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El patinaje artístico libre individual sobre 

ruedas: la ejecución técnica y la condición física

 

Licenciado en Ciencias Físicas en 1996 por la Universidad de Sevilla

Juez Nacional de Patinaje Artístico. Diploma de Estudios Avanzados y Máster

en Alto Rendimiento Deportivo en 2006 por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla

Doctor en Alto Rendimiento Deportivo en 2011 por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla

Profesor Asociado del Departamento de Deporte e Informática, Universidad Pablo de Olavide

Daniel Rojano Ortega

drojort@upo.es

(España)

 

 

 

 

Resumen

          En una competición de patinaje artístico libre individual sobre ruedas, cada patinador debe realizar dos programas: un programa técnico o corto, de menor duración y un programa libre o largo, de mayor duración. En el programa técnico los patinadores deben realizar un número obligatorio de elementos denominados integrativos. En el programa libre los patinadores pueden realizar un número no fijo de integrativos, elegidos libremente entre saltos sueltos, combinaciones de saltos, piruetas sueltas, combinaciones de piruetas y secuencias de pasos. Para una correcta ejecución técnica de los integrativos y una buena impresión artística de los programas, es necesario desarrollar adecuadamente la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad. El patinaje artístico es un deporte básicamente anaeróbico. En los saltos, la obtención de la fuerza se realiza mediante el metabolismo anaeróbico aláctico y en las piruetas, ambos tipos de metabolismo anaeróbico, aláctico y láctico, son necesarios. El número de integrativos de los programas es elevado, por lo que para una adecuada ejecución técnica durante todo el programa, se deberá trabajar también la resistencia anaeróbica, aláctica y láctica. En cuanto a la velocidad de ejecución, el patinador debe ser capaz de obtener una buena velocidad de desplazamiento en los saltos y al finalizar las series de pasos, y de rotación en las piruetas. La flexibilidad es una cualidad física indispensable en la realización de las piruetas y hará posible una mayor espectacularidad a la ejecución de las series de pasos, mejorando así la globalidad artística del programa.

          Palabras clave: Patinaje artístico. Salto. Pirueta. Secuencia de pasos. Fuerza. Resistencia. Velocidad. Flexibilidad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 169 - Junio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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El patinaje artístico individual

    El patinaje artístico sobre ruedas es un deporte que consta de varias modalidades: individual masculino, individual femenino, parejas de artístico (llamadas tradicionalmente parejas mixtas) y parejas de danza. En los últimos años se está implantando también la modalidad de shows.

    En este artículo vamos a centrarnos únicamente en el patinaje artístico libre individual (que a su vez, es la base de la modalidad de parejas mixtas) y en la relación entre la condición física y la ejecución técnica.

    El patinaje artístico individual consta de dos partes bien diferenciadas denominadas “escuela” y “libre”. La escuela consiste en realizar una serie de giros sobre unos círculos pintados sobre el suelo mediante un solo impulso inicial y es valorada con una única puntuación. Actualmente, dado que el patinaje libre es más espectacular, va perdiendo relevancia y parece que tiende a extinguirse.

    En el patinaje artístico libre individual los patinadores deben realizar una serie de elementos de dificultad denominados “integrativos”. Estos integrativos se clasifican en saltos, piruetas y series o secuencias de pasos. La valoración de los mismos dará lugar a la puntuación técnica.

    Existe otra puntuación denominada impresión o puntuación artística que valora la parte artística de los ejercicios, siempre presente mediante la expresión corporal y los pasos de enlace realizados entre varios elementos de dificultad. Esta puntuación está bastante condicionada por la correcta realización técnica de los integrativos, ya que la calificación artística debería no distanciarse más de un punto de la calificación técnica.

    En una competición de patinaje artístico libre individual cada patinador debe realizar dos programas de distinta duración: un programa técnico cuya duración es menor, por lo que se denomina comúnmente programa corto, y un programa libre cuya duración es mayor, por lo que se denomina también programa largo. La duración de los programas varía según la categoría del patinador. La normativa europea 2012 establece que, para las categorías Junior y Senior (más de 17 años), el programa corto debe durar 2 minutos y 15 segundos y el largo 4 minutos1.

    En el programa técnico los patinadores deben realizar un número determinado de elementos de dificultad. Los seis elementos de las categorías Junior y Senior, según la normativa europea 2012, son los siguientes1:

  • Axel, que puede ser simple, doble o triple.

  • Salto picado, que puede ser simple, doble o triple.

  • Combinación de saltos (mínimo 3 y máximo 5) incluyendo alguno de dos o más vueltas.

  • Pirueta de clase A con un mínimo de 3 vueltas.

  • Combinación de piruetas de dos o tres posiciones con o sin cambio de pie, incluyendo al menos una pirueta baja y un mínimo de tres vueltas en cada posición.

  • Secuencia de pasos en diagonal.

    En el programa libre, los patinadores pueden realizar un número no fijo de integrativos elegidos libremente entre saltos sueltos, combinaciones de saltos, piruetas sueltas, combinaciones de piruetas y secuencias de pasos (de las que deben realizar al menos dos).

    La ejecución de los programas será valorada por un número impar de jueces que puntuarán tanto la impresión técnica como la impresión artística del programa.

La ejecución técnica y la condición física

    Fuerza y resistencia. Se denomina fuerza a la capacidad de generar tensión que tiene el músculo al activarse o al contraerse2,3.

    En función de si existe o no cambio en la longitud muscular, podemos clasificar las contracciones musculares y, por tanto la fuerza desarrollada, en fuerza isométrica, en la que el músculo no cambia de longitud a pesar de estar realizándose el proceso contráctil y fuerza isotónica o dinámica, en la que el músculo se acorta manteniendo la tensión constante4.

    También podemos hacer una clasificación en función de la vía metabólica utilizada para la obtención del ATP necesario para la contracción4:

  • Fuerza anaeróbica (o fuerza rápida), es decir, fuerza desarrollada con deuda de oxígeno. Puede ser de dos tipos:

  • Aláctica: es aquella en la que la energía necesaria para la contracción proviene de los depósitos de ATP y PC del músculo. Es la vía más rápida de obtención de energía. Se utiliza principalmente en contracciones explosivas de corta duración, ya que los depósitos duran unos 6 s. Es la que se conoce como fuerza explosiva.

  • Láctica: es aquella en la que la energía necesaria para la contracción se obtiene a partir del glucógeno muscular con la consiguiente acumulación en la célula de ácido láctico debido a la falta de oxígeno. Se utiliza principalmente en esfuerzos intensos de no más de 3 minutos de duración.

  • Fuerza aeróbica, es decir, fuerza desarrollada con oxígeno suficiente para que se pueda dar el ciclo de Krebs, obteniéndose gran cantidad de energía. Es el sistema más lento pero el más rentable. Se trata de una vía necesaria para afrontar ejercicios de no demasiada intensidad muy prolongados en el tiempo.

    Se denomina resistencia a la capacidad de soportar la fatiga frente a esfuerzos relativamente prolongados y a la recuperación rápida después de dicho esfuerzo5.

    Podemos hacer también una clasificación de la resistencia en función de la vía metabólica utilizada en el esfuerzo6:

  • Resistencia anaeróbica, que puede ser láctica o aláctica.

  • Aláctica: es la capacidad de soportar la fatiga ante esfuerzos explosivos que utilizan básicamente los depósitos de ATP y PC del músculo. Es también denominada resistencia a la fuerza rápida7.

  • Láctica: es la capacidad de soportar la fatiga ante esfuerzos relativamente intensos que utilizan fundamentalmente el glucógeno muscular.

  • Resistencia aeróbica: es la capacidad de soportar la fatiga ante esfuerzos de no mucha intensidad realizados con oxígeno suficiente.

    Analizamos ahora el tipo de fuerza y de resistencia que son necesarias desarrollar en función del elemento realizado:

  • Saltos. A medida que el patinador va consiguiendo mayor nivel, los saltos que realiza pasan de ser simples a dobles y después a triples (llegando a veces hasta a ser cuádruples). Esto se traduce en que el salto debe ser más alto, por lo que los músculos del tren inferior de los patinadores deben realizar fuerza explosiva o lo que es lo mismo, fuerza anaeróbica aláctica y de tipo dinámico.

    • Al comienzo del aterrizaje de los saltos, los músculos del tren inferior deben decelerar el cuerpo del patinador, por lo que, de nuevo, deben desarrollar fuerza dinámica anaeróbica aláctica. Sin embargo, una vez frenado, en el mantenimiento final de la posición, son los músculos de la espalda y los músculos glúteos los que cobran mayor relevancia, realizando esfuerzos intensos (aunque no explosivos) con una duración menor de 6 s. Se pondrá de manifiesto, por tanto, la fuerza anaeróbica aláctica pero ahora de tipo isométrico.

  • Piruetas. En ellas se debe mantener una buena velocidad de rotación, para lo que se necesita una buena posición durante toda la realización de la misma. Por ello, los músculos responsables del mantenimiento de la postura corporal durante la pirueta (fundamentalmente los músculos de la espalda y los músculos glúteos) deberán realizar esfuerzos relativamente intensos durante tiempos que, a veces, superan los 6 s. Así, la manifestación de la fuerza será tanto anaeróbica aláctica como láctica y en ambos casos de tipo isométrico.

  • Secuencias obligatorias de pasos. Los requerimientos en cuanto a fuerza suelen ser mucho menores que en los saltos y en las piruetas, si bien es cierto que al final de las secuencias de pasos es frecuente disponer de poco tiempo, o poco espacio para conseguir una buena velocidad para el siguiente integrativo a realizar, por lo que nuevamente el tren inferior habrá de desarrollar fuerza explosiva (anaeróbica aláctica).

    En un programa largo de patinaje artístico, no existen restricciones en cuanto al número mínimo ni máximo de integrativos a realizar. Sin embargo, los patinadores intentarán mostrar en él todos los elementos de máxima dificultad que sepan realizar, teniendo en cuenta además que el programa debe ser equilibrado en cuanto a número de saltos, piruetas, combinaciones de saltos, combinaciones de piruetas y secuencias de pasos. En total resulta un número de integrativos que nunca es inferior a diez, por lo que se deberá trabajar también la resistencia anaeróbica, tanto aláctica como láctica.

    Velocidad. Desde un punto de vista físico, se define la velocidad como la magnitud que mide la rapidez de cambio de posición de un objeto con respecto al tiempo8. Se puede tratar tanto de velocidad de traslación como de velocidad de rotación. Normalmente el patinador debe ser capaz de obtener una buena velocidad en pocos segundos, lo que quiere decir que, aunque aquí tratemos esta cualidad física cómo independiente, va indudablemente unida a la fuerza explosiva.

    Analizaremos ahora la relación entre la velocidad de ejecución y la valoración técnica de cada tipo de integrativo.

  • Saltos. La mejor valoración de un salto, realizado de forma correcta desde el punto de vista técnico (entrada correcta, número de vueltas correcto y salida correcta), se basa en los siguientes aspectos:

    • Buena velocidad en la entrada y en la salida del salto. El patinador debe buscar la mayor fluidez posible en la realización de los mismos, entendiendo por ello que la velocidad en la entrada y en la salida del salto no sea baja, ni muy distinta, ya que la realización del mismo no debe modificarla sustancialmente.

    • Altura del salto, siendo más valorado un salto con mayor altura.

    • Desplazamiento horizontal del salto que, según las leyes de la Física, aumentará con la altura del mismo y con la velocidad de entrada8.

    • Posición del cuerpo en la entrada, en el aire y en la salida. No está directamente relacionada con la velocidad, pero sí está algo influenciada por ella, ya que suele ser más fácil mantener una buena posición en el salto si la velocidad de desplazamiento del mismo es mayor.

Posición de una patinadora en el aire durante un salto

  • Piruetas. La mejor valoración de una pirueta realizada correctamente desde el punto de vista técnico (entrada y salida correcta, número mínimo de vueltas, filo correcto durante la ejecución de la misma y eje de rotación fijo) se basa en los siguientes aspectos:

    • Fluidez en la realización de la pirueta, lo que quiere decir que debe tener una buena velocidad de rotación a la entrada de la pirueta y a la salida de la misma.

    • Número de vueltas dadas, que debe ser siempre igual o superior a tres para que la pirueta se considere válida. Este número de vueltas dependerá de la velocidad de rotación inicial de la misma, puesto que a mayor velocidad de rotación, mayor número de vueltas se podrán realizar sin que la pirueta se finalice prácticamente parada, lo que disminuiría su valoración.

    • Buena posición durante la ejecución de la misma, lo que en la mayoría de los casos también está influido por la velocidad de rotación ya que suele ser más fácil mantener una buena posición cuando llevamos mayor velocidad de rotación.

Posición de una patinadora durante una pirueta alta

  • Elementos de transición y secuencias obligatorias de pasos. La velocidad de dichos elementos se debe adaptar al ritmo de la música, por lo que variará según los programas. Sin embargo, como ya hemos visto, es frecuente que en la parte final de los mismos necesitemos obtener una buena velocidad para realizar correctamente el siguiente integrativo.

    En resumen, una buena velocidad es algo estrictamente necesario para la correcta ejecución de casi todos los elementos y es uno de los factores más decisivos a la hora de clasificar dos saltos o dos piruetas técnicamente correctos.

    Flexibilidad. La flexibilidad es la cualidad que permite el máximo recorrido de las articulaciones en posiciones diversas, pudiendo el sujeto realizar acciones que requieren gran agilidad y destreza9.

    Una buena flexibilidad facilitará la aplicación inicial de la velocidad de rotación en los distintos elementos (saltos y piruetas) ya que el ciclo estiramiento- acortamiento de la musculatura de piernas y/o brazos previos a la ejecución de un salto o una pirueta ayudan a conseguir una buena velocidad de rotación. Dejando al lado lo referente a la velocidad de rotación, la flexibilidad será un requisito más indispensable en las piruetas, en los pasos de transición entre dos integrativos y en las secuencias de pasos que en los saltos.

  • Saltos. En la mayoría de los saltos, aunque la entrada de los mismos varíe, la posición en el aire siempre es la misma y no tiene grandes exigencias sobre la flexibilidad de los patinadores.

  • Piruetas. En las piruetas, aunque los filos (apoyos en el suelo) en los que se realizan las mismas sean iguales, las posiciones del cuerpo varían. Así, una pirueta denominada “alta” no tendrá apenas exigencias sobre la flexibilidad del patinador, mientras que las piruetas denominadas “bajas” y las “ángeles” necesitarán una mayor flexibilidad corporal.

Posición de una patinadora durante una pirueta ángel

  • Además, dentro de las tres posiciones estándar (alta, baja y ángel), los patinadores variarán la posición del cuerpo buscando originalidad y adaptación a la música, lo que hará necesaria una buena flexibilidad.

  • Elementos de transición y secuencias obligatorias de pasos. Un patinador muy flexible podrá realizar una mayor variedad de movimientos artísticos durante los programas dando más posibilidades a las coreografías.

    Una buena flexibilidad colaborará también en la prevención de lesiones (musculares y articulares) en las caídas o en los movimientos bruscos10,11. (Annicchiarico, 2002; Romero, 2003) y nos permitirá ejercer mejor nuestra fuerza, ya que un antagonista que se extiende fácilmente permite más libertad de movimientos10. (Annicchiarico, 2002).

Conclusiones

    En cuanto al desarrollo de la fuerza y de la resistencia, el patinaje artístico individual es un deporte básicamente anaeróbico, puesto que las vías metabólicas utilizadas son la anaeróbica aláctica y la anaeróbica láctica.

  • En la entrada de los saltos y al comienzo del aterrizaje de los mismos, los músculos de las piernas (esencialmente los cuádriceps) desarrollarán fuerza explosiva, es decir, anaeróbica aláctica, de tipo dinámico.

  • Al finalizar la caída, en el mantenimiento de la posición, la musculatura de la espalda y los músculos glúteos deberán producir fuerza anaeróbica aláctica de tipo isométrico.

  • En las piruetas la musculatura de la espalda y los músculos glúteos desarrollarán fuerza anaeróbica aláctica y láctica de tipo isométrico.

  • En las secuencias de pasos y en los pasos de transición los requerimientos de fuerza son bastante menores aunque, a veces, al final de las secuencias de pasos, será necesario que la musculatura de las piernas desarrolle nuevamente fuerza explosiva para conseguir una buena velocidad para el siguiente integrativo.

  • En un programa largo de patinaje artístico, el número de integrativos realizados nunca es inferior a diez, por lo que deberá trabajar también la resistencia anaeróbica, tanto aláctica como láctica.

    La velocidad de ejecución es un factor importante en casi todos los elementos realizados en un programa de patinaje libre.

  • En los saltos, el patinador debe ser capaz de obtener una buena velocidad de desplazamiento.

  • En las piruetas se ha de conseguir una buena velocidad de rotación.

  • Al final de las secuencias de pasos es frecuente que necesitemos obtener una buena velocidad para la realización correcta del siguiente integrativo.

    La flexibilidad es una cualidad física indispensable para un patinador de artístico. Será menos relevante en la ejecución de los saltos, pero de gran importancia en las piruetas y secuencias de pasos para conseguir una mejor valoración artística de los programas. Además, una buena flexibilidad disminuirá el riesgo de lesiones y permitirá ejercer mejor la fuerza.

Bibliografía

  1. Comité Nacional de Patinaje Artístico (2012). Reglamento Técnico. Real Federación Española de Patinaje.

  2. González Badillo, J.J.; Gorostiaga Ayestarán, E. (1995). Fundamentos del entrenamiento de la fuerza. Aplicación al alto rendimiento deportivo. INDE Publicaciones. Barcelona.

  3. González Badillo, J.J.; Ribas Serna, J. (2002). Programación del entrenamiento de fuerza. INDE Publicaciones. Barcelona.

  4. Córdova, A.; Navas, F. (2000). Fisiología deportiva. Editorial Gymnos. Madrid.

  5. Fuentes, J.A. (1994). Fundamentos Biomecánicos de la Musculación. Mega Fitness. Madrid.

  6. Mateo, J. (1998). Tests para valorar la resistencia. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 12. http://www.efdeportes.com/efd12/javierv.htm

  7. Bosco, C. (1994). La valoración de la fuerza con el test de Bosco. Editorial Paidotribo. Barcelona.

  8. Tipler, P.A.; Mosca, G. (2004). Física para la Ciencia y la Tecnología. Volumen 1A: Mecánica. Editorial Reverté, S.A.

  9. Álvarez del Villar. (1983). La preparación física del fútbol basada en el atletismo. C.A.V. Valencia.

  10. Annicchiarico, R.J. (2002). La actividad física y su influencia en una vida saludable. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 51. http://www.efdeportes.com/efd51/salud.htm

  11. Romero, A. (2003). Actividad física beneficiosa para la salud. EFdeportes.com, Nº 63. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 63. http://www.efdeportes.com/efd63/activ.htm

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