Desempeño del tutor en el nuevo modelo pedagógico de continuidad de estudio de la Educación Superior |
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*Licenciada en Educación especialidad Educación Primaria, Profesora Asistente Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey filial Nuevitas, Policlínico Universitario Francisco Peña Peña, Departamento Docente-Metodológico **Licenciada en Educación especialidad Historia y Filosofía, profesora Auxiliar Máster en Investigación Educativa. Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey Departamento Docente-metodológico. Carretera Central Oeste Camagüey ***Licenciada en Psicología. Profesora Instructor, Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey filial Nuevitas, Policlínico Universitario Francisco Peña Peña Departamento Docente-Metodológico, Nuevitas, Camagüey ****Licenciada en Educación especialidad Historia y Español, profesora Asistente Máster en Ciencias de la Educación, Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey filial Nuevitas, Policlínico Universitario Francisco Peña Peña Departamento Docente-Metodológico, Nuevitas, Camagüey *****Licenciada en Mecánica. Profesora Instructor, Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey filial Nuevitas, Policlínico Universitario Francisco Peña Peña Departamento Docente-Metodológico, Nuevitas, Camagüey |
Silvia de la Caridad Rodríguez Selpa* Nancy Iraola Valdés** Yailin Noa Castillo*** María Julia Valdés Serrú**** Mailevys Alonso Águila**** (Cuba) |
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Resumen Se presenta un artículo relacionado con el modo de actuación del tutor en el modelo pedagógico de continuidad de estudio de la Educación Superior útil para el estudio del tema. Se realizó esta revisión bibliográfica con el propósito de valorar elementos importantes que no deben faltar en el desempeño del tutor. Se examinaron documentos y trabajos relacionados con el contenido en cuestión. Se infiere que de la actividad del tutor, depende en gran medida el logro de los objetivos de esta enseñanza. Palabras clave: Tutor. Educación Superior. Modelo pedagógico.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 167, Abril de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
En la historia de la educación, la tutoría ha tenido un carácter individual, como en la Antigua Grecia, o ha respondido a una concepción individualizada dentro de un sistema de educación colectiva como en la Universidad Medieval. Tanto en un caso como en el otro, la función del tutor no se limitó a la instrucción sino que atendió a la conducta del educando. Con pocas variaciones la labor del tutor se mantiene hasta los últimos años del siglo XIX, donde se hace énfasis en la producción de conocimientos de una manera pragmática; el tutor deviene orientador de trabajos científicos, con lo que se extiende su radio de acción al pregrado y al posgrado. (Alpízar, 2007, p. 1).
En correspondencia con los cambios y el desarrollo de la educación, hoy día desempeña un papel protagónico y dinamizador en la formación y elaboración de conocimientos, encarnando un comportamiento en el que deben conjugarse lo académico y lo humano para cumplir finalidades académicas y orientadoras. La tutoría, como proceso pedagógico ofrece al tutor las posibilidades de desarrollar el trabajo educativo. (Alpízar, 2007, p 1).
En el caso cubano, la labor del tutor tiene una larga historia, pero al igual que en el resto del mundo esta labor ha tenido diferentes formas de interpretarse y aplicarse. “En el sistema de Educación Superior cubano, la figura del tutor, ha sido tradicionalmente asociada a la asistencia científico-metodológica que brinda un especialista de reconocido prestigio y tradición en determinado campo del conocimiento...” (MES, 2005, p. 8).
Con el surgimiento de los Centros Universitarios Municipales se inició un nuevo modelo pedagógico. Entre los componentes fundamentales del modelo pedagógico de continuidad de estudios que se desarrolla en las sedes universitarias municipales están: el sistema de actividades presenciales, el estudio independiente y los servicios de información científico-técnica y docente. La tutoría, en este modelo, se inscribe dentro del sistema de actividades presenciales. (Domínguez, 2007, p. 311).
En la Educación Superior tiene gran valor el desempeño del tutor, en relación con el tema se han realizado trabajos importantes, sin embargo, todavía podemos referirnos al mismo, por estas razones y con el propósito de proporcionar un documento útil para su estudio, se ha realizado este trabajo.
Desarrollo
El término tutor ha sido abordado en distintos momentos como orientación, tutoría, mentoría, counseling, consejería, relación de ayuda” (Ojalvo, 2005. p. 4); también se define como el “conjunto de apoyos técnicos, dirigidos tanto a los alumnos como a los agentes educativos. Su objeto es lograr el máximo ajuste entre las potencialidades individuales y las exigencias educativas con el fin de conseguir una mayor formación de los alumnos en su desarrollo personal como en el aprendizaje”. (Herrera, 2000, p. 5).
Sin embargo, al referirnos a la tutoría en este trabajo estaremos haciendo alusión al tutor en el modelo pedagógico de continuidad de estudios que se aplica en sedes universitarias municipales, definido “...como un educador responsable de integrar el sistema de influencias educativas, cuyos modos de actuación se identifican con orientar en los distintos ámbitos de la formación del estudiante, promoviendo su crecimiento personal y el desarrollo de la autodeterminación y la toma de decisiones, desde una acción personalizada”. (MES, 2005. p. 8).
Es de destacar que la tutoría, en este contexto, desempeña un decisivo papel para el logro del principal paradigma de la nueva universidad el cual se sustenta en “...brindar un acceso masivo y garantizar permanencia y un egreso de calidad, frente a modelos que buscan la calidad en la selección” (Vecino, 2005. p. 6.). De ahí que la formación integral de los estudiantes es la tarea fundamental de las Sedes Universitarias Municipales (SUM), aspecto en el que los tutores son una pieza clave, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de los estudiantes de las SUM presentan, en competencia con la motivación por el estudio, necesidades más apremiantes que cumplir como son sus obligaciones como mamá/papá, esposo/esposa y trabajador/trabajadora; que por lo general es donde encuentran también su mayor nivel de realización.
El trabajo de tutoría, en el supramencionado modelo pedagógico, se basa en los siguientes conceptos:
Constituye un proceso continuo, sistemático, no puntual.
Se desarrolla de forma activa y dinámica.
Es una acción planificada y a la vez factible de redimensionarse en el plano individual de cada tutelado.
Supone un proceso de crecimiento en todas las esferas de la actividad humana.
Requiere de la participación de todos los agentes educativos, en los que el tutor debe lograr unidad y convergencia hacia un mismo fin y ejercer su liderazgo.
Se sustenta en el tratamiento individualizado del tutelado, donde la comunicación educativa desempeña un papel fundamental.
Dado lo anterior, se hace decisivo para el desarrollo no solo de la relación tutor-tutelado, sino para el propio desenvolvimiento del estudiante, lograr el conocimiento por ambos de las características del modelo pedagógico de continuidad de estudios. El dominio por los nuevos estudiantes del modelo pedagógico, debe priorizarse en la preparación que se les planifica al inicio de cada curso. De igual manera se debe priorizar su dominio por parte de los tutores y demás profesores que se incorporen por primera vez a la SUM, aunque tengan una experiencia docente anterior en el modelo tradicional.
Si bien es importante que el estudiante cuente con un tutor durante su carrera, no es menos cierto que al igual que el propio estudiante cambia en cuanto al enriquecimiento de su personalidad y sus intereses, y no son los mismos en la medida que transitan por los diferentes años; el papel del tutor también requiere ser modificado, sin que por ello pierda su esencia pedagógica, psicológica y sociológica. Es por ello que se hace necesario establecer estrategias diferenciadas del trabajo tutelar en tres niveles. (Domínguez, 2007, p. 4).
A continuación se precisan las particularidades y años que comprende cada nivel propuesto, lo que implicará que el estudiante tenga que vincularse con tres tutores diferentes durante su progreso docente.
Primer Nivel
El primer nivel de tutelaje estará dirigido a los estudiantes del primer año de las carreras, los tutores realizaran un trabajo encaminado a lograr la permanencia de estos en la universidad, elevando su motivación por el estudio, instruyéndoles sobre los métodos de estudio (aprender a aprender) y estimulando su sentido de pertenencia hacia la sede universitaria municipal; introduciéndolos en:
El modelo educativo de continuidad de estudios.
Los métodos de autoestudio y de trabajo independiente.
El aprovechamiento de los encuentros a partir de la planificación y organización de su tiempo.
La búsqueda y utilización de la bibliografía y los medios.
El tutor, en este nivel, reforzará la orientación profesional del tutelado lo que “...presupone información profesional, pero no consiste solo en ella. Además, ha de tomar en cuenta las aptitudes, inclinaciones e intereses de cada individuo” (Orientared, 2005).
En este nivel se debe garantizar una relación de cinco estudiantes, como máximo, por cada tutor, dada la necesidad de una sistemática atención fundamentalmente presencial.
Segundo Nivel
Estará integrado por los estudiantes de los segundo y tercer año de las carreras, tendrá como tutores, preferiblemente, a profesores de la especialidad o de asignaturas de servicios a la carrera. El trabajo del tutor estará dirigido al rendimiento del estudiante, su motivación profesional e interés por el desarrollo del conocimiento, la integración de las asignaturas y el desarrollo de habilidades de trabajo de investigación, así como su participación en jornadas y eventos científicos y demás actividades extracurriculares y extensionistas, incluyendo la práctica laboral. Igualmente guiará su formación político-ideológica a través del abordaje de temas de actualidad.
En este nivel hay que hacer una diferenciación en cuanto a la relación tutor/tutelado. Se velará por no exceder de un tutor por cada seis estudiantes del 2º año, mientras que en el 3º año, dado que el estudiante ha adquirido una mayor habilidad en el autoaprendizaje y estar mejor preparado para la toma de decisiones, puede extenderse a siete los estudiantes por tutor.
Tercer Nivel
Este nivel abarca los estudiantes de cuarto año en adelante, tendrá como tutores a los profesores de la especialidad de mayor categoría docente y en lo posible con grado científico, sobre todo a los de los últimos dos años. El tutor tendrá como tarea fundamental la orientación que permita la formación del futuro profesional, una mayor adquisición por parte del tutelado de habilidades prácticas, investigativas y de integración de los conocimientos adquiridos en función de los intereses de la sociedad.
La relación entre el tutor y los tutelados responderá más al aspecto profesional que garantice los objetivos de la tutoría a este nivel, partiendo de que los estudiantes de estos años no solo han adquirido hábitos y habilidades de estudio, sino que también su personalidad está mucho más desarrollada y por tanto la tutoría requerida responde más a la asistencia científico-metodológica que pueda brindar un especialista (Máster o Doctor) en cada área del conocimiento, por lo que dicha relación tutelados-tutor puede ser mayor que la de los anteriores niveles.
Los directivos de las sedes universitarias municipales, tienen la posibilidad de estrechar aún más las relaciones con las entidades del territorio y sus personalidades académicas en la medida que logren incorporar a los profesionales más calificados de la producción y los servicios, con grado científico, al trabajo de tutoría de este nivel, lo que redundaría de manera favorable en el resto de los componentes del modelo pedagógico.
Son innumerables las acciones que debe desarrollar el tutor, cada vez más en la literatura científico-pedagógica se está reconociendo la función del profesor destacándose el reconocimiento a la figura del tutor en cada acto docente.
Este hecho pone, indudablemente al profesor, ante el reto de asumir la educación de cada uno de sus alumnos desde una posición que le permita ajustar su respuesta a la diversidad de necesidades educativas que estos presentan, teniendo como fin último el desarrollo integral de su personalidad.
Se concibe la función tutorial como una actividad orientadora que realiza el tutor, vinculada estrechamente al propio proceso educativo y a la práctica docente, dentro del marco de la concepción integral de la educación. (Ibarra, 2005, p. 5).
En el contexto universitario y atendiendo a que en esta etapa evolutiva el joven se encuentra en el inicio de una vida independiente, constituye una función esencial de la educación universitaria y en definitiva de la acción tutorial lograr en los alumnos la madurez laboral, moral y política necesaria para que posteriormente puedan comenzar de inmediato un desempeño laboral útil y determinar su lugar en la vida.
Por otra parte es importante destacar determinados aspectos vinculados al desarrollo personal que son trabajados desde la acción tutorial. El primero de ellos es el desarrollo intelectual donde se fomenta el afrontamiento de situaciones y problemas, la toma de decisiones y el sistema “aprender a aprender”.
Para el desarrollo emotivo afectivo se busca potenciar el dominio de habilidades sociales, así como trabajar con la autoestima y autoconcepto del propio sujeto.
En cuanto al desarrollo social, se busca la integración en el grupo además de la participación activa en el contexto de cooperación. Por último para el desarrollo profesional, la acción tutorial busca fomentar la toma de conciencia del propio itinerario curricular para la elección de un proyecto profesional y el acceso al mundo laboral. Tal es así, que dentro de las principales características y funciones de la acción tutorial podemos citar las siguientes (González, 2008, p. 2).
Coinciden en las diferentes etapas de educación pero con distintos matices.
Se han de concretar en el proyecto curricular de ciclo, etapa y aula.
Han de servir de referente, y a partir de ahí adecuarlas a las necesidades.
Se organizan en cuatro, dependiendo de los agentes implicados.
Función con los alumnos (grupo e individuo).
Función con el equipo docente y especialistas.
Función con los padres.
Función con el equipo directivo.
La selección del tutor debe ser muy cuidadosa y a nuestro juicio se corresponde subrayar en estos docentes las siguientes cualidades y capacidades.
Prestar la máxima atención al desarrollo de sus valores morales, a la formación de las buenas costumbres y correctos hábitos de conducta personal y social.
Poseer sólidos conocimientos científicos y técnicos de la profesión que ejerce, así como pedagógicos y psicológicos, y mantenerse actualizado en correspondencia con los avances de las ciencias y las técnicas más modernas.
Participar de forma consciente y activa en todas las tareas que se realicen en su centro docente o de servicio y en el seno de la sociedad.
Estar informado y actualizado del acontecer nacional e internacional a través de los diferentes medios de difusión.
Manifestar una conducta ejemplar en lo que respecta a la disciplina laboral, ante los estudiantes, el colectivo de trabajadores de su centro docente o de servicio y zona de residencia.
Mantener en todo momento el prestigio y autoridad que debe caracterizar a todo profesor.
Contribuir con sus conocimientos y dedicación al trabajo a elevar la calidad y eficiencia de la enseñanza y la educación.
Dominar la (s) asignatura (s) que imparte con rigor técnico y saber aplicar los principios psicológicos y pedagógicos relacionados con sus contenidos.
Tener capacidad creadora en el desarrollo de su profesión y la (s) disciplina (s) que imparte y para que repercuta favorablemente en su labor educativa y formativa en los estudiantes.
Estar consciente de la importancia que tiene su autopreparación constante para ejercer una mejor labor técnica y pedagógica en la educación.
Ser ejemplo de organización personal, lo que exige una planificación adecuada y autocontrol de su propio trabajo.
Ser capaz de ofrecer a los estudiantes constantes ejemplos de educación formal y moral, conducta social y de trabajo creador en beneficio de la sociedad.
Ha de caracterizarse por su perseverancia, sencillez, modestia, decisión oportuna, dominio de sí mismo y la firmeza en sus acciones.
Poseer una apariencia personal y hábitos higiénicos correctos ante los estudiantes, sus compañeros de trabajo y el centro docente o de servicio donde se desempeña.
Ser portador en todo momento de una adecuada conducta moral y educación formal en el centro docente o de servicio donde labora, y en la sociedad.
Poseer características personales y habilidades para establecer relaciones con los educandos.
Desarrollar la actividad educativa en cualquier escenario donde esté presente de forma permanente y consciente.
Dedicar el tiempo necesario a la preparación y desarrollo de las actividades docentes con la máxima calidad y eficiencia.
Utilizar el lenguaje de forma correcta, de manera clara, precisa y exacta, las ideas, los conocimientos y los sentimientos a través de la palabra, la mímica y los gestos, para influir positivamente en los estudiantes.
Saber penetrar en el mundo interior del estudiante, conocer sus éxitos, logros e intereses, sus fracasos y dificultades, comprenderlo y ayudarlo a resolver sus problemas u orientarlo en la solución de ellos.
Desarrollar una capacidad comunicativa para relacionarse mejor con los estudiantes y saber establecer, desde el punto de vista pedagógico una adecuada comunicación con ellos en las diferentes situaciones y momentos.
Conclusiones
El desempeño de los tutores, instaura un aparato prioritario y clave en beneficio de los estudiantes y su formación integral, para el cumplimiento de este propósito debe elegirse esmeradamente este personal. Del despliegue de la tutoría en el modelo pedagógico de continuidad de estudios, depende en gran parte que se logren sus objetivos sociopolíticos estrechamente vinculados al concepto de democratización de la educación superior, en cuanto a los aspectos relativos al ingreso, permanencia y graduación, con calidad, de los estudiantes que en él participan.
Bibliografía
ALPÍZAR CABALLERO, L.B. AÑORGA MORALES, J. El modelo del tutor de especialidades médicas del ISMM "Dr. Luis Díaz Soto". Educ Med Super, 2007 Jun [citado 2012 Ene 24]; 21(2).
DOMÍNGUEZ MÉNDEZ, J. TIMOR SÁNCHEZ, E.E. En búsqueda de la calidad de la tutoría en las sedes universitarias municipales. (Tomado de La Nueva Universidad Cubana y su contribución a la universalización del conocimiento, Colectivo de Autores, Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, pp. 311-324).
GONZÁLEZ R. Herramientas Básicas para el Acompañamiento Tutoral. Revista Mexicana de Orientación Educativa, 2008, 6(14).
HERRERA, E. Modelos de orientación e intervención psicopedagógica: Modelo de intervención por servicios. Revista Iberoamericana de Educación. 2000; 6(10): 20- 5.
IBARRA, M.L. Educar en la escuela, educar en la familia: ¿Realidad o utopía? La Habana: Editorial Félix Varela; 2005. pp. 5
Ministerio de Educación Superior (MES): El tutor en las sedes universitarias municipales. Documento oficial. Ciudad de La Habana, Cuba, 2005. pp. 8.
OJALVO MITRANY, V. Orientación y tutoría como estrategia para elevar la calidad de la educación, 2005. pp. 4.
Página WEB Orientared.com, bajado el 12 de agosto del 2005. http://www.orientared.com/bibliografia/bibtut.asp
VECINO ALEGRET, F. Intervención en el XXIV Seminario de Perfeccionamiento para Dirigentes Nacionales de la Educación Superior, ENPSES-Mercie Group, La Habana, Cuba, 2005. pp. 6
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