Acciones para
fomentar la comunicación |
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Facultad de Cultura Física, Cienfuegos (Cuba) |
MSc. Yoendy Pérez Macías Lic. Anaibis Suárez Soriano |
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Resumen La comunicación en la actividad docente desempeña un rol importante en la formación de la personalidad de los alumnos y de su futura actuación profesional, ella es una necesidad vital del hombre a lo largo de su vida. Al hablar de comunicación pedagógica se refiere desde la óptica de las relaciones que establecen profesor-estudiante en dicho proceso, se entiende por estudiante no solo a la individualidad sino también al colectivo, al grupo y a todo el sistema de relaciones que en él se experimenta. La relación grupal constituye un componente esencial de la comunicación pedagógica y un tipo de comunicación interpersonal. A partir de los elementos teóricos se perciben barreras que obstaculizan la comunicación inter-alumnos durante las clases de Educación Física. Por consiguiente, esta investigación propone acciones, mediante el proceso de aprendizaje grupal, para fomentar la comunicación inter-alumnos en la clase de Educación Física mediante un estudio descriptivo con el empleo de métodos teóricos, empíricos y matemático bajo un enfoque cualitativo concluyendo que el aprendizaje grupal propicia colaboración y construcción del conocimiento a partir de las necesidades, intereses y objetivos de sus integrantes, por medio de su participación en la organización y desarrollo del proceso pedagógico. Palabras clave: Comunicación inter-alumnos. Educación Física. Clases.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 175, Diciembre de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La comunicación es un factor fundamental, desde el punto de vista social, en el desarrollo del hombre, tanto en lo psíquico como en lo sociológico. Es social por su contenido y esencia, e individual por la forma en que se despliega la sustancia social por sujetos individuales. Toda comunicación parte de pensamientos y sentimientos y se expresa por medio de palabras y acciones.
Desde tiempos lejanos, coexisten dos formas de entender la comunicación, la primera como: acto de informar, de transmitir, de emitir, y la segunda como diálogo, intercambio, relación de compartir, de hallarse en correspondencia, en reciprocidad. En realidad, la más antigua de estas dos acepciones es la segunda, derivada de la raíz latina “comunicare”, compartir, tener comunicaciones con alguien.
La comunicación inter-alumnos no queda al margen como fenómeno comunicativo. Asimismo, se ve afectado el proceso de aprendizaje grupal, dada la relación dialéctica que existe entre ambos procesos. Ejemplo de ello, de forma individual lo constituye no escuchar a los demás, invadir el espacio personal del otro, imponer un criterio aunque este no sea debidamente fundamentado, retraimiento, obediencia limitada, pasividad, críticas desmedidas en las que se viola los derechos ajenos, expresiones de superioridad e inferioridad.
De forma grupal, se manifiestan rasgos de individualismo, de competencia, de no seguir las reglas de trabajo grupal, de hacer prevalecer el criterio de unos, de no respetar el criterio de otros, de no cooperar o no aceptar la cooperación de otros que limitan considerablemente la expresión comunicativa de sus integrantes, apareciendo en muchas ocasiones una seudo-comunicación. Como centro del proceso pedagógico la personalidad en los marcos interactivos con otros sujetos es portadora de una experiencia social históricamente adquirida en la que la comunicación no solo tiene un papel central en el desarrollo de la vida motivacional, sino también en el desarrollo del hombre como sujeto integral.
Como antecedentes se ubican los trabajos de Roloff Gómez (1989), referidos y centrados sobre las relaciones afectivas de adolescentes y jóvenes; trabajos relacionados con la comunicación pedagógica, fundamentalmente la profesor-alumno; de autores como González Castro, González Rey, Fernández González, Ortiz Torres, González Maura, entre otros, y de González Pacheco y Ojalvo Mitrany referidos al tema de la comunicación pedagógica y el aprendizaje grupal.
En tal sentido, se le atribuye una importancia decisiva al profesor como facilitador del proceso, del que se exige una gran cantidad de trabajo de nuevo tipo, de una preparación especial de materiales de estudio y de métodos de trabajo, así como la organización de la comunicación inter-alumnos en la actividad conjunta. Ello brinda al estudiante la posibilidad de ocupar un lugar en el colectivo, de enfrentarse a tareas de tipo moral para su solución, a estimular sus posibilidades creativas, a descubrir recursos de activación, a desarrollar la independencia, a elevar la responsabilidad por el producto de su trabajo, por sus acciones y conductas, a estimular a ponerse en el lugar del otro, a respetar los criterios divergentes.
A partir de los elementos teóricos que ofrece la bibliografía consultada se perciben barreras que obstaculizan la comunicación inter-alumnos durante las clases de Educación Física. Por consiguiente, esta investigación propone acciones, mediante el proceso de aprendizaje grupal, para fomentar la comunicación inter-alumnos en la clase de Educación Física.
Desarrollo
El enfoque multidisciplinario de la comunicación presupone una interpretación teórica de ella que condiciona su conceptualización. En la actualidad se pueden precisar dos interpretaciones: una holística y otra restringida. La concepción holística concibe la comunicación como una categoría común al hombre y los animales, a las ciencias sociales, biológicas o físicas, o sea, la comunicación no solo ocurre entre las personas, sino entre los animales, e incluso entre los fenómenos físicos, cuando se produce intercambio de energía. Es obvio que este concepto es tan abarcador que resulta incómodo desde el punto de vista metodológico para operar con él, al igualar formas del movimiento de la materia muy diferentes, pero como tal constituye una conceptualización filosófica sobre la comunicación.
El concepto restringido limita la comunicación al hombre, al ser éste portador de un lenguaje como envoltura material del pensamiento, y de hecho descarta al reino animal y a las ciencias naturales y/o exactas en cuanto a su campo de acción. Precisamente este concepto es el que más resonancia ha obtenido en los medios científicos mundiales al haber focalizado múltiples investigaciones en esta dirección. En la actualidad se habla acorde a este concepto, de la preparación de una teoría social de la comunicación que permita elaborar una epistemología de ella, a partir del enfoque de las ciencias de la sociedad en las ciencias de la comunicación, pues las transformaciones ocurridas en unas llevan a cambios en la otra.
La comunicación en la actividad docente desempeña un rol importante en la formación de la personalidad de los alumnos y de su futura actuación profesional, ella es una necesidad vital del hombre a lo largo de su vida. El ser humano adquiere conocimientos, desarrolla opiniones, gustos, habilidades, valora a los demás y a sí mismo, a través de la interrelación con otros, en la actividad y por medio de la comunicación. Esto pasa a constituir uno de los agentes formadores de la personalidad. (González Castro, 1989).
Al hablar de comunicación pedagógica se refiere desde la óptica de las relaciones que establecen profesor-estudiante en dicho proceso, aquí se entiende por estudiante no solo a la individualidad sino también al colectivo, al grupo y a todo el sistema de relaciones que en él se experimenta. El profesor necesita estar atento a las características que adopta la comunicación entre los jóvenes y estar preparado para influir en su desarrollo, tanto buscando la ampliación del círculo de comunicación del estudiante dentro y fuera del colectivo como tratando de variar el contenido de la misma, si ella no abarca toda la diversidad de temas referidos a las diferentes esferas del saber o la problemática social que son asequibles al estudiante.
Al analizar las relaciones entre los estudiantes no es posible separar al profesor y la actividad que este desarrolla. Si su personalidad responde a las exigencias sociales y es tomado por los alumnos como un modelo, llega a establecer con ellos relaciones de camaradería y por tanto, los alumnos desarrollan con él las mismas formas de comunicación que establecerían con sus iguales. Otro elemento a considerar es el estilo de comunicación y su influencia personal sobre los estudiantes, los estilos que emplea el docente pueden ser copiados por los alumnos en su accionar, de ahí la importancia a una apertura flexible en dependencia de la actividad que desarrolla en la formación de la personalidad de sus estudiantes.
Resulta significativo el hecho de que la mayor parte de lo que se ha escrito sobre la comunicación pedagógica se refiere a la comunicación profesor-alumnos, incluso, en ocasiones, se crea la sensación de que los autores identifican ambas expresiones (Roloff Gómez, 1989).
Prácticamente, todo lo que se analiza sobre el tema se refiere a la actuación del profesor como fuente de comunicación, es decir, sus habilidades y capacidades comunicativas, quedando el análisis del alumno restringido a receptor-comunicativo. De aquí la comunicación asimétrica, dada la poca alternancia en los papeles de emisor-receptor.
A diferencia de este tipo de comunicación, la simétrica se caracteriza por el intercambio sistemático de papeles de fuente y recepción de los participantes, en los que todos emiten y reciben, comparten informaciones indistintamente, como es el caso del diálogo, por solo citar un ejemplo. Desde este punto de vista se puede cuestionar si la comunicación pedagógica es una comunicación básicamente asimétrica, como parecen sugerirlo algunos trabajos sobre el tema, y en qué sentido se produce esta asimetría.
La comunicación pedagógica no puede referirse únicamente a la comunicación profesor-alumno, en ella intervienen otros componentes, entre los cuales el más importante es el de la comunicación alumno-alumno que posee una significación pedagógica aún no bien valorada. Al incluir en la comunicación pedagógica el componente alumno-alumno se hace más difícil enfocarla como un proceso asimétrico, ya que el intercambio comunicativo entre los alumnos se caracteriza por su naturaleza multidireccional, por la gran alternancia en las funciones de los participantes.
Este importante componente de la comunicación pedagógica ha sido muy poco estudiado en el campo de las ciencias de la educación, lo que parece estar relacionada con cierto esquematismo en la concepción en el papel de la comunicación en el proceso pedagógico y en la valoración de este componente específico. Se hace necesario referir más en detalle lo que ha sido objeto de atención por nuestra parte en los últimos tiempos, la comunicación alumno-alumno o comunicación inter-alumnos como se refiere en esta investigación, considerada como un tipo de comunicación interpersonal que se da en el contexto pedagógico.
Por comunicación inter-alumnos se entiende al proceso de intercambio de mensajes que se produce en el salón de clases o fuera de este, y que puede representar la extensión de la individualidad o inhibición de ella en situaciones docentes dadas. (Parra Rodríguez, 1995). Para reafirmar algunos de los aspectos anteriores basta con adentrarse en la estructura relacional de la comunicación.
Parra Rodríguez (1995) plantea que es el proceso de intercambio de mensajes que se produce en el salón de clases o fuera de este, y que puede representar la extensión de la individualidad o inhibición de ella en situaciones docentes dadas. La comunicación inter-alumnos es un caso particular de la comunicación interpersonal, de la cual existen muchas definiciones. Dichas definiciones difieren más en cuestiones de formas que de contenido, por lo que ellas esencialmente permiten captar el concepto. En este sentido se retoman las posiciones asumidas por autores como González Rey (1995) y Fernández González (1997), al tratar la comunicación educativa y su implicación en el proceso pedagógico.
De forma general, las estructuras resultan eficientes para la solución de tareas, pero relegan a un segundo plano el nivel de satisfacción grupal y la comunicación inter-alumnos cabe preguntarse qué sucede con el crecimiento personal de los alumnos, con el crecimiento humano del grupo y sus integrantes, cómo son asimilados los modos de actuación individual y grupal.
En la práctica pedagógica se ha observado formas de comportamientos en los alumnos que limitan considerablemente el sentido justo, democrático, flexible y enriquecedor de la expresión comunicativa entre ellos, no favoreciéndose las decisiones grupales, pues no es suficiente la capacidad para escuchar, comprender, persuadir, sugestionar. Como consecuencia, se ha originado una tendencia en los profesores a no asignar tareas de carácter grupal lo que limita la comunicación entre los alumnos.
La relación grupal constituye un componente esencial de la comunicación pedagógica y un tipo de comunicación interpersonal. Por un lado, tiene implicaciones sociales por su dependencia del sistema de influencias externas e internas, por lo que es factor decisivo en la consolidación de modos de actuación en los alumnos, el desarrollo de la creatividad, el talento comunicativo y la independencia cognoscitiva, contribuyendo de esa forma con el pensamiento reflexivo y los procesos metacognitivos. (Parra Rodríguez, 1996)
Por otro lado, despierta los sentimientos de cooperación, solidaridad y otras cualidades de la personalidad, como la empatía, la asertividad, la motivación, por lo que su práctica no implica limitaciones en el desarrollo individual de los alumnos, sino que contribuyen al crecimiento personal de estos, con su proceso de aprendizaje, a la vez que apuntan hacia un perfeccionamiento en las relaciones alumno-profesor.
Como categoría psicopedagógica, su conceptualización ha estado al margen del proceso pedagógico. Su proceso se ve afectado por las mismas barreras que provocan las prácticas de modelos de educación centrado en el contenido y en el resultado respectivamente, por inadecuadas orientaciones durante el desarrollo de la actividad cognoscitiva de los alumnos, y por estilos de comunicación autoritarios por parte de maestros, dirigentes y demás personal que participan o tienen relación con el proceso pedagógico.
El principio del colectivismo en el trabajo grupal proporciona las condiciones más favorables para el desarrollo de valiosas características de la personalidad de sus integrantes. Se ha demostrado la estrecha relación que existe entre el nivel de desarrollo del grupo y de la personalidad de los sujetos que la integran. Las diversas formas que adopta el trabajo de grupo, permite que se desarrolle el colectivismo, la cooperación, la solidaridad, que se socialicen los aprendizajes.
Las influencias activadoras de las formas grupales de enseñanza crean un clima psicológico adecuado para la materialización de la disposición de los integrantes de grupos a contribuir a su mutuo desarrollo cuando el grupo de estudio se convierte para el joven en grupo de referencia, con el cual se identifica Ojalvo Mitrany (1996). El conocimiento de los vínculos generales entre los fenómenos permite al hombre llegar a conocer aquello que no le es posible percibir, por ejemplo, el ojo humano no es capaz de percibir la velocidad a que se desplaza la luz, sin embargo el pensamiento ha permitido determinar esta magnitud. La generalización en el pensar solo es posible a través de la indisoluble unidad entre el pensamiento y el lenguaje.
En un momento determinado del desarrollo el pensamiento y el lenguaje se encuentran, y entonces el pensamiento se torna verbal y el lenguaje racional. Si se analizan las características de la acción es comprensible que cuando se forma una acción cognoscitiva completamente nueva y el objetivo de la enseñanza presupone que la misma sea llevada hasta su forma mental con el máximo nivel de asimilación y generalización, la misma pasa por una serie de etapas o ciclos cognitivos que indican que ellas se mueven desde un plano externo (lenguaje verbal) a un plano interno, (lenguaje mental).
Comprender el aprendizaje como un proceso de comunicación implica la utilización del diálogo y la reflexión colectiva en una atmósfera interactiva, participativa y cuestionadora entre profesor y alumno y entre alumnos. Este último tipo de relación, objeto de estudio de la investigación, evidencia, por una parte el principio de que el aprendizaje es un proceso cooperativo y colaborativo, interdependiente e interactivo, y por la otra, que el aprendizaje es un proceso social. (González Rey, 1995)
En este sentido, la concepción sustentada favorece la comprensión de la interrelación entre el grupo y la persona, donde la persona es analizada como sujeto de la actividad, y el grupo en que está incluida no la priva de las características del sujeto, sino que por el contrario le brinda un espacio para la expresión y desarrollo de sus potencialidades, la cual abre una nueva explicación al proceso de formación de la personalidad. Los principios que rigen este proceso durante la actividad docente son: el de la actividad, tal y como señalaba Rubinstein, el del colectivismo, con los importantes aportes de Makarenko y el del enfoque individual, trabajado entre otros por Petrovsky. Las ideas esenciales de las diferentes teorías psicológicas se concretan según Ojalvo Mitrany en la modalidad del “Aprendizaje Grupal”.
Esta investigación se sustenta en el enfoque histórico-cultural; pues, resulta esclarecedora la concepción histórica cultural desarrollada por Vigotsky que plantea el papel de la actividad y la comunicación en la socialización del hombre desde una posición dialéctico-materialista, a partir de elaboraciones teóricas novedosas para la Psicología en su momento y que han logrado trascender, manteniendo actualidad e influencia en enfoques contemporáneos.
Para determinar las necesidades en las relacionales inter-alumnos en la clase de Educación Física se emplearon métodos y técnicas empíricos (revisión documental, entrevista, encuesta y observación no participante). También, se seleccionaron 37 estudiantes de séptimo grado. De ellos: 12 del sexo femenino y 25 del sexo masculino. Además, 10 profesionales (3 profesores de Educación Física, 4 Metodólogos de Educación Física y 3 directivos de la escuela secundaria.
De forma general, se pudo demostrar que en las clases de Educación Física no siguen las reglas de trabajo grupal, hacen prevalecer el criterio de unos sin respetar el criterio de sus compañeros. Los estudiantes no cooperan por lo que se limita la expresión comunicativa entre los integrantes de la clase; presentan rasgos de individualismo y competencia. Generalmente, no escuchan los criterios de sus compañeros y tienden a invadir el espacio personal del otro. Un gran número de ellos critican a sus compañeros, no siempre de forma constructiva. Emplean expresiones de superioridad e inferioridad. No respetan los criterios de sus compañeros durante la clase. Se aprecia el empeño del profesor por realizar actividades que propicien las buenas relaciones entre los estudiantes. No se aprecia la toma de decisiones colectiva y de forma eficiente. La expresión comunicativa se comporta de forma limitada.
Ante las carencias detectadas se considera oportuno proponer un grupo de acciones que permitan fomentar las relaciones inter-alumnos en las clases de Educación Física sustentadas en el método de aprendizaje grupal. La propuesta se basa en el diagnóstico pedagógico integral y el empleo de métodos productivos en la clase de Educación Física. Permite organizar el proceso pedagógico con carácter grupal para lograr la participación productiva en situaciones nuevas o cambiantes que garanticen la solución de problemas.
La selección de las actividades depende en gran medida del diagnóstico y de las características del grupo y del profesor quien se convierte en la figura central y deberá orientar con maestría pedagógica cada una de las acciones y así alcanzar los resultados deseados. Están encaminadas a la preparación para su desempeño, a crear este clima afectivo y comunicativo que propicie un ambiente de colaboración y aprendizaje.
Planteamiento de la propuesta |
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Acciones para el profesor |
Acciones para el estudiante |
Realizar el diagnóstico de la situación comunicativa. Analizar las potencialidades que ofrece la clase de Educación Física para mejorar la comunicación entre los estudiantes. Determinar los pronósticos individuales y grupales. Analizar las condiciones internas y externas que obstaculizan la comunicación inter-alumnos. Planificar tareas para la solución del problema detectado. Seleccionar las actividades y las técnicas de grupo a realizar en cada clase. Organizar los grupos de estudiantes de acuerdo a las características diagnosticadas. Mantener un clima de seguridad emocional. Propiciar que la actividad física adquiera una dimensión significativa para la comunicación. Evaluar el cumplimiento de los objetivos a partir del criterio del grupo. Escuchar sugerencias para desarrollar la próxima actividad. |
Identificar características de sus compañeros uniéndose en torno a la actividad. Ofrecer apoyo de acuerdo a su experiencia, imaginación, sensibilidad e inteligencia. Interactuar comunicando y compartiendo puntos de vista. Propiciar entendimiento mutuo para lograr una acción conjunta. Fomentar la toma de conciencia respecto a la actividad durante la clase. Descubrir el problema de su compañero que limita el éxito de la actividad grupal. Percibir al grupo como una unidad. Reconocer qué aprendieron de sus compañeros. Seleccionar los destacados en la actividad. Valorar la importancia del trabajo grupal. |
Conclusiones
El aprendizaje grupal propicia colaboración y construcción del conocimiento a partir de las necesidades, intereses y objetivos de sus integrantes, por medio de su participación en la organización y desarrollo del proceso pedagógico. Requiere que se reconozca su estructura y dinamismo. Este es un sistema socializado abierto, que mantiene relaciones permanentes con el exterior y que está formado por redes internas en interrelación continua. En el grupo de aprendizaje se dan tres procesos que se influyen mutuamente y se integran dialécticamente: el aprendizaje de cada participante, el proceso grupal y el proceso de enseñanza.
Bibliografía
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Castellanos, A.V. (1995). Comunicación en el grupo. En: Materiales el Curso de Comunicación Educativa. Universidad de La Habana.
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Fernández, A.M. (1988). Algunos factores que intervienen en las relaciones interpersonales en los grupos de estudiantes. Boletín Informativo. ISPETP "H.A. Pineda". Nº 2.
Galperin, Y. P. (1986). Sobre el método de formación por etapas de las acciones mentales. En Antología de la Psicología Pedagógica y de las edades. p. 114-135. La Habana: Pueblo y Educación.
González Castro, V. (1989). Profesión: Comunicador. Editorial Pablo de la Torriente. La Habana.
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Vigotsky, A. (1968). Pensamiento y lenguaje. La Habana: Editorial. Revolucionaria. 137 p.
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EFDeportes.com, Revista
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Diciembre de 2012 |