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Los esteroides anabólicos androgénicos y no 

androgénicos. Consideraciones generales

 

*Licenciado en Educación especialidad Biología y Licenciado en Tecnología

de la Salud Servicios Farmacéuticos, Profesor Instructor, Universidad

de Ciencias Médicas de Camagüey, Facultad de Enfermería “Pham Ngoc Thach”

**Licenciada en Educación especialidad Español y Literatura. Profesor Asistente

Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey. Facultad

de Enfermería “Pham Ngoc Thach”. Vicedecanato General, Extensión Universitaria

***Licenciada en Enfermería, Profesor Instructor, Universidad de Ciencias Médicas

de Camagüey, Facultad de Enfermería “Pham Ngoc Thach”, Departamento Formación Básica

****Licenciada en Enfermería. Profesor Asistente. Máster

en Longevidad Satisfactoria Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey

Facultad de Enfermería: “Pham Ngoc Thach”, Vice Decana Docente

Israel Toledo Díaz*

Miriaky Alonso Hidalgo**

Blanca Ana Mendoza Reyes***

Berenix Lozano Vega****

itoledo@enferm.cmw.sld.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          La utilización de drogas que potencian el rendimiento deportivo ha incrementado significativamente en adolescentes y adultos en la actualidad. Esto conlleva a consecuencias negativas e incluso irreversibles del organismo en general en quienes efectúan esta nociva práctica. Los atletas que toman como referencia marcas deportivas alcanzadas en el alto rendimiento pueden verse influenciados para tratar de superarlas mediante el consumo de sustancias prohibidas por los reglamentos de las organizaciones deportivas en los diferentes niveles. Estas, al ser ingeridas, provocan un aumento artificial del rendimiento deportivo pero a la vez, desestabilizan las funciones fisiológicas del organismo en detrimento de la salud. Por la connotación que posee el tema se realizó una revisión bibliográfica con el objetivo de relacionar algunos esteroides anabólicos androgénicos y no androgénicos así como las reacciones adversas que provocan que sirvan de fundamento a atletas, entrenadores y profesores de Educación Física y Deportes como herramientas para la implementación de estrategias que combatan esta práctica y de esta forma se incida de forma positiva en los deportistas.

          Palabras claves: Anabólicos. Anabólicos androgénicos esteroideos. Adicciones.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 171, Agosto de 2012. http://www.efdeportes.com

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Introducción

    La organización socioeconómica del mundo actual ha impulsado a multitud de personas de diferentes profesiones a buscar un incremento de su rendimiento físico psicológico o intelectual así como a disminuir la sensación de fatiga ante los esfuerzos realizados.

    Personas de los más disímiles estratos sociales utilizan algún suplemento artificial con el que pretenden acrecentar sus posibilidades físicas y psíquicas más allá del límite natural, sin tener en cuenta el riesgo intrínseco que esta actitud conlleva.

    Múltiples han sido los términos que han definido el uso de sustancias que varían el desarrollo físico, motor o psicológico de los individuos. Uno de ellos ha sido Doping. Su etimología no ha sido esclarecida con exactitud. La más aceptada universalmente es como derivada de la palabra inglesa "dope" que originalmente significaba pasta o grasa usada como lubricante. La Enciclopedia Británica la atribuye a la voz flamenca "doop" que significa mezcla, y en la actualidad existe una marcada tendencia a relacionarla con el aminoácido DOPA o dopamina. 1

    El doping es un ejemplo de los numerosos intentos que a través de la historia el hombre ha realizado para mejorar de forma artificial su propia resistencia a la fatiga al participar en la guerra, en la caza o en el deporte, mezclando sincréticamente para ello, la terapia con la magia o hechicería.

    Con el decursar de los años se ha relacionado en su misma esencia con el deporte de competición, de ahí que en diferentes ámbitos se refiera que no es estrictamente correcto referirse al doping en un ámbito diferente al de la actividad deportiva.

    Sobre su práctica hay vastos antecedentes históricos. Una de las primeras referencias la brinda un cuadro chino que muestra un emperador masticando una rama de Ephedra. 1

    En la actualidad y por lo pernicioso de su uso, existen catalogados y clasificados un grupo de sustancias prohibidas para los atletas porque varían su rendimiento en detrimento de la práctica sana del deporte. Dentro de estos se encuentran: Estimulantes, Narcóticos, Analgésicos, Beta bloqueadores, Diuréticos, Hormonas y Esteroides Anabólicos Androgénicos. 1

    Por ser los esteroides anabólico-androgénicos y no androgénicos de los más utilizados por razones que transitan desde el hecho de que su adquisición es más factible por ser prescriptos para el tratamiento de afecciones que se producen cuando existe baja producción de testosterona como puede ser el retraso de la pubertad, como tratamiento en enfermedades que resultan en la pérdida de la masa muscular magra, como el cáncer y el SIDA o para pacientes que han sufrido quemaduras, se encuentran encamados o debilitados porque previene la atrofia muscular es que se torna necesario conocer sus características y efectos que producen en los individuos.

    Los esteroides anabólicos androgénicos son variantes sintéticos de la testosterona, hormona sexual masculina que se encuentra de forma natural en el organismo. Si se valora de forma independiente la triada “esteroides anabólico androgénicos”, se obtiene que “anabólico” se refiere al crecimiento muscular que esas sustancias promueven, mientras que “androgénico” se relaciona con el aumento de las características sexuales masculinas y los “esteroides” al tipo de droga.

    En resumen, son un tipo de drogas que favorecen el crecimiento o aumento de la masa muscular en estrecha relación con la acentuación de las características masculinas por ser variaciones sintéticas, propiamente dichas, de la testosterona. Esas características son las que justamente han provocado que exista una marcada tendencia a su uso e incluso abuso al querer cambiar tanto el aspecto exterior como el rendimiento físico.

    Hay investigadores como Barrientos y Pérez que plantean que si se planifica una carga deportiva unida a una dieta apropiada, se puede incrementar la masa muscular magra y la fuerza en beneficio para su salud porque quienes usan esteroides anabolizantes lo hacen sin que existan evidencias concretas que reflejen un incremento significativo de la resistencia o la velocidad. 2

    Criterios como el antes expuesto refleja que es innecesaria la utilización de sustancias que varíen el rendimiento físico porque de manera natural, planificada y dosificada se pueden obtener los mismos resultados sin la connotación negativa que este pernicioso uso entraña.

    La observación empírica ha arrojado que la utilización más común de estas sustancias se relaciona con el aumento de la masa muscular y la supuesta mejora de la apariencia física y aunque investigaciones no sustentan científicamente una relación directa entre “intensidad y frecuencia de realización de ejercicios” 3 ha sido otra de las causas referidas para su uso.

    Aunque no han sido medidos a largo plazo los efectos que provocan, sí se encuentran identificadas reacciones adversas que desde lo psicológico se producen y que pueden relacionarse con cambios de humor, conducta irracional, incremento de la agresividad ("ira esteroidea"), irritabilidad, depresión y dependencia. No debe soslayarse que también en el físico ocurren cambios, los mismos se relacionan con la aparición de acné, la ictericia que puede indicar disfunción hepática y que se vincula con el consumo de esteroides anabolizantes por vía oral, también pueden ocurrir lesiones musculotendinosas y disfunciones hepáticas o tumores (benignos y malignos). 3

    Cuando el consumo se realiza previo o durante la pubertad se han reportado cierres prematuros de las epífisis y que pueden disminuir la estatura final, la hipertensión, el incremento en lipoproteínas de baja densidad (LDL) y la disminución en lipoproteínas de alta densidad (HDL). Puede contribuir al incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

    En los varones se puede desarrollar ginecomastia, atrofia testicular y azoospermia. En las hembras se pueden producir efectos virilizantes que pueden llegar a ser irreversibles como la alopecia, agrandamiento del clítoris, hirsutismo y gravedad de la voz. El tamaño de las mamas puede disminuir, la mucosa vaginal puede atrofiarse, existir alteraciones de la menstruación con fases anovulatorias, la lívido puede aumentar o disminuir y el apetito y la agresividad pueden acrecentarse también. 4

    Durante los años 30 del pasado siglo, los científicos descubrieron que los esteroides anabólicos podían facilitar el crecimiento del músculo esquelético en los animales de laboratorio, lo que llevó al uso de estos compuestos primero por los fisicoculturistas y levantadores de pesas y después por atletas en otros deportes, sobre todo en los que la fuerza es un componte primordial. A partir de esa fecha su usanza se ha maximizado.

    La educación e información sobre el uso de los esteroides se debe tratar a escala escolar, programada, dosificada y dentro de las mallas curriculares que los programas deportivos incluyan. Institucionalizarse y convertirse en pilares que sustenten los modos de actuación no solo de atletas, entrenadores o equipos deportivos sino de nación debe ser práctica común, por lo que la educación es un eslabón fundamental a todos los niveles. Estos principios se encuentran imbricados en los códigos de ética deportiva que contiene un alto rigor de respeto en cuanto a las legislaciones vigentes.

Desarrollo

    La realización de ejercicios físicos en los últimos años, ha mostrado un crecimiento paulatino. El mejorar estados de salud tanto físico como emocional ha sido uno de los catalizadores. Este incremento se observa en el período de la adolescencia o la juventud temprana con mayor frecuencia.

    Esta práctica no solo se ha incrementado en quienes de manera empírica realizan los ejercicios físicos sino en los deportistas y puede provocar que ellos incurran en la búsqueda de sustancias que les haga distinguirse entre sus coetáneos, tanto por la apariencia física como por los resultados alcanzados en las diferentes competencias siendo los Esteroides Anabólicos Androgénicos (EAA) y no androgénicos utilizados con este fin.

    Su uso se observó inicialmente en los levantadores de pesas y atletas de fuerza en los años 1950 con el objetivo de obtener mayor fuerza y tamaño muscular. A partir de la XVII Olimpiada efectuada en Roma en 1960, se utilizaba pero ya con el propósito de incrementar el rendimiento deportivo y no fue hasta que a partir de 1986 la Comisión Médica del Comité Olímpico Internacional prohibió el uso de cualquier sustancia utilizada con el fin de “mejorar” el rendimiento deportivo. Dentro de estas se encuentran los esteroides anabólicos, estimulantes del sistema nervioso, anabólicos no esteroideos como hormona de crecimiento, insulina y eritropoyetina. 5

    Promover el deporte sano y libre de sustancias que empañen el verdadero rendimiento deportivo es vital. Por eso, la educación que ofrece todo el equipo que incide en los deportistas, se debe encaminar hacia el ofrecimiento de datos que impliquen los riesgos que se encuentran asociados a su uso, efectos que se producen en los organismos y la dependencia que se crea. Aconsejar sobre el valor del no uso de esas sustancias es una vía para su no proliferación.

    Con el decursar de los años, los EAA han adoptado diferentes formas de presentación, por lo que se vuelve imperativo que tanto atletas como entrenadores las conozcan así como las clasificaciones más comunes en cuanto a su composición química además de algunas de las reacciones adversas más comunes.

  1. Testosterona y derivados. Formas de presentación: Propionato, Suspensión, Sustanon 100, Sustanon 250, Omnadren, Sten, Test 400, Testovirón, Cipionato, Undecanoato, Enantato, Undecilinato de Boldemona, Metiltestosterona, Metandrostenolona.

  2. Dihidrotetosterona y derivado. Formas de presentación: Drostanolona, Oximetolona, Estanozolol, Metenolona, Oxandrolona, Etilestrenol, Testolactona, Dromostenolona.

  3. Nandrolona y derivados. Formas de presentación: Decanoato de Nandrolona, Fenylpropionato de Nandrolona, Noretandrolona, Etilestrenol, Trembolona, Laurabolin, Durabolín. 6

    El uso continuado de estas sustancias produce síndrome de abstinencia al interrumpir su uso y pueden implicar cambios notables en el estado de ánimo, fatiga, desasosiego, pérdida de apetito, insomnio, lívido reducido y deseos vehementes por los esteroides. Uno de los síntomas más peligroso es la depresión porque cuando persiste puede conllevar a intentos de suicidio. La ciencia ha divido en cuatro grandes grupos las reacciones adversas más frecuentes que por la magnitud de sus implicaciones es importante destacar:

  • En hígado (efectos hepáticos): aunque dependen de la dosis y duración de uso sus efectos son muy variables. Desde alteraciones de las pruebas de funcionamiento hepático hasta la presencia de tumores. Se incluyen además elevaciones enzimáticas que comprenden: aspartato aminotransferasa, alanina aminotransferasa, lactato deshidrogenasa, y fosfatasa alcalina. Generalmente diminuyen al descontinuar su uso por lo que en ocasiones lo hacen de forma intermitente.

    Si se utiliza de forma prolongada puede provocar dos tipos de ictericia fundamentalmente, la colestática y la inducida. La inducida es la que muestra mayor prevalencia por lo que se dice que es relativamente común y se presenta típicamente con agentes alquilados como la metiltestosterona, metandrostenolona, oximetalona, oxandrolona y stanozolol. Los agentes no alquilados como la testosterona y nortestosterona causan daño hepático con menor frecuencia. Cursa con aumento de la bilirrubina e incremento de transaminasas así como de fosfatasa alcalina.

    Clínicamente se presenta ictericia debido a estasis y acúmulo de bilis en los capilares de la porción central de los lobulillos hepáticos, sin obstrucción de conductos mayores. Histopatológicamente las células hepáticas contiguas muestran solo cambios menores y permanecen viables. También puede observarse peliosis hepática, que es un trastorno manifestado por hepatomegalia, hipertensión porta y cirrosis. El carcinoma hepático también ha sido reportado por el uso prolongado de los mismos. 7

  • Sistema reproductivo: en los varones se produce una disminución de la secreción de hormona luteinizante (LH) y folículo estimulante (FSH) a través del sistema de retroalimentación negativo del eje hipotálamo-hipófisis-gónada. Debido a que ambas son necesarias para una espermatogénesis normal, estas drogas pueden llevar a hipogonadismo hipogonadotrópico. Se producen: disminución de la cuenta espermática, morfología espermática anormal y atrofia testicular.

    La cuenta espermática se normaliza después de los 4 meses de suspensión de los anabólicos y la movilidad y morfología de los espermatozoides requiere, incluso hasta un año, para normalizarse. Para tratar de contrarrestar la atrofia testicular, ocasionalmente se utiliza gonadotropina coriónica humana, para simular el efecto de la LH, favorecer la producción de testosterona y aumentar la producción de espermatozoides, sin embargo, se requiere la acción de la FSH para una adecuada maduración de los espermatozoides, lo cual no se logra con gonadotropina. Esto puede traer como consecuencias que la cuenta de espermatozoides se eleve pero que no sean viables.

    Los EAA pueden llevar a la feminización en varones por su conversión a metabolitos estrogénicos, así como a ginecomastia; por lo que en algunos casos utilizan tamoxifeno como antiestrógeno para antagonizar estos efectos. Convirtiéndose así en un círculo vicioso.

    En mujeres se puede presentar hirsutismo, acné, engrosamiento de la voz, alteraciones menstruales, amenorrea secundaria, hipertrofia de clítoris y disminución de tamaño de glándula mamaria, todos estos efectos pueden ser irreversibles aun cuando se suspenda el anabólico. En ambos sexos puede presentarse cierre epifisiario prematuro cuando es utilizado por adolescentes y consecuentemente condicionar una talla final menor a la esperada.

  • Sistema cardiovascular: pueden presentarse alteraciones en las concentraciones de lípidos en sangre, incluyendo decrecimiento de lipoproteínas de alta densidad (HDL) y aumento de las de baja densidad (LDL). Estos cambios varían de un individuo a otro y dependen del tipo de anabólico consumido. El decrecimiento de HDL varía del 39% al 70% y se presenta entre una a dos semanas de iniciar la ingestión, aunque en su totalidad y a largo plazo los efectos de estas alteraciones del perfil de lípidos en cuanto a morbilidad y mortalidad se desconocen.

    Se presenta además una elevación de la presión arterial probablemente debido a la retención de líquidos. Los efectos que se observan a nivel de corazón son más importantes y pueden incluir isquemia y falla cardiaca súbita. Sin embargo, se torna difícil de atribuir estas alteraciones solo a los anabólicos porque en muchos casos estos se combinan con otras drogas como las anfetaminas.

  • Alteraciones siquiátricas o psicológicas: estudios han reportado cambios en el estado mental de las personas que se encuentran asociados al uso de anabólicos. Estos incluyen paranoia, delirio, manías y tendencia homicida. No se desconocen episodios de depresión, ansiedad, hostilidad y agresión. 8

    Aún y cuando se divida en cuatro grandes grupos al manifestar los mayores efectos adversos no es menos cierto que la mayoría de los órganos sufren al recibir dosis de estas sustancias. La misma dependencia que se instala implica que se comience con dosis bajas y se concluya aumentándolas, llegando así a convertirse en un círculo vicioso.

    Laboratorios Antidoping alrededor del mundo combaten desde su posición, este flagelo con la intención de que las prácticas deportivas y las competencias a todos los niveles sean limpias. Donde todos los atletas tengan las mismas posibilidades y rendimientos deportivos. No en pocas ocasiones y tras concluir eventos como Olimpíadas o Mundiales se le restituyen medallas a atletas que fueron despojadas de ellas por otros que utilizaron agentes que les variaron su potencialidad deportiva en detrimento de lo que cada vez y con mayor fuerza promueven la mayoría de las naciones.

    Debido al creciente enfoque en la detección de los anabolizantes utilizados por atletas, a través de los laboratorios antes descritos, por medio del dopaje ha habido un aumento en el uso de agentes no anabólicos que “mejoran” el desempeño físico. Son los denominados Agentes Ergogénicos no Anabólicos. Dentro de estos se encuentran:

Hormona de crecimiento

    Es una hormona polipeptídica usada en el tratamiento de la talla baja en niños con producción endógena inadecuada de la misma. Su uso ha promovido la creencia de que provee efectos benéficos y no tiene efectos adversos además realizados.

    La evidencia clínica sugiere que la hormona de crecimiento puede aumentar el tamaño muscular aunque no existen pruebas de que a la vez, aumente la fuerza.

    El aumento de la masa muscular no puede convertirse en la manera de comprobar su uso porque esta aumenta de acuerdo a la planificación de la carga deportiva, aunque sí debe constituirse en señal de alarma el desarrollo rápido de la misma sin relación con la dosificación de los ejercicios.

Estimulantes del sistema nervioso central

    Dentro de este grupo se incluyen las anfetaminas, cocaína y cafeína. El uso de estos agentes se enfoca básicamente a la reducción de la fatiga durante los eventos competitivos y en las sesiones de entrenamiento. Son ingeridos en dosis bajas (5-15 mg de anfetamina) para mejorar la concentración y la dosis elevada (80-150 mg) para incrementar la agresión aunque su uso está vinculado también como supresores del apetito para el control del peso corporal.

    Los efectos adversos de las anfetaminas incluyen la incidencia sobre el sistema nervioso central con manifestaciones de intranquilidad, mareos, temblores, irritabilidad, confusión, sobresaltos, paranoia, alucinaciones. Efectos cardiovasculares como taquicardia, palpitaciones, arritmias, angina, alteraciones de la presión sanguínea y colapso cardiovascular tampoco se pueden descarta aunque en menor cuantía. Los efectos gastrointestinales incluyen: náuseas, vómitos, dolor abdominal, y disminución del apetito. La suspensión brusca de estos medicamentos puede producir síntomas depresivos como letargo, hipersomnia e ideas suicidas.

    Aunque usada con menor frecuencia, por lo corta que puede resultar su acción, la cocaína es empleada también. Sus efectos adversos son similares a las ya relacionadas, pero además se pueden presentar crisis convulsivas y muerte súbita por falla cardiaca, además de ser su efecto de dependencia más peligroso por el nivel de adicción que crea y de deterioro corporal y de comportamiento.

    El uso de la cafeína ha sido introducido porque los elementos que la componen potencian la reducción de la fatiga y prolonga el rendimiento físico. Aunque su eficacia en este sentido no se encuentra probada y como su ingestión es común, el Comité Olímpico Internacional no ha prohibido su uso pero sí ha impuesto límites para su ingestión sobre la base en las concentraciones en orina que se deben encontrar en un rango comprendido entre 2 a 15 mg/mL.

    Los efectos adversos de la ingestión de cafeína incluyen: intranquilidad, nerviosismo, insomnio y arritmias. 9

Insulina

    Un nuevo y alarmante uso de la insulina como agente no anabólico se ha observado en la actualidad. Se ha reportado su uso como causante de incrementar la masa muscular. Esto se sustenta sobre la base de su función como promotor de la síntesis de glucógeno, ácidos grasos y proteínas para incrementar la entrada de glucosa y aminoácidos a las células musculares.

    Investigaciones la caracterizan como uno de los no anabólicos más poderosos e implica a su vez, un peligro potencial por lo que su monitoreo debe tomarse en consideración. No se de debe descartar que su uso en personal no diabético puede conllevar a daño cerebral y a crisis convulsivas después de neuroglucopenia prolongada. 10, 11, 12, 13

    Para la preparación del deportista de Alta Calificación se involucran complejísimos mecanismos fisiológicos que requieren un estricto control médico-biológico. El Control Médico del Entrenamiento Deportivo (CMED), implica un conjunto de procedimientos que permiten observar la adaptación del organismo a las cargas del entrenamiento en función del desempeño y la respuesta fisiológica a las mismas.

    Por medio de este centro el equipo médico contribuye con la preparación realizada por los entrenadores y equipo técnico con el seguimiento científico de los efectos del entrenamiento y la adecuación del contenido de este al estado del deportista. Está constituido por las observaciones pedagógicas, médicas y biológicas que permiten dar un orden lógico al proceso pedagógico del entrenamiento deportivo con una adecuada aplicación de las cargas de entrenamiento y posterior recuperación.

    Cuba ejecuta políticas encaminadas a no usar sustancias que varíen el rendimiento de sus deportistas. Para esto, califica a todo el equipo que incide en el desarrollo de sus atletas a todos los niveles y promueve la aplicación de talleres de promoción de salud sana y ajeno a la utilización de las sustancias antes descritas. Además de esto y para corroborar o descartar el uso de sustancias prohibidas en la práctica deportiva llevó a cabo el desarrollo de un Laboratorio Antidoping, adscripto al Instituto de Medicina Deportiva.

    Su función principal es controlar el dopaje, realizar estudios de Biodisponibilidad, de Farmacocinética y de Bioequivalencia. Se encuentra en estrecho vínculo al Laboratorio Central de Criminalística, al Centro Nacional de Toxicología y al Instituto de Medicina Legal. Constituye el quinto de su tipo en América y brinda servicios a los países del Tercer Mundo, con el fin de contribuir a la lucha contra el flagelo de las drogas que corrompe, engaña y mata a los atletas promoviendo así el juego limpio, la Educación y Cultura de atletas, entrenadores, dirigentes y federativos.

    En el marco del VI Congreso Internacional de Medicina y Ciencias Aplicadas al Deporte y la Actividad Física, realizado en la Habana, Cuba, se abordaron temas relacionados con la erradicación del dopaje en atletas. Osquel Barroso, subdirector de investigaciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) enfocó la temática desde el punto de vista informativo y educativo para que desde la prevención y educación no sea necesario tomar medidas más drásticas como la penalización y separación de los atletas de sus deportes y competencias deportivas. 14

    Los países deben actuar de manera unida para erradicar su uso porque no solo ponen en detrimento la lucidez del deporte y la vida de los jóvenes atletas sino que viola las reglas del deporte aficionado y vulnera los principios de la deportividad además de que su uso puede propiciar el deterioro de la salud de los atletas.

Conclusiones

    El uso de sustancias que alteran el rendimiento deportivo es un flagelo que azota a la humanidad. Por esto, es necesario que tanto atletas como entrenadores y personal de apoyo a la docencia reconozcan tanto a sustancias anabólicas como no anabólicas, efectos adversos y formas de presentación para que de esta forma se constituyan en herramientas para su erradicación. Por estas razones se introduce una revisión bibliográfica que comprende algunas de las sustancias que pueden ser utilizadas para este fin.

Referencias

  1. Ortega, JD. (2012). Monografía: Acerca del doping y su múltiple impacto en el deporte. Enciclopedia Cubana ECURED. http://www.ecured.cu. Extraído el 15 de mayo del 2012.

  2. Barrientos, M. (2001). Uso de anabólicos por atletas adolescentes. Endocrinología y Nutrición.3, 136- 139.

  3. Ministerio de Salud Pública. (2006). Formulario Nacional de Medicamentos. Andrógenos y esteroides anabólicos. La Habana, Ciencias Médicas. p.360.

  4. Rich, JD, Dickinson BP, Merriman NA y Thule PM. (2001). Insulin use in bodybuilders. JAMA 279.

  5. American Academy of Pediatrics. (1989). Committee on Sports Medicine. Anabolic steroids and the adolescent athlete. Pediatrics. 83, 127-8.

  6. Abuso de los Esteroides Anabólico-Androgénicos. (2008). http://HYPERLINK "http://www.steroidabuse.org/" \t "_blank"www.steroidabuse.org. Extraído el 23 de febrero del 2012.

  7. Ishak, KG, Zimmerman, HJ. (1987). Hepatotoxic effects of the anabolic androgenic steroids. Semin Liver Dis. 7, 230-6.

  8. Barrientos, M. (2001). Uso de Anabólicos esteroideos en instructores de Fisicoconstructivismo. En: Archivo de la Federación Mexicana de Fisicoconstructivismo. A.C.

  9. Ekblom, B, Berglund, B. (1991). Effect of erythropoietin administration on maximal Aerobic power in man. Scand J Med Sci Sports. 1: 125.

  10. DiMeo, AN, Wood, RI. (2006). Self-administration of estrogen and dihydrotestosterone in male hamsters. Horm Behav. 4, 519–526.

  11. Levy, M. (2009). Fármacos para el tratamiento del dolor. Farmacología. Proceso de Atención de Enfermería. La Habana: Ciencias Médicas. 191.

  12. Tasé, MJ. (2009). Fármacos que actúan en el sistema endocrino. Farmacología. Proceso de Atención de Enfermería. La Habana: Ciencias Médicas. 321.

  13. Tasé, MJ. (2009). Insulina. Farmacología. Proceso de Atención de Enfermería. La Habana: Ciencias Médicas. 331.

  14. López, JL. (2012). Tarjeta roja para el doping. Juventud Rebelde. 2 de junio del 2012. 7.

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