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Tipos de juguetes y juegos en una ludoteca

 

Doctor Europeo en CC. De la Actividad Física y del Deporte

Licenciado como número 1 de la promoción en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Licenciado en CC. Empresariales. Licenciado en Derecho. Diplomado en Fisioterapia

Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid

Doctora Europea en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Master en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Profesora de la Universidad de Alcalá y de la Universidad Complutense de Madrid

Campeona de España de baloncesto

Antonio Monroy Antón

antonio.monroy@uam.es

Gema Sáez Rodríguez

g.saez@uah.es

(España)

 

 

 

 

Resumen

          El juego debe ser estimulado tanto en las escuelas como en las propias familias y, por supuesto, en las ludotecas, centro de ocio por antonomasia en el que el niño puede desarrollar su actividad motriz a la vez que interactúa con otros de forma divertida. Para ello se cuenta -entre otros muchos medios- con el juguete, que si es bien elegido puede estimular las posibilidades creativas y psicomotrices del niño, su inteligencia y su sociabilidad. El presente artículo establece una serie de clasificaciones de juguetes y juegos presentes en las ludotecas, para posteriormente indicar cuáles serían las partes clave del diseño de una sesión tipo de juego en ellas.

          Palabras clave: Juego. Juguete. Ocio. Ludoteca. Habilidades motrices básicas.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 163, Diciembre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    A través del juego (con juguete y sin él) y de forma desenfadada, el niño evita los rasgos de presión que llegan a frustrar, en ocasiones, las expectativas de éxito en el adulto. Sabiendo que el juego fomenta la autosuperación a través del éxito bien entendido, se puede considerar que es una buena base de enfrentamiento positivo frente a las dificultades de la vida. Y, por tanto, este juego debe ser estimulado tanto en las escuelas como en las propias familias y, por supuesto, en las ludotecas, centro de ocio por antonomasia en el que el niño puede desarrollar su actividad motriz a la vez que interactúa con otros de forma divertida. Para ello se cuenta -entre otros muchos medios- con el juguete, que de ser bien elegido puede estimular las posibilidades creativas y psicomotrices del niño, su inteligencia y su sociabilidad.

    En los últimos años se ha venido detectando una tendencia en los niños españoles consistente en jugar menos con los que podríamos llamar juguetes “clásicos” y pasar más tiempo realizando otras actividades como puedan ser el ver la televisión o sentarse ante un ordenador. Asimismo, los criterios por los que los adultos seleccionan los juguetes para los niños también parecen haber cambiado, pero en este caso para bien, ya que se apunta hacia una mayor reflexión en esta elección, basada en una mejor formación sobre temas lúdicos1.

    Los distintos juguetes que forman parte de una ludoteca pueden ser objeto de múltiples clasificaciones, y la programación de los juegos que en ella se desarrollan tiene un papel fundamental en el correcto desarrollo de las actividades y del propio niño. Por ello, en el siguiente artículo se establecerá una clasificación tanto de los juguetes como de los juegos presentes en una ludoteca, y se abordará el diseño correcto de una sesión tipo de las que en ella se suelen desarrollar.

2.     Tipos de juguetes de una ludoteca y su clasificación

    Los distintos juguetes que forman parte de una ludoteca pueden ser objeto de múltiples clasificaciones. Por ello, y a los efectos de simplificar la presente exposición, se elige un criterio que es la edad de los niños que los van a utilizar, si bien en las ludotecas pueden estar ordenados tanto por edad como por categorías o por cualquier otra característica.

    De este modo, se pueden encontrar los siguientes tipos de juguetes para cada rango de edad:

  • de 0 a 1 año: sonajeros, espejos de juguete que no se rompan, lámparas que reflejen luces o colores, juguetes musicales o con sonido, muñecos de trapo sin pelo, pelotas con diferentes texturas, alfombras o mantas con tactos y sonidos, animales de trapo, balancines, juguetes para apilar sencillos, juguetes para encajar de colores y formas geométricas, construcciones de piezas grandes de colores vivos y cantos redondeados, etc.

  • De 1 a 2 años: peluches sin pelo, animales de trapo grandes para subirse en ellos, objetos que rueden y se desplacen, juguetes para golpear de plástico o madera, juguetes para apilar o encadenar, pelotas, andadores y correpasillos, peonzas visuales y sonoras, balancines, juguetes para arrastrar o empujar, triciclos sin pedales, teléfonos de juguete, encajes planos de madera o plástico, construcciones de piezas grandes fáciles de encajar y apilar, …

  • De 2 a 3 años: peluches y muñecos de trapo, túneles de gateo, juguetes para golpear de madera o plástico, juguetes para apilar o encajar, columpios, toboganes, vehículos grandes para subirse en ellos, triciclos con pedales, muñecos, juguetes de imitación de la casa y sus accesorios, disfraces, puzzles de 6 a 12 piezas, puzzles de espuma, instrumentos musicales, juegos para pintar o dibujar, etc.

  • De 3 a 5 años: pelotas de fútbol, canastas de baloncesto, patines y patinetes, vehículos grandes para subirse, muñecos, juguetes de imitación de la casa y sus accesorios, barcos, aviones, trenes, disfraces, marionetas, puzzles de hasta 50 piezas, juegos para moldear, juegos de cartas, ordenadores infantiles, juegos para pintar y dibujar, juegos para recortar y pegar.

  • De 5 a 8 años: peonzas de cuerda, patines y patinetes, pelotas, yoyós, bolos, petancas, canicas, cuerdas para saltar, dianas de dardos de ventosa, raquetas de tenis, muñecos articulados, juegos para coser y tejer, puzzles de 50 a 150 piezas, arquitecturas en madera, tiendas de campaña, juegos de mesa clásicos como la oca o las tres en raya, juegos de cartas, juegos de magia y otros muchos.

  • De 8 a 11 años: peonzas de cuerda, diábolos, muñecas y maniquíes, pistas de coches, vehículos teledirigidos, karaokes, juegos de modelismo, juegos de experimentos científicos sencillos, juegos de cartas, juegos de mesa clásicos, pelotas, etc.

  • De 11 a 14 años: monopatines, futbolines, pinturas con caballete, juegos de modelismo, puzzles de hasta 500 piezas, juegos de cartas coleccionables, juegos de dardos, juegos de mesa de deducción o estrategia, juegos de iniciación al rol, etc.

    Además de esta clasificación o de otras muchas que, como se ha mencionado, pueden hacerse, algunas ludotecas ofrecen una selección de juguetes especialmente dirigidos a niños con discapacidades, la cual se refleja en este trabajo por considerarla de especial interés. En este caso, también se pueden clasificar estos juguetes atendiendo a la discapacidad a la que estén dirigidos:

  • Discapacidad motora: juguetes que tengan pulsadores o botones muy fáciles de accionar, con piezas fáciles de encajar, estructuras grandes, con antideslizantes en su parte inferior, con mangos o agarradores especiales, con cuerdas para su arrastre, con elementos en relieve para facilitar su agarre o giro, etc.

  • Discapacidad auditiva: juguetes con efectos de luces o vibraciones para suplir el sonoro, juguetes que emitan mensajes escritos en lugar de orales, con control de volumen opcional, con auriculares opcionales, etc.

  • Discapacidad visual: juguetes de diseño sencillo, realista y fácil de identificar al tacto, con efectos sonoros y distintas texturas, compactos, con piezas grandes, en relieve, etc.

3.     Tipos de juegos y dinámicas de una ludoteca

    La programación tiene un papel fundamental es el diseño de una ludoteca. El reparto del espacio y de los recursos lúdicos se convierte en vital si se quiere tener éxito y que los niños disfruten y aprovechen al máximo su estancia en ella. Por eso se deben tener muy en cuenta una serie de premisas básicas que son las que se exponen a continuación.

A.     Juegos según la evolución del grupo

    No todos los juegos son igualmente idóneos para jugar en un determinado grupo. Hay que contar con sus rasgos (grado de confianza, experiencia anterior, intereses y edades de sus miembros, etc.) para elegir y preparar adecuadamente el juego. Resulta de especial utilidad para conseguirlo el tener en cuenta la fase de desarrollo grupal de los distintos participantes. Para ello, se pueden seguir las siguientes etapas:

  1. Orientación: en ella, los miembros del grupo se conocen y buscan despejar las dudas y ansiedades propias del primer momento. Para ello se introducen juegos de presentación.

  2. Establecimiento: el grupo va aprendiendo poco a poco a dialogar y a cooperar. Los juegos utilizados son los que desarrollen la capacidad de escucha y atención a los demás, la cooperación, la responsabilidad y la participación.

  3. Solución de conflictos: en el momento en que se comparte la actividad de una forma más profunda, surgen los conflictos más fácilmente. Para mejorar esta situación, se utilizan juegos para analizar situaciones, afrontar los problemas, de toma de decisiones, etc.

  4. Final: las fases anteriores pueden repetirse de varias formas o bien el grupo puede disolverse.

B.     Estructura de una sesión

    La correcta estructuración de la sesión tendrá una gran importancia para su éxito o fracaso final. Hay que tener en cuenta que, al comienzo de la sesión, los niños están con un cierto estado de ánimo, interés y motivación muy distinto del que tendrán en la parte central de la misma o al final. Por eso, a medida que la sesión va avanzando, el educador debe motivar a los niños de forma que logre un aumento de su interés. Sin embargo, en la parte final, la tarea será exactamente la inversa, esto es, suavizar la sesión de forma que deje una buena sensación en los niños a la vez que consigue su calma, para conseguir que tengan ganas de volver a jugar de nuevo.

    La correcta estructura de la sesión, por tanto, debe ser:

  1. Juegos de introducción: se utilizan para ayudar a conocerse a los miembros del grupo, presentándoles, mezclándoles, etc., y son los necesarios para evitar que la sesión se desarrolle en un ambiente frío por no tratarse de un grupo cohesionado o por cualquier otro motivo.

  2. Juegos de calentamiento: sirven para preparar el organismo para la actividad, evitando el riesgo de lesiones y dinamizando el ambiente general. Deben ser juegos de movilidad y distensión, en los que se ha de crear movimientos, esparcimientos, explosiones de júbilo, etc.

  3. Parte principal: es en ésta en la que se desarrollan los objetivos específicos de la sesión, sacando conclusiones y evaluando al final de la misma.

  4. Vuelta a la calma: los objetivos de esta fase son la recuperación y vuelta a la normalidad, la relajación tanto mental como física y el descenso controlado de la actividad del organismo.

C.     Momentos de la sesión

    Hay que distinguir claramente tres momentos en la sesión: el antes, el durante y el después.

    El antes es el primer contacto con los participantes, y se puede realizar de muy diversas formas. El lugar de conocimiento de los mismos es susceptible de variación (el patio, la calle, etc.), y puede haber sido provocado por el educador de la ludoteca o no. Lo importante es que el lugar en que se les recibe posteriormente, es decir, la ludoteca, esté previamente ambientado. También resulta de especial importancia la primera impresión que el grupo tenga del animador de la sesión, por lo que éste debe intentar en todo momento un acercamiento cordial y cálido.

    El durante hace referencia a la parte central, y supone:

  • ubicar al grupo en la posición de juego

  • captar su atención, ubicándoles en un lugar correcto para su visión

  • motivarles para jugar y explicar brevemente los juegos, con una pequeña demostración si es necesario

  • aclarar sus dudas al final de la explicación

  • comenzar con juegos sencillos para crear un buen clima

  • llevar un orden claro y preciso tanto del comienzo como de la finalización del juego, así como de su evaluación.

    Por último, el después requiere plantearse una serie de cuestiones:

  • cómo se desarrolló el proceso del juego

  • cómo fue la participación individual de cada miembro del grupo

  • qué grado de cumplimiento de objetivos se alcanzó

  • qué variaciones fueron necesarias sobre el programa previsto inicialmente

  • cómo se sintió el grupo tras el juego

  • qué fue lo que más les gustó y lo que menos

  • qué aportó el juego al grupo.

Nota

  1. Según la opinión de Romero, M. en el Boletín nº 1 de Ludomecum, Ed. Fundación Crecer Jugando, tras un estudio realizado a 420 adultos con hijos comprendidos entre 0 y 10 años. En dicho estudio se observan más carencias de formación en los temas relacionados con el juego y el juguete entre los hombres, frente a las mujeres; entre los habitantes del Sur, frente a los que viven en Comunidades Autónomas del Norte de España; y entre los hombres dedicados a la ganadería, agricultura y pesca, más que en otros profesionales. http://www.ludomecum.com/comun/index.php?pagina=n_menu.php, fecha de consulta 12 de enero de 2008.

Bibliografía

  • Anglada Monzón: “El autoentrenamiento vestibular y el juego espontáneo de equilibrio en el ser humano. Posibles investigaciones en torno al tema, en EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 69, Buenos Aires, febrero 2004.

  • Asociación Hispacoop: Juguete seguro y consumo responsable, Ed. AM Rosa Sensat, 2003.

  • Ayuntamiento de Algete (Madrid): Jugar, participar y divertirse. Taller de ludotecas de Algete, Curso organizado por la Escuela Pública de animación y Educación en el tiempo libre infantil y juvenil y la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Algete, 28 de febrero al 3 de abril de 2004.

  • Garón, D.: “La ludoteca y la importancia del juego en la vida del niño”, en Cuadernos de Educación, Ed. Santillana, Madrid.

  • Hetzer, H.: El juego y los juguetes, Ed. Kapelusz, S.A., Buenos Aires, 1978.

  • Olaso Climent, S.: El juguete, soporte material del juego. Su importancia pedagógica. Tesina sin publicar, INEF Madrid, 1980.

  • Romero, M.: Boletín nº 1 de Ludomecum, Ed. Fundación Crecer Jugando, disponible en http://www.ludomecum.com/comun/index.php?pagina=n_menu.php, fecha de consulta 12 de enero de 2008.

  • Santos, A. y Salgado, J. A.: Comunicación “¿Para qué sirve una ludoteca?”, presentada en las Terceras Jornadas de Ludotecas Municipales de la Comunidad de Madrid, celebradas en Nuevo Baztán el 9 de mayo de 2003.

  • Vial, J.: Juego y educación. Las ludotecas. Ediciones Akal, Madrid, 1988.

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