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Introducción

Importancia del proceso docente educativo en el desarrollo integra del niño

    En la actualidad la educación especial está forzada a buscar un perfeccionamiento en sus áreas más específicas, debido al nivel de exigencias por parte del sistema educativo y de los educandos a los cuales se les otorga la mayor importancia, aún más cuando se habla de educandos con Necesidades Educativas Especiales (NEE), donde se busca, no solo el desarrollo psicomotor de estos niños en edades tempranas, sino de un desarrollo integral, por lo que se percibe en la pedagogía del profesor de Educación Física un medio que favorece el desarrollo psicomotor de estos niños.

    Los centros de atención a estos niños y las escuelas tienen la necesidad de aplicar sistemáticamente cambios a sus programas educativos, para así dar respuesta a las necesidades de estos. Al hablar de psicomotricidad se tiene en cuenta sus objetivos más claros que son activar la acción corporal, coordinación de los movimientos, manejo de la emotividad y otros procesos. Estos preparan al niño para aprender y comunicarse, tomando en cuenta que esto es una preparación para la siguiente etapa escolar donde este se enfrentan a varios retos educativos donde la maduración de su esquema corporal, una lateralidad definida, coordinación de los movimientos del brazo, antebrazo y mano, coordinación óculo-manual, adecuada ubicación espacial-temporal y otras funciones psicomotoras que las enfrentará diariamente y con el tratamiento de la psicomotricidad desde una perspectiva de la Educación Física se le harán más fáciles estas tareas.

    El retraso mental es un trastorno definido por la presencia de un desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de las funciones cognoscitivas, las del lenguaje, las motrices y la socialización, y al hablar de retraso mental leve se toma en cuenta algunas características bases para potenciar un desarrollo psicomotor óptimo, resaltando la capacidad que estos tiene para expresarse en la actividad cotidiana, el hecho de que alcanzan una independencia para las actividades prácticas, más que para las teóricas enfocados en trabajos manuales específicamente.

    Las investigaciones de Vayer (1973), Piaget (1975), Ajuriaguerra (1979), Wallon (1980), Le Boulch (1981), Cratty (1990), Lapierre y Aucouturier (1995), sobre la conducta infantil, han contribuido a la explicación de cómo a través de la psicomotricidad se van con­for­mando la personalidad y los modos de conducta.

    Investigaciones realizadas por Ajuriaguerra Heuyer (1936), Diatkine (1950), Dupré (1895), Boscaini (1988) y Lapierre (1990) entre otros, confirman que los antecedentes y fundamentos teóricos de esta problemática se dirigen de forma general al desarrollo de la psicomotricidad en escolares de la Educación Básica. El tratamiento de este tema en escolares con diagnóstico de retraso mental ha sido abordado por Picq y Vayer (1969) y Vaizman (1983). Kennedy (1994) elaboró el Programa de Entrenamiento de Actividades Motoras, como complemento del programa de Olimpiadas Especiales dirigido fundamentalmente a personas con retraso mental severo; sin embargo, en ninguno de los casos se aborda la temática desde las posibilidades de la clase de Educación Física.

Desarrollo

El proceso docente educativo en las clases de Educación Física para los escolares con diagnóstico de retraso mental

    nstitucional iresiEn la actualidad un problema crítico en la concepción del proceso docente educativo en las clases de Educación Física, para los escolares con diagnóstico de retraso mental, es el papel que se le asigna al educador y fundamentalmente al profesor de Educación Física, por constituir este, uno de los protagonistas en el desarrollo psicomotor del escolar con retraso mental. Investigadores tales como: Maquiera (2005), López (2006), Guirado (2011), entre otros, revelan la importancia del proceso docente educativo y la influencia del maestro de Educación Física, y otros agentes, en el desarrollo integral de estos escolares, entendido como un buen desarrollo físico, psicológico, psicomotriz, nutricional y de salud.

    En los escolares con retraso mental se destaca la función del educador y las grandes posibilidades que ante él se abren para alcanzar múltiples logros en la educación de los niños bajo su orientación en la clase de Educación Física, sin desconocer las particularidades de las edades y otros factores más que intervienen en este proceso. Se trata de un proceso de interrelación en el cual el propio proceso docente educativo propicia y favorece el desarrollo psicomotriz de los escolares con diagnóstico de retraso mental; en esta relación este proceso adquiere un gran valor, así como su organización y conducción por profesores de Educación Física que atienden a estos escolares. Por otro lado se destaca la gran responsabilidad que asume el maestro ante el encargo social de educar a los escolares, no se trata de cualquier proceso, sino de un proceso protagónico, participativo, con carácter colectivo, cooperativo, con enfoque lúdico y desarrollado en un clima socio-afectivo, a partir de que existe una significativa peculiaridad expresada fundamentalmente en el logro de la formación intelectual, socio-afectiva, actitudinal, motivacional, psicomotriz y valorativa. Todo momento en la vida del escolar con retraso mental constituye un momento educativo; cuando adquieren conocimientos especialmente concebidos conforme a las características de la etapa, a su desarrollo psicomotriz, cuando se apropian de procedimientos de actuación, de formas de comportamiento social, se deben tener en cuenta sus intereses, sus motivos, es decir que lo que se hace tenga para ellos un sentido personal. Se asume que el maestro de Educación Física, por su posición y experiencia coma tal, es quien ha de organizar, orientar, dirigir y evaluar el proceso docente educativo de los escolares, qué deben lograr y cómo pueden alcanzarlo.

    El conocimiento por parte del maestro de las peculiaridades anátomo-fisiológicas y psicológicas de los escolares con retraso mental leve, resulta imprescindible para lograr su atención educativa, y dirigir este proceso con fundamentación científica. Asimismo ocurre con el entorno en que vive la familia pues en todo momento los escolares con retraso mental leve aprenden, se forman y desarrollan mediante las experiencias que viven y las relaciones directas que establecen con los objetos y con las demás personas. Es en contacto con su medio, con su tiempo y con su espacio que el niño, en un vínculo con su realidad, siente el deseo de comprenderla, hacerla suya, cuidarla, amarla y, al apropiarse de ella, enriquecerse y desarrollarse.

    Se entiende que el éxito del proceso docente educativo en las clases de Educación Física para los escolares con diagnóstico de retraso mental guarda estrecha relación con el protagonismo de la familia y la comunidad que unido al enfoque inter-institucional se erigen como características esenciales, de cuya conjugación depende el éxito del desarrollo psicomotriz de los escolares con retraso mental leve. Es esencial el papel que juega la comunicación en el proceso de enseñanza aprendizaje. Demuestra la estrecha relación que existe entre las categorías comunicación y personalidad. Al respecto Márquez (1992) menciona que el hombre se implica como personalidad en el proceso de comunicación, siendo la personalidad el elemento vivo a través del cual se engendra dicho proceso.

    Resaltando la importancia de la necesaria relación maestro alumno López (2003) expresa que los alumnos y maestros son coprotagonistas en el proceso educativo, cualquier sustitución de roles, afecta en mayor o menor medida el carácter desarrollador que debe tener el proceso docente educativo.

    El conocimiento de las características de los escolares con retraso mental leve es condición indispensable para que el maestro de Educación Física en sus clases logre la conducción del proceso docente educativo sobre una base científica, lo que permitirá aplicar los métodos y procedimientos más efectivos para influir en su desarrollo psicomotriz; por estas razones el conocimiento de las premisas psicológicas y pedagógicas, de este proceso para los escolares con retraso mental leve, por sus especificidades y particularidades, constituyen un requerimiento necesario para garantizar una apropiada estructuración del mismo.

    Con estas premisas se precisan algunas posiciones teóricas de partida que sustentan el proceso docente educativo con los niños que presentan retraso mental leve, ellas son: los principios de la educación de los niños con necesidades educativas especiales; la educación como guía del desarrollo y la actividad como fuente del desarrollo psíquico. Los principios del proceso docente educativo están en correspondencia con las características del desarrollo que se trate y son los siguientes: El niño como centro del proceso educativo, el adulto como rector del proceso educativo, la vinculación de la educación con el entorno, el protagonismo y participación de la familia y la comunidad en el proceso educativo y el carácter lúdico de todas las actividades que el niño realiza.

    Por lo que es de vital importancia obtener un diagnóstico temprano para, a partir de ahí, empezar a estimular al escolar para desarrollar al máximo sus habilidades. No hay tiempo que perder, pues un cerebro en desarrollo asimila mejor y más rápidamente los estímulos que recibe. Se trata de que el escolar aprenda hasta donde pueda, que es mucho más de lo que imaginamos. Mucho depende de que reciba los estímulos adecuados. El profesor y la familia son el campo de aprendizaje más importante para todos los seres humanos. Cuando un niño tiene necesidades especiales los padres deben aprender a enseñar; además de paciencia y tiempo es necesario saber cómo ayudar al escolar a desarrollar al máximo sus capacidades. El escolar requiere estímulo constante, organizado y sistemático, para ello es fundamental buscar la orientación y un programa específico de estimulación temprana, con objetivos y estrategias bien definidas para cada etapa del adiestramiento. Dividir la gran tarea en pequeños pasos permite ver claramente resultados.

    La escuela no sólo brinda apoyo académico sino que es un espacio importante de socialización en el cual el escolar tiene la oportunidad de aprender habilidades básicas para la vida. La participación de los padres es importante cuando el escolar ingresa a una institución de educación especial, No obstante, en estos casos es fundamental darle al niño la oportunidad de integrarse a otros tipos de grupos regulares en actividades extra escolares. El aprendizaje académico no es un fin en sí mismo sino un medio para preparar a la persona para su integración y participación en la vida social.

    Mientras más elementos educativos proporcionemos a las personas con deficiencia mental, mucho mayores serán sus posibilidades de integración, puesto que estos elementos educativos no sólo los proporciona la escuela y la familia sino también la comunidad y los amigos.

    Mientras más oportunidades tengan las personas con deficiencia mental de convivir y participar en los ambientes reales, muchas más habilidades adquirirán.
Los escolares con esta condición no son niños para siempre, por eso, es importante darles el trato que corresponde a sus diferentes etapas de desarrollo. Todos aprendemos mejor cuando en el ambiente hay respeto, paciencia, amistad, amor y constancia.

Conclusiones

• La adaptabilidad del proceso docente educativo en escolares con diagnóstico de retraso mental leve favorece en el desarrollo de habilidades motrices básicas, la psicomotricidad y por consiguiente un desarrollo integral de estos educandos.

• Es evidente el papel fundamental que juega la familia en el desarrollo no solo de la psicomotricidad, sino en el desarrollo integral de los escolares con diagnóstico de retraso mental leve, ya que el rol de ésta es guiar, adaptar y consolidar el trabajo del maestro.

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