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Milán Matos: el poeta del entrenamiento 

de los saltos horizontales en Cuba

 

Metodólogo Principal y Entrenador Consultor. Federación Cubana

de Atletismo. Presidente del Consejo Científico e Innovación Tecnológica. FCA

Director Técnico del Centro de Alto Rendimiento en la IAAF en La Habana (07-09)

Entrenador de NIVEL V, Director de Desarrollo de Entrenamiento de la Academia Mundial

de la IAAF. Disertante IAAF de Nivel II para la Formación y Certificación de Entrenadores

en Centroamérica y el Caribe. Profesor Auxiliar de la Universidad de Ciencias

de Cultura Física y el Deporte

Dr.C. Ariel Muñiz Sanabria

doctorsanabria001@yahoo.es

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          En el deporte los máximos protagonistas son los atletas, pero hay entrenadores que llevan consigo tanta gloria que en su inmensidad son consagrados del Olimpo. Milán Matos León es uno de ellos; único entrenador cubano que tomando un atleta desde los 12 años lo preparó en la categoría escolar, juvenil y adulta para convertirlo en el mejor exponente de su época coronándolo con el título olímpico y mundial. La historia de Milán se lee en los resultados de sus atletas, precisamente el multicampéon de salto de longitud, Iván Pedroso, ha sido su más prominente discípulo, al que siguió Yargelis Savigne en el triple salto. Los grandes entrenadores también tienen nombre, a este le he denominado: El poeta del entrenamiento de los saltos horizontales en Cuba. Evocación de mi maestro sublime: Eriberto Fernández Arroyo “El Viejo”. Milán Matos León, en su quehacer magistral con su peculiar euforia e inspirada rima de acción metodológica, ha hecho del entrenamiento de los saltos horizontales una creación poética. ¡Vamos, vamos, Iván, vamos! es su frase más gloriosa.

          Palabras clave: Milán Matos. Entrenador. Saltos horizontales. Atletismo cubano.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 168 - Mayo de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Existe la convicción de que un atleta no podría llegar a campeón del mundo sin la sabiduría de un idóneo entrenador. En el atletismo cubano al referir buenos entrenadores pudiera enumerarse muchos en las diferentes áreas, los que por sus logros en máximos eventos son de la admiración de los que aspiran a grande.

    Un área de lauros sostenidos por muchos años es la de saltos, de ella pudiera hablarse como escuela, una identidad atestiguada por poseer recordistas mundiales y campeones y medallistas olímpicos y mundiales.

    Los sectores de saltos horizontales no han carecido de maestros que ciclo tras ciclo olímpico desde la década del 80 han aportado destacados atletas en el nivel continental y mundial. Con ese calificativo de maestros podemos mencionar a Julio Bécquer (maestro mayor de los saltos horizontales), Sigfredo Banderas (el mago del triple salto) y Milán Matos (el genio), ellos tres son de los cimientos más sólidos de la academia cubana de saltos horizontales. Los tres llevan bien ganado alta distinción, cada uno en su expresión.

    Pero en términos de literatura es Milán Matos quien ha revolucionado el entrenamiento en poesía. Su quehacer como entrenador es dibujable simbólicamente a una creación armoniosa entre lo arquitectónico y lo paisajístico. Desenvuelve la distribución de las actividades y la carga simulando una descripción rítmica de una fecunda inspiración milagrosa, que no es superada, sino, por su permanente inquietud que agita, estimula y da fe irrevocable a sus atletas.

    Milán entrelaza el punto crítico de la exactitud probada con una cuota mágica de inspiración, diría intuición, que le arrebata al tradicionalismo del entrenamiento la alegría oculta para la efectividad de la carga orientada al éxito.

    Sus sesiones de entrenamiento conforman rima poética, desenvuelve entre saltos, carrera, entrenamiento con pesas y ejercicios especiales una armonía que al resumirla en el microciclo son simplemente una obra preceptora.

    En la distinción de sus sesiones de entrenamiento está la expresión energética y motivante sin igual desde la búsqueda de la concentración de las demandas de los atletas con el objetivo propuesto en cada clase. En el proceso de preparación ataca las deficiencias, convierte en seguridad magnética la mente de los atletas para saberse capaces y ganadores en el exigente mundo atlético.

    Este monstruo del entrenamiento atlético merece admiración, con él he podido referenciarme en tres etapas de mi formación atlético-profesional. La primera inconscientemente, pero inolvidable, fue cuando era atleta y estaba en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) de Ciudad de La Habana “Mártires de Barbados”; contaba yo con 15 años (1988) y era atleta del área de velocidad, pero por coincidencia compartía el dormitorio, aula de estudio y horario de entrenamiento con el ulteriormente multicampeón de salto de longitud, Iván Pedroso. Desde entonces, nunca olvidé sin saber porqué la frase con la que despertaba en el dormitorio a Iván para dar inicio a la jornada de entrenamiento: ¡Vamos, vamos, Iván, vamos! Esa frase indicaba que había llegado la hora de entrenar, pero siempre me interrogué si no había un mensaje superior inclusivo al triunfo, luego supuse que tal vez era: ¡Caminemos hacia el éxito!

    Solo desde esa interpretación es que asumo lo significativo de esa frase que nunca olvidé y siempre mantuve como incógnita en mi raciocinio.

    ¡Vamos, vamos, Iván, vamos!, era la confianza en la búsqueda del triunfo que ese virtuoso del entrenamiento atlético estaba presagiando.

    Un segundo momento de intercambio con Milán Matos fue en mis inicios como profesional del atletismo, y aunque entrenaba con niños y adolescentes, bebí de sus aportes por la extraordinaria metódica de su concepción anímica en las sesiones de entrenamiento.

    Ya en ese entonces Iván Pedroso (años 1996-1997) era el mejor saltador de longitud del planeta.

    El tercer período ya como metodólogo de la Federación Cubana de Atletismo (2000-2011) por más de un decenio, en las visitas a las sesiones de entrenamiento de Milán Matos, con sus saltadores/as, no he podido más que concluir: ¡Este entrenador es un poeta! ¿Por qué?, Es la genuinidad del proceso, es la virtud de la corrección de errores, sumo la creatividad, es el resultado lógicamente. Pero, por sobre todo es la arquitectura para llegar a las individualidades de los discípulos y dar por cumplidos los objetivos de desarrollo que de forma particular va tejiendo en la consecución de las cargas.

Desarrollo

    ¿Cuándo se puede considerar a un entrenador como un monstruo de su quehacer?

    Pueden existir varias, pero para Milán existe una adecuada y es señalar los cuatro aspectos que lo hacen grande en su historial de entrenador.

  1. Iniciación, formación y perfeccionamiento en el salto de longitud del mejor saltador de longitud del mundo por aproximadamente un decenio.

  2. Mantuvo a Iván Pedroso ganador en 8 Campeonatos Mundiales consecutivamente.

  3. Tener el mejor atleta del mundo en dos saltos horizontales en épocas consecutivas: Iván Pedroso en el salto de longitud, y Yargelis Savigne en el salto triple

  4. Lograr medallas mundiales de oro y plata en un mismo Campeonato Mundial en la misma prueba

    Cualquiera de esos epítetos en un entrenador bastaría para decir que es bueno, entonces no hay dudas para afirmar que Milán Matos al ser poseedor de esos cuatro honores, es un monstruo del entrenamiento de los saltos horizontales.

I.     Iniciación, formación y perfeccionamiento en el salto de longitud del mejor saltador de longitud del mundo por aproximadamente un decenio.

    Significa que captó a Iván Pedroso a los 12 años de edad, desde entonces le enseño la técnica del salto de longitud, lo llevó a ser campeón de Cuba en las edades escolares de 15-16 años; posteriormente lo ubicó entre los mejores juveniles del mundo, siendo cuarto lugar (7.81 m) en campeonato de la categoría de Plovdiv, 1988. Como colofón en el exitoso proceso atlético a largo plazo llevó a Iván a alcanzar la gloria olímpica en Sídney 2000, y el Campeonato Mundial en nueve ocasiones.

II.     Mantuvo a Iván Pedroso ganador en 8 Campeonatos Mundiales consecutivamente.

    Fue un trabajo más que admirable, pues el buen manejo de la planificación del entrenamiento para el logro de la forma deportiva de Iván en los eventos fundamentales, se manifestó en la victoria de los dos Campeonatos Mundiales en las cuatro temporadas mundialistas entre los años 1995 y 2001.

Tabla 1. Actuación de Iván en Campeonatos Mundiales (1993-2001)

III.     Tener el mejor atleta del mundo en dos saltos horizontales en épocas consecutivas: Iván Pedroso en el salto de longitud y Yargelis Savigne en el salto triple.

    Al término de su magisterio con Iván Pedroso, no se detuvo en el salto de longitud, en los Juegos celebrados en Beijing 2008 ubicó a Wilfredo Martínez (8.19 m) en el quinto lugar. En esos mismos Juegos Olímpicos la atleta insigne del área de salto en Cuba: Yargelis Savigne, obtuvo la quinta posición en el salto triple (15.05 metros).

    Yargelis por su trayectoria consistente no ha dejado por varios años de ser considerada una de las líderes universales del salto triple; ha triunfado en los Campeonatos Mundiales de Osaka, 2007, en el Bajo Techo de Valencia, 2008 y en Berlín, 2009; además de lograr el subcampeonato en Helsinki, 2005 y Doha, 2010. Es la sexta saltadora (hasta mayo de 2012) que más lejos ha llegado en la historia por su registro de 15.28 metros logrado en el Mundial de Osaka, 2007.

IV.     Lograr medallas mundiales de oro y plata en un mismo Campeonato Mundial en la misma prueba.

    Valdría el esfuerzo recopilar cuántos entrenadores mundiales han logrado en un mismo campeonato universal ubicar dos atletas en los peldaños más altos del podio, ¡no deben ser muchos! En Cuba solamente Julio Becquer en el Campeonato Mundial Bajo Techo de París’97 donde Yoel García (17.30) triunfó y Aliecer Urrutia (17.27) fue subcampeón; y Ricardo Guadarramas, cuando en el Campeonato del Mundo de Stuttgart, 1993, Ioamnet Quintero (1.99 m) y Silvia Costa (1.97 m) fueron campeona y subcampeona en salto de altura. Milán Matos semejó tal hazaña en el evento al aire libre de Berlín, 2009 donde Yargelis Savigne se impuso con 14.95 metros y Mabel Gay le secundó con un salto de 14.61 metros.

    La modestia es su virtud, pero su productividad lo delata como un magnánimo profesional en la gloriosa historia del atletismo cubano. Estas son algunas tonadas de su obra.

  • Títulos olímpico: 1, Iván Pedroso Soler, Sídney, 2000.

  • Títulos mundiales: 12, Iván Pedroso (9), Yargelis Savigne (3).

    Principales atletas de salto de longitud:

  • Iván Pedroso Soler, 8.71 m (1995)

  • Pedro Pavel García, 8.31m (1997)

  • Lissete Cuza, 6.99 m (2000)

  • Luis Felipe Méliz, 8.43 m (2000)

  • Ibrahim Camejo, 8.34m (2006)

  • Wilfredo Martínez, 8.31 m (2008)

    Principales atletas de salto triple:

  • Yargelis Savigne, 15.28 m (2007)

  • Mabel Gay, 14.67 m (2011)

  • Josleididy Ribalta, 14.61 m (2011)

  • Dailenys Alcántara, 14.56 m (2011)

  • Yarianna Martínez, 14.42 m (2011)

    Milán es exageradamente el entrenador del atletismo cubano máximo medallista histórico en Campeonatos Mundiales con 17 medallas: 12 de oro, 4 de plata, 1 de bronce, ¡casi nada!

Conclusión

    Una semejanza: Milán Matos León me evoca el magisterio de otro inmenso entrenador del atletismo cubano como fue Heriberto Fernández Arroyo, padre del entrenamiento de las pruebas con vallas en Cuba; maestro de varias generaciones, incluyendo a los más destacados en la actualidad en el país.

    De aquel: “El Viejo”, como le nombraban cariñosamente en el atletismo cubano, Milán Matos semeja entrenar como si fuese magia planificada con divina inspiración. Es la magia, la sabia, es virtud que siembra escuela, la formación de campeones con metodología divina.

    He ahí una verdad: Es la divinidad del más allá para algunos elegidos que están acá.

    La Federación Cubana de Atletismo, expresa:

¡Honores, poeta!

Referencias

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