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La literacia como parte de la competencia comunicativa en los 

estudiantes de la licenciatura de Cultura Física de Santiago de Cuba

 

Licenciada en Filología en la Universidad de Oriente

Master en Estudios culturales cubanos y del Caribe

Doctora en Ciencias Lingüísticas

Dra. Alina Bestard Revilla

revillaba@gmail.com

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          La tecnología educativa y su papel en la enseñanza del español constituyen un tema bien debatido entre los docentes de la disciplina Idiomas, sobre todo en lo concerniente a su efectividad en el aprendizaje. El presente trabajo no pretende dilucidar tales cuestiones, mucho menos profundizar en posiciones triviales de agrado o desagrado sobre el particular. La reflexión girará en torno a posiciones factibles que permitan la actualización del aprendizaje y su uso práctico en la interacción con las otras materias de la carrera de Cultura Física a partir del concepto de interdisciplinariedad que rige en la enseñanza de la Universidad del deporte de Santiago de Cuba. Se toman en cuenta además, las necesidades concretas observadas en el intercambio docente con los estudiantes, con la finalidad de lograr una proyección más acertada en la calidad del proceso de enseñanza.

          Palabras clave: Literacia. Tecnología educativa. Hipertexto. Competencia comunicativa.

 

Abstract

          Educational technology and its role in the teaching of the Spanish constitute a well discussed topic among teachers of languages discipline, especially with regard to its effectiveness in learning. This paper is not intended to clarify such issues, much less trivial positions of pleasure or displeasure on this issue further. The reflection will focus on feasible positions that allow the update of learning and its practical use in interaction with other subjects of the career of physical culture based on the concept of interdisciplinary governing in the teaching of the University of Santiago de Cuba sport. Taking into account also the needs observed in the educational exchange with students, in order to achieve a more accurate projection on the quality of the teaching process.

          Keywords: Literacy. Educational technology. Hypertext. Communicative competence.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 171, Agosto de 2012. http://www.efdeportes.com

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Introducción

    La revolución tecnológica que ha tenido lugar en los últimos tiempos del desarrollo humano, especialmente en el campo de la información y las comunicaciones, impone a las instituciones docentes, y a las Universidades, a un replanteamiento del proceso de educación. De hecho, la enseñanza de idiomas, tampoco escapa a este empuje arrollador impuesto por la sociedad del conocimiento, y demanda cada día mayores exigencias y soluciones por parte de los entes conductores de dicha praxis docente.

    La aplicación de las TIC en el proceso de la enseñanza de idiomas aparece como una de las alternativas para dar solución a algunos problemas que enfrenta dicho proceso en el mundo contemporáneo, con nuevas posibilidades y ventajas ya conocidas, aunque también introduce algunos retos y desventajas que deben ser resueltos de manera inmediata por los docentes y estudiantes. De acuerdo con estos retos cabe preguntarse ¿es ventajoso el uso de la tecnología educativa en la enseñanza del español en la Universidad del Deporte de Santiago de Cuba? ¿Se cuenta con los recursos y disposición para ello? ¿Cómo lograr formas de aprendizaje creativos, vivencias de trabajo colaborativas y grupales, enfoques dialógicos y aportadores de conocimiento, mediante el uso de las TIC?

    La tecnología informática ha producido una profunda conmoción en el terreno de las Ciencias Pedagógicas y puede afirmarse que ha abierto una vía más para el desarrollo de las habilidades lingüísticas y muy particularmente en el caso de la competencia comunicativa a partir de una nueva forma de concebir la lectura. Al respecto afirma Wagner que el uso de esta tecnología “acompaña el nacimiento de un nuevo arte de leer no solamente textos” y que “un nuevo tipo de lector se desarrolla” (Maigien, 1995) pero aun cuando la magnitud de alcance y utilidad estén por ver, lo cierto es que ha aparecido una nueva dimensión del acto de leer que implica la formación de una competencia comunicativa con el hipertexto; es decir , lo que se ha dado en llamar recientemente como la literaria, tanto en lengua materna (LM) como extranjera (LE). La literacia entendida como el “ser capaz de seleccionar y utilizar la información necesaria transmitida por diferentes tipos de comunicación y dentro de diferentes situaciones de comunicación”, como “los conocimientos y capacidades necesarias para producir y comprender los diversos tipos de comunicación (Musialek, 1998) es decir la lecto-escritura. Al relacionar los “diversos tipos de comunicación” con la literacia se están considerando las habilidades para “leer la pantalla”, y cuando decimos leer la pantalla evidentemente nos referimos al hipertexto, término enriquecido con otros no menos usuales que se le emparentan como hipermedia o multimedia (Correoso, 2004). Esta definición la introdujo por primera vez T. Nelson para caracterizar la relación asociativa de elementos de información en el seno de sistemas documentales y que se compone ante todo de una base de datos, cuyas unidades de información son partes de texto y que a esa base de datos se asocia una red semántica, es decir un sistema de enlaces que interconectan las unidades textuales entre sí y dotado de una interfase que permite crear y modificar los datos, consultar redes ya existentes, mostrar en pantalla unidades textuales y navegar de una unidad a otra por intermedio de los enlaces (Rouet, 1998).

    Los estudios sobre su empleo y alcance se desarrollan aún, y se trata de dar respuesta a las interrogantes sobre su potencial como herramienta pedagógica y lo que este aporta a la construcción de sólidas competencias de producción, comprensión y búsqueda documental y está claro según expresa (Melot, 1995) que el desarrollo de estrategias de lectura no saldrá intacto de la práctica electrónica cuando se sabe que esta nueva tecnología permite trabajar el procesamiento textual de forma interactiva y diferida las estrategias de lectura con niveles de profundidad diferentes. Lo interesante de todo esto resulta cuando se lleva la lectura-comprensión a estos sistemas, lo cual exige que nuestro pensamiento actúe de forma no lineal ya que los procesos psicológicos de comprensión reposan en principios que esta tecnología retoma: identificar información, activar conocimientos, seleccionar, jerarquizar, relacionar. (Rossignol, 2000)

    El papel que tiene el hipertexto y por extensión toda la tecnología informática basada en sus principios y estructura ha repercutido en las estrategias de desarrollo de una literacia, y ello está relacionado según Cumming (citado por Musialek), con los cambios del contexto socioeconómico en la sociedad ya que determinan los estándares y niveles que se juzgan suficientes para que cada ser social cumpla con las necesidades del mercado laboral. Si la literacia significa además habilidad para identificar esquemas textuales, recurrir a estrategias de resolución de problemas y transformar los conocimientos, interpretar y dar nuevos sentidos, es obvio que el desarrollo de estrategias relacionadas con esta tecnología esté presente hoy en día en la formación universitaria. Un egresado universitario sin esta competencia significa estar limitado para investigar como lo es carecer de habilidades para el uso de las TIC.

    El interés por su uso pedagógico ya ha recorrido pues cierto trecho y al respecto se pudieran citar la conferencia efectuada en Chapel Hill, Estados Unidos, en 1987 con continuidad en este país o en Europa, las jornadas “Hipermédia et Apprentissage” efectuadas en Francia (Rossignol, 1995) o la enorme cantidad de materiales docentes en el mercado empleando esta tecnología, llámense cursos interactivos, enciclopedias, etc. No son raras en algunas universidades la integración profesores, psicólogos, informáticos, diseñadores, etc. en equipos con estos fines.

    Para el desarrollo de la literacia en la lengua materna, esta forma de lectura plantea ya nuevas exigencias de índole metodológico, para Musialek (1998) “hablar de lectura y escritura en lenguas maternas y extranjeras conlleva entonces situar las redes y las reglas de prácticas lectoras existentes en nuestro contexto social, o sea ¿qué tipos de lectores se forman, qué normas y convenciones de lectura se definen para nuestra comunidad de lectores? ¿Qué usos legítimos del libro (que sea papel o electrónico)...,qué instrumentos y procedimientos de interpretación se implementan? está claro la necesidad de su inclusión dentro de la formación de una estrategia lectora-investigativa ya que la manipulación de documentos electrónicos lleva implícito una cultura diferente a la existente en cuanto al texto impreso para poder explotar ”la profundidad virtual abierta por los lazos múltiples a los que están vinculadas las unidades, los contenidos y las estructura de los documentos de este tipo. (Zysberg, 1995)

    Sobre su presencia o relación con las clases de idiomas se justifica precisamente en la necesidad de emplear “documentos primarios, originales o auténticos” aun cuando otros planteen que planteen que su empleo depende mucho de la necesaria relación que debe establecerse entre el lector y “la pantalla”; léase el documento, lo cual quiere decir que requiere tanto de otras habilidades y estrategias como de solventar barreras de tipo didáctica, ergonómica y hasta económica.

    La lectura del hipertexto viene a reforzar la idea de acercar la lectura cada vez más, a una estrategia que nos aventuramos en llamar funcional-comunicativa donde se trata de poner a los estudiantes en la situación comportamientos de lector-futuro investigador. (Correoso, 2001) Por otra parte el hipertexto introduce evidentemente habilidades que obligan a la integración e interacción de diferentes disciplinas como Redacción, Composición y Análisis de textos, Teoría de la Investigación, Computación, Lengua Extranjera por solo citar algunas que contribuyen a la formación de la literacia y junto con ella de las habilidades para investigar de ahí que las prácticas de lecturas se integren en una “simulación del proceso de investigación“ del cual no podemos estar alejados los profesores de español.

    La tecnología educativa y su papel en la enseñanza del español constituyen un tema con no pocos partidarios y detractores, en la tan llevada y traída controversia acerca de su efectividad. El presente trabajo no pretende dilucidar tales cuestiones, mucho menos profundizar en posiciones triviales de agrado o desagrado sobre el particular. La reflexión girará en torno a posturas tangibles de revolucionar y actualizar el aprendizaje del español en la Universidad del deporte de Santiago de Cuba, partiendo de necesidades concretas, de lograr una proyección más acertada en la calidad del proceso de enseñanza.

    Para nadie es un secreto que la labor del profesor de idiomas es, sin lugar a dudas, de suma importancia en tanto constituye el potenciador y conductor de la praxis educativa. Alejados de estériles deslumbramientos ante la tecnología, conviene recordar que el primer multimedia lo compone el profesor con su tiza ante la pizarra; y que una interacción eficaz se consigue con la participación activa de los alumnos durante el transcurso de la clase. Sin embargo, resulta innegable también que las telecomunicaciones abren posibilidades metodológicas y didácticas insospechadas, que posibilitan una apertura a nuevos conocimientos y destrezas por parte del profesor, quien debe ser capaz de utilizarlos y proporcionárselos a los estudiantes, como una herramienta al servicio de su propia autoformación en el aprendizaje de la lengua.

    La enseñanza de español como lengua extranjera (ELE 2) amén de los medios tradicionales -video, libro de texto, audiocassettes-, actualmente sólo cuenta con el potencial humano para su desarrollo. Adolecemos de la infraestructura tecnológica disponible para desarrollar un tipo de aprendizaje que, necesariamente, requiere de nuevos escenarios educativos, donde el potencial técnico de avanzada tiene un rol importante. Pero, se impone una interrogante: ¿constituye una necesidad real la inserción de las TIC en la enseñanza del español? ¿Por qué “complicarnos” con una nueva forma de hacer, cuando la ya existente resulta efectiva para el estudiante? La aplicación de las TIC en la ELE 2: ¿moda o necesidad?

    Mentalidades estrechas, quizás valoren estas cuestiones como deseo de “estar a tono con los modernos tiempos tecnológicos que corren”, más que como una posibilidad a la que hay que sacarle provecho en aras de revolucionar y dinamizar la enseñanza de ELE. Lógicamente, pensar en términos multimedia significa cuestionar las formas tradicionales de estructuración de la información y poner en crisis nuestra metodología docente. Significa cambiar nuestra posición ante una praxis, que no tiene reparos en admitir mecanismos, siempre que éstos brinden alternativas novedosas de lograr aprendizajes cada vez más creativos y transformadores. No hay excusas para dejar de "repensar" la educación y mucho menos en lo que respecta a los niveles universitarios.

    No caben dudas que la enseñanza de idiomas requiere de una comunicación verdaderamente humana, a la que debemos acercarnos con mentalidades desprejuiciadas e inteligentes. La tecnología, si bien no constituye la forma ideal para establecer el diálogo, tampoco lo excluye. Por otra parte, aporta posibilidades que no están presentes en la enseñanza tradicional. La importancia de los programas informáticos es indudable: por un lado, permiten al alumno un acceso más directo y versátil a la información y a los materiales didácticos, fomentando el control individual del aprendizaje; y por otro, libera al profesor de algunas de las tareas más repetitivas y tediosas dentro de la enseñanza, al tiempo que le permiten la creación, de forma más fácil, de materiales y actividades atractivos, eficaces y adaptados a sus necesidades y las de sus alumnos. Lo que sí parece cierto es que el advenimiento de la era de la información, con todos sus avances y tecnologías, exige un cambio de actitud, y una transformación del papel del profesor quien deberá estar preparado para ser el protagonista activo de ese cambio.

    Los nuevos entornos de enseñanza/aprendizaje exigen nuevos roles en profesores y estudiantes. La perspectiva tradicional en la enseñanza del español, del profesor como única fuente de información y sabiduría y de los estudiantes como receptores pasivos, debe dar paso a papeles bastante diferentes. La misión del profesor en entornos ricos en información es la de facilitador, la de guía y consejero sobre fuentes apropiadas de información, la de creador de hábitos y destrezas en la búsqueda, selección y tratamiento de la información. En estos entornos, la experiencia y las habilidades, tienen una importancia vital. Los estudiantes, por su parte, deben adoptar un papel mucho más importante en su formación, no sólo como meros receptores pasivos de lo generado por el profesor, sino como agentes activos en la búsqueda, selección, procesamiento y asimilación de la información.

    Ésta debe ser la posición que debe regir la actual enseñanza de español: en potenciar la docencia a partir de la creación de nuevos entornos educativos, en los cuales, sin desdeñar los recursos didácticos tradicionales, se tengan en cuenta aportes tecnológicos capaces de flexibilizar y actualizar dichos entornos. Es concebir la enseñanza como un programa mixto que devenga en nuevos roles de los entes integrantes del mismo; con profesores con mentalidades más abiertas y desprejuiciadas para los cambios, con una misión más lejana a la de la “sapiencia absoluta e irrebatible” y más cercana a la de facilitador de la información y asesor de una praxis mucho más enriquecida, en un proceso donde el estudiante actúe como autorregulador de su propio aprendizaje.

    La Universidad del Deporte de Santiago de Cuba cuenta con pocos recursos, pero con muchas deseos de resolver los problemas que con relación al dominio de la lengua materna poseen sus estudiantes de primer y segundo años, por ello el colectivo del departamento de Idiomas se dio a la tarea de motivar a sus estudiantes a desarrollar su competencia comunicativa a través de la comprensión del hipertexto en multimedia. No obstante las limitaciones tecnológicas –no contar con un laboratorio, ni con un programa multimedia propio, especializado-, los resultados fueron bastante alentadores. La práctica se efectuó con un grupo de estudiantes de primer año de la carrera quienes, gracias al soporte técnico y el apoyo de los profesores de la asignatura de Computación , fueron capaces de interactuar de manera hábil y activa, asimilar los ejercicios y tareas preparados a tales efectos, de acuerdo con sus posibilidades como rectores de su propio aprendizaje. Esto posibilitó, además un trabajo de búsqueda y una correcta selección, por parte nuestra, de los contenidos y metodologías didácticas más idóneas para hacerlos más accesibles a los alumnos.

    Se aprovecharon algunos software de Español Comunicativo, de Redacción y composición, Palabras homófonas, Ortografía y Estilo científico elaborados por los colectivos de español y Computación de nuestra propia universidad que fueron elaborados sobre la base de nuestras realidades lingüísticas, socioculturales y educativas, y que resultaron útiles como soporte preliminar, pues nos brindaron ejercicios interactivos, normas gramaticales y audiciones que posibilitaron la aplicación del recurso tecnológico, sobre la base del sistema de aprendizaje que exige el programa de español Comunicativo y de computación pata este año de la carrera). Esto, por supuesto, combinado con el, combinado con el asesoramiento presencial del profesor, lo que devino en un híbrido bastante efectivo de encuentros en el aula y el laboratorio.

    Sortear las desventajas de la utilización de estos recursos (el hecho de que pueda provocar ansiedad, cansancio; potenciar estrategias de mínimo esfuerzo; uso descontextualizado, desfasado respecto a otras actividades; y poco efectivo en personas que no dominan el medio), resultaba un reto; máxime cuando era la primera vez que se llevaba a cabo una experiencia como ésta en nuestra enseñanza de español. Sin embargo, salvo el hecho de la no disponibilidad de una infraestructura tecnológica como la que se necesita en estos casos; en sentido general, los resultados fueron bastante positivos. Las clases resultaron más amenas y motivantes para los estudiantes, según sus propias opiniones al respecto; y, a pesar de las limitaciones –cuestión ésta que no dejaron de referir-; reconocieron el esfuerzo y las ventajas que este tipo de aprendizaje le proporcionaron. Para ello, y es una opinión que compartimos, la utilización de las TIC en español, ofreció:

    A lo anterior, hay que añadir las posibilidades que tienen los soportes mutimedia de ser fácilmente reproducidos y actualizados, al tiempo que devienen en un medio para desarrollar la competencia comunicativa del extranjero, lo cual deviene en una mejor calidad en el proceso, pues permite, además, un reconocimiento internacional al colocar nuestra enseñanza de español a similares niveles respecto a otros centros educativos.

Nuevas estrategias educativas para la enseñanza del español: ¿Aplicar o no aplicar?

    Las nuevas experiencias de la aplicación de las TIC en la enseñanza del español, en el actual mundo contemporáneo, nos exigen repensar nuestras concepciones de educación, y buscar soluciones para enfrentar los problemas que demandan nuestros tiempos. La tecnología nos ofrece alternativas que no debemos dejar de desaprovechar. Sólo un adecuado enfoque del problema desde dos perspectivas: la tecnológica y la pedagógica, nos acercará a asumir estrategias que posibiliten dar soluciones para cumplir nuestros objetivos en la praxis docente.

    La experiencia reseñada puede servirnos para definir la necesidad de "alfabetizar" al profesorado en el manejo de recursos multimedia. Esa alfabetización debería acostumbrarnos a investigar en la selección de los contenidos y en las metodologías didácticas más idóneas para hacer los primeros más accesibles a nuestros alumnos. Debería familiarizarnos con los conceptos técnicos básicos y motivarnos a cuestionar las formas tradicionales de estructuración de la información que aparecen en los manuales convencionales.

    Esa alfabetización debería hacernos estar más atentos a cómo perciben nuestros alumnos la información que les aportamos a través de los medios tradicionales y a buscar fórmulas capaces de poner en práctica procesos de enseñanza-aprendizaje que hagan mucho más atractiva la información que suministramos cotidianamente a los estudiantes. Sólo los profesionales que tengan una clara actitud respecto a lo anterior, con mentalidades y disposición para los cambios que exigen los actuales tiempos, serán potenciales facilitadores de una enseñanza que contemple diseños multimedia que utilicen los más modernos recursos tecnológicos.

    Lograr la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje es una necesidad vital y una justa aspiración de cualquier docente que se respete, a la vez que una preocupación permanente en nuestra experiencia cotidiana. A todos nos ha pasado alguna vez, que aprovechados los recursos tradicionales para el aprendizaje -libros, manuales de ejercicios, audio y video casettes-; tenemos que convertirnos en magos para poder ofrecer contenidos novedosos y atractivos a los alumnos, binomio éste bien importante y al mismo tiempo bien difícil de conjugar. ¿Por qué entonces, no aprovechar lo que la tecnología nos ofrece? La alternativa multimedia, debe entenderse, no como una manera de llenar un vacío en la práctica docente. Ésta debe estar en función de profundizar y acelerar la competencia comunicativa de los estudiantes, a la vez que ser un excelente medio de incentivar el aprendizaje del idioma.

    No se debe valorar la aplicación de las TIC de manera divorciada de los métodos tradicionales. De ahí, precisamente, que no resulte desacertada la idea de crear un programa de aprendizaje mixto, de carácter semipresencial, que revolucione la concepción tradicional de la enseñanza, que estimule la capacidad de búsqueda individual a partir del autodesarrollo de habilidades básicas de los extranjeros, bajo principios esenciales de colaboración e intercambio comunicativo. Al tiempo que contribuye a liberar al profesor de una docencia estrictamente presencial, lo cual equivaldría a un ahorro considerable de tiempo y personal docente.

    La función del alumno debe ser centro y protagonista activo de su propio aprendizaje, y el docente solamente conduce, facilita su propia construcción del conocimiento; lo cual no desdeña –ni puede hacerlo- la interactividad, la verdadera participación, lo que implica acudir a la dimensión humana, subjetiva de los que intervienen en el proceso; a lo cual hay que añadirle la competencia del profesor en el establecimiento y consolidación de las relaciones humanas que este supone. No se trata de aplicar el recurso tecnológico cual si fuera una “camisa de fuerza”, por una simple “moda de estos tiempos”. Se trata, justamente, de valernos de él como alternativa integrada, bien pensada y dosificada de manera óptima para el logro de un objetivo específico: lograr la calidad en la enseñanza.

    Ello conduce a un perfeccionamiento del sistema de enseñanza del español, que daría respuesta a los problemas que trae el vertiginoso desarrollo de los conocimientos, la interdisciplinariedad y la tecnología educativa; y a un aprendizaje más efectivo a partir de la participación activa del estudiante en el mismo. Este es el reto nuestro hoy en día: aplicar la tecnología, no porque esté en boga, sino por las posibilidades y alternativas que ofrece en los momentos actuales de profundas transformaciones en el proceso de aprendizaje de una lengua extranjera.

Conclusiones

    La literacia debe ser una estrategia a incluir en la práctica de la enseñanza del español, no solo como una forma de cumplir con la aplicación de los planes de computación en nuestros centros universitarios en su vínculo con el resto de las disciplinas, sino como parte de una estrategia multidisciplinaria con el fin de garantizar el aprendizaje desarrollador y como parte de integración y aporte a las habilidades para investigar. Por las cualidades del hipertexto, de virtualizar los nexos existentes entre unidades semánticas y propiciar que el individuo jerarquice y organice su interpretación de un documento, se convierte en una ayuda para el desarrollo de los procesos de cognición.

Bibliografía

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