
Conclusiones
La información que se pone de manifiesto en las líneas anteriores podrá contribuir a que los entrenadores y preparadores físicos tomen las medidas que creen oportunas para minimizar la aparición de las lesiones en los deportistas.
Lo ideal sería un trabajo multidisciplinar de médico, podólogo, fisioterapeuta, preparador físico y entrenador para aun mejor rendimiento deportivo. Como en muchas ocasiones no es posible que todos estén en un mismo equipo o club si se debiera contar con el profesional correspondiente en caso de lesión y no asumir todos los roles el entrenador.
Referencias bibliográficas
Alonso Fernández, D., López González, D., Fernández Rodríguez, R. y García Soidan, J.L. (2002). Lesiones en las actividades gimnásticas. I Simposium Internacional de Actividades Gimnásticas y Acrobáticas). Enseñanza y Entrenamiento de la Gimnasia y la Acrobacia. Cáceres: Facultad del Deporte. Universidad de Extremadura.
Bahr, R. y Maehlum, S. (2007). Lesiones deportivas. Madrid: Panamericana.
Barcala, R., García, J.L, Caamaño, A. y Campanero, D. (2005). Manual de Primeros Auxilios. Sevilla: Wanceulen
Buceta, J.M. (1996). Psicología y Lesiones Deportivas. Madrid: Dykinson.
Caine, C., Caine, D. y Lindner, K. (1996). Epidemiology of sports injuries. Champaign: Human Kinetics.
Dyment, P.G. (1991). Sports Medicine: Health Care for young Athletese. (2ª ed.). Elk Growe Village, III: American Academy of Pediatrics.
Guerrero, R. y Pérez, B. (2000). Prevención y tratamiento de lesiones en la práctica deportiva. Jaén: Formación Alcalá.
Hinrichs, H. (1999). Lesiones deportivas. Barcelona: Hispano Europea
Jones, B.H., Cowan, D.N. y Knapik, J.J. (1994). Exercise, training and injuries [Abstract]. Sport medicine, 18, 202-214.
Krasnow, D., Mainwaring, L. y Kerr, G. (1999). Injury, stress and perfectionism in young dancers and gymnasts [Abstract]. Journal of Dance Medicine and Science, 3, (2), 51-58.
Navés, J., Salvador, A. y Puig, M. (1986). Traumatología del deporte (2ª ed.). Barcelona: Salvat.
Peterson, L. y Renström, P. (1989). Lesiones deportivas. Barcelona: Jims.
Pfeiffer, R. y Magnus, B. (2007). Las lesiones deportivas (2ª ed.). Barcelona: Paidotribo.
Rasines, J.L. (2000) Epidemiología de las lesiones deportivas en la Lucha Canaria. Tesis para la obtención del título de Doctor, Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas, Universidad de las Palmas de Gran Canaria, Gran Canaria, España
Reström, P.A.F.H. (1999). Prácticas clínicas sobre asistencia y prevención de lesiones deportivas. Barcelona: Paidotribo.
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