Estudios antropométricos y performance física en jugadores de un club de la Liga Argentina de Voleibol |
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Preparador Físico de La Unión de Formosa (Argentina) |
Prof. Andrés Esper |
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Resumen En este estudio mostraremos una serie de evaluaciones realizadas a jugadores del equipo de voleibol masculino La Unión de Formosa de la República Argentina. Las mismas fueron tomadas a dos escuadras diferentes durante la disputa de dos Ligas Nacionales. Los primeros estudios se hicieron durante la Liga Nacional A2 en 2005-2006, y los últimos durante la Liga Nacional A1 en 2010-2011. El objetivo de este trabajo es publicar datos de jugadores de voleibol argentino de alto nivel que puedan servir de parámetro para comparar y valorar los resultados de estudios antropométricos que se realicen a deportistas de nivel similar. Además analizaremos las variaciones de las masas adiposa y muscular con relación al peso corporal, y los cambios en la performance en el salto vertical en función de las modificaciones que se producen en la composición corporal. Palabras clave: Antropometría. Voleibol masculino. Valores de referencia. Peso corporal. Composición corporal. Performance física.
Abstract We present a number of tests made to professional volleyball players of La Unión de Formosa from the Republic of Argentina. The tests were taken on two different teams when they were playing the National Volleyball Leagues. The former were made during A2 National League in 2005-2006, the latter along A1 National League in 2010-2011. The goal of this paper is to report data of high level Argentine volleyball players which can be helpful to compare other anthropometric results from players who have a similar level. In addition, we will analyze fat and muscle variations in relation with body weight, and possible changes in vertical jump performance as a result of body composition changes. Keywords: Anthropometric tests. Male volleyball. Reference points. Body weight. Body composition. Physical performance.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 170 - Julio de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La evaluación antropométrica es un estudio que nos permite objetivar diversas variables de la composición, la forma y la proporcionalidad del cuerpo humano. Entre ellas, la talla, el peso, las longitudes de los segmentos corporales, los perímetros y los diámetros de diferentes partes del cuerpo. La composición corporal nos da los valores en kilogramos y porcentajes de las masas muscular, adiposa, ósea, residual y de la piel. Es común utilizar a estos estudios para determinar el nivel en el que se encuentra el deportista comparándolo consigo mismo (evaluaciones previas) y con datos estandarizados de poblaciones que le son similares. También estos datos son utilizados para buscar talentos de un deporte en particular. 2 – 3 – 9 – 10 – 11 – 12 – 13 – 14 – 15
Es lógico pensar que cuanto mayor sea la maestría del deportista, mejores serán sus datos antropométricos y de composición corporal. Sin embargo, en deportes como el voleibol en los cuales no prima de manera casi absoluta la aptitud física, como ocurre en gran medida en los deportes de tiempo y marca, suelen encontrarse masas adiposas mayores a las deseadas y masas musculares menores a las esperadas en deportistas de elite. En este estudio mostraremos los resultados antropométricos de dos equipos de voleibol de alto nivel, uno que disputó la Liga Argentina de Clubes (L.A.C.) categoría A2 (ascenso) en 2005 – 2006, y otro que disputó la L.A.C. categoría A1 (máximo nivel) en 2010 – 2011.
Otro punto que deberíamos analizar es si un pequeño exceso de peso perjudica poco o mucho a la performance física, evaluada la misma mediante un salto vertical. Todo hace suponer que cuanto más magro y más musculoso sea el deportista, mayor debería ser el desempeño físico y menor el riesgo de lesiones por sobreuso. ¿Existirá una relación causa – efecto en tal sentido? ¿En caso de que existiese, es posible comprobar dicha relación?
Por último, ¿indica el peso corporal evaluado únicamente con una balanza un dato real de los avances o retrocesos en la composición corporal durante un ciclo de entrenamiento?
Material y método
Fueron evaluados dos equipos de voleibol masculino, cada uno de los cuales fue el primer equipo de La Unión de Formosa en su momento. Se efectuaron numerosas evaluaciones a lo largo de cada uno de los torneos, siendo seleccionadas las mejores antropometrías de cada jugador para poder hacer las tablas que resumiesen los valores de cada equipo. Se consideró como “mejor antropometría” en cada deportista aquella en la cual el valor de masa adiposa era el menor y el de la masa muscular era el mayor.
Durante la L.A.C. – A2 de 2005 – 2006, se evaluaron 11 jugadores con un promedio de edad de 27 años (rango: 22 – 32). El peso corporal promedio fue de 87,7 kg. (rango: 74,5 – 101), y la talla promedio de 190,5 cm (rango: 200 – 182). Este equipo fue el campeón de la Liga A2, por lo cual podemos inferir que los valores antropométricos obtenidos corresponden a deportistas de alto nivel. Estaba integrado, entre otros, por tres jugadores brasileños (uno de ellos nacionalizado argentino), dos jugadores que habían jugado en equipos españoles, y tres que habían jugado en L.A.C. – A1.
Durante la L.A.C. – A1 de 2010 – 2011, se evaluaron a 13 jugadores con un promedio de edad de 24 años (rango: 18 – 32). El peso corporal promedio era de 88 kg. (rango: 66,5 – 111), y la talla promedio de 191 cm (rango: 206 – 176). Este equipo fue semifinalista de la Liga Nacional, por lo cual, nuevamente podemos inferir que los datos obtenidos corresponden a jugadores de voleibol de primer nivel. Lo integraban, entre otros, un jugador brasileño que había jugado en la Selección de Brasil y durante 8 temporadas en Italia, seis jugadores que habían integrado la Selección Argentina en categorías juvenil o mayor, y tres deportistas que habían integrado equipos profesionales extranjeros.
Todas las antropometrías fueron realizadas por el mismo antropometrista, el autor de este trabajo, quien se encuentra acreditado en el nivel 2 por la Sociedad Internacional de Avances en Cineantropometría (I.S.A.K.), y que era el preparador físico de los equipos al momento de llevarse a cabo las evaluaciones. La composición corporal se estimó con el método de cinco componentes (masa adiposa, masa muscular, masa residual, masa ósea, y masa de la piel).
Resultados
1. Tablas de valoración de las antropometrías
Con los mejores datos obtenidos de cada jugador en cada uno de los equipos, se confeccionaron tablas de valoración de los aspectos antropométricos que consideramos más relevantes, siendo las masas adiposa y muscular de posible modificación a través del entrenamiento y la alimentación. Intentamos que las tablas sean de simple lectura y utilización para diagnosticar el estado actual de cada jugador, poder compararlo con otros valores de una población similar, y establecer metas individuales de mejoras. (Ver tablas 1 y 2).
Los valores MUY BUENOS corresponden al mejor resultado de la muestra como límite superior y a la diferencia dividida por dos entre el mejor valor y el promedio. El valor BUENO corresponde al valor más bajo de la categoría “muy bueno” como límite superior y a la diferencia dividida por dos entre el valor promedio y el peor valor de la muestra. El valor POBRE corresponde al valor más bajo de la categoría “bueno” como límite superior y el peor valor de la muestra como valor inferior.
Tabla 1. Tabla de valoración de los estudios antropométricos de La Unión de Formosa durante la Liga Argentina de Clubes A2,
temporada 2005 – 2006. Incluye los mejores resultados de cada jugador durante la temporada. Andrés Esper, 2012
Tabla 2. Tabla de valoración de los estudios antropométricos de La Unión de Formosa durante la Liga Argentina de Clubes A1,
temporada 2010 – 2011. Incluye los mejores resultados de cada jugador durante la temporada. Andrés Esper, 2012
La tabla 3 muestra el somatotipo promedio de cada una de las muestras. El perfil es mesoectomórfico.
Tabla 3. Somatotipos promedio de los equipos de La Unión de Formosa. Andrés Esper, 2012
2. Relación entre el peso corporal y las masas adiposa y muscular
Es común que a los deportistas se los pese en una balanza como método para controlar la masa adiposa. Normalmente se infiere, principalmente en aquellos deportistas que tienen que disminuir el tejido adiposo, que si subió de peso es porque aumentó la grasa y que si bajó de peso es porque disminuyó dicho tejido. Sin embargo, la balanza puede no estar indicando lo que nosotros suponemos. Mostraré cuatro ejemplos en donde el peso corporal se mantuvo prácticamente constante durante varios meses y, sin embargo, las masas musculares y adiposas se modificaron de manera muy significativa. (Ver tablas 4 – 5 – 6 – 7).
El jugador J.S. durante 17 meses mantuvo su peso corporal casi invariable entre 110,2 y 112,6 (diferencia: 2,4 kilogramos). Sin embargo, su masa adiposa osciló entre los 31,6 y 25,2 kg. (6,4 kg.); y la masa muscular entre 50,7 y 55,7 kg. (5 kg.). Más sensible y real es la relación entre la suma de 8 pliegues cutáneos y la masa adiposa, tanto porcentual como en kilogramos.
Tabla 4. Comparación de las variaciones del peso corporal, de las masas adiposa y muscular, y de la suma de 8 pliegues cutáneos en J.S., jugador
de voleibol profesional. Escasa variación del peso corporal e importantes modificaciones de las masas adiposa y muscular. Andrés Esper, 2012
R.G., tuvo un descenso de 1,5 kg. en su peso corporal a lo largo de seis meses. Sin embargo, su masa adiposa disminuyó 3,8 kg. y la masa muscular aumentó 2,4 kg. durante el mismo período.
Tabla 5. Comparación de las variaciones del peso corporal, de las masas adiposa y muscular, y de la suma de 8 pliegues cutáneos en R.G., jugador
de voleibol profesional. Escasa variación del peso corporal e importantes modificaciones de las masas adiposa y muscular. Andrés Esper, 2012
Hay casos en los cuales los jugadores magros pueden preocuparse por un aumento paulatino y constante de sus pesos corporales. El temor es el probable aumento del tejido adiposo. En el siguiente caso se observan aumentos del peso corporal y de la masa muscular, y descenso de la masa adiposa. (Ver tabla 6).
P. P., en 16 meses aumentó 4,7 kilos su peso corporal. Pero el aumento de la masa adiposa fue de 0,7 kg y el de la masa muscular de 3,9 kilos. Este es un claro ejemplo que muestra nuevamente que el control de la composición corporal únicamente a través del peso corporal, es insuficiente y muchas veces puede llevarnos a conclusiones erróneas.
Tabla 6. Comparación de las variaciones del peso corporal, de las masas adiposa y muscular, y de la suma de 8 pliegues
cutáneos en P.P., jugador de voleibol profesional. Aumento del peso corporal y de la masa muscular. Andrés Esper, 2012
En el caso de L. M., las modificaciones del peso corporal en algunos casos implicaban mayores variaciones de las masas adiposa o muscular de manera alternada. Es decir que un aumento del peso corporal se correspondía en algunos casos con un aumento de la masa adiposa o de la masa muscular, mientras que un descenso del peso se correlacionaba con una disminución de algunas de esas dos masas. Aumentar o bajar de peso no significó de manera taxativa aumentar o bajar de peso graso o muscular.
Tabla 7. Comparación de las variaciones del peso corporal, de las masas adiposa y muscular, y de la suma de 8 pliegues cutáneos en L.M., jugador
de voleibol profesional. Variaciones del peso corporal con modificaciones de diversa magnitud de las masas adiposa y muscular. Andrés Esper, 2012
3. Relación entre la saltabilidad y las masas adiposa y muscular
Es frecuente asociar una disminución de la masa adiposa o un aumento de la masa muscular con una mejora inmediata en la performance física. También se suele suponer que un jugador magro tiene menores riesgos de lesiones por sobreuso, y a la inversa. Si bien creemos que deberíamos aceptar que estas afirmaciones son válidas, queremos cuestionarlas un poco tanto desde la evidencia práctica en el campo de juego como con algunas evaluaciones efectuadas a este grupo de jugadores en las cuales correlacionamos el salto vertical con la composición corporal.
Con relación a las lesiones por sobreuso, especialmente en las rodillas de los jugadores de voleibol, si uno le saca carga de impacto a las articulaciones sufrirán menos al absorber el aterrizaje de un salto. Sin embargo, en la práctica nos encontramos con jugadores con unos pocos kilos de más que sufren de dolores en las rodillas, pero también sucede lo mismo en jugadores sumamente magros y musculosos. Incluso, vemos voleibolistas con ligero sobrepeso que no presentan ningún dolor articular como sí les ocurre a otros que son magros. Es decir, ¿podríamos asegurar de manera taxativa que existe una relación directa entre un ligero sobrepeso y lesiones o dolores articulares, y entre un cuerpo magro y la ausencia de dichas molestias? En los márgenes del alto rendimiento, en los cuales los excesos de pesos suelen ser pequeños, no creemos que estemos en condiciones de asegurarlo. Obviamente no nos estamos refiriendo a un eventual sujeto que tuviese 10 o más kilos de exceso de grasa corporal.
En una experiencia previa 7 intenté demostrar con jugadoras de voleibol la pérdida de eficacia en el salto vertical a medida que se les agregaba peso mediante un chaleco con arena, simulando esta sobrecarga a un exceso de tejido adiposo. Los resultados de las evaluaciones indicaron que las deportistas saltaban menos cuando debían hacerlo soportando mayores lastres. (Tabla 8) Estas investigaciones me llevaron a inferir que si la misma jugadora presentaba sobrepeso y reducía su masa adiposa hasta el nivel deseado, podría saltar más alto. Posteriores evaluaciones durante la L.A.C. – A2 de varones me hicieron dudar de que esa relación fuese tan directa como yo suponía y deseaba.
Tabla 8. Resumen de las modificaciones de la saltabilidad al saltar con el propio peso corporal y con chalecos lastrados de 4 y 6 kg en jugadoras de
voleibol argentinas de primera división. (Andrés Esper, 2005). Referencias: C.M.J: salto con contramovimiento, M.J. 15”: saltos continuos
durante 15 segundos (resultado expresado en altura promedio: cm., y en potencia promedio: w / kg.)
Debido a ellas nos hemos preguntado varias veces cuáles serían los resultados de los tests si el aumento de peso ocurriese de manera paulatina en el cuerpo del deportista. Por ejemplo, si un deportista de equipo (no de tiempo y marca) aumenta 2 o 3 kg. de grasa a lo largo de dos o tres meses, ¿disminuirá el salto vertical, e incluso lo hará como relación directa de esa modificación corporal? Estas dudas se sustentan en el hecho de que al relacionar evaluaciones antropométricas y de saltabilidad, no hemos podido comprobar que las variaciones de las masas corporales conduzcan a modificaciones en el salto vertical de manera taxativa. Y la gran diferencia entre la suposición que hice en el estudio con mujeres y la observación de las evaluaciones con varones es que en las primeras les puse un peso extra de inmediato, y a los segundos, cuando hubo aumentos de peso, fueron paulatinos y propios. Quizá no sea erróneo pensar que el deportista se va “acostumbrando” de a poco a ese lastre inútil y logra seguir desempeñándose con eficacia a pesar del mismo. De todas maneras quiero recalcar que estas suposiciones las hacemos e imaginamos para sujetos entrenados, que no compiten en deportes de “tiempo y marca”, y en los cuales los aumentos de grasa se hacen de manera progresiva a lo largo del tiempo y llegando a un valor máximo que lo cataloga al deportista como poseedor de un ligero sobrepeso, cuya cifra podría estar en el orden del 3% del peso corporal total.
En la misma investigación que he mencionado previamente correlacioné los porcentajes grasos y musculares con la saltabilidad en un grupo de jugadoras de voleibol de primera división. 7 Los resultados no indicaban una relación directa entre mayor porcentaje o kilogramos de grasa y menor saltabilidad. Sí existía una relación positiva entre los porcentajes musculares y la saltabilidad, siendo las tres deportistas con mayor masa muscular las que más saltaban. Esa relación no se daba entre los kilos de masa muscular y la altura del salto. Es decir que una deportista podía tener menos kilos de masa muscular que otra y saltar más, debido a tener un peso corporal total menor, pero mayor porcentaje de masa muscular.
En el gráfico 1 se pueden correlacionar los porcentajes grasos y la saltabilidad en jugadoras de voleibol en tres tests diferentes: squat jump (S.J.), salto con contramovimiento (C.M.J.) y 15 segundos de saltos continuos (M.J. 15 seg.), 4 - 5 los cuales fueron propuestos por Carmelo Bosco. No se observa una relación directa y lineal que indique que las jugadoras con menor porcentaje de tejido adiposo saltasen más, y a la inversa.
Gráfico 1. Relación entre el porcentaje graso y la saltabilidad en jugadoras argentinas de voleibol de primera división. (Andrés Esper, 2004)
En el gráfico 2 se pueden correlacionar los porcentajes musculares y la saltabilidad en jugadoras de voleibol. En este caso observamos que las tres jugadoras que tenían un mayor porcentaje de tejido muscular saltaban más que las otras.
Gráfico 2. Relación entre el porcentaje muscular y la saltabilidad en jugadoras argentinas de voleibol de primera división. (Andrés Esper, 2004)
En la tabla 9 mostraremos algunas evaluaciones llevadas a cabo con jugadores del plantel de La Unión de Formosa durante la L.A.C. – A2 en las cuales se correlacionan los resultados en diferentes tests de saltabilidad y los porcentajes de las masas adiposa y muscular. Podemos ver que no existe una relación constante que asocie la mejora en el salto con la disminución de la grasa y/o el aumento de la musculatura, y a la inversa. Queremos destacar que las evaluaciones se hicieron durante el desarrollo de la Liga Nacional habiéndose respetado las condiciones de descanso, los días y los horarios en los cuales se llevaron a cabo los tests para que los resultados obtenidos fuesen valederos.
Tabla 9. Correlación de diferentes tests de saltabilidad y las masas adiposa y muscular en jugadores de voleibol
de La Unión de Formosa durante la Liga Argentina de Clubes A2 temporada 2005 – 2006. Andrés Esper, 2012
Discusión
Los estudios antropométricos se utilizan frecuentemente para la búsqueda de talentos. Evaluaciones de este tipo fueron propuestas, entre otras, por Jorge Bellendier para la selección de talentos en el voleibol argentino. 2 – 3
Existen también evaluaciones de composición corporal llevadas a cabo por distintos profesionales a las Selecciones Nacionales. Entre ellas, se cuenta la de Francis Holway al equipo argentino mayor masculino del año 2006. (Tabla 10). 8
Tabla 10. Datos antropométricos de la Selección Argentina Mayor Masculina del año 2006. (Francis Holways, 2006)
Almagiá y colaboradores, evaluaron a cinco seleccionados nacionales de voleibol masculino durante el Campeonato Panamericano disputado en Chile en 2007, para encontrar un perfil antropométrico de jugadores profesionales sudamericanos. Los resultados de las masas adiposa y muscular de cada uno de los equipos se observan en la tabla 11. 1
Tabla 11. Número, medias, desviaciones estándar, mínimos y máximos de los porcentajes de masa adiposa y masa muscular
de los jugadores profesionales de voleibol sudamericano de los cinco equipos evaluados. (Almagiá A.F. y cols., 2009)
Podemos comparar los porcentajes de las masas adiposa y muscular en cuatro estudios diferentes. La Unión de Formosa 2005 – 2006, el mismo equipo en 2010 – 2011, la Selección Argentina de 2006, y un promedio de los equipos nacionales evaluados durante el Panamericano de 2007 (Chile, Colombia, Paraguay, Uruguay y Venezuela). (Tabla 12).
Tabla 12. Porcentajes medios, mínimos y máximos en las masas adiposa y muscular en diferentes equipos profesionales
de voleibol masculino. Datos de diversos autores: Esper A., 2012; Holway F., 2006; y Almagiá A.F. y cols. 2009.
Es importante tener tablas de valores antropométricos de primer nivel internacional para saber cuáles son los resultados de la elite. Pero además es necesario tener tablas de poblaciones similares a las que entrenamos para poder valorar y poner objetivos reales a nuestros jugadores. En un estudio previo publiqué los resultados obtenidos en un equipo de voleibol femenino de primer nivel de la República Argentina, el club de Gimnasia y Esgrima La Plata. 6
En el presente trabajo quisiéramos no sólo presentar los resultados de dos equipos de voleibol masculino de excelente nivel de las dos categorías más importantes de la Argentina, sino también reflexionar sobre nuestra práctica diaria en el entrenamiento, las evaluaciones y las suposiciones que hacemos.
Tanto en este trabajo como en otro previo 7 no hemos podido encontrar en jugadores y jugadoras de voleibol una relación directa entre el descenso de la masa adiposa y el aumento del salto vertical, y a la inversa. Consideramos que los factores que llevan a mejorar o empeorar la performance física son más complejos que el mero ascenso o descenso del tejido adiposo, por supuesto que dentro de ciertos límites que posiblemente no supere el 3% del peso corporal.
Muchas veces se exige al deportista, y éste a su vez se exige a sí mismo, con tanta vehemencia que baje de peso de manera apresurada, que se restringe en gran magnitud la ingesta calórica e incluso se suelen suprimir los carbohidratos. Es sabido que las dietas extremas o de inanición conducen a una reducción del peso corporal, pero al mismo tiempo de la proteína muscular. Como consecuencia, disminuye la masa muscular, pero no necesariamente la grasa en la magnitud deseada, y el deportista se siente más débil. En este artículo hemos visto gráficos pertenecientes a un trabajo previo 7 en el cual menores porcentajes de tejido adiposo no significaban mejores desempeños en el salto vertical, pero sí lo implicaban mayores porcentajes de masa muscular. Este es un dato muy importante y que se opone al resultado que muchas veces logran las dietas extremas de inanición, donde se suele bajar de peso corporal debido no sólo a un descenso de la masa adiposa, sino también a un descenso importante de la masa muscular.
Consideramos también que tampoco existe una correlación directa entre un pequeño sobrepeso y la lesión en personas entrenadas y saludables. Esta relación positiva podría ocurrir en aquellos casos en los cuales el jugador ha sido intervenido quirúrgicamente en sus rodillas por lesiones meniscales o ligamentarias, o presenta tendinosis rotulianas, o algún otro tipo de patología articular o ligamentaria.
Por último mostramos diversos ejemplos en los cuales queda reflejado que el peso corporal registrado en una balanza no nos da más datos que el peso de la persona. Es difícil hacer inferencias y fijar objetivos únicamente por las modificaciones del peso sin evaluar la composición corporal o, al menos, los pliegues cutáneos y los perímetros de cintura, abdomen y cadera.
Todas estas consideraciones que acabamos de realizar no significan que no hay que lograr tener jugadores de voleibol magros y de buena masa muscular. Es más, consideramos a esto fundamental para una buena performance física y para minimizar el riesgo de lesión articular por sobreuso al disminuir la carga de impacto al caer de los saltos. Lo que quiero dejar en claro es que no debemos asumir que un cuerpo magro es la clave de un buen desempeño atlético y saludable. A la luz de estas investigaciones creemos que es un vehículo muy importante que nos lleva a buen destino, pero ni el único ni el más destacado.
Si no existiese la posibilidad de hacer estudios antropométricos de manera rutinaria, sería conveniente hacerlos al menos al comenzar y finalizar la temporada, y durante la misma efectuar los controles no sólo con una balanza, sino también con la medición de 6 u 8 pliegues cutáneos, y los perímetros de cintura, abdomen y cadera.
Conclusiones
Las evaluaciones antropométricas son muy importantes para seleccionar talentos deportivos, poder valorar el biotipo de un deportista, fijar objetivos de modificación de las masas adiposa y muscular, y controlar dichos cambios.
Para fijar objetivos de mejoras de la composición corporal hay que comparar al jugador con una población similar para tener valores de referencia acordes al nivel de juego y raza. Establecer objetivos en un deportista regional utilizando tablas internacionales puede ser no sólo frustrante sino también irreal.
No es recomendable utilizar únicamente a la balanza como supuesto medio de control de los incrementos o decrementos de las masas adiposa y muscular.
En una población homogénea aquellos sujetos que tengan menores porcentajes de grasa, o mayor cantidad de kilogramos de masa muscular no serán necesariamente los que tengan el mejor desempeño en el salto vertical. Probablemente sí lo sean los que tengan mayores porcentajes de masa muscular.
Una mejora en la composición corporal no asegura por sí misma una mejora en la performance física medida a través de una batería de tests de saltos.
Las causas que sustentan los avances y retrocesos en la performance física, y los incrementos o decrementos de las lesiones por sobreuso relacionadas con fase de aterrizaje del salto, muchas veces no se corresponden con las mejoras o los empeoramientos de la composición corporal.
Es imprescindible tener sujetos tan magros y musculosos como el deporte lo requiera, y entender que la composición corporal es una parte muy importante del éxito deportivo, pero no el único.
Bibliografía
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