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Atletas argentinos destacados en los Juegos Olímpicos en pista y campo |
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Profesor de Educación Física Entrenador Nacional de Atletismo (Argentina) |
Jorge de Hegedüs |
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Resumen Desde estas mismas páginas se han hecho distintas referencias sobre los atletas argentinos, aunque destacándose de manera prevalente a los maratonistas. Nunca nos podremos olvidar de corredores de la talla de Juan Carlos Zabala, Delfo Cabrera, Armando Sensini, Reinaldo Gorno y Osvaldo Suarez. Todos ellos han jerarquizado al deporte de la República Argentina a través de la historia del deporte olímpico. Pero en este caso se hará referencia a todos aquellos atletas que han tenido un destaque en las pruberas de pista y campo, y que han prestigiado también al atletismo argentino a través de la historia de los Juegos Olímpicos. Palabras clave: Atletismo. Juegos Olímpicos. Argentina.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 174, Noviembre de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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París, 1924
El primer atleta representativo del Comité Olímpico Argentino en destacarse ha sido el saltador de triple Juis A. Brunetto. Obtuvo en los Juegos Olímpicos de París nada menos que la medalla de plata detrá del australiano Anthony Winter. Los registros de Brunetto fueron de 15,425 – 14.80 - x – 15.20 – 14.78 – x. Winter, por su lado, logró la medalla de oro con una marca de 15.525 metros. Conviene destacar, que el registro de Brunetto se constituyó como récord sudamericano hasta 1951, cuando apareció el gran atleta brasileño Adhemar Ferreira Da Silva, quien al año siguiente logró inclusive la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Helsinki (16.22 metros).
Luis A. Brunetto logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París (1924) en el triple salto
Los Ángeles, 1932
En este caso se trató de un atleta velocista: Carlos Bianchi Luti. Llegó hasta las instancias finales en donde obtuvo el quinto puesto.
El resultado final de dicho evento fue el siguiente:
Bianchi Luti ocupó el tercer lugar en su serie con 22.2, primero en los cuartos de final con 21.4, tercero en la semifinal con 21.6 y finalmente el quinto puesto en la final con 21.7 segundos. Este gran velocista ya había sido también Campeón Sudamericano en esta misma especialidad en el año 1931.
Otro atleta argentino tuvo el privilegio de pasar a la final de su disciplina. Se trató del lanzador de martillo Federico Kleger quien ocupó la sexta colocación con 48.33 metros. La medalla de oro de esta disciplina atlética la obtuvo el lanzador irlandés Patrick O’Callaghan con 53.92 metros.
Berlín, 1936
El equipo olímpico argentino tuvo destacada actuación en las pruebas de pista. El que fuera Campeón Olímpico cuatro años antes en Los Ángeles en la disciplina de la maratón, Juan Carlos Zabala, ocupó en Berlín el sexto lugar en la final de los 10 mil metros. Recordemos que el “Ñandú de las Pampas”, estuvo radicado en Alemania hacía un año para prepararse en forma adecuada para estos eventos. El tiempo de este gran atleta fue de 31.22 minutos. El vencedor de esta prueba fue el fondista finlandés Ilmari Salminen con 30.15.4 minutos.
Pero en estos tan discutidos Juegos Olímpicos desde el punto de vista político, hubo también otros atletas argentinos finalistas en pruebas de pista. Uno de ellos fue Juan Carlos Anderson quien ocupó el séptimo lugar (sin tiempo oficial). Esta carrera final fue ganada por el americano John Woodruff. Hay que destacar que Anderson ganó su serie con 1.55.1 min.
Juan Carlos Anderson, finalista en los 800 metros en los Juegos Olímpicos de Berlín (1936)
Los otros finalistas fueron cuatro atletas que integraron la posta de relevos 4 x 100. En efecto, Juan Lavenás, Antonio Sande, Carlos Hofmeister, y Clifford Tomas Beswick, después de obtener el segundo puesto en la serie clasificatoria con 41.9, lograron el cuarto lugar en la final con 42.2 segundos, ¡todo un mérito! Esta carrera de relevos fue ganada por la famosa cuarteta de los Estados Unidos, quienes fueron los primeros en superar la barrera de los 40 segundos: lograron nada menos que 39.8 segundos.
Londres, 1948
Los atletas argentinos volvieron a tener un singular destaque en estos juegos olímpicos, aunque es conveniente aclarar que el continente europeo recién salía de los horrores de la II Guerra Mundial.
La saltadora Noemí Simonetto de Portela tuvo gran actuación en el salto en largo al obtener nada menos que la medalla de plata con un registro de 5.60 metros detrás de la húngara Olga Gyarmati quien logró la de oro con 5.69.
Esta excelente atleta que perteneció al Club Atlético River Plate venía teniendo actuaciones de destaque a nivel sudamericano puesto que ya había obtenido grandes éxitos tanto como velocista como también saltadora.
Noemí Simonetto de Portela, la brillante atleta argentina que obtuviera la medalla de plata
en el salto en largo en los Juegos Olímpicos de Londres, 1948
Pero en estos juegos olímpicos también se destacó otro “pistero”. Se trató del corredor de 110 metros con vallas Alberto Triulzi. Este atleta obtuvo el cuarto puesto en la final con 14.6 segundos. La medalla de oro la obtuvo el norteamericano William Porter con 13.9 segundos. Triulzi había ganado su serie, luego obtuvo el segundo puesto en la semifinal. Todos sus registros cronométricos fueron coincidentes: 14.6 segundos.
El atletismo argentino logró otro cuarto puesto. Fue en la exigente disciplina de decatlón. En efecto, Enrique Kistenmacher obtuvo dicha colocación después de haber liderado la competencia al finalizar el primer día. La medalla de oro la obtuvo un adolescente de 17 años de edad, Bob Mathias, quien luego en Helsinki, 1952, volvería a ganar esta competencia.
Enrique Kistenmacher actuando en el lanzamiento del disco, una de
las sub disciplinas del decatlón. En este evento obtuvo el cuarto puesto
Enrique Kistenmacher fue también dos veces Campeón Sudamericano en esta especialidad: 1947 y 1949.
En la prueba de lanzamientos hubo otra representación argentina que logró pasar a la final. Se trató de la lanzadora de disco Ingeborg Mello, quien logró un honroso octavo puesto con 38.44 metros. Esta disciplina fue ganada por la francesa Micheline Ostenmeyer con 41.92 metros.
1952, Helsinki
Aquí podemos destacar la gran actuación del velocista Gerardo Bönnhoff. Este gran velocista, que ya venía precedido del máximo título sudamericano en su especialidad, pasó a la final de los 200 metros obteniendo el sexto puesto con 21.3 segundos. La misma fue ganada por Andrew “Andy” Stanfield de los Estados Unidos con 20.7 segundos. Pero nuevamente en los lanzamientos femeninos otra atleta representativa de Argentina quien logró ubicarse en la prueba final. Se trató de Ingeborg Pfuller quien obtuvo el séptimo lugar en el lanzamiento del disco con 41.73 metros. La medalla de oro la obtuvo la lanzadora rusa Nina Romachkova con 51.42 metros.
1956, Melbourne
Fue nuevamente una “fémina” la que ocupó un lugar en la final y también en el lanzamiento del disco. Se trató de Isabel Ercilla Avellán quien logró el sexto puesto con 46.73 metros. El primer puesto lo logró la checoeslovaca Olga Fitokova con un lanzamiento de 53.69.
2012, Londres
Tuvo que pasar mucho tiempo para que nuevamente se pudiera ver a un atleta argentino como finalista en los Juegos Olímpicos. Tuvo que pasar nada menos que 56 años para este logro. Ello correspondió a los reciente Juegos Olímpicos realizados en Londres, 2012.
Dicho gran privilegio lo obtuvo el lanzador de bala (=peso) Germán Lauro (1.86 – 127 k.). Este excelente atleta logró el sexto lugar en la final de esta disciplina atlética al lanzar el implemento a 20.84 metros, que también constituye récord argentino. El primer lugar lo obtuvo el gigantesco lanzador polaco (2.04 – 140 k.) Tomasz Majewski con 21.89 metros.
Germán Lauro, gran lanzador argentino quien obtuviera el sexto lugar en la final
del lanzamiento de la bala en los Juegos Olímpicos de Londres: 20.84 metros
Germán Lauro es entonces el primer atleta en clasificar para la final desde los Juegos Olímpicos de Melbourne con relación a las disciplinas de pista y campo. Este deportista tiene otros títulos como la de ser Campeón Sudamericano en esta especialidad y también en el lanzamiento del disco. Todos los aficionados al deporte atlético seguiremos teniendo firmes esperanzas en este atleta con relación a futuras competencias internacionales.
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