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La implicación personal de adolescentes con trastornos de 

conducta en las actividades físico-recreativas comunitarias

 

Facultad de Cultura Física, Holguín

(Cuba)

Lic. Marlen Rojas Riverón

nelsonml@cultfis.holguin.inf.cu

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo pretende dar respuesta a la problemática acerca de cómo favorecer la implicación personal de los adolescentes con trastornos de conducta en las actividades físico-recreativas de la comunidad. La fundamentación teórica se basó en una amplia revisión bibliográfica utilizando los métodos teóricos del análisis y la síntesis, el histórico-lógico, la inducción-deducción y la modelación. La caracterización del nivel de motivación que poseen los adolescentes acerca de las actividades que se realizan para logro de una implicación personal efectiva, estuvo apoyada en los métodos empíricos de la observación, la entrevista y la encuesta. De las inferencias obtenidas se deriva una Alternativa contentiva de un conjunto de actividades físico-recreativas para favorecer la implicación personal de los adolescentes con trastornos de conducta.

          Unitermos: Adolescentes. Trastornos de conducta. Actividades físico-recreativas.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 170 - Julio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El hombre es un ser social, su desarrollo y su bienestar dependen del contacto y de los vínculos que mantiene con otros individuos; todo el proceso de socialización y configuración de la personalidad se encuentran íntimamente dependiente de la mediación y del contacto con otros significados. La asimilación de la experiencia social no solo transforma en contenido la vida psíquica, sino también crea nuevas formas de los procesos psíquicos que adquieren las funciones psíquicas superiores; las cuales diferencian al hombre de los animales.

    Resulta necesario conocer las particularidades biológicas de cada individuo, pero las mismas no determinan lo que un sujeto pueda llegar a ser o no. Si el adolescente se desarrolla en el proceso de apropiación de la cultura material y espiritual que han legado las generaciones precedentes, resultan pues fundamentales esas condiciones de vida y educación en las que este proceso transcurre, de tal manera las formas concretas de la actividad histórico-social se vuelven decisivas para la comprensión científica de la formación de los procesos psíquicos, las leyes naturales del trabajo del cerebro adquieren nuevas propiedades al incluirse en el sistema de las relaciones histórico- sociales. La persona es un resultado de los vínculos sociales con los demás; es por ello que resalta la importancia y la necesidad de estudiar al individuo en el contexto de sus relaciones sociales.

    De esta forma nuestro objeto de estudio está inserto en él, pero para no absolutizar y ser imparciales, se hace obligado recordar que la cultura física y los deportes conforman un campo más dentro de la gama del mundo culto. Haber influido en la evolución del genero humano, le concede un alto nivel jerárquico en el sistema de intereses y motivaciones que confirman su importancia, lo que nos obliga a abordar con profundidad este tema, tratando en todos los confine, aunque el apasionamiento y en ocasiones tratar de subordinar la historia al desarrollo de la educación física y los deportes, ha permitido soslayar varios aspectos interesantes del acontecer histórico universal, donde no pocas veces la historiografía deportiva ha postergado al imprescindible método histórico, es indiscutible que los orígenes de la cultura física y los deportes hay que buscarlos en el sinnúmero de factores que hicieron posible el surgimiento de la sociedad humana. Pero para encontrar realmente el papel de la actividad física dentro de este proceso, se hace necesario deslindar conceptos claros pero complejos por su vitalidad y raigambre popular.

    Sólo un análisis profundo nos permite discernir en la médula de este concepto. Si asumimos que en él se conforma elementos tradicionales, matizados por aportes prácticos, técnicos y científicos que definen un desarrollo de la conciencia popular, relacionado con el papel de las actividades físicas y sus funciones educativas, habrá que reconocer su carácter generalizador, asimismo, no es casual la utilización de estos términos que lo conforman: esfuerzo físico, preparación física, actividad física, educación física y los deportes, para precisar este detalle, solo hay una forma, ir a sus raíces a su génesis, y ubicar en su exacto lugar cada uno de los elementos integradores. Hay que estudiar con profundidad la historia de la cultura física y los deportes, pero ubicarlos como otro fenómeno social, con aciertos y desaciertos a través del tiempo, como es el caso, por solo citar dos ejemplos, de los aportes de los griegos y mucho después, aunque no menos meritorios, era el papel del clérigo inglés Thomas Arnold.

    La educación es un proceso social e histórico concreto el que tiene lugar la transmisión y apropiación de la herencia cultural acumulada por el ser humano. En este contexto el aprendizaje representa el mecanismo a través del cual el sujeto se apropia de los contenidos y de la forma de la cultura que son trasmitidas en la interacción con otras personas. La misma se convierte en promotora de desarrollo solamente cuando es capaz de conducir las personas más allá de los niveles alcanzados en un momento determinado de su vida y propicia la realización de aprendizaje que supera las metas ya logradas.

    El gobierno revolucionario y el Ministerio de Educación proponen especial énfasis en el desarrollo integral de toda la sociedad en todos los niveles, para la familia y en especial para el desarrollo integral y feliz de los adolescentes, la educación demanda en el siglo XXI cada vez más, el desarrollo de las potencialidades humanas. La comisión internacional sobre Educación se encontraron los "aprenderes" fundamentales o pilares básicos para la educación en el nuevo milenio: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

    El análisis del contenido de estos saberes revela que se proyecta al lograr una posición más activa de los sujetos en el proceso de la apropiación de los saberes en una atmósfera de convivencia que favorezcan el desarrollo de la personalidad de manera integral.

    Esto ha sido el encargo fundamental de la educación en todos los tiempos, sin embargo esta contemporaneidad cobra especial significación. De ahí que para lograr el progreso del hombre en las actuales condiciones del desarrollo social sea imprescindible de manera constante a partir de los pilares definidos, identificar y desarrollar las potencialidades humanas del individuo en su contexto, o sea, ayudarlo con recursos de apoyo educativo para hacer supremo la educación.

    La Educación Especial, tiene además, la alta responsabilidad de ser rectora del trabajo preventivo del Ministerio de Educación a través del personal especializado, los Consejos de Atención a Menores, los equipos multidisciplinarios de los Centros de Diagnóstico y Orientación y las demás estructuras que lo constituyen.

    Para la realización de este trabajo en el área educacional se dirige hacia los adolescentes que presentan necesidades educativas especiales con dificultades en el aprendizaje y la conducta.

    La organización escolar constituye una premisa para todo el trabajo educativo y reeducativo del plantel y se manifiesta la integración armónica de todos los momentos de la vida del adolescente. Es a través de las diferentes actividades física-recreativas que se puede influir para que se adquieran o se modifiquen determinados hábitos y normas de conducta, se forman actitudes positivas; se despiertan nuevos intereses y se desarrolla la creatividad que contribuya efectivamente al logro de una mejor disciplina del adolescente y al aumento de los resultados académicos.

    Los adolescentes con trastornos de la conducta se agrupan a tal efecto en tres categorías que garantizan una mejor atención los cuales son comprendidos en la tercera categoría. Estos presentan marcado deterioro de su conducta y relaciones interpersonales, donde participan en hechos de alta peligrosidad de manera estable y son muy resistentes al tratamiento educativo y reeducativo. Se atiende por el Consejo de Atención a Menores, el cual está encargado del estudio, evaluación y diagnóstico, llegando algunos de ellos al Centro de Formación Integral que este tiene como propósito brindar el tratamiento pedagógico, psicológico y deportivo en dependencia de sus necesidades y potencialidades, se decide trabajar en estos adolescentes porque constituye una problemática en la comunidad donde viven y las relaciones interpersonales se encuentran en un estado deplorable, si se tiene en cuenta el perfil del profesor de educción física y su papel en cuanto a potenciar el desarrollo de capacidades físicas y en las relaciones interpersonales, es importante destacar que las actividades físicas-recreativas que se ofrecen constituyen un soporte para preparar al adolescente para su reincorporación social.

    Por otra parte se debe influir con un óptimo trabajo correctivo- compensatorio encaminado a mejorar la actuación de cada educando, a través de una conducta responsable en el cumplimiento de las tareas y en gran medida su inserción en la Sociedad en el menor tiempo posible, todo el sistema organizado y de influencia de todas estas instituciones con el objetivo de lograr una adecuada integración de todos los factores concurrentes, así como la propia exigencia del perfeccionamiento continuo derivan en la elaboración y promulgación del Decreto Ley número 64 en diciembre de 1982, el cual marca una etapa superior en la detección, evaluación y tratamiento de los mismos.

Desarrollo

Reflexiones teóricas necesarias

    Los rasgos de la personalidad del adolescente con trastorno de conducta afecta la esfera afectiva volitiva, como resultados todas las dificultades que se presenta con estos menores se ve afectada desde un principio toda la actividad cognoscitiva.

    Esta etapa ocupa un lugar particular en el proceso de formación de la personalidad del individuo, porque en ella ocurren cambios notables en los aspectos biológico, social y psicológico, cuando se trata de delimitar esta etapa gran parte de los estudiosos del tema se inclinan a marcar su inicio con los cambios biológicos de la pubertad y su fin con la asunción de derechos y deberes sexuales, económicos y legales del adulto. El límite final está mayormente sujeto a polémicas, ya que muchos autores consideran entre la adolescencia y la adultez, otra etapa psicológica que es la juventud, según Castellanos (1995) la edad de la adolescencia oscila entre los 12 y 16 años, por lo que nos adscribimos a ella, por considerar que las características descritas, coinciden con las que se presentan en los adolescentes con los que se relaciona en la práctica, además entiende que los límites de edad son relativos, y se presentan en dependencia del desarrollo físico, psíquico y social de cada individuo. No caben dudas de que la adolescencia es un período de tránsito entre la niñez y la adultez, ya que el adolescente si bien no es un niño tampoco es un adulto,

    Según la Rosa Maria Acosta Cruz (2004) y Lorenzo Pérez Martín, las transformaciones puberales traen aparejados cambios antropométricos, fisiológicos, endocrinos y de maduración sexual, además de cambios psicológicos y sociales, que pueden ser resumidos de la siguiente forma:

  • Se produce el llamado "segundo estirón", el que abarca la estatura y la masa corporal, el cuerpo va adoptando una apariencia física de adulto.

  • Aparecen desórdenes funcionales de los sistemas: como es el caso del sistema nervioso y del sistema circulatorio, debido a que el corazón crece a mayor velocidad que los vasos sanguíneos.

  • Hay un aumento notable de la secreción de hormonas masculinas y femeninas, que conduce a la maduración sexual.

  • La maduración sexual en las hembras se expresa con la primera menstruación o menarquia y en los varones con la primera eyaculación espontánea o eyacularquía.

  • Aparecen los caracteres sexuales primarios y secundarios, los primeros se refieren a los cambios estructurales en los órganos del sistema reproductor y los segundos al crecimiento de vello púbico y axilar en ambos sexos.

  • En los varones también bello facial y crecimiento de la laringe que ocasiona cambios de voz y ronquera.

  • En las hembras hay crecimiento de los senos y ensanchamiento de las caderas. Se puede producir una desarmonía corporal que los hace volverse torpes en sus movimientos.

  • En el plano intelectual se alcanza el nivel de las operaciones formales descrito por Piaget. El pensamiento es reflexivo, se convierte en objeto de su propio análisis, es también hipotético y deductivo, opera de lo general a lo particular.

  • En esta etapa se produce la adquisición de nuevas peculiaridades psicológicas. La autovaloración adquiere un carácter consciente y generalizado, es inestable en la medida que aún depende de la valoración externa. La imagen corporal y las cualidades vinculadas a las relaciones interpersonales ocupan los primeros planos en los esquemas autovalorativos.

  • La actividad social fundamental de esta etapa sigue siendo el estudio, que tiene un carácter obligatorio, pero se van a producir algunos cambios de contenido y de forma, reciben ahora contenido de más asignaturas, por lo que no sólo deben asimilar conceptos científicos, sino también establecer relaciones entre ellos, captar leyes, dependencias causales y dominar el sistema de símbolos de las ciencias naturales y exactas.

  • Las cuestiones relacionadas con las reglas y normas de las relaciones y de la conducta social en general, pasan a ocupar un sitio de importancia en sus reflexiones, poseen puntos de vista, juicios y opiniones de carácter moral que tienen relativa estabilidad, pero que al mismo tiempo pueden ser modificados por la opinión de coetáneos y otros. Mayormente los adolescentes poseen una moral convencional.

  • El grupo de coetáneos juega un papel importante para el adolescente, quien manifiesta el deseo de ser aceptado, reconocido y respetado por el grupo. Ahora su participación en las actividades colectivas es más amplia y selectiva.

  • Surgen divergencias entre los criterios de adultos y adolescentes y las relaciones pueden tornarse complejas entre hijos y padres, creándose conflictos, aparecen expresiones de desobediencia, introversión y negativismo, de no llegarse a un acuerdo entre ambas partes de los conflictos.

    Aparece la pretensión en materia de nuevos derechos, que se extiende principalmente a toda la esfera de las relaciones con los adultos, ahora comienzan a resistirse a las exigencias que antes cumplía de buen agrado, se ofenden si tratan de protegerlo, de dirigirlo, controlarlo, castigarlo o si no consideran sus intereses. Asimismo, las dificultades en la comunicación entre adolescentes y adultos se pueden evitar si la relación entre ambos se conforma sobre la base de relaciones amistosas y se asume la forma de colaboración, con contenido y normas adecuadas de respeto, y confianza; de ahí que cada educador ha de tener en cuenta estas características para interactuar de forma positiva con los adolescentes, para poder establecer una estrategia de intervención adecuada, completa y eficaz.

    Según lo planteado por Castro Alegret (1991) el adulto debe en todo momento respetar la posición del adolescente y hacer respetar la suya propia. Padre e hijos deben estar unidos, y en esta unión el adulto juega un papel fundamental ya que posee la experiencia que le va a otorgar un nivel de interiorización, reflexión y profundidad en sus conocimientos. Él debe ser capaz de orientar y guiar correctamente, sin limitar las potencialidades y la creatividad del adolescente, ni su derecho a construir sus propias experiencias. Visto así muchas veces cuando hablamos de relaciones interpersonales pensamos en dos polos opuestos: las buenas y las malas relaciones; en realidad la posibilidad de establecer relaciones con los otros constituye también un gran problema a tener en cuenta.

    Es imposible pensar o hablar de yo sin tener presente al nosotros, la satisfacción de las necesidades físicas y psicológicas del individuo están fuertemente vinculadas a los tipos de relaciones y vínculos que este desarrolla, primero, con los integrantes de su grupo primario y posteriormente con los diversos grupos en los que desarrollaran sus actividades en el transcurso de su vida. Como se puede inferir de lo anterior, las relaciones con los otros resultan vitales para el ser humano, este no puede prescindir de las mismas ya que estas constituyen fuentes inagotables de satisfacción de sus necesidades, aunque por otra parte se puede convertir también en fuentes de grandes conflictos y trastornos de su desarrollo como persona, que a su vez es el resultado de sus vínculos sociales, pero por otra parte es un activo creador de estos vínculos; es por esto que señalamos anteriormente la importancia y la necesidad de estudiar al individuo en el contexto de sus relaciones sociales.

    Es precisamente este margen que queda en el desempeño de un rol, lo que permite la construcción de un sistema de relaciones mucho más íntimo o personal, que llamaremos relaciones interpersonales, que surgen a partir de los vínculos e interrelaciones entre los individuos, surgen y se desarrollan en primer lugar sobre una base emocional, es decir, los sentimientos, emociones y afectos generados por los participantes en estas relaciones y además también por los que se crean a partir de las particularidades de la actividad conjunta en la cual los sujetos se encuentran implicados, de ahí que las actividades físicas-recreativas realizadas conjuntamente favorecen la comunicación entre los adolescentes, pero esto no basta, el activista comunitario atenderá también aspectos cualitativos de las relaciones entre los adolescentes. Así ha de tener en cuenta si el adolescente permanece aislado, si se relaciona con otros, quiénes son estos compañeros, qué tipo de relaciones establece el adolescente: coordínales, de choque y fricciones constantes, etcétera… cómo se muestra el grupo con él, lo aceptan, lo ignoran, en fin, cómo son sus relaciones, qué posición él ocupa en el grupo. Es esta una cuestión muy delicada, ya que si el adolescente no tiene amigos, si lo rechazan, si lo ignoran, no puede satisfacer su necesidad de compartir las actividades con otros, sentirse parte de un grupo, pertenecer a él, todo lo cual dificultara sus relaciones sociales y dañará el desarrollo adecuado de su personalidad.

    De ninguna manera se realizarán competencias que tiendan a crear conflictos y rivalidades entre sexos. Para el activista comunitario es muy importante también conversar y relacionarse con los adolescentes, permitir que estos conversen durante sus tiempos libres y hasta participar en sus juegos, ayudándolos a organizarlos, como parte del grupo que él es, el momento de las actividades físico-recreativas, como juegos, Programas “A Jugar” y otros que faciliten o fortalezcan ampliar las relaciones, permite al activista comunitario conocer más a los adolescentes desde otro ángulo y a estos satisfacer las necesidades de movimiento dentro de las actividades físico - recreativas planificadas, todo lo cual repercute en sentimientos de satisfacción emocional en su vida personal y favorecer la formación de actitudes positivas hacia la vida.

    En tal sentido se reitera la importancia que tiene la preparación de la comunidad para el cumplimiento y desarrollo de esta labor social, la que debe estar libre de formalismos y esquemas que puedan limitar o entorpecer la información que necesita los activistas comunitarios para la realización del trabajo con la familia.

    No basta solo tener dominio profundo de la situación familiar de los adolescentes, sino que es imprescindible que la comunidad proporcione a la familia los conocimientos y procedimientos pedagógicos que permitan llevar a cabo la educación y reeducación de los adolescentes.

    De ahí la importancia que para el proceso de reeducación tiene el de estimular y orientar adecuada y constantemente tanto al adolescente como a la familia, para lograr el sistema de influencias positivas necesarias para que se eduque y reeduque emocional y psíquicamente en el hogar. Para lograr la realización exitosa de la tarea de reeducación y reorientación de los adolescentes resulta imprescindible la vinculación estrecha entre el hogar y la comunidad; la influencia de esta última debe encontrar unidad, continuidad y ayuda de los distintos sectores de la comunidad, siendo fundamental el apoyo que le brinda el hogar.

Metodología para lograr la implicación a través de la intervención

  1. Elaboración de la caracterización individual y grupal.

  2. Determinación del objetivo de la intervención (debe establecer las metas con claridad las necesidades educativas especiales y las potencialidades, las áreas que intervienen en el conjunto de tareas y su contenido específico; es imprescindible la participación del colectivo pedagógico, familiar y de la comunidad).

  3. Selección y planificación de la intervención (sistema de tareas o acciones; las personas responsabilizadas y la fecha de cumplimiento. Debe tener carácter frontal, grupal e individual).

  4. Resultado de la aplicación (se realiza un análisis profundo del cumplimiento de las tareas precisando si las mismas se han logrado o no en la fecha establecida, realizando el rediseño de la alternativa).

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