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Rol del entrenador como pedagogo dentro del colectivo deportivo

 

Psicólogo

Instituto de Medicina del Deporte (IMD)

(Cuba)

Lic. Yanquiel Barrios Hernández

yanquiel@ipichja.rimed.cu

 

 

 

 

Resumen

          La preparación general de los atletas para las competiciones deportivas tiene como máximo responsable al entrenador deportivo. Para que exista total armonía y se consigan elevados resultados, el entrenador debe cumplir con un conjunto de funciones elementales en su rol como pedagogo dentro del equipo. En este trabajo se pretende expresar y valorar el papel que debe cumplir y la preparación general que debe poseer un entrenador deportivo en aras de optimizar el desarrollo del atleta. El entrenador debe poner todos sus esfuerzos en función del equipo, esta constituye una de las tantas funciones que debe emprender y que serán analizadas a continuación.

          Palabras clave: Preparación general. Entrenador deportivo. Pedagogo. Equipo deportivo.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 167, Abril de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La educación es un requisito indispensable para el adecuado desarrollo y sostenibilidad de cualquier sociedad, véase que los países con mayores índices de progreso social, son los que, a pesar de tener sistemas educativos privados o no, impulsan la educación y prestan interés en ella. Un ejemplo fehaciente de este tema lo constituye Cuba, que el contar con un sistema educativo que llega de manera gratuita a todos los niveles de la sociedad, a su vez se empeña por mejorarlo cada día más.

    Cuando nos referimos a la educación de la sociedad se hace referencia a la educación que comienza en el ámbito familiar, pasando por la educación primaria, secundaria, preuniversitaria, técnica y profesional y universitaria.

    Como anteriormente se expresaba, en Cuba todas las capas sociales poseen acceso pleno a la educación gratuita. Dentro de las personas que gozan de este privilegio se encuentran los deportistas, los cuales además de tener escuelas de iniciación deportiva, poseen la oportunidad de contar con una universidad que los titula como licenciados en cultura física. Pero no es este el tema que se desea abordar en el presente artículo, más bien el objetivo del mismo está centrado en el papel que juega el entrenador de un equipo deportivo en la educación general del atleta y sus funciones como pedagogo dentro del colectivo deportivo.

    El entrenador además de las funciones básicas de preparar al deportista para las competiciones en cuanto a la técnica y la táctica, es responsable de preparar un hombre o mujer con sólidos valores éticos, que le permitan a su vez enfrentar no solo cualquier actividad deportiva con dignidad y entereza, sino también que lo prepare para la vida de manera general.

    El entrenador que en el marco de la actividad deportiva desee obtener los máximos resultados debe poseer una sólida preparación pedagógica que les permita incidir positivamente en la formación de la conducta social y por ende en la personalidad de sus educandos - deportistas.

Pedagogía y Educación

    Para definir la Pedagogía como la ciencia que se ocupa de la educación es necesario en primer lugar precisar el concepto de educación del cual Blonski dice que “es la influencia premeditada, organizada y prolongada en el desarrollo de un organismo”.

    Como ciencia de la Educación la Pedagogía esta obligada a construir con exactitud y claridad cómo debe ser organizada esta influencia, además de las formas que puede asumir, de los procedimientos que se vale y hacia dónde debe ser orientada la educación. La otra tarea al desglosar este concepto radica en el hecho de esclarecer y explicar cuáles son las leyes a las que se subordina el propio desarrollo del organismo sobre el cual va a influir la educación de modo general y la pedagogía de manera particular1.

    Entretanto y en dependencia de lo anteriormente expresado, la Pedagogía abarca, en realidad, varios ámbitos del conocimiento totalmente distintos y por su condición de ciencia empírica completamente peculiar, se apoya en ciencias auxiliares, es decir, en la ética social que señala los objetivos generales de la educación y en la Psicología que junto a la fisiología, provee los medios para resolver estas tareas.

    La pedagogía es la disciplina que organiza el proceso educativo de toda persona, en los aspectos psicológico, físico e intelectual tomando en cuenta los aspectos culturales de la sociedad en general.

    Igualmente se puede definir como el arte de transmitir prácticas, conocimientos, valores, con los recursos que tenemos a nuestro alcance, como son: experiencia, materiales, la misma naturaleza, los laboratorios, los avances tecnológicos, la escuela, el arte, el lenguaje hablado, escrito y corporal.

    Como lo indica su nombre sería la ciencia que estudia los procesos educativos, lo cual ciertamente dificulta su entendimiento, ya que es un proceso vivo en el cual intervienen diferentes funciones en el organismo para que se lleve a cabo el proceso de aprendizaje, por tal motivo si el objeto mismo es difícil de definir, por lo tanto su definición, sería el estudio mediante el cual se lleva a cabo las interconexiones que tienen lugar en cada persona para aprender, en dichas interconexiones intervienen los procesos cognitivos que como su nombre lo indica son los que nos permiten conocer el mundo, tales procesos son la atención, el pensamiento, la memoria, inteligencia, percepción y pensamiento.

    La pedagogía es la disciplina que se encarga de regular el proceso educativo al igual que resolver los problemas que se suscitan debido a la aparición de la educación2.

    La palabra educación viene de la palabra latina educere que significa guiar, conducir o de educare que significa formar o instruir, y puede definirse como: todos aquellos procesos que son bi-direccionales mediante los cuales se pueden transmitir conocimientos, costumbres, valores y formas de actuar.

    La educación no se lleva a cabo solamente a través de la palabra sino, está presente en todos nuestros sentimientos, actitudes y acciones. Es el proceso de concentración y vinculación cultural, moral y conductual.

    De esta manera, gracias a la educación las nuevas generaciones pueden asimilar y aprender todos los conocimientos necesarios, las normas de conducta, los modos de ser y las formas como se ve el mundo de las generaciones anteriores a ellos, creando además nuevas visiones.

    También se denomina educación al fin del proceso de socialización en los individuos de una sociedad, que se puede apreciar en la serie de habilidades, actitudes, conocimientos y valores adquiridos, produciendo cambios de orden intelectual, social, emocional, etc., en las personas. Es un proceso que se da a lo largo de la vida, todo el tiempo estamos en un constante proceso de educación3.

    “La educación es comunicación, es diálogo en la medida en que no es la transferencia del saber, sino un encuentro de sujetos interlocutores, que buscan la significación de los significados”4.

La pedagogía deportiva

    Es la ciencia de la educación que se encarga de estudiar los procesos de instrucción y de formación integral de la personalidad del individuo, a través del desarrollo de las capacidades físicas e intelectuales, además de las habilidades motrices deportivas, influyendo igualmente de manera positiva en la conducta social de éste5.

    La pedagogía deportiva, como otras ciencias relacionadas a la instrucción y la educación, se encuentra construida socialmente, toda vez que las experiencias deportivas afectan a los atletas, inmediata y completamente, esta disciplina debidamente aplicada dota al deportista de una reflexión única sobre sí mismo y el mundo, el cual le brinda mayores fortalezas al momento de enfrentar una determinada competición deportiva.

    Una pedagogía deportiva de calidad, brinda conocimientos y experiencias, las cuales desarrollan la reflexión crítica positiva, ampliando a su vez las actitudes y aptitudes que en su conjunto permiten la toma de decisiones de significado positivo que cambian la vida de los deportistas.

    Como lo expresa la definición, la pedagogía deportiva, orienta su objeto de estudio hacia la formación integral de los deportistas, para esto se vale de la intervención pedagógica por parte del entrenador, quien tiene en la correcta utilización de los procesos educativos al principal y más efectivo aliado en su intención de lograr un producto de alto valor humano.

Papel del entrenador como pedagogo dentro del colectivo deportivo

    Teniendo en cuenta que la pedagogía es la disciplina que organiza el proceso educativo de toda persona, en los aspectos psicológico, físico e intelectual tomando presente los aspectos culturales de la sociedad en general; el entrenador deportivo debe poseer la capacidad para satisfacer las necesidades de los deportistas como condición indispensable para tener una buena influencia sobre ellos.

    Si se habla de las necesidades en términos de resultados deportivos entonces la calificación elevada del entrenador ayuda a lograr este resultado. Si las necesidades del deportista no se relacionan con el deporte, entonces el sentimiento de simpatía y respeto hacia los deportistas es básico para el entrenador.

    Las necesidades del atleta constituyen un instrumento importante de su actividad, que no debe abandonar al dar cumplimiento a través del colectivo, a las acciones educativas, encauzándolas en el desarrollo, transformación y educación del jugador, a través de las normas morales que fortalecen su conducta y activan las cualidades volitivas de la personalidad, los preparan para que puedan cumplir satisfactoriamente tareas docentes, productivas y deportivas.

    Al analizar las necesidades desde el punto de vista psicológico tenemos que las mismas crecen y cambian constantemente en respuesta a la condición física de un individuo, a su medio ambiente, a sus interacciones con otros y a sus experiencias. Algunas de las razones por las cuales la actividad humana impulsada por necesidades no cesa nunca incluyen lo siguiente: las necesidades existentes nunca son por completo satisfechas y por lo tanto requieren continuamente de una actividad diseñada para alcanzar o mantener la satisfacción; a medida que las necesidades son satisfechas, emergen nuevas necesidades de mayor orden, las cuales deben ser satisfechas y las personas que alcanzan sus metas establecen nuevas metas de mayor nivel para sí mismos6.

    En numerosas investigaciones se ha concluido que los individuos que alcanzan con éxito sus objetivos normalmente establecen objetivos nuevos y más altos para sí mismos, es decir, aumentan sus niveles de aspiración. Esto se debe en gran medida al hecho de que adquieren más confianza en su habilidad para alcanzar sus objetivos, todo lo contrario ocurre con aquellos que no alcanzan sus objetivos, los cuales en ocasiones bajan sus niveles de aspiración. Por tanto la selección adecuada de metas es el resultado del éxito o del fracaso6.

    Totalmente aplicable al ámbito deportivo el aspecto de las necesidades como el del establecimiento de objetivos para el logro de una meta. Ambos constituyen, sin dudas, aspectos que el entrenador como pedagogo y educador debe dominar casi a la perfección en el logro de su tarea.

    El entrenador que contribuye a satisfacer las necesidades en las esferas formales e informales de la actividad goza de una simpatía especial y de prestigio creciente entre sus practicantes7.

    El entrenador deportivo debe enseñar, bajo los conceptos de la ética pedagógica establecidos en el medio pedagógico y que guardan relación con el carácter, el conjunto de reglas, la conducta diaria y la comunicación que se establece entre los profesionales, los discípulos y otras personas que tienen relación directa con el proceso pedagógico.

    El conocimiento de los principios y las normas de la pedagogía deportiva, ofrecen un conocimiento adecuado al entrenador para llevar a cabo su labor dentro del colectivo deportivo, con un correcto comportamiento diario donde las mejores cualidades y valores morales sean los que prevalezcan en el cumplimiento teórico – práctico de su actividad, lo cual resulta alentador como modelo de conducta hacia los atletas.

    Según expresa Prata8, el entrenador posee determinadas funciones según la edad y etapa de formación del deportista.

    En la etapa de iniciación deportiva que se encuentra entre los 7-10 años, el entrenador funge como amigo, organizador, comunicador y motivador. En este momento del desarrollo el niño tiene como actividad generadora de motivos, o sea la actividad que mueve su comportamiento es el estudio.

    Los niños de edad preescolar y escolar se caracterizan por su tendencia hacia el mundo externo, por su relación práctica y sensorial con la realidad. Por eso, los objetos actúan para ellos ante todo por sus cualidades sensoriales, por las cuales los comparan y generalizan9. El entrenador en este periodo tendrá en cuenta que los conocimientos escolares están internamente vinculados con nuevos procedimientos de pensamiento y con una nueva actitud cognoscitiva hacia la realidad.

    La siguiente etapa es la de perfeccionamiento deportivo (11-16) y aquí el entrenador tiene como funciones primordiales la enseñanza de la técnica, la táctica y el desarrollo de las cualidades físicas y del talento deportivo. En este momento del desarrollo ocurren cambios antropométricos, fisiológicos, endocrinos y por supuesto también, la maduración sexual. Por estas razones el entrenador deberá estar preparado para afrontar las consecuencias que provocan en la subjetividad de los adolescentes los cambios biológicos mencionados con anterioridad, dichos cambios se vinculan estrechamente a la esfera autovalorativa, incluida la imagen corporal y también a la valoración que recibe el sujeto en sus relaciones de comunicación con adultos y coetáneos.

    Si bien es indudable, que existe una estrecha relación entre el desarrollo físico y psíquico, la repercusión psicológica de las transformaciones puberales no constituye un proceso automático ni lineal, sino que dependerá en gran medida del manejo que realicen las personas que rodean al adolescente, de la opinión social que recibe como consecuencia de las mismas y de los recursos psicológicos con que cuenta para enfrentarlas10. Respecto a esto se demuestra alto grado de preparación que debe poseer el entrenador para que pueda obtener del adolescente los mayores resultados. La preparación pedagógica es primordial pues será la guía de su actuar en estas áreas en las que el deporte no puede dar respuesta.

    A partir de los 18 años el entrenador es percibido, por parte del atleta como gestor, manager y estratega para la optimización de su rendimiento deportivo11. Esta etapa constituye un período clave desarrollo de la personalidad del atleta joven. La nueva posición objetiva, social, que ocupa el joven condiciona la necesidad de determinar su futuro lugar en la sociedad. Aspecto este que el entrenador debe tener bien presente en la manera de enfocar los entrenamientos y el modo de relacionarse con el atleta.

    Aunque la opinión social del grupo continúa siendo un factor importante para su desarrollo y bienestar emocional, el joven es capaz de oponerse a los criterios de sus compañeros, si considera justas y fundamentadas sus propias opiniones12. Se continúa evidenciando el elevado grado de preparación pedagógica y psicopedagógica del que debe estar apropiado el entrenador para lidiar y manejar de la manera más adecuada y racional las situaciones que a partir de este momento se vuelven más difíciles de controlar, debido a que el joven en su desarrollo ya se ha apropiado de una concepción del mundo, su vida va adquiriendo un sentido y se convierte en el propio centro de su ideal, el cuál actúa en calidad de motivo y patrón de valoración de su propia conducta y de la de otras personas.

    La relación entrenador-deportista es entendida por diversos autores desde una perspectiva psicopedagógica (Matveev, Platonov, Harre, Grosser, etc.). Además desde este modelo el entrenador deportivo no debe perder la mentalidad humanista y debe estar centrado no solo en aspectos meramente técnicos o deportivos en busca resultados a corto plazo. Para poder llevar a cabo su labor de forma responsable, los entrenadores deportivos deben tener, en primer lugar, una formación adecuada y, en segundo lugar, un adecuado asesoramiento en cuanto a pedagogía se refiere13.

    En definitiva, el entrenador dominará tres ámbitos para asegurarse que el proceso de enseñanza y aprendizaje que lleva a cabo sea el correcto14: ámbito técnico, ámbito psicopedagógico y ámbito organizativo. Estamos de acuerdo con la síntesis que realiza esta autora siempre y cuando entendamos estos tres ámbitos de forma flexible, amplia y en constante interrelación. Así el apartado técnico abarcará todos los aspectos de la práctica deportiva (técnica, táctica, preparación física, etc.); el apartado psicopedagógico englobará todo lo concerniente a la enseñanza (estrategias, técnica y estilos de enseñanza, programación, comunicación, motivación, dirección y control de grupos, y planteamiento de las actividades, evaluación); y el apartado organizativo estará relacionado con aspectos más externos a la práctica deportiva como pueden ser la captación de jugadores, las instalaciones, o los horarios de entrenamientos y de competiciones.

    En el siguiente cuadro exponemos algunos de estos componentes en la formación del entrenador11.

Cuadro 1. Ámbitos de formación y componentes a tener en cuenta

    Entre las principales características que debe poseer el entrenador podemos destacar: formación específica en su deporte, una adecuada preparación y conocimiento del deporte, le permite y le brinda la posibilidad al entrenador de que los atletas que se encuentran bajo su dirección muestren mayor interés en el deporte y una creciente confianza en el entrenador, aspecto este que sin dudas constituye un paso firme en el camino para la consecución de los triunfos.

    Otra característica imprescindible constituye el respeto por los valores éticos y profesionales, la formación de valores forma parte indisoluble del proceso enseñanza – aprendizaje. En este sentido el entrenador debe poseer como parte de sus competencias una elevada preparación relacionada a este tema, no es suficiente con que posea conocimientos y habilidades con respecto al deporte que enseña; es necesario que existan en él valores que guíen y regulen su comportamiento en las distintas esferas de la vida, en aras de que pueda transmitirlo e inculcarlo a sus discípulos atletas. Debe ser ejemplo de conducta ante la vida y mantener una actitud que se corresponda con los principios ideopolíticos de la sociedad en la que esté insertado para cumplir con la función que le ha sido encomendada socialmente.

    La vocación para enseñar a jóvenes y la capacidad de comunicación con éstos compone una particularidad que debe ostentar un entrenador deportivo. Para que su actuación sea adecuada se necesita una correcta formación, donde lo más importante será no sólo adquirir conocimientos y competencias de tipo exclusivamente técnico, sino también poseer cualidades como educador, motivando y transmitiendo los conocimientos.

    Los rasgos de la personalidad tienen que estar relacionados con su preparación profesional encaminada a lograr cada vez más, las habilidades psico-pedagógicas y metodológicas que garanticen el orden lógico por donde deben discurrir el conocimiento de los atletas unido a una alta carga científica.

    Esto implica un alto espíritu y constante dedicación hacia la superación, el reconocimiento de que la tarea fundamental radica en el desarrollo cultural que posee, en su mejor preparación y en el amplio dominio de los aspectos básicos del entrenamiento y de la enseñanza de los fundamentos del deporte, expresado en la solidez de sus conocimientos y en la unidad de entrenamiento.

    En esencia, como pedagogo el entrenador tiene además la capacidad de enseñarles a sus atletas el modo correcto de expresarse, comportarse, vestirse correctamente, tanto dentro como fuera del terreno deportivo, manteniendo a través de su actividad una correcta disciplina que incluye una buena asistencia y puntualidad en el desarrollo de la labor educativa, mantener una buena conducta, elevados principios y convicciones en el terreno deportivo y fuera de él, que lo hagan acreedor de una alta valoración social de sus atletas y del colectivo en general, materializándose su sentido de responsabilidad y el amor que profesa por ambos: el atleta y el deporte15.

    En aras de que el entrenador cumpla su rol eficientemente debe trazarse como meta la sistematicidad en su labor, en el momento de orientar una tarea debe ser capaz de comprobar el cumplimiento individual y colectivo de la misma, le corresponde evaluar los resultados en positivos o negativos así como compensar los mayores esfuerzos en el cumplimiento de la tarea y estimular a los demás para que sigan los mejores ejemplos.

    La implicación del entrenador en la sesión de entrenamiento influirá positiva o negativamente en los atletas. En este contexto el entrenador tiene la oportunidad de entablar una interrelación y comunicación directa con el atleta. Esta coyuntura le brinda además la posibilidad de reconocer los motivos personales del deportista, así como sus intereses individuales y sociales.

    Como resultado de las posiciones que adopte el entrenador frente a cada situación extra deportiva que se presente en el equipo deportivo, el atleta tendrá la posibilidad de valorar la actuación y el comportamiento del entrenador, pues en este proceso de enseñanza-aprendizaje no solo es quien enseña el que necesariamente evalúa el enseñado se encuentra constantemente valorando todo el proceso.

A modo de conclusiones

    Hasta aquí se han abordado los principales objetivos propuestos en este artículo, referidos a expresar cómo funciona el rol del entrenador como pedagogo en un colectivo deportivo. Para cumplir sus funciones como pedagogo el entrenador debe poseer una formación específica en su deporte, ostentar valores éticos y profesionales acorde a su formación, vocación para enseñar a niños, jóvenes y adultos y la capacidad de comunicación con ellos, debe poseer rasgos de la personalidad acorde a la actividad que desempeña. La sistematicidad en su labor y la comprobación del cumplimiento de las tareas orientadas es otra de sus funciones, que además incluye una asistencia y puntualidad obligatorias al entrenamiento, orientar y brindar confianza emocional al atleta cuando este lo requiera.

Bibliografía

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  3. Definición de educación, disponible en: http://www.discovereducation.org/index.php/uncategorized/la-definicion-de-educacion/ [25 de enero de 2012]

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  5. Mozo, L. Los Métodos Educativos en el marco de la Formación Deportiva Inicial. Preámbulo idóneo para la formación integral de la personalidad del futuro deportista de elite. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 8 - N° 54 - Noviembre de 2002. http://www.efdeportes.com/efd54/form.htm

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  10. Domínguez, G. Laura, Conferencia Introductoria Tema II. Papel de los cambios biológicos y su repercusión psicológica en las etapas de la adolescencia y la juventud. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana, Cuba, 2002

  11. Jiménez, F, Rodríguez, J y Castillo, E. Necesidad de formación psicopedagógica de los entrenadores deportivos. Disponible en: http://prometeo.us.es/idea/publicaciones/jose/17.pdf [2 de febrero de 2012]

  12. Domínguez G., Laura. (1990) Cuestiones psicológicas del desarrollo de la personalidad. La Habana. Editora Universitaria.

  13. Sánchez, F. (1996). Organización y gestión de recursos humanos en el deporte. “Apuntes del Master Universitario en Psicología del Deporte”. C.O.E. y Universidad Autónoma de Madrid.

  14. Moreno, M.I. (1997). La formación básica del entrenador deportivo en la edad escolar. En Delgado, M.A. (Coord.). Formación y actualización del profesorado de E.F. y del entrenador deportivo. Wanceulen. Sevilla.

  15. Gutiérrez, M, Martínez J. y Regalado J. La eticidad en el profesor deportivo. Un eslabón fundamental en la preparación del deportista cubano. Disponible en: http://www.ucp.vc.rimed.cu/sitios/varela/articulos/rv0803.pdf [5 de febrero de 2012]

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