Incidencia del sol en la piel de los deportistas | |||
Profesor Instructor Dirección Provincial de Deportes, Cienfuegos (Cuba) |
Lic. Nelvis Lara Águila |
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Resumen En el trabajo titulado “Incidencia del sol en la piel de los deportistas”, fueron estudiados los atletas de la EIDE y ESPA provincial, con diagnóstico confirmado de dermatitis de piel que se atendieron en el servicio del CEPROMEDE. Con el objetivo de detectar las afecciones en la piel, más frecuentes en los deportistas a través del control estadístico en consulta y brindar información acerca del cuidado de la piel expuesta a las radiaciones solares. En la obtención del dato primario se utilizó un modelo en el cual se recoge la información necesaria para cumplimentar los objetivos trazados. Los datos fueron procesados en una microcomputadora, donde se realizó la operacionalización de las variables de edad, sexo, color de piel, especialidad deportiva y localización topográfica de la lesión; llevados a tablas y gráficos estadísticos donde se reflejan los valores absolutos y porcentuales, se calculan los promedios y la desviación estándar de la variable edad según sexo y total, y se aplican las técnicas de significación estadística en las variables de interés según los objetivos propuestos. Concluyendo que la exposición al sol, el uso inadecuado del vestuario deportivo, la falta de techado y la poca o ninguna forestación alrededor de las instalaciones deportivas, provoca lesiones perjudiciales en la piel del deportista. Se deben realizar estudios más profundos destinados a conocer mejor las afectaciones provocadas por la exposición solar, buscando vías y medios de protección más eficientes, trasmitiendo un mensaje de alerta con alcance social, para la prevención y el mejoramiento de la calidad de vida. Palabras clave: Sol. Piel. Deportistas.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 165, Febrero de 2012. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La incidencia cada vez mayor de alteraciones de la piel en los deportistas se relaciona estrechamente con la exposición a las radiaciones solares, en el sentido de los efectos adversos que provoca las radiaciones ultravioletas contenidas en ellas. La luz del sol es parte de nuestra vida diaria y la mayoría de las personas la acepta como beneficiosa para la salud. Se han desarrollado vertiginosamente novedosas ramas como la Fotoquímica, la Fotobiología y la Foto medicina, ciencias que adquieren cada vez mayor importancia en el esclarecimiento de las variadas influencias que ejercen las radiaciones solares sobre los seres vivos y, principalmente, sobre el Hombre.
No hay ninguna duda de que el sol representa en nuestros días el principal factor ambiental dañino para la piel del Hombre. Las exposiciones Intermitentes y continuadas, y, sobre todo, las exposiciones en períodos tempranos de la vida (particularmente en la infancia), se relacionan con mayor riesgo en la aparición de afecciones en la piel.
Debemos considerar también la mayor exposición que está ocurriendo hoy en día producto del nivel de vida alcanzado y las frecuentes actividades sociales. La vida moderna con sus avances ha traído una mayor participación del ser humano en actividades recreativas, económicas y de diversión al aire entre ellas la práctica de deportes, visitas a la playa y las excursiones, estas última son las que entrañan mayor riesgo porque son las de mayor foto exposición.
La piel es el órgano mayor de nuestra economía y representa hasta el 10% del peso total del individuo, se dispone como una membrana de revestimiento suave y flexible que contiene y protege del ambiente a todos los demás órganos y aparatos del cuerpo humano. Fisiológicamente la piel puede considerarse como una gran glándula, con función de protección física.
La melanina es una barrera para evitar que la piel sufra quemaduras por la acción del sol, su acción consiste en neutralizar los radicales libres liberados por las células que han sufrido daño por efecto de la radiación solar. La presencia de melanina en la piel puede ser natural sin un estímulo previo o puede elaborarse tras el enrojecimiento producido por la quemadura solar. La melanina evita en gran medida la producción de quemaduras solares, pero no impide los daños que a mediano y largo plazo ejercen los rayos del sol sobre la piel.
El sudor actúa como filtro solar por su capacidad de absorber la radiación ultravioleta, también el engrosamiento de la capa córnea inducida por la radiación solar, dificulta la penetración de los rayos ultravioleta.
Objetivos
Detectar las afecciones en la piel, mas frecuentes en los deportistas a través del control estadístico en consulta.
Brindar información acerca del cuidado de la piel expuesta a las radiaciones solares.
Desarrollo
La exposición a la luz solar natural o artificial, voluntaria o involuntaria, puede llegar a ser muy dañina para la piel humana. Los efectos negativos que aparecen paulatinamente en la piel son consecuencia de la suma de las radiaciones solares recibidas a lo largo de los años. Tomar el sol no es sólo estar tendido en la playa, sino también caminar por ella, montar bicicleta, acudir a una piscina no techada, caminar por la montaña, o estar muchas horas expuesto en la calle al trabajar, pasear, hacer deportes o simplemente trasladarse de un lugar a otro.
El sol que recibimos cuando salimos cinco minutos a la calle ya es suficiente para la correcta mineralización de los huesos. No es necesario más de este tiempo para prevenir la osteoporosis.
Las zonas del cuerpo que están más expuestas al sol como la cara, el cuello, los brazos y las manos son las más perjudicadas. En estas zonas la piel pierde elasticidad, se hace áspera, se arruga, toma un color amarillo y en ella aparece una pigmentación irregular con diversas y pequeñas zonas oscuras conocidas como “manchas del envejecimiento”.
Después de tomar el sol, la piel está deteriorada por el aire, la sequedad, el cloro o la sal, por ello conviene tomar una ducha con agua sin usar mucho jabón o perfumes y luego aplicar una sustancia hidratante (preferiblemente natural) que la nutra, la refresque y la hidrate. Para compensar la pérdida de agua a través del sudor por la exposición solar, es conveniente beber abundante cantidad de líquidos. Para prevenir el fotoenvejecimiento de la piel: utilizar los filtros solares adecuados y las sustancias hidratantes necesarias para reponer el agua perdida y contrarrestar el efecto nocivo de los radicales libres. Para prevenir el envejecimiento cutáneo es recomendable además consumir una cantidad adecuada de frutas frescas, verduras y cereales con alto nivel de fibra y antioxidantes. Por el mismo motivo se debe evitar el tabaco y moderar el consumo de bebidas alcohólicas, que también favorecen el envejecimiento de la piel. A la incidencia directa de la radiación ultravioleta hay que sumar la de la radiación reflejada por la hierba, el agua, las superficies de cemento o metal, la arena. Tampoco hay que olvidar que las gotitas de agua sobre la piel actúan a modo de lupa y los tejidos blancos absorben y dejan pasar una alta proporción particularmente cuando están mojados.
El sol nos proporciona la luz y el calor que sentimos, la moderada exposición al mismo en las horas debidas proporciona beneficios:
Estimula el metabolismo y la circulación de la sangre, aumentando la temperatura cutánea lo que favorece la sudoración y la eliminación de las escorias.
Las radiaciones solares ultravioletas modifican los esteroles de la piel para producir la vitamina D, indispensable para la fijación del calcio.
Refuerza el sistema inmunitario, por lo que el organismo es más resistente a las infecciones.
El sol purifica la piel y regula las glándulas sebáceas, y sus rayos ultravioletas también tienen propiedades antimicrobianas.
Pautas para "seguridad en el sol”:
Manténgase alejado del sol si puede entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
Para estar al aire libre y expuesto al sol, use una camisa de algodón de manga larga y pantalones largos para proteger su piel.
Use lentes de sol para protegerse y evitar que le salgan cataratas.
Use un sombrero de ala ancha que le proteja la cara, el cuello y las orejas del sol.
Use crema protectora con un factor de protección solar. Use bastante crema y frótela sobre si muy bien 30 minutos antes de salir afuera, en todo lugar donde los rayos del sol puedan tocarlo.
La incidencia de los rayos ultravioletas sobre la superficie terrestre depende de varios factores, entre ellos: la estación del año, la latitud, Estados meteorológicos, características topográficas del terreno y la más importante, el grosor de la capa de ozono, que no es mas que la barrera que hasta el momento y de forma natural ha impedido que los rayos ultravioletas del sol dañen la vida en la tierra, como su nombre lo indica está formada por ozono, una forma alotrópica del oxígeno molecular localizada en la estratosfera.
Existe otro medio natural de protección, aunque de forma indirecta y menos importante que también ofrece fotoprotección y es la floresta; es conocido por todos la relación de los bosque con los ciclos de lluvia, humedad y oxigenación de la atmósfera. Sabemos que cada día se viene dañando el medio ambiente, producto de lo cual estamos sometidos a niveles altos de radiaciones ultravioletas, lo cual es dañino para diversos sistemas biológicos sensibles, entre ellos, los seres humanos. Si agregamos, la deforestación que ocurre aceleradamente provocada por la explotación sin protección de los medios naturales, podemos afirmar que los seres humanos se exponen cada día a los efectos de las radiaciones solares.
Ante tan abrumadores daños y abarcadores efectos de las radiaciones solares sobre la piel, el daño que han sufrido las barreras naturales de defensa, es evidente que las medidas de protección y prevención deben ser profundas e integradas. La ciencia propone algunas y otras las investiga intensamente. Para lo que adoptamos las medidas siguientes:
Prevención del daño solar a través de la educación de los atletas, familiares y entrenadores.
No exposición prolongada al sol en el horario del día comprendido entre las 10.00 AM y las 3:00 PM cuando la intensidad solar es más acentuada.
Disminuir las actividades deportivas en el horario de mayor intensidad solar.
Uso de medios de protección que comprenden gorras, ropa adecuada y gafas protectoras durante los entrenamientos deportivos.
Debemos recordar que el uso del cabello largo también constituye un medio de protección solar.
Incorporar medidas educativas al medio familiar con atletas en edades tempranas, teniendo presente que los efectos de las radiaciones solares en la piel son acumulativas y mayormente de evolución crónica y que el 50 % de las radiaciones que un individuo recibe en su vida las adquiere antes de los 15 años de edad, (en la niñez y la adolescencia).
Tener presente que los mayores peligros de los efectos de las radiaciones solares suceden en el verano, en las playas y las montañas.
Materiales y métodos
Para la realización de este trabajo fueron estudiados los atletas de la EIDE y ESPA provincial, con el diagnóstico confirmado de dermatitis de piel que se atendieron en el servicio del CEPROMEDE. Para la obtención del dato primario se utilizó un modelo en el cual se recoge la información necesaria para cumplimentar los objetivos. Los datos fueron procesados en una microcomputadora, donde se realizó la operacionalización de las variables de edad, sexo, color de piel, especialidad deportiva y localización topográfica de la lesión. Posteriormente fueron llevados a tablas y gráficos estadísticos, se calculan los promedios y la desviación estándar de la variable edad según sexo y totales, y se aplican las técnicas de significación estadística en las variables de interés según los objetivos propuestos.
Análisis de los resultados
En el año estudiado (curso 2006-2007) fueron recepcionados 49 atletas con lesiones en la piel. Si se analiza la incidencia de la enfermedad se le atribuye a la influencia del sol y las malas condiciones de las instalaciones deportivas como la patogénesis principal de la aparición de estas lesiones en los deportistas. Los grupos de edades más afectados fueron los 13 años de vida ya que se detectaron 20 casos que representó un 40,8 %.
Tabla 1. Distribución de atletas afectados según grupos de edades y sexo
Tabla 2. Comportamiento de las lesiones de piel según el color de la piel
Tabla 3. Distribución de atletas según diagnóstico histológico
El sexo masculino fue el más afectado con 31 para un 60.3 %, existiendo una diferencia altamente significativa (p < 0,01), con respecto a la cifra de féminas afectadas que fue de 18. En los últimos años se ha visto un discreto aumento de la incidencia de estas patologías, en atletas que practican deportes durante prolongadas horas expuestos al sol, al aire libre y al fenómeno de la capa de ozono.
Conclusiones
Es evidente el creciente número de atletas con lesiones en la piel a causa de la exposición al sol, el uso inadecuado del vestuario deportivo, la falta de techado y la poca o ninguna forestación alrededor de las instalaciones deportivas.
Las radiaciones solares son beneficio incuestionable para la vida, pero deben ser controladas por el riesgo que produce su exposición desmedida.
La agresión sistemática al medio ambiente, sobre todo a la capa de ozono y a la floresta nos hace más susceptibles al daño de las radiaciones solares.
El aumento del nivel de vida y las actividades deportivas, recreativas-sociales culturales y productivas del ser humano actual, conllevan automáticamente a una mayor exposición a las radiaciones solares.
Es factible tanto por el costo como por el beneficio que representa instaurar un programa de prevención y promoción de salud en las escuelas deportivas (EIDE-ESPA), que incluya cambios en el horario de las actividades en las áreas deportivas.
Recomendaciones
Es necesario impulsar estudios destinados a conocer mejor las afectaciones provocadas por la exposición solar, encontrando vías y medios de protección más eficientes. Con el propósito de trasmitir un mensaje de alerta con alcance social, para la realización y puesta en marcha de un programa dirigido a la preservación y al mejoramiento de la calidad de vida de la población.
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