Propuesta de clasificación del regate en el fútbol. Utilidades según la táctica del juego |
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Centro Nacional de estudios del fútbol, Camagüey Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (Cuba) |
Ms.C. Nibaldo Delaz Traba Dr.C. Osvaldo Javier Martín Agüero Dr.C. Jesús Font Landa Dr.C. Héctor Noa Cuadro Ms.C. María Teresa García Miñó Lic. José Antonia Carrazana Hernández |
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Resumen El regate en el fútbol es un arma ofensiva mediante la cual el jugador puede transformar las circunstancias dadas en el contexto del juego, evadiendo la oposición de uno o de varios contrarios; a pesar de que este elemento del juego ha sido un poco discriminado por algunos entrenadores, no cabe duda que su aplicación racional en el juego, posibilita alcanzar la superioridad numérica, efectuar el pase y sobre todo ejecutar el tiro a gol. La variabilidad con que se ejecuta este elemento es tan rica que resulta muy difícil lograr reagrupar los diferentes tipos de regates existentes y lo que puedan ingeniar los jugadores, no obstante en este artículo pretendemos lograr un acercamiento a la solución de dicha problemática, clasificándolos atendiendo a su grado de complejidad; proponiéndonos como objetivos, replantear la clasificación del regate en el fútbol y determinar las utilidades de este en el juego. Para realizar dicho trabajo nos apoyamos tanto en métodos teóricos como prácticos, donde sin lugar a duda los resultados obtenidos de las encuestas favorecen el proceso. Dentro de los principales resultados encontramos una nueva propuesta de clasificación del regate, donde se explican los diferentes tipos, resaltando con ejemplos fehacientes como pueden ser usados, así como fundamentar brevemente desde el punto de vista táctico sus diferentes usos o utilidades. Palabra clave: Regate. Fútbol. Táctica. Juego.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 170 - Julio de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El fútbol se clasifica como un deporte de cooperación-oposición, donde los jugadores ejecutan diferentes elementos técnico-tácticos, donde independientemente de que es un deporte colectivo, las acciones individuales pueden llegar a decidir un partido. Los elementos técnico-tácticos se trabajan tanto en el orden defensivo como ofensivo, en revisiones bibliográficas realizadas hemos encontrado diferentes nombramientos y reagrupaciones realizadas; con la intención de ordenar dichos elementos a partir de estudios realizados y por aproximaciones sucesivas asumimos de forma general, que los elementos técnicos-tácticos ofensivos se componen por los golpeos, las recepciones, la conducción, el cabeceo y por el regate, conocido también como el gambeta, dribling, recorte, enganche, y otros términos.
Existe sin lugar a dudas un paralelismo extraordinario entre la táctica militar y la táctica del fútbol, este último bebió mucho del anterior, tal es así que un futbolista puede ser considerado como un soldado que va a una guerra, a una batalla campal que debe librar durante 90 minutos, pudiendo extenderse hasta los 120 minutos, sin adicionar el tiempo de los penales; si partimos de estos hechos todo buen guerrero va a la lucha lo mejor armado posible, tanto para atacar como para defenderse, por tanto, es imprescindible que el futbolista dentro de sus “armas” ofensivas no solo sea capaz de dominar las recepciones y los golpeos para ejecutar los mejores pases, sino que debe ser capaz de evadir a su contrario, no solo haciendo uso del juego sin balón, o sea mediante desplazamientos tácticos, sino asiendo uso de una habilidad determinante, es decir, mediante el regate. Esta maravillosa arma ofensiva después del tiro a gol, a nuestro modo de ver, es la principal llama que hace que el espectáculo cobre un verdadero vigor; las manifestaciones son tantas y tan variables que resulta muy difícil lograr ordenarlas, no obstante más adelante lo intentamos.
Cuando nos adentramos en el estudio de este polémico elemento, dado porque en ocasiones no se le da el tratamiento que merece tanto en la enseñanza como en los entrenamientos, nos encontramos una variabilidad gigantesca, al revisar las clasificaciones dada por diferentes autores, nos percatamos que ni las más actuales logran reagrupar a todos los elementos componentes de esta acción, dentro de las más actuales encontramos a Gayoso (1991) y Csanadi (2005) que clasifican los regates en simples (no se utiliza la finta) y compuestos (se utiliza la finta y doble toque al balón). Al hacer un juicio exhaustivo de todo lo descripto anteriormente y para dar paso a la nueva propuesta de clasificación, proponemos partir de un nuevo replanteamiento conceptual de este elemento desde una perspectiva táctica, el mismo ha sido definido según Delaz Traba (2012) como una acción táctica individual para evadir la oposición de uno o de varios adversarios, que implica observar sus movimientos, los espacios existentes en su entorno y pensar que procedimientos elegir para desorientarlos y desequilibrarlos en el contexto del juego manteniendo el control del balón.
Clasificación del regate atendiendo a su grado de complejidad (simples y complejos):
Clasificación de regates simples
Dominio, variantes: sombrerito y dominio aéreo del balón;
Finta, variantes: bicicleta y movimientos sin balón (extremidades y cuerpo);
Cambio de ritmo, variante: aceleración y desaceleración;
Habilidad, variedad: mantención del contacto con el balón;
Auto pase, variante: toca a un lado y corre por el otro, túnel;
Maniobrabilidad en la conducción, variante: conducción en zig-zag;
Salto, variante: control entre los pies y salto (Cuauhtemoc Blanco)
Control equilibrado del balón, variante: manteniendo el balón encima de alguna parte del cuerpo;
Velocidad, variante: tocar y correr.
Clasificación de regates complejos
Doble toque o más, variante: dos o más toques aéreos;
Coordinación, variante: movimientos estereotipados (mecánicos);
Pisada, variante: pisar y alar el balón en diferentes direcciones;
Mixto, variante: uso de más de 3 regates simples (solo para evadir un contrario);
Tiempo, variante: engaño, mostrar intensión de ejecutar y después de la reacción del contrario actuar;
Combinado, variante: (2 combinaciones de diferentes regates simples), uso hasta de dos tipos.
Por otra parte el regate ha sido criticado por muchos entrenadores, pues lo ven como algo innecesario. Nosotros tenemos otro punto de vista aunque no discrepamos totalmente, pues hay ocasiones en que sobra un regate, o sea se hace uno de más, como es el caso del “Burrito” Ortega criticado en muchas ocasiones por el uso excesivo del mismo. Nosotros somos del criterio que situaciones como estas suceden cuando el entrenador desde el eslabón de base no instruye a sus jugadores desde el punto de vista teórico-táctico sobre las ventajas y desventajas del regate de igual forma consideramos que siempre y cuando exista el apoyo de uno o varios compañeros y la opción del pase, no hay necesidad de intentar el regate. En este caso de hacerse, está tácticamente mal utilizado; por otra parte cuando no existe dicha opción (la del pase), el regate se convierte en una poderosa arma, lo que trae consigo un cambio en la preparación de las fuerzas, condicionando la superioridad numérica y por supuesto cierta ventaja para el equipo que ataca. El regate también puede utilizarse tácticamente con la intención de aplicar demora. Algunos entrenadores que saben utilizar a los jugadores con esta habilidad, utilizan a los regateadores de su equipo para lograr este objetivo como por ejemplo el Director Técnico del equipo de Brasil en el mundial de fútbol celebrado en el año 2002, utilizó al jugador Denilson en los momentos que el equipo poseía ventaja en el marcador, donde este jugador desde el punto de vista táctico tenía la función de aplicar regate con la intención de mantener la posesión del balón, aplicar demora, propiciar que le cometieran faltas y todo con el objetivo de ganar en tiempo.
Es importante recordar como en la historia del fútbol la mayoría de los jugadores que han obtenido la condición de mejor jugador del mundo poseen como uno de sus sellos distintivos la ejecución magistral y excelente del regate, tanto por su accionar individual como por la ejecución de este para habilitar con un servicio a uno de sus compañeros, o sea puesto en función del colectivo; entre los casos más relevantes tenemos a Di Stéfano, Garrincha, Pelé, Maradona, Baggio, Ronaldo, Zidane, Ronaldinho, Cristiano Ronaldo, Messi y otros que conforman una interminable lista.
Finalmente afirmamos que el regate desde el punto de vista táctico puede ser utilizado, para distraer la atención (simular una acción y realizar otra), para habilitar con un pase a un compañero, para aplicar demora y ganar en tiempo, para provocar faltas, para arrastrar una o varias marcas y rápidamente cambiar el juego para penetrar por las brechas.
Conclusiones
Se realiza un replanteamiento de la clasificación del regate en el fútbol atendiendo a su grado de complejidad, denominándose simples y complejos, la cual abarca 15 modalidades diferentes, las mismas se explican con el objetivo de que el amigo lector se nutra de una información más acabada.
Se determinan los usos tácticos del regate en el fútbol, dentro de los que más se destacan encontramos a los relacionados con evadir a uno o varios contrarios con el objetivo de tirar a gol o de servir un pase, con aplicar demora, con propiciar la ejecución de faltas y con reagrupar al contrario con fines de penetración táctica por otros sectores del terreno.
Bibliografía
Csanadi, A. (1985). El Fútbol. Tomo I. Ciudad de la Habana, Cuba: Pueblo y Educación.
Csanadi, A. (2005). El Fútbol. Tomo II. Ciudad de la Habana, Cuba: Deportes.
Gayoso, F. (1991). El niño y la actividad física y deportiva. Enseñanza del Fútbol. Madrid, España: Gymnos.
Torrelles, A.S. y Alcaraz, C.F. (2000). Manual para la organización y el entrenamiento en las escuelas de Fútbol. 3ª edición. Barcelona: Paidotribo.
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