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Los períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas 

y las pruebas de eficiencia física como instrumento evaluador

 

Profesor de Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo de la Universidad

de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”, de la Habana

(Cuba)

Dr. C. Adalberto Collazo Macías

collazo@inder.cu

 

 

 

 

Resumen

          Los períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas, son aquellos momentos óptimos de gran sensibilidad para su desarrollo, que forman parte de los procesos naturales que tienen lugar en la evolución y desarrollo del hombre, de origen básicamente bio-psíquico y que se evidencian con crecimientos acelerados en determinada capacidad física de una edad a otra. La teoría de que al aprovechar aquellos momentos denominados como períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas, estimulándolos con mayor frecuencia desde el punto de vista pedagógico, facilitaría un mayor desarrollo físico en estas edades estudiadas se convirtió prácticamente en una hipótesis no declarada de trabajo.

          Palabras clave: Período sensitivos. Fases latentes. Fases sensibles. Capacidades físicas. Evaluación.

 

Abstract

          The sensitive periods of the development of the physical capacities, they are those good moments of great sensibility for their development that you/they are part of the natural processes that take place in the evolution and the man's development, of basically bio-psychic origin and that they are evidenced with growths hurried in certain physical capacity from an age to another. The theory that when taking advantage of those moments denominated as sensitive periods of the development of the physical capacities, stimulating them with more frequency from the pedagogic point of view, it would facilitate a bigger physical development in these studied ages he/she became a not declared hypothesis of work practically.

          Keywords: Sensitive period. Latent phases. Sensitive phases. Physical capacities. Evaluation.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 173, Octubre de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

     Los períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas y las pruebas de eficiencia física como instrumento evaluador expresan una relación dialéctica, desde el punto de vista pedagógico, pues desde las ciencias epistemológicas y pedagógicas sería imposible determinar periodos sensitivos sin la aplicación de pruebas de aptitud física, las que ofrecen datos numéricos que permiten el análisis matemático comparativo del comportamiento de determinadas capacidades físicas. Un proceso extremadamente complejo, si tenemos en cuenta que dicha sensibilidad al desarrollo está sujeta y condicionada a una serie de factores tales como crecimiento humano, Influencia socio-ecológica y económica que haya recibido el sujeto, el componente genético y hereditario, su desarrollo psíquico en su interacción entre el medio ambiente, el familiar y educacional recibido por cada individuo, el grado, momento e intensidad del proceso de la maduración sexual, así como su desarrollo orgánico y funcional.

    Esta quizás sea una de las temáticas menos abordada en la literatura especializada, en la década de los años setenta y principios de los ochenta del siglo XX retomo cierto auge en los países del otrora campo socialistas, quizás un producto de la guerra fría, sin embargo, los estudios recogidos solo se limitan a presentar resultados concretos de esos períodos, mediante tablas que indican cual capacidad es más conveniente desarrollar en tal y mas cual edad, las capacidades físicas utilizadas como variables en estas investigaciones, resultan en ocasiones extremadamente complejas y en otras tan específicas que no nos aportan mucha información si la comparamos con los términos que se emplean dentro de la clasificación de capacidades físicas en la actualidad.

    Por otra parte, las pruebas de eficiencia física constituyen el mejor instrumento pedagógico para conocer el verdadero desarrollo de determinada capacidad física.

Desarrollo

Antecedentes históricos en la determinación de períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas

    El tema de períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas, es un contenido no lo suficientemente abordado en la literatura especializada actual, o al menos, a la que se ha tenido acceso. La búsqueda en Internet ha sido minuciosa en los últimos años, utilizando para ello diferentes vías de búsqueda de información, siendo muy pobre e insuficiente la información encontrada al respecto, todas estas realidades se han convertido en una limitante de esta investigación. El haber contado con mayor información al respecto, hubiera permitido un punto de partida diferente, no obstante, se pudo recopilar y analizar algunos trabajos realizados en este campo, los que sin dudas, han servido de sustento teórico al mismo.

    Volkov y Filin (1989), en su obra titulada “Selección Deportiva”, hacen alusión a esta temática que se aborda, pero como bien ellos mismos reconocen de forma muy reducida, partiendo de algunas particularidades fisiológicas del organismo de los niños de sexos diferentes, del desarrollo de las cualidades motoras y de la actividad de los órganos y sistemas, donde se muestran ejemplos muy generales, como por ejemplo y cito: “En los escolares no deportistas, el mayor incremento de la resistencia se registra a los 11-12 años, y desde los 14-15 años la resistencia se va elevando sustanciosamente, donde no se especifica de qué tipo de resistencia están hablando”.

    Muchas veces, estos autores, reflejan ejemplos muy amplios, y cito: de los 8 a los 18 años, la fuerza de los músculos flexores de la muñeca en las niñas aumenta en un 212 %, y en los varones el 257 %, sin embargo, en ningún momento aparece alguna metodología de cómo fueron determinados esos períodos sensitivos, lo cual se convierte en una limitante permanente en la literatura consultada.

    Sin dudas, la complejidad del tema de períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas queda demostrada en los diversos criterios que aparecen al respecto. Astaúrov y Charles Darwin, citados por los propios autores, Volkov y Filin (1989), consideran que las potencialidades de desarrollo físico de un individuo están condicionadas fuertemente al aspecto genético y hereditario, y que solo el medio externo, ejerce una débil influencia en las aptitudes del hombre, criterio este que lo reafirman los propios Volkov y Filin (1989), cuando plantean que la herencia como proceso de trasmisión de información genética se realiza según determinadas leyes, las cuales pueden manifestarse en la misma medida en que la interacción con el medio cree las condiciones necesarias para su desarrollo, pero afirman, que en caso de faltar el componente genético necesario, el indicio no puede desarrollarse ni siquiera teniendo la influencia externa óptima.

    Todo esto presupone, que el desarrollo físico de un individuo en general y en particular el desarrollo de sus períodos sensitivos, están sujetos, en primer lugar, a la capacidad y potencialidades genéticas heredadas, pero que para obtener su pleno desarrollo necesitan de la interacción correcta y adecuada del medio externo, de ahí, la conclusión parcial, de que lo primario es el potencial genético de un sujeto, pero que se debe estimular ese potencial con influencia pedagógica, pues solo así la semilla (individuo), puede germinar sus frutos (desarrollo integro y óptimo), por tanto, una condición genética óptima no desarrollada, es una condición perdida, por lo que dialécticamente se puede afirmar que los períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas como momento transitorio en la evolución, crecimiento, maduración biológica y desarrollo de un individuo están condicionadas por ciertas propiedades de orden biopsíquico, cuya esencia se manifiesta en una aceleración de crecimiento de determinadas potencialidades físicas, que para su crecimiento íntegro requieren de procesos de estimulación pedagógica.

    Edwin Hahn (1988) en su libro titulado “Entrenamiento con niños: Teoría, práctica, problemas específicos”, valora también el tema que se aborda en este epígrafe. Y para dejar constancia de la complejidad de esta temática, citamos una frase del propio autor cuando expresa textualmente que: “No existe ningún área del deporte moderno más discutida y más tratada con prejuicios que la Educación Física, la investigación motora y el entrenamiento con niños”.

    En su propia obra Edwin Hahn (1988), expone un trabajo realizado por Martin (1982), donde se recoge una serie de orientaciones metodológicas, que aparecen como contenidos del entrenamiento estructurado según las fases de desarrollo, teniendo en cuenta la edad biológica del sujeto y su modelo de fases sensibles, donde analiza individuos, sin especificar su sexo, que van desde los 6 hasta los 15 años. En su modelo se analizan las capacidades psicomotrices coordinativo funcionales, entre las cuales aparecen la capacidad de aprendizaje motor, la capacidad de diferenciación y control, la de reacción óptica y acústica, la orientación espacial, la capacidad de ritmo y equilibrio, también determina fases sensibles, que es como el autor las denomina, para analizar capacidades físicas, reflejando la resistencia, la fuerza y velocidad y por último estudia las capacidades afectivo-cognitiva, donde investiga las características afectivo-cognitiva y los estímulos para el aprendizaje. En el caso de las capacidades físicas estudiadas, se abordan términos muy generales, si se tienen en cuenta que en la actualidad, aparecen y se conocen muchas combinaciones entre ellas, las cuales son más específicas y orientadoras del proceso pedagógico y en la comprensión de este complejo proceso. Martin (1982) determina las fases sensibles de las variables anteriormente mencionadas, mostrando una dinámica de crecimientos o decrecimientos a lo largo de las edades estudiadas, haciendo hincapié, en determinadas fases donde esta variable encuentra momentos de elevada sensibilidad de desarrollo.

    Hahn (1988) continúa agregando en su libro “Entrenamiento con niños: Teoría, práctica, problemas específicos”, un trabajo de Wolanski (1979), en el que aparece la edad idónea para el aprendizaje óptimo de las diferentes condiciones motrices, y se estudia un gran número de capacidades condicionales y coordinativas, sin especificar sexos, dando rango de hasta siete años, como edades idóneas para alcanzar un aprendizaje óptimo, donde incluso aparecen cualidades muy difícil de evaluar como son la exactitud en los movimientos con la mano derecha o izquierda alejadas del cuerpo, o con ambas manos cerca del cuerpo. Sin embargo, se coincide con la idea de Wolanski (1979) cuando se refiere, a que, se debe estimular más aquellas capacidades que encuentran momentos idóneos para su desarrollo, puesto que en dicho momento las mismas avanzan con especial rapidez.

    Otro estudio analizado referente a períodos sensitivos, y que aparece en esta misma obra de Hahn (1988), lo constituye el propuesto por Hirtz (1979), cuando analiza un conjunto de capacidades coordinativas y su comportamiento en las clases de Educación Física desde el primero hasta el décimo grado, destacándose como aspecto positivo, que en este caso sí se valoró ambos sexos por separados, con la limitante, que no se analizaron las capacidades condicionales y la movilidad articular.

    También se analizaron ciertos resultados e ideas expuestas por algunos autores como: Keul (1982), Kindermann (1978), Hollman (1978), Diem (1978), Vlassow (1971), todos citados por el propio Hahn (1988).

    Manfred Grosser y otros (1981), citados por Hahn (1988) exponen sus criterios a partir de las posibilidades de iniciar el entrenamiento y del entrenamiento forzado de la condición física en diferentes edades, donde se observan como aspectos positivos, que las variables utilizadas responden a términos conceptuales de gran actualidad y que son más específicos, con un margen de posibilidad que abarca desde la niñez hasta la juventud, es decir, desde los 5 hasta los 20 años, por lo que se considera como un trabajo muy extenso y completo, tiene en cuenta ambos sexos, y sobre todo, se especifican diferentes formas de cómo se pueden entrenar cada una de dichas capacidades físicas donde se reflejan diferentes grados de complejidad, atendiendo a la intensidad de cómo pueden llegar a trabajarse y su frecuencia semanal. Se observa como aspectos negativos que no se valora ninguna capacidad coordinativa y que lejos de valorar períodos sensitivos del desarrollo de capacidades físicas, aunque tenga cierta relación, más bien, se limita a especificar la edad óptima para iniciar el entrenamiento de ciertas capacidades físicas con alto rigor de exigencias, lo cual no constituye objeto de estudio en la Educación Física.

    En cuanto a la experiencia cubana en estas últimas décadas Pila Hernández (1989) y Vázquez Martí (2001) hacen estudios más bien de eficiencia física, aunque en el caso de Pila Hernández plantea en su trabajo, que se observa en el caso del sexo femenino como mejor momento para desarrollar capacidades entre los 11 y 17 años y entre 12 y 18 años en el caso de los varones.

    Y aunque todos ellos, han abordado de forma genérica o específica el tema de los períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas y en sus estudios aparecen resultados concretos, no es menos cierto, que las variables utilizadas para las mediciones son muy generales en muchos casos (ejemplo, Volkov y Filin, utilizan el término de fuerza muscular, resistencia general) mientras en otros casos son muy específicos: Ejemplo Wolanski (1979), utiliza el término de fuerza prensil.

    Además en ninguno de los casos anteriormente abordados, excepto Pila Hernández (1989) y Vázquez Martí (2001), se ofrecen datos de las pruebas aplicadas, muestras utilizadas, etc., en los trabajos de Pila y Martí no se abordan capacidades de movilidad y las coordinativas, además estos trabajos no tienen como objetivos determinar períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas, y no proponen contenidos para garantizar el desarrollo de las capacidades físicas en las edades estudiadas que se sustenten en el aprovechamiento óptimo de los períodos sensitivos de las capacidades físicas.

    Todos estos trabajos analizados no se han podido comparar con la presente investigación por las razones siguientes:

  • Aparecen variables muy generales en algunos casos y muy específicas en otros, que difieren de la clasificación que asumimos como de capacidades físicas.

  • No aparece en ningún caso constancia de cómo fueron determinados esos períodos sensitivos, ni metodologías que expliquen su fundamento científico, por lo cual se desconocen los procedimientos científicos para determinar los mismos.

  • Además, muchos de ellos, fueron realizados en países que difieren de nuestra idiosincrasia.

  • En el actual trabajo, se determinó períodos sensitivos con el propósito de conocer cómo se comportaban determinadas variables a evaluar en las edades analizadas. Posteriormente, validar en la práctica, si la influencia pedagógica de una concepción teórica donde se orienta estimular con mayor frecuencia aquellos períodos sensitivos, respetando leyes propias de la edad, y sobre todo utilizando para ello como medio fundamental, los juegos, propiciaban un mejoramiento o no en la capacidad analizada en un período de tiempo determinado.

  • No se tuvo acceso previo algún trabajo investigativo que tuviera como objetivo determinar períodos sensitivos para elaborar y tratar contenidos con el propósito de aprovechar esos momentos y estimularlos para propiciar un mejor desarrollo físico en los niños.

Análisis histórico lógico de los sistemas de pruebas de eficiencia física utilizado en Cuba y algunos en el mundo

    El desarrollo físico integral del hombre es expresión y resultado de un largo proceso de evolución como consecuencia del trabajo que desde sus orígenes realizó como forma imprescindible para su propia subsistencia.

    La génesis de todo este fenómeno está íntimamente relacionada con sus orígenes y con todo su historial a lo largo del desarrollo de la humanidad. El desarrollo sociocultural trajo consigo la necesidad de que el hombre comenzara a preocuparse por evaluar su estado físico en relación con sus semejantes.

    Aunque en la literatura a la que se ha tenido acceso, no aparecen indicios de que el hombre de la antigua Grecia, haya empleado formas para evaluar determinadas capacidades físicas, no es descabellado suponer, que hacia esa época precisamente se remonta la fecha en que el hombre comienza a sentir necesidad de competir con los demás, lo que hace pensar en el uso de ciertas pruebas con el propósito de comprobar el estado físico de los deportistas en determinado momento, conociendo las formas de entrenamiento a las cuales se sometían, y que se conocen en la actualidad como tétradas.

    Al hablar de la temática que se aborda en este trabajo, relacionado con los períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas, se hace necesario también mencionar que para determinar los mismos, es imprescindible la aplicación de pruebas de eficiencia física o rendimiento motor.

    Según los estudios de Larzon y Yacom (1951), citado por Pila Hernández (1989), las pruebas de eficiencia física como medio de evaluación del rendimiento físico humano surgen allá por el año 1900, las mismas surgieron como necesidad para evaluar junto a mediciones funcionales y antropométricas los resultados externos del cuerpo humano.

    “Los primeros test, según Larzon y Yacom (1951), elaborados para medir y evaluar la eficiencia física fueron ideados por los norteamericanos D. A. Sargent y E.G. Martín.” (Pila Hernández, 1989).

    En Cuba según nos narra Pila Hernández (1989), allá por el año 1911, A. M. Aguayo, realizó una publicación sobre una investigación donde midió una serie de parámetros tales como peso, talla, capacidad vital, además de dinamometría manual, la misma tuvo como muestra a más de 200 muchachos entre los 6 y 17 años de la raza europoide.

    Entre los años 1920 y 1921 el doctor en Ciencias Sociales George Rouma, quien además fue miembro de las sociedades de antropología de París y Bruselas, realizó una investigación sobre aspectos antropológicos en niños cubanos entre los 6 y 14 años, lo que le permitió publicar una amplia información acerca de estudios antropológicos con escolares en la Habana.

    Para José Vázquez (1987), en Cuba se comienza hablar por vez primera de pruebas de eficiencia física allá por el año 1925 cuando un profesor alemán llamado Heider publica unas conferencias y tres manuales relacionados con dicha materia.

    Por consiguiente, fue Eneas Muñoz (1987) según plantea Pila Hernández (1989), quien afirma que por iniciativa de los profesores del Instituto de Segunda Enseñanza del Vedado, en 1942 se comenzó a aplicar pruebas de eficiencia física en Cuba con el objetivo de seleccionar a los alumnos para las clases de Fútbol Rugby. Además se dice que junto a estos profesores comenzaron los del Instituto de la Habana y de la Víbora.

    Desde su implantación en Cuba la selección y estructuración de las baterías de pruebas estuvieron influenciadas por las informaciones y conocimientos que se recibían de algunas revistas especializadas de los Estados Unidos, entre ellas la de la AAHPER (Alianza Americana para la Educación Física, la Recreación y la Danza).

    Pila Hernández (1989), cita en su trabajo “Estudio sobre las normas de capacidades motrices y sus características en la población cubana”, que según Francisco García (1987) en 1945 en una escuela del Vedado llamada Valdés Rodríguez, se aplicaron por parte del jefe de cátedra de Educación Física una batería de pruebas de velocidad, planchas o tracciones, abdominales, salto largo sin carrera de impulso, salto de altura y cuclillas, las cuales provenían de medios especializados en la materia desde los Estados Unidos.

    Por consiguiente Vázquez Martí (2001), agrega en su estudio que en 1948 se comienza a aplicar pruebas de eficiencia física en múltiples escuelas, donde se utilizaron las pruebas siguientes: 50 m planos, salto largo, agilidad, sentadas, lanzamiento, tracciones y 600 yardas. También con respecto a este propio año, Eneas Muñoz afirma que las pruebas de eficiencia física comenzaron a utilizarse de forma ampliada como medio de evaluación en las clases de Educación Física.

    También en el citado estudio en el año 1950 se plantea que los profesores Eneas Muñoz y Jaime Rivero aplicaron una serie de pruebas de eficiencia física donde se encontraban el salto y marca, carreras de 50 y 110 yardas, lanzamiento de la pelota de Sóftbol para distancia, impulsión de la bala (shot put, 8 libras), salto alto, planchas, tracción en la barra y carreras de agilidad. En este propio año aparece la primera publicación relacionada con la eficiencia física hecha por profesores cubanos, la misma distinción recayó en Eneas Muñoz y Jaime Rivero.

    En 1952 en el Instituto de Segunda Enseñanza del Vedado se aplicaron un conjunto de pruebas de eficiencia física para cada sexo, en el masculino se efectuó los 60 m planos, salto largo, carrera de agilidad, salto y marca, tracciones, 30 m volantes, triple salto, 600 m planos y endurecimiento cardiorrespiratorio, mientras en el femenino fueron los 40 m planos, salto largo, sentadillas, carrera de agilidad, salto y marca, cuclillas, 30 m volantes, triple salto, 40 m planos.

    También Pila Hernández (1989) hace referencia que en el año 1953 aparece una tesis para optar por el título de Doctora en Ciencias Pedagógicas en la Universidad de La Habana de Alma Fitz Gibban que bajo el título: “Relación de las principales test realizados en Educación Física”, especifica un conjunto de baterías proveniente de los Estados Unidos, los cuales eran utilizados en el Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina Naval, la Oficina de Educación Física de los EE.UU., la Reserva Femenina Naval, los High Schools y los Colleges para muchachas.

    Ya en 1954, según Vázquez Martí (2001), el Ministerio de Educación ofrece una orientación donde se plasmaban aspectos a los cuales se deberían ajustar las pruebas de eficiencia física: Una prueba de fuerza muscular, una prueba de resistencia, una prueba de flexibilidad, una prueba de velocidad y otra para la coordinación. Las pruebas seleccionadas para ambos sexos son las siguientes: Empujes o push-ups, pruebas de fuerza principalmente para los brazos, sentadas o sit-up, prueba de fuerza abdominal, las tracciones en la barra alta, carrera de agilidad, Carrera de ida y vuelta (25 pies), tantas veces como sea posible en 30 segundos, saltar y marcar con yeso y el lanzamiento de sacos de arena, con cuatro pulgadas y de una libra.

    En el trabajo presentado por Vázquez Martí (2001), aparecen una serie de pruebas en el año 1955, las cuales fueron las siguientes, para el sexo masculino: Carreras de 40 m planos, salto largo sin impulso y lanzamiento para distancia con la pelota de béisbol y para el sexo femenino: Carreras de 25 metros planos, brincar y saltar y lanzamiento para distancia con la pelota de sóftbol.

    Ya por el año 1958 aparece una batería de pruebas de eficiencia física muy parecida a la anterior, pero a la cual se le agregan pequeños cambios, para el sexo masculino se emplean las carreras de 40 metros planos, salto largo sin carrera de impulso y lanzamiento para distancia con la pelota de baloncesto y con la de béisbol para precisión, mientras para el sexo femenino se utilizan las carreras de 25 metros planos, saltar y alcanzar, lanzamiento para distancia con la pelota de baloncesto y con la de sóftbol para precisión y prueba de equilibrio.

    Vázquez Martí (2001), continúa agregando que por los cursos escolares 1958-1959 y 1959-1960 aparece la siguiente batería de pruebas para ambos sexos: Tracciones, sentadas, carreras de agilidad, salto largo, 50 yardas. (45.72 metros) y 600 yardas. (548, 64 metros).

    Continuando con el estudio cronológico de cómo fue evolucionando el fenómeno de las pruebas de eficiencia física en Cuba retomamos documentos elaborados en distintas épocas y momentos dentro del triunfo revolucionario.

    Según aparece en la obra de Pila Hernández (1989), el 21 de marzo de 1960 se da a conocer una publicación de la dirección de Educación Física donde se ofrece la siguiente batería de pruebas de eficiencia física: Tracciones, sentadas, salto largo sin carrera de impulso, carrera de agilidad, carrera de 50 yardas, lanzamiento de la pelota de sóftbol y las 600 yardas.

    A continuación aparece una serie de reseñas históricas de sucesos y acontecimientos que sin dudas han marcado pauta en el desarrollo de las pruebas de eficiencia física en Cuba.

    En 1960 el INDER publica un documento donde se establecen las primeras bases organizativas de las pruebas para el sector no escolar (Pila Hernández, 1989). En 1961, se publican las pruebas de eficiencia física consideradas en el Plan LPV (Listo para Vencer). El Plan LPV comprende un conjunto de pruebas físicas de gimnasia, salto largo, carrera de velocidad, escalamiento de la soga, carrera de resistencia y natación. Estas pruebas como indicase Vázquez Martí (2001), no son pruebas para que las intenten los deportistas, sino pruebas de eficiencia física para el pueblo, para que sean realizadas y vencidas por todos los hombres y mujeres de nuestro país.

    Para 1962 se incluyen en la programación de la Educación Física una batería integrada por las siguientes pruebas: Salto de longitud sin carrera de impulso, una carrera de velocidad, una carrera de resistencia y el escalamiento de la soga.

    En el año 1967 en el programa LPV escolar del INDER establece la siguiente batería de pruebas de eficiencia física: Velocidad 50 metros planos, resistencia 600 metros planos, salto de longitud sin carrera de impulso y escalamiento de la soga.

    Ya para 1968 se establece la Resolución Oficial del INDER 1364-A sobre las pruebas de eficiencia física, la cual tenía como objetivo la proyección de carácter masivo y el ajuste de los niveles de calidad de las distintas características que determinan el desarrollo biológico, teniendo en cuenta sexo y edad, así como las experiencias obtenidas, instaurando para ello un grupo de pruebas que se fueron aplicando experimentalmente y que fueron evolucionando cada año.

    Para Pila Hernández (1989) esta etapa se caracterizó por las constantes investigaciones en el campo de la eficiencia física, por presentar poca estabilidad y frecuentes cambios en las baterías de pruebas utilizadas.

    En 1983, según Vázquez Martí (2001), en esta época se establece un estudio piloto. La dirección de Educación Física del INDER puso en práctica de manera experimental un programa computacional. Mientras para 1984 se suprime la prueba de agilidad. (Cambio de cubos). Además desde esta época hasta el año 2000 se caracterizó por algunas modificaciones en las pruebas de rapidez y resistencia.

    Para el año 1992 se acepta la prueba de 50 m en ambos sexos para la prueba de velocidad y para la de resistencia aerobia se establece la de los 600 m hasta los 11 años y la de los 1000 m a partir de los 12 años para ambos sexos. En el año 2000 tiene lugar la modificación de la técnica para la realización de los abdominales, se sustituye la prueba de planchas por la de las tracciones en la barra, siendo para el masculino el máximo de repeticiones y para el femenino la suspensión en segundos.

    Por otra parte se analizó y se valoró otros sistemas de pruebas físicas aplicadas en otras partes del mundo, como son las pruebas Eurofit para la aptitud física (Eurofit Tests of Physical Fitness), las cuales en recomendación del Consejo de Europa y el Comité de Ministros a los miembros de estado sobre dichas pruebas, se adoptó en la Asamblea del Comité de Ministros y bajo los términos del artículo 15 b de los Estatutos del Consejo de Europa, el establecer una batería de pruebas de eficiencia física para su aplicación general en la Comunidad Europea, con el propósito de facilitar el progreso social por acuerdos y acción común en asuntos sociales, culturales y científicos. Por cuanto se adoptó en la “Carta Europea de Deportes para todos” utilizar las pruebas Eurofit con el objetivo de medir y valorar la aptitud física en sujetos desde los 6/7 años hasta los 16/17. Dentro de las pruebas físicas que componen la Eurofit, es apreciable la utilización de pruebas que abarcan capacidades de fuerza estática (dinamometría), fuerza explosiva (salto largo sin carreras de impulso), resistencia a la fuerza con brazos flexionados(flexión mantenida con suspensión), fuerza de tronco (abdominales en 30 segundos.), pruebas de rapidez (carreras cortas de 10 x 5, carreras de agilidad), de flexibilidad (movilidad de la columna vertebral desde la posición de sentado) y por último una prueba que mide la resistencia el “Course Navette” de 20 metros o test de Légel-Lambert, además existen otras pruebas complementarias tales como carreras de 6 km, test de Abalakov, porcentaje de grasa corporal, edad ósea, talla, peso y diámetro biacromial e ilíaco).

    Ejemplo de otras baterías de pruebas de eficiencia física utilizadas en el mundo, lo constituye la ofrecida por el Comité Internacional para la Estandarización de las Pruebas de Aptitud Física (International Committee for the Standardization of Physical Fitness Tests), dicho Comité compuesto por más de treinta especialistas de cerca de veinte países (incluido Cuba) seleccionaron las siguientes pruebas a realizar: 50 Meter Sprint, Standing Long Jump, Distance Run, Grip strength, Pull-Ups, for Men, Flexed Arm Hang, for Women, Shuttle Run, 30 Second Sit-Ups, Trunk Forward Flexion Standing y Trunk Forward Flexion, Sit and Reach, etc.

    La American College of Sport Medicine (2006) propone un sistema de pruebas físicas validos para niños y niñas desde los 6 y hasta los 17 años donde aparecen las siguientes pruebas: La milla 1609 metros, para la resistencia aerobia, el sit and reach para medir la movilidad de la columna vertebral, y las planchas o barras, donde se elija una de ellas, para medir la fuerza resistencia.

    También se analizó algunos sistemas de pruebas de eficiencia física aplicadas en otras partes del mundo, como el de Pedro Alexander en Venezuela, el pentatlón moderno aplicado por Pila en México, así como el sistema de pruebas de eficiencia física que se aplica en Australia.

    Tras analizar los diferentes sistemas de pruebas de eficiencia física que en los últimos años se han utilizado en Cuba y el que se aplica actualmente, así como el análisis de algunos de los sistemas aplicados en el mundo, se comprueba, que para llevar a cabo la investigación deseada, había que seleccionar un grupo de pruebas que permitieran cumplir con el objetivo propuesto.

    Retomando las palabras de Pila Hernández (1989), “Se sabe que no está hecho todo, que se debe avanzar hacia un nuevo empeño, renovador y creador”. Dicha frase ha servido de motor impulsor a las ideas desarrolladas en este trabajo. Por tal razón la presente investigación aborda una temática muy interesante e importante para el desarrollo del deporte en Cuba, la misma abordará los llamados períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas, desde luego, retomando y analizando todo el conocimiento que anterior a dicha investigación muchos han enriquecido y perfeccionado, no obstante a ello, es imprescindible reconocer que aún falta mucho por avanzar en esta rama del saber humano, de ahí, que la propuesta alternativa busque alcanzar un desarrollo integral y oportuno de las capacidades físicas para los niños de la enseñanza primaria, cantera del deporte de alto rendimiento cubano.

    Tomando como referencia los estudios realizados por Pila Hernández (1989) y Vázquez Martí (2001), se puede afirmar que en Cuba se han utilizado y aplicado 25 baterías diferentes para evaluar la eficiencia física desde su inicio en 1942 hasta la fecha, de las cuales 14 han sido posterior a 1959, lo que demuestra claramente por una parte, como un período de muchísimos cambios, de insatisfacciones, de insuficiencia, y por otra parte, la búsqueda constante de una batería que realmente ofreciera un estado real del nivel de eficiencia física de la población.

    Todas estas pruebas que se han aplicado indistintamente a lo largo de la historia, constituyen, sustento teórico y punto de partida a la propuesta de pruebas de eficiencia física que se elaboró.

Fundamentos teóricos que sustentan el desarrollo de las pruebas de eficiencia física como instrumento evaluador de las capacidades físicas en el hombre

    Primeramente para referirse al término de pruebas de eficiencia física, se debe aclarar que en la literatura especializada aparecen constantemente muchísimos sinónimos de la misma, como son el de test pedagógicos, pruebas de condición física, pruebas de aptitudes físicas, diagnóstico físico, diagnóstico de la condición, entre otros, pero sin dudas, todos ellos se refieren a un mismo fenómeno, la evaluación del nivel de rendimiento físico o eficiencia física de un sujeto.

    Para Grosser (1988), se entiende por prueba de condición o prueba de condición motriz deportiva como aquel procedimiento realizado bajo condiciones estandarizadas, de acuerdo con criterios científicos para la medición de una o más características delimitables empíricamente del nivel individual de la condición. El objetivo de la medición es recibir una información lo más cuantitativa posible acerca del grado relativo de manifestación individual de facultades motrices condicionales. Continúa señalando Grosser (1988), que para utilizar pruebas de condición motriz como proceso de medición informativo en la práctica y las ciencias deportivas, se hace necesario cumplir con los siguientes requisitos o principios:

  1. Las pruebas se realizarán en condiciones estandarizadas para todos los sujetos.

    • Constituye una condición necesaria para comparar los resultados propios con los de otros grupos o con valores de referencia. (comparabilidad interindividual).

    • Se hace necesario establecer instrucciones exactas para la realización de cada prueba, información sobre tipo y uso de aparatos de medición, indicaciones acerca de los preparativos, calentamiento, intentos previos, consideración de la hora e instrucciones acerca de la valoración e interpretación.

  2. Carácter científico que ha de satisfacer una prueba de condición motriz deportiva.

    • Poseer criterios de exactitud como son la validez, la fiabilidad y la objetividad.

    • Poseer criterios de calidad secundarios como son la economía, la normalización, la comparabilidad y la utilidad práctica.

    • La validez de una prueba está dada por la validez de contenido (se invoca cuando se hace inmediatamente evidente que la propia prueba de condición representa el mejor criterio posible para la facultad condicional que se estudia), por la validez referida a los criterios (se evidencia al correlacionar los valores de otra prueba reconocida ya como válida), y por la validez de proyección (que indica el concepto teórico que las pruebas de condición pretenden medir).

    • La fiabilidad de una prueba o test representa el grado de exactitud con que se mide la característica correspondiente (precisión de medidas) o bajo condiciones lo más semejantes posibles.

    • La objetividad de una prueba se expresa en el grado de independencia del rendimiento probado del individuo, del evaluador y calificador. Se distinguen varios tipos, la objetividad de realización, la que será relativamente alta si la descripción y/o demostración de la conducta a probar son lo más unívocas posible, la objetividad de evaluación (que refleja la calidad de medición de distancias en pruebas de saltos y lanzamientos, pues se evalúa por captura métrica y no por captura calificadora como tradicionalmente se evalúan algunas capacidades coordinativas, también puede reducir la objetividad de la evaluación los posibles errores del evaluador al trasladar los resultados o en el momento de la medición), además aparece la objetividad de interpretación, la cual será relativamente grande ya que no presenta problema la interpretación inmediata del resultado cuando este es cuantificable, pero se reduce la misma cuando el margen de interpretación tiene un carácter cualitativo, ejemplo la calificación en la gimnasia artística o rítmica.

    • Se considera una prueba económica cuando: es realizable en poco tiempo, que requiere para su realización o precisa de pocos materiales y aparatos, fácil de manejar, que también se puede realizar como prueba de grupo, evaluable rápidamente y sin muchos cálculos.

    • Se califica de normalizada la prueba en la cual se pueden aplicar informaciones como valores de referencia para la situación del resultado individual. Valores normales especificados por edad, sexo, nivel de rendimiento, etc.

    • La comparabilidad que se expresa cuando se dispone de una o varias pruebas paralelas o pruebas de validez semejantes con las cuales se puede relacionar la prueba de condición elegida.

    • La utilidad práctica de una prueba se manifiesta cuando la prueba que se realiza analiza una facultad condicional para cuyo conocimiento existe una necesidad práctica y un auténtico interés de conocimiento.

  3. Las pruebas han de medir características delimitables empíricamente.

    • Se limita el objeto de la prueba a elementos de las facultades condicionales accesibles a las ciencias positivas. Ejemplo, la voluntad y la capacidad de aguante no son objeto de pruebas de condición motriz.

  4. La pretensión de permitir informaciones cuantitativas del estado de rendimiento condicional.

    • En su mayoría ofrecen datos métricos.

Limitantes a tener en cuenta para la realización de las pruebas de eficiencia física.

    Cuando se aplican pruebas de eficiencia física o de condición física como medio de evaluación del rendimiento humano, es imprescindible tener presente que las pruebas de eficiencia física son adecuadas para el diagnóstico aproximado de elementos individuales, pues el diagnóstico afinado de las facultades condicionales queda reservado a procedimientos de investigación científica en ciencias tales como la bioquímica, la fisiología, la biomecánica, etc., que exigen costos elevados.

    Es importante conocer, además, que el rendimiento motor no lo determina exclusivamente el desarrollo de las facultades condicionales, sino que también lo conforman un grupo de aspectos de carácter psicológico, por lo que las pruebas de eficiencia física sólo se limitan a evaluar aspectos parciales de los rendimientos de las diferentes capacidades condicionales.

    Evaluar la condición física en el hombre es una tarea compleja, sobre todo si se desea realizar la misma en cada sujeto, con la mayor exactitud posible en cuanto a condiciones de realización se refiere, pues contra este factor atentan muchísimas variables, como son el clima, la temperatura, la estación del año en que se encuentren, el vestuario y calzado de cada participante o sujeto, así como las características del lugar o centro donde se realicen las pruebas, entre otros.

    Ha de quedar claro pues, que cuando realizamos pruebas de eficiencia física para medir la condición física del hombre, hay que tener presente, que con ellas sólo se buscan aproximaciones en grado relativo de cómo se manifiestan las diferentes capacidades físicas en cada individuo.

    Por tanto, no existe hasta hoy, a nuestro juicio, una forma desde el punto de vista pedagógico, con la que se pueda determinar períodos sensitivos del desarrollo de capacidades físicas que no sea, a través de la aplicación de pruebas de eficiencia física.

    Las pruebas de eficiencia física vigentes en el momento de la investigación por el sistema nacional de Educación Física de Cuba, no permitían un amplio estudio, pues en dicho sistema no aparecían, pruebas para evaluar la movilidad articular y las capacidades coordinativas. Esta situación conllevó a un análisis histórico lógico para la búsqueda de pruebas de eficiencia física que permitieran un estudio mucho más amplio en cuanto a tipos de capacidades físicas se manifiestan en el hombre, aun conociendo la limitante de investigación que provocan las mismas.

Conclusiones

  • La determinación de períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas, constituye sin dudas, una de las temáticas más complejas dentro de la Didáctica de la Educación Física y el deporte escolar, por lo difícil que resulta hacer su determinación científica y por la diversidad de criterios existentes al respecto.

  • Los períodos sensitivos del desarrollo de las capacidades físicas, son un contenido no lo suficientemente abordado en la literatura especializada actual.

  • Se utilizó, fundamentalmente, para la determinación de los períodos sensitivos, la técnica estadística denominada análisis de la dinámica de los intervalos de desplazamiento de los valores promedios más menos la desviación estándar en cada una de las pruebas y cómo la misma transitaba de una edad a otra en cada sexo.

  • Durante estas edades estudiadas y para ambos sexos, se observan condiciones muy favorables para el desarrollo de las capacidades físicas y dado que estas encuentran su desarrollo de distintas maneras y en momentos diferentes, el conocimiento de los períodos en los cuales es más intenso su crecimiento, deberá ejercer adecuada y sistemática influencia pedagógica, por lo que al estimular con mayor frecuencia aquellas capacidades físicas que muestran crecimientos acelerados de desarrollo, y sin descuidar el estímulo de aquellas que no presentan esa gran sensibilidad al desarrollo, contribuirá al desarrollo físico integral de los escolares de esta enseñanza, sin dejar de tener presente, las particularidades bio-psico-físicas de cada sujeto.

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