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Consideraciones sobre el regate en el deporte fútbol

 

Universidad de Ciencias de la Cultura Física

y el Deporte. Facultad Camagüey

(Cuba)

MSc. Nibaldo Delaz Traba

Dr.C. Osvaldo Javier Martín Agüero

Dr.C. Héctor Noa Cuadro

Dr.C. Jesús Font Landa

nibaldo@fcf.camaguey.cu

 

 

 

 

Resumen

          En el fútbol actual las situaciones de cooperación y oposición son muy frecuentes, en la medida que los equipos perfeccionan las variantes tácticas de ataque, las variantes tácticas para defender también se perfeccionan observándose como tendencia la aplicación de sistemas defensivos basados en el pressing (presión) constante fundamentalmente sobre el jugador que posee el balón. Estudios realizados sobre la cantidad de duelos directos entre un jugador ofensivo y un jugador defensivo develan resultados entre 30 y 50 duelos por partido. El presente trabajo tiene como objetivo fundamental, exponer algunas consideraciones sobre la aplicación del regate en el juego fútbol.

          Palabras clave: Regate. Fútbol. Juego ofensivo.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 17, Nº 167, Abril de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En un juego de fútbol no son pocas las situaciones que se le presentan al jugador en posesión del balón, donde no existe la posibilidad de ejecutar un pase, conducir, ejecutar un cambio de orientación o tirar a la portería, todo ello propiciado por la oposición constante de uno o de varios adversarios que tienen como objetivo fundamental recuperar el balón. Ante situaciones de juego como la que se describe, el jugador ofensivo no tiene otra alternativa que ejecutar el elemento técnico-táctico regate con la finalidad de desestabilizar y desorientar al adversario o a los adversarios que salen a su encuentro.

    En este sentido Sanchis planteó: “…cuando la situación no permite realizar el pase, el regate se hace necesario siempre que sea posible para crear una situación ventajosa.” Pero también es importante precisar que en algunas ocasiones, ante una situación de este tipo el jugador con balón no puede solucionar el problema que se le presenta por no poseer los conocimientos técnico- tácticos sobre el regate. Por este motivo; y sin la intención de minimizar la importancia del pase como el elemento más importante en el juego de fútbol es necesario que los entrenadores que trabajan en la base, se den a la tarea de formar jugadores que sepan aplicar el regate de forma correcta y siempre en función del equipo debido a las ventajas que brinda esta acción para el juego ofensivo, entre las que se destaca el factor sorpresa aspecto muy importante y buscado en el fútbol actual.

    En concordancia con este planteamiento Gómez planteó: “… son muchas las ocasiones en un partido donde se presentan situaciones de uno contra uno y sin compañero cerca para apoyarse, por lo que el jugador en posesión del balón no tiene otra opción que aplicar el regate al rival”; más adelante planteaba “… el regate es una parte importante del arte y la inventiva que un jugador es capaz de regalar al fútbol , los niños deben entrenar y mejorar esta habilidad, se debe hacer un esfuerzo por potenciar los futbolistas habilidosos en el regate ya que esto seria una buena forma de contribuir a que este deporte siga siendo mágico y el mayor espectáculo del mundo.”

    Por su parte Vargas Domínguez plantea: “El regate debe ser dominado individualmente por el jugador como las demás acciones que forman parte de la táctica individual del ataque.”

    Salvadores plantea su desacuerdo con los entrenadores que no tienen en cuenta la posibilidad de incluir en sus planteamientos tácticos jugadores con habilidades para el regate por considerar que esta acción y los regateadores son elementos que atentan contra el juego de equipo. El autor citado continuó planteando que un jugador sin regate es un jugador limitado lo mismo que un equipo que no sepa aprovechar esta posibilidad ya que sus soluciones ofensivas pueden ser pobres.

    Los autores Fraile, Saiz, Silva y Txetxu, consideran que algunos entrenadores no enseñan el regate porque existe una información errónea relacionada con este elemento, ya que se considera que esta acción no beneficia el juego colectivo de equipo, de igual forma los referidos autores plantean que los entrenadores erróneamente no trabajan el regate como una acción más del entrenamiento sino que lo hacen de forma ocasional y pensar que todo el éxito deportivo está dado siempre por la táctica colectiva puede ser un error.

Desarrollo

1.     Análisis crítico del concepto regate

    Según Bonizzoni (1995) “el regate es una habilidad que consiste en sobrepasar al adversario, manteniendo la posesión del balón”.

    Lacuesta (1997) plantea que “el regate es un procedimiento para eludir la entrada de un adversario y batirle sin posibilidades de que pueda arrebatarle el balón al que lo ejecuta”.

    Sans Torrelles y Alcaraz (1997) “plantean que el regate es una acción de transporte del balón y no es más que el desbordamiento del adversario manteniendo el control del balón”.

    Vargas plantea que “el regate es una acción técnica con aplicación táctica”.

    Pla Sanchis plantea que “el regate es una acción técnica que permite desbordar al rival y dejarlo fuera del radio de acción en el proseguir de la jugada”.

    Gurutz, Serrano y Silva, plantean que “el regate es una acción técnica”. Concepto este que a criterio del autor de la investigación no explica la esencia de la acción de regatear.

    Según Csanadi (2005) se entiende por “regate la serie de movimientos de engaño que ejecuta el jugador con el balón”. En este concepto se omiten algunos aspectos que deben ser considerados en la definición del regate como son: Evadir a un adversario y dominio del balón. Valorando estos dos aspectos se cita a Azhar (1999) el cual plantea que el “regate es la habilidad y el dominio del jugador para afirmarse en su carrera evitando a los adversarios que se oponen al regateador”.

    Como se puede apreciar en este concepto a pesar de que el autor citado hace referencia al objetivo del regate que consiste en evitar a los adversarios que se oponen al regateador, no se hace referencia a la utilización del balón y se utilizan los términos habilidad y dominio como si sus significados fueran lo mismo, dándose a entender que el regate es simplemente correr sin el balón por lo que el autor considera que este concepto puede propiciar una interpretación errónea sobre la esencia del regate.

    Según Gayoso (1991) “el regate es una acción técnica individual, por la cuál el jugador en posesión del balón supera y rebasa, la oposición de uno o varios, adversario sin perder el dominio del balón”.

    Analizando el concepto de regate planteado por Gayoso (1991), se puede observar que ha diferencia del concepto planteado por Azhar (1999), se hace referencia, al uso del balón y se utilizan términos como: superar, rebasar; y dominio del balón, evidenciándose la esencia del regate.

2.     La finta en el regate

    Según Kurt Meinel (1981) se entiende por finta, el gran número y variedad de movimientos desorientadores en los juegos y lucha deportiva. El propio Kurt Meinel plantea que las fintas tienen como propósito provocar una reacción falsa del contrario, que este se anticipe a un movimiento que solo está simulado y no llega a realizarse en realidad.

    Por su parte Csanadi (2005) define la finta como los movimientos y ademanes del futbolista para desorientar a su adversario y puede ser ejecutada con cualquier parte del cuerpo (cabeza, brazos, tronco y piernas). Lograr engañar a uno o a varios jugadores defensivos no es tarea fácil para un regateador, el mismo necesita dominar un grupo de habilidades que le ayudarán en la consecución de su objetivo. En tal sentido el autor se referirá a la finta como elemento necesario en la ejecución del regate, mediante la cual el regateador puede lograr engañar y desorientar al adversario. Para lograr ejecutar una finta durante el juego y que la misma cumpla con su finalidad no basta solo con la voluntad y la decisión del jugador, el mismo necesita poseer un grupo de facultades espirituales y corporales que a continuación se explican.

    Es importante precisar que la ejecución de la finta requiere del factor sorpresa para que la misma logre el objetivo final de engañar al adversario. Todos los jugadores son aptos para realizar un movimiento de finta. Pero esto en si no es suficiente Los movimientos de fintas deben ser convincentes porque, en caso contrario el adversario podrá percibir la intención y el efecto desorientador será inútil. Para lograr ejecutar una finta durante el juego, que la misma cumpla con su finalidad no basta solo con la voluntad y la decisión del jugador, el mismo necesita poseer las siguientes facultades espirituales y corporales.

    Según Csanadi (2005) en su libro El Fútbol tomo I los factores psíquicos y corporales del engaño (Finta) son: Imaginación, la reacción y reflexión rápida, la posición baja del centro de gravedad del cuerpo, la rapidez, la habilidad y el movimiento del adversario. A continuación se explican la importancia de cada uno de estos elementos para una adecuada ejecución de la finta.

    El jugador necesita una gran imaginación y esta imaginación debe manifestarse no solo en la utilización variada de los engaños. Es decir, el buen jugador tiene que observar en fracciones de segundo las consecuencias de sus movimientos, tiene que saber y sentir como reaccionará el adversario a sus movimientos y apropiarse del pensamiento del mismo. Entre los factores psicológicos del engaño se debe tener en cuenta la reacción y reflexión rápida. Del funcionamiento de los nervios depende esencialmente la percepción del movimiento del adversario, el repaso rápido de las situaciones probables, la rapidez de la decisión para el movimiento y su ejecución y el cambio del movimiento iniciado en sucesiones rápidas.

    Entre los factores físicos de la capacidad para el engaño tenemos que mencionar, ante todo, la posición baja del centro de gravedad del cuerpo. Es importante sobre todo en el regate, que el centro de gravedad del jugador quede bajo. El basamento físico de esta aseveración es evidente, el centro de gravedad bajo no tiene tanta oscilación como el centro de gravedad alto. Entre las condiciones físicas tenemos que mencionar la rapidez, los movimientos de engaño, deben ejecutarse en secuencias rápidas porque en caso contrario el adversario será capaz de seguir la serie de movimientos.

    Un requerimiento importante es la habilidad. El jugador tiene que ejecutar movimientos contrarios y desacostumbrados en un periodo corto. A consecuencia de la variedad de los movimientos de engaño, el ritmo tampoco debe ser idéntico en la forma, por lo que se necesita habilidad, coordinación y una ejecución moderada de los impulsos durante la ejecución de los engaños.

    El jugador, al aplicar el engaño, tiene que prestar atención al movimiento de su adversario. Solo puede iniciar el impulso contrario e inesperado si el adversario reacciona al primer movimiento. La ejecución de la finta como acción aislada en el juego de fútbol es más fácil que la ejecución del regate utilizando la finta, debido a que en el regate con finta el jugador debe engañar y evadir al adversario manteniendo todo el tiempo el control del balón, tarea esta que exige del futbolista una coordinación de movimientos muy compleja.

3.     Clasificaciones de los regates

    En este sentido Csanadi (2005) y Gayoso (1991) clasifican los regates en simples (no se utiliza la finta) y compuestos (se utiliza la finta y doble toques al balón). Como se puede apreciar, existen diferentes clasificaciones generales relacionadas con los diferentes tipos de regates que se utilizan en el fútbol, pero el autor considera necesario hacer referencia a algunos tipos de regates simples y compuestos que son ejecutados comúnmente por la mayoría de los futbolistas.

    Según Gayoso (1991) y Azhar (1999) los regates simples pueden ser ejecutados de las siguientes formas:

  • Con cambio de velocidad.

  • Tocando el balón por encima del contrario, ya sea en volea o un balón que llega rasante.

  • Tocando el balón por entre las piernas del contrario

  • Tocando el balón por un lateral del adversario y buscarlo por el otro lateral del adversario.

  • Con el empeine interior

  • Con el exterior del pie y

  • Tocando el balón con el empeine interior, por debajo del centro de gravedad del regateador.

    Gayoso (1991) y Azhar (1999) clasifican los regates compuestos de la siguiente forma:

  • Dobles regates: Son aquellos en los que el regateador toca el balón dos veces de forma sucesiva para evadir al adversario.

  • Regates con finta o regates fintados: Son ejecutados con una o más fintas.

  • Los dobles regates pueden ser ejecutados de las siguientes formas:

  • Doble contacto con el interior del pie.

  • Doble contacto con el exterior del pie.

  • Contacto interior y exterior del mismo pie.

  • Contacto con el exterior y el interior del mismo pie.

  • Pisada del balón y salida por el lateral del adversario.

  • Pisada de balón halarlo y tocarlo por debajo del control de gravedad del cuerpo.

  • Pisada y salida con el interior del mismo o del otro.

  • Vuelta protectora: Giro y quedar de espalda al adversario.

    Por su parte Lacuesta (1997) los clasifica en regate por velocidad donde el regateador puede o no utilizar la finta, pero el factor más importante es la velocidad del futbolista y el regate por habilidad que se ejecuta utilizando las fintas, pero los factores más importantes son la destreza con el balón, el oportunismo y la rapidez de movimientos en los pies.

    Es importante precisar que en estas clasificaciones de regate, los autores citados solo tiene en cuenta la aplicación del regate desde el punto de vista técnico, pero de igual forma los regates pueden ser clasificados atendiendo a su aplicación táctica durante el juego, en tal sentido Azhar (1999) plantea que los regates pueden ser clasificados en Regate de progresión, Regate de desbordamiento y Regate de espera. A continuación se explica en que consiste cada tipo de regate mencionado.

    El regate de progresión: Es ejecutado fundamentalmente por el líbero en los equipos que juegan con jugadores que desempeñan esta función y es el mismo líbero quien utiliza este tipo de regate cuando se encuentra lejos de su portería, provocando que su equipo progrese hacia el terreno contrario, en esta progresión el líbero tiene posibilidad de apoyarse en sus compañeros mediante el pase, este regate permite de igual forma que los medio campistas del equipo construyan el juego ofensivo del equipo.

    Regate de desbordamiento: Este tipo de regate es utilizado por los equipos que juegan centrando su ataque por los laterales del terreno a través de los jugadores laterales con gran velocidad , el atacante aprovecha los espacios creados en los extremos del terreno para dejar atrás a su adversario , este tipo de regate comienza a ritmo lento y luego el regateador acelera brusca y repentinamente , este tipo de regate permite que los regateadores que se desplazan por los extremos , lleguen a las proximidades de la línea de fondo y realicen pases al área de penalti del equipo contrario creando situaciones de peligro que generalmente culminan en gol. Para lograr la eficacia en la ejecución de este tipo de regate el jugador necesita tener varias cualidades físicas y técnicas como son: suficiente desarrollo de la velocidad y la fuerza y poseer buena técnica de golpeo a larga distancia para la realización de los pases cruzados.

    El regate de espera: En este tipo de regate el jugador debe priorizar la protección del balón como aspecto fundamental , ya que el mismo se utiliza en situaciones donde la oposición y el contacto con los adversario son constantes , desde el punto de vista táctico este regate se utiliza por ejemplo cuando el equipo que se encuentra con ventaja necesita mantener el resultado y falta poco tiempo para la culminación del juego, igualmente es conveniente su aplicación contra equipos que aplican marcajes estrechos en bloques defensivos. Se pude plantear que el regate de espera es lo contrario al regate de desbordamiento, ya que exige más control y equilibrio que la velocidad y la aceleración.

Conclusiones

    El autor considera que un regateador debe estar seguro de sus posibilidades para lograr su objetivo durante el juego , debe evitar regatear si no se encuentra en plenitud de forma deportiva , si se enfrenta a un adversario difícil de rebasar no debe forzar el regate, en estos casos es más aconsejable pasar la pelota y simplificar el juego en tal sentido Alarcón Quintero (2007) plantea que se puede regatear con la prioridad de mantener la posesión del balón, para temporizar el pase se decide pasar o regatear en función de las pociones de pase y desmarque hacia zonas no ocupadas por lo que el regate es casi siempre un recurso de emergencia y no la primera opción.

Bibliografía

  • Bonizzoni, L.C y Leali, G. (1995). El delantero Características técnicas y tácticas. Madrid, España: Gymnos.

  • Bonora, R. (2002). Sistemas de ejercicios para la enseñanza y el perfeccionamiento de la técnica en el fútbol. Trabajo de diploma en Cultura Física y Deporte, Facultad de Cultura Física, Camaguey, Cuba.

  • Csanadi, A. (1981). El Fútbol. (Tomo I). Ciudad de la Habana, Cuba: Pueblo y Educación.

  • Csanadi, A. (2005). El Fútbol. (Tomo II). Ciudad de la Habana, Cuba: Deportes.

  • Gayoso, F. (1991). El niño y la actividad física y deportiva. Enseñanza del Fútbol. Madrid, España: Gymnos.

  • Meinel, K. (1981). Didáctica del Movimiento. Ciudad de la Habana, Cuba: Pueblo y Educación.

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