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En la Argentina
En la Argentina, la ley fundamental que ha regido la escuela, incluía la obligatoriedad de la Educación Física. En la Ley 1420 de 1886 figura la Gimnástica entre los contenidos mínimos con una mención a la frecuencia en que debería implementarse en el horario escolar. "Las clases diarias en las escuelas públicas serán alternadas con intervalos de descanso, ejercicio físico y canto". (art. 14)Desde 1810 en adelante diferentes conceptos de nación y ciudadanía compiten por la hegemonía.
Un concepto de la elite liberal de Buenos Aires, heredado de la Revolución francesa, la "nación americana" como comunidad política independiente basada en la voluntad general del pueblo, que se ponía en juego en el concepto de ciudadano como actor social individual, libre.
Un concepto conservador esgrimido por las oligarquías provinciales que tomaban como principio de referencia lo local y regional, entendido como espacio económico de producción y como conjunto de costumbres y valores (cada provincia podría ser considerada "una patria").
Dice Angela Aisenstein
"Pensar a la Nación Argentina como un proyecto político moderno en un sustrato económico premoderno; considerar la simultaneidad o yuxtaposición de elementos culturales urbanos y rurales en cada una de las provincias; incluir a la inmigración como parte sustantiva y no arbitraria ni menor de la sociedad, cargada de contenidos culturales de la patria de origen …"
Desde la escuela, analizando las producciones del Consejo Nacional de Educación,
"…puede decirse que en el período 1880 a 1930 transcurrieron dos momentos en el proceso del nacionalismo. Primero el del afianzamiento de la Nación (hasta la década del 10), que para la educación supuso la tarea de 'educar al ciudadano para la Nación Argentina' y en el cual los elementos constitutivos de ese modelo surgieron del liberalismo. Y un segundo momento, el de la conformación de la nacionalidad, como sentimiento / conciencia / identidad común, que para la escuela significó dotar al argentino del 'sentimiento de argentinidad' y cuyos elementos característicos los aportaría el nacionalismo".
Sostiene esta autora que el contenido de la Educación Física escolar en el período 1880 - 1930
Vale la pena citar el Monitor de la Educación Común en su publicación en la época del Centenario:"… fue la resultante de la confluencia no sistematizada de elementos provenientes de las tres vertientes de la actividad física que coexistían en nuestra sociedad: la gimnasia pedagógica, los ejercicios militares y el deporte de las asociaciones privadas." Y "… la Educación Física como área más de la educación común fue introducida en la escuela para formar al ciudadano, al hombre argentino. Su objetivo era dotarlo del sentimiento de nacionalidad y de caracteres comunes partiendo de la base étnica variada".
M. Herminia Di Liscia, analizando documentos de principios de siglo, explicita aspectos ligados al proyecto higienista en la Argentina y en particular en el territorio de La Pampa."… Llegan de todas las provincias noticias de la actividad con que preparan las escuadras de niños que vendrán a Buenos Aires para asistir a la celebración de la gran fecha histórica (…) bajo el patrocinio de la Sociedad Sportiva para realizar el programa siguiente: 1) Desfile, Himno Argentino, gimnasia de conjunto; 2) Concurso libre de escuadras; 3) Carreras; 4) Saltos; 5) Cinchada; 6) (…) columna cívica de todos los gimnastas (…) Los batallones están formados y trabajan bajo la dirección de los maestros militares."
"El higienismo se expande en la Argentina a fin de dar respuesta al imperativo de la modernización y expansión del aparato productivo y al control de un proceso demográfico que incorporó importantes contingentes de fuerza de trabajo. Su contribución a la construcción hegemónica del proyecto político constituye una empresa en la que se delinea y controla un sujeto sociomoral colectivo (…) En esta tarea, un fuerte dispositivo ideológico se centra en tipificar conductas sociales, ligarlas a manifestaciones corporales y a conductas individuales…"
Es así como se desarrollan escritos, estudios y traducciones de investigaciones europeas y también se desarrolla el componente tecnológico de la higiene en instituciones como hospitales, hospicios, penitenciarías y se despliega la Educación Física en las escuelas. No es un dato menor el hecho que fue un médico el principal impulsor de la actividad hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, organizador del sistema Argentino de Educación Física, fundador y director por más de tres décadas del primer instituto de formación docente de EF en el país. Es el Dr. Enrique Romero Brest.
Como oficio, al de profesor de Educación Física le puede caber las consideraciones que realiza Davini con relación a los docentes en general:
"... ¿cómo es, entonces, que la docencia se constituye como una semiprofesión? En este sentido es importante recordar que las profesiones modernas son productos históricos, y que el origen de la docencia está vinculado a la conformación de un grupo de funcionarios públicos para trabajar en el aparato estatal o en organizaciones religiosas a fin de concretar mandatos históricos, políticos, culturales y espirituales del momento. Este origen histórico es muy distante de la organización de un grupo profesional, basado en el avance de un cuerpo de conocimientos consistente".
La Educación Física argentina, cuyo mandato original puede rastrearse en el surgimiento de la Europa moderna, asume en su práctica, una misión determinada desde los sectores dominantes y cuya teoría aún no se ha constituido desde sus propias determinaciones.
En ella, los contenidos se disputaban entre los juegos, los deportes y la "gimnasia racional" (en sus variantes), las formas de enseñanza se verían influenciadas por la disciplina militar, las decisiones provenían del campo político y todo argumento científico se buscaba en las ciencias médicas.
La política Educacional
Este trabajo está desarrollado desde la perspectiva de la Política Educacional, definida esta disciplina como aquella que enfoca la relación entre los sistemas educativos y el Estado (N. Paviglianiti).Los sistemas educativos se configuran desde fines del siglo XVIII y sobre todo en el XIX en que el Estado asume la función docente.
J. G. Sacristán sostiene que la elaboración de la educación como objeto de la ciencia siempre incluye componentes de explicación, normatividad y utopía. Al describir, al ponerle palabras a nuestro oficio, lo transformamos conscientemente en un objeto de conocimiento en sus múltiples determinaciones y no podemos soslayar la toma de posición en relación con la normatividad que la regula y los fines hacia donde marcha.
La disputa por la gobernabilidad está en el centro de los desarrollos de la política educacional. Esta refiere a la gobernabilidad del sistema, de las organizaciones, de los contenidos escolarizables, lo que se enseña y lo que no se enseña.En el caso de la Educación Física esta idea adquiere una perspectiva particular al estar en juego el problema de la gobernabilidad de los cuerpos. Foucault describe algo de interés:
"La disciplina aumenta las fuerzas del cuerpo (en términos económicos de utilidad) y disminuye esas mismas fuerzas (en términos políticos de obediencia). En una palabra: disocia el poder del cuerpo (...) Si la explotación económica separa la fuerza y el producto del trabajo, la coerción disciplinaria establece en el cuerpo el vínculo de coacción entre una aptitud aumentada y una dominación acrecentada."
Si bien forma parte del mandato fundacional, este tema es silenciado. La gobernabilidad de los cuerpos es uno de los grandes cometidos de la escuela. No sólo a través de los contenidos, sino de lo cotidiano e invisible, la normatividad y los dispositivos que de aquella derivan, logra tipificar una serie de conductas corporales.
La Educación Física, por dentro de la escuela, es depositaria de un conjunto de expectativas funcionales a ese cometido. Por ejemplo, la regulación de las energías "sobrantes" de los niños, adaptación de las "formas" y prácticas imperantes en los prototipos de la época, ordenar los cuerpos de manera de obtener mayor eficiencia obedeciendo la autoridad (disciplina), lograr "equilibrio corporal" desarrollando algunas capacidades orgánicas (en particular la fuerza y la resistencia, las más valoradas), ponerse en cierta postura de acuerdo a cánones arbitrarios (hay "maneras adecuadas" de poner el cuerpo en la escuela), diferenciar roles según género, colaborar en la tarea de silenciar el erotismo que porta el cuerpo de niños y adultos (no olvidar el delantal blanco que cubre los cuerpo como un manto de castidad) y muchas otras.
Diferente lugar podría plantearse si la Educación Física fuera reconocida como un lugar de aprendizaje, es decir, de construcción e intercambio de significados entre sujetos corporales inmersos en la cultura.
Vista así, la Educación Física podría comenzar a considerar una mirada crítica a la cultura del cuerpo hoy dominante y la lucha por la gobernabilidad de los cuerpos podría plantearse en otros términos.
En general, cuando el único discurso es el silencio y el argumento no excede de la salud, el "desarrollo armónico" o las "aptitudes físicas", podemos interpretar que en realidad puede leerse el mensaje de la disciplina, el control y la obediencia.
Hasta los años 50, en línea con una tradición normalizadora – disciplinadora en la docencia argentina (Davini), en la Educación Física disputan diferentes líneas gimnásticas que no se distinguen en su carácter, representando a grandes trazos los intereses del Estado conservador.
El deporte, si bien tiene presencia desde los inicios, comienza ahora a ocupar un espacio cada vez más valorado en la sociedad de la posguerra, coincidiendo con la expansión del Estado de Bienestar, el afianzamiento del "sujeto fordista", el crecimiento paulatino del poder de las grandes empresas y la guerra fría.
De la mano de las teorías del desarrollo y del capital humano de los 60 el cuerpo deportivo invade la escuela (especialmente el nivel medio).
Puede interpretarse como una entrega del Estado, de cierta parte del control del cuerpo adolescente al mercado, que regula cada vez más fuertemente al deporte.
Las teorías críticas de los 70 sostienen consideraciones precisas con respecto al cuerpo (Bourdieu, Boltansky, Denis, Brohm, la fenomenología, el existencialismo sartreano y otros) y van acompañadas de acciones en relación con la recuperación del cuerpo erótico, utilizado para el goce (el prohibido prohibir del Mayo francés), intentando romper con las prácticas muy socializadas como el deporte (la "pedagogía aleatoria" de Denis, por ejemplo).
En nuestro país, según Davini, sobre el final de la Dictadura militar, dos corrientes pedagógicas se diferencian dentro del pensamiento crítico:
La pedagogía crítico social de los contenidos, centrada en la recuperación de los contenidos significativos de la enseñanza como instrumentos para la transformación social.
La pedagogía hermenéutico participativa, centrada en la modificación de las relaciones de poder en la escuela y en el aula. Se busca que el docente revise críticamente las relaciones sociales, por extensión, las relaciones de los cuerpos y sus saberes puestos en juego.
Mientras tanto, los sectores dominantes comienzan a considerar la actividad física como un bien de mercado, herramienta de control y regulación de la marginalidad (a través de la reducción de la explosividad social que puede facilitar el deporte), difusión del modelo de "hombre light", con un alto componente deportivo y una salud aséptica, individualista y ligada al consumo.
Para la década de los 90, G. Tiramonti describe unos cambios en los sistemas educativos según tres imperativos básicos: la inserción en el mundo globalizado, la recomposición de los dispositivos de regulación y control del Estado y la demanda por la integración societal.
Asistimos en este período a la explosión del deporte como fenómeno social y factor importante de la economía mundial. Afirma P. Henquet:
"Esta evolución, relativamente reciente y la paralela internacionalización - hasta el punto que cabría llamarlo "deporte-mundo" - obedecen en gran medida a los estrechos y complejos lazos, casi simbióticos, que han ido tejiéndose y no dejan de estrecharse, entre el deporte, los medios de comunicación y la publicidad."
El deporte es ya una práctica corporal globalizada, "lenguaje universal", que ha eliminado a las manifestaciones de juegos populares en las culturas locales. Originado en el juego tradicional, hoy ya ha avanzado dos nuevas etapas, la primera con el desarrollo de algunas formas de deporte desde el comienzo de este siglo con intenciones pedagógicas (tal el caso del básquetbol o del voleibol en EEUU) y actualmente en que nuevas formas son inventadas por grupos de jóvenes privilegiados que buscan traspasar fronteras de audacia y originalidad.
Los países periféricos, que en materia de tecnología y estructura económica se reconvierten con la ilusión de adaptarse al mercado global (Tiramonti), sueñan también con figuraciones en las marquesinas olímpicas del alto rendimiento, invirtiendo recursos económicos y, en ocasiones, intentan transformar a la Educación Física escolar en la "escuela de campeones".
En el Manifiesto sobre el deporte, redactado en 1968 por la CIEPS - UNESCO, después de la consideración del deporte como un asunto de gran importancia para todos y un derecho (aunque no hace recaer en los estados ni gobiernos su cumplimiento), destaca la necesidad de su incorporación a la escuela:
"Desde hace ya tiempo se reconoce la importancia de la actividad física en la educación de los jóvenes. El deporte contribuye a un armonioso desarrollo físico de aquellos, les prepara psicológicamente para el esfuerzo, les ayuda a su equilibrio físico y psíquico, participa en la formación de su voluntad y de su carácter y favorece su adaptabilidad social".
Como expresa Gentili, "la acumulación de capital ha supuesto siempre una tendencia generalizada y creciente a la mercantilización de todas las cosas". Es aproximadamente lo que ocurre con la incidencia del fenómeno deportivo en relación a las prácticas corporales. "Las sociedades dualizadas -sociedades de 'ganadores' y 'perdedores', de insiders y outsiders, de 'integrados y excluidos', lejos de presentarse como un desvío patológico (...) constituye hoy una indisimulada evidencia de la 'normalidad' que regula el desarrollo contemporáneo de las sociedades 'competitivas'".
El principio del mérito, siguiendo al mismo autor, aunque aparenta una norma de igualdad, representa "fundamental y básicamente una norma de desigualdad". Ello resignifica el concepto de ciudadanía vaciándole gran parte de su contenido democrático.
La práctica deportiva hegemónica representa la lógica del mercado en detrimento de la del Estado ya que coloca la responsabilidad por su desarrollo en todo tipo de organizaciones que quedan por fuera del control de este y deben someterse a las leyes de la oferta y demanda buscando la competitividad.
Condice este proceso con la labor del neoliberalismo que precisa construir un nuevo orden cultural.
Como sostiene T. da Silva "(La presente ofensiva neoliberal) precisa ser vista sobre todo como una lucha para crear las propias categorías, nociones y términos a través de los cuales se puede nombrar a la sociedad y al mundo".
En el terreno de las prácticas corporales esto toma radical vigencia al comprobarse que los términos utilizados para establecer sus categorías, tanto en el plano del sentido común cuanto en el vocabulario de los técnicos especializados provienen del deporte de alta competición.
Acto seguido, "Corresponde a las organizaciones deportivas privadas, (entre otras) preservar su carácter liberal, democrático y desinteresado"."La democratización del deporte -continúa el Manifiesto citado- exige la movilización de todas las energías, la participación de los gobiernos, de los educadores, de los padres, de los practicantes, de los responsables económicos y sociales; la democratización implica el concierto, el justo equilibrio entre la iniciativa privada y los poderes públicos".
Volviendo a T. da Silva:
"Se trata por ello de identificar y tornar visible el discurso por el cual el discurso neoliberal produce y crea una 'realidad' que acaba por tornar imposible la posibilidad de pensar en otra".
Los discursos educativos han sido invadidos por la terminología empresaria, con el mejoramiento de la calidad como el "concepto estelar".
Los programas nacionales de evaluación de la calidad reflejan en las políticas educativas esta nueva mentalidad.
La Educación Física podría ser un campo sumamente propicio para el desarrollo de modalidades de evaluación consistentes en patrones de eficiencia motriz deportiva que producirían efectos estigmatizantes entre los alumnos.
Sobre la formación profesional
Así como las tradiciones de la disciplina determinan en gran medida la manera en que se programa la cualificación de quienes se desempeñan en el campo profesional, ocurre también el proceso inverso, por el que las condiciones de puesta en marcha de la formación en un país, establecen tradiciones, configuran prácticas sociales y desarrollan argumentos legitimadores a partir de coyunturas.La formación de docentes en Educación Física en la Argentina tuvo algunas características similares a las que puede encontrarse en las escuelas normales. Sus características principales estaban dadas por los intentos de homogeneización a través de una socialización moralizante, la formación del carácter, la visualización de la cultura escolar como la única valiosa y una rutina escolar en la que predominaron los símbolos abstractos, rituales, premios y castigos.
Los primeros años de consolidación del sistema educativo significaron también la incipiente y gradual incorporación de la Educación Física en sus estructuras.
De la mano de unos fundamentos científicos provenientes exclusivamente de la fisiología y retomando la herencia disciplinadora de las prácticas corporales de origen europeo, durante medio siglo, la Educación Física se debatió entre las diferentes corrientes gimnásticas. Finalizada la segunda guerra mundial, el deporte, que no había renunciado a la batalla, comenzó a ocupar los espacios centrales en las prácticas de la Educación Física escolar. Lo acompañó en este ascenso el aporte de otras tradiciones escolares, como la visión académica y la eficientista que, de la mano de una racionalidad positivista, centraban sus preocupaciones en los contenidos que debían ser transmitidos con eficiencia técnica, relegando la formación pedagógica a breves fórmulas, por ser su tratamiento innecesario y obstaculizante de la tarea. "El conocimiento pedagógico se ha ido constituyendo mucho más como un cúmulo de teorías aisladas, con baja producción en la constitución de su objeto" (Davini)
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revista digital · Año 4 · Nº 17 | Buenos Aires, diciembre 1999 |