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Premisas para el desarrollo de la creatividad 

en niños durante las clases de Educación Física

 

*Profesora Instructora, Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

**Profesor Titular. Facultad de Camagüey

(Cuba)

MsC. Maime Yeniset Herrera Muñiz*

Dr.Cs. Evelio Felipe Machado Ramírez**

Dr.C. Ángel Luís Gómez Gutiérrez**

Dra.C. Olga Lidia Núñez Rodríguez**

barny@enet.cu

 

 

 

 

Resumen

          Durante el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje la creatividad implica la transformación del medio y por tanto del individuo, por ello en la educación cubana una de nuestras premisas fundamentales es la vinculación de la teoría con la práctica. La Educación Física constituye un eslabón esencial en este amplio proceso, ya que su desarrollo va encaminado a elevar las potencialidades físicas del individuo en su constante accionar con el medio que le rodea, permitiendo solucionar problemas de manera diferente de acuerdo al desarrollo creativo de cada persona, el profesor debe encontrar las vías y los instrumentos idóneos para elevar la actividad reflexiva de sus educandos proponiendo nuevas situaciones que propicien el cambio en su personalidad.

          Palabras clave: Creatividad. Personalidad. Pensamiento. Juegos.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 175, Diciembre de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Desde la década de los ‘80 existe un incremento en el desarrollo del potencial científico dedicado a investigar el problema de educar personalidades creadoras ante la vida, esto exige un perfeccionamiento constante en la aplicación de los planes y programas que se emplean en nuestras escuelas, lo cual podrá contribuir o no a incidir favorablemente en esta complicada faena. Formar individuos creativos en la enseñanza y que interactúen de forma dinámica en la comunidad es uno de los retos actuales de los investigadores, eliminando la rutina en su forma de pensar y actuar. Una sociedad que aspire a superiores niveles de desarrollo requiere que todos, sin excepción, posean conocimientos científicos y predomine en ellos las funciones de búsqueda, para lo cual se exige un buen dominio de la riqueza teórica y cultural acumulada por la humanidad.

    El desarrollo creativo se puede evidenciar en cualquier edad, pero son fundamentalmente los niños los que evidencian sus potencialidades creativas en mayor escala si se estimulan los procesos que integra cada esfera (cognoscitiva, afectivo-volitiva, sensorial y motriz), en las edades tempranas podemos trabajar en la maduración y desarrollo de estas esferas para que no se dificulte el ritmo de aprendizaje.

    El pensamiento creativo no puede ser estereotipado, debe abarcar la realidad con todas sus relaciones y no sólo las fijadas en conceptos sino las nuevas que puedan surgir adecuadas a ese fin. Quiere decir, que un proceso docente creativo debe ser imaginati­vo, combinar métodos, ideas y materiales viejos y nuevos y además ser integrador, enseñar a descubrir relacio­nes reforzando la iniciativa, ya que la asimilación de conocimientos acabados no propicia la creatividad (Martínez, 1998).

    El profesor de Educación Física que pretenda desarrollar la creatividad en sus estudiantes debe propiciar capacidades comunicativas y organizativas durante el desarrollo de sus clases. Los juegos de manera abierta e interactiva permiten la adquisión de conocimientos y habilidades al emplear racionalmente y aplicar operativamente la información para regular la dirección en la actividad del alumno. Lo logra convenientemente cuando no da las verdades como conocimientos perfectos y acabados, sino cuando despierta curiosidad en el estudiante y lo conduce a niveles diferentes por su propia actividad, cuando les muestra las contradicciones de la vida y que la solución esta allí mismo; pero que hay que encontrarla. El proceso de enseñanza debe ser flexible si el profesor, al exponer su material, influye en el estilo de pensamiento del estudiante provocando que el piense y que lo siga. El trabajo conjunto debe conducir al descubrimiento del conocimiento que es la vía para la formación de la personalidad creadora.

    La clase de Educación Física es un medio idóneo para formar diferentes valores en los estudiantes, de las relaciones vivas que surgen en la actividad física se refuerza el colectivismo, la honestidad, autocrítica los cuales conllevan a mejorar la relaciones entre compañeros mediante diferentes alternativas que el profesor aproveche de manera espontánea en la clase. Se debe propiciar el dinamismo, la libertad y aporte de ideas por parte de los alumnos, lo cual influye directamente en su proceso de aprendizaje y autodesarrollo.

    A nuestro juicio el enfoque personológico de la creatividad, fundamentado y desarrollado por A. Mitjáns (1995) supera los modos relativamente atomistas y fragmentados que han prevalecido en el análisis de la creatividad, expresado en cuatro tendencias fundamentales (en el proceso, en el producto, en la persona creativa, y en lo social). La superioridad se fundamenta en cinco elementos fundamentados por dicha autora y que constituyen a su vez, aspectos esenciales de este enfoque.

  1. El vínculo de lo cognitivo y lo afectivo como condición indispensable del proceso creativo.

  2. El papel esencial que ocupa las formaciones motivacionales en la regulación del comportamiento creativo.

  3. La comprensión de la unidad indisoluble entre los elementos funcionales y de contenido de la personalidad en el proceso creativo.

  4. El reconocimiento de la distinción conceptual entre las categorías sujeto y personalidad en la comprensión de la creatividad.

  5. La fundamentación de las configuraciones creativas como la integración dinámica de los elementos personológicos que intervienen en la expresión creativa.

    Los fundamentos anteriores abordados por la autora constituyen en nuestra opinión un elemento esencial para aplicarlo de forma integradora en las clases de Educación Física del primer ciclo de la enseñanza primaria apoyándonos en los juegos porque estos permiten que el niño se sienta alegre, feliz, se recree, se divierta, crece, se desarrolla, encuentra amigos, se comunica, por lo que es de suma importancia controlar el juego libre o programado en la escuela y garantizar la observación minuciosa del profesor en todas las manifestaciones que expresen sus niños durante los diferentes juegos. El debe motivar y estimular a los niños con intereses propios de sus edades, debe ampliar sus horizontes de instrucción, educación y corrección de errores sin dañar su autoestima, ni limitar el potencial creador que se emana en la actividad.

    Se deben evitar juegos que no potencien la autocrítica, ayuda mutua, reflexión así como otros elementos importantes en su formación, al finalizar los diferentes juegos se deben hacer valoraciones justas con el profesor y la participación activa de los escolares. Si el juego es programado, se deben rotar los personajes y las tareas de manera que cada uno sienta el rol en cada cambio de actividad.

    El profesor de Educación Física debe mantener favorablemente las relaciones con sus grupos o colectivo. Así como propiciar iniciativas y propuestas de juegos que garanticen la culminación exitosa de los mismos, lo que potencie que el niño se sienta útil e incorporado totalmente al medio circundante.

    En la actualidad el proceso de aprendizaje es más dinámico y las clases de Educación Física se integran en este accionar al aprovechar el espacio que les rodea (el área donde se desarrolla la clase), empleando todos los elementos que la componen de forma interactiva y apoyándonos en los medios de enseñanza propios de cada actividad, así como los creados por los alumnos utilizando y reciclando materiales elaborados por ellos mismos para ser empleados como (pelotas de trapos, pomos plásticos de arena de diferentes tamaños, palos de diversas dimensiones en función de bates, etc.)

    Resulta interesante aprovechar las potencialidades creativas de nuestros niños e inducirlos de manera apropiada y libre en la formación objetiva de este movimiento, propiciándoles las herramientas adecuadas que permitan el florecimiento de manera individual y colectiva en cada una de nuestras clases de Educación Física. En ocasiones no se cumple a cabalidad este proceso en los objetivos que se plantean para la unidad de juegos a partir del segundo grado, donde los niños y profesores deben ser capaces de crear juegos para las clases, e identificar las características de los juegos, esto solo se cumplen de forma parcial por los profesores que trabajan en este nivel.

    En las orientaciones metodológicas del mismo, desde el segundo grado hasta el cuarto, correspondientes a la Unidad de juegos, se plantea: “Los juegos deben ser seleccionados de acuerdo con los objetivos propuestos para cada clase, en correspondencia con el nivel de desarrollo de las habilidades motrices y de las capacidades físicas alcanzadas por el alumno, sobre la base de situaciones que él como facilitador del proceso, les orientará en dependencia de las habilidades que se encuentre trabajando, corresponde al profesor de Educación Física, en correspondencia con las características de los alumnos, seleccionar los juegos que se realizarán en cada clase” (Colectivo de autores, 1996, p. 35).

    Por tal motivo, para que estos procesos resulten determinantes, se debe promover la actividad científica en el aula y la escuela estimulando al educador en su desempeño como “práctico reflexivo”, en el rol de maestro investigador, es decir, buscar explicaciones por vías científicas a sus problemas; hacer innovaciones pedagógicas que respondan realmente a sus posibilidades y a su realidad; trazar estrategias educativas a partir de esa realidad y de su nivel de realización; y sobre lo que significa investigar en el aula o área de prácticas, para ello debe ser capaz de solucionar problemas en el orden de la instrucción y la formación integral de los alumnos.

    Es esencial que el profesor aplique todos los recursos pedagógicos y didácticos sobre cómo aprender y cómo enseñar, así como conocer si ha podido ponerlos en práctica con éxito en sus alumnos, en contextos de falta de equidad, con diferencias significativas de personalidad y condiciones de vida y de características de su medio familiar, la búsqueda de nuevas vías y estrategias que incentiven aún más el quehacer de los niños en el proceso de enseñanza – aprendizaje en los cuales estos sientan más protagonistas dentro del mismo es uno de los retos actuales de nuestra educación.

    Dentro de este marco, resulta esclarecedora entonces, la concepción histórica-cultural desarrollada por Lev Vigotsky (1987) y citado por Fernández y col (2004) en la cual una de las ideas centrales en su obra postula que: “…los seres humanos se desarrollan en una formación histórica cultural dada, creada por la propia actividad de producción y de transformación de su realidad y es mediante la actividad humana que se logra el desarrollo de sus procesos psíquicos y la consiguiente apropiación de la cultura…” (Fernández y col, 2004, p. 152).

    Aplicando el contenido antes analizado implica para los niños, aprender tratando de dar un sentido personal a lo que se aprende, tratando de interpretar y comprender y para el profesor, relacionar los nuevos contenidos que se enseñan con todo aquello que constituye la experiencia previa individual personal de sus alumnos. Sin dudas, en este caso, el juego dentro de este contexto es una de las vías esenciales para que en este proceso, nuestros niños asuman una postura activa y transformadora en clase, resultando de ello una experiencia favorable en la escuela y fuera de esta.

    De forma general, los profesores brindan una mayor prioridad durante el proceso de enseñanza-aprendizaje a: la ejercitación de las habilidades que a la educación de actitudes y valores en los niños por medio de la propia actividad; a su propio contexto de actuación (la enseñanza), priorizando lo planificado y no facilitando a los niños oportunidades para la reflexión y el cuestionamiento de sus propias realizaciones, así como, al cumplimiento del horario de clases sin permitir intervenciones por parte de los niños donde se promueva su creatividad y aprendan a buscar soluciones a los problemas y decidir cuál es la mejor.

    Entre las principales deficiencias que se reiteran tenemos que el profesor aplica lo que lleva planificado, lo cual no incluye el protagonismo del niño como parte del proceso, ni el juego como una vía para favorecer el desarrollo mental de los mismos y que los prepare para leer y escribir; no se emplean las experiencias de estos en su aprendizaje, no se establecen relaciones entre lo que ellos aprenden y su vida, sus necesidades, motivos e intereses, tributando todo ello a un aprendizaje favorable.

    Cabe destacar, que en el proceso de enseñanza-aprendizaje, el problema será siempre un punto de partida que permite perfilar cuáles necesidades educativas mediatas e inmediatas, en el plano social general e individual particular tienen que ser resueltos, a partir de tener como pauta el nivel deseado, en cierta medida como el análisis de lo que se quiere solucionar, es de vital importancia que se valore la función que debe desempeñar el profesor durante todo el proceso y las posibilidades que brinda el grupo escolar para resolver las problemáticas que se plantean.

    De este modo el problema docente surgirá en el marco de la enseñanza y del aprendizaje cuando, en el proceso de asimilación de los conocimientos o en su aplicación, se les presenten a los niños una contradicción entre la información que posee acerca del juego y la que debe buscar entre lo conocido y lo desconocido, y el cómo aprenderlo desde sus condiciones, lo cual desencadenará una actividad intelectual de búsqueda constante.

    Para el desarrollo de este proceso se deben emplear métodos activos o productivos, siendo el juego en sí uno de los medios para su concreción, los cuales aportan importantes cambios de actitud en los niños con relación al proceso de apropiación y producción de sus conocimientos, y favorecen la implicación personal y el desarrollo de sus intereses y motivaciones fundamentales para la creatividad; adecuándose en este caso: el método de búsqueda y solución de problemas, tareas y trabajo independiente, donde la diversificación le permita al profesor la posibilidad de elección en dependencia de las características de la edad y el grado.

    La evaluación al ser considerada como uno de los factores más nocivos para la creatividad es, sin dudas necesario para diagnosticar las adquisiciones y el desarrollo de los niños, de ahí que su incidencia para el caso que nos ocupa, la propongamos desde diferentes puntos de vista: individual y la auto evaluación del proceso y del producto creativo.

    El primer caso, a la evaluación de los objetivos del aprendizaje, valorándose por cada niño el cumplimiento de las tareas asumidas por él, su implicación personal, la culminación de cada tarea, la exposición ante el grupo, la disciplina, asistencia, entre otros elementos que el profesor considere como parte del proceso y que formen parte del conjunto de valores sociales, culturales y espirituales que se deben desarrollar en los niños como parte del proceso de enseñanza-aprendizaje durante las clases de Educación Física. Sirviendo esta de estimulo corrector de los objetivos a lograr, lo cual no se centra en un resultado cuantitativo dirigido solo a lo físico, sino también cualitativo, coadyuvando a la evaluación integral del alumno.

    En el segundo caso, la auto evaluación o valoración propia y la seguridad (metacognición), serán elementos de los cuales, a partir del análisis grupal, los niños aprenderán no sólo a depender de las valoraciones externas, sino a analizar y valorar de forma autocrítica sus propias ejecuciones y en qué medida estas responden a sus expectativas, analizando qué les faltó a sus juegos, cómo podrían hacerlo mejor, si realmente los elaboraron ellos mismos, si están realmente motivados por la actividad, etc. Para ello el profesor podrá igualmente apoyarse en la propia situación pedagógica que enfrenta durante el proceso de enseñanza aprendizaje.

    La constante preocupación por la superación de los profesores en el trabajo para el desarrollo de la creatividad en los niños es importante ya que se debe concebir la vía más sencilla y fácil de aplicar para desarrollar la creatividad sustentada en los métodos productivos y los procedimientos para evaluar de modo tal que el niño se auto evalúe, además de la concientización de los padres acerca de la importancia que reviste esta actividad para el aprendizaje de las habilidades motrices de sus hijos y la mejora en la calidad de vida.

    Todos los profesores que tuvieron en cuenta las premisas planteadas reflejan que los padres aún no conciben el trabajo independiente o la solución de tareas de Educación Física por sus hijos como parte del proceso de instrucción y educación general que estos reciben en la escuela; estos plasman como una de las mayores dificultades para su aplicación, la prioridad que los niños brindan a ”las tareas de la escuela” ya que sus padres les dicen que “dejen de jugar y se pongan a estudiar”, apreciándose como los padres exoneran la Educación Física del contexto formativo del niño no concibiéndolo como parte del currículo escolar.

Conclusiones

    Con la utilización de las premisas planteadas se observó un mejor desempeño de los profesores y niños durante el proceso de enseñanza- aprendizaje, logrando estos últimos un mayor protagonismo en las clases de Educación Física.

Referencias

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