Empleo del tiempo libre en la población andaluza respecto a la población española |
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Facultad de Ciencias de la Educación Universidad de Sevilla (España) |
Lamberto Conde Fernández María Carmen Martín García | Fernando Ortega Ariza Felipe López Leiva | José Luís del Río del Rosal José Antonio Funes Caño | Rubén Cipriano |
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Resumen El tiempo es un recurso escaso que cada persona emplea de forma diferente, lo único que habría que diferenciar es si este tiempo es voluntario u obligado. En este artículo de revisión, el empleo del tiempo se categoriza en 9 tipos de actividades realizadas a lo largo del día de forma voluntaria, tales como: estudios, vida social y diversión, hogar y familia, etc. Se analiza, entonces, el empleo del tiempo, a nivel nacional y regional, durante diferentes periodos y la distribución de las distintas actividades a lo largo de un día. Para ello, se estudió minuciosamente las encuestas de empleo del tiempo 2002-2003 y 2009-2010, ambas elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística y el Observatorio de deporte andaluz. En un periodo de 7 años, se ha comprobado que actividades relacionadas con vida social y diversión tiene tendencia a la disminución, debido al aumento paulatino de actividades como, aficiones e informática y medios de comunicación, produciéndose unos efectos que repercuten a la población. Cabe reseñar también un ligero aumento de la práctica de deportes y actividades al aire libre, esto puede ser debido a la concienciación de la población sobre los efectos benignos de la actividad física sobre el organismo. Así pues, este estudio tuvo como característica principal la comparación de actividades predominantes en la sociedad españoles en dos momentos distintos. Palabras clave: Tiempo libre. Actividades. Andalucía. España.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 172, Septiembre de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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1. Introducción
El tiempo libre, visto durante años como el tiempo para descansar del trabajo, ha ido sufriendo cambios e interpretaciones diferentes en su concepto, llegando a entenderse ahora como tiempo de libertad (Gerlero, 2005), el tiempo de ocio necesario para el desarrollo cultural y la sociabilidad, tiempo de crecimiento humano, progreso personal, el compromiso y la experiencia de vivir la vida intensamente, etc. Y es que el principal factor de que esto haya ocurrido ha sido la increíble expansión del llamado tiempo libre a lo largo del siglo XX y XXI. Es a partir de este momento cuando se puede llegar a diferenciar, incluso, tres tipos de tiempo libre: tiempo libre al final de la jornada, tiempo libre de fin de semana y de vacaciones. Nosotros no nos centraremos en ninguno de ellos, simplemente se harán referencia a las actividades que suelen hacerse en este tiempo por la mayoría de la población Andaluza y Española, tales como: el cine, ver la televisión, lecturas, juegos, etc.
Debido a los numerosos estudios sobre empleo del tiempo libre, se hace necesaria la comparación entre ellos para poder analizar qué es lo que predomina en nuestra sociedad y cuál es el camino, hacia dónde va. Para ello los estudios seleccionados no son más que análisis del empleo del tiempo que realiza una población determinada, con sus distintas variables, como son: grupos de edad, sexo, estado laboral o responsabilidad familiar. Este análisis del empleo del tiempo fue realizado por el Instituto Nacional de Estadística en los años 2002-2003 y 2009-2010 respectivamente y el objetivo es ver qué actividades son las que predominan en el año 2010 en la sociedad española y compararlas con las actividades que predominaban en el año 2003.
Antes de comenzar, es preciso indicar que en los siguientes apartados, algunas actividades a realizar engloban a otras. Por ejemplo: dormir, comer y beber se recogen dentro de los cuidados personales, al igual que caminatas y desplazamientos en vehículos formarían parte en trayectos.
2. Concepto de tiempo libre
El concepto “tiempo libre” ha sido definido de diferentes formas a lo largo de la historia. Hasta ahora había sido considerado como: “tiempo de mero descanso”, pero sin embargo, hemos podido encontrar otras muchas opiniones diferentes. De hecho, para algunos, no sólo significa tiempo descanso sino también periodo destinado a:
“Descansar la fatiga provocada por la jornada laboral, en caso de los adultos, y de la jornada escolar en caso de los niños/as y adolescentes.
Consumir, ya que es precisamente durante el tiempo libre donde se manifiesta el poder adquisitivo, y donde los niños/as y jóvenes son clientes-victimas principales del ansia de tener y consumir.
Evadirse de la rutina, el aburrimiento y la ausencia de sentido de la vida cotidiana.
Perpetuar la ideología dominante, en el sentido de transmitir la jerarquía de valores actualmente imperante: individualismo, repetitividad, prestigio, poder…”
Sin embargo, podemos observar cómo para Elias y Dunning (1992) citado por Martínez (1995), el tiempo libre es aquella parte del tiempo disponible, en general.
Para Dumazedier, citado por este mismo autor, el tiempo libre es considerado como: “conjunto de ocupaciones a las cuales puede dedicarse el individuo voluntariamente y de buen grado, sea para descansar, sea para divertirse, sea para desarrollar su información o su formación desinteresada, su participación social voluntaria o su libre capacidad creadora después de estar liberado de sus obligaciones profesionales, familiares o sociales.”
¿Es entonces el tiempo libre el tiempo desocupado, liberado de ocupaciones que cada uno puede acomodar a su gusto y manera? ¿Es el tiempo vital de una persona, de libre disposición para llevar a cabo cuantas actividades se crean oportunas?
También Muñoz et al. (2001) nos dice que es aquel que queda libre de las necesidades y obligaciones ineludibles; es decir, el tiempo empleado en actividades no obligatorias. El tiempo libre debe entenderse no como estar libre de algo, sino también como estar libre para algo, o sea disponibilidad para ejecutar algo que procura placer y satisfacción, etc. No se puede comprar ni ahorrar, ni pedir prestado.
Concluimos estas definiciones y queda claro entonces, que el tiempo libre se define como aquel fuera de la jornada laboral y toda obligación, donde no sólo estamos libre de algo, sino que tenemos libertad de lo que hacer, es decir, poder realizan actividades de carácter voluntario y por iniciativa propia.
3. Antecedentes históricos
Jornada laboral, burguesía, clases altas, descanso, bienestar… son algunas de las ideas o palabras asociadas con el concepto tiempo libre. Y es que a lo largo de la historia, para dar lugar al término actual, se ha tenido que pasar por diferentes situaciones.
Según nos afirma Ortí (2004), durante la prehistoria, el ser humano no identificaba su actividad de subsistencia con el trabajo de sentido actual, por lo que no se podía hablar entonces, de tiempo libre. Sin embargo, con la llegada de las primeras sociedades agrícolas mesopotámicas, aparecieron grupos de personas que trabajaban prácticamente para mantener a otras, a estas se les denominaban: “la casta guerrero-sacerdotal”, las cuales vivían a base de la parte de producción que le sobraban a los agricultores de su consumo corriente y los cuales les suministraban a estas personas. Es en este momento cuando se empieza a distinguir el término de tiempo libre.
Con el paso de los años, ha quedado comprobado que la sociedad romana fue la que más se acercó a lo que se conoce como tiempo libre y ocio, ya que fue a partir de aquí donde se diferenció entre el tiempo libre y el trabajo. El trabajo como labor que desempeñaban los esclavos y el periodo de descanso que venía tras este, como el tiempo libre. Además, fue a partir de aquí cuando se empezó a elaborar y meditar sobre posibles actividades para desarrollarse durante el tiempo libre, como por ejemplo: teatros, bailes, eventos en el circo romano, etc.
También, un dato que llama la atención, según Racionero (1983), es que se consiguió el máximo esplendor del tiempo libre en Atenas, donde la clase pudiente se dedicaba sólo a discutir sobre las divinidades mientras los esclavos trabajaban.
Avanzando un poco más en el tiempo, y buscando el momento en el que empezaron realmente las semejanzas con el tiempo libre actual llegamos a principios del siglo XX, donde se exigió como ley determinados derechos para gozar un poco del tiempo libre ya que hasta entonces, las jornadas laborales comprendían entre 16 y 17 horas. Fue en este periodo, y mediante movimientos de las clases obreras, cuando se exigió reducciones de las jornadas laborales, jubilaciones anticipadas, mejora del salario, calidad de vida, es decir, más tiempo libre y menos trabajo. Pero la Segunda Guerra Mundial dejó un poco apartado este tema, retomándose en 1950 con el auge económico, declarándose el sábado y domingo como días libres de trabajo y dividiendo las horas en: 8 de trabajo, 8 de descanso y 8 de tiempo libre. Es entonces a partir de aquí cuando el tiempo libre realmente cobra total importancia en la vida de toda persona.
El tiempo libre cobró tal importancia a partir de ahí, que años después se empezaron a realizar estudios para determinar las tendencias de las personas durante este tiempo. Para ello no sólo se tiene en cuenta las actividades que proponen Elias y Dunning (1992) de: trabajo privado y administración personal, descanso, satisfacción de las necesidades biológicas, sociabilidad y actividades miméticas o de juego. Sino que se presta atención a elementos como: cuidados personales, vida social y diversión, trabajo remunerado, estudios, hogar y familia, trabajos voluntarios y reuniones, deportes y actividades al aire libre, aficiones e informática, medios de comunicación y empleo del tiempo no especificado.
En la siguiente gráfica, por ejemplo, podemos observar cómo ha evolucionado el empleo del tiempo libre en casi 8 años, desde 2002-2003 a 2010.
Figura 1. Porcentaje de personas que realizan la actividad en el transcurso del día y duración media diaria dedicada a la actividad por dichas personas,
según los avances de resultados de 2002-2003 y 2009-2010. Tomado de: Notas de prensa del Instituto Nacional de estadísticas (2010)
Como podemos observar, y fijándonos en la evolución de los últimos años, no se destacan grandes cambios. Los únicos sectores que han sufrido notables modificaciones han sido: vida social y diversión, aficiones e informática, hogar y familia y medios de comunicación.
En cuanto a la vida social y diversión, actualmente el 57% de las personas dedican una media de 7 horas a divertirse, frente al 64.4% de personas que dedicaban una media de 8 horas en 2003. Teniendo en cuenta que en la vida social y diversión juega un papel importante el nivel de ingresos, que es más frecuente los fines de semana y que suelen disfrutar más de ello los jóvenes, solteros y los que viven en ciudades (Duran, 2010), se puede decir que probablemente el motivo de este descenso en los últimos años sea la crisis social y económica que hemos ido sufriendo. Y es que según unas encuestas publicadas por el INE sobre población activa, en 2005, la población activa en España era de 18.492.700 y existían 2.094.000 de parados.
Esta población activa fue aumentando hasta 2008 y a partir de ahí, entrando en 2009, se estimó que había unos 19.090.800 de ocupados y 4.010.700 parados, es decir, casi el doble de parados que en años anteriores. Si existe un mayor número de parados, también hay menos ingresos y por lo tanto menos dinero que invertir en el tiempo libre.
La dedicación a los medios de comunicación, es una actividad que ha experimentado un aumento en los últimos años. Aunque haya sido poco, el 88.4 % de las personas dedican una media de 10 horas a este sector, mientras que antes, el 87.7% de las personas lo hacían. El posible motivo de este aumento en esta actividad, y en las aficiones e informática (que se observa cómo en 2010, el 29.7% de las personas dedican una media de 4 horas, mientras que en 2002-2003 el 17.3% de las personas dedicaban 2 horas a esta actividad), podría estar justificado por el desarrollo, durante estos años, de la sociedad de la información, caracterizada por la confluencia de la informática, la electrónica y las telecomunicaciones como motor de vida y de la economía mundial (De Miguel, 2004).
Por último, haciendo referencia al hogar y familia, vemos como en 2002-2003, el 82% de la población dedicaba una media 3 horas 44 minutos al día a este sector mientras que en 2010 el 83.5% de la población dedica una media de 3 horas 34 minutos. En estos años ha disminuido el tiempo que le dedicamos a nuestra familia y es que quizás vivamos con más estrés y trabajamos más y por ello podemos estar menos tiempo con nuestros seres queridos.
Todo esto nos permite concluir, que vivimos en constantes transiciones, donde cada vez se intentan buscar más salidas para satisfacer nuestros deseos y mejorar la calidad de vida, aunque para ello se tengan que sacrificar un poco aspectos considerados vitales en nuestra vida.
4. Análisis sobre el estado reciente del empleo del tiempo en Andalucía
Tomando como referencia el artículo publicado por el Observatorio del Deporte Andaluz sobre hábitos y actitudes de la población andaluza ante el deporte, analizaron el uso del tiempo libre en escolares andaluces para averiguar cuál era la dedicación a la práctica deportiva en el uso del tiempo de ocio, el documento presentó los resultados de los estudios realizados en la población escolar de 2006 y de la población mayor de 16 años de 2007 pero nos centraremos solamente en los resultados de la población escolar de 2006 por estar más centrado a nuestro estudio. La muestra se realizó sobre la población andaluza con edades entre 6 y 18 años, se llevó a cabo la recogida de información mediante entrevistas personales en todas las provincias andaluzas partiendo del cuestionario utilizado por Sport England en el estudio “Young people and sport: National Survey 1999”, adaptándolo a la realidad del deporte en edad escolar en Andalucía y a los objetivos de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte. El error muestral para toda la Comunidad Andaluza fue aproximadamente del ±1.7%, para un nivel de confianza del 95% y con un margen de error para cada provincia del ±5%.
Algunas variables que se tuvieron en cuenta se reflejan a continuación determinando el uso del tiempo libre en función de las horas dedicadas a la semana, dichas variables son las siguientes: “Estar con los amigos” (12.47 horas semanales), “Ver la televisión” (11.00 horas semanales) y “Hacer deberes” (7.06 horas semanales). En cuanto a la práctica deportiva ocupa el cuarto lugar con 4.18 horas semanales y juegos con movimiento el octavo lugar con 1.9 horas semanales.
El siguiente diagrama de barras se obtiene del artículo antes nombrado incluyendo todas las variables utilizadas sobre las actividades que realizan los escolares andaluces en el tiempo libre en función de horas semanales de manera más detallada.
Figura 2. Actividades que realizan los escolares andaluces en el tiempo libre (Nº medio de horas). Tomado del Observatorio del deporte Andaluz (2010)
En cuanto a las edades cabe destacar que a medida que aumenta se obtiene un incremento de horas dedicado a las actividades de carácter estático como ver la televisión, hacer deberes, navegar por Internet y juegos de videoconsola u ordenador y también decir que a partir de los 15 años existe un descenso de las horas dedicadas a la práctica de actividad física y deporte. Esto ocurre debido a que dan preferencia a otro tipo de actividades además del aumento de responsabilidades que van alcanzando.
Figura 3. Número medio de horas de práctica de actividad física o deporte en el tiempo libre según género y edad. Tomado del Observatorio del deporte Andaluz (2010)
5. Análisis sobre el estado reciente del empleo del tiempo en España (2010)
Si hacemos una comparación sobre el empleo del tiempo por género a nivel nacional, vemos que: Las mujeres dedican más tiempo a las labores del hogar que los hombres, concretamente 2 horas y cuarto más, aunque estos hayan sido recortados en 45 minutos si lo comparamos con años anteriores. Quizás esto indique una mayor implicación y mayor muestra de igualdad de género a medida que pasan los años.
En cuanto al porcentaje y al tiempo que dedica al trabajo remunerado, hay que destacar que el 38% de los varones mayores de 10 años trabaja durante 8 horas al día, mientras que menos mujeres, el 28% trabajan, y durante menos tiempo que los hombres, cerca de 7 horas. El tiempo de trabajo se ha visto disminuido en 2009 unos 13 minutos diarios. Mientras que las mujeres mantienen su duración en el trabajo.
En cuanto a tareas domesticas, más número de mujeres y durante más tiempo las practican en comparación a los hombres, ya que el 92% realizan tareas domesticas y cuidan de niños y ancianos durante 4 horas y media diarias mientras que el 74% de los hombres lo hacen durante 2 horas y media.
Hay un porcentaje de realización mayor en hombres que en mujeres que participan en actividades de tiempo libre, además gozan de más tiempo que las mujeres, especialmente en deportes y actividades al aire libre, aficiones e informática. Aunque cabe destacar que las mujeres dedican más tiempo al ocio que en 2003.
En cuanto a dedicación a medios de comunicación (televisión, radio, prensa), hay que decir que un número muy parecido de hombres y de mujeres dedican el mismo número de horas.
Desviándonos un poco del tema y centrándonos más ahora en la comparación por grupos de edad, podemos decir que a los menores de 25 años se les caracteriza por el tiempo dedicado al Estudio y el poco que destinan a las tareas domésticas. Sin embargo, las personas de 25 a 64 años se caracterizan por el tiempo dedicado al Trabajo y a las labores domésticas (en torno a siete horas en su conjunto). A medida que aumenta la edad se observa que el tiempo de trabajo remunerado es menor, por lo que le pueden dedicar más tiempo a los Medios de comunicación.
Las personas de 65 y más años son las que disponen de más tiempo libre, casi siete horas, de las cuales más de cuatro las dedican a Medios de comunicación.
En cuanto al ritmo de actividad diaria hay que destacar que tanto hombres como mujeres realizan las actividades de tiempo libre a última hora de la tarde y por la noche hasta las 12 aproximadamente.
En cuanto al trabajo remunerado y a las tareas dedicadas al hogar, vemos que en ambos sexos predomina durante la primera mitad del día.
La franja donde más personas realizan tareas de estudio es durante la mañana.
Los Cuidados personales aumentan entre las 14 y las 16 horas, tanto en hombres como en mujeres, coincidiendo con las horas de la comida y del sueño.
5.1. Otras variables investigadas
Otras de las variables de interés y que ayudan a entender la distribución del tiempo, tiene que ver con los ciudadanos extranjeros, que emplean media hora más en el trabajo remunerado que los españoles. Esta diferencia se recupera fundamentalmente en las actividades de tiempo libre.
Las personas de 65 años y más, los viudos y los jubilados son los que necesitan más tiempo para sus Cuidados personales.
Las labores del hogar se realizan con la misma intensidad tanto en días laborables como en fines de semana. Los varones dedican algo más de tiempo en sábados y domingos, días en los que las mujeres disminuyen su carga doméstica en cinco minutos.
A mayor nivel de ingresos del hogar, menos tiempo dedican sus miembros a las tareas del hogar.
Las actividades de voluntariado y ayuda a otros hogares son realizadas, fundamentalmente, por los viudos y las personas mayores.
Los viudos y jubilados se divierten y se relacionan un poco más en actividades de socialización.
Leer, ver televisión y escuchar la radio son actividades casi tan universales como comer o dormir.
6. Comparativa Andalucía versus España
Pasamos a describir los parámetros que tienen en común los dos estudios analizados, en el que hemos profundizado sobre la práctica de tiempo de ocio en la población adolescente y que nos llevarán hacia unas posteriores discusiones y conclusiones que serán elaboradas a partir de estos esclarecedores resultados, intentando alcanzar el objetivo propuesto.
6.1. Población adolescente Española
A pesar de aparecer diferentes rangos de edad en las encuestas, nos centramos en el apartado de “Actividades en un día promedio por grupos de edad”, y más concretamente en el grupo menor de 25 años, ya que tendrá mayor utilidad.
En España el grupo menor de 25 años emplea menos horas por semanas en los medios de comunicación (ver la tele, ver películas).
Haciendo referencia a la vida social y diversión, este grupo tiene una dedicación semanal igual al grupo de 65 años y mayores, estando estos dos por encima de otros rangos de edad.
Este grupo triplica a los otros en el empleo de tiempo libre en aficiones de informática. Y el último, en referencia a los deportes y actividades al aire libre, el grupo menor de 25 emplea el mismo número de horas aproximadamente que el grupo de 45 a 65 años siendo éstos menores que el grupo de 65 años y siendo menores que el resto, queda el grupo de 25 a 44 años.
6.2. Población adolescente Andaluza
Los resultados de la comunidad andaluza, refiriéndonos al grupo de estudio de 6 a 18 años, presentan una mayor actividad realizada en; estar con los amigos, seguida con una hora y media menos de la visualización de la televisión.
A continuación hay un gran descenso del número de horas dedicadas a hacer los deberes (7.1 horas semanales), en cuarto lugar podemos encontrar la práctica deportiva y ejercicio físico dedicando 4.2 horas semanales, y por último cabe destacar la práctica de juegos de ordenador y de videoconsola. Las posteriores actividades que acontecen tienen valores similares con respecto al número de horas practicadas.
Desde los 6 hasta los 15 años observamos que la población orienta sus horas de tiempo libre a la actividad física y deporte pero notamos que hay un descenso drástico a partir de esta etapa debido a que empiezan a tener más responsabilidades incluyendo estudios académicos de mayor nivel dedicando más horas a dicha actividad.
Una vez analizados ambos estudios y observados los resultados de los mismos, hemos llegado a la conclusión de que no dedican el mismo tiempo de ocio la población adolescente andaluza que la española.
Los parámetros de la práctica de actividades en el tiempo libre que hemos podido analizar y destacar de ambos estudios, con datos muy significativos entre ellos son; hacer deberes, ver televisión, juegos de videoconsolas y ordenador, estar con los amigos y la práctica deportiva o ejercicio físico.
En cuanto a dedicación de horas de estudio o hacer deberes hay una mayor dedicación en adolescentes españoles que andaluces.
Existe una dedicación a ver la televisión de manera similar tanto en España como en Andalucía.
A la hora de jugar a la videoconsola o juegos de ordenador se puede observar mayor asiduidad en la población adolescente española que andaluza.
En relación a la vida social y diversión (estar con los amigos), existe una mayor relación en la población andaluza con respecto a la española, siendo en Andalucía la mayor relación de horas dedicadas a esa actividad mientras que en España en el grupo menor de 25 años ocupa un cuarto lugar en cuanto a porcentaje total.
Para la práctica deportiva o ejercicio físico se observa mayor práctica en los adolescentes andaluces aunque no se observa mucha diferencia con España en comparación con otros parámetros en los cuales la diferenciación es mayor.
7. Conclusiones
Se percibe cómo a lo largo de los años el concepto de tiempo libre ha tenido diferentes interpretaciones, al igual que su empleo ha ido sufriendo continuas modificaciones con el desarrollo de las sociedades. Y es que lo que en un principio parecía ser sólo privilegio de las clases altas, ahora se ha convertido en un derecho incondicional para toda persona.
Tras haber realizado la comparativa entre las dos poblaciones adolescentes de España y Andalucía sobre el empleo del tiempo libre todo parece indicar que en la población adolescente española existe una mayor proporción de horas dedicadas al estudio y juegos de videoconsola, mientras que en la población adolescente andaluza la tendencia es hacia una mayor práctica deportiva y mayor vida social. Por otra parte, parece que existe una gran similitud del tiempo libre en cuanto a horas dedicadas a ver la televisión tanto en españoles como en los andaluces.
Una vez llegados a las conclusiones expuestas, consideramos que sería de gran utilidad la existencia de estudios dirigidos a éstas líneas de investigación ya que la falta de información en cuanto a las relaciones entre las dos poblaciones estudiadas, han entrañado un gran esfuerzo en su búsqueda, en referencia a este tipo de información y pensamos que son de gran importancia para orientar la sociedad hacía hábitos que entrañen una distribución del tiempo libre saludable a la vez que provechosa para la evolución de la sociedad.
Referencias
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