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La influencia de los superhéroes infantiles en la construcción 

social del cuerpo. Posibles implicancias para la Educación Física

 

Becaria IPRS/UQRS

The University of Queensland

(Australia)

Valeria Varea

v.varea@uq.edu.au

 

 

 

 

Resumen

          Numerosos son los estudios que sugieren el aumento de casos de insatisfacción corporal y desórdenes alimenticios entre las mujeres. Investigaciones recientes están demostrando un incremento de casos similares en los hombres. Este artículo explorará, a través de una revisión de literatura, como el ideal de cuerpo masculino se ha vuelto cada vez más muscular en los últimos años. La exposición de los niños a superhéroes, en particular, a los de juguetes de acción, podría ser una causa. Por último, se indicará la influencia que ello podría tener en la Educación Física.

          Palabras claves: Superhéroes. Cuerpo. Juguetes. Educación Física.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 164, Enero de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Hoy en día es frecuente encontrar imágenes que objetifican a los hombres en los medios masivos de comunicación, y estas imágenes están siendo cada vez más musculares. Torsos de hombres desnudos están ‘al orden del día’ para la publicidad. Esto parece tener efectos significativos en los hombres que ven estos avisos publicitarios y dichos efectos parecen asemejarse a los que experimentan las mujeres que ven propagandas en las que se muestran mujeres delgadas y esbeltas. Inclusive los juguetes de acción para niños están siendo fabricados cada vez más musculosos.

La evolución de los juguetes de acción

    Pope, Olivardia, Gruber y Borowiecki (1999) han examinado ejemplos de los juguetes americanos más populares fabricados en los últimos 40 años. La siguiente tabla muestra las dimensiones de tres juguetes: GI Joe, Iron Man y Wolverine extrapolados a una altura de hombre promedio de 1,77 m.

Tabla 1. Medidas corporales de juguetes de acción extrapolados a una altura de 1,77 m. (Pope et al, 1999).

    De la tabla precedente se puede observar como un mismo juguete (GI Joe) ha aumentado 10 cm en su medida de bíceps al cabo de 30 años de manufacturación, mientras que su medida de cintura ha disminuido. Es dable destacar también que estos juguetes, además de ser cada vez más musculares, algunos exceden los límites que un cuerpo humano puede alcanzar (Pope et al, 1999). La medida del pecho de Wolverine sería equivalente a la altura de un hombre promedio (180 cm.) colocado en posición horizontal.

GI Joe 1964

    Diversas investigaciones (Lorenzen, Grive y Thomas, 2004; Leit et al, 2001; Barlett et al, 2005) sugieren que la reacción de los hombres ante las imágenes de hombre musculares es bastante similar a la reacción de sus semejantes, las mujeres, ante imágenes de mujeres delgadas. Entre dichas reacciones se encuentran: disminución de autoestima, depresión, culpa, estrés, inseguridad y vergüenza (Lorenzen, Grive y Thomas, 2004).

    Un incremento de estos sentimientos puede conducir al padecimiento de dismorfia muscular.

GI Joe 1994

Dismorfia muscular

    Dismorfia muscular es un síndrome relativamente nuevo que lo padece en general hombres excesivamente musculares que tienen una creencia patológica en considerarse muy pequeños en musculatura. Sus principales características son el deseo de una musculatura más grande, como así también la constante preocupación por no aumentar su masa adiposa (Choi, Pope y Olivardia, 2002).

Iron Man 1998

    Se considera que este reciente síndrome tiene ciertas similitudes con otras formas de dismorfias corporales como, por ejemplo, anorexia nerviosa. Es por ello que en un principio se lo denominó ‘Anorexia Reversa’ (Olivardia, Pope y Hudson, 2000). El término ‘dismorfia muscular’ reemplazó las anteriores denominaciones de ‘Anorexia Reversa’ y ‘Vigorexia’ en 1997 (Olivardia, 2001), aunque también es frecuente encontrarlo con esos nombres hoy en día.

    Los hombres que padecen dismorfia muscular, al estar tan obsesionados con su entrenamiento, muestran conductas extremas como por ejemplo, seguir entrenando pese a estar lesionados, ya que consideran que un solo día que no ejerciten puede causar que su cuerpo se achique (Olivardia, 2001). Diversos son los ejemplos existentes acerca de estas conductas extremas: un hombre no fue al nacimiento de su hijo para poder entrenar en ese tiempo. Otro, perdió su trabajo por insistir en hacer sus licuados proteicos en una licuadora ruidosa sobre su escritorio de manera frecuente: al ser obligado a elegir entre su trabajo y la licuadora, optó por la licuadora y ahora es un personal trainer. De manera similar, un hombre evitaba tener relaciones sexuales con su esposa porque pensaba que iba a desperdiciar energía que podía ser mejor utilizada para entrenar. Otro hombre evitaba besar a su novia por el temor de que ella pudiera trasmitirle calorías a través de su saliva (Olivardia, 2001).

Wolverine 1998

    Las personas con dismorfia muscular evitan situaciones y lugares donde pueden ser vistos sin vestimenta y suelen usar varias capas de ropas, inclusive en altas temperaturas, para evitar que sus cuerpos sean observados (Choi, Pope y Olivardia, 2002). También monitorean su reflejo en espejos de manera más frecuente que los hombres sin dismorfia muscular, inclusive en las ventanas de las tiendas o en la parte de atrás de las cucharas.

    Una consecuencia de estos desórdenes es que la cantidad de cirugías estéticas en hombres ha incrementado en los últimos años, siendo algunas de las más frecuentes los implantes de pecho y de pantorrilla.

Posibles implicancias para la Educación Física

    Los profesores de Educación Física no estarían exentos a la posibilidad de experimentar distintas reacciones ante imágenes de hombres musculosos en los medios masivos de comunicación, siendo los profesionales más jóvenes los más susceptibles a las mismas.

    Es sabido que la mayoría de los docentes de este campo consideran al cuerpo (y a su cuerpo) como un elemento relevante para la enseñanza (tal es el caso de los que usan demostraciones en sus clases). Siendo que sus cuerpos pueden transmitir mensajes a los alumnos, y que ellos mismos pueden haber sido influenciados por la exposición de dichas imágenes musculares, estos docentes podrían transmitir mensajes negativos a los jóvenes y actuar como modelos a seguir no apropiados.

    Los efectos negativos que la escolarización en general, y que Educación Física en particular, pueden tener en el cuerpo de los alumnos ha sido documentada por numerosos autores (ver Evans, Rich, Davies y Allwood, 2005; Evans, Rich y Holroyd, 2004; Oliver, 1999; Oliver y Lalik, 2000, 2004; Rich, Holroyd, & Evans, 2004). Es importante que los docentes de Educación Física estén atentos a la influencia que pueden tener sobre sus alumnos y a cómo podrían transmitir sus propias anxiedades y problemas de imagen corporal a estos jovenes, promoviendo el ideal de un cuerpo delgado y esbelto para mujeres, y uno excesivamente muscular para el caso de los varones.

Referencias bibliográficas

  • Barlett, C., Harris, R., Smith, S. y Bonds-Raacke, J. (2005). Action Figures and Men. Sex Roles, 53, 877-885.

  • Choi, P., Pope, H. y Olivardia, R. (2002). Muscle dysmorphia: a new syndrome in weightlifters. British Journal of Sports Medicine, 36, 375–377.

  • Evans, J., Rich, E., Davies, B. y Allwood, R. (2005). The embodiment of learning: What the sociology of education doesn’t say about risk in going to school. International Studies in Sociology of Education, 15(2), 129–148.

  • Evans, J., Rich, E. y Holroyd, R. (2004). Disordered eating and disordered schooling: What schools do to middle class girls. British Journal of Sociology of Education, 25(2), 123–142.

  • Leit, R., Pope, H. y Gray, J. (2001). Cultural expectations of muscularity in men: The evolution of Playgirl centerfolds. International Journal of Eating Disorders, 29, 90–93.

  • Lorenzen, A., Grive, F. y Thomas, A. (2004). Brief Report: Exposure to Muscular Male Models Decreases Men’s Body Satisfaction. Sex Roles, 51, 743-748.

  • Olivardia, R. (2001). Mirror, mirror on the wall, who’s the largest of them all? The features and phenomenology of muscle dysmorphia. Harvard Review of Psychiatry, 9, 254–259.

  • Olivardia, R., Pope, H. y Hudson, J. (2000). Muscle Dysmorphia in Male Weightlifters: A Case-Control Study. American Journal of Psychiatry, 157, 1291–1296.

  • Oliver, K. (1999). Adolescent girls' body-narratives: Learning to desire and create a "fashionable" image. Teachers College Record, 101(2), 220-246.

  • Oliver, K. y Lalik, R. (2000). Body knowledge. Learning about equity and justice with adolescent girls. New York: Peter Lang Publishing.

  • Oliver, K. y Lalik, R. (2004). 'The Beauty Walk': interrogating whitness as the norm for beauty within one school's hidden curriculum. En J. Evans, B. Davies y J. Wright (Eds.), Body knowledge and control. Studies in the sociology of physical education and health (pp. 115-129). Londres: Routledge.

  • Pope, H., Olivardia, R., Gruber, A. y Borowiecki, J. (1999). Evolving Ideals of Male Body Image as Seen Through Action Toys.

  • Rich, E., Holroyd, R. y Evans, J. (2004). 'Hungry to be noticed': young women, anorexia and schooling. En J. Evans, B. Davies y J. Wright (Eds.), Body knowledge and control. Studies in the sociology of physical education and health (pp. 173-190). Londres: Routledge.

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