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Estudio sobre la implantación de un centro deportivo de formación

sobre la prevención-rehabilitación de las lesiones en el triatlón

 

*Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Universidad del País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV-EHU)

**Programa de Tecnificación de Triatlón. Universidad de Alicante

(España)

Alvaro Yaniz*

José Miguel Martínez-Sanz**

Aritz Urdampilleta*

aritz.urdampilleta@ehu.es

 

 

 

 

Resumen

          El Triatlón es un deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie. Se practica en un entorno natural en el que los triatletas tienen que afrontar los tres segmentos por este orden y sin descanso entre uno y otro. La gran evolución del número de federados y no federados que practican triatlón en los últimos 15 años en España está provocando un elevado aumento de lesiones propias de este deporte por falta de formación y como consecuencia de una mala organización y estructuración de la planificación de los entrenamientos y competiciones. Por esta razón nuestro objetivo principal va a ser estudiar la viabilidad y factibilidad de crear un centro deportivo de formación sobre la prevención y rehabilitación de las lesiones en el triatlón en Navarra y el País Vasco. En España hay cerca de 15.946 fichas de Triatletas federados (INE 2010), pero la realidad es que son muchos más, porque deberíamos añadir, los aficionados y practicantes de fin de semana, las entidades educativas, las escuelas deportivas de los ayuntamientos, y muchos otros que practican triatlón a nivel amateur y cuyas fichas no son tramitadas por las federaciones autonómicas o clubes de base. Todo deportista está predispuesto a sufrir algún tipo de lesión o accidente a lo largo de su vida deportiva. Con mucha frecuencia estas lesiones, dejan unas consecuencias y síntomas que perduran durante meses e incluso años y que impiden al deportista un normal desarrollo de su actividad deportiva, ya sea en el entrenamiento o en la competición.

          Palabras clave: Triatlón. Lesión deportiva. Prevención. Rehabilitación.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 171, Agosto de 2012. http://www.efdeportes.com

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Introducción

    En España hay cerca de 15.946 Triatletas federados, pero la realidad es que son muchos más, porque deberíamos tener en cuenta, los aficionados, practicantes de fin de semana, las entidades educativas, las escuelas deportivas de los ayuntamientos y muchos otros que practican triatlón a nivel amateur, cuyas fichas no son tramitadas por las federaciones autonómicas o clubes de base. (INE, 2010).

    Como podemos ver en la tabla 1, la evolución del triatlón ha sido considerablemente amplia pasando de 41 clubes en 2004 a 71 en 2010. Como muestran las tablas 2 y 3 el número de licencias federativas ha ascendido desde las 795 fichas en 1989 hasta las 15.946 licencias en 2010 a nivel de toda España, mientras que en nuestro ámbito de interés la evolución ha sido de 1039 licencias en 2004 a 1812 licencias en 2010. Con estos datos podemos concluir diciendo que el triatlón, se encuentra en un grandísimo auge siempre contando como he mencionado anteriormente con los triatletas que no están federados que es un grandísimo número (INE, 2010).

Tabla 1. Evolución del número de clubes federados de triatlón a nivel del total en España e individual en las 

comunidades de Navarra y País Vasco del año 2004 al 2010 según el Instituto Nacional de Estadística (INE)

 

Tabla 2. Evolución del número de fichas federativas de Triatlón en España desde 1989 a 2010 según el INE

 

Tabla 3. Evolución del nº de fichas federativas comparadas en toda España con las comunidades del País Vasco y Navarra entre los años 2004 -2010 según el INE

    Este aumento de fichas federativas conlleva lógicamente un aumento de las lesiones características de este deporte y dada la reciente aparición del mismo y el escaso número de estudios, se desconocen muchas de las causas y niveles de prevención del las mismas (Gosling et al, 2010).

    Todo deportista está predispuesto a sufrir algún tipo de lesión o accidente a lo largo de su vida deportiva, influenciados por factores fisiológicos, nutricionales, psicológicos y de entrenamiento (Díaz et al., 2009; Bentley et al., 2002 & Millet, G.P. et al., 2009). Con mucha frecuencia estas lesiones, dejan unas consecuencias y síntomas que perduran durante meses e incluso años y que impiden al deportista un normal desarrollo de su actividad deportiva, ya sea en el entrenamiento o en la competición (Mula, 2000). Las lesiones mas frecuentes que se han observado, encontramos lesiones en la espalda, tendón de Aquiles y rodilla (Vleck et al., 2010). Otros estudios valoraron la aparición de lesiones según el tipo de entrenamiento (Mc Hardy et al., 2006; Shaw et al., 2004 & Gosling et al., 2008). La revisión de Migliorini (2011) sobre los factores de riesgo y mecanismo de las lesiones en triatlón, analiza los diferentes tipos de lesiones que se producen en triatlón como lesiones agudas, terminas, uso excesivo de los tendones entre otras. En ello radica, la necesidad de control prevenir de los factores involucrados directamente en las lesiones de los triatletas.

    Cada disciplina deportiva dentro del triatlón (natación, ciclismo, carrera a pie) tiene una región corporal en la que la incidencia de las lesiones es mayor. Nosotros nos centramos exclusivamente en las de mayor incidencia basándonos en el número de casos recogidos por diferentes estudios e investigaciones. En el segmento de ciclismo veremos cómo hay una predominancia de la tendinitis rotuliana, en natación de tendinitis del manguito de los rotadores y en la carrera a pie es el segmento donde se producen más del 70% de las lesiones de triatletas nos centraremos en las lesiones de tobillo y rodilla (Eiroa et al, 2010)

    Hoy en día, no hay una única definición de lesión deportiva, pero de manera genérica se puede decir que es una alteración de los huesos, articulaciones, músculos y tendones que se producen durante la práctica de actividad física y alteran la capacidad del deportista para un normal desarrollo de la misma. (Ballesteros, 1990).

    El objetivo de este estudio es analizar la factibilidad y viabilidad (beneficios e intereses) de crear en la actualidad una empresa de formación orientada a la prevención y tratamiento de lesiones en el triatlón en el País Vasco y Navarra. Para ello se realiza un análisis de este deporte respecto a su evolución y como consecuencia, a la aparición de lesiones, frecuencia y regiones corporales más afectadas.

Metodología

    En primer lugar se han buscado datos sobre la incidencia de las lesiones más frecuentes en triatlón, sus causas principales y posibles tratamientos fisiológicos para su recuperación.

    A continuación se han recogido datos acerca del número de clubes y de licencias federativas existentes en el País vasco y Navarra. Así como del número aproximado de deportistas que practican triatlón, ya sean federados o no, a través el INE.

    Y por último se realizó un análisis externo en torno a las capitales de Navarra y País Vasco (Pamplona, Gasteiz, Donostia y Bilbao), obteniendo datos de gran interés en cuanto a la posible implantación de una empresa de formación y prevención de lesiones en estas localidades.

    La información se ha obtenido a través de los buscadores Google Académico, Pubmed, Dialnet y de la revista electrónica EFDeportes.

Resultados y discusión

    Según un estudio realizado a 788 triatletas de una liga francesa (Galera et al. 2012). El 52,4% de los triatletas que respondieron notificaron que habían sufrido como mínimo una lesión durante la temporada pasada y el 17% varias lesiones. El 83,5% de las lesiones se produjeron durante el entrenamiento, sobre todo corriendo (72,5%). Los casos notificados con más frecuencia fueron tendinopatías (44,5%) y lesiones musculares (35%). Las zonas anatómicas notificadas con más frecuencia fueron el tobillo (20,6%), la rodilla (18,3%), el muslo (15%), la región lumbar (12,6%) y el hombro (8,3%) (Galera et al, 2012).

    El 77% de los triatletas lesionados pudieron seguir entrenando, sobre todo haciendo natación (71%) y ciclismo (61,5%), mientras que en el 85,5% de los casos tuvieron que dejar de correr. Los triatletas que habían sufrido lesiones notificaron que dedican un tiempo significativamente menor al calentamiento que los triatletas ilesos (respectivamente, 13,7min frente a 18min) (p<0,01). El tiempo dedicado a los estiramientos también era inferior en los lesionados en comparación con los ilesos (respectivamente, 8,3min frente a 10,6min) (p<0,01). Se observó la misma asociación entre el tiempo empleado en el calentamiento y el estiramiento y la prevalencia de tendinopatías. (Galera et al, 2012)

    La prevalencia de lesiones musculares se asoció de manera significativa con el número de horas de entrenamiento semanales (p<0,05) y con la distancia de entrenamiento semanal nadando, haciendo ciclismo y corriendo (p<0,05). (Galera et al, 2012)

    Las conclusiones fueron que las lesiones observadas en triatletas amateurs eran lesiones musculoesqueléticas por «abuso», producidas sobre todo durante el entrenamiento, principalmente al correr (Burns et al. 2007).

    Burns y colaboradores (2007) realizaron un estudio con 131 triatletas estadounidenses en un período de 10 semanas durante la temporada de competición de triatlón para ver el porcentaje de lesiones y los posibles factores que las producían durante ese periodo de tiempo. Los resultados mostraron que el 50% de los triatletas sufrió una lesión en la pretemporada de 6 meses a una tasa de exposición de 2,5 lesiones por cada 1000 horas de entrenamiento. El 37% resultaron lesionados durante la temporada de competición de 10 semanas con una tasa de exposición de 4,6 lesiones por cada 1000 horas de formación. El uso excesivo representaba el 68% de las lesiones durante la pretemporada y reportó el 78% de las lesiones de la temporada de competición. El aumento de años de experiencia en el triatlón y de alto kilometraje en la fase de carrera junto con el historial de las lesiones anteriores, y la ausencia de calentamiento y vuelta a la calma parece tener relación con la incidencia de las lesiones (Burns et al, 2007).

    Otro estudio de Korkia y colaboradores (1994) demostró que la mayoría de las lesiones se habían encontrado por aumentar la frecuencia de entrenamiento sobretodo en los corredores durante la primavera y el verano, cuando los entrenamientos y la competición eran más intensos.

    En las encuestas el 37% indicaron que habían aumentado su frecuencia de entrenamiento en el período de 6 semanas antes de participar en el estudio. Aunque no se asocian con las lesiones, esto puede desempeñar un papel importante en el elevado número de lesiones en un período de 8 semanas en comparación con otros estudios recientes de triatletas (Korkia et al, 1994)

    Triatletas de entrenamiento de élite para largas distancias pueden formar alrededor de 800 horas al año, por lo tanto, un promedio de 5,4 lesiones por cada 1000 horas de entrenamiento es un alto porcentaje (Gosling et al, 2010).

    Los sitios más frecuentemente lesionados fueron el tobillo / pie, muslo, rodilla, pierna y espalda. Otros estudios sobre triatletas han informado de que la rodilla es la parte más comúnmente lesionada. Es evidente, sin embargo, que la mayoría de las lesiones se producen en las extremidades inferiores (Korkia et al, 1994).

    La mayoría de las lesiones se produjeron en la carrera a pie (65%), seguido por el ciclismo (16%) y natación (11%), confirmando que la carrera es el deporte de componente de triatlón responsable de muchas de las lesiones. (Korkia et al, 1994).

    La Figura 1 muestra las lesiones que se produjeron por zona corporal durante 8 semanas de entrenamiento. La figura señala que de los atletas lesionados, el 27% sufrió del tobillo/ pie, el 20% del muslo, el 19% de la rodilla, de la pierna el 16% y un 14% de lesiones fueron de la espalda.

Figura 1. Tipo de lesiones por zona corporal durante 8 semanas (Korkia et al, 1994).

    La figura 2 muestra el porcentaje de triatletas según el tipo de lesión. El 40% sufrió lesiones del músculo, 28% de ligamentos, el 15% del tendón, el 12% piel, hueso 2% y 2% a otros tejidos del cuerpo (Korkia et al, 1994).

Figura 2. Tipos de lesión durante 8 semanas (Korkia et al, 1994)

Mecanismo de lesión

    El uso excesivo es la principal causa de lesión con el 41% de casos, en el 27% fue clasificado como "otro", el 12% informó de un tira y afloja, el contacto o colisión el 10% y el 9% estiramiento excesivo. De las lesiones, el 65% se produjo durante el entrenamiento, 16%, durante la bicicleta y el 12% durante la natación (Korkia et al, 1994).

    Triatletas con un fondo de ciclismo sufrió menos lesiones que los que proceden del atletismo y natación (Williams et al, 1993).

    Se sospecha que un aumento en el kilometraje de entrenamiento, en lugar del kilometraje real en sí puede ser el responsable de las lesiones. Puede ser difícil determinar los factores responsables de la lesión en una heterogénea muestra de participar en un evento deportivo. En triatlón, las lesiones pueden ser influenciadas por factores tales como la técnica, la alineación equipo cuerpo, y errores de entrenamiento y por lo tanto los estudios de hábitos de entrenamiento y las lesiones en grupos más homogéneos y durante un período de tiempo más largo puede ser más útil. (Vleck et al, 2010).

    La velocidad de carrera se ha relacionado con un aumento de incidencia de lesiones en los corredores (O’Toole et al, 1990)

    El ritmo de ciclismo puede influir en la aparición de lesiones por uso excesivo en el pie, tobillo y tendón de Aquiles (Rimer et al, 2012). Otros estudios han observado, que pueden ocurrir problemas en el tendón de Aquiles en deportistas élite (Vleck et al, 1998; Vleck, 2003; Shaw et al., 2004)

Las lesiones tendinosas

    Como hemos visto en el apartado anterior el amplio abanico de lesiones y zonas lesionadas y dado que sería muy largo y costoso catalogar cada lesión con sus causas y su prevención y rehabilitación, voy a centrarme en las lesiones tendinosas y en concreto en la tendinitis en el tendón rotuliano.

    Este tipo de lesiones afectan principalmente al tendón y normalmente son aquellas que se producen por la desproporción de los impactos y el efecto sumatorio de las cargas. En el caso de los triatletas, o por el continuo impacto al correr o por una mala posición en el pedaleo (Eiroa et al, 2010)

    La tendinitis rotuliana se caracteriza por un dolor en la zona situada entre la rótula y la parte superior-anterior de la tibia y por dificultades a la hora movilizar la rodilla. Se suele acompañar por una sensación de pérdida de fuerza en la articulación y por fuertes molestias al incorporarse tras permanecer sentado o al intentar ponerse en cuclillas (Ballesteros, 1990).

    En el mundo del ciclismo, la tendinitis del tendón rotuliano es la más frecuente. Esta puede afectar al cuerpo tendinoso, que se debe en la mayoría de los casos a un sobre esfuerzo o a la inserción inferior de de la rótula, debida frecuentemente a una tracción desviada porque el eje del tendón también lo esté. En el primer caso, la solución pasa por un reposo prolongado que dé lugar a su recuperación y en el segundo, una corrección de la postura del ciclista (Eiroa et al, 2010). 

Causas de la lesión

    La causa principal de la tendinitis rotuliana en el ciclismo es la que se produce por un mal gesto en el pedaleo y que poco a poco va dañando el tendón hasta producir una inflamación del mismo a la que se conoce como micro traumatismo por repetición. Este micro traumatismo, se produce por una mala postura de la pierna del ciclista en relación con la posición del pedal de la bicicleta (Eiroa et al. 2010).

Figura 3. Correcta colocación de la pierna y del pie respecto al pedal (Eiroa et al, 2010).

Tratamiento específico de la tendinitis rotuliana

    Se han descrito variedad de tratamientos tradicionales relativos a este tipo de lesión; casi todos basados en la interrupción más o menos precoz y prolongada en el tiempo de la actividad física, para no sobrecargar la zona y disminuir el dolor, evitando la cronicidad de la lesión. En este sentido, encontramos autores como (Mula, 2000) que reitera, a mayores, unas sugerencias de tratamiento, que son:

  • Corregir errores del gesto deportivo (mala técnica de pedaleo)

  • Corregir déficit de hidratación.

  • Utilización de material deportivo correcto.

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides.

  • Reposo deportivo.

  • Aplicar bolsas de hielo para reducir la inflamación (primeras 48 - 72 horas).

  • Cincha circular en la rodilla que comprime la mitad del tendón.

  • Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.

  • Láser de baja frecuencia y ultrasonidos.

  • Iontoforesis con dexametasona.

  • Masaje descontracturante y de descarga del músculo cuádriceps.

  • Masaje transverso para movilizar el tendón (masaje tipo cyriax).

  • Ejercicios de musculación isométrica de los cuádriceps; nunca en flexoextensión.

    Cuando la recuperación esté finalizada, regresar a los entrenamientos o actividad laboral con aplicación de calor antes de empezar, colocación de collarín compresivo debajo de la rótula y después de terminar, aplicar hielo 20 minutos (Mula, 2000).

    Si se cronifica la lesión, intervención quirúrgica para eliminar las adherencias que se hayan producido. Según estos autores, “el VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular) es un factor de crecimiento estimulado por el factor HIF-1 y por la hipoxia tisular, que puede estimular la proliferación de células endoteliales y vasos sanguíneos, para invadir las zonas hipovascularizadas del tendón, que se han producido por el sobreuso mecánico y las microrroturas producidas en la práctica deportiva de competición y así mejorar su recuperación. Por lo tanto, según los estudios realizados por diferentes investigadores, en los que se abre una nueva vía gracias a la concepción de la patología tendinosa basada en los cambios degenerativos y al crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y terminales nerviosos, han aumentado las opciones de tratamiento esta patología utilizando protocolos de tratamiento con cargas excéntricas que proporcionan un beneficio terapéutico mayor que las terapias concéntricas, ya que la frecuencia de los ciclos de carga es más importante que la magnitud absoluta de la fuerza empleada” (Rees et al, 2008).

    Por otro lado, nos encontramos con estudios que postulan que los tratamientos con ondas de choque extra corporales (EWST) ya que “son tratamientos seguros y prometedores para la tendinopatía patelar o rotuliana con un efecto positivo sobre el dolor y la función” (Van Leeuwen et al, 2007)

    Además de estos, existen otros autores como de (Vos et al, 2010), que han dirigido sus estudios en a la mejora del tendón mediante inyección de plasma rico en plaquetas, combinándolo con ejercicios excéntricos, han llegando a la conclusión de que “no ha habido una mejora altamente significativa entre los pacientes tratados con plasma rico en plaquetas de aquellos a los que se aplicaba una solución salina”, por lo que el tratamiento no ha tenido mucho éxito.

    En conclusión, después de la amplia bibliografía revisada y estudios consultados, podemos afirmar que nos encontramos en una nueva etapa de tratamiento específico, con investigaciones que afirman la poca funcionalidad y eficacia de los antiinflamatorios (Rees et al, 2008), relativo al tratamiento crónico de los tendones y las diferentes alternativas que postulan que las ondas de choque mejoran la sintomatología. Nosotros y según las evidencias los estudios de (Rees et al, 2009), incidimos más en la terapia excéntrica, pues sigue siendo la que mejores resultados ofrece en la actualidad.

Conclusiones

    Haciendo un repaso general, podemos decir que habiendo visto la gran evolución del triatlón a nivel de Navarra y País Vasco, calculando el número de triatletas federados más los no federados que practican este deporte y comparándolo con los estudios revisados sobre lesiones más frecuentes y porcentaje de lesiones por temporada y por número de horas de entrenamiento, podemos concluir diciendo que va a haber un alto número de triatletas que se van a lesionar cada año:

  • Si hay 1812 federados entre las 4 comunidades autónomas donde queremos abarcar nuestro proyecto y los estudios indican que el 52% de los triatletas se lesiona al menos una vez al año, tendríamos al menos 949 posibles clientes lesionados por temporada, sabiendo que hay un 17% también que se lesiona más de una vez al año aumentándose por lo tanto este número en 308 atletas más simplemente con los triatletas federados.

  • Al no haber ninguna otra empresa en nuestro entorno que se dedique a esta formación para la prevención y rehabilitación de lesiones en el triatlón, careceríamos de competencia y tendríamos abierto un amplio territorio para nuestro negocio.

  • Una vez visto estos datos el siguiente paso que daríamos sería darnos a conocer en el entorno del triatlón a las respectivas federaciones, clubs, deportistas y determinar la forma en la que lo haríamos que podría ser mediante publicidad en Internet (creación de una página web), a través de las nuevas redes sociales (twitter, facebook, tuenti…) mediante carteles, a través de la federación, en las propias competiciones con propaganda…

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