Caracterización epistemológica, psicológica y pedagógica de la comunicación educativa del entrenamiento deportivo |
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*Profesora Titular. Vice Decana de Investigación y Post Grado en la Universidad del Deporte en Holguín **Profesor Titular. Metodólogo de la formación doctoral en la Universidad del deporte en Holguín (Cuba) |
Dra.C. Elsa Sivila Jiménez* Dr.C. José Rafael Proenza Pupo** |
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Resumen En el artículo se sintetizan desde la perspectiva teórica, aspectos esenciales que conforman el sustento epistemológico, pedagógico y psicológico de la comunicación educativa en el proceso pedagógico del entrenamiento deportivo, se resalta la labor del profesor entrenador haciendo referencia a la comunicación como un valor al concederle el papel protagónico al estudiante atleta bajo la dirección del docente. Se hace un análisis histórico tendencial de las definiciones aportadas por diferentes investigadores del tema en Cuba y otros países del mundo, concluyéndose con los resultados contextualizados, obtenidos por los Autores en sus investigaciones en la universidad deportiva de Holguín entre los años 2010 y la actualidad. Palabras clave: Comunicación educativa. Entrenamiento deportivo.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 169 - Junio de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Los estudios realizados en torno a la relación comunicación educación en las diferentes vertientes de la práctica social, han contribuido a conceptuar la comunicación educativa. Diversos autores coinciden en destacar que ésta constituye un tipo de comunicación que propicia el intercambio, procesamiento y transmisión de mensajes que se suscitan en el ámbito del proceso docente educativo.
La relación comunicación educación ha sido históricamente caracterizada de formas diferentes, que van desde las posiciones que enfatizan en los contenidos donde el maestro desempeña el papel fundamental como transmisor de conocimientos y el alumno asume la posición de receptor y depositario de este conocimiento, reproduciendo las palabras del maestro o del texto , hasta las concepciones más actuales en las que se concibe el proceso docente educativo como un todo integrado, en el que se pone de relieve el papel protagónico del alumno, características que se expresan en el entrenamiento deportivo, al ser este un proceso eminentemente pedagógico.
Es importante que el profesor – entrenador logre que durante el desarrollo de las diferentes actividades que se realizan en el transcurso del entrenamiento deportivo, se revelen como características determinantes la integración de lo cognitivo y lo afectivo, de lo instructivo y lo educativo, como requisitos psicológicos y pedagógicos esenciales que caracterizan la efectividad del proceso pedagógico.
Esta comunicación permite ejercer influencias educativas, pues la misma estimula el desarrollo de la personalidad de los estudiantes- atletas en la esfera cognitiva, afectiva y conductual, promueve la aparición de contradicciones internas que genera desarrollo de la personalidad, adquiere carácter planificado y dirigido por el entrenador en búsqueda de la interacción del grupo por lo que requiere la utilización del estilo flexible de comunicación, así como la utilización de métodos persuasivos que estimule la confianza, la seguridad de los estudiantes – atletas para abrirse al diálogo.
Desarrollo
Desde la década del 70 en América Latina se ha venido desarrollando una Pedagogía de la Comunicación, orientada hacia la búsqueda de formas más eficientes de diálogo y de participación en los grupos de enseñanza, es decir, la educación vista como un proceso comunicativo, la pedagogía del diálogo y la comunicación.
Diferentes autores abordan en su obra criterios de gran valor para el desarrollo de una comunicación educativa, entre ellos: Hanin (1980), Prieto (1985), Henry (1995), Lister (1999) y Freire (1985). Este último afirma que sin diálogo no hay comunicación y sin ella no hay verdadera educación, destaca que sin la relación comunicativa entre sujetos cognoscentes en torno a un objeto cognoscible desaparecería el acto cognoscitivo, el mundo humano es un mundo de comunicación.
“La educación es comunicación, es diálogo en la medida en que no es la transferencia del saber, sino un encuentro de sujetos interlocutores, que buscan la significación de los significados”. (Paulo Freire)
Gutiérrez, también atribuye gran importancia al diálogo en el proceso docente, destaca que si el aprendizaje no se realiza mediante el diálogo, en el cual docentes y discentes intercambian sus roles, no habrá aprendizaje significativo, pues toda acción pedagógica comprometida se origina en la comunicación dialogada. Desarrolla la Pedagogía del Lenguaje Total, la que permite que los alumnos se expresen con toda plenitud y dinámica de su ser, utilizando los medios de comunicación no sólo como instrumentos de información, sino de expresión y recreación de la realidad.
Crea nuevas normas de convivencia humana, contribuye al logro de estructuras sociales más justas y más humanizantes que las actuales, mediante el empleo de técnicas de dinámica de grupos y de comunicación dialógica. Desarrolla nuevas relaciones estructurales en el sistema educativo, mediante la pedagogía no directiva donde los alumnos sean gestores de su propia historia.
Por su parte Kan Kalin (1983), plantea que la comunicación educativa “es un tipo de comunicación profesional que establece el profesor con sus alumnos, tanto en el aula como fuera de ella, que tiene lugar en el proceso de enseñanza- aprendizaje”. Creck, destaca que esta comunicación supone los procesos de interacción entre maestros y alumnos que prevé a los interlocutores de una posición dentro de la relación educativa.
El proceso pedagógico del entrenamiento deportivo precisa de la comunicación educativa para hacer llegar a los atletas los objetivos y fines que se persiguen en la práctica del ejercicio físico, pues la comunicación transcurre a través de la designación de los diferentes objetivos y fenómenos, haciendo uso de la palabra. Como bien plantea Ozolin, en el proceso de aprendizaje de la técnica deportiva se aplica el método de utilización de la palabra, que tiene como tarea fundamental crear en los participantes una representación motora correcta, clara y precisa, ayudar a dominar el movimiento.
El cumplimiento de este propósito requiere de la preparación del personal pedagógico que tan alta responsabilidad corresponde en la educación y desarrollo de la personalidad de los educandos, para lo que precisan del desarrollo de la comunicación educativa, de manera que esté en condiciones no sólo de ser un buen docente, sino un buen educador.
En Cuba esta problemática es estudiada por González Rey (1975), Alfonso (1998), Krafchenko (1990), Ojalvo (1994), Fernández (1996 ), y Ortiz (1997), entre otros, los cuales en su esencia destacan la importancia de la comunicación del maestro con sus alumnos dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje en particular y en el proceso pedagógico en general, para el cumplimiento de los objetivos de la educación, lo que es válido para el entrenamiento deportivo, como proceso pedagógico.
Educación y comunicación son procesos que aunque poseen su propia identidad, están estrechamente relacionados, se influyen mutuamente para lograr su perfeccionamiento. La educación es un sistema de influencias que tiene como fin el logro de la socialización del individuo a partir de los intereses y valores de una sociedad en un contexto determinado. ” La comunicación como expresión creadora es la que da significado y profundidad al proceso educativo, al asegurar y acrecentar en el estudiante su participación y creatividad. La educación como encuentro y comunicación entre seres humanos es un proceso de comunicación “. (Ortiz, 1997).
Este autor plantea que la comunicación pedagógica “es una variante peculiar de la comunicación interpersonal, que establece el maestro con los alumnos, padres y otras personas, la cual posee grandes potencialidades formativas y desarrolladoras en la personalidad de educandos y educadores. Posee cierto carácter obligatorio, pues de lo contrario no tendría continuidad el proceso pedagógico”. A lo que puede señalarse que más que continuidad sin la comunicación dejaría de existir el proceso pedagógico orientado hacia la formación de la personalidad.
Es importante destacar que la comunicación educativa hay que organizarla, sistematizarla, en correspondencia con las exigencias que emanan de la sociedad, encaminadas hacia el desarrollo de las características personológicas correspondientes. Sujomlinsky (1981-1886) considera que la autoeducación y autoconocimiento del hombre es imposible sin la belleza, riqueza, profundidad emocional y la plenitud espiritual de la comunicación. Este autor valora la necesidad de aprender a sentir junto a la otra persona, aprender a comprender su alma, mirar a través de sus ojos el complejo mundo espiritual; es decir educar la sensibilidad hacia los demás.
La comunicación educativa reviste gran importancia en el desarrollo y perfeccionamiento de la personalidad, pues los participantes en el proceso tienen la posibilidad de trasmitir a los demás su realidad psicológica, valores sociales conocimientos y habilidades que propician la interacción exitosa entre uno y otros. Esta ha sido abordada por diferentes autores tanto en Cuba como en el extranjero, no difieren en su esencia al destacar las interacciones que se establecen entre profesores y alumnos con las cuales se ejercen influencias educativas.
El desarrollo de la comunicación educativa o pedagógica contribuye a la efectividad del desempeño profesional de los maestros y profesores, al incidir en el desarrollo de habilidades profesionales, entre las que se destacan las comunicativas. Durán (1995), González (1995), Rodríguez y Álvarez (1991), atribuyen gran importancia a su estudio, sin embargo aún existen limitaciones en la manifestación de estas habilidades durante el desarrollo del proceso pedagógico. “Desafortunadamente, la ausencia de una cultura de comunicación determina que no se prepare al maestro para la comunicación, que en sus estudios no se adquieran habilidades y disposiciones para una comunicación desarrolladora con sus alumnos”. (González Rey, 1995).
Al preparar a los profesores-entrenadores de conocimientos teóricos, metodológicos y de estrategias comunicativas contribuirá al desarrollo del pensamiento de sí mismo y al de los estudiantes- atletas, lo que influirá en la efectividad del aprendizaje, téngase en cuenta que el conocimiento se expresa a través de la palabra, el lenguaje constituye la envoltura material del pensamiento.”La relación entre pensamiento y palabra no es un hecho, sino un proceso, un continuo ir y venir del pensamiento a la palabra y de la palabra al pensamiento, y en él la relación entre pensamiento y palabra sufren cambios que pueden ser considerados como desarrollo en el sentido funcional. El pensamiento no se expresa simplemente con palabras sino que existe a través de ella“. (Vigostky, 1981)
Los entrenadores en el desarrollo de sus clases como célula fundamental del proceso de docente-educativo, precisan tener en cuenta las consideraciones anteriormente realizadas y atender con un enfoque integrador y dialéctico los aspectos psicológicos y pedagógicos durante su desarrollo. Al abordar los requisitos psicológicos y pedagógicos del proceso docente-educativo durante la labor pedagógica del entrenador deportivo, es imprescindible destacar entre estos la relación entrenador-atleta, por la gran incidencia que en el plano psicológico tiene para que se manifieste la integración de lo cognitivo y lo afectivo, así como tener en cuenta que este proceso transcurre a través de la actividad y la comunicación.
Caracterización psicológica
La comunicación entrenador-atleta constituye un elemento de primer orden en el acto de enseñar y aprender, en gran medida el éxito que en este proceso se obtenga depende del manejo acertado de la palabra por parte del entrenador, que podrá hacer comprender al atleta el conocimiento que trasmite, influyen también las actitudes emocionales que asume ante lo que expone, su convicción de lo que dice y el método que utilice para la transmisión de estos conocimientos, teniendo en cuenta que es un proceso activo y de influencia recíproca. “Lo primero que el maestro tiene que lograr con sus alumnos es la formación de una verdadera relación profesor-alumno que se caracterice por la seguridad, el respeto y la motivación hacia la actividad”. (González Rey, 1995).
El hacer referencia al maestro y al alumno es válido para entrenadores y atletas que aunque las situaciones comunicativas difieren por el contexto situacional en que se desarrollan los contactos interpersonales aumentan el sentimiento de pertenencia a diferentes grupos sociales, en estos se forman relaciones que permiten la influencia recíproca a partir de las exigencias establecidas socialmente: la reacción de un sujeto provoca determinadas respuestas en el otro y este a su vez conduce a la modificación en la reacción del primero, pues la comunicación educativa no solo actúa como un factor que posibilita el conocimiento de los objetos, de los demás y de sí mismo, sino que también actúa como un regulador de la conducta.
El profesor-entrenador en el proceso de comunicación permite un constante intercambio de ideas, intereses, estados de ánimos, pues la comunicación es el desarrollo de las personas por las personas, su formación como sujetos sociales, según Predvechni (1981). Al comunicarse con sus semejantes el individuo adquiere nuevos conocimientos, que inciden en su conducta y de ahí, la gran repercusión educativa que tiene la relación entrenador – atleta como condición indispensable para el desarrollo de cualidades positivas de la personalidad del atleta y el enriquecimiento de la personalidad del entrenador. “El éxito de cualquier influjo educativo depende no sólo de qué sentido da a su influjo el educador, sino también de qué sentido ve en él el educando y en particular de qué motivo atribuye él al educador”. (Konnícova, 1981)
Lo anteriormente planteado evidencia la necesidad de que exista un estrecho vínculo entre lo afectivo y lo cognitivo en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, ambos aspectos se condicionan mutuamente. “La unidad de lo cognitivo y lo afectivo es principio teórico y metodológico fundamental para comprender la personalidad como el nivel regulador superior y más organizado de lo psíquico“. (González Rey, 1995)
El proceso comunicativo entre atleta-atleta, entrenador-atleta y entrenador-entrenador, encierra una fuerza y una riqueza extraordinaria, no sólo en la asimilación de los contenidos, sino también en el desarrollo de las concepciones y valoraciones que orientan su educación en sentido general. Cuando el entrenador se convierte en el ideal a seguir por el estudiante-atleta, constituye un fuerte motivo para el desarrollo de su personalidad, lo que sin duda incidirá en la asimilación y sistematización de los conocimientos, aspecto fundamental para lograr los resultados esperados y contribuir a la formación de una personalidad independiente y creativa, capaz de enfrentar los problemas que emanan de las exigencias de la práctica deportiva.
En la literatura Psicopedagógica la relación maestro-alumno es una temática bien tratada, por lo que no es posible agotar la misma, sí es de mucho interés tener en cuenta algunas de las exigencias declaradas por Torres Ortiz (1996) a la labor del maestro en su relación interpersonal con el estudiante las que deben ser atendidas por el entrenador deportivo, entre ellas están:
Desarrollar la capacidad comunicativa y lograr una comunicación interrumpida y eficiente con los alumnos.
Poseer la capacidad perceptiva para conocer las imágenes que se forman los alumnos de él.
Valorar acertadamente la psicología de sus alumnos.
Responder adecuada y serenamente a sus estados de ánimos.
Comprometerse afectivamente con ellos.
Evitar tendencias a evaluar constantemente la conducta de sus alumnos, aprender a escucharlos y tratar de “ponerse en su lugar”.
Tener en cuenta estas exigencias en el desarrollo de la labor educativa del entrenador de juegos deportivo contribuye al florecimiento armónico de la relación entrenador – atleta, las mismas deben estar dirigidas a que el atleta se sienta bien, seguro y deseoso de intercambiar, lo que requiere de disposición para escucharlo, entrar en esferas de interacción que resulten interesantes al atleta, que los motive, que los estimule.
En el decursar de ese intercambio es necesario ir señalando los desaciertos, ayudarlos a corregirlos, entrenarlos con nuevos procedimientos que cautiven su atención e interés a través de la actividad y la comunicación por las que transcurre el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo que incide positivamente en su preparación para el futuro desempeño de su actividad en las esferas de actuación correspondientes. Para lograr el nivel de independencia cognoscitiva a que se aspira, se requiere de un trabajo científico y metodológico y de la adecuada preparación del profesor-entrenador en cada una de sus actividades pedagógicas, que apoyadas en la comunicación educativa podrá trasmitir sus conocimientos siempre en correspondencia con las particularidades psicológicas de cada período del desarrollo psíquico de la personalidad.
Caracterización pedagógica
Las tareas de enseñanza y aprendizaje que se planteen a cada período del desarrollo psíquico deben responder a la nueva situación social del desarrollo, que está caracterizada por una determinada combinación de factores internos y externos que provocan cambios radicales en el contenido y en la correlación de las tendencias motivacionales esenciales de la edad, que determina la reestructuración de las demás particularidades psicológicas, que se manifestarán en las diferentes actividades que desarrollan.
El proceso de enseñanza-aprendizaje a la vez que es actividad es comunicación, en este están presentes los objetivos determinados por los motivos que impulsan a las acciones a través de la consecución de operaciones que se desarrollan en correspondencia con las condiciones que prevalezcan, para lo cual se requiere la integración de los sujetos que en él intervienen. Como ha planteado Fernando González Rey (1996), “el sujeto con su carácter actual e interactivo va implicándose en distintos sistemas de actividad y comunicación, dentro de las cuales enfrenta exigencias crecientes, desplegando ante ellas sus potencialidades personológicas”.
Psicológicamente la actividad se define como aquellos procesos mediante los cuales el individuo, respondiendo a sus necesidades se relaciona con la realidad, adoptando determinada actitud ante la misma. Esta confiere el carácter activo de la personalidad. “La consideración del hombre dentro de un permanente sistema de relaciones con el mundo y los demás hombres, tiene en la base su actividad en este sistema, en el cual interactúa de manera consciente”. (González Rey)
Diferentes autores (Leontiev, Rubinstein, Lomov) entre otros, han corroborado en diferentes trabajos el papel de la categoría actividad en el desarrollo de la personalidad, el hombre como ser social siempre está interactuando con su medio, para lo cual desarrolla actividades específicas, cada una de las cuales se corresponde con sus diferentes necesidades, orientando su actuación hacia el objeto que permitirá la satisfacción de la misma. Estas actividades se diferencian entre sí por su contenido, pero tienen en común el poseer una misma estructura, que como ha definido Leontiev está conformada por el objeto de la actividad, que es su motivo, no es posible la existencia de una actividad desmotivada, el motivo siempre estará presente.
El desarrollo de las actividades transcurre a través de las acciones que están estrechamente relacionadas con los objetivos que se persiguen, para lo que es necesario que estas acciones se operacionalicen y en su puesta en práctica se tenga en cuenta las condiciones ante las cuales se presentan. Es importante destacar que los componentes estructurales de la actividad no permanecen estáticos. La actividad comporta un proceso que se caracteriza por presentar transformaciones en sucesión constante, como ha planteado Leontiev.
El desarrollo de las diversas actividades a las que se enfrenta el hombre tiene gran significación para la asimilación de toda la experiencia histórico social del mundo en que vive desde las edades más tempranas, e incide en todo el desarrollo de su personalidad, se considera que el entrenamiento deportivo constituye una de las actividades de gran incidencia en la formación de la personalidad, y cobra valor en dependencia de cómo se organizan, de los métodos que se empleen, lo que influirá en el cumplimiento de los objetivos planteados que llevan implícito la activación del pensamiento, el procesamiento de información provenientes de diferentes vías, todo lo que se manifestará en la conducta que asuma cada sujeto.
Los autores en sus investigaciones han podido comprobar que el proceso de entrenamiento deportivo a que se enfrenta el atleta transcurre a través de la intensa práctica deportiva, en la cual es necesaria la asimilación de los conocimientos que le permitirán la posterior demostración y puesta en práctica, acorde a las exigencias que del tipo de deporte emana, lo que indica que el entrenador debe tener precisado los objetivos y fines a que aspira para lo que requiere de la consecución de acciones que a su vez se sustenta en diferentes operaciones.
Igual pudieron observar que la actividad de aprendizaje durante la clase en el entrenamiento está determinada generalmente por las relaciones del atleta con el contenido que debe asimilar, las cuales se desarrollan en la comunicación con el entrenador y los atletas, compañeros de equipo en el transcurso de la actividad de enseñanza, así como la acción reflexiva y activa del estudiante-atleta sobre los diferentes ejercicios que requerirán en la medida que avance en el proceso de operaciones cada vez más complejas de las capacidades superiores, propias del ser humano.
Conclusión
La comunicación educativa es esencial en la dinámica de las actividades que enfrenta el entrenador junto a sus atletas, influye en el nivel de compromiso y participación de ambos y deviene mecanismos de regulación entre los implicados en el proceso comunicativo, quienes comparten objetivos comunes, de aquí la importancia del proceso comunicativo en la creación de un clima psicológico adecuado y la necesidad de su conocimiento en especial por parte de los entrenadores-profesores , así como la aplicación de estrategias que contribuyan a la elevación de la efectividad de dicho proceso.
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