Aproximación a la comprensión de la crisis metodológica en las investigaciones de la Cultura Física |
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* Doctora en Ciencias Pedagógicas. Profesora Titular. Miembro del Consejo Científicode la UCCFD “Manuel Fajardo”. Presidenta de la Comisión de Grados Científicos de la UCCFD “Manuel Fajardo”. Secretaria del Tribunal Permanente de Grados Científicos en Ciencias de la Cultura Física. Miembro de la Sección de Ciencias Pedagógicas de la Comisión Nacional de Grados Científicos de la República de Cuba **Doctora en Ciencias de la Cultura Física. Profesora Titular. Secretaria de la Sub-comisión de Grados Científicos de la Facultad de Villa Clara de la UCCFD “Manuel Fajardo”. Miembro del Tribunal Permanente de Grados Científicos en Ciencias de la Cultura Física |
Dra. C. Isabel María Fleitas Díaz* Dra. C. Magda Mesa Anoceto** (Cuba) |
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Resumen El presente trabajo pretende compartir las experiencias de las autoras en innumerables escenarios de discusión de investigaciones científicas, donde emergen nuevas maneras de pensar y accionar en el ámbito específico de la Cultura Física. Se ofrece un recorrido por los antecedentes investigativos y de la formación doctoral en el mundo académico de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD) de Cuba y se declaran alternativas para repensar en las causas de la “crisis metodológica” que afecta este mundo. Finalmente se predice la coexistencia de dos corrientes metodológicas en el tratamiento de las investigaciones de la Cultura Física. Palabras clave: Investigación. Cultura Física. Modelos de investigación.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 168 - Mayo de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La muy mencionada “crisis metodológica” en el campo de la investigación científica en nuestro país, se refleja en el ámbito de la Cultura Física con tanta fuerza como en otros. La profusa literatura sobre el tema, a la que se tiene acceso a través de Internet en espacios sin arbitraje científico, más que contribuir al esclarecimiento de puntos divergentes u opiniones contradictorias que sobre la metodología de la Investigación Científica existen en nuestro medio, contribuyen a ensombrecer cada vez más el camino hacia una feliz coexistencia de enfoques diversos a la hora de abordar las investigaciones en nuestra esfera.
Por otra parte, la mayoría de los espacios de confrontación sobre este tema, se parcelan atendiendo a las figuras académicas que en el país, forman mediante el postgrado, a los profesionales de la Cultura Física y por tanto, hacen mayor uso de esta disciplina académica. Sucede que cada especialidad (27), maestría (6), doctorado (5), afrontan sus investigaciones a partir de puntos de vista individuales, generalmente al uso de la formación de sus líderes científicos y no siempre estos puntos de vista se sustentan a profundidad en los enfoques más relacionados con la naturaleza de las disciplinas científicas que esencialmente conforman estos niveles de formación en la rama de la Cultura Física, ni se abordan a partir de una comprensión socio histórica del desarrollo de la ciencia.
Es innegable que estas dificultades en el intercambio y socialización de creencias sobre el proceder investigativo dentro de la comunidad científica de la Cultura Física, lesionan el buen curso de sus investigaciones y sobre todo de su evaluación. Vale la pena por tanto, compartir algunas reflexiones sobre aspectos usualmente debatidos en la práctica científica en este ámbito, con el solo objetivo de propiciar la reflexión colectiva acerca de ellos.
Es por ello que pretendemos reflexionar sobre algunos “mitos” que conforman el modo vigente de investigar y evaluar las investigaciones en la rama de la Cultura Física en Cuba y aportar algunos elementos sobre nuestro sentir, acerca que nuestra comunidad científica, debe reelaborar constantemente su visión sobre estos modos, hacia un paradigma propio.
Desarrollo
Absolutizar y regañar
(Anónimo)“Nadie tiene el privilegio de la verdad, ni el monopolio de la mentira”.
Es práctica común en talleres de tesis y en defensas de cualquier nivel de formación, valorar los procederes utilizados por los optantes obviando aspectos tales como: pertenencia a una especialidad, fuentes de formación que sustentan un accionar investigativo, ubicación en el momento histórico que justifica la adscripción a uno u otro paradigma investigativo, entre otros. Se aprecian en estos ejercicios académicos, intervenciones que denotan el uso y abuso de dogmas, que no siempre se justifican a partir de reflexiones críticas. Aspectos tales como:
El problema científico se enuncia como una interrogante.
El objeto de estudio de estudio y el campo de acción provienen del problema.
Los métodos de toda investigación son los teóricos, los empíricos y los estadísticos y así deben ser declarados.
Las tareas se escriben en infinitivo, nunca como verbos.
Si existe un experimento en la investigación, no deben emplearse preguntas científicas sino hipótesis.
Las hipótesis son indispensables en una investigación, ya que sin ellas no hay variables.
Solo las investigaciones llamadas “de método” no llevan hipótesis.
Si existe un experimento en la investigación, no deben emplearse preguntas científicas sino hipótesis.
Y así muchas otras que, se expresan con tanta certidumbre, que ante el optante se levanta una muralla de infalibilidad para el cual no está y no puede estar preparado, ya que se obvian argumentos que expliquen estas proposiciones.
Debe tenerse en cuenta, que el análisis de una obra científica debe partir de una profunda reflexión acerca de su génesis y entorno, y que mucho más que rigor científico, entendido al estilo más puro del positivismo, se requiere un entendimiento de las muchas y válidas formas de enfrentar la solución de los problemas en la ciencia. En otras palabras, consideramos que la génesis de este esquematismo parte de posiciones metodológicas que van de la absoluta negación de un “método único” de la ciencia, hasta la defensa a ultranza del “método científico” preestablecido desde finales del siglo XIX: el método hipotético-deductivo.
Sobre el “método”
–tal como esclarece Ander Egg- no es una varita mágica (concepción mítica del método), ni una fórmula (concepción mecanicista del método), sino una pauta de acción que se aplica a una realidad témporo-espacial concreta y con una finalidad determinada, la cual no es ajena a la ideología subyacente o explícita de quien la elabora o practica”.“El método
En las ciencias de la Cultura Física los paradigmas clásicos han entrado en crisis desde hace varias décadas, sobre todo porque su visión instrumental y pragmática del fenómeno han impedido ver la multiplicidad y riqueza del proceso investigativo.
Ante todo, se requiere un alejamiento de la práctica cotidiana de la investigación y ubicarse en un contexto que permita una visión histórica de los modos; no solo de investigar, sino de pensar y actuar en una sociedad dada. En otras palabras, conocer el “episteme” vigente y pasado y sus relaciones internas con la ciencia, que según Moreno (1993) es “el modo de pensar y conocer que le es característico a cada estructura histórico social del desarrollo humano”. A estas estructuras le corresponde un determinado paradigma de las prácticas científicas. Según Hurtado (2007), por paradigma científico debe entenderse: “la estructura coherente (conformada) por una red de conceptos, de creencias metodológicas y teóricas enlazadas, que permiten la selección y evaluación crítica de los temas, problemas y métodos”.
Puede considerarse que, relativamente independiente a la naturaleza del objeto de estudio sobre el cual se quiere alcanzar el conocimiento, en la práctica histórica de actividad cognoscitiva, vista la ciencia como forma especial del proceso de conocimiento, se distinguen diferentes enfoques, modelos o paradigmas con los que abordar la realidad.
Sparkers plantea que un paradigma no es sino un sistema básico de creencias que delimita el compromiso implícito, táctico y persistente de una comunidad académica con un marco conceptual dado. Este marco representa la posición fundamental que los integrantes de dicha comunidad están dispuestos a adoptar en los temas relativos a la naturaleza de la realidad social (ontología), y a las bases del conocimiento, a las posibilidades de entender e mundo y de comunicar el saber a los demás (epistemología).
A partir de la comprensión de estos conceptos, que han sido tratados ampliamente por estos y otros autores, no es complicado entender que bajo una visión materialista dialéctica del desarrollo humano y social, los cambios de paradigma de un momento histórico a otro, no son instantáneos ni completos; sino que, afectados por el entorno correspondiente en cada momento, se transforman a diferentes ritmos, generalmente correspondiendo con las transformaciones de la ciencia y la tecnología como expresiones de su desarrollo.
Hablar de un “método único”, significa detenerse en el tiempo, específicamente a finales del siglo XIX; sin considerar el desarrollo intrínseco de las ciencias y de sus múltiples comprensiones actuales.
Hurtado (2007), refiere las características del paradigma positivista (analítico-deductivo) y plantea que su principal intención es “homotética; es decir, hallar las causas que explican los fenómenos, confrontar teoría y praxis, detectar discrepancias y establecer conexiones generalizables entre variables”. Las características que lo distinguen, según este autor, son:
Utilización de un método único de investigación: el método hipotético-deductivo como el método científico.
La neutralidad valorativa como criterio de objetividad
En su modalidad cuantitativa, se le reconocen los rasgos siguientes:
Relación de independencia entre objeto y sujeto.
La objetividad como única forma de alcanzar un conocimiento que sea inatacable.
Utilización de la medición exhaustiva y controlada.
La teoría como fuente de nuevos problemas e hipótesis; su marco, ya que proporciona el sistema conceptual que se aplica a la observación, clasificación y sistematización de datos y su fin, ya que busca su perfeccionamiento.
El escenario investigativo, fundamentalmente artificial.
Muestras grandes y representativas (la representatividad termina siendo un problema matemático).
De esta manera los conceptos o palabras claves que dan sentido a su acción son: confiabilidad, credibilidad, validez, objetividad, hipótesis, variables y generalización.
Si utilizamos una concepción de la ciencia que esté determinada por este paradigma clásico, hegemónico y que se han mantenido vigente, en casi todas las actividades sociales y humanas en los últimos siglos, entonces nos detenemos en un tiempo que no nos corresponde, y desconocemos la actualidad; un tiempo que, al pensar de Núñez Jover (2002), “se orienta cada vez más a objetos prácticos, a fomentar el desarrollo tecnológico y con este la innovación”.
Por tanto, ante posiciones rígidas al asumir esquemas generales de investigación, sin profundizar en sus orígenes y contextos socio-culturales, consideramos urgente detenernos a pensar: ¿Qué investigamos?, ¿cuál es la tradición que sustenta la actividad científica en nuestra rama del saber?, ¿cuáles son las influencias que modulan nuestro accionar investigativo actual?
Antecedentes para una aproximación al método en la rama de la Cultura Física
Notario de la Calle (1999)“La selección del método que será empleado en una investigación depende de diversos factores relacionados con el objeto de estudio, su naturaleza y contexto y con el investigador”.
En el análisis de la situación actual en el ámbito de la academia cubana, que transcurre necesariamente en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte, como entidad de educación superior cuyo encargo social es la formación de los profesionales en este ámbito, consideramos pertinente comenzar por una visión amplia sobre las investigaciones que en esta se han desarrollado, bajo el modelo de planificación quinquenal entre el 1985 y el 1997. Este tipo de gestión de la ciencia, conllevaba el rigor en la obtención de resultados según lo planificado uniformemente. Ello propició una dinámica en las investigaciones de la Universidad, que aseguraba su ejecución.
Planes quinquenales de investigación (1985-1997):
El adolescente y joven cubano. (participante)
Estudio de la reserva deportiva.
Sistema de clasificación deportiva.
Antes de estos programas ramales de investigación, nuestra institución participó en un programa nacional con la representación del Dr. José Yañez, que estudió el gasto energético de los cortadores de caña de azúcar cubanos y al comienzo de la década de los 80 en el programa Intercosmos, con la presencia del Dr. Roberto Hernández-Corvo y el Lic. Carlos Rodríguez.
Hacia el 1998 se establecen en el país las normas para la creación del Sistema de Ciencia y Técnica del Instituto Nacional de Deporte Educación Física y Recreación (INDER).
Al mismo tiempo, en la formación de los doctores en la UCCFD, se presentan distintos momentos de importancia que han propiciado variadas formas de pensar y hacer en esta comunidad científica. Estos momentos, pueden delimitarse a partir de los siguientes hechos:
Formación de nuestros primeros doctores en el antiguo campo socialista. (URSS, RDA, Checoslovaquia, Bulgaria, Hungría) (1970-1983)
Pertenencia de nuestra rama a la sección de Ciencias Pedagógicas (desde el 1997)
Defensa de nuestras tesis en el Tribunal de Ciencias Pedagógicas (hasta el año 2000).
Creación del Tribunal Permanente de Ciencias de la Cultura Física. (en el año 2000).
Consideramos que, tanto el desarrollo de las investigaciones, como las fuentes de formación de doctores, durante la consolidación de la UCCFD, como ente universitario, propician y propiciaron en su momento, diferentes influencias en el quehacer investigativo, la formación de doctores; en fin, en la manera de pensar, conocer y actuar, que le es característico a esta Universidad. Estas influencias podrían resumirse a partir de los siguientes posibles modelos investigativos:
Modelos del ámbito de la Cultura Física. Su principal representante es la actual UCCFD (desde el 2009), encierra aquellas formas y visiones de investigación de los antiguos países socialistas en el pasado siglo. Bajo un enfoque positivista se profundiza en problemas cardinales de la Cultura Física. Su desarrollo en las ciencias aplicadas es reconocido; así como en la Teoría y Metodología del ámbito. Bajo su egida ocurre el desarrollo de las ciencias de la Cultura Física en Cuba a partir del 1963 (creación del INDER)
Modelos de las Ciencias Biológicas y Psicológicas. Dada la influencia de estas ciencias en las investigaciones que se desarrollan en este campo de conocimientos, sus métodos, procedimientos y técnicas particulares permean la manera de investigar y por ende las concepciones metodológicas de las tesis que se presentan a evaluación.
Modelos de la Investigación Educativa. Estos modelos provienen de las instituciones pedagógicas de educación superior y de investigaciones, como el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP) y la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona (UCPEJV). Recogen en ellos, todo el aval de casi 50 años de desarrollo de investigaciones en el campo de la Educación Socialista Cubana.
Modelo del Resultado Científico. Nada alejado de los modelos anteriormente declarados, en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Félix Varela de Villa Clara, una serie de prestigiosos investigadores han enfocado metodológicamente las investigaciones en el ámbito educativo, precisando sus aportes a partir del resultado principal de la investigación. Este enfoque ha incidido en el desarrollo investigativo de las ciencias de la Cultura Física, en tanto esta es contribuyente de la Educación en su más amplia acepción.
Modelo de los Procesos Conscientes. En la antepenúltima década del siglo XX, las investigaciones pedagógicas en Cuba, se vieron profusamente influenciadas por la teoría de los procesos conscientes de Álvarez C, y Sierra V. Tan es así, que es difícil encontrar, de esos años, tesis cubanas, en esa esfera, que no asuman o al menos se refieran a la misma. El fundamento filosófico y epistemológico que subyace en esta teoría permea desde hace años la investigación en nuestro ámbito.
Modelo Holístico-Configuracional. Este modelo de investigación surge a partir del anterior y se desarrolla en la Universidad de Oriente, bajo la orientación del Dr. C. Homero Fuentes. En los últimos años su impronta marca las investigaciones pedagógicas y tesis de esta región.
Esta apreciación general, permite resaltar las influencias actuales que consideramos más relevantes en las investigaciones y tesis doctorales; no obstante, se precisa profundizar en las diferentes esferas de actuación de los profesionales cubanos de la Cultura Física. Por una parte, atendiendo a la nominación de las especialidades que reconoce la Comisión Nacional de Grados Científicos de la República de Cuba: Deporte, Educación Física y Cultura Física Profiláctica y Terapéutica, y por otra, en relación con otras esferas no reconocidas por esta entidad, pero en plena vigencia y desarrollo, que constituyen figuras académicas al nivel de maestrías, como la Actividad Física en la Comunidad y el Deporte para la Alta Competencia.
Razonamos que, en la actualidad existe un patrón único de evaluación de las investigaciones que no permite profundizar en las particularidades de las tres especialidades que integran la rama de la Cultura Física, ni tampoco de la atención a las ciencias aplicadas. Hablamos de disciplinas científicas como: la Biomecánica, la Psicología, la Fisiología y otras a las cuales se les pretende exigir uniformemente, desde el punto de vista metodológico, cuando sus objetos de estudio son diferentes (aunque exhiben adecuaciones al objeto de aplicación), han desarrollado métodos particulares bien definidos y pertenecen a comunidades consensuadas desde la propia ciencia, con formas propias de accionar en la investigación.
Entonces, ¿cuál es el modelo investigativo para la Cultura Física?
Enrique Sánchez (1992)“…la fuerza del pensamiento posmodernista en las Ciencias Sociales parece tender hacia esa dirección: la de la confluencia, la interdisciplinaridad, la del alejamiento de la racionalidad científica encerrada en las fronteras del positivismo lógico, la de la vuelta de la ciencia hacia la vida humana, la de la reflexión profunda para derrumbar o validar viejos argumentos”.
Compartimos plenamente esta idea de Sánchez (1992), a partir de considerar la necesidad de profundizar en la reflexión teórica, de considerar que la Cultura Física; en cuya esencia, por la variedad de sus prácticas está presente el pluralismo disciplinario, requiere de la confluencia metodológica como vía de restructuración de sus maneras de entender la ciencia y enfrentar sus retos investigativos en el presente siglo. Retos que no podrán asumirse sin la transgresión de paradigmas, modelos y enfoques metodológicos para poder iniciar su reconstrucción, al decir del citado autor….” desde lo real-global y con enfoques más holísticos, integrales y sinérgicos”.
Por supuesto, este proceso está siendo ya, un proceso complejo, lleno de conflictos, que destaca las contradicciones internas de la comunidad científica del ámbito y externas en su relación con las vecinas a la cuales también pertenece. Se trata de poner en tela de juicio todas las verdades o certidumbres sobre las cuales, cómodamente el profesional de la Cultura Física se apoya para entender y explicar su mundo y transformarlo consecuentemente.
Fleitas en 1996, ya declaraba en uno de sus ejercicios de ascenso académico “…respecto al futuro desarrollo del proceso científico en el campo de la Cultura Física, consideramos que aflora la tendencia a no adscribirse ciegamente a ninguno de los paradigmas relacionados; sino que cada vez más, aun y cuando la actividad investigativa individual responda por situaciones de formación a uno u otro; desde el punto de vista de la comprensión y evaluación de las investigaciones, nuestra comunidad científica empieza a mostrarse receptiva a todo tipo de enfoque, o al menos a no rechazarlo”.
A 14 años de esta declaración, se reconoce la necesidad de enfoques más transdisciplinarios, de la pluralidad metodológica como vías para el enriquecimiento y la renovación del pensamiento científico en el área y se avizora la coexistencia de dos corrientes metodológicas en el tratamiento de las investigaciones de la Cultura Física: una que se aprecia con más claridad actualmente, donde se “suavizan” los enfoques más tradicionales sobre confiabilidad, credibilidad, validez, objetividad, hipótesis, variables y generalización y el futuro surgimiento de otra, con un nuevo pensamiento más holístico y transdisciplinario.
Conclusiones
A modo de conclusiones, queremos resaltar que la rama de la Cultura Física, está implicada en la reconocida, por muchos especialistas, como: “crisis metodológica”, que debe entenderse como un movimiento que aboca al surgimiento, a partir del cambio de “episteme” de nuestra actual sociedad, de un nuevo modelo investigativo.
Ante el crecimiento desmedido de la información en las sociedades modernas, dado por el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, debe contraponerse una manera de pensar y actuar en la ciencia en general y en la Cultura Física, en particular, con una visión más holística y global, que propugne el pluralismo metodológico, a partir de una comprensión de las transformaciones de la ciencia y la tecnología como expresiones de su desarrollo en un contexto histórico social determinado.
El estudio profundo y transdisciplinar de las diferentes esferas de actuación que se reconocen dentro de la Cultura Física, es el recurso primario y esencial para la interpretación de los modos de hacer y evaluar las investigaciones en este campo de conocimientos.
Se advierte la coexistencia de dos corrientes metodológicas en el tratamiento de las investigaciones de la Cultura Física: una que mantiene los enfoques tradicionales del pensamiento positivista y el surgimiento de otra, con una visión más holística y transdisciplinar.
Bibliografía
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