efdeportes.com
La actividad física en la tercera edad: recomendaciones

 

Doctor Europeo en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Licenciado como número 1 de la promoción en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Licenciado en CC. Empresariales. Licenciado en Derecho. Diplomado en Fisioterapia

Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid

Doctora Europea en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Master en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Profesora de la Universidad de Alcalá y de la Universidad Complutense de Madrid

Campeona de España de baloncesto

Antonio Monroy Antón

antonio.monroy@uam.es

Gema Sáez Rodríguez

g.saez@uah.es

(España)

 

 

 

 

Resumen

          La actividad física es importante en todas las etapas de la vida, aunque en cada una tendrá su función y su aplicación. En este artículo se trata la actividad física en la tercera edad en lo que compete al monitor y cómo debe desarrollar las clases, a los beneficios que reporta la actividad física para este colectivo y a la mejor práctica que se puede hacer. Hay que tener en cuenta que cada persona tiene sus necesidades, capacidad, limitaciones y características, lo cual hará que aunque la actividad física se desarrolle a nivel colectivo, la actividad física debe estar adaptada a cada una de las personas que componen el grupo.

          Palabras clave: Tercera edad. Actividad física. Monitor. Beneficios.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 166, Marzo de 2012. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

    No todos estamos creados con las mismas capacidades para practicar deporte y para adaptar nuestro cuerpo a entrenamiento deportivo. Uno de los factores que influyen es la herencia, sobre todo, en cuanto al grado y rapidez de la adaptación del organismo a un determinado programa de entrenamiento. Las variaciones en el crecimiento celular, la regulación nerviosa y en el metabolismo hacen que las diferencias entre los individuos y sus adaptaciones sean, cada vez mayores. Estas diferencias, hacen que sea necesario uno de los principios más importantes del entrenamiento: el de individualidad, el cual se basa en que cualquier programa de entrenamiento debe tener en cuenta las necesidades y las capacidades específicas de los individuos para los que se ha diseñado.

    Este principio se debe aplicar en todas las etapas de la vida en las cuales se realice un entrenamiento, por tanto, la tercera edad no es una excepción, no requiere un tratamiento especial sino un tratamiento específico, acorde con las necesidades y capacidades de los practicantes. Dentro de las actividades deportivas más recomendadas para la tercera edad, están los ejercicios gimnásticos, ya que se pueden realizar en cualquier lugar y sólo necesitan de una cierta predisposición y una vestimenta deportiva adecuada. Actualmente se han puesto muy de moda los ejercicios gimnásticos en los parques, en los que se han instalado diferentes aparatos que permiten la realización de actividades deportivas, sobre todo, para la tercera edad.

    Caminar, que puede resultarnos como una actividad muy sencilla, es una de las más completas y saludables para la tercera edad, ya que tiene un gran efecto positivo para la salud. Como bien dice Meaking1 se trata de un ejercicio de bajo impacto y con un mínimo riesgo de lesiones que se puede llevar a cabo sin problemas. Resulta un buen ejercicio para el corazón, los pulmones y la producción de hormonas del bienestar, y así dice que podría denominarse como “la mejor inversión actual en salud”. A nivel general consume calorías, quema azúcares y grasas y ayuda a mantener un peso sano, lo cual puede ayudar a la prevención de la diabetes y enfermedades cardíacas. En cuanto a su aplicación con la tercera edad, se puede decir que caminar de forma regular puede producir un corazón más eficiente ayudando a reducir el peso y a la adquisición de fuerza, resistencia y flexibilidad. Asimismo, este ejercicio mejora la circulación dando a la piel y aspecto más fresco y saludable. En cuanto a los problemas psicológicos, también puede ayudar a vencer el estrés y la ansiedad con una mayor objetividad. Por último, también se puede decir que al tratarse de una actividad que se puede hacer en compañía, mejora las relaciones sociales y los vínculos con las otras personas.2

    Es conveniente que a la hora de elegir el sitio donde se va a desarrollar la caminata, se escojan terrenos llanos con suelo regular, para evitar el peligro de la caída, y con poco tráfico de bicicletas, coches motos, etc. Es importante que la ropa que se utilice sea cómoda y, sobre todo, que favorezca la transpiración. El calzado debe ser confortable, flexible y que no oprima al pie de forma que pueda producir lesiones en el mismo.

    Otra de las actividades muy recomendadas para la actividad física en la tercera edad es la natación. Para la persona mayor, la actividad acuática debe ser gratificante y placentera de forma que libere tensiones y, sobre todo, que sirva para ocupar parte del tiempo de ocio de que se dispone en esta etapa. Las actividades acuáticas, muchas veces tienen un enfoque recreativo y lúdico lo cual hace que la gran mayoría de actividades se desarrolle a través de juegos con un alto grado de motivación para los participantes.3

    En cuanto a los beneficios de la natación, se puede decir que es un medio muy eficaz para mantener y, en algunos casos, mejorar la capacidad a nivel cardiorrespiratorio y al desarrollo de la coordinación y equilibrio ya que al ser el agua un medio inestable hacer que haya que adaptar todos los movimientos a las situaciones con cambios constantes en un medio que no es el habitual. El trabajo en agua, ayuda a la prevención y a la rehabilitación de problemas en la columna o problemas posturales, ya que se libera al esqueleto de su autocarga y por tanto el apoyo no se transforma en traumatismos para el cuerpo.

    Para las personas con problemas de obesidad y con problemas en las articulaciones (artritis, artrosis) es recomendable la práctica de actividad física en el medio acuático al favorecer la descarga de las articulaciones y por tanto, no producirse posibles lesiones en las mismas.

Actividad física en la tercera edad

    A la hora de realizar actividad física, se deben tener en cuenta una serie de factores importantes y contrastables, dados los evidentes cambios a nivel físico que se han ido produciendo con el paso de los años y que afecta tanto a las articulaciones, como a los huesos, como a nivel cardiorrespiratorio, etc.

    Es importante que cuando una persona de tercera edad se vaya a poner a practicar alguna actividad física, pase un reconocimiento médico completo en el que se determine si la persona está en condiciones de poder realizarla o no. Asimismo, el médico podrá determinar sus capacidades y limitaciones y recomendar aquellos ejercicios más favorables y perjudiciales acorde con su estado de salud. Es en este momento, donde entra la labor del monitor o especialista en Actividad Física para la Tercera Edad que será el que haga una individualización de los programas teniendo en cuenta las necesidades, lesiones y estado físico de cada persona, aunque se traten de clases colectivas.

a.     El monitor

    El monitor de actividades deportivas para la tercera edad debe tener dos funciones bien diferenciadas y, sobre todo, bien trabajadas. Debe actuar como técnico y profesional que tiene los conocimientos suficientes para poder llevar la clase de actividad física y, por otro lado, debe tener un trato personal y cercano con los practicantes. También debe saber dirigir pero sin actitud directiva, es decir, dirigir la clase sin mostrar una imposición en cuanto a la relación de las tareas. Debe tener una comunicación constante con el grupo y con cada participante en individual. El monitor debe ser el encargado de fomentar las relaciones en el grupo y de conocer al mismo, potenciando las actividades que más les gustan a los participantes, cómo introducir actividades nuevas, controlar la intensidad para la que están preparados, etc.

    Una vez finalizada la sesión, el monitor debe dedicar unos minutos a hacer una pequeña reflexión con los componentes del grupo en la que hablen sobre las experiencias que han tenido durante la práctica, cosas a mejorar, aspectos a señalar, relación entre el monitor y el grupo, etc. Y, por su parte, el monitor en esta reflexión o fuera de ella debe interesarse por la evolución del grupo tanto a nivel colectivo como a nivel individual, preguntando acerca de su estado, sus necesidades, sus intereses, sus expectativas, etc.

    Es importante también, que inculque hábitos durante la sesión, tanto saludables como a la hora de hablar de práctica de actividad física. El cambiarse de ropa para la práctica, la higiene, el respeto al material y a los compañeros harán que la dinámica de la clase sea lo más óptima posible desarrollándose ésta en las mejores condiciones. Les debe enseñar la importancia de un calentamiento adecuado y acorde con las necesidades, atendiendo sobre todo a las enfermedades o dificultades motoras que tenga cada uno y, a las condiciones climatológicas en las que se lleve a cabo la actividad. No es lo mismo realizar la práctica al aire libre, que en un polideportivo; en una sala multiusos que en un parque, etc.

    Tendrá que fomentar y favorecer un ambiente y clima agradable en clase, de forma que la motivación de los participantes sea cada vez más elevada tanto para volver a asistir a las sesiones como para sentirse atraído de forma continua por la actividad.

b.     La vestimenta

    Cuando se va a realizar actividad física, tanto el participante como el monitor deben acudir a las sesiones con la vestimenta adecuada para la realización de la misma. Se debe ir con un pantalón largo o corto de deporte cómodo, transpirable que facilite y permita los movimientos, una camiseta cómoda y holgada transpirable también, un calzado acorde con la práctica que se va a realizar, cómodo, que no haga sudar mucho el pie. Se debe evitar el uso de elementos como pendientes que cuelguen, anillos que puedan dañar los dedos en caso de impacto, cadenas o relojes que puedan dañar asimismo tanto al que lo lleva como al resto de los componentes del grupo, etc.

Notas

  1. MEAKIN, J. Andar para estar en forma. Barcelona: Hispano Europea, 2009. p. 9.

  2. BIRD, W.: REYNOLDS, D. Caminar para la salud: La guía completa paso a paso para ponerse en forma y sentirse bien. Barcelona: INDE, 2002. p. 13.

  3. PONT, P. Tercera edad, actividad física y salud: teoría y práctica. Barcelona: Paidotribo, 2008. p. 67.

Bibliografía

Otros artículos sobre Tercera Edad

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 15 · N° 166 | Buenos Aires, Marzo de 2012
© 1997-2012 Derechos reservados