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Análisis de las capacidades condicionales y niveles de 

entrenamiento para el rendimiento en el remo de banco fijo

 

*Departamento de Educación Física y Deportiva

Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV-EHU)

Servicios de Asesoramiento Nutricional y Deportivo

Entrenamientos en Hipoxia Intermitente. Centro Deportivo K2. Vitoria-Gasteiz

**Entrenador Nacional de Remo. Profesor de Educación Física. Gobierno de Navarra

Aritz Urdampilleta*

Patxi León**

aritz.urdampilleta@ehu.es

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Teniendo en cuenta que una regata de traineras unos 20 minutos, nos encontramos ante un deporte prioritariamente aeróbico, pero con un componente muy importante de fuerza. Alrededor del 85-90% de la energía necesaria la conseguiremos mediante el metabolismo aeróbico y un 10-15% de la energía se conseguirá mediante un metabolismo anaeróbico. No obstante, tendremos en cuenta que en cada regata nos encontramos con 3 ciabogas (tenemos que hacer un cambio de dirección que el punto determina una baliza), en consecuencia hará un cambio de ritmo considerable y a posteriori se necesitará arrancar otra vez con mucha potencia para coger otra vez el ritmo (palada/minuto) adecuado para aumentar la velocidad de la embarcación, es por ello que el componente de la potencia importancia trascendental.

          Palabras clave: Remo. Banco Fijo. Resistencia. Fuerza. Velocidad. Flexibilidad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 169 - Junio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El remo de banco fijo es una modalidad de remo que se compite sobre todo en la costa cantábrica en tripulaciones llamadas bateles, trainerillas o traineras. Nosotros nos centraremos en las traineras. El objetivo es recorrer una distancia oficial de 5556 metros sobre el medio acuático (en el mar normalmente) en el menor tiempo posible. El tiempo en invertir esta distancia va a ser de aproximadamente 19-21' en función de las condiciones ambientales; viento, temperatura, profundidad del agua… (Badiola, 2001).

    Durante la regata los deportistas realizarán alrededor de entre 640-800 paladas a una frecuencia media entre 33 y 40 paladas por minuto; y la fuerza media aplicada por los remeros será de entre 280-310W, llegando incluso hasta los 340-350 W los remeros más punteros (Badiola, 2001). Alrededor del 85-90% de la energía necesaria la conseguiremos mediante el metabolismo aeróbico y un 10-15% de la energía se conseguirá mediante un metabolismo anaeróbico (González-Aramendi, 1996b). Estas características, se diferencian respecto a las regatas de banco móvil, donde prioritariamente se compite a una intensidad de VO2max. En una regata de banco olímpico se dan alrededor de 210-230 paladas, 34-38 por minuto y las potencias que realizan los remeros de élite de nivel internacional suelen ser de un promedio de 420 watios, y en las primeras 5 paladas de la regata puede llegar a 650-990 watios, dando 40-50 paladas por minuto, en los primeros 30-40 segundos (Hagerman, 1996; Urdampilleta, 2011).

    En el remo de traineras, el remero ha de desplazar la embarcación utilizando la fuerza de sus piernas (en menor medida que en el banco móvil), su espalda y sus brazos con un remo apoyado sobre el carel y unido al tolete mediante el estrobo. Siempre teniendo en cuenta que además de la técnica individual de los remeros, será de vital importancia el remar armónico y conjuntado de todos sus componentes (Lizarraga-Sainz, 1988).

    Según una publicación interesante, parece ser que el umbral anaeróbico (UAN) y la fuerza máxima (1 RM), sea los factores limitante del rendimiento en este deporte (Izquierdo-Gabarren, 2010). A la vez, se ha estudiado que puede influir en los parámetros fisiológicos el ritmo de palada/minuto, los cuales podrían afectar también en la fatiga acumulada y rendimiento final (González-Aramendi, 1996b).

    Las regatas de embarcaciones de banco fijo tienen más incertidumbre por el medio donde se compite (quizá esta es la razón por la que no es olímpico este deporte) podrán disputarse indistintamente en mar abierto, ría, lagos o embalses, siempre que las condiciones de ancho permitan alinear al menos a 3 embarcaciones en una misma tanda y que exista una longitud mínima para poder realizar las tres millas marinas de las que consta una regata repartidas en 4 largos. De todas formas, y teniendo en cuenta la procedencia de este deporte, el medio acuático natural será el mar abierto, donde en principio se realizan una parte importante de las regatas, siempre dependiendo en cierto modo de factores como la climatología y estado de la mar.

    El número de largos y ciabogas son 4 y 3, respectivamente; y la distancia entre balizas es de 45m (distancia oficial). Las tripulaciones (traineras) estarán compuestas por un patrón y 13 remeros. El patrón podrá usar el remo que le corresponde para dirigir la embarcación y utilizará otro remo auxiliar de ciaboga mediante el proel. El equipo ha llegado cuando la embarcación corta la línea imaginaria de llegada con su proa. Cada tripulación debe procurar hacer el recorrido por su propia calle, dejando su baliza por babor en las viradas, siendo libre la entrada con tal de que no entorpezca a ningún otro equipo que marche por “sus aguas”, a criterio del juez árbitro.

Figura 1. Salida de una regata de traineras (izquierda). Ciaboga, momento en la que la tripulación cambia de dirección para hacer la segunda recta (derecha)

    En el Remo de traineras, evidentemente el objetivo principal es llegar el 1º a la meta; pero para conseguirlo es necesario plantearse unos objetivos secundarios dentro de la competición, que podrían ser (González-Aramendi, 1996a):

  1. Objetivos estratégicos y tácticos (objetivos de la regata).

  2. En función de las características físico-fisiológicas y técnicas del equipo; por ejemplo llevar el bote nivelado, atacar al mismo tiempo, aprovechar las olas al máximo (objetivos propios de la tripulación).

    Al realizar el reglaje de la trainera, es posible cambiar la dureza de la remada, según la longitud de los remos, el tamaño de la pala y la medida de la palanca. Cada equipo suele adaptar estos parámetros a las características de los remeros, es por ello es importante analizar bien las capacidades condicionales del remo de banco y además las características físico-fisiológicas y técnicas de cada tripulación.

    Para terminar con la parte introductoria, decir que la hora de planificar los entrenamientos en el remo en banco fijo habitualmente se utiliza el remoergómetro, es de uso habitual el modelo Concept 2. Este ergómetro controla la resistencia del ventilador mediante una ventanilla que regula la entrada de aire al mismo. El fabricante denomina a esta resistencia Drag Factor (DF), y recomienda utilizar DF entre 115 y 140, debido a que son los que mejor simulan las sensaciones de los remeros de banco móvil en el agua. No obstante, en un estudio realizado con remeros de banco fijo, un DF de 160 es la que más se asemeja a las competiciones de las traineras, observándose que a este DF se dan unas 5 pulsaciones/minuto menos de las que se dan en la trainera (Arrizabalaga, 2007)

Figura 2. Remo ergómetro, habitualmente utilizado para el entrenamiento (periodo específico) en el remo de banco fíjo o también para el 

control de la condición biológica. A la derecha Ibon Urbieta, campeón de España 2011 en remo ergómetro en la distancia olímpica (2000m)

Análisis de las capacidades condicionales en el remo de banco fijo

    El remo de banco fijo al ser un deporte intermitente, es decir, habrá cambios de ritmo grandes después de cada ciaboga, tendremos que tener en consideración a la hora de analizar las cualidades condicionales en este deporte, ya que por ejemplo en el remo de banco móvil (olímpico) esto no sucede y es por ello que se desarrollan unas potencias máximas mayores, así como consumos de oxigeno mayores (Urdampilleta, 2011).

1.     La fuerza

    El remero debe de controlar un remo generando la mayor fuerza posible en cada palada de una regata, y por lo tanto ocasionará la mayor velocidad posible durante los 5.556m de una competición de remo (20´ de duración). Durante la regata el atleta aplicará el equivalente a unos 25-35kg de peso de fuerza al remo en cada una de las 640-800 paladas que realiza, teniendo en cuenta que el ritmo que llevan oscila entre 33 y 40 paladas aproximadamente (González-Aramendi, 1996ª). Por lo tanto será importante diferenciar dos fases claras en la acción de remar: 1) Fase acuática y 2) Fase aérea.

    En la fase acuática de la palada, la fuerza aumenta progresivamente al principio y luego con la inercia la velocidad es la que se impone. Al igual que en el banco móvil, aunque posiblemente en menor medida, la fuerza que el remero sea capaz de desarrollar durante los 20´ limita el rendimiento.

    Respecto a las fibras musculares, hay que recalcar que el % de fibras lentas (ST) del remero son superiores a las rápidas (FT), componiendo las lentas alrededor de 75% de las fibras del remero y alrededor de 25% las fibras rápidas (FT) en remeros muy bien entrenados (estos porcentajes variarán de remero a remero).

    Basándonos en diversos estudios que se han hecho tanto en banco fijo como en el móvil (Badiola, 2001), podemos llegar a la conclusión de que las capacidades condicionales determinantes respecto a la fuerza son la Fuerza Máxima (FMax) en la champa inicial y a la salida de las ciabogas. Luego la Fuerza Resistencia Aeróbica (FRAe) nos permitirá mantener la fuerza durante toda la competición, y en gran medida será objetivo de la mayor parte del entrenamiento del año.

    Por lo tanto, es evidente que la fuerza es un factor importantísimo en el rendimiento del remo y unos de los factores limitantes del rendimiento.

    Dentro del entrenamiento de fuerza, podremos encontrar distintos aspectos de la fuerza que podemos entrenar dentro de una misma temporada y en diferentes etapas. Entre los “componentes” del entrenamiento, en la fuerza encontraremos 3 tipos: 1) Fuerza Básica, 2) Fuerza Específica y 3) Fuerza Competitiva.

    Dentro de cada uno de éstos, hallaremos los subcomponentes que desarrollarán cada uno de los componentes, que al fin y al cabo serán parte de nuestra planificación.

  1. Dentro de la fuerza básica encontraremos el AFG (Acondicionamiento físico general), FMxHip. (Fuerza Máxima Hipertrófica) y de CI (Coordinación Intramuscular), la cual será importantísima para conseguir un aumento de la fuerza en cada una de las paladas.

  2. La fuerza específica se trabajará mediante la FR (Fuerza de Resistencia) Anaeróbico y Aeróbica que nos va a permitir mantener grandes niveles de fuerza durante toda la prueba y FVeloc. (Fuerza de velocidad) que comenzará a utilizarse al final del período específico y cuando nos acerquemos a las competiciones.

  3. El último componente a analizar será la Fuerza Competitiva, en el cual se desarrollará la Fuerza Resistencia máxima en situaciones de competición, así como FRAe (Fuerza Resistencia Aeróbica), en las intensidades y duraciones de competición. De ello dependerá luego en una parte importante el rendimiento físico del remero (Russel, 1997).

Figura 3. Tripulación que va en la recta (izquierda), fase prioritariamente aeróbica y tripulación a punto de dar la ciaboga (derecha), fase en la que aumentan 

las exigencias anaeróbicas por tener que hacer otra vez la arrancada (mayor cantidad de potencia muscular) para darle otra vez velocidad a la tripulación

2.     La resistencia aeróbica

    En un deporte como el de la especialidad de remo de banco fijo la resistencia será determinante en el rendimiento o resultado final. Sólo teniendo en cuenta la duración de una regata de traineras (20´), veremos que en la mayor parte de las regatas, la energía muscular se adquiere mediante el metabolismo oxidativo o aeróbico (85-90%). El resto de la energía se conseguirá del metabolismo anaeróbico (10-15%), (concentración máxima de lactato y resistencia al lactato), el cual podrá ser determinante tanto en las salidas, como en las llegadas, y que por lo tanto también serán importantes en el resultado final (Badiola, 2001).

    De todas formas, y viendo los porcentajes, podemos afirmar que la vía energética con mayor influencia en el remo es la resistencia aeróbica

    Respecto al trabajo que efectúa la musculatura en esta actividad, hay que decir que un número importante de músculos de la parte superior del tronco toma parte en cada palada, y aunque en menor medida y de una forma menos influyente, el tren inferior tendrá la función de fijar al remero en la embarcación, y en cierto modo también ayudará en la propulsión de la palada, aunque su recorrido esté limitado al contrario que en el banco móvil.

    Dentro de esta capacidad física básica también podremos encontrar distintos componentes: 1) Resistencia Básica, 2) Resistencia Específica y 3) Resistencia Competitiva. Al igual que en el caso de la fuerza, dentro de estos componentes encontraremos distintos subcomponentes.

1.     La resistencia básica se basará en un entrenamiento de la resistencia en el umbral aeróbico (Ae Ligero). El objetivo de este tipo de entrenamiento será conseguir adaptaciones básicas específicas, para así poder partir de éstos (movimientos). Como base para un futuro trabajo de resistencia específica y competición. Normalmente, este tipo de trabajo, dentro de una temporada, será el que primero desarrollarnos, para así volver a reiniciar la actividad. También es otro de los objetivos, mejorar la capacidad de recuperación, mediante la capilarización de se pueda dar en los músculos, entrenando sobre todo fibras de tipo ST, de contracción lenta pero altas cantidades de mitocondrias.

    Por lo tanto este trabajo de carácter aeróbico ligero, será parte importante al principio de la temporada y durante también (semanas de descarga,...). Además esta zona de entrenamiento la utilizaremos entre series anaeróbicas ya que también ayudará a eliminar la acidosis producida en el músculo por los entrenamiento más exigente y más anaerobios, así acelerando la capacidad de recuperación.

2.     La resistencia específica es una resistencia de duración media. Podremos encontrar 3 subcomponentes:

  1. Resistencia en el Umbral Anaeróbico (UAN) (Ae Medio)

  2. Resistencia en Potencia Aeróbica (VO2max) (Ae Intenso)

  3. Resistencia en Capacidad Láctica (TOLA)

    El trabajo en el UAN posibilitará una mejora de la resistencia, y también se denominará como Aeróbico Medio, siendo un trabajo más intenso que el del umbral aeróbico. Se ha investigado que en el remo de banco fijo el UAN es uno de los factores limitantes del rendimiento (Izquierdo-Gabarren, 2010), lo cual es una cualidad en la que deberíamos trabajar prioritariamente y observar sus mejoras a los largo de la temperada. Los remeros de élite de banco fijo suelen tener el UAN entre a final de temporada entre 80-89% del VO2max (Lizarraga-Sainz, 1988), que es el objetivo a seguir. Los deportistas como norma general el UAN suelen tener esta zona por encima del 75% VO2max. Los valores más altos de esta zona se han encontrado en esquiadores de fondo de élite (90% del VO2max), por ser un deporte en un 90-95% aeróbico y tener implicación de grandes masas musculares.

    En el remo de banco fijo se comité por encima del UANI, es por ello que su entrenamiento es clave. Aunque el VO2max no es un factor limitante del rendimiento en el remo de banco fijo como en el remo olímpico (Cosgrove, 1999; Urdampilleta, 2011; Steinacker, 1993), sí que es importante que esta se tenga alta, ya que en los cambios de ritmo que se realizan (salida, después de las ciabogas y los 500 metros finales, será crucial, así como el metabolismo anaeróbico en general.

3.     Referente a la resistencia competitiva, veremos que es imprescindible, que además de las anteriores resistencias tanto aeróbicas como anaeróbicas en los entrenamientos, será muy importante que el remero sea capaz de desarrollar al máximo sus capacidades de resistencia en situaciones de competición.

    Las intensidades de resistencia competitiva estará entre la zona del UAN y VO2max (80-90%del VO2max) y a unas potencias comprendidas entre 280-310 watios, con cambios de ritmo a 340-350 watios. Todo ello a una frecuencia de 33-40 palada por minuto (Badiola, 2001).

Figura 4. Observamos como la tripulación de la derecha lleva una técnica de remada, tirando más con los brazos y no tanto con el dorsal. Esto 

ayudaría a mantener una mayor frecuencia de palada/minuto, pero a la vez se necesita más fuerza en los brazos y tolerancia láctica al ácido láctico

3.     La velocidad

    En un deporte como el remo, la velocidad que los remeros ejecutan tanto al sacar las manos, pasada en el agua, ataque, al ir hacia popa,... será determinante del rendimiento en esa especialidad.

    Al fin y al cabo, el remo se basa en el objetivo de llevar la embarcación a una velocidad lo más alta posible, ya que así conseguiremos recorrer los 5.556 m los que consta una regata de traineras lo antes posible, y por tanto poder ganar. Esta velocidad tendrá que ser combinada con una excelente técnica tanto individual como colectiva, para así poder obtener un óptimo rendimiento.

    La velocidad tendrá especial importancia en diferentes momentos de la regata, como en la atacada inicial, la salida de las ciabogas y la llegada, determinando así en ocasiones la victoria.

    Dentro del gesto técnico y si analizamos cada palada, la importancia de la velocidad se basará a la hora de atacar con velocidad (sin esperar en el ataque), y sobre todo al final de la palada, ya que en el momento que la embarcación adquiere una velocidad en esa palada, desplegaremos la velocidad máxima para poder seguir empujando y desplazando la embarcación hacia delante. Muy relacionado con esta última parte de la palada, estará la velocidad de las manos al sacar la pala del agua y al enderezar los brazos.

    Dentro de esta capacidad condicional, encontramos de nuevo 3 tipos de velocidad que deberemos entrenar:

  1. La velocidad básica se podrá trabajar mediante los gestos técnicos y distintas fases de la palada y en ocasiones muy relacionado con la técnica.

  2. La velocidad específica la trabajaremos para desarrollar la resistencia a la fuerza rápida.

  3. La resistencia a la fuerza rápida o velocidad resistencia habría que trabajarla, para así poder mantener una velocidad importante en cada palada a lo largo de los 20 minutos. De todas formas, la velocidad competitiva será la que determina o marque el rendimiento en lo que respecta a la velocidad.

    Será importante entrenar a potencias concretas y a diferentes frecuencias (paladas/minuto), por ejemplo en el remo de banco fijo, se suelen dar frecuencias de 33-40 paladas/ minuto, y es por ello se deberían entrenar altas frecuencias, por ejemplo a 40 paladas/minuto, para esas situaciones como la arrancada inicial, después de ciabogas o para los últimos metros de la regata.

4.     La flexibilidad

    La flexibilidad en el remo, junto a las cualidades antropométricas tendrá influencia a la hora de desarrollar la remada, ya que si somos capaces de llegar más lejos en el ataque, podremos aprovechar más el recorrido en cada palada. Por ejemplo: 2 personas que tengan la misma envergadura y las mismas cualidades físicas y psíquicas, tendrá cierta ventaja el que más flexible sea de los dos, ya que podrá genera más fuerza.

    Además, hay que reseñar, que gran cantidad de componentes básicos y específicos que anteriormente hemos citado, tienen el objetivo de mejorar y desarrollar los componentes competitivos, al fin y al cabo buscarán el mejor rendimiento posible en nuestra especialidad deportiva.

    Por otra parte, además de las citadas capacidades físicas básicas, también encontraremos cualidades físicas que aunque no sean tan determinantes, podrán tener parte de influencia en un rendimiento. Estas cualidades físicas se podrían considerar de segundo grado. Por ejemplo; como capacidades condicionales de segundo grado podremos encontrar los siguientes:

  • Agilidad y coordinación

  • Reacción frente a estímulos acústicos y visuales

  • Orientación espacial

  • Ritmo

  • Equilibrio

    Estas cualidades, de una manera básica y específica también deberíamos de entrenarlas y no dejarlos olvidadas.

Niveles de entrenamiento (básico, específico y competitivo)

Tabla 1. Niveles de entrenamiento en remo de banco fijo

*En negrita las cualidades condicionales que más importancia tienen en cada periodo.

Conclusiones

    Según las características físico-biológicas y técnicas de los remeros (longitud de las palancas, capacidad y potencia aeróbica (UAN y VO2max), fuerza máxima y la técnica en el mar, tendremos que priorizar la cualidades condicionales a trabajar durante la temporada.

    Las características de los remeros, por ejemplo remeros muy fuertes, puede que incluso podamos cambiar la palada (mayor frecuencia de palada utilizando más los brazos, músculos más pequeños) en vez de utilizan más el dorsal y tumbarnos más en la tripulación.

    Es por ello, según la táctica de cada club de remo, deberíamos de trabajar las cualidades condicionales (fuerza, velocidad, resistencia y flexibilidad) de diferente manera, potenciando unas más que otras, pero siempre teniendo consciente cuales son los factores limitantes del rendimiento, según la revisión realizada, el umbral anaeróbico (Badiola, 2001; Lizarraga, 1988) y la fuerza máxima (Izquierdo-Gabarren, 20110), son los factores limitantes del rendimiento en el remo de banco fijo

Referencias bibliográficas

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  • GONZALEZ-ARAMENDI J.M. et al. (1996). Relación lactato-velocidad-frecuencia cardiaca en pruebas de 1000 metros de remo de banco fijo. Archivos de medicina del deporte, 13:253-258.

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  • IZQUIERDO-GABARREN M, et al (2010). Physiological factors to predict on traditional rowing performance. Eur J Appl Physiol, 108(1):83-92.

  • LIZARRAGA SAINZ P.M. et al. (1988). Modificación de los parámetros de esfuerzo a lo largo de la temporada en un equipo de remeros de alto nivel en banco fijo y móvil. Archivos de Medicina del Deporte, 18(5):237-41.

  • URDAMPILLETA A (2011). Análisis de los requerimientos fisiológicos y características de las competiciones en el remo olímpico. Lecturas. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 149. http://www.efdeportes.com/efd149/requerimientos-fisiologicos-de-remo-olimpico.htm

  • STEINACKER J.M. et al. (1993). Physiological aspects of training in rowing. Int.J.Spor Med, 14: Suppl.1:S3-S10.

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