efdeportes.com

Las teorías sobre la motivación y su 

aplicación a la actividad física y el deporte

 

*Doctor Europeo en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Licenciado como número 1 de la promoción en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Licenciado en CC. Empresariales. Licenciado en Derecho. Diplomado en Fisioterapia

Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid

**Doctora Europea en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Master en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Profesora de la Universidad de Alcalá y de la Universidad Complutense de Madrid

Campeona de España de baloncesto

Antonio Monroy Antón*

antonio.monroy@uam.es

Gema Sáez Rodríguez**

g.saez@uah.es

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Algunos autores han defendido que la motivación es uno de los aspectos clave que, de ser bien canalizada, puede llevar a la mejora del rendimiento en el deporte. Sin embargo, existen multitud de teorías acerca de cuáles son los impulsos o fuentes de motivación que llevan a una persona -y, por supuesto, a un deportista- a realizar cualquier tipo de acción. En el presente artículo se realiza una recopilación exhaustiva de las teorías que, a lo largo del último siglo, se han propuesto para explicar estos aspectos, al tiempo que se analizará su particular aplicación al ámbito deportivo.

          Palabras clave: Motivación. Deporte. Pulsiones. Metas. Necesidades. Psicología.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 164, Enero de 2012. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

1.     Introducción

    Cuando se habla de deporte, surge inevitablemente la pregunta acerca de cuál es la motivación que lleva a ciertos deportistas a sacrificar gran parte de su tiempo libre y dedicar grandes esfuerzos y, en definitiva, una gran parte de su vida, a la práctica deportiva. Se habla de dinero, de fama, de conseguir el éxito, etc., pero hasta la fecha no se ha conseguido llegar a un consenso sobre cuáles son las motivaciones –extrínsecas o intrínsecas- para ello.

    Del mismo modo, la discusión sobre la posible influencia de la motivación en el rendimiento del deportista se ha mantenido hasta la saciedad sin que, hasta ahora, las conclusiones sean claras. Por todo ello, el estudio de la motivación en el deporte es un área de gran interés y se ha convertido en objeto de múltiples investigaciones, centradas ya no solo en el deporte de alto nivel, sino también en el popular, el infantil o el deporte para mayores, entre otros aspectos.

    Uno de los retos importantes para el futuro estudio de la motivación es el de determinar y diferenciar los factores desencadenantes y consecuentes de la conducta motivada. Por ello, en este trabajo abordará un tema directamente relacionado con ello, como es el análisis de las teorías que, a lo largo del último siglo, se han propuesto para explicar estos aspectos, al tiempo que se analizará su particular aplicación al ámbito deportivo.

2.     Teorías sobre la motivación

2.1.     Teoría de la motivación de logro

    Según esta teoría, desarrollada por Atkinson y McClelland, el deporte es un entorno considerado “de logro”, pues se participa de forma competitiva con otros y se busca ante todo conseguir una cierta excelencia. Por si esto fuera poco, las ejecuciones de los deportistas se ven evaluadas continuamente por público, periodistas, entrenadores, familiares y todo tipo de personas vinculadas con la actividad.

    En un entorno así, los deportistas acaban siendo movidos por factores personales, como pueden ser los de conseguir el éxito o evitar el fracaso, y por factores situacionales, como la probabilidad de conseguir dicho éxito y el incentivo asociado al mismo o a la derrota.

    La motivación de logro es, en definitiva, el resultado de la interacción de los dos tipos de factores, personales y situacionales.

John William Atkinson (1923-2003) y David McClelland (1917-1998),

creadores de la Teoría de la motivación de logro

2.2.     Teoría de la atribución

    Esta teoría, defendida por Heider, señala que los resultados tanto positivos como negativos son atribuidos a factores internos y externos, que a su vez pueden ser estables o no. En función de la atribución que se realice de un resultado, se producirán una serie de sentimientos de orgullo, satisfacción y grandes expectativas (y por tanto aumento de motivación) o sentimientos de insatisfacción y pobres perspectivas de futuro (que conllevan pérdida de la motivación).

Fritz Heider (1896-1988), autor de la Teoría de la atribución

2.3.     Teoría de la autoeficacia

    Según Bandura, los individuos juzgan sus propias capacidades y consiguen una autopercepción de las mismas, lo cual les lleva a aumentar o disminuir su motivación. La fragilidad de estas autopercepciones de eficacia se pone de manifiesto en los deportes más competitivos en el momento en que se producen derrotas. En esos casos, la labor del entrenador (y del entrenamiento) es básica para disminuir esa posible pérdida de eficacia, así como para disminuir la autopercepción negativa.

Albert Bandura (1925-) uno de los estudiosos de la motivación más importantes del siglo XX

2.4.     Teoría de la jerarquía de las necesidades

    Formulada por Maslow, esta teoría defiende que, si bien todas las personas quieren siempre conseguir cosas, el deseo respecto de cada una de ellas varía en cada momento, y siempre haya alguna que se desea con especial intensidad.

    Según Maslow, los individuos tratan de satisfacer cinco clases de necesidades, que se articulan en importancia jerárquica creciente ascendente:

  1. Necesidades fisiológicas: vinculadas a la supervivencia del sujeto (comida, bebida, sueño, hogar).

  2. Necesidades de seguridad: protegerse contra las amenazas y buscar un cierto grado de estabilidad en la vida y en el trabajo.

  3. Necesidades sociales: amistad, afecto, aceptación e interacción con otras personas.

  4. Necesidades de estima: reconocimiento propio y externo.

  5. Necesidades de autorrealización: consistente en hacer aquello para lo que cada persona está especialmente capacitada.

    Una necesidad inferior debe estar lo suficientemente cubierta antes de que la siguiente pueda empezar a actuar como motivadora.

Abraham Maslow (1908-1970)

2.5.     Teoría de los dos factores

    Esta propuesta de Herzberg se basa en la creencia de que la relación de un individuo con su trabajo es básica y que su actitud hacia ese trabajo puede ser determinante en el éxito o el fracaso del individuo. Por tanto, entendiendo el deporte como un trabajo, en el caso de deportistas profesionales, se puede deducir la importancia de su actitud o de los factores ambientales que le rodeen.

    Herzberg señala que las personas, cuando se sienten bien en el trabajo, lo atribuyen a circunstancias muy distintas de las referidas cuando se sienten mal. Los factores intrínsecos, como el logro, el reconocimiento, el trabajo en sí mismo, la responsabilidad y el crecimiento parecen estar relacionados con la satisfacción en el trabajo, mientras que los factores extrínsecos, como la política de la empresa, su administración, las relaciones laborales interpersonales y las condiciones de trabajo parecen ser los que explican la insatisfacción.

    Por tanto, esta teoría afirma que:

  • la satisfacción en el puesto de trabajo depende de su contenido o de las actividades desafiantes o estimulantes, los llamados “factores motivadores”

  • la insatisfacción en el puesto de trabajo tiene mucho que ver con el ambiente, el control, las relaciones con los compañeros y el contexto general, es decir, de los denominados “factores higiénicos”.

Frederick Herzberg (1923-2000), autor de la Teoría de los dos factores

2.6.     Teoría de las expectativas

    En la actualidad, una de las teorías de más aceptación en el entorno de la motivación es la teoría de las expectativas de Victor Vroom.

    Esta teoría, aplicada al mundo del deporte, significaría que un deportista estaría motivado para realizar un esfuerzo considerable cuando creyera que gracias a él llegaría a una buena apreciación del desempeño; que esa buena apreciación conduciría a recompensas por parte del club u organización en la que está inscrito; y que esas recompensas satisfarían sus metas personales.

Victor Vroom (1932-), defensor de la Teoría de las expectativas

2.7.     La teoría ERG

    Clayton Alderfer, a raíz de la teoría de la jerarquía de las necesidades de Maslow, crea la teoría ERG, que afirma que hay tres grupos de necesidades básicas: existencia, relación y crecimiento.

    La existencia se refiere a proporcionar los requerimientos básicos de existencia material, que incluyen los conceptos que Maslow consideró como las necesidades fisiológicas y de seguridad.

    La relación es el deseo constante del ser humano de mantener relaciones interpersonales. Para ser satisfechos, los deseos sociales y de estatus necesitan una cierta interacción con otras personas y se relacionan con lo que Maslow denominaba la necesidad social y el componente externo de estima.

    Por último, el crecimiento es el deseo intrínseco de desarrollo personal, que incluye el componente intrínseco de la estima y las características incluidas en la autorrealización.

    Las diferencias básicas con la teoría de Maslow son que, en este caso, se entiende que más de una necesidad puede operar al mismo tiempo, y que si se reprime la gratificación de una necesidad de alto nivel, el deseo de satisfacer una necesidad de bajo nivel se incrementa.

Clayton Alderfer (1940-)

2.8.     Teoría de la percepción subjetiva de competencia

    Esta teoría, basada en la de motivación de logro, y formulada por White y Harter, postula que las personas actúan por la necesidad de ser eficaces en su entorno. La motivación de una conducta determinada forma está en el hecho de querer obtener unos ciertos resultados que hagan a la persona sentirse competente, por lo que tenderá a efectuar cualquier labor, como la deportiva, con el mayor énfasis posible y poniendo todo su conocimiento y técnica para desarrollar bien dicha labor.

2.9.     Teoría de las necesidades de McClelland

    McClelland, junto con sus ayudantes, desarrolló esta teoría basada en tres necesidades: logro, poder, y afiliación. Estas necesidades se definen así:

  • Necesidad de logro: es el deseo de sobresalir, de tener éxito, de superar unas metas o a otras personas.

  • Necesidad de poder: se refiere a hacer que otros se comporten de una forma que habitualmente no se comportarían.

  • Necesidad de afiliación: tener amistades y personas cercanas.

    El deporte, obviamente, puede proporcionar debido cumplimiento a todas ellas, pues a través de él se pueden lograr una serie de objetivos, superando a adversarios o los propios registros personales, a la vez que se interactúa con otras personas en las que, además, se puede influir para que se comporten de forma distinta a la habitual.

2.10.     Teoría de la evaluación cognoscitiva

    La mayoría de los psicólogos han defendido la idea de que las motivaciones intrínsecas, tales como la búsqueda de éxito, la responsabilidad o la competencia, son independientes de las extrínsecas como puedan ser un buen sueldo, un ascenso, las buenas relaciones con los jefes o unas condiciones placenteras de trabajo. La teoría de la evaluación cognoscitiva pone en duda esto, sugiriendo que, cuando las organizaciones utilizan los premios extrínsecos como pago por un buen rendimiento, se reducen las recompensas intrínsecas, pues disminuye el interés por realizar la tarea en sí misma.

    Así, al perder el individuo en cierto modo el control sobre su propio comportamiento, decrece la motivación intrínseca previa. La eliminación de recompensas extrínsecas puede cambiar la percepción de la persona acerca de las causas por las que realiza una tarea determinada.

2.11.     Teoría de las metas de logro

    Según esta teoría, desarrollada principalmente para el entorno de la empresa, el tener una meta es una motivación importante en el trabajo, puesto que son precisamente esas metas las que indican al trabajador lo que debe realizar y cuánto esfuerzo tendrá que hacer para lograrlo.

    Así, algunos deportistas eligen grandes desafíos y ejercen el esfuerzo adecuado superando todas las dificultades inherentes a ellos, mientras que otros no saben adecuar sus metas a sus capacidades.

    Las dos metas de logro existentes en el deporte serían la meta de competitividad, en la cual los deportistas desean demostrar su habilidad y compararla a la de los demás, y la meta de maestría, en la que los individuos solo desean demostrar aprendizaje y maestría en la materia de que se trate.

    Se puede afirmar que las metas específicas mejoran el rendimiento en el deporte. Cuando las metas difíciles son aceptadas, también se produce como resultado un mejor rendimiento que con metas más fáciles, y la retroalimentación conduce a una mejor ejecución de la práctica deportiva que la que se conseguiría en su ausencia.

2.12.     Teorías motivacionales de reducción de pulsiones

    Estas teorías defienden que cuando una persona siente alguna necesidad biológica básica, como la de comer o beber, surge en ella una pulsión para satisfacerla de inmediato.

    Una pulsión es una fuerza motivacional, derivada de las tensiones somáticas y de las psíquicas, que lleva a realizar un comportamiento para satisfacer alguna necesidad, si bien algunas carecen de un objetivo predeterminado y definitivo. Muchas pulsiones básicas -también denominadas pulsiones primarias- como el hambre, la sed, el sueño y el sexo, están relacionadas con necesidades biológicas de la especie. Sin embargo, las pulsiones secundarias no satisfacen ninguna necesidad biológica evidente, y en ellas las necesidades son causadas por las experiencias previas y el aprendizaje.

3.     Conclusiones

    Parece evidente, después de reflejar todas las teorías existentes acerca de la motivación, que las motivaciones en el deporte pueden ser muy variadas, y entre ellas podrían citarse las del deseo de mejorar personalmente, el relacionarse con otras personas, el conseguir ciertos logros o el satisfacer simplemente el deseo primario de movimiento.

    Posiblemente, las motivaciones de un deportista de alto nivel no tengan mucho que ver con las de un deportista popular, como las de un niño que apenas tiene uso de razón tampoco deben tener mucha similitud con las de un anciano. Sin embargo, resulta imposible generalizar, pues cada persona posiblemente tenga unas motivaciones, para realizar deporte, muy distintas del resto y, no solo eso, sino que resulta factible pensar que esas motivaciones cambien a lo largo de su vida.

    Una de las futuras líneas de investigación en este aspecto debería ser la de determinar cuáles son los factores que más influyen en la motivación de los deportistas, a través de estudios empíricos realizados sobre amplios grupos poblacionales, intentando al menos agruparlos y observar cuáles aparecen con más frecuencia en términos porcentuales.

Bibliografía

  • Balaguer, I. Entrenamiento psicológico en el deporte. Ed. Albatros, Valencia, 1994.

  • Bakker, F.C., Whiting, H.T.A. y Von der Brug, H. Psicología del deporte: conceptos y aplicaciones. Ediciones Morata, Consejo Superior de Deportes, Madrid, 1993.

  • Famose, J. P. Práctica, teoría y metodología del ejercicio y aprendizaje motor. Ed. Paidotribo, 1994.

  • Koontz, Harold; Weihrich, Heinz. Administración, una perspectiva global. 11ª. Edición, Editorial Mc. Graw Hill, México, 1999.

  • Solana, Ricardo F. Administración de Organizaciones. Ediciones Interoceánicas S.A., Buenos Aires, 1993.

  • Stoner, James; Freeman, R. Edward y Gilbert Jr., Daniel R. Administración. 6a. Edición, Editorial Pearson, México, 1996.

Otros artículos sobre Psicología del Deporte

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 16 · N° 164 | Buenos Aires, Enero de 2012
© 1997-2012 Derechos reservados