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Introducción

    La personalidad del hombre como ser social, está en formación desde su nacimiento. Es el producto de la interacción del medio donde se desarrolla con la influencia de la familia, la escuela y la comunidad, surge como una estructura desde esta concepción y los valores que identifican a cada individuo forman parte de ella hasta convertirse en sus normas de comportamiento.

    Los valores han sido conceptualizados por diversos autores desde diferentes ciencias por la connotación que ha tenido. Maliandi lo define como “…esquemas conceptuales – afectivos que estructuran nuestra experiencia en forma significativa, pues lo que sentimos, pensamos o hacemos adquiere sentido referido a un fin último que es su razón de ser”. ¹

    Se define también como “determinaciones espirituales que designan la significación positiva de las cosas, hechos, fenómenos, relaciones y sujetos, para un individuo, un grupo o clase social o la sociedad en su conjunto. ²

    La aceptación y control de los valores se modula junto con la personalidad en las primeras etapas de la vida y su realización se efectúa a nivel individual por lo que el reforzarlos es tarea que le corresponde realizar a los colectivos pedagógicos en los diferentes tipos de enseñanza.

    La escuela como institución que rectorea el conocimiento académico es la máxima responsable de instruir a sus educandos de forma orgánica y si se toma como referencia lo que José Martí expresó: “Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida”³ se aprecia que la misma no sólo contribuye a la preparación general y profesional de las personas, sino que promueve la formación de sentimientos, actitudes y los valores imprescindibles para su proyección futura.

    Las escuelas deportivas actuales tienen la misión de formar integralmente a los futuros deportistas de Cuba y de otras nacionalidades para la prestación de servicios en los diferentes convenios de trabajo. Perfeccionar los recursos humanos ya existentes y promover un pensamiento científico- técnico para lograr una Formación General Integral realizando aportes a la cultura general, académica y revolucionaria de los atletas así como los compromisos solidarios contraídos con otros países.

Desarrollo

    La problemática de los valores humanos en la época presente constituye un oportuno objeto de interés y estudio dentro de los diversos elementos contenidos en la estructura social, siendo quizás la tarea más difícil encontrar una concepción sobre valores humanos que esté en correspondencia con el individuo actual.⁴

    Un aspecto trascendente durante el proceso de estructuración de la personalidad - que comienza en el momento de la fecundación y termina sólo con la muerte- es la incorporación y reforzamiento de valores, cuya expresión será matizada por el desarrollo filosófico, profesional, político-ideológico, cultural y espiritual alcanzado.

    No siempre los valores jerarquizados oficialmente por una sociedad como los más importantes son asimilados de igual manera por sus miembros. Esto ocurre porque la formación de los valores en lo individual no es lineal y mecánica, sino que pasa por un complejo proceso de elaboración personal en virtud del cual, los seres humanos en interacción con el medio histórico- social en el que se desarrollan construyen sus propios valores.⁶

    En este sentido son las Escuelas Deportivas las encargadas de institucionalizar los que se adecuen a sus necesidades en virtud de lo que necesitan lograr. Se exige aplicar herramientas que validen lo antes expuesto sobre la base de una preparación suficiente de los conductores del trabajo, utilizando la concepción científica del mundo, el nexo con otras ciencias y la vinculación entre las diferentes disciplinas deportivas.

    Los modelos pedagógicos también pretenden promover la instauración y fortalecimiento de valores, principios, conocimientos, prácticas científicas y sociales con los sujetos del proceso educativo; integrando todo esto a las diferentes disciplinas deportivas, potenciando la capacidad de crear, analizar, discutir, criticar científicamente y dar respuestas a las necesidades y demandas sociales.⁷

    En un mundo que evoluciona de forma constante se percibe la necesidad de modelar la visión de un modelo educativo donde se formen a los atletas para que se conviertan en ciudadanos bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar problemas, buscar soluciones y aplicarlas ante situaciones que se les presenten además de asumir responsabilidades sociales.⁸

    De lo antes expuesto se reconoce cómo la calidad en la formación del atleta depende no sólo de los conocimientos y habilidades que desarrolla en sus estudios, sino también de los intereses, motivaciones, necesidades, contradicciones, valores, modos y medios de vida que regulan su actuación personal así como el amor e interés hacia el deporte elegido, la responsabilidad, el humanismo y la honestidad constituyen elementos esenciales en su comportamiento.

    Si los valores se reconocen como reguladores de la actuación de un atleta competente que se reflejan en cada uno de manera diferente en función de su historia individual, del conocimiento del medio y el entorno, del reconocimiento de los valores culturales e ideológicos así como su cosmovisión y el nivel de comprensión de él mismo desde que comienza a conformarse como ser social hasta su deceso, entonces se vuelve prioritario trazar estrategias que impliquen su total adaptabilidad a todos los niveles de educativos.

    La personalidad de los deportistas cubano incluye que tenga una claridad meridiana acerca del lugar y el rol que desempeña en la vida individual, familiar y de la sociedad, en la concepción de que el deporte que practica no es un medio de acumular riquezas personales para lucro u ostentación, sino para la satisfacción racional de las necesidades materiales y espirituales del individuo, el bienestar y progreso social del país.⁹ La aceptación de este principio favorecerá una mejor proyección de él como ente individual que acepta su vínculo con la sociedad y la capacidad de incidir sobre ella según sean las necesidades o compromisos que le correspondan enfrentar, de tal manera que se convierta en una vía para la solución de conflictos reales.

    En correspondencia con estos enfoques Enrique Arce se refiere a la importancia de la “identificación de necesidades: valores éticos sociales que se pretende reforzar; valores éticos profesionales que se necesita construir”.¹⁰ El vínculo: necesidad- construcción se establece en relación entre la conducta o estado final del individuo, con las necesidades o carencias que se expresan en los intereses que se dirigen hacia la satisfacción de sus necesidades y todo esto se expresa en los fines, metas y proyectos de vida. Como consecuencia, las experiencias precedentes y las relaciones afectivo-emocionales hacen actuar al deportista en correspondencia con su realidad imperante.

    Los valores positivos se deben reforzar para que al ser parte indisoluble de su comportamiento primen sobre los antivalores proyectándolos en sus modos de actuación futura, cuando se enfrenten a situaciones de la vida que puedan implicarlos tengan las herramientas para la resolución satisfactoria y acorde a los principios que sus maestros les han inculcado.

    El trabajo del profesor guía (no sólo cumple una función informativa, sino también la regulativa y la afectiva de la comunicación pedagógica que resultan extremadamente importantes) ¹¹ se une al resto de los factores que interfieren en la formación general del atleta desde su ingreso a la Escuela Deportivas, se convierte en el principal eslabón al orientar e incidir en el reforzamiento de valores desde los diferentes espacios donde se proyectan. Sin soslayar la importancia que posee todo el colectivo pedagógico y que como tal, los obliga a valorar las diversas formas de influencia que proyectan, portan y transmiten.

    El programa director para el reforzamiento de valores en la sociedad cubana actual ha sido elaborado por una comisión designada del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y en él se consideran como valores fundamentales: Dignidad, patriotismo, humanismo, solidaridad, responsabilidad, laboriosidad, honradez y justicia.¹² De ahí que se deba tener en cuenta algunos indicadores funcionales como son la autocrítica, la tendencia al autoperfeccionamiento, la flexibilidad y la perseverancia de los educandos en aras de asimilar lo que se les inculca. Estos deben ser concebidos en el sistema de interrelaciones con los coetáneos en el colectivo donde se desarrollan así como, asumiendo las diferentes formaciones psicológicas que conforman el desarrollo moral de sus personalidades, como cuestiones a transformar de ser necesario y propiciando a la vez la reflexión y el análisis a través del diálogo.

    En este trabajo se pone en consideración una propuesta metodológica para aplicar al realizar los Turnos de Reflexión y Debate encaminados a promover el reforzamiento de valores en los atletas de la Escuela Deportiva de Camagüey “Cerro Pelado” encontrándose en aplicación en el curso académico 2011- 2012.

Propuesta

    Se relacionan las acciones que conforman la propuesta metodológica y se ofrecen otras definiciones y conceptos que pueden ser de utilidad para la mejor comprensión de esta.

1. Determinar si los turnos de Reflexión y Debate contribuyen a reforzar los valores. Para esto se propone aplicar Técnicas al iniciar cada curso escolar. La guía observación y encuestas a aplicar a atletas y trabajadores. Las mismas brindan la facilidad de ser modificadas según los intereses y necesidades de cada grupo en específico.

2. Planificar los turnos de reflexión y Debate de forma especialmente organizada y planificada sobre la base de:

   • Ejemplaridad de los educadores.

   • Convicción de que debe de ser modelo a imitar.

   • Eficiente organización escolar.

   • Consagración del claustro.

   • Funcionamiento de lar organizaciones políticas y de masas.

   • Interacción de la familia y la comunidad.

   • Clase como eslabón fundamental.

   • Promover la participación activa de los atletas en todas las actividades.

   • Promover el protagonismo estudiantil.¹³

3. Aplicar técnicas participativas como instrumentos de trabajo que facilitan la búsqueda de la verdad y la interacción entre los participantes. Las mismas la socialización de la información y el conocimiento, estimulan la cooperación colectiva y contribuyen al desarrollo de habilidades sociales, comunicativas y de interacción. Su uso proporciona una gama de información sobre la cual se puede trabajar de manera más efectiva.

   • Con el objetivo de estimular a los atletas a explorar sus valores personales puede emplearse la técnica “Elección de valores”¹⁴. La misma consiste en escribir en una hoja de papel su opinión a cerca de valores particulares. Se designarán tres áreas o salones. Uno se llamará “estoy de acuerdo”, el otro “estoy inseguro” y el último “no estoy de acuerdo”. Se leerán varias frases y se explicará que deben pensar cuidadosamente dónde se colocarán de acuerdo a la disposición de salones. Las frases deben estar encaminadas sobre el valor que se pretende reforzar. Cada frase debe estar acompañada de puntos de discusión, reafirmando el hecho de que no hay respuestas acertadas o no, pero establecer la discusión de por qué se ubicaron en un salón u otro. De esta manera será de dominio del profesor conductas, intereses, valoraciones y valores. El trabajo posterior podrá proyectarlo en esta dirección.

4. Promover en los turnos de reflexión y debate el diálogo con atletas de alto rendimiento en activo o no sobre la base de las siguientes ideas:

   • Confrontar a los estudiantes con incertidumbres, presentar evidencias conflictivas o aparentemente contradictorias relacionadas con un mismo hecho.

   • Hacer familiar lo extraño y extraño lo familiar.

   • Presentar diferentes puntos de vista sobre un fenómeno y su explicación.

   • Realizar preguntas provocativas.

   • Estructurar las ideas sólo dando pistas.

   • Alentar a dar pasos “más allá” de lo evidente, de las explicaciones existentes:

     • Yuxtaponiendo elementos aparentemente inconexos.

     • Buscando soluciones asertivas a los problemas (mayor elaboración y mayor número de variables interactuantes).

     • Transformando y redondeando la información de nuevos elementos.

     • Utilizando la menor cantidad de información para hallar mayor número de respuesta^{15, 16}

     • Al facilitar este tipo de encuentro se debe seleccionar de la información que se va a brindar. Esto se traduce en el qué se va a decir. La decisión del lenguaje, vía o canal a utilizar en la actividad es el cómo se va a hacer y la precisión acerca del momento y lugar para la transmisión del mensaje es el cuándo.

5. Evaluar el comportamiento de los valores de forma individual y pormenorizada de cada atleta dentro del Grupo para que esta información forme parte de la Entrega Pedagógica. El Programa Nacional de Extensión Universitaria propone:

Normas de comportamiento ciudadano

• Los patrones o reglas establecidas social, cultural o institucionalmente.

• Manifestaciones de respeto en su entorno.

• Control de la manera de actuar de los individuos conforme a lo establecido.

Disciplina social de estudiantes y trabajadores

• Asistencia y puntualidad.

• Clima estudiantil y laboral (en las aulas y áreas deportivas)

• Reglamentos y cumplimiento de su aplicación.

• Cumplimiento del Trabajo Socialmente Útil y prácticas deportivas.

Relaciones interpersonales

• Respeto, empatía, capacidad de dialogar y reflexionar (entre atletas y atletas, atletas y profesores, atletas y directivos)

• Relación de los atletas con el profesor guía y entrenadores

• Relación de los atletas con la familia.

Actuación conforme a valores morales

• Puesto en práctica ante situaciones de la vida que se presenten y cómo se solucionan en el entorno laboral social o familiar.¹⁷

    Los ideales a los que se aspira en la educación de las nuevas generaciones deben situarse por encima de lo cotidiano para que sirvan como guía máxima, como aspiración más elevada en el desarrollo de la personalidad. Cuando los ideales descienden al nivel de lo cotidiano se vulgarizan y si se mistifican se consideran inalcanzables, el resultado de estos dos polos conduce al estancamiento ¹⁸.

    La formación de un atleta poseedor de valores positivos es la meta superior a la que la sociedad y las familias aspiran. Es la escuela y los que se enfrentan al reto educativo de reforzarlos quienes tienen la función directriz de orientar, guiar y controlar las estrategias que se implementen para acercarse a los fines propuestos. Establecer una periodicidad en las preparaciones metodológicas para valorar si el reforzamiento de valores se realiza de forma suficiente y efectiva es una condicionante que favorecerá el tratamiento en cada centro educativo.

    Como el reforzamiento valores es un proceso desarrollador que implica a su vez grandes dosis de activación y regulación, de implicación significativa y motivación es a los atletas a quienes a partir del conocimiento asimilado les corresponde elaborar sus estrategias de conducta. El docente supervisa y controla los procesos de consecución que propicia el desarrollo de la autonomía y el reforzamiento de los objetivos propuestos para alcanzar la unidad de acción. Se requiere convertir a la sociedad cubana actual, “en una gran escuela educadora de valores revolucionarios”.13 En consonancia con la sabia del Apóstol porque a su decir: "el profesor no ha de ser un molde donde los alumnos echen la inteligencia y el carácter, para salir con sus lobanillos y jorobas, sino un guía honrado, que enseña de buena fe lo que hay que ver, y explicar su pro, lo mismo que el de sus enemigos, para que se le fortalezca el carácter de hombre al alumno."¹⁹ De esta forma el atleta se convierte en sujeto de acción y el educador en contribuyente de su formación.

    García (1996) plantea como "funciones fundamentales del educador

• Instructiva-informativa.

• Educativa.

• Orientadora.

• Desarrolladora.

• Cognitiva-investigativa.

• Movilizadora. ²⁰ En este sentido al educar a las generaciones precedentes se transforman en artistas de la educación, creadores de actividades instructivas, educativas y motivadoras que deben conllevar de manera eficaz al cumplimiento de lo propuesto: el reforzamiento de los valores que forman parte de la personalidad de los atletas cubanos de todos los tiempos.

Conclusiones

    Para realizar de forma adecuada el reforzamiento de valores en las escuelas deportivas es necesario que el personal académico y los entrenadores reconozcan los valores que deben caracterizar a los atletas, que posean una elevada preparación así como herramientas que les permita realizar el Reforzamiento de valores de manera satisfactoria. Por estas razones se introduce una propuesta metodológica que incluye técnicas exploratorias del nivel motivacional y participativas así como aspectos para evaluar el comportamiento de los valores.

Bibliografía

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17. González, V. (2004) La Educación en Valores en el currículo. Programa Nacional de Extensión Universitaria La Habana, Ministerio de Educación Superior.

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19. Martí, J. (1975) Obras Completas. Tomo 12. La Habana, Ed. Centro de Estudios Martianos.

20. García, L. y Cols. (1996) Autoperfeccionamiento docente y creatividad. La Habana, Editorial Pueblo y Educación.

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