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El tratamiento a la psicomotricidad en escolares 

disártricos desde la clase de Educación Física

 

*Licenciada en Educación Especial. Defectología. Especialidad Logopedia

Master en Ciencias de la Educación. Profesora Asistente. UCP ‘José Martí’, Camagüey

**Doctor en Ciencias Pedagógicas. Profesor Titular de Logopedia del Centro

de Estudios Pedagógicos de la Cultura Física y el Deporte

Facultad de Cultura Física Manuel Fajardo Camagüey

***Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Profesor Auxiliar del Centro

de Estudios Pedagógicos de la Cultura Física y el Deporte

Facultad de Cultura Física Manuel Fajardo Camagüey

MSc. Odalys Galindo Socarrás*

DrC. Ángel Luis Gómez Cardoso**

DrC. Hirbins Manuel Dopico Pérez***

amigos2@enet.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          La investigación que se presenta constituye el empeño de la autora en la búsqueda de opciones para desarrollar desde la clase de Educación Física la psicomotricidad, en escolares con diagnóstico de disartria; tiene como objetivo elaborar una estrategia pedagógica para el desarrollo de la psicomotricidad en escolares con diagnóstico de disartria desde la clase de Educación Física. Se aplicaron como métodos y técnicas la observación, la entrevista, el método de expertos, el estudio de casos y los métodos estadístico-matemáticos el análisis porcentual, las tablas de distribución de frecuencias y las gráficas, se utilizó la prueba estadística no paramétrica de correlación denominada coeficiente de concordancia de Kendall con el empleo del paquete estadístico SPSS. Se corroboró el impacto positivo de la estrategia como una vía importante para desarrollar la psicomotricidad y en escolares con diagnóstico de disartria desde la clase de Educación Física.

          Palabras clave: Psicomotricidad. Disartria. Escolares. Tratamiento.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 169 - Junio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Todos los niños/as nacen libres e iguales en libertad y derechos, cada uno tiene acceso a la educación, a un nivel de vida adecuado, a la seguridad social, así como a la distracción y el deporte. A pesar de ser lo más perfecto creado por la naturaleza, no están exentos de alteraciones mentales o físicas, que en algún momento puedan limitarle su desarrollo como ser social y a recibir una atención diferenciada legislada por La Constitución de la República de Cuba que plantea: el estado orienta, fomenta y promueve la cultura física y el deporte en todas susmanifestaciones como medio de educación y contribución a la formación integral de los ciudadanos.

    La actualidad se distingue por el crecimiento acelerado de la ciencia como la fuerza productiva primordial, para promover el desarrollo social y humano, en este sentido, la política educacional cubana se empeña en la formación integral de ciudadanos que puedan participar de forma activa e innovadora en el ascenso social. En el país se distinguen dos entornos de atención logopédica, el tradicional, caracterizado por la reciprocidad terapeuta paciente, en el gabinete o consulta y el actual, el entorno habitual del sujeto, dentro de un ambiente comunicativo lo más natural posible, en la institución preescolar, la escuela, la familia y la comunidad.

    Entre las logopatías en tratamiento cabe mencionar la disartria como una de las más complejas. A lo largo de la historia se han fundamentado disímiles teorías. Los primeros autores acerca del surgimiento de la disartria fueron: Pachenco y Shervacoba (1975), Liapidievski y Shajovkaia, (1975), Perelló (1990), Becker (1986), Mendoza (1985), Peña (1990), Ruíz (1995). Coinciden en el criterio que la disartria es frecuente en la parálisis cerebral infantil. Los escolares con disartria suelen omitir, sustituir, insertar, añadir o distorsionar uno o más fonemas. Es muy importante realizar un diagnóstico diferencial, ya que las disartriasson consecuencia de una lesión en el Sistema Nervioso Central, que entorpece el control de los músculos.

    La psicomotricidad, la psicocinética, y la expresión corporal son tendencias pedagógicas contemporáneas de la Educación Física que posibilitan el tratamiento a la psicomotricidad en escolares disártricos. Con la aparición del nuevo término psicomotricidad, acuñado en 1913 por Ernest Dupré, surge una nueva idea acerca de la imagen y percepción del propio cuerpo caracterizada por las estrechas relaciones existentes entre las manifestaciones psíquicas y corporales. En su obra “Patología de la imaginación y de la motricidad”, publicada en 1925, manifiesta su convicción de las estrechas relaciones existentes entre motricidad y psiquis.

    Su importancia para la Educación Física y en general para la educación es enorme, pues descubre todo un mundo de acción educativa y reeducativa a través del movimiento. Sin embargo, su consolidación en las prácticas escolares, tiene como punto de arranque la década de los sesenta, en que aparece la obra de Pick y Vayer "Educación Psicomotriz y retraso mental", a partir de la cual comienzan a perfilarse algunas tendencias, según estudios realizados por Contreras (García, 1996: 313-319).

    La clase de Educación Física contribuye al desarrollo de la psicomotricidad mediante ejercicios y juegos que posibiliten movimientos, por lo que el maestro de Educación Física debe prestar significativa atención a los escolares con diagnóstico de disartria ya que en estos se afecta tanto la fluencia verbal como el desarrollo motriz. Como disciplina pedagógica la Educación Física, se interpreta como la contribución educativa significativa a la estructuración de la personalidad del educando, con énfasis en la salud y en la calificación de su motricidad natural.

    Es incuestionable el valor extraordinario de los aportes de todos los autores citados en los párrafos precedentes; sin embargo, resultan insuficientes la sistematización teórica en cuanto a lo relacionado con las posibilidades que brinda la clase de Educación Física.

Desarrollo

    En los últimos años se han realizado transformaciones en la educación que tienen en cuenta el cumplimiento de sus derechos. El Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO) como institución educacional especializada ha sido protagonista de dichas transformaciones, al dar vital importancia a los cambios en las tendencias del diagnóstico, al desechar el diagnóstico tardío con fines terapéuticos y tomar como punto de partida el diagnóstico con fines preventivos. En este sentido es significativo señalar toda la labor desplegada en la atención al desarrollo psicomotriz desde diferentes aristas, pero con particular énfasis en escolares con diagnóstico de disartria y muy esencialmente en la motricidad articulatoria.

    Variados han sido los autores que han abordado el tratamiento a la temática de la psicomotricidad, entre los que se destacan las investigaciones de Piaget (1975), Wallon (1980), Ajuriaguerra (1979), Le Boulch (1981), Vayer (1973), Cratty (1990), Lapierre y Aucouturier (1995), pero esencialmente sobre la conducta infantil, y a la explicación de cómo a través de la motricidad se van con­for­mando la personalidad y los modos de conducta.

    Investigaciones realizadas por Dupré (1895); Ajuriaguerra y Heuyer (1936); Diatkine (1950); Boscaini (1988) y Lapierre (1990); entre otros, confirman que los antecedentes y fundamentos teóricos de esta problemática se dirigen de forma general al desarrollo de la psicomotricidad en escolares de la educación general. El tratamiento de este tema en escolares con diagnóstico de disartria ha sido abordado por Picq y Vayer (1969) y Vaizman (1983). Kennedy (1994), sin embargo desde el punto de vista de las posibilidades que brinda la clase de Educación Física para el tratamiento a la motricidad articulatoria en estos escolares ha sido poco abordada.

    A decir de Berrío (2009: 4) en Cuba se conocen las investigaciones de Machuca (2005); Borges (2007) y Hernández (2006) referidas al desarrollo de la psicomotricidad en escolares con discapacidad de tipo sensorial, físico-motoras y con síndrome de Rett respectivamente, ahora bien, se aprecia que como ocurre a nivel internacional desde el punto de vista de las posibilidades que brinda la clase de Educación Física para el tratamiento a la motricidad articulatoria en estos escolares ha sido poco tratada.

    La clase de Educación Física constituye el acto pedagógico en el cual se van a concretar los propósitos instructivo-educativos y las estrategias metodológicas previstas en la programación docente, último nivel de concreción del diseño y desarrollo curricular. Lo esencial en el desarrollo de la clase de Educación Física por tanto, es la interrelación que se establece entre los componentes personales (profesor y alumnos), los componentes no personales (objetivos, contenidos, métodos, medio y evaluación) y las esferas de influencia (lo cognoscitivo, lo procedimental y lo actitudinal) en el proceso enseñanza-aprendizaje. Lo cognoscitivo, se relaciona con el aprendizaje de hechos, conceptos y principios, lo procedimental, con el desarrollo de habilidades y capacidades asociadas a la acción motriz y lo actitudinal, con la formación de actitudes, normas y valores. (López, 1993)

    La Educación Física en la actualidad ha obtenido un amplio desarrollo de diversos modos y modas de practicar el ejercicio físico que ha estado influida por múltiples factores .El alto desarrollo alcanzado por la ciencia y la tecnología, los avances experimentados por las Ciencias Sociales y en especial por la Psicología y la Pedagogía, el gran impacto de los Juegos Olímpicos de la era moderna y del deporte como fenómeno socio-cultural, la necesidad de lograr un mejor uso del tiempo libre han hecho de la educacion Fisica una transformacion.

    La Educación Física es una disciplina pedagógica que basa su intervención en el movimiento corporal, para estructurar primero y desarrollar después, de forma integral y armónica, las capacidades físicas, afectivas y cognitivas de la persona, con la finalidad de mejorar la calidad de la participación humana en los distintos ámbitos de la vida,desarrolla integral y armónica los aspectos físico-biológicos-espirituales de la persona, pero sus efectos se producen de manera integrada y general sobre la totalidad del ser. Coinciden con lo explicado diferentes autores como: Cañizares (2009), Castillejo (1999), Cauas (2004-2006), Dosil (2004-2006), Dzhamgarov (1990), Hechavarría (1996-2006).

    Los primeros comentarios sobre la psicomotricidad aparecen a finales del siglo XIX relacionados con los descubrimientos de la fisiología nerviosa, que ponía de manifiesto que el modelo anatomo-fisiológico que se tenía del cuerpo era insuficiente. Fue Dupré quien, a partir de sus trabajos con enfermos psiquiátricos, utilizó el término de psicomotricidad como síntesis de la relación entre los trastornos de la mente y su reflejo a nivel corporal.

    La psicomotricidad considera al individuo en su totalidad, lo que permite desarrollar al máximo sus capacidades intelectuales valiéndose de la experimentación y la ejercitación consciente del propio cuerpo; para conseguir un mayor conocimiento de sus posibilidades en sí mismo y en correspondencia al medio en que se desenvuelve desempeñando un papel significativo en la educación de los escolares. Se ha confirmado que en esta etapa de la vida existe una relación manifiesta entre el desarrollo de la motricidad y los procesos afectivos e intelectuales.Es por ello que la psicomotricidad no puede reducirse exclusivamente a lo motriz, puesto que aspectos como la sensación, la relación, la comunicación, la afectividad y el lenguaje inciden en el proceso del desarrollo psicomotor de manera importante y siempre ligada al movimiento.

    Zazzo (1979: 56) manifiesta que en la psicomotricidad el aspecto psicológico contiene dos componentes esenciales: el socio-afectivo y el cognitivo; expresándose a través de la relación mutua entre la actividad psíquica y la función motriz

    Es considerable la diversidad de conceptos utilizados por diferentes autores para definir este término. La autora realizó una revisión de varias definiciones de psicomotricidad; sin embargo hizo una selección de los que a su juicio se acercan más a los propósitos de la investigación.

    Las definiciones de psicomotricidad metodológicas más clásicas son las siguientes: La educación psicomotriz es una acción psicológica que utiliza los medios de la Educación Física con el fin de mejorar o normalizar el comportamiento de escolar. Su pretensión es la de educar sistemáticamente las conductas perceptivo-motrices del escolar con objeto de facilitarle los diversos aprendizajes y la integración escolar y social. (Picq y Vayer, 1977)

    Por otra parte Lapierre y Aucouturier son del criterio de que la educación psicomotora es el fundamento de toda educación y definen la Psicomotricidad como un proceso basado en la actividad motriz, en el que la acción corporal en la práctica conduce la orientación témporo-espacial.

    Las definiciones anteriores revisten gran importancia, pues constituyeron la base para conceptualizaciones posteriores: Madelaine Abbadie (1977: 3) considera la psicomotricidad como una técnica que favorece "el descubrimiento del cuerpo propio, de sus capacidades en el orden de los movimientos, descubrimiento de los otros y del medio de su entorno".

    Liévre y Staes (1992) señalan a la psicomotricidad como un planteamiento global de la persona. Puede ser entendida como una función del ser humano que sintetiza psiquismo y motricidad con el fin de permitir al individuo adaptarse de manera flexible y armoniosa al medio que le rodea.

    Según García y Fernández (1994) la psicomotricidad es la técnica o conjunto de técnicas que tienden a influir en el acto intencional o significativo para estimularlo o modificarlo, utilizando como mediadores la actividad corporal y su expresión simbólica, lo que permite aumentar la capacidad de interacción del sujeto con el entorno.

    Muniáin (1997: 24) expone que la psicomotricidad “es una disciplina educativa/reeducativa/terapéutica, concebida como dialogo, que considera al ser humano como una unidad psicosomática y que actúa sobre su totalidad por medio del cuerpo y del movimiento, en el ámbito deuna relación cálida y descentrada, mediante métodos activos de mediación principalmente corporal, con el fin de contribuir a su desarrollo integral”.

    Las Asociaciones Españolas de Psicomotricidad (2001) la consideran como una visión global de la persona, que "integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensoriomotrices, en la capacidad de ser y de expresarse en un contexto psicosocial desempeñando un papel fundamental en el desarrollo armónico de la personalidad”.

    La psicomotricidad es la técnica o conjunto de técnicas que tienden a influir en el acto intencional o significativo, para estimularlo o modificarlo, utilizando como mediadores la actividad corporal y su expresión simbólica. El objetivo, por consiguiente, de la psicomotricidad es aumentar la capacidad de interacción del sujeto con el entorno. (Calmels, 2004)

    Las definiciones anteriores tienen como regularidad la relación entre la psiquis y la motricidad y la importancia de su desarrollo para adaptarse al medio; sin embargo hay una tendencia a hacer corresponder la psicomotricidad con una técnica relacionada directamente con el desarrollo de los movimientos, restándole importancia desde el punto de vista de su relación con el mundo exterior y la psiquis de forma general. Importante la valoración de estos aspectos en los escolares disártricos por presentar ellos no solo por presentar psicomotricidad deficiente, sino también por presentar dificultades emocionales que los hacen ser apáticos, miedosos y dependientes.

    El término psicomotricidad ha sido identificado también como educación psicomotriz u otras formas de intervención relacionada con el desarrollo de la psicomotricidad, sin considerar que ambos términos a pesar de la estrecha relación tienen significados diferentes. El primero está relacionado directamente con un estado del individuo, el segundo tiene más relación con las acciones que se realizan para desarrollar la psicomotricidad.

    Las definiciones citadas anteriormente tienen una estrecha relación, pues la educación psicomotriz tiene como objetivo precisamente el desarrollo de la psicomotricidad, que a criterio de Rigart (2005) son las transformaciones del conjunto de las potencialidades, los cambios de sus competencias y ejecuciones del escolar que facilitan su adaptación al mundo a partir de sus acciones motrices.

    Las unidades funcionales de Luria que son presentadas como circuitos dinámicos autorregulados, construidos según el principio de organización vertical de estructuras del cerebro y dependientes de una jerarquización funcional y afectiva, que ocurre en el desarrollo del niño. Explica que todos los anagramas psicomotores reunidos funcionalmente comprenden una compleja constelación psicomotora, pues cada una contribuye, particularmente, para la organización global del sistema funcional psicomotor.

Métodos para el desarrollo de la psicomotricidad

    Según criterios de Oliden (2008) el sistema nervioso es una estructura dinámica, donde los cambios en su organización, se expresan a distintos niveles y de diferentes formas. Estas modificaciones ocurren casi permanentemente a nivel sináptico y condicionan modificaciones a nivel neuronal, de circuitos o redes, de áreas o mapas y de sistemas, al permitir la asimilación de nuevas habilidades o capacidades para responder a las necesidades del entorno (aprendizaje) o modificar las preexistentes cuando se pierden o afectan (recuperación funcional).

    Esta capacidad de modificar su organización funcional en respuesta a demandas del medio interno (desarrollo y maduración) o externo (aprendizaje motor, lesiones, etc.) se ha denominado plasticidad neuronal o neuroplasticidad; la misma constituye condición en la utilización de diferentes métodos de rehabilitación con el objetivo de mejorar el movimiento y la psicomotricidad de forma general en el caso de algunas patologías o estados del desarrollo como es el caso de la disartria.

    Se pretende alcanzar resultados superiores en el desarrollo de la psicomotricidad en los escolares con diagnóstico de disartria que presentan dificultades en la motricidad articulatoria, lo que implica profundizar en los métodos que se utilizan para lograr este objetivo. Entre los métodos más conocidos se puede mencionar el método Bobath, que según Borges (2005: 46) toma como referencias las deficiencias motóricas en los escolares con parálisis cerebral. Los Bobath las define como una lesión cerebral que interfiere en las capacidades motrices normales, el mantenimiento postural y el equilibrio; ello repercute en la capacidad de poder controlar la cabeza, la posición de sentado o arrodillado y la de levantarse, así como en todo movimiento, en dichas posiciones, tales como comer correctamente y/o hablar. Al partir de este concepto el tratamiento que ellos proponen lo fundamentan en la importancia que le atribuyen a dos factores muy importantes: la detención en el desarrollo psicomotor que se produce por la lesión cerebral en momentos de maduración del cerebro y la presencia de esquemas anormales de actitud y movimientos al quedar fuera de control la actividad refleja de postura. De ahí que el tratamiento de la técnica de Bobath tenga dos etapas bien diferenciadas:

  • Inhibir la actividad refleja anormal de la postura y de movimiento.

  • Facilitar las posturas y los movimientos normales.

    Hace referencia a que antes de iniciar el tratamiento es importante la valoración del comportamiento motor del niño y se diferencien muy bien las reacciones normales, las patológicas y las primitivas. Lo primero es normalizar el tono muscular.

    Los Bobath sugieren para normalizar el tono muscular inhibir al escolar en la actividad refleja anormal o primitiva, educándolo para que asuma esa inhibición por sí mismo(a). La actividad refleja anormal se logra romper al utilizar la técnica de las manipulaciones. La idea central de esta técnica es colocar a los escolares en posiciones que son contrapuestas de las que ellos adoptan. A estas posturas le dan el nombre de "posturas inhibitorias de reflejos".

    La etapa siguiente del tratamiento se basa en facilitar los movimientos normales automáticos de enderezamiento y equilibrio. Los de enderezamiento tienen las misiones de mantener la cabeza y el cuello alineados con el tronco, restablecer la posición normal de la cabeza respecto al tronco, hacer posible la rotación alrededor de un eje y una orientación postural por los estímulos visuales. En cuanto al equilibrio son movimientos automáticos que hacen posible la permanente adaptación postural en los continuos desplazamientos del individuo. Las reacciones de enderezamiento se inician en el mismo momento de nacimiento y van desarrollándose posteriormente, mientras que las reacciones de equilibrio aparecen en el sexto mes del nacimiento. La interacción de ambas reacciones se condiciona con la armonía de los movimientos.

    En el análisis del método antes mencionado la autora coincide con la atención que el mismo ofrece al tratamiento de la psicomotricidad desde el punto de vista del movimiento y equilibrio, pero critica no tener en cuenta el aspecto psíquico. Lo considera aplicable en los escolares disártricos por parálisis cerebral.

    Otro método que se ha aplica con efectividad en escolares con dificultades del lenguaje, asociadas a desviaciones complejas del desarrollo es el método Doman (Sánchez, 2005), el cual se orienta hacia el mejoramiento de muchos de los problemas que padecen los escolares con la utilización de ejercicios que tratan de imitar a la naturaleza del ser humano; por lo que se trabajan movimientos de forma natural.

    El método Doman tiene como premisa la evaluación del nivel de desarrollo que logró el escolar para iniciar el tratamiento a partir de los resultados de este diagnóstico. En el programa de Doman son los padres quienes realizan las actividades en sus hogares de forma diaria.

    En plena coincidencia con el método la autora refiere su utilización en escolares disártricos por tener en cuenta las alteraciones del lenguaje, los ejercicios de movimiento, así como la continuidad en el hogar por la familia.

    Al hacer alusión a los métodos para la estimulación de la psicomotricidad no se debe dejar de mencionar el método Padovan, creado por la logopeda brasileña Beatriz Padovan, al tomar como base la experiencia de los trabajos del psicopedagogo Rudolf Steiner, en relación con interdependencia entre andar, hablar y pensar y del neuropsicólogo Temple Fay en cuanto a la reorganización neurológica. Añadió también, el proceso de naturaleza ontogenética y el proceso de filogénesis, que son los que marcan la organización neurológica.

    Feliu y Capdevila (2006); Goñi (2007) y Uriarte (2007) refieren que para el método Padovan es primordial la relación entre andar, hablar y pensar a la hora de alcanzar el correcto desarrollo. Las tres funciones dependen de la maduración neurológica. La palabra se desarrolla a partir del andar, el pensamiento se desarrolla a partir de la evolución del lenguaje. Si el desarrollo no es correcto, la organización neurológica tampoco lo será y difícilmente se avanzará correctamente en el andar y en el lenguaje.

    Refieren que todos los escolares sin lesiones hacen los mismos gestos estereotipados, los mismos patrones de movimiento, pero los que tienen alguna lesión no. El hombre posee un programa genético pero necesita de un ambiente adecuado para desarrollarlo y dentro de este programa, unos desarrollan más que otros, ciertas habilidades.

    El método Padovan tiene un abordaje corporal y otro oral. No hay boca fuera del cuerpo, ni cuerpo fuera de la boca. Normalmente los escolares que no hablan bien tampoco andan bien o tienen algún problema en la marcha. En el método Padovan se trabaja desde el cuerpo y la boca para tener resultados a todos los niveles, e incluye cuatro grupos de ejercicios:

  • ejercicios de cuerpo

  • ejercicios de ojos

  • ejercicios de manos

  • ejercicios orales (funciones neurovegetativas)

    Para trabajar con el método Padovan se debe de respetar la madurez neurológica del escolar y tener en cuenta las etapas evolutivas Los ejercicios diseñados son sencillos porque se corresponden con los movimientos naturales del cuerpo humano. Se acompañan de canciones o poemas relacionados con el movimiento que se ejecuta o la zona en la que se trabaja para darles ritmo, estimular la audición, el habla y la imaginación. El método requiere de la ejecución de los cuatro grupos de ejercicios en una misma sesión de trabajo.

    Este método se puede trabajar en escolares que presentan parálisis cerebral, síndrome de Down, autismo, problemas de aprendizaje, retrasos psicomotores, dislexia, problemas de comportamiento, psíquico y emocional, problemas degenerativos neurológicos y otros problemas neurológicos. Los ejercicios del método Padovan son sencillos porque se corresponden con movimientos naturales que no han sido creados artificialmente ni inventados.

    A partir del análisis del método antes expuesto la autora lo considera significativo en el tratamiento a la psicomotricidad por realizar un abordaje corporal y oral, por tener en cuenta la maduración neurológica y la interrelación entre las funciones: andar, hablar y pensar. Su empleo es efectivo en los escolares con diagnóstico de disartria por la afectación que los mismos prestan en el lenguaje, neurológica y psicológica. Refuta la expresión. Normalmente los escolares que no hablan bien tampoco andan bien o tienen algún problema en la marcha. Porque no siempre ocurre así, en ocasiones hay escolares que no ha hablan bien, pero si caminan y marchan de manera correcta, como también hay escolares que tienen dificultades en la marcha y no en el lenguaje. La expresión es válida para los escolares disártricos que generalmente si tienen afectaciones en la marcha o al caminar, así como en el lenguaje con limitada movilidad en el aparato articulatorio. Bastan estas razones para comprender que estos investigadores realizan contribuciones de gran significación para el desarrollo de la psicomotricidad que en la actualidad pueden utilizarse en las clases de Educación Física.

    El estudio de la disartria se realizó por primera vez en 1853, cuando el médico inglés Willian J. Little, describió el cuadro sintomático de las parálisis cerebrales y consideró la existencia de trastornos del lenguaje sobre la base de afección en la motricidad articulatoria.

    En el 1885, H Gutzman, aborda la disartria ya como un trastorno de pronunciación, dejando establecida la disartria central y periférica, además de las deficiencias vocales que no se habían tenido en cuenta hasta ese momento.

    Pachenco y Shernacova, opinan que la disartria es una alteración del aspecto fonético del lenguaje, en la cual se afecta la organización prosódica, el flujo sonoro, el matiz fonético de los sonidos (distorsiones de sonidos) o la realización incorrecta de los signos fónicos del aspecto sonoro del lenguaje (omisión y sustitución de sonidos).

    A decir de Luria (1977) la disartria es una alteración en el proceso de articulación de los sonidos, es el trastorno del habla, caracterizado por dificultades en la movilidad de los órganos articulatorios que afectan la pronunciación de los sonidos verbales y que en dependencia de su severidad puede acompañarse de otras alteraciones, de la motricidad general, respiratoria, voz, ritmo y velocidad, entonación y del aspecto léxico gramatical; cuya base etiopatológica clínica es de tipo neurológica.. También hubo dedicados al estudio de la disartria muchos especialistas de la Unión Soviética entre los que cabe mencionar el otorrinolaringólogo Vittarf y la logopeda Telrova, Pravdina y Vinarkala entre otros que hicieron referencia a la disartria en la edad temprana y las consecuencias de la parálisis cerebral en el lenguaje.

    En la actualidad el estudio de esta patología de su compensación y corrección, siguen siendo objeto de análisis. Persisten estudios e investigaciones sobre la logopatía tales como: Cesar Cárdenas Toledo (1980) que define a la disartria como consecuencia de un defecto en la inervación de los órganos que intervienen en el proceso del habla y la voz. Este defecto es provocado por enfermedades del sistema nervioso central y periférico tales como encefalitis, meningo-encefalitis, traumas y trastornos vasculares, entre otros. Es el síntoma verbal característico de la parálisis cerebral infantil.

    En sus investigaciones, el doctor Luis Álvarez Lamí del Hospital Hermanos Ameijeiras plantea que la disartria es una alteración del habla que tiene como base un trastorno neurológico, y que generalmente se acompaña de alteraciones de los movimientos biológicos de losórganos buco faríngeos y en ocasiones de incoordinación fono respiratoria. La disartria, que es fundamentalmente un problema del habla, se acompaña en lamayoría de los casos de problemas concomitantes de voz, dada la íntima elación anatómica y funcional que tienen estos dos niveles de comunicación y de laparticipación frecuente de la misma inervación para ambas funciones.

    A decir José La Osa: El término disartria deriva del griego dys, que significa defecto y arthron, articulación. Genéricamente se trata, por tanto, de una alteración en la articulación o pronunciación de los sonidos del idioma "por causas neurológicas", precisa la doctora Norma Regal Cabrera, especialista de segundo grado en Logopedia y Foniatría y jefa del Servicio de esa especialidad en el Hospital Pediátrico Docente Juan Manuel Márquez, de esta capital.

    La autora de la presente investigación coincide con los autores antes mencionados porque en todos los casos es evidente la insuficiente inervación de los órganos que intervienen en la emisión del habla, lo que trae como consecuencia trastornos en la pronunciación, acompañados por lo general de desórdenes del ritmo respiratorio, la velocidad, la modulación la entonación de la voz y el aspecto léxico gramatical del lenguaje y toma como punto de partida los argumentos de Luria (1977) para desarrollar la motricidad articulatoria en escolares disártricos desde la clase de Educación Física.

    Desde el punto de vista neurológico se diferencian los siguientes tipos de disartria, en dependencia de la localización de la alteración del sistema nervioso: bulbar, subcortical, cerebelar, cortical y seudobulbar.

    Disartria pseudobulbar: Es la más frecuente. Se afectan las vías nerviosas que van desde la corteza a os núcleos de los nervios craneales. Puede aparecer a cualquier edad, pero mientras más temprano se presente más grave será la alteración del lenguaje. Se afectan todos los componentes de este, tanto en la forma oral como escrita.

    Son características en estos escolares, las alteraciones motoras generales. Se afecta la mímica facial (movimiento de ojos y cejas). Presentan dificultades en la marcha, no saben correr ni saltar. Algunos tienen más afectado el lado derecho del cuerpo y otros el lado izquierdo. En la mayoría de los casos no poseen validismo.

    Todas las funciones en las que participa los labios, la lengua y los demás órganos del aparato articulatorio se encuentran limitados. Presentan dificultades en la masticación de los alimentos, no saben tragar saliva, aparece la sialorrea. Se afecta la respiración, la laringe, las cuerdas vocales. La voz es débil, se agotan con facilidad, a veces la voz es ronca, monótona, inexpresiva. Se afecta la pronunciación. En sentido general se aprecia un retardo en el desarrollo del lenguaje.

    El habla disártrica se caracteriza por variaciones en relación con el origen de la lesión: débil o exageradamente fuerte, con frecuentemente alteración de la resonancia nasal. En los casos más graves el habla se hace totalmente incompatible y, en ocasiones, es imposible la realización del más simple de los fonemas, denominándose entonces anartria o sea, imposibilidad total del lenguaje articulado. (Cárdenas Toledo, 1980)

    La autora de la investigación refiere que la disartria se expresa no solo como una mala pronunciación, sino que se haceevidente en estos casos por las dificultades en la coordinación de los movimientos de labios, lengua y velo del paladar, pero además se acompañan alteraciones en la voz, caracterizadas por un incremento de la resonancia nasal para todos los sonidos, dificultades en la entonación y también en la masticación y deglución, lo que explica la presencia de sialorrea. La intensidad de los síntomas varía en correspondencia al daño neurológico. Por los argumentos antes expuestos y por las características psicopeagógicas de los escolares disártricos se recomienda el trabajo de la psicomotricidad desde la clase de Educación Física.

    Surge como resultado de una lesión del sistema nervioso central. Generalmente en las parálisis cerebrales, es más frecuente en la edad temprana motivada por traumas o procesos inflamatorios del cerebro. Puede estar condicionada por lesiones en diferentes sistemas cerebrales.

    Las causas de la disartriageneralmente están asociadas a unalesión estática del Sistema Nervioso Central, también pueden estar dada por hemorragia intracraneal, infecciones u otras noxas peri y postnatales. La lesión neurológica persiste toda la vida y no es progresiva.

    Los escolares disártricos presentan como características psicopedagógicas un intelecto que puede ser normal pero puede presentarse un retraso secundario en su desarrollo psíquico.La atención depende de su estado físico. Se agotan rápidamente, se convierten en escolares tímidos, indiferentes y apáticos. La memoria en ocasiones es buena, reproducen cuentos y relatos. Estos escolares frecuentemente no se orientan en el espacio. Les cuesta trabajo asimilar los conceptos: arriba, abajo, derecha, izquierda, delante, detrás. Les es muy difícil componer un todo con diferentes partes. Tienen dificultad para aprenderse las partes del cuerpo y en conclusión todos los conceptos generalizadores. La psicomotricidad es deficiente, no saben dibujar ni modelar con plastilina.

    Los disártricos presentan alteraciones sensoriales, táctiles, visuales y auditivas. Les cuesta trabajo asimilar los conceptos de forma, color, tamaño, y además pueden presentar trastorno del oído fonemático, todo esto repercute en su rendimiento escolar. Podemos encontrar en ellos dislexias y todo tipo de digrafías, por cuanto se afectan generalmente los te componentes del lenguaje: fonético, léxico y gramatical. En la mayoría de los casos estos escolares están conscientes de su defecto y se afectan grandemente. Se le hace difícil establecer relaciones emocionales, ya que se cohíben de hablar. Algunos se esfuerzan por compensar su defecto sobre todo los que tienen intelecto normal. Son miedosos y no les gusta separarse de su tutor.

    A decir la autora este tipo de escolar tiene una problemática contextualizada en la interrelación que existe entre su yo corporal y su yo psicológico. Un yo corporal que se forma a partir de las limitaciones que presenta en su independencia para caminar, marchar y un yo psicológico que se expresa en la disminución del concepto de sí mismo por la actitud negativa de la familia, compañeros de aula al manifestar piedad, pena y rechazo. Considera un espacio correctivo compensatorio a la clase de Educación Física donde mediante ejercicios y juegos los escolares realizar pueden caminar, marchar, comunicarse, mantener emociones relacionarse con los miembros del grupo.

    Existen estudios de incidencia en el tema que nos ocupa Si decimos que la disartria se inserta dentro de las alteraciones provocadas por una lesión neurológica, los estudios de incidencia corresponden a estas causas. Según reportes en nuestro país la incidencia de la Parálisis Cerebral Infantil es de 1,5 a 2,5 niños por cada 1.000 nacidos vivos.

Bibliografía

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 169 | Buenos Aires, Junio de 2012  
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