La capacitación didáctica en la universalización | |||
*Licenciado en Geografía. Máster en Ciencias de la Educación Superior Profesor Asistente, Universidad de Ciencia Médicas Camagüey Policlínico Universitario Francisco Peña Peña, Departamento Docente-Metodológico **Licenciada en Matemática. Profesora Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas Camagüey Policlínico Universitario Francisco Peña Peña, Departamento Docente-Metodológico ***Licenciada en Historia y Marxismo Leninismo. Profesora Asistente. Universidad de Ciencias Médicas. Policlínico Universitario Francisco Peña Peña, Departamento Docente-Metodológico, Nuevitas, Camagüey ***Licenciada en Educación, especialidad Química. MSc. en Ciencias de la Educación Profesor Asistente. Vicedirección Académica Filial Ciencias Médicas Nuevitas Camagüey *****Licenciado en Geografía. Profesor Instructor, Universidad de Ciencia Médicas Camagüey Policlínico Universitario Francisco Peña Peña, Departamento Docente-Metodológico |
Reinaldo Jesús Rodríguez Terraza* Gladys Solana Terraza** Lourdes Lastre Pérez*** Consuelo Fernández Parrado**** Manuel Lázaro Rodríguez Olario***** (Cuba) |
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Resumen Se presenta una revisión bibliográfica con el propósito de hacer referencia a los aspectos esenciales de la capacitación del personal docente en Cuba en varias etapas y su relación con la superación en el proceso de enseñanza aprendizaje. Se concluye expresando que en todas las etapas se lograron resolver los problemas presentados con el personal docente especialmente en la Universalización de la enseñanza. Palabras clave: Capacitación. Universalización.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 173, Octubre de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
En el siglo XVlll surgieron en Cuba ilustres personajes como Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Enrique J Varona y José Martí que dieron grandes aportes a la Pedagogía Cubana, tal es así que su pensamiento sigue vigente en la educación del país, ya que crearon la base de un pensamiento y una concepción sistémico de Filosofía, Ética y Moral así como el desarrollo de valores como la responsabilidad, amor a la patria y capacidades como la empatía, que entraron en contradicción con la metrópolis española, por su tendencia de escuela tradicionalista y escolástica, y que defendían el anexionismo y lucharon por una sociedad justa. (Fuentes, Homero, 2001)
En la República de mediados del siglo XX, la Educación atravesó sus peores momentos, al agudizarse el analfabetismo, bajos índices de escolaridad, deserción escolar, bajo presupuesto para la capacitación de los maestros que la hacía casi inexistente, muchos maestros sin aulas a pesar que solo existían dos Escuelas Normales en el País.
A partir del triunfo de la Revolución hubo que cambiar las formas y métodos de enseñanza y fue posible por la capacitación docente con nuevos modelos pedagógicos, valores y objetivos, eliminando la enseñanza elitista, egoísta, racista y marginal y sembrando nuevos valores como altruismo, la solidaridad, el internacionalismo para fomentar una sociedad justa de igualdad y con participación de todos.
En la universalización de la Enseñanza Superior, como transformación cualitativa se lograron cambios significativos a favor de la capacitación del personal docente.
El trabajo tiene como objetivo hacer referencia a los aspectos esenciales de la capacitación del personal docente en Cuba en varias etapas y su relación con la superación en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Desarrollo
La Educación como fenómeno social históricamente desarrollado, como núcleo del proceso socializador, ejerce influencias decisivas en la formación del hombre a lo largo de toda su vida y debe prepararlo tanto para el logro de una incorporación personal y social activa, como para el disfrute y plenitud que se deriven de la misma.
José Martí expresó: "Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive, es ponerlo al nivel de su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida”. (Martí, José, La América, 1883)
El autor escogió el concepto de Proceso del Pequeño Diccionario Larousse Ilustrado que dice ser dar curso al tiempo, serie se fases de un fenómeno, va adelante, solución de una serie de fenómenos. (De Toro y Gisbert, Diccionario Larousse, 1968)
De todo los Procesos, el de Enseñanza Aprendizaje es el más importante en la Educación, porque al formar personalidades que busquen el conocimiento y lo apliquen con carácter creador en beneficio de los pueblos americanos, que se conozcan a sí mismos y aprendan cómo autorregularse; que sientan, amen y respeten a sus semejantes; que se expresen libremente y con conocimiento de causa de lo que dicen y hacen, hombres que como dijera José Martí, digan lo que piensan y lo digan bien. (Zilberstein, 2001)
En la dirección del proceso de Enseñanza Aprendizaje es necesario tener presente las particularidades individuales del educando, consolidando lo mejor de sí mismo y la sociedad.
La dialéctica de este proceso tiene sus bases en las contradicciones internas que actúan como fuerzas motrices en la formación y desarrollo de la personalidad. En ello el educador ocupa un papel fundamental en la tarea de dirección, ya que mediante la actividad del educando, debe revelarse las contradicciones objetivas existentes y formar parte de su conciencia constituyéndose en fuerza impulsora para lograr niveles superiores de desarrollo.
Las contradicciones se resuelven cuando las tareas que se proponen al educando, exigen un nivel de desarrollo inmediato superior al alcanzado hasta ese momento y de acuerdo con sus posibilidades reales para formarlo.
Para satisfacer la necesidad de la preparación de los ciudadanos de una sociedad hace falta formarlos, y capacitarlo, de esto se infiere que debe existir un proceso que tenga esas aspiraciones.
En consecuencia, la Formación es el proceso y el resultado cuya función es la de preparar al hombre en todos los aspectos de su personalidad. (Álvarez, Carlos, 1999)
Para que un individuo se considere preparado es necesario que se haya apropiado de parte de la cultura que lo ha precedido y, consecuentemente conozca una profesión, que sea instruido. Un hombre es instruido, cuando puede resolver los problemas presentes en su actividad cotidiana, es decir, cuando domina su profesión. Lo primero que tiene que resolver el proceso formativo, con vistas a preparar al hombre, es “dar carrera para vivir”.
La instrucción es proceso y el resultado cuya función es la de formar a los hombres en una rama del saber humano, de una profesión, de “dar carrera para vivir”. (Álvarez, Carlos, 1999)
Requiere, además, y como resultado de esa misma apropiación, que desarrolle todas sus potencialidades tanto espirituales como físicas. El hombre será inteligente si se le ha formado mediante la utilización reiterada de la lógica de la actividad científica, de la actividad laboral, profesional. Esa potencialidad funcional para ejecutar una acción, para resolver un problema, es sólo posible apoyado en el conocimiento de una rama del saber humano, de una profesión. Para estar preparado se requiere, por tanto, ser instruido y, además, haber desarrollado sus potencialidades funcionales o facultades.
El desarrollo es el proceso y el resultado cuya función es la de formar hombres en plenitud de sus facultades tanto espirituales como físicas, de “templar el espíritu y el cuerpo” (Álvarez, Carlos, 1999)
La instrucción y el desarrollo se forman juntos e interactuando, aunque ambos mantienen una relativa autonomía y personalidad propia. La comprensión del vínculo obligado y de la relativa autonomía de cada proceso es una medida de la madurez de la Pedagogía, como ciencia.
También de la observación de la práctica social se aprecia un tercer proceso: el ciudadano vive inmerso en un conjunto de relaciones con otros hombres, así llamadas relaciones sociales. Estas relaciones van conformando determinados rasgos de su personalidad, mediante los cuales expresa los valores que los objetos y las personas tienen para él. En el estudiante hay que formar, además del desarrollo y la instrucción, los valores y sentimientos propios del hombre como ser social. La sociedad en su devenir histórico ha acumulado valores morales, religiosos, políticos y jurídicos, entre otros, que forman parte de los elementos más preciados de su cultura. El ciudadano, el joven, tiene que apropiarse de esos valores como parte de su preparación y, de lograrse esto, se considera educado.
La educación es el proceso y el resultado cuya función es la de formar al hombre para la vida, de “templar el alma para la vida”, en toda su complejidad. (Álvarez, Carlos, 1999)
“Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida”. (Martí, 1883)
Estos tres procesos del proceso de formación se dan a la vez. Sin embargo, no significa que automáticamente a un conocimiento le corresponda un solo tipo de acción o de sentimiento, en una relación directa, lineal; por el contrario, la gama de variantes es inagotable, de ahí que la selección de qué opción escoger es consciente, consecuencia de su naturaleza dialéctica.
Se resaltar el hecho de que se puede garantizar en un proceso docente relativamente corto que el estudiante se apropie de un conocimiento, pero la formación de un sentimiento es algo mucho más complejo, que requiere la presencia de otros muchos factores incidiendo a la vez para su consecución; de ahí la complejidad de las relaciones entre estos procesos.
El proceso de capacitación tiene relación con la superación y con los procesos referidos, esta expresa un fenómeno general que se concreta en el nivel cultural adquirido por la sociedad en un determinado lapso de tiempo, para adentrarse en la concepción de la superación, se hace necesario partir de su definición filosófica y de algunas de las formas en que esta se despliega en el contexto social, este concepto, guarda estrecha relación con el de superación profesional, o sea, la satisfacción de necesidades para un mejor desempeño profesional. Si se parte del hecho, de que la educación es un proceso en constante perfeccionamiento, es lógico pensar que el profesional debe estar sometido a un proceso de superación permanente. (Añorga, 1995)
El autor de la investigación se acoge al concepto de Añorga (1995) que plantea: “La superación está dirigida a recursos laborales con el propósito de actualizar y perfeccionar el desempeño profesional actual y/o prospectivo, atender insuficiencias en formación, o completar conocimientos y habilidades no adquiridos anteriormente y necesarios para el desempeño. Proceso que se desarrolla organizadamente, sistémico, pero no regulada su ejecución, generalmente no acredita para el desempeño, solo certifica determinados contenidos”. (Añorga, 1995, p. 25)
La propia autora, se refiere a la superación profesional como aquella dirigida a graduados universitarios, con el propósito de perfeccionar el desempeño profesional y contribuir a la calidad del trabajo que se organiza sistemáticamente, por las universidades y algunas entidades autorizadas para su ejecución, o cooperadamente entre ambas. Certifica conocimientos y en ocasiones, se ejecuta por recomendaciones de los empleadores para ocupar puestos laborales. Utiliza diversas formas, pero solo certifica cursos, entrenamientos y diplomados. Es generalmente muy escolarizada, con frecuentes actividades prácticas. (Colectivo de Autores, CEPES, 1995)
Como se aprecia, el tema superación es utilizado de manera general para las actividades de los profesionales en su etapa de posgraduado, también la Dra. Añorga, concibe la capacitación como un proceso de superación, pero con las características de que prepara al profesional para el buen desempeño de sus funciones laborales.
El autor de del trabajo coincide y se acoge al concepto de Añorga: ”La capacitación está dirigida a los recursos laborales en su desempeño o a la preparación para el mismo, con los propósitos de habilitarlos para su desempeño en particular. Combina el estudio con contenidos teóricos y generalmente escolarizados, con actividades prácticas que contribuyan al desarrollo de habilidades para el desempeño. Dirigidas siempre sobre las necesidades educativas, para resolver problemas prácticos actuales o prospectivos, de una entidad laboral, para dotar de algún nivel de escolaridad que se requiera para su desempeño en particular. Se organiza en programas educativos, auspiciados generalmente por las entidades empleadoras, mediante estructuras diseñadas y establecidos con este fin, en ocasiones con participación de otras instituciones científicas”. (Añorga Julia, 1995, p. 27).
Para el análisis histórico de la formación y capacitación docente el autor tiene en cuenta los siguientes indicadores:
Política Educativa
Formación y Capacitación Docente.
Exigencias del Proceso de Enseñanza Aprendizaje.
El Autor trata los indicadores en cada etapa:
I Etapa Prerrevolucionaria denominada “Tradicionalista”. (1850-1958)
II Etapa revolucionaria denominada “Formación básica de la Educación”. (1959-1969)
III Etapa de “Institucionalidad y perfeccionamiento “. (1970-1999)
IV Etapa “Activa y Desarrolladora” (2000-actual)
I Etapa Prerrevolucionaria denominada “Tradicionalista” (1850-1958), desde la época de la forja del Ideario Pedagógico Cubano hasta el Triunfo de la Revolución
Se caracterizó por una política educativa que respondía a los intereses de la metrópoli española, ya que responden al momento histórico en que se desarrollan, por lo que se crean instituciones religiosas, privadas a las que asistían las minorías, no era una educación sistémica, con una formación de valores muy deficientes pues prevalecía el individualismo, egoísmo, sin contenidos patrióticos, la formación y capacitación en esta etapa, era prácticamente inexistentes, más bien tenía carácter improvisado con los llamados maestros suplentes aunque es importante resaltar que la vocación de muchos junto a su preparación académica los convirtieron en ilustres profesores como Mendive, Luz y Caballero, Martí, Varela, que además dejaron un legado pedagógico que ha perdurado a la actualidad, por su lucha contra las desigualdades en la educación, y que se parezca a los nuevos tiempos como decía Martí (Martí, 1987). Esta etapa con tendencia pedagógica Tradicionalista, por la carencia de cambios y siempre en el pasado sin avanzar al presente y el futuro, provocó un gran estancamiento en el desarrollo intelectual cubano, con predominio del analfabetismo, el bajo nivel cultural promedio, con modelos curriculares caducos en las escuelas y las marcadas diferencias entre la preparación de unas y otras, con predominio de un proceso de enseñanza aprendizaje poco exigente en el aprendizaje independiente por lo que resulta memorístico y reproductivo con poca cientificidad e influencias eclesiásticas.
Se contaba con muy pocos centros para la formación y la capacitación docente, que en sus inicios solo se estudiaba la Pedagogía en La Habana y posteriormente aparecieron dos Escuelas Normales, que formaban profesores bajo el yugo tradicionalista, la capacitación en esta etapa era prácticamente inexistente e improvisada en el mejor de los casos. Las estrategias de aprendizajes eran inexistentes por el bajo grado científico en la esfera educacional y en Cuba en general.
II Etapa “Formación Básica de la Educación” (1959-1969) desde las primera medidas tomadas por el gobierno revolucionario en materia de educación y formación docente hasta el inicio de la segunda Revolución Educacional originada por la situación de la educación en Cuba, y donde por primera vez se materializan las ideas martianas como “El mundo nuevo requiere la escuela nueva”. (Martí, 1883)
La educación fue degradada por años y sufre un gran cambio con el triunfo de la Revolución, originando transformaciones educacionales como respuesta a la nueva política educativa, necesitada de preparar a las grandes masas para sentar las bases del futuro desarrollo del país, comenzando con la nacionalización de la enseñanza y la realización de la “Campaña de Alfabetización”, esta situación constituyó el preámbulo de la formación y capacitación docente, ya que surge un ejército de voluntarios para alfabetizar dejando sus intereses y motivaciones, se crean las Escuelas Formadoras de Maestros de Minas del Frío, Topes de Collantes y Tarará, que aunque con influencias tradicionalistas comenzó a convertirse en una tendencia conductista, con el profesor como centro de la enseñanza, así comienza un desarrollo incipiente de la educación, cambios de planes y programas con mayor rigor científico, al tomar carácter dialécticos y materialistas y la influencias históricos culturales de Vigotsky, que sentaron las bases futuras para la capacitación y formación docente de las enseñanzas, con el surgimiento de los Institutos de Superación Educacional en toda Cuba para los trabajadores y las Escuelas Formadoras de Maestros en todas las provincias, y donde los planes y programas siguen perfeccionándose con mayor rigor y actualidad científica, que marca el despegue de la calidad de la educación en Cuba, ya existe un buen número de profesores graduados que comienzan a multiplicar sus experiencias, y donde la investigación educativa, estrategias didácticas dan sus primeros pasos, surgen los primeros eventos científicos e investigativos a todos los niveles y enseñanzas, que provocan la dinámica del proceso de enseñanza, con tendencias pedagógica Conductista, pero sin la negación de la otras tendencia, que impulsaron e hicieron que el mundo reconociera los logros educacionales y que generaron la necesidad de nuevos cambios, un país cuya educación no solo perseguía instruir sino también educar, por eso el Héroe Nacional planteó, “Instrucción no es lo mismo que educación: aquella se refiere al pensamiento, y ésta principalmente al sentimiento. Sin embargo, no hay buena educación sin instrucción, (Martí, 1888) las cualidades morales suben de precio, cuando están realzadas por las cualidades inteligentes”.
III Etapa: “La Institucionalización y Perfeccionamiento” (1970-1999), desde el inicio de la Segunda Revolución Educacional hasta el inicio de la tercera, con el avance educacional alcanzado.
Surge la necesidad de transformación y la política educacional del país en correspondencia con la creación de instituciones educacionales especializadas para formar y capacitar profesores de todas las enseñanzas donde se destacan los Institutos Superiores Pedagógicos y las Filiales Universitarias en numerosos municipios agrícolas del país al fomentarse las Escuelas en el Campo con todos los requerimientos y tecnología necesaria para la docencia, cumpliendo así con el postulado martiano de la combinación del estudio y el trabajo, esto generó la necesidad de formar y capacitar los profesores de dicha escuelas, surge el “Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Doménech”, considerado uno de los más completo tanto por su formación académica, investigativa como laboral y la experiencia acumulada en la convivencia en la escuela con los estudiantes, con una tendencia Conductista más desarrollada apoyada con nuevos planes y programas de estudios para los alumnos y la formación profesoral, perfeccionamientos de los métodos de enseñanzas, la exigencia en la Investigación Educativa y la aplicación en algunos niveles de estrategias didácticas, condujeron a un proceso de enseñanza aprendizaje y un modelo curricular superior a las de etapas anteriores que originó la necesidad de una nueva transformación educativa que respondiera al momento histórico que vivía el país con la desaparición del Campo Socialista y la Unión Soviética, pero con la experiencia y la sabiduría en materia de educación que propició el surgimiento de una etapa transformadora y desarrolladora, inspirada también en el ideario martiano que en 18888 planteó “La educación ha de ir donde va la vida. Es insensato que la educación ocupe el único tiempo de preparación que tiene el hombre, en no prepararlo. La educación ha de dar los medios de resolver los problemas que la vida ha de presentar. Los grandes problemas humanos son: la conservación de la existencia y el logro de hacerla grata y pacífica”. (Martí, José, 1888)
IV Etapa “Activa y Desarrolladora” (2000- hasta la actualidad), desde el inicio de la cuarta revolución hasta la actualidad.
Esta etapa se caracteriza no solo por sus aplicaciones sino como valiosos instrumentos para resolver problemas en la docencia. (Álvarez De Zayas, 1999)
La Universalización de la Educación Superior, constituye una de las más importantes transformaciones de esta etapa, al cambiar el elitismo universitario, sacarlas de los muros y utilizar las potencialidades humanas, además de contribuir al desarrollo de los municipios al preparar los profesionales en su territorios, en distintas carreras como la de Estudios Socioculturales una de las más jóvenes del país y que comenzó en Nuevitas en el 2002 y ya exhibe dos graduaciones, cuyos egresados se parecen más al municipio que los anteriores.
Toda transformación tiene inconvenientes y la universalización no está exenta, al utilizar un claustro con profesionales del municipio bien dotados de conocimientos pero con insuficiencias en la capacitación didáctica y curricular para ejercer la docencia con la calidad que requiere la “Nueva Universidad Cubana”, que convoca a buscar una solución que resuelva tal situación y responda a exigencias del proceso de enseñanza aprendizaje del modelo pedagógico.
Conclusiones
La capacitación a los docentes en Cuba ha transitado por varias etapas, a partir del triunfo de la Revolución la política educacional del país realizó cambios hacia el desarrollo y se aprovecharan todas la potencialidades de las anteriores, teniendo en cuenta los logros y deficiencias cometidas, se emprendieron grandes retos para la educación porque a diferencias de las anteriores transformaciones estos constituían cambios estructurales, nuevos diseños curriculares, con nuevos planes y programas de estudios para los alumnos y la capacitación y formación de profesores y sobre todo un predominio de la tendencia pedagógica Histórico Cultural, que provoca cambios en los métodos de enseñanza caracterizados por la independencia cognoscitiva y el principio de aprender-aprender, basado en una educación con sentido amplio, con gran exigencia y rigurosidad académica, investigativa y laboral y llevada a cabo en todas las enseñanzas, las estrategias didácticas
La Universalización de la Educación Superior, constituye una de las más importantes transformaciones en la que la capacitación del docente juega un rol importante para lograr la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje y modos de actuaciones acorde a las exigencias de la actualidad.
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