El valor educativo del trabajo comunitario, su relación con |
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Filial Universitaria de Ciencias Médicas “Comandante Manuel Fajardo” (Cuba) |
MSc. Jorge Ernesto Hernández Oropesa Lic. Lázaro Reinaldo Rodríguez Bonet Lic. Roberto Conde Escobedo |
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Resumen Se sabe que la ciencia y la tecnología se han convertido en ramas de la actividad inseparables de la vida y el progreso de la sociedad desde hace varias décadas. Ambos conceptos están hoy tan interrelacionados que han llegado a considerarse como uno solo. El estudio de sus orígenes revela, sin embargo, diferencias notables. Con el fin de formalizar de manera pragmática ambos conceptos y delimitar sus esferas de acción, se exponen sus definiciones, características e interdependencias. Tanto la ciencia como la tecnología justifican su existencia en la búsqueda y el desarrollo de productos, servicios, medios, herramientas y otras entidades, capaces de satisfacer las necesidades humanas y de la vida en general. El trabajo hace referencia al valor educativo del trabajo comunitario, su relación con la ciencia, la tecnología y la sociedad para la comunidad. A través de un enfoque histórico sobre la evolución de las comunidades en Cuba, sus actores y la satisfacción de sus necesidades sociales elaborando un modelo metodológico acerca de la actualidad y expectativas del Trabajo Comunitario Integrado en Cuba y su acercamiento a la perspectiva CTS entre otros aspectos: Caracterización, diagnóstico, elaboración del plan de acción, ejecución y evaluación del proceso y del impacto del plan de acción. En el marco de estos escenarios cambiantes, la Universidad debe jugar un rol primordial y debe comprometerse a cumplir sus tres funciones sustantivas, destacando entre estas la función de extensión, como instancia que vincula el quehacer universitario con la sociedad, específicamente con el sector educativo. Palabras clave: Ciencia. Tecnología. Sociedad. Comunidad. Trabajo comunitario.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 172, Septiembre de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El valor educativo del trabajo comunitario, su relación con la ciencia, la tecnología y la sociedad para la comunidad, constituye una de las actividades que en nuestro tiempo cobra un valor esencial en el proceso docente educativo en todos los niveles de enseñanza y en la Educación Superior alcanza su objetivo supremo.
La comunidad es hoy un escenario estratégico de la Revolución debido a:
La desaparición del campo socialista y la URSS profundizó la globalización neoliberal en el mundo y nos llevó a reordenar las estructuras y los nexos económicos existentes en el país.
Estas transformaciones y los efectos positivos de nuestro sistema de salud, educación y seguridad social han conducido a que cerca de cinco millones de personas permanezcan a tiempo completo en la comunidad. (amas de casa, jubilados, estudiantes, desocupados y cuentapropistas).
El 89% de nuestros asentamientos poblacionales son de menos de mil habitantes, sin embargo el 60% de la población vive en asentamientos de más de mil habitantes (capital del país, cabeceras provinciales y municipales).
Más de un millón de trabajadores están vinculados a labores agropecuarias, cifra ilustrativa del peso que tienen en este sector las comunidades.
Todavía no se ha logrado en todos los Consejos Populares una cohesión entre los diferentes factores representados en el mismo y predomina todavía una concepción y práctica de la participación como presencia de los miembros de la comunidad y no como su incorporación en la toma de decisiones durante todo el proceso.
El presente trabajo tiene como objetivo: Realizar una valoración desde el punto de vista educativo del trabajo comunitario relacionado con la Ciencia, la Tecnología y Sociedad en la Comunidad.
Desarrollo
La relevancia del nexo Ciencia-Tecnología-Sociedad es una de las razones que explica la importancia creciente que en las tres últimas décadas se ha atribuido a los estudios sociales de la ciencia. Para tratar el tema planteamos el siguiente objetivo.
Al respecto el Dr. Núñez Jover en su libro Ciencia y Técnica plantea: “Las fuerzas de las ideas seminales de Marx radica en su propuesto de que teoría científica tiene que remitirse a una teoría de la sociedad donde se revelan los principales intereses, actores y fuerzas que la mueven”.
La dimensión humana del desarrollo para la cultura y la ciencia lleva implícita la visión del hombre como ente social e individual, como principio y fin de un proceso que integra la dimensión económica, con la social, la política, la jurídica y la ética. La dimensión del desarrollo humano, concepción que se extiende hasta nuestros días cada vez con mayor fuerza y amplitud, se concibe “... no sólo como el ingreso y el crecimiento económico, sino que engloba también el florecimiento pleno y cabal de la capacidad humana y destaca la importancia de poner a la gente (sus necesidades, aspiraciones y opciones) en el centro de las actividades de desarrollo.” (Martínez, 1997)
“El Desarrollo Humano es un proceso en el cual se amplían las oportunidades del ser humano. En principio estas oportunidades pueden ser infinitas y cambiar con el tiempo. Sin embargo, a todos los niveles del desarrollo, las tres más esenciales son: disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente...”. (Martínez, 1997)
En este contexto, la acepción de trabajo comunitario se develaba como una manera de expresar la continuidad del paradigma que anima al proyecto social cubano en términos de plenitud del desarrollo humano y justicia social, ahora con la carga de perfeccionamiento que demandan los niveles de protagonismo y democratización de nuestra sociedad, en consonancia con las nuevas y críticas circunstancias de la década de los 90.
La Comunidad ha sido un escenario importante durante todo el desarrollo histórico de nuestra Nación, hasta la propia última etapa de nuestras guerras de liberación.
El estudio del concepto de comunidad está en franco proceso de estudio, debate y profundización. Hoy existen variadas definiciones sobre comunidad en dependencia de las intensiones y dimensiones que sus estudiosos defienden o desean destacar. La propuesta que hacemos es la siguiente:
Grupo humano que habita un territorio determinado, con relaciones interpersonales, historia, forma de expresiones y tradiciones que lo identifican y sobre todo con Intereses Comunes.
Aún existen empresas e instituciones que no se sienten responsabilizados con la comunidad donde viven sus trabajadores y respectivas familias, por lo que su eficiencia económica no tiene una contrapartida de eficiencia social.
Enfrentar esta realidad en las comunidades requiere de un empeño que necesariamente tiene un contenido político, encaminado a gestionar la participación y la cooperación social, enseñar a la comunidad, alfabetizarla en este sentido: querer, poder y saber participar. La alfabetización científica tecnológica según la Asociación de Profesores de Ciencias de los Estados Unidos haría imposible que las personas fueran capaces de:
Apreciar la ciencia y la tecnología por la estimulación intelectual que suscita
Saber reconocer la diferencia entre resultados científicos y opiniones personales.
Reconocer el origen de la ciencia y comprender que el saber científico es provisional y sujeto al cambio según el grado de acumulación de resultados.
Extraer de su formación científica una visión del mundo más rica e interesante.
Breve enfoque histórico sobre la evolución de las comunidades en Cuba
Las comunidades en Cuba a lo largo de estos años han experimentado diferentes comportamientos y han tenido históricamente un peso grande, por ser esta una nación donde existía baja movilidad social durante el periodo pre revolucionario.
Con el triunfo de la Revolución Cubana, aparecen nuevas características en este comportamiento, se inicia un movimiento migratorio importante hacia las ciudades en búsqueda de opciones de estudios superiores, que ahora eran posibles debido a su carácter gratuito, entre otras expectativas. Comienzan a formarse grandes complejos industriales, la población alcanza mayores niveles de escolaridad y las comunidades pasan a ser más heterogéneas desde el punto de vista de su estructura social. En el mismo espacio viven personas con diferentes posiciones sociales y deberes económicos.
Estos años se caracterizan también por un proceso migratorio rural que provoca un despoblamiento de esas áreas con el consiguiente fenómeno de superpoblación en las ciudades.
Resulta importante en el desarrollo de las comunidades cubanas, al inicio del proceso revolucionario, la creación de organizaciones capaces de agrupar a los vecinos de cada comunidad que se constituyeron en bastiones para lograr la participación y la integración del barrio en tareas importantes de transformación social.
Durante el Período Especial, etapa de crisis para nuestro país, hubo un fuerte impacto en la economía, como consecuencia hubo un aumento del envejecimiento de la población junto a una baja tasa de natalidad. Todo ello ha repercutido de nuevo en las relaciones dentro de la comunidad.
Replantear los impactos de servicios y programas convencionales partiendo de un mayor reconocimiento de las comunidades y sus organizaciones ha tenido un peso fundamental. Ejemplo de ello han sido los programas de salud familiar, las acciones preventivas en los ámbitos de consumo y del trabajo, la creación y funcionamientos de los Consejos Populares.
Principales actores del Trabajo Comunitario y la satisfacción de sus necesidades sociales
Los estudios sociales de la Ciencia la Tecnología y la Sociedad constituyen un conocimiento más profundo, a fin de que los ciudadanos de este nuevo orden sean capaces de ser partícipes activos e inteligentes respecto a las tomas de decisiones que afectan a su vida.
Reflexionamos con relación al trabajo comunitario ; esto así por su carácter inclusivo: puede comprender, en un mismo proyecto, acciones inherentes a las funciones investigativa, docente, combinar temáticas priorizadas (medio ambiente, drogas, alcoholismo, entre otras) o tradicionales (arte y deporte) con otras asociadas a fines científicos de diversas especialidades, e introducir en su planificación la comunicación social de sus resultados por medio de la radio universitaria, emisoras provinciales y la prensa plana.
¿Qué es el Trabajo Comunitario desde la perspectiva CTS?
La integración en el trabajo comunitario es una necesidad vital. El trabajo comunitario es hoy a escala internacional, un obligado proceso alrededor del cual se tejen innumerables discusiones. En Cuba desde el siglo pasado existen claras evidencias de trabajo comunitario muy vinculadas a las etapas de liberación nacional. Después del Triunfo de la Revolución del 59 surgieron positivas posibilidades para su extensión y desarrollo, sin embargo, no es hasta la década del 90 donde se evidencia el papel del trabajo comunitario como necesidad vital y objetivo estratégico del país.
Los Principios del Trabajo Comunitario Integrado son:
Partir de los intereses y necesidades de la propia comunidad y promover el protagonismo de sus miembros en la proyección de su futuro desarrollo.
Tener como principio esencial la atención y el respeto a las peculiaridades propias de cada comunidad que la hace irrepetible.
Integrar los actores sociales en función de desatar las fuerzas ocultas de la comunidad.
Su Objetivo Estratégico es:
Fortalecer la defensa de la Revolución en todas las formas en que ella se expresa, consolidando así el proyecto cubano de desarrollo socialista, mediante la cohesión de todos los actores sociales, para lograr un mejor aprovechamiento de las fuerzas de la comunidad, para elevar la calidad de vida de sus vecinos.
El Trabajo Comunitario Integrado posee otros objetivos:
Coordinar e integrar la actividad de los diferentes representantes, organizaciones y líderes naturales en la proyección, ejecución y evaluación del Trabajo Comunitario.
Desarrollar procesos de autodirección en el ámbito comunitario.
Detectar y solucionar los problemas con la participación real de la comunidad y sus actores sociales.
Defender los aspectos positivos, logros y éxitos de la comunidad.
Desarrollar la identidad cultural y el sentimiento de pertenencia.
Convertir el Trabajo Comunitario en una escuela de colectivismo y democracia.
Crear expectativas positivas y objetivas de desarrollo social y personal que contribuya al equilibrio emocional de los miembros de la comunidad (en especial niños, adolescentes y jóvenes).
La comunidad concentra un conjunto de grupos sociales cuyas formas de actuación presentan particularidades. Dichas particularidades conducen a diferencias específicas en las necesidades, intereses, motivaciones y aspiraciones de cada grupo (trabajadores, intelectuales, campesinos, estudiantes, dirigentes, militares, amas de casa, jubilados, cuentapropistas, antisociales).
La comunidad como forma de organización social, presenta también distintas dimensiones. La actividad política se desenvuelve como esfera integradora de las diferentes dimensiones. Ellas son: económica, ambiental, de salud, habitacional, socio psicológico, educacional, cultural y de la defensa.
Modelo metodológico acerca de la actualidad y expectativas del Trabajo Comunitario Integrado en Cuba y su acercamiento a la perspectiva CTS
Asumir la comunidad como un escenario de valor estratégico determinante para el desarrollo social y decisivo en la propia continuidad del proyecto socialista es la filosofía que quedó expresada en el Programa de Trabajo Comunitario Integrado de la República de Cuba 1995 (14).
El sistema educacional capacita al ciudadano para una vida más plena intelectual y moralmente, y lo prepara para los retos que la sociedad actual y los veloces cambios científicos y tecnológicos imponen.
En este campo el horizonte se vislumbra muy amplio y con múltiples sugerencias, no obstante, haremos mención a una propuesta metodológica que consideramos tiene una mayor correspondencia con nuestras condiciones, tradiciones y experiencias acumuladas.
El proceso puede ser impulsado inicialmente por personal capacitado del exterior (grupo gestor) sin descuidar la incorporación de los líderes naturales y demás efectivos del barrio.
Esta Metodología, tiene puntos de coincidencia con la visión CTS, pues expresa el trabajo con los actores sociales en una dinámica donde la consulta, gestión y participación son elementos esenciales. Concibe tres fases bien definidas e interrelacionadas, su visión de procesos también coincide con el acercamiento a la perspectiva CTS:
A. Caracterización y Diagnóstico
Deben ser participativos e integrales del pasado y presente de la comunidad.
La caracterización nos deja claro cómo es la comunidad, qué rasgos la hacen ser ella y no otra.
El diagnóstico revela los problemas, descubre sus causas e identifica necesidades así como los recursos humanos y materiales.
Evalúa, jerarquiza y ofrece prioridad a estos problemas.
Toma en cuenta la estructura de clases, capas y grupos sociales así como las dimensiones del Trabajo Comunitario.
Detecta líderes naturales para su captación, desarrollo y capacitación.
En esta fase es vital, si se considera necesario, iniciar la capacitación en este tema del Trabajo Comunitario.
B. Elaboración del Plan de Acción
Permite formular claramente cómo organizar y ordenar en el tiempo las acciones a emprender.
Definir objetivos, metas, acciones, recursos, tiempo y responsables de forma participativa.
C. Ejecución y evaluación del proceso y del impacto del plan de acción
Seguir de forma sistemática el cumplimiento del plan de acción.
El control y evaluación está presente desde la primera fase para ir haciendo correcciones y ajustes a la ejecución de las acciones.
Valorar el grado de efectividad logrado y el efecto del plan de acción en la vida comunitaria (tener en cuenta indicadores).
La evaluación brinda una base de información para la planificación de futuras acciones. En el Capítulo VI de la Ley Nº 91/2000 de los Consejos Populares de la Asamblea Nacional del Poder Popular se plantea que "La participación popular en la actividad del Consejo Popular, constituye la vía fundamental para realizar su labor. Ella está presente desde la identificación de los problemas y necesidades y sus posibles soluciones, el consenso, la identidad y el sentido de pertenencia de los ciudadanos por la comunidad, el territorio y el país". (Ley Nº 91/2000)
No obstante la gestión del trabajo comunitario en el país es una responsabilidad estatal.
El Consejo Asesor Provincial de Trabajo Comunitario. Ha desplegado diferentes acciones tendientes a integrar, coordinar y promover la labor de todas las fuerzas de la provincia. Promueve y coordina además los procesos de capacitación, la valoración de proyectos y las investigaciones en este campo.
Los Consejos Municipales: Deben asesorar las fuerzas de su territorio comprometidas en el desarrollo del Trabajo Comunitario Integrado. Promueven la integración, capacitación así como la evaluación e investigación de experiencias y proyectos.
El Presidente del Consejo Popular: Juega un papel primordial al constituir el agente coordinador del proceso de integración a su nivel e impulsar, asesorar y dar seguimiento a esta actividad.
Los Delegados: Coordinan la actividad de los representantes de organismos, instituciones, entidades, líderes naturales y personas del lugar que puedan impulsar proyectos y acciones de transformación comunitaria, A este nivel se pueden aprovechar las potencialidades que brinda la posibilidad del contacto directo con los habitantes del área que comprende el barrio.
Es necesario detenerse, aunque sea brevemente, en el concepto general de desarrollo, por el que se entiende el movimiento ascendente de un fenómeno de formas inferiores a formas superiores de existencia, así como el perfeccionamiento de los
Nexos y relaciones mutuas entre sus componentes
Partiendo de ello, el desarrollo de la comunidad ha sido concebido y definido de diferentes formas. Veamos Algunos Ejemplos:
El desarrollo a partir de la concepción de la comunidad como sujeto y objeto del mismo, es decir la propia comunidad identifica su problemática, propone los cambios y las medidas y finalmente las ejecuta.
El desarrollo a partir de una propuesta externa de cambios en la cual se toman en cuenta las iniciativas de la población, si las hay, y si no, se inducen, recabando la cooperación voluntaria de los comunitarios.
En realidad es necesario analizar la comunidad con un enfoque histórico- concreto y espacio-temporal definidos por cuanto los problemas y necesidades cambian y se transforman constantemente.
Ahora. ¿Qué es Comunidad?
Para T. R. Batten, científico inglés, el desarrollo de la comunidad es toda acción aceptada por cualquier organización y diseñada en principio para beneficio de la comunidad. Considera que el desarrollo de la comunidad no es un fenómeno nuevo, que lo nuevo es la mejor comprensión de sus principios, su aplicación más consciente y la importancia que se le da al mismo.
Por su parte Francisco Gómez Jara define el desarrollo comunitario en 3 dimensiones: como proceso, como método y como programa; proceso porque contiene una progresión de cambios, método porque es un camino a recorrer con una finalidad determinada y programa en la medida que concretiza los pasos del proceso y del método para lograr un objetivo especifico.
El nivel de desarrollo de una comunidad se expresa en dos vertientes fundamentales.
Su nivel de desarrollo material, las condiciones materiales de vida y el nivel de vida que es capaz de proporcionarle a sus integrantes.
Sus cualidades como sujeto social, o sea, sus posibilidades de ejercer una acción conjunta, organizada, consciente y transformadora sobre su propio desarrollo y que incluye.
El desarrollo de la comunidad se sustenta en una filosofía científica, basada en elementos fundamentales que le dan contenido y forma. Entre estos elementos tenemos:
Las actividades que se emprendan, deben tener como objetivo satisfacer las necesidades fundamentales de la comunidad.
El mejoramiento de la comunidad puede lograrse mediante actividades en cada esfera esencial; sin embargo, su desarrollo total y equilibrado requiere una acción concertada de colaboración de programas con fines múltiples.
El cambio de actitud de la población es tan importante como las realizaciones materiales de los proyectos de desarrollo de la comunidad en sus primeras etapas.
El desarrollo de la comunidad tiene por objeto lograr una mayor o mejor participación de la población en los problemas locales.
La identificación, el estímulo y la formación de dirigentes locales, deben constituir un objetivo común esencial en todo programa.
La mayor participación de las mujeres y los jóvenes de la comunidad robustece los programas en los proyectos de desarrollo, les da una base más amplia y asegura un proceso duradero.
La metodología para el estudio de comunidades consiste en la adecuación de los métodos y técnicas de investigación social a un objeto particular de análisis, en este caso, la comunidad. Sin embargo, el problema no es tan sencillo y nos encontramos con diversas formas de interpretación de esta adecuación y de la adecuación en sí misma. “En última instancia, de lo que se trata es de entender la tecnología como conocimiento transformador de la naturaleza y la humanidad, como un recurso liberador del ser humano en relación con sus condicionantes externos”. (Morales Calatayud y Rizo Rabelo)
Conclusiones
El trabajo comunitario constituye hoy, en Cuba, una premisa indispensable para la defensa y consolidación del desarrollo social, por la forma en que se involucran los actores sociales, el empleo de los aprendizajes, experiencias y perspectivas de los participantes, la controversia que promueven los debates de los grupos participantes y la participación y evaluación de las expresiones surgidas de ellos que garantizan las formas esenciales de su desarrollo.
La labor comunitaria es el espacio donde se gestan procesos sociales trascendentales, entre ellos los referidos al mejoramiento de la calidad de vida, la potenciación de la participación, la integración y los procesos socioculturales de carácter de identidad.
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