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Análisis del concepto de salud y sus beneficios en 

el sector de Educación Física del currículo chileno

 

Profesora de Educación Media con mención en Educación Física

Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez, Santiago, Chile

Estudiante de Máster en Innovación, Evaluación y Calidad de la Educación Física

en Universidad Autónoma de Madrid, España

María José Veliz Merino

prof.mariajoseveliz@gmail.com

(Chile)

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo tiene por objetivo, conocer las orientaciones que manifiesta la normativa educativa vigente en Chile, respecto al concepto de salud, en el sector de educación física y específicamente en el nivel básico 3 que corresponde al quinto curso de la enseñanza básica. Analizando a la luz de los diversos autores, los objetivos fundamentales, contenidos mínimos obligatorios y unidades de aprendizaje que contempla el currículo y su relación con la salud, finalmente se exponen discusiones respecto a lo que manifiesta el currículo en contraste con la bibliografía especializada en la temática, para luego concluir de forma reflexiva aludiendo a la necesidad de una revisión del currículo respecto al énfasis que este pone en la promoción de la salud.

          Palabras clave: Salud. Currículo educativo. Aptitud física. Capacidades físicas. Objetivos. Contenidos. Unidades.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 170 - Julio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    Sin duda nuestro ser corporal está ligado por nuestra sociedad, al quehacer diario, inmerso en una cultura globalizada que tiende a decir y decidir nuestros hábitos y prácticas físicas (corporales). Esta decisión no solo se hace extensiva a las normas "correctas o deseables" es decir, como debo llevar mis conductas higiénicas, alimentarias, gestuales y posturales, (entre otras), sino a los recursos, métodos y procedimientos para lograrlas.

    Nuestras elecciones en la medida en que pueden llegar a serlo sobre los "cuidados" que el cuerpo y nuestra salud necesitan, están mayoritariamente ligadas en el sentido del deber: debemos estar sanos, ágiles y en forma. En muchos casos, más que un derecho adquirido y un placer merecido, es un mandato forjado por la cultura del cuerpo saludable en una sociedad que consolida pautas de vida laboral cada vez más sedentarias.

    Si bien el tema de la calidad de vida o de la "buena vida" está presente desde la época de los antiguos griegos (Aristóteles), la instalación del concepto dentro del campo de la salud es relativamente reciente, con un auge evidente en la década de los 90, que se mantiene en estos primeros años del siglo XXI (Almond, 1992).

    De acuerdo con lo explicitado nuestro objetivo, mediante el presente trabajo es conocer, comprender y analizar cómo se considera y fomenta la salud en el sector de educación física, específicamente en el quinto curso de enseñanza básica del currículo chileno; por consiguiente, el analizar cómo se organiza y estructura dicha enseñanza nos permitirá argumentar y fundamentar bajo que parámetros se establecen las bases curriculares que regulan las enseñanzas mínimas y obligatorias, permitiendo posteriormente llevar a efecto procesos de reflexión respecto a la vinculación y orientación de los elementos curriculares, sean estos objetivos fundamentales y contenidos mínimos obligatorios con la salud desde un enfoque global, que considere sus tres ámbitos de actuación (físico, psicológico y social).

    El concepto de salud sin duda conlleva varias características y dimensiones que requieren de una amplia clasificación ya sea en términos de bienestar o potencialización de las capacidades de la persona; como también la salud mental que está directamente relacionada con una ausencia de enfermedad (Blasco, 2000).

    La organización mundial de la salud (OMS, 1946) hace referencia al concepto de salud como un estado completo de bien estar físico, mental y social y no a la simple ausencia de enfermedad.

    Para Devís (2007), dentro de la definición que da la OMS (1946), se puede determinar tres grandes dimensiones de la salud como: la dimensión física, mental y social. Pero también se manifiesta como un estado ideal donde la persona pueda considerarse completamente sana porque disfruta de un completo bienestar físico, mental y social. También alude a que la definición hace una diferencia entre un concepto positivo que es el de “bienestar” y otro que es negativo “enfermedad”. Por lo tanto podemos entender que la salud se mueve siempre entre un aspecto positivo y negativo en forma continua.

2.     El ejercicio físico relacionado con la salud

    Si nos centramos en la historia no podemos dejar de mencionar al movimiento de la condición física elaborada en el Yourth Fitness Test (1959) programa de corte militarista que sirvió para medir por todo el país el rendimiento de los niños en determinadas pruebas físicas, debido a la comparación realizada entre la condición física de los niños norteamericanos con los niños europeos, donde los primeros presentaban una baja importante frente a los niños de Europa (Redmond, 1988).

    Este movimiento se extendió rápidamente por todos los países de habla inglesa apoyados por el entrenamiento llamado “entrenamiento en circuito” de Adamson y Morgan el cual tuvo gran existo por todo el mundo (Redmond, 1988).

    Este tipo de entrenamiento caló tan profundo que hasta el día de hoy está presente en el curriculum de educación física haciendo vinculación del desarrollo de la condición física con el rendimiento físico-deportivo y la enseñanza de las habilidades específicas, a través de los test físicos de condición física.

    Hasta la década de los 70 la condición física no se relacionaba con la salud, sin embargo con la parición de los alimentos integrales y la medicina natural, la preocupación por la salud mental y la explosión del “jogging” ayudaron a que la condición física se convirtiera en un elemento de la vida cotidiana orientada hacia la condición física relacionada con la salud. Señalando así los beneficios saludables que produce la actividad física en el cuerpo y reajustando los componentes de la condición física, dando una visión hacia la salud (Devís y Peiró, 1997).

Figura 1. Componentes de la condición física y la salud

    Según Pate (1988), el objetivo principal de incorporar la salud al curriculum consiste en ayudar a que los alumnos adquieran las habilidades, el conocimiento y las actitudes necesarias para que se conviertan en participantes activos durante su futuro y tiempo libre.

  • Debería referirse a las capacidades funcionales necesarias para verse cómodamente envuelto en actividades diarias.

  • Debería recoger los resultados saludables de altos niveles de actividad habitual.

  • Debería emplear un lenguaje claro y fácil de ponerse en práctica por los profesores de educación física. (p. 178).

3.     Concepto de educación en la sociedad chilena

    La legislación educativa del gobierno de Chile manifestada en la Ley General de Educación del 2 abril del 2009 (Mineduc, 2009) refiriéndose al concepto de educación, señala que:

    “La educación es el proceso de aprendizaje permanente que abarca todas las distintas etapas de la vida y de las personas que tienen como finalidad alcanzar su desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico; mediante la transmisión y cultivo de valores, conocimientos y destrezas. Se enmarca en la valoración de los derechos humanos y las libertades fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz, y de nuestra identidad nacional, capacitando a las personas para conducir su vida de forma plena, para convivir y participar en forma responsable, tolerante, solidaria, democrática y activa en la comunidad y para trabajar y contribuir al desarrollo del país” (art. 2, p. 3).

    Si el objetivo de la educación chilena, planteado por el Mineduc (2009) se enmarca en un desarrollo de todas las potencialidades de sus ciudadanos, para efectuar acciones y desenvolverse de manera satisfactoria en todos los escenarios de la vida contribuyendo al desarrollo y al progreso del país; la promoción de la salud debe ocupar un lugar importante, como elemento que permita alcanzar un desarrollo pleno de la sociedad, por consiguiente aunque la salud, es una temática a abordar desde diversas disciplinas del currículo educativo, nuestras miradas se focalizan en la educación física, asignatura que está estrechamente ligada a la salud, puesto que en sus enseñanzas mínimas se observa un claro enfoque a la promoción de esta.

4.     La educación física y la salud en el marco curricular de enseñanza básica en Chile

    La enseñanza básica, comprende ocho años de escolaridad en la actualidad, iniciándose según el artículo n° 27 de la LGE, a los 6 años de edad, por consiguiente la educación básica correspondiente a quinto año básico se desarrolla entre los 10 y 11 años de edad (Mineduc, 1998).

    Al hacer referencia a los objetivos generales de la etapa de enseñanza básica, es posible ver que estos se estructuran bajo dos ámbitos de actuación según el artículo n° 29, de la LGE, considerándose un ámbito personal y social, y un ámbito de conocimiento y cultura; mediante los cuales se explicitan de forma más detallada diversos objetivos tendientes a desarrollar habilidades y actitudes que permitan una actuación favorable del alumno en todos los escenarios de la vida, posterior a su etapa de escolaridad. Rescatamos por tanto en el ámbito personal y social los siguientes objetivos:

  • a) Desarrollarse en los ámbitos moral, espiritual, intelectual, afectivo y físico de acuerdo a su edad […]

  • e) Trabajar individualmente y en equipo, con esfuerzo, perseverancia, responsabilidad y tolerancia a la frustración

  • f) Practicar actividad física adecuada a sus intereses y aptitudes

  • g) Adquirir hábitos de higiene y cuidado del propio cuerpo y salud

    • (Mineduc, 1998, art. 29, p. 24) siendo este último objetivo el que hace alusión a la salud.

    Podríamos decir por tanto, que el poseer ciertos hábitos de vida, se relaciona con la conformación de estilos de vida, definiéndose estos, como un conjunto de patrones de conducta que caracterizan la manera general de vivir de un individuo o grupo (Mendoza, 1994), ahora en relación con la salud, un estilo de vida saludable es aquel que provoca en las personas un óptimo nivel de estrés, una sensación de bienestar, capacidad de disfrute de la vida y tolerancia a los retos del entorno (Sánchez, 1996). Dentro de los hábitos que deben adquirirse en función de lograr una vida saludable, destacamos una alimentación correcta, una actividad física realizada con frecuencia, considerando intensidades y duración adecuada y unas pautas de descanso regulares y apropiadas, entre siete y ocho horas (Shepart, 1995).

    Las bases curriculares de enseñanza básica, mediante las cuales se regulan las enseñanzas mínimas en la legislación educativa chilena, se encuentran en el Decreto Supremo de Educación n° 232 del 27 de octubre 2002, estableciéndose en este, los objetivos fundamentales y los contenidos mínimos obligatorios, como también las normas generales de su aplicación. En términos de objetivos fundamentales transversales cabe destacar el siguiente objetivo que alude a la educación física en relación a la salud:

    “Promover y ejercitar el desarrollo físico personal en un contexto de respeto y valoración por la vida y el cuerpo humano, el desarrollo de hábitos de higiene personal y social, y de cumplimiento de normas de seguridad” (Mineduc, 1998, p. 9).

    Al centrarnos en este objetivo fundamental transversal, podemos señalar que existe una clara relación en esta etapa de la enseñanza básica con el concepto de salud; tomando en cuenta que el alumno adquiere capacidades y valores como: “el cuidado del cuerpo humano”, entiendo el significado de este en términos personales y sociales, y además teniendo como aprendizaje el desarrollo de hábitos de higiene personal que en la educación Chilena se trabaja a partir del nivel pre-escolar. (Pre-kínder y Kínder), siguiendo un hilo conductor durante toda la etapa de la enseñanza básica desde lo general a lo específico en los siguientes aspectos:

  • Capacidades motoras básicas

  • Cuidado del cuerpo y sí mismo

  • Juegos motrices

    En términos de objetivos fundamentales verticales y contenidos mínimos obligatorios los sectores de aprendizaje se dividen por ciclos: 1er ciclo (de primero a cuarto básico) y segundo ciclo (de quinto al octavo básico). En el caso de quinto básico al cual nos referiremos en este trabajo, comprende alumnos de 11 años que se encuentran en una etapa crucial de cambios físicos, paso de la niñez a la adolescencia en muchos casos.

    Los niveles en la enseñanza básica en Chile se diferencian de la siguiente forma:

  • (NB: nivel básico)

  • NB1: Primero y Segundo básico

  • NB2: Tercero y Cuarto básico

  • NB3: Quinto básico

  • NB4: Sexto básico

  • NB5: Séptimo básico

  • NB6: Octavo básico

    Siguiendo este lineamiento de las bases curriculares, vemos que la educación física en la enseñanza básica se encuentra organizada en términos de enseñanza bajo en decreto actualizado n° 232 del 27 de octubre 2002 el cual nos señala lo siguiente:

    “Este sector está orientado al desarrollo corporal del educando en un concepto de salud integral y de fortalecimiento de capacidades para favorecer el desarrollo físico y psicológico general. Responde a la necesidad de desarrollar las capacidades físicas mediante la educación de la motricidad de la persona y una práctica equilibrada y diversificada de la actividad física y deportiva, sustentada en una comprensión de su sentido y utilidad.

    Todo ello, en el contexto de preocupación por el manejo y cuidado del cuerpo, la salud, la motricidad y el desarrollo emocional y social”. (Decreto n°232, p. 173).

    Al analizar esta finalidad del sector de educación física en la enseñanza básica, podemos comprender que favorece todas las actividades relacionadas a mejorar el esquema corporal, a perfeccionar las formas básicas de movimiento y la coordinación desde lo general a lo más específico. Y a motivar e incentivar el uso del aparato locomotor en beneficio de la salud personal, generando prácticas físicas y deportivas tanto en el establecimiento como fuera de él.

    En términos de criterios orientadores de las actividades del sector de educación física en relación a la salud, el decreto n° 232 (Mineduc, 2002, p.174) señala:

a.     “La promoción de la actividad física y un estilo de vida saludable, donde los alumnos deben realizar actividades que desarrollen su salud, flexibilidad, fuerza muscular y resistencia.

b.     El desarrollo de criterios de seguridad y de higiene y la importancia de reconocer y seguir reglas y procedimientos, así como el uso de equipo, en la práctica física”.

    Al contrastar estas orientaciones del currículo chileno, con una educación física basada en la salud, vemos que este sector de aprendizaje, debe tener dos orientaciones fundamentales, las cuales han de focalizarse por un lado en un crecimiento y desarrollo equilibrado del escolar, y por otro lado en proporcionar una vida activa, que asegure la participación en actividades físicas fuera del entorno escolar (Almond, 1992).

    Reforzando esta idea, Duda (2001) y Contreras (2004) concuerdan que el principal propósito de la educación física, debe ser el de promover un estilo de vida activo para todos los alumno sin distinción, incluyendo a los menos aventajados, con la intención de facilitar escenarios propicios para una vida sana durante la edad adulta, frente a tal propósito es necesario que nuestros alumnos adquieran hábitos de ejercicio físico que sean perdurables para toda la vida, pudiendo disfrutar de estas instancias, en función de fortalecer la autoestima y la confianza en sí mismos.

4.1.     Objetivos fundamentales orientados a la salud en quinto básico

  • “Resolver tareas motrices que demanden combinaciones de movimientos fundamentales, en el marco de ejercicios físicos sistemáticos de carácter personal y grupal.

  • Apreciar la importancia de la voluntad y del poder de decisión, en el fortalecimiento de la capacidad física personal.

  • Dominar la capacidad de nadar en forma que permita la seguridad necesaria en el medio acuático” (Mineduc, 1998).

    En relación a los objetivos fundamentales del quinto curso de enseñanza básica, vemos que se presentan tres objetivos, los cuales hacen referencia a la realización de habilidades motrices y ejercicios físicos, de acuerdo a las posibilidades de superación personal y grupal. Se enfatiza además, en la toma de decisión por parte del alumnado en la realización ejercicios para fortalecer la capacidad física personal. También encontramos dentro de los objetivos la capacidad de realizar una disciplina como lo es la natación, la cual se trabaja en las actividades en contacto con la naturaleza, señalando la actividad como ejercicio saludable e interiorizándose en el medio acuático.

4.2.     Unidades y objetivos del sector de educación física en quinto básico relacionados con la salud

    Al referirnos a las Unidades y objetivos específicos que se trabajan en el sector de aprendizaje de educación física en quinto básico, podemos señalar que existe unidades de trabajo relacionados directamente con la salud, el cual manifiestan su preocupación por el desarrollo de la aptitud física y la comprensión por los beneficios que estos aportan a la mejora de la calidad de vida

    Entre ellos podemos encontrar los siguientes: (Programa de estudio quinto básico, Mineduc)

Unidad 1: Habilidades y destrezas motrices y aptitud física

    Según Casperson y Cols (1985), la aptitud física es el conjunto de atributos que las personas poseen o alcanzan, las cuales se relacionan con la habilidad de llevar a cabo actividad física, Pate (1998) por su parte define el concepto de aptitud física como un estado caracterizado por una habilidad para realizar actividades diarias con vigor, como también una demostración de aquellas características y capacidades que están asociadas con un bajo riesgo de desarrollar enfermedades hipocinéticas (asociadas a la inactividad física).

    A través de estas definiciones y de acuerdo a lo que manifiesta esta unidad, vemos la existencia de una cierta coherencia respecto a los lineamientos en los que se sustenta la salud, aunque este concepto de aptitud física se trabaja a continuación del desarrollo de las capacidades motrices, hace referencia al desarrollo de la condición física personal, al beneficio que otorga el ejercicio físico para el mejoramiento de la salud y la calidad de vida y además el hecho de conocer mecanismos orgánicos que identifiquen a través del ejercicios respuestas del cuerpo como: la sudoración y el aumento del pulso cardiaco.

    El planteamiento de los ejercicios y beneficios a mejorar la aptitud física, que se manifiestan en los objetivos de esta unidad de quinto básico, es de forma personal, de acuerdo a las posibilidades y limitaciones particulares, Frente a tal cuestión Devís (2001) señala que la condición física es una característica individual y cambiante en las personas, susceptible de variar con la práctica física. Cada persona responde de manera distinta al esfuerzo físico, incluso tratándose de la misma actividad esto es debido a que cada una de ellas posee una capacidad biológica y funcional distinta en un momento determinado y a que las relaciones entre actividad física, condición física y salud son complejas.

Unidad 2: Juegos deportivos

Unidad 4: Actividades Atléticas

    Estas Unidades promueven la práctica de juegos deportivos y actividades alternativas, orientados a la consolidación de habilidades motoras y conocimientos para la aplicación de reglamentación y normativa deportiva tanto en la ejecución y participación de deportes de equipo, como también de los deportes individuales y actividades de expresión motriz.

    Aunque no se evidencia de manera explícita el concepto de salud en este ámbito, rescatamos la orientación que posee el deporte dentro del currículo, el cual es de carácter recreativo, siendo esto un elemento clave, en la promoción de la salud, favoreciendo la participación de todos sin exclusión, mediante actividades que propicien disfrute y diversión.

    Frente a la promoción del deporte recreativo en la educación física, Corbin y Lindsey (1988) distinguen entre deportes competitivos y deportes para toda la vida (recreativo), sugiriendo que estos últimos son más apropiados para la salud, ya que favorecen el bienestar y la salud mental de los participantes, en esta misma línea, Delgado (2003) indica que el deporte y la salud deben estar ligados de manera estrecha, consiguiéndose dentro de sus metas comunes, la práctica del deporte como un medio de diversión, placer y de fomento e indicador de una vida saludable.

    Al revisar los contenidos y aprendizajes esperados que manifiestan estas Unidades deportivas, destaca el hecho de proponer objetivos específicos para el curso dando énfasis a la recreación pero también a la superación personal, a la medición de energía en los ejercicios, a trabajar con sus compañeros y ser capaces a esa edad de comprender y poder corregir a otros los posibles errores que puedan cometer en el desarrollo de las actividades.

Unidad 5: Actividades motrices en contacto con la naturaleza y Natación

    El medio donde se realizan las actividades físicas y el uso que se haga de las actividades físicas en aquellos medios, determinara su carácter saludable (Blasco, 1994), por consiguiente un medio hostil o de difícil control, puede contribuir a mayores potencialidades de riesgo que afecten a las personas y con ello verse afectado su salud; frente a esta situación el conocimiento y aplicación de las normas de seguridad que fomentan estos contenidos son útiles en función de favorecer una participación saludable del alumnado. Devís (2000) señala que las actividades en la naturaleza, como en este caso la natación además de proporcionar placer y bienestar, lo cual está ligado a la participación en entornos no contaminados, debe garantizar la seguridad de los participantes, como también incidir en los componentes físicos de la salud.

    En esta unidad, el solo hecho de poder realizar actividades acuáticas ya hace referencia directa con la salud. A pesar de tener como objetivo la familiarización, el desenvolvimiento en el entorno ayuda específicamente al desarrollar capacidades físicas como: cardiovasculares, respiratorias y tonicidad muscular.

    La actividad física en el agua tiene innumerables beneficios para el ser humano, que la convierten en una práctica fundamental para alcanzar el estado de bienestar para la persona. Así Sánchez, (1996) destaca los beneficios que tiene el ejercicio físico en el agua en diferentes ámbitos para la persona:

  • Efectos físicos-orgánicos: sobre el aparato cardiovascular, respiratorio, sistema nervioso.

  • Efectos de carácter psicológico: previene estados de ansiedad y depresión, proporciona diversión y liberación mental, mejora la autoestima.

  • Efectos de carácter psicosocial: favorece la sociabilidad del sujeto, se adquieren pautas de conducta encaminadas a la cooperación.

5.     Discusión

    Tanto en la ley general de educación, como en los objetivos fundamentales, contenidos mínimos y unidades de aprendizaje, vemos la existencia de una cierta coherencia en relación a la aproximación al concepto de salud, aunque no por ello descartamos la posibilidad de hacer más enfática y explicita esta orientación saludable, considerándose que las últimas encuestas realizadas por el ministerio de salud, respecto a la calidad de vida en Chile, arrojan alrededor de un 93 % de sedentarismo en la población general, agregándose a ello que el 27% de la población nacional entre 15 y 24 años sufre de obesidad, de acuerdo a la encuesta de salud del 2011 (Minsal, 2010).

    Estos datos podrían considerarse para posibles actualizaciones curriculares, donde el carácter saludable del currículo debería ser aún más predominante, con esto hacemos referencia a el nuevo Decreto n° 254, donde se modificaron las enseñanzas mínimas de enseñanza media en los subsectores de Lengua Castellana y Comunicación, Matemática, Historia y Ciencias Sociales, Biología, Química y Física, para adecuar el currículum nacional a las nuevas exigencias educacionales. Por consiguiente nos preguntamos ¿es la salud una exigencia educacional? Así como la educación es un derecho de todos bajo nuestra legislación educativa, la salud también debe serlo, teniendo en cuenta que la escuela tiene un rol fundamental en la promoción de esta y más específicamente el sector de educación física, donde las posibles actuaciones curriculares deberían orientarse al alcance de un carácter más enfático, en relación a la promoción de estilos de vida saludables, en función de disminuir los altos índices de sedentarismo que se presentan hoy en día en Chile, lo cual no se alcanza solo con objetivos y contenidos situados en la ejecución de actividad física orientada a la salud, de acuerdo a las posibilidades individuales, sino mediante la generación de una conciencia y sentido crítico, sobre el problema social que enfrentamos como sociedad, respecto a los malos hábitos y prácticas que atentan contra nuestra salud.

    Por consiguiente, la promoción de la salud, dentro de la educación física, posee objetivos ambiciosos, los cuales no son susceptibles a alcanzarse, si el tiempo que se le otorga a la asignatura no sobrepasa las dos horas pedagógicas de cuarenta y cinco minutos a la semana, que le confieren en los planes de estudio, según la normativa que exige el ministerio de educación en Chile, frente a tal cuestión, aludimos a la necesidad de extender el tiempo destinado a la asignatura, con el objetivo de desarrollar ampliamente los contenidos y objetivos en función de que nuestros alumnos adquieran: “hábitos de vida activa y saludable”, siendo este uno de los objetivos terminales de la enseñanza media.

    Respecto a los objetivos fundamentales y contenidos mínimos de la educación física en la enseñanza básica, el Decreto Supremo n° 232 (Mineduc, 2002), declara que estos tienen una doble finalidad, por un lado hacia la especificidad de las habilidades motoras, y por otro lado la utilización de estas habilidades motoras en actividades relacionadas con la práctica deportiva, recreativa y de ocio, en la vida adolescente, lo que concuerda con el enfoque que manifiestan los autores al referirse a las finalidades de la educación física, siendo estas orientadas al alcance de un adecuado desarrollo motriz , como también a favorecer estilos de vida activos, que aseguren la participación del alumnado en actividades físicas fuera del entorno escolar.

    En el ámbito de aptitud física y motriz asociada a la salud, vemos que la terminología utilizada es “aptitud física”, lo cual según los programas de estudios entregados por el ministerio de educación hace énfasis en la mantención de un adecuado potencial biológico y psíquico, tomando en cuenta el desarrollo de cualidades físicas y comprendiendo el beneficio del ejercicio físico para la salud y calidad de vida. Lo que coincide con lo entregado por los diversos autores respecto a las orientaciones del trabajo de la aptitud física.

    La ejecución de ejercicios conforme a las posibilidades individuales y los procedimientos de autocontrol y registro de la mejora de la condición física asociada a la salud, se promueven tanto en los objetivos fundamentales como en los contenidos mínimos obligatorios del currículo; esto guarda coherencia con la atención y respeto a la diversidad, dentro de ello es posible justificar también, la complejidad que existe entre la aptitud física, la salud y la actividad física, dado que cada persona posee una capacidad biológica y funcional distinta, por tanto la evaluación de la aptitud física desde una perspectiva saludable, es individual de acuerdo a los progresos y avances personales. La orientación del trabajo de la aptitud física asociada a la salud, que manifiesta el currículo Chileno es coherente con una perspectiva de meta orientada a la tarea (Contreras, 2004).

    En contraposición con lo anterior hacemos referencia al sistema de medición de la calidad de la enseñanza (SIMCE), el cual ha efectuado pruebas en nuestro sector de aprendizaje, mediante las cuales busca conocer y contrastar los resultados obtenidos de la condición física de los alumnos con estándares preestablecidos, no considerando su individualidad y características propias, reduciendo a resultados y producto el carácter de la educación física, obviando los procesos, siendo estos de gran valor en los objetivos fundamentales y contenidos mínimos obligatorios del currículo chileno, reafirmando esta idea Cañoles (2011), señala que: “el SIMCE de Educación Física, no mide la calidad de la clase de educación física, solo mide una parte, que es la condición física, ya que los contenidos que el propio gobierno solicita son mucho más amplios y relacionados con el desarrollo motriz e integral de los niños”.

    La incorporación del deporte como contenido educativo es compleja, más aun si queremos que este tenga una doble funcionalidad: ser educativo y saludable, la modalidad de juego deportivo lleva implícito un carácter inclusivo, permitiendo la participación de todos sin discriminación por sexo, competencia motriz y otros, lo que contribuye al disfrute, la diversión y la participación masiva, en contraposición al rendimiento que es de carácter exclusivo, donde no todos tienen las competencias para acceder. Por consiguiente este tipo de modalidad deportiva, favorece el alcance de un clima de aceptación, respeto y buena convivencia entre los que son parte de la actividad, con ello podemos decir desde la perspectiva de la salud, que el juego deportivo que se fomenta en el currículo educativo chileno, contribuye al bienestar social y psicológico.

    En el ámbito de actividades motrices en contacto con la naturaleza y aventura, se hace referencia a la utilización de normas de seguridad, dado que la realización de estas actividades se hace fuera del entorno escolar, donde debe garantizarse la seguridad en la aproximación del alumno a estos medios, capacitándole en la prevención de accidentes y el conocimiento de las normas de seguridad que permitan confortabilidad y bienestar en el alumnado. La educación en la seguridad y la prevención de riesgos podría ser abordado en los contenidos de los otros ámbitos mediante la prevención de lesiones y/o accidentes, en la correcta realización de ejercicios y utilización de material e instalaciones deportivas, con ello podría abordarse el concepto de salud desde una perspectiva preventiva en función de generar un mayor bienestar y seguridad en la realización de actividad física (Rodríguez, 2003),

    La trascendencia de que esta perspectiva saludable sea parte intrínseca de la educación física, más allá de lo plasmado teóricamente en los currículos, ya que el cambio que perseguimos no debe ser solo a nivel teórico, sino a nivel práctica, donde se concretan y llevan a efecto aquellas premisas, frente a tal cuestión, nuestra atención no solo debe estar en el ¿Qué?, sino en el ¿Cómo? se lleva toda esa teoría a la práctica en el aula de clases, de ahí la importancia de clarificar y reflexionar respecto a la concepción de salud que manifiesta el currículo.

6.     Conclusiones

  1. Aunque la salud no es el único foco de atención en la normativa educativa vigente en Chile, vemos como necesario conocer y analizar las orientaciones que se plasman tanto en la ley educativa, como en el currículo de educación física, respecto a la concepción y tratamiento que estos dan al concepto de salud.

  2. Existe coherencia respecto a la aproximación al concepto de salud en los diferentes elementos que forman parte de la normativa educativa chilena, aunque creemos necesario una orientación más explícita y enfática.

  3. Es necesario aumentar el tiempo destinado a la asignatura, con objeto de desarrollar ampliamente los contenidos y objetivos que pretende el currículo, en función de que nuestros alumnos adquieran “hábitos de vida saludable”.

  4. El clarificar y orientar las bases curriculares a un mayor énfasis en la salud, podría favorecer el desarrollo de procesos educativos consecuentes con dichas orientaciones curriculares.

  5. Considerar positivo el hecho que dentro del currículo chileno, exista el sector de aprendizaje de educación física desde la etapa pre-escolar (desarrollada mayormente por el especialista) hasta la enseñanza media, dando un hilo conductor al trabajo desarrollado en esta área.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 170 | Buenos Aires, Julio de 2012  
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