La clase: unidad
funcional de un proceso integrador |
|||
Profesor Auxiliar Jefe del Departamento de Didáctica de la Educación Física Facultad de Cultura Física, Cienfuegos UCCFD “Manuel Fajardo” |
MSc. Ovel Mena Pérez (Cuba) |
|
|
Resumen Al proceso general de la educación lo constituyen diversos componentes, los que se desarrollan simultáneamente durante el proceso docente educativo, y su influencia está precisamente en buscar una transformación en el conocimiento de los alumnos. En la medida que cada uno de estos componentes cumple sus objetivos, tributan a la formación general de niños, adolescentes y jóvenes, así como al cumplimiento de las metas para el ciclo, el grado o del subsistema. El proceso de enseñanza-aprendizaje se lleva a cabo mediante numerosas y variadas actividades, dentro del contexto de la escuela y lo curricular, en especial la Educación Física se desarrolla mediante diferentes actividades de carácter físico-deportivo y recreativas, que se practican de forma obligatoria u opcional, dentro y fuera de la institución, donde la clase constituye la forma fundamental de organización del proceso enseñanza-aprendizaje, mediante la conjugación armónica de las actividades con una sistemática orientación, de forma tal que permita en el alumno el desarrollo de las capacidades perceptivo-motoras, físico-motoras, cognitivo-motoras, afectivas, así como formar actitudes, normas de conducta y valores personales. Un enfoque integral físico-educativo en la Educación Física exige en primer orden una dimensión del proceso a la multilateralidad e integridad del sujeto, sustentándose en la motivación y creación de estados psíquicos favorables para la clase, la diferenciación de la enseñanza, la labor colectiva para el aprendizaje, la conducción al desarrollo de un pensamiento productivo en los escolares, la adecuada preparación del profesor, y los materiales necesarios para desarrollar la clase, así como una sistemática evaluación del proceso que permita reorientarlo a lo necesario y pertinente. Por lo anterior expuesto se considera a la clase como el acto pedagógico más importante del proceso, que tiene este lugar preponderante, porque mediante y durante la misma se concretan los propósitos y estrategias diseñadas en la programación docente. En el ámbito de la Educación Física la clase es el factor esencial, la forma organizativa fundamental dentro del amplio sistema de actividades docentes, extradocentes y extraescolares de carácter físico-deportivo y recreativo que se realiza en la escuela. Palabras clave: Educación Física. Clase. Proceso integrador físico-educativo.
|
|||
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 174, Noviembre de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
1 / 1
Introducción
La clase constituye la unidad funcional del proceso docente educativo (PDE), en ella se integran todos los componentes del mismo, se tratan los contenidos en toda su amplitud y complejidad a partir de una correcta selección del método de enseñanza, se vencen los objetivos y metas propuestas, provocando la transformación integral pronosticada en el alumno.
La clase está considerada como la forma más adecuada para lograr los objetivos en todas sus dimensiones, porque en ella están dadas todas las condiciones necesarias para fundir en un proceso único lo instructivo con lo educativo. Esta posición dominante de la clase en el proceso la determinan una serie de factores entre los que se encuentran los siguientes:
Su carácter obligatorio dentro del currículo escolar.
Está regida por una programación para los distintos grados, niveles y tipos de educación.
Se interrelaciona con las demás asignatura mediante la interdisciplinariedad y la relación intermaterias, así como con las formas extradocentes y extraescolares, contribuyendo de esta forma a la formación de personas integralmente desarrolladas.
Durante la clase el profesor orienta, facilita y guía la actividad instructivo-educativa de sus alumnos, teniendo en cuenta la individualización del proceso a partir de las diferencias individuales de estos, explotando su maestría y utilizando de manera adecuada diversas estrategias de aprendizaje en su labor pedagógica, lo que le permite crear la condiciones propicias para que todos los alumnos alcancen los niveles de desarrollo físico-motriz, cognitivos y de actitudes previstos.
El proceso de enseñanza-aprendizaje se lleva a cabo mediante numerosas y variadas actividades dentro del contexto de la escuela y lo curricular, así como fuera de la misma y del horario docente. Esa gama de actividades docentes, extradocentes y extraescolares deben ser planificadas de manera organizada, coordinada, integrada, con un carácter sistémico de manera que tributen poderosamente a la formación integral del alumno (López, 2006). Por ello estas múltiples actividades no se pueden ver como una suma aislada de ellas para obtener un todo, sino como un sistema de influencias que se caractericen por su integridad, por la interacción de sus elementos y por los nexos, vínculos y relaciones que condicionan su estructura (González Maura, 2001).
En la escuela la Educación Física se desarrolla mediante diferentes actividades de carácter físico-deportivo y recreativas, que se practican de forma obligatoria u opcional, dentro y fuera de la institución, donde la clase constituye la forma fundamental de organización del proceso enseñanza-aprendizaje mediante la conjugación armónica de las actividades con una sistemática orientación, de forma tal que permita en el alumno el desarrollo de las capacidades perceptivo-motoras, físico-motoras, cognitivo-motoras, afectivas, así como formar actitudes, normas de conducta y valores personales.
Un enfoque integral físico-educativo en la Educación Física exige en primer orden una dimensión del proceso a la multilateralidad e integridad del sujeto, sustentándose en la motivación y creación de estados psíquicos favorables para la clase, la diferenciación de la enseñanza, la labor colectiva para el aprendizaje, la conducción al desarrollo de un pensamiento productivo en los escolares, la adecuada preparación del profesor y los materiales necesarios para desarrollar la clase, así como una sistemática evaluación del proceso que permita reorientarlo a lo necesario y pertinente.
Por lo anterior expuesto se considera a la clase como el acto pedagógico más importante del proceso, que tiene este lugar preponderante porque mediante y durante la misma se concretan los propósitos y estrategias diseñadas en la programación docente. En el ámbito de la Educación Física la clase es el factor esencial, la forma organizativa fundamental dentro del amplio sistema de actividades docentes, extradocentes y extraescolares de carácter físico-deportivo y recreativo que se realiza en la escuela.
Desarrollo
Diversidad e integridad del proceso docente educativo en la Educación Física
La Educación Física con un enfoque integral físico educativo que se trata en este artículo pretende conceder la importancia que tiene ver al alumno como un sujeto activo, constructor de su propio aprendizaje, partiendo de la diferenciación característica en un grupo de sujetos, donde no todos tienen el mismo ritmo para aprender ni el mismo nivel de desarrollo físico.
La diversidad abarca múltiples aspectos en el contexto de la Educación Física, las diferencias individuales que se aprecian entre los propios niveles de desarrollo del alumno, la diversidad sociocultural en que se desarrolla la Educación Física como proceso pedagógico, los enfoques psicopedagógicos y el currículo de cada sistema, nivel o grado, marcada diferencia en la formación profesional del docente (López, 2006). La integridad se refiere al grado de unidad del proceso docente educativo, la integridad de los ámbitos congnitivos, afectivos, físico, motriz, de actitud en esa formación multilateral de la personalidad del escolar, así como en la organización funcional de los grupos sociales. La integridad y su intención educativa únicamente a de lograrse en la diversidad y el accionar pedagógico del docente con ella. Por lo que diversidad e integridad son dos categorías diferentes que se funden en una sola y forman una unidad en el proceso docente educativo de la Educación Física.
En las clases de Educación Física las diferencias individuales se manifiestan por diversos factores, resultando los más sistemáticos: la talla, el peso corporal, la fuerza muscular, los cuales son identificados a simple vista; mientras otros como la motivación, el interés cognitivo, las condiciones socioculturales del alumno, requieren de un seguimiento y del empleo incluso del método investigativo (López, 2006). Hay que aborrecer la Educación Física tradicional y esquemática, la clase igualitaria para todos, caracterizada por el mando directo y la labor enciclopédica del maestro, donde las diferencias individuales y la diferenciación de la enseñanza son por lo general olvidadas, lo que trae como consecuencias que ello incida en el desarrollo desfavorable del grupo en general, los más débiles no avanzan y los aventajados se retrasan. No se pretende trabajar intuitivamente, a lo proverbial o espontáneo, se recomienda planificar sobre la base de la programación y explotar el pensamiento productivo del alumno, mediante una variada oferta de actividades, que permitan sobe la base de los fundamentos teóricos y metodológicos de cada contenido, sistematizar el mismo y favorecer la solidez del conocimiento del estudiante.
Directividad y no directividad en proceso de enseñanza-aprendizaje en la Educación Física
La directividad en el proceso de enseñanza aprendizaje se fundamenta en la teoría psicológica conductista y en la pedagogía tradicional. En tanto la no directividad del proceso sienta su atención en teorías psicopedagógicas cognitivas-constructivistas del aprendizaje.
La educación Física no ha estado exenta de los tradicionales debates con relación a este aspecto, lo que trasluce la variedad de tendencias y estilos de enseñanza que sustentan hoy el proceso de la Educación Física en nuestras escuelas, que de una u otra manera se desarrollan de manera independiente o combinando unas con otras. Estos debates han dejado a las claras una serie de elementos dignos de retomar y direccionar el trabajo hacia una oportuna y pertinente solución:
El alumno objeto de influencias educativas por parte del profesor, o sujeto de su propia actividad del conocimiento.
El profesor y su papel preponderante, enciclopedista, directivo de la enseñanza, o el profesor comunicador, facilitador de vías para el aprendizaje de sus alumnos.
El currículo cerrado y que orienta todo lo que se debe hacer y cómo hacerlo , el abierto donde lidera la actividad de formación el docente a partir de sus innovaciones, o un diseño básico y programado que permita tratar los contenidos a partir de necesidades y realidades de cada escenario escolar.
La Educación Física directiva basa su enseñanza en el aprendizaje de modelos de movimientos a partir de lo reproductivo, de sistematizar acciones u operaciones estandarizadas, que al variar se hace sobre la base de un conjunto predeterminado, ordenado de lo fácil a lo difícil, de lo simple a lo complejo. Por tanto la organización de la enseñanza directiva se desarrolla en tres fases: analítica (estructurar, fraccionar), asociativa (relacionar, establecer) y sintética (ejecutar, realizar) (Ruiz, 1987).
Este modelo aislado de enseñar persigue ir creando un cierto dominio de los componentes de cada acción técnica, para de esta forma introducir cada una de ellas y ejercitarlas en condiciones preestablecidas, paulatinamente se complejizan y se trabaja con situaciones combinadas de juego o complejo de habilidades predeterminados. Bajo estas condiciones se desarrolla una enseñanza tradicional, matizada por un docente preponderante y un alumno reproductivo.
Rogers (1987) critica la directividad pedagógica en el proceso de enseñanza aprendizaje tradicional, donde el maestro somete al estudiante mediante su enfoque autoritario de trabajo pedagógico, ello promueve una actitud dependiente casi total del alumno, lo que desarrolla la inseguridad , falta de confianza en sí mismo y minimiza su autoestima.
Dada esta polémica situación en el campo de la pedagogía, se hace necesario implementar alternativas o nuevos enfoques de trabajo didáctico metodológico, para emprender desde una perspectiva constructivista y productiva el proceso de enseñanza aprendizaje, donde enseñar significa permitir que el estudiante aprenda, es decir, propiciar las condiciones para que exprese libremente sus necesidades en un clima afectivo favorable, de comprensión, aceptación y respeto. Donde aprender se sustente en atribuirle significado a la experiencia que posibilita satisfacer las necesidades.
Como vía hacía un nuevo enfoque de la enseñanza surge por los sesenta la Pedagogía no directiva, la que constituyó una alternativa de respuesta a la demanda social, que exigía una explicación, sobre bases científicas la actuación del ser humano y su educación. Esta tendencia tiene sus fundamentos según González Maura (2000), en la Psicología Humanista que explica la naturaleza del desarrollo del hombre y su origen biológico, en el Conductismo que absolutiza la educación como un fenómeno únicamente de determinación social, y en el Psicoanálisis que desde una perspectiva imaginaria sobre la naturaleza humana, sin un carácter consiente de este proceso de transformación y evolución, sugiere llevar a efectos la educación del ser humano. A estas corrientes que anteceden la Pedagogía no directiva se suman las teorías de la autorregulación y la autonomía funcional de los motivos dada por Allport (1967), la autoactualización de Maslow (1974), y la personalización de Rogers (1961).
La influencia positiva de la Pedagogía no directiva en la calidad del aprendizaje de los alumnos, se ha comprobado en diferentes partes del mundo y en momentos distintos, entre las principales relevancias se encuentran los siguientes aspectos:
La alta correlación entre los procesos de facilitación que condicionan el aprendizaje desarrollado por el maestro, y los resultados académicos alcanzados por los estudiantes.
La correspondencia entre el alto nivel de maestría pedagógica alcanzado por el maestro en su labor de facilitación, con un desarrollo eficiente de sus cualidades y actitudes; y el desarrollo de las capacidad de autodeterminación del alumno en su aprendizaje.
La oportunidad de desarrollar, en los docentes, las cualidades para la facilitación del aprendizaje mediante el entrenamiento metodológico.
La necesidad de convertir el directivo en un facilitador más en sus relaciones con el profesor, como condición indispensable para que los profesores puedan desempeñar su labor de facilitación en el aula.
La clase no directiva basada en una nueva Pedagogía centra su atención en la educación multilateral y la formación integral de la personalidad del estudiante, para ello considera el alumno como sujeto, como persona que forma parte del proceso se su aprendizaje y se implica integralmente a él, que asume una posición activa y responsable en el mismo. Reconoce la necesaria unidad entre lo cognitivo y lo afectivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, sin extralimitar las relaciones y funciones del profesor y del alumno. Destaca el papel de la autoconciencia y la autovaloración del estudiante como vías imprescindibles para la autodirección del aprendizaje. Desarrollar y reconocer la autodeterminación del estudiante en el proceso de aprendizaje, como una expresión superior en el desarrollo de su personalidad. Y por último destaca la importancia de una fluida comunicación durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
No obstante a lo positivo abordado anteriormente se debe tener mucha precaución con esta tendencia y su implementación en la práctica, no se puede ver bajo ninguna circunstancia un elemento separado del otro, absolutizar un componente, verlo puramente como única parte del proceso sería un garrafal error, tanto los factores internos (PDE), como los factores externos (comunidad-familia), juegan un papel determinante en la formación de la personalidad del alumno, no existe prevalencia de uno sobre el otro. Será un fracaso sobrevalorar y ceder todo el espacio a la formación desde lo no directivo, es eminente reconocer la unidad dialéctica entre lo directivo y lo no directivo, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, el maestro tiene su lugar y función oportuna en ese momento del proceso que el alumno necesita de una orientación clara y precisa del que va hacer, mientras que el estudiante tiene que desarrollarse en el contexto a partir de las informaciones recibidas del docente, de manera que cada educando encuentre los conocimientos que necesita en el tiempo requerido para ello, siempre a partir de esa facilitación individualizada que le ofrece el maestro a cada uno por separados. Por un lado la no directividad implica la facilitación del profesor para que el alumno encuentre, mientras que por otro la directividad niega la persona, al verla solo como un objeto de influencias educativas.
Por lo que la comprensión dialéctica en la relación directivo y lo no directivo, implica potenciar al máximo el carácter activo del aprendizaje, que este sea transformador y autodeterminado por el sujeto, siempre bajo la orientación del profesor, quien le propone las tareas y crea las condiciones que estimulen el capital para solucionar problemas que posee el estudiante, incluso con un alto grado de creatividad. La misión del maestro en este modelo integrado de formación es ayudar, apoyar, orientar; mientras que el estudiante opera, regula, desarrolla, valora y crea.
En el orden de la Educación Física todo se manifiesta de igual manera, recordemos que la misma es un componente de la Educación en general como proceso, y todo cambio que se instrumente en él, tendrá su desempeño en el contexto de la Educación Física tal como en otra disciplina cualesquiera. Hoy se estila la formación de hábitos, habilidades y el desarrollo de capacidades a partir de las potencialidades que ofrece el explotar el propio cuerpo humano, descubrir y redescubrir a partir de la interacción del sujeto consigo mismo, con los demás y con los medios y objetos, donde experimenta una serie de acciones en tiempo y espacio a partir de su imaginación y creatividad.
Para Vigotski (1984), la comprensión dialéctica entre no directividad y directividad del proceso de enseñanza-aprendizaje, es comprender la relación existente entre aprendizaje y desarrollo, para este autor aprendizaje es, una actividad social integral, de múltiples factores, y no solo un proceso de realización independiente. Aquí se concibe como el centro de atención al sujeto activo, consciente y transformador, orientado hacia un objetivo en constante interacción con los demás sujetos (Maestro-otros alumnos), accionando con los medios y objetos, según las condiciones que lo exijan.
Educación Física integradora y desarrolladora. Un reto de la actualidad
La enseñanza integradora no solo parte de un aprendizaje desarrollador, consciente, científico y objetal en determinado período de la vida y niveles evolutivos, sino que también prevé las potencialidades desarrolladoras del alumno en cada uno de estos momentos. Dominar la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolución independiente de problemas, y el nivel de desarrollo potencial, determinado este por la solución a problemas bajo la guía del profesor o de un compañero más capaz, (zona de desarrollo próximo), es determinante en este modelo pedagógico dominar estos elementos como base para el éxito.
Queda claro que un enfoque integral físico-educativo supone contemplar como contenidos y objetivos, acciones de aprendizaje y de evaluación, no solo para el desarrollo de capacidades y habilidades, sino asegurar además el aprendizaje de conceptos, normas teóricas, modos de referencias, así como unir a ello la formación de actitudes, normas de conducta, valores, e integrar todo lo nuevo que debe aprender a lo que ya conoce, a los antecedentes que posee del contenido, para de esta forma imprimirle un significado particular y un sentido personal al aprendizaje.
Para implementar en la realidad de nuestras escuelas este nuevo enfoque de la Educación Física como componente de la formación general de los alumnos, donde se pretende desarrollar multilateralmente el estudiante, se hace necesario sensibilizar los docentes de la Educación Física con los cambios en su labor pedagógica, de la cual requiere un proceso integrador y desarrollador, hay que transformar los estilos de trabajo en la formación de las nuevas generaciones, dejar atrás los arraigos, dogmas y formalismos de la Educación Física tradicional es un reto decisivo como clave para el éxito en la actualidad, el hombre se asemeja a su tiempo, y los tiempos de la Educación Física hoy exigen profesionales a la altura de sus transformaciones.
Conclusiones
Al ser el hombre y su desarrollo el objeto de la Educación Física y, a la vez, sujeto activo en el proceso de su propio desarrollo físico, el trabajo de cada sesión de clases tiene que encaminarse a la formación integral de la personalidad, sin descuidar, ni dejar de tener como centro y objetivo principal, dentro del enfoque multilateral, el aspecto físico.
Un proceso integral se corresponde con los objetivos sociales de formar niños y jóvenes saludables, con un elevado desarrollo de sus habilidades y capacidades físicas, con amplios conocimientos de sus potencialidades físicas y funcionales, con elevados valores morales, que les permitan vencer las dificultades, con valores estéticos incorporados a su cultura y con hábitos de practicar sistemáticamente actividades físico-deportivas y recreativas que le permitan un uso racional del tiempo libre.
La clase como expresión de un proceso integrador requiere que en cada una de ellas se cumpla con las funciones pedagógicas de instrucción, educación y desarrollo, lo que significa trabajar para que los alumnos adquieran sólidos conocimientos relacionados con la actividad físico deportivas, y logren un amplio desarrollo de las capacidades de rendimiento físico, psíquico y morfofuncional; y que además se formen en ellos valores éticos, morales y sociales de la personalidad.
La labor pedagógica y metodológica del profesor constituye un elemento esencial en la materialización práctica de un proceso integrador físico-educativo, explotando su creatividad y la multipotencia del ejercicio físico como aspecto de concreción significativa en las actividades físico-deportivas durante la clase.
Bibliografía
Allport, G. M. La personalidad su configuración y desarrollo. Ediciones Revolucionarias, Ciudad de la Habana, 1967.
González Maura, V. El aprendizaje en una concepción humanista de la educación. CEPES, Universidad de La Habana, Ciudad de la Habana, 2001.
González Maura, V. El profesor universitario. ¿Facilitador o un orientador? Revista Cubana de Educación superior, XIX (3): 39-48, Ciudad de la Habana, 2000.
González Maura, V. Pedagogía no directiva, la enseñanza centrada en el estudiante. Editora Universidad Autónoma “Juan Misael Saracho”, Tarija, 2001.
López, A. El proceso de enseñanza aprendizaje en la Educación Física. Editorial Científico Técnica, La Habana, 2006.
Maslow, A. H. El hombre autorrealizado. Hacia una Psicología del ser. Kairos, Barcelona, 1974.
Rogers, C. El proceso de convertirse en persona. Paidós, Buenos Aires, 1961.
Ruiz, A. Metodología de la enseñanza de la Educación Física, t. I. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana, 1987.
Vygotski, L. Interacción entre enseñanza y desarrollo. CEPES, Universidad de La Habana, Ciudad de la Habana, 1984.
Vygotski, L. Pensamiento y Lenguaje. Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de la Habana, 1984.
Otros artículos sobre Educación Física
Búsqueda personalizada
|
|
EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 17 · N° 174 | Buenos Aires,
Noviembre de 2012 |