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El ejercicio físico en la tercera edad: hacia un estilo de vida saludable

 

*Licenciada en Enfermería. Profesora instructora

Universidad de Ciencias Médicas “Carlos J. Finlay” Filial Nuevitas

**Máster en Atención Integral al Niño. Profesora instructora

Universidad de Ciencias Médicas “Carlos J. Finlay” Filial Nuevitas

***Licenciada en Psicología. Profesora instructora

Universidad de Ciencias Médicas “Carlos J. Finlay” Filial Nuevitas

(Cuba)

Lic. Lázara Joaquina Agüero Waldron*

Msc. Xiomara Kenia Zaldívar Bresler**

Lic. Teresa de Jesús Rodríguez Rodríguez*

Lic. Yailin Noa Castillo***

silvia@iscmc.cmw.sld.cu

 

 

 

 

Resumen

          El envejecimiento o proceso normal de cambios relacionados con el paso del tiempo, se inicia con el nacimiento y continúa a lo largo de la vida dentro de la propia estructura social. Es un fenómeno universal que comprende una reducción de la capacidad funcional del individuo siendo contemplado como un proceso que incluye aspectos culturales, psicosociales y no exclusivamente la pérdida de capacidades; teniendo en cuenta su importancia se realizó este trabajo sobre: el envejecimiento y la actividad física, en el que nos proponemos promover la práctica de un estilo de vida saludable entre los adultos de la tercera edad, demostrado que entre otros programas el ejercicio físico ha contribuido a un mejor control de enfermedades crónicas, asegurando la vitalidad del organismo y produciendo bienestar psíquico así como el incremento de las relaciones sociales de los individuos.

          Palabras clave: Envejecimiento. Actividad física. Adulto mayor.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 165, Febrero de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El envejecimiento es un conjunto de manifestaciones inevitables e irreversibles que se producen en un organismo con el paso del tiempo, no es una enfermedad aun cuando disminuyen muchas capacidades.1

    La forma en que la población envejece no está totalmente determinada por la biología, aunque verdaderamente influyen las circunstancias sociales y ambientales; es indudable que cuando se envejece disminuyen muchas capacidades, sobre todo físicas; pero el grado de disminución no solo depende del paso del tiempo sino también de la actividad física desarrollada y del entrenamiento para ello, además de una nutrición adecuada durante la vida y la presencia de determinadas enfermedades así como el grado del daño producido por estas.

    En consecuencia, el envejecimiento se contempla cada vez más como un proceso que incluye aspectos culturales, psicosociales y no exclusivamente a la etapa de la vejez; por tanto su estudio se extiende a todo el período vital.

    Actualmente existe un interés marcado por la geriatría a mejorar el estado de salud en los adultos de la tercera edad, debido al incremento progresivo del número de personas de estas edades en la sociedad y a los cambios que se producen en ellos, este beneficio puede estar dado por los progresos médicos y sociales en el mundo occidental que han elevado la esperanza de vida desde los 47 años en 1900 hasta los 75-77 años en 1990.

    Cuba se encuentra en la última etapa de su desarrollo demográfico, su población al igual que la de los países desarrollados ha envejecido de forma ostensible, no siendo este envejecimiento de la población en modo alguno un problema, al contrario es el resultado de un proyecto social y de salud que ha permitido que la mayoría de los cubanos de hoy alcancen la llamada tercera edad. Siete de cada diez cubanos logran vivir más de 76 años, siendo importante saber que la expectativa de vida al nacer hoy en Cuba es de 75 años.

    Sin lugar a dudas la labor educativa y comunitaria que realizan nuestros especialistas en la que se incluye la actividad física ha contribuido al alcance de un envejecimiento saludable.

Vivir es un hecho natural, pero a vivir también se aprende

    Es esta frase popular, la que nos motivó a realizar este trabajo con el que nos proponemos promover la práctica de un estilo de vida saludable entre los adultos de la tercera edad, demostrado que entre otros programas el ejercicio físico ha contribuido a un mejor control de enfermedades crónicas, asegurando la vitalidad del organismo y produciendo bienestar psíquico así como el incremento de las relaciones sociales de los individuos.

Desarrollo

    El envejecimiento se define como la serie de modificaciones morfológicas, psicológicas, funcionales y bioquímicas que origina el paso del tiempo sobre los seres vivos. Se caracteriza por la pérdida progresiva de la capacidad de adaptación y de reserva del organismo ante los cambios. Es un proceso dinámico que se inicia en el momento del nacimiento y se desarrolla a lo largo de nuestra vida1.

    El envejecimiento no es una enfermedad y no produce enfermedades solo disminuyen las capacidades tanto físicas como psíquicas.2

    En la idéntica medida que aumentan las posibilidades de no sentirse viejo, aumentan también las condiciones para una mayor marginación de la vejez.

    Los estudiosos de la involución de la edad han detectado que los cambios relacionados con el envejecimiento tienen lugar en los más disímiles órganos y tejidos del cuerpo humano, y no sólo consiste en la laxitud de sus funciones, pues paralelamente con esto, en el organismo se desarrollan mecanismos contrapuestos a este fenómeno.

    La función fisiológica de muchos órganos y sistemas tienden a declinar con la edad y con una amplia variabilidad individual produciéndose cambios anatomofuncionales en el organismo.

Cambios anatomofuncionales en el proceso de envejecimiento

Alteraciones celulares

  • La disminución en el número de célula.

  • El aumento del tejido adiposo y fibroso.

  • Disminución del peso y volumen de órganos.

  • Retardo en la división, diferenciación y crecimiento celular.

  • La acumulación de los cuerpos pigmentados.

Alteraciones cardiovasculares

  • El corazón disminuye su peso y volumen.

  • El corazón sufre de atrofia y esclerosis.

  • Disminución de la elasticidad de los vasos sanguíneos.

  • La aorta aumenta su calibre y volumen.

  • Se produce una esclerosis de los vasos arteriales.

  • Aumenta el trabajo cardiaco.

  • Disminuye la frecuencia cardiaca.

  • Aumenta la TA.

Alteraciones respiratorias

  • Aumento del diámetro toráxico.

  • Aumento de la rigidez pulmonar.

  • Disminución del área de superficie alveolar.

  • Los pulmones disminuyen su peso y volumen.

  • Reducción del número total de alvéolos.

Alteraciones digestivas

  • Disminución de la motilidad intestinal.

  • Atrofia de la musculatura gástrica.

  • Disminuye la producción de acido clorhídrico.

  • Disminuye el tamaño y funciones del Hígado.

  • Reducción del tono muscular de la pared abdominal.

Alteraciones renales

  • Disminuye el peso y volumen de los riñones.

  • Disminución del número total de neuronas.

  • Debilitamiento del esfínter uretral.

  • La vejiga pierde el tono muscular.

  • Disminución del filtrado glomerular.

Alteraciones endocrinas

  • Disminuye la secreción hormonal.

  • Disminución de la tolerancia a la glucosa.

Alteraciones músculo esquelético

a.     Envejecimiento óseo

  • Disminución y desmineralización ósea.

  • Disminución de la talla corporal.

  • Alteración del equilibrio corporal, alineación y marcha.

  • Disminución de la distancia occipito – humeral.

b.     Envejecimiento muscular:

  • Pérdida gradual de la fuerza.

  • Disminución de la masa muscular.

  • Tensión muscular disminuida.

c.     Envejecimiento articular:

  • Deterioro de las superficies articulares.

  • Crecimiento óseo irregular en los bordes de las articulaciones.

  • Deshidratación del tejido cartilaginoso.

Alteraciones dermatológicas

  • Pérdida de elasticidad y deshidratación.

  • La dermis y la epidermis se adelgaza.

  • Disminuye el número de fibras elásticas.

  • Atrofia de las glándulas sudoríparas.

  • La piel es menos vascularizada.

  • La cicatrización es lenta.

Alteraciones del sistema nervioso

  • El cerebro disminuye su tamaño y peso.

  • Disminución de la sensibilidad (térmica dolorosa).

  • Disminución del funcionamiento de las neuronas.

  • Disminuye la agudeza visual.

  • Atrofia de la musculatura parpebral.

  • Pérdida de la agudeza auditiva.

  • Aumenta el tamaño del pabellón auricular.

  • Disminuye las papilas gustativas y atrofia de la lengua.

  • Disminuye la sensibilidad olfatoria y táctil.

Alteraciones del sistema reproductor

a.     Mujer

  • Fragilidad y pérdida del bello pubiano.

  • Reseques de la mucosa vaginal, facilitando aparición de infecciones.

  • La vulva, labios menores y clítoris disminuyen su tamaño.

  • Se produce un acortamiento y estrechamiento de la vagina.

  • Los ovarios disminuyen su tamaño.

  • El moco cervical es espeso y escaso.

  • Los senos se vuelven flácidos.

  • La función reproductora cesa en la menopausia.

b.     Hombre

  • Pérdida del bello púbico

  • La bolsa escrotal se vuelve distendida con su superficie lisa.

  • Reducción del tamaño y consistencia de los testículos.

  • Aumento del tamaño de la próstata.

  • La función reproductora disminuye gradualmente.

    Los especialistas deben tener siempre presente estos cambios anatomofuncionales cuando se va aplicar cualquier programa de actividad física para el adulto mayor, de lo contrario lejos de beneficiar va a perjudicar el estado de salud.

    Los cambios extrínsecos del envejecimiento obedecen a influencias externas, que contribuyen al envejecimiento normal que se disminuyen mediante intervenciones eficaces de cuidados de salud.

    La inactividad física es una de las principales causas de defunción, enfermedad y discapacidad. Los datos preliminares de un estudio de la OMS sobre los factores de riesgo indican que la inactividad física o sedentarismo, es una de las 10 primeras causas mundiales de defunción y discapacidad.3

    Más de dos millones de muertes anuales son atribuibles a la inactividad física. Entre el 60% y el 85% de los adultos de países de todo el mundo no realizan suficiente actividad física para favorecer su salud, mostrándose que estilos de vida sedentaria, aumenta toda causa de mortalidad de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad; acrecentándose los riesgos de cáncer de colon, osteoporosis, depresión y ansiedad.4

    Los científicos opinan que el perfeccionamiento de los medios socio-económicos y científico-técnicos permite prolongar la duración de la vida humana en 10 años aproximadamente.5

    Se han detectado mecanismos específicos de adaptación a las cargas físicas, en las personas de mayor edad en comparación con los jóvenes se hace más lento el período de introducción a la actividad muscular y más prolongada el período de recuperación después de una carga física.

    Es evidente que a través de la actividad física se pueden conservar las capacidades del aparato locomotor y de los sistemas que aseguran la vitalidad del organismo; la misma produce bienestar psíquico e incremento de las relaciones sociales de los individuos de la tercera edad; asegura una de las maneras más sencillas de mejorar la salud y mantenerse sano; conquista viabilidad para prevenir y controlar ciertas enfermedades; aumenta el nivel de energía; ayuda a reducir el estrés, los niveles de colesterol, la tensión arterial y el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer, especialmente el de colon.6

    No existe una actividad específica a desarrollar, lo fundamental es que las que se realicen estén debidamente adaptadas y dosificadas para las posibilidades según estas edades y que el tratamiento didáctico permita que todos los participantes la realicen con éxito. Todas las formas de actividad física, son válidas siempre, pero debemos tener presente que no es lo mismo aplicarlas para la ancianidad que para otras edades.

    Procurar un mayor nivel de autonomía física para contrarrestar el proceso natural de envejecimiento, también mejora la capacidad de adaptación a nuevas situaciones que provoquen la experimentación de respuestas motrices.

    Al eliminar las tendencias a la rutina y al sedentarismo, produce ventajas y se potencializa la sociabilidad para una mejor integración a la comunidad contribuyendo así al mejoramiento de la salud y el aumento de la calidad y estilo de vida en la tercera edad.7

    Estar en buen estado físico es una cuestión de sentido común. Casi todas las personas en estas edades están en condiciones de hacer algún tipo de ejercicio habitual, por ejemplo caminar. También es muy beneficioso el baile (además de algunos ejercicios básicos de gimnasia que se pueden llevar a cabo en cualquier sitio).

Son muchos los ejercicios físicos que contribuyen a mejorar el estado de salud de quienes lo practican, es importante mantener su continuidad y no realizar súbitamente ejercicios violentos o de extrema tensión. Es esencial empezar por un calentamiento gradual y seguir un proceso de preparación. Se debe realmente estar convencido de comenzar con una actividad diaria.

Algunas ventajas del ejercicio físico para la salud8 

1.     Alivia los dolores de espalda: Las actividades deportivas que activan los músculos abdominales y de la columna vertebral mejoran la postura y, probablemente, previenen los dolores de espalda.

2.     Evita la obesidad: El ejercicio regular, en combinación con una alimentación equilibrada, ayuda a controlar el peso. La obesidad aumenta el peligro de contraer enfermedades tales como la diabetes, cálculos en la vesícula biliar y los trastornos cardíacos.

3.     Disminuye el riesgo de desarrollar cáncer: Investigaciones recientes han revelado que una falta de ejercicio físico incrementa el peligro de desarrollar algunos tipos de enfermedades cancerosas (cáncer de colon).

4.     Combate la ansiedad y la depresión: El ejercicio aumenta la autoestima, hace sentir mejor y más relajado.

5.     Fortalece los huesos: Un ejercicio moderado regular fortalece los huesos, incrementa su contenido de minerales y, consecuentemente, reduce el riesgo de desarrollar osteoporosis. Los huesos que sufren osteoporosis se vuelven cada vez más finos y frágiles por lo que poseen una mayor tendencia a padecer fracturas.

6.     Reduce el peligro de enfermedades cardíacas: La actividad física previene la obesidad, los altos niveles de colesterol y una tensión elevada.

7.     Alivia los dolores menstruales: Algunas mujeres han confirmado que el ejercicio reduce los síntomas premenstruales y los dolores durante la menstruación.

8.     Ayuda a dormir mejor: La actividad física proporciona un sueño profundo, siempre y cuando se espere un lapso de una hora, desde que se termina el ejercicio físico hasta al acostarse a dormir.

9.     Fortalece los músculos: El ejercicio regular incrementa la capacidad muscular y origina el crecimiento de los músculos, debido al mayor aporte de oxígeno por parte de los vasos sanguíneos cuya cantidad también se incrementa. Además, aumenta la cantidad y el tamaño de las mitocondrias (pequeñas unidades productoras de energía) dentro de las células musculares.

10.     Mejora la sexualidad: Tanto hombres como mujeres han confirmado que el ejercicio proporciona una mejoría en la sexualidad, aumentando el placer.

Conclusiones

    El envejecimiento es un proceso normal fisiológico que comienza prácticamente después de la edad reproductiva. No es una enfermedad y no produce enfermedades aunque en este proceso se producen cambios anatomofuncionales importantes. La actividad física conserva las capacidades del aparato locomotor y de los sistemas que aseguran la vitalidad del organismo; produciendo bienestar psíquico e incremento de las relaciones sociales de los individuos, así también ocurre en los adultos de la tercera edad en los que la práctica de ejercicios físicos posibilita dar más vida a sus años y propicia un alivio a los problemas de la vejez, así como un estilo de vida saludable.

Bibliografía

  1. Álvarez Sintes, R. Medicina General Integral. Salud y Medicina, volumen I. Ecimed. La Habana, 2008.

  2. Colectivo de autores. Enfermería familiar y social. La Habana, Ecimed, 2004.

  3. Colectivo de autores: Los ejercicios físicos con fines terapéuticos, Tomo I y II. José A. Huelga, Instructivo MINSAP-INDER.

  4. Rivas Stany. E. Rehabilitación de la Cardiopatía Isquemia. La Habana, Científico Técnica, 1997.

  5. Fenton Tait, M. y Moret Montano, A. Enfermería médico quirúrgico .Segunda parte. La Habana, Ecimed, 2005.

  6. Llanes Calixto, N. Revista Cuida tu salud. Juventud rebelde. FMC y MINSAP .La Habana, 2001

  7. Minsap. Programa proyectos sociales. El adulto mayor en la comunidad. La Habana, Ecimed.

  8. Popov, S. Cultura Física Terapéutica. Pueblo y Educación. Ciudad de La Habana, 1988.

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